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viernes, 11 de julio de 2025

Crítica: St. Patrick’s Day Massacre (2025)

Producción británica escrita y dirigida por Steve Lawson. Se estrenó directamente en DVD dentro del Reino Unido el pasado 10 de marzo.

Sinopsis:

Durante un viaje a Dublín para celebrar el Día de San Patricio, cuatro amigas acceden a pasar la noche en una taberna abandonada. Donde serán acechadas por un asesino “no muerto” en búsqueda de venganza por una tragedia que ocurrió varios siglos atrás.


Comentarios generales:

El Día de San Patricio es una de las festividades menos explotadas dentro del cine de terror y eso sin duda es sorpresivo si consideramos que se trata de un género que suele agarrarse de cualquier cosa para plasmar sus ideas. Por ello cuando sale alguna película sobre esta festividad me suele generar mucha curiosidad el poder verla; simplemente es una rareza que no se puede dejar pasar, pero St. Patrick’s Day Massacre hizo rápidamente que recordara el porqué son tan escasas esta clase de propuestas.

Y es que lo traído por Lawson realmente no pretende explotar la festividad en sí y solo la utiliza como excusa para establecer vagamente su historia en Dublín, siendo lo verdaderamente importante todo el tema que hay detrás del asesino. Lo cual en realidad no se escucha tan mal porque en un inicio se mandan señales sobre un posible slasher básico; sin embargo, en lugar de eso nos topamos con algo que durante prácticamente 50 minutos no hace absolutamente nada con dicho asesino y nos obliga a tener que ver a un grupo de amigas teniendo conversaciones banales que solo existen para consumir minutos.  

Convirtiendo esto en una experiencia frustrante en la que no ocurre nada relevante la mayor parte del tiempo y que, cuando por fin se atreven a hacer algo con el “no muerto”, lo único que provocan son más decepciones debido a que la manera de presentar las muertes carece de imaginación y además deciden mantenerlo fuera de cámara al utilizar una vista en primera persona mientras acecha a sus víctimas. Quitándole así cualquier clase de impacto que pudiera llegar a añadir y, sobre todo, la importancia que supuestamente tiene dado a que su involucramiento se siente demasiado ajeno a lo que estás viendo en pantalla.

Situación que termina perjudicando a una parte final en la que sin duda tenemos los mejores momentos de la película gracias a que se incrementa ligeramente la violencia y POR FIN se expone plenamente al asesino. Llevando a cierta comedia involuntaria (la escena con la pistola principalmente) que, dentro de lo absurdo que resulta, por lo menos hace que el desenlace se sienta distinto a todo lo visto previamente.

En lo que se refiere a las actuaciones hay que decir que no están tan mal para el tipo de película que es, la mayoría del elenco está aceptable y hacen lo que pueden con lo que les dan para trabajar. Mientras que en producción todo es muy limitado: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido cumple, los efectos no son de la mejor calidad y la labor de maquillaje es aceptable.  

Opinión final: St. Patrick’s Day Massacre es mala. Una película con ciertas ambiciones que no sabe como materializarlas. 

Ojometro:
**

viernes, 14 de marzo de 2025

Crítica: Bloat (2025)

Película escrita y dirigida por Pablo Absento. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 24 de abril.

Sinopsis:

Jack (Ben McKenzie) es un oficial militar que manda a su familia de vacaciones a Japón, donde su hijo menor casi muere ahogado en un lago. Evento traumático que le causa un cambio de comportamiento radical con el que hay algo mucho más siniestro detrás.   


Comentarios generales:

Los found footage que involucran una dinámica con pantalla de computadora todavía son algo relativamente fresco y por ello no existe un hartazgo tan grande hacia estos en comparación a otras propuestas del mismo subgénero. Sin embargo, también es cierto que ese toque distintivo representa cierta limitante en lo que se puede contar y con Bloat resulta más que evidente.

Esto porque lo presentado por Absento nos cuenta una historia que se sustenta en el folclore japonés pero tarda demasiado tiempo en desarrollar dicho aspecto y para tratar de consumir tiempo nos ponen a ver las habilidades con la computadora de un padre poco carismático. Algo que durante los primeros 10 o 15 minutos funciona de manera relativamente efectiva debido a que el constante cambio de ventanas y videollamadas hace que el ritmo sea ágil, logrando con esto que la dinámica familiar a distancia pueda ser digerible hasta que inicien las situaciones extrañas.

El problema es que una vez que se revela el raro comportamiento del hijo la película empieza a volverse demasiado monótona y lo que debería de ser un caso de posesión intenso (o al menos extravagante) no logra generar ningún tipo de impacto precisamente porque el propio formato limita lo que se puede ver de este. Teniendo que recargarse demasiado en la paranoia de Jack, quien poco a poco se vuelve un personaje fastidioso y la investigación que realiza jamás logra brindar la profundización necesaria como para sentir curiosidad por la leyenda de Kappa o, peor aún, para posicionarlo como una amenaza de peso dado a que no hay gran interés por mostrarlo de manera considerable en pantalla.

Llevándonos así por un viaje cada vez más aburrido en el que los contados intentos por exponer los peligros que representa este demonio sapo son insuficientes para brindarle fuerza a una parte final demasiado absurda. Cuyo desenlace es tan mediocre que solo te deja con la sensación de que los casi 80 minutos que acaban de pasar fueron una pérdida de tiempo.

Sobre las actuaciones hay que decir Ben McKenzie hace lo que puede con lo que le permite el formato y el resto del elenco realmente tiene poca exposición para hacer algo relevante. Mientras que en producción es de una factura muy discreta: el trabajo de fotografía no es gran cosa, la edición cumple, el trabajo de sonido es limpio y los efectos son mínimos.

Opinión final: Bloat es mala. Película aburrida y con pocas cosas para destacar.

Ojometro:
**

martes, 4 de febrero de 2025

Crítica: The Damned (2025)

Película dirigida por Thordur Palsson, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jamie Hannigan. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una viuda del siglo XIX tiene que tomar una decisión imposible cuando, durante un invierno especialmente cruel, un barco pesquero se hunde frente a su villa pesquera en Islandia.


Comentarios generales:

Estrenarse durante los primeros días del año suele ser complejo para cualquier película que no sea de renombre, mucho más si se trata de una producción que se estrena en servicios de streaming. Ante eso existe siempre el riesgo de caer rápidamente en el olvido sin siquiera haber podido hacer algo de ruido y eso fue precisamente lo que le ocurrió a The Damned.

Un trabajo con el que Palsson apuesta fuertemente por el dialogo, así como por un tono oscuro y depresivo que desde muy temprano pueden llegar a ahuyentar a muchos espectadores porque con esto se establece rápidamente que se tratará de una experiencia densa en la que la paciencia será fundamental. Donde la historia en general es simple y depende mucho del folclore para que en el primer acto se puedan plantar las semillas con las que se sustentará el terror psicológico más adelante, volviéndolo bastante pesado en cuanto al ritmo debido a que realmente no ocurren muchas cosas interesantes más allá del hundimiento.

El cual evidentemente es el detonante de todos los problemas y de a poco esto hace que se empiecen a presentar situaciones ligeramente más atractivas que juegan con las mentes de los personajes sin que se llegue a nada extremo, pero si con la cantidad necesaria de misterio como para que todo lo referente a las supuestas maldiciones logren tener cierta fuerza que beneficie al desarrollo semi-lento de las acciones. Sobre todo porque una vez que se empiezan a dar las muertes nos topamos ante el problema de que lo ocurrido en pantalla puede llegar a volverse un tanto repetitivo de manera rápida y al no tener tanta claridad con respecto a la amenaza por lo menos pueden utilizar la paranoia de los involucrados de una manera que, si bien es predecible, da los recursos suficientes como para que cada problema tenga su dosis de impacto.

Logrando con esto que la parte final sea entretenida a pesar de que nunca logra alcanzar el nivel fuerza que se necesita en esta clase de historias. Dejándonos así un desenlace poco arriesgado y un tanto frio, pero que seguramente podrá sorprender a más de uno.

De las actuaciones hay que decir que nadie resalta por encima del resto, todas son correctas y sin grandes riesgos. Mientras que en producción también tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es buen complemento, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante simple.

Opinión final: The Damned está ok. Película oscura y de ritmo lento que seguramente no será del gusto de todos.

Ojometro:
***

jueves, 19 de septiembre de 2024

Crítica: Starve Acre (2024)

Adaptación de la novela del mismo nombre, la cual está escrita y dirigida por Daniel Kokotajlo. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 26 de julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Richard (Matt Smith) y July (Morfydd Clark) son un matrimonio cuya vida rural idílica sufre un tumultuoso giro cuando su hijo empieza a actuar extraño y salen a relucir historias folclóricas del lugar.


Comentarios generales:

No son pocas las personas que encuentran aburridas las películas sustentadas en el folclore y por lo mismo es que estas difícilmente logran hacer tanto ruido salvo por casos puntuales que tienen un importante soporte publicitario detrás. Algo con lo cual Starve Acre no contaba a pesar de que sus dos protagonistas en la actualidad participan en series de TV de alto calibre, condenándola a ser una simple curiosidad más.

Situación que en realidad no parece preocuparle a Kokotajlo porque lo que nos trae es, en efecto, una de tantas películas que giran alrededor del folclore que no pretende poner nada nuevo sobre la mesa y eso termina afectando desde muy temprano dado a que no existen demasiados elementos que logren manifestar algún tipo de sello distintivo que incite a querer saber más sobre la historia. Lo cual provoca que desde el primer acto la experiencia resulte pesada al momento de querer establecer la problemática que vive este matrimonio, esperando a que la atmósfera depresiva y la soledad que rodea a ambos personajes sean suficientes como para justificar una experiencia que se vuelve mucho más contemplativa conforme pasan los minutos.  

Haciendo con esto que muchas de las cosas presentadas no sean precisamente interesantes y carezcan de fluidez, además de que la manera en la que se va insertando la leyenda es demasiado inconsistente como para que se pueda construir un misterio sólido. Algo que tratan de ir corrigiendo sobre la marcha por medio de la aparición de un conejo que brinda cierta claridad a lo que ocurre; sin embargo, para este punto la falta de ambición es demasiado marcada y todas las situaciones planeadas para ir aumentando los niveles de tensión no solo se sienten vacías, sino que tampoco parecen tener un propósito claro.

Afectando así a una parte final que intenta apostar por momentos breves con buena intensidad que sin duda son de lo mejorcito de la película, pero la realidad es que ante la poca profundización previa todo lo que ocurre no cuenta con el impacto necesario y gracias a eso el desenlace queda parado como algo meramente anecdótico.

Sobre las actuaciones hay que decir que tanto Matt Smith como Morfydd Clark hacen un trabajo decente con un par de personajes que no daban para más. Mientras que en producción tenemos una factura cumplidora: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no está mal, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión final: Starve Acre es decepcionante. De esas películas no aptas para todo el público y que no aportan nada que valga la pena.  

Ojometro:
**

viernes, 16 de febrero de 2024

Crítica: The Windigo (2024)

Película dirigida por Gabe Torres y escrita por Brent Jordan. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:         

Un adolescente nativo americano resucita a un antiguo demonio para proteger a su familia de unos traficantes de metanfetaminas, pero pronto descubrirá que la sed de sangre de la criatura es incontrolable. Forzando a su propia familia a terminar con la maldición antes de que sean sus siguientes victimas. 


Comentarios generales:

Películas que giran alrededor del wendigo no son algo extraño (en 2021 tuvimos la fantástica “Antlers”) y en general suelen ser trabajos variados en su manera de utilizarlo, pero es claro que también conlleva ciertas limitantes propias del folclore del que proviene. Cosa que hacía de The Windigo un proyecto del que no sabía qué esperar, sobre todo porque su premisa se escuchaba muy genérica y tristemente eso jamás logra quitárselo en ningún momento mientras la estás viendo.

Ya que lo traído por Torres desde muy temprano establece ciertas cosas que ya hemos visto en muchas otras ocasiones y no se toma la molestia de tratar de añadir un poco de variedad, siendo la extravagancia de la abuela tal vez el único detalle que destaca en ese aspecto. Construyendo una historia que durante el primer acto realmente no tiene mucha sustancia y cuyo principal propósito es establecer la dinámica entre los hermanos (Bree y Ry) dentro de un ambiente nuevo para ellos que magnifique sus personalidades y no sea complejo entender por qué el evento “traumático” que viven afecta más uno que al otro.

Algo que ciertamente no es tan interesante y va haciendo que las cosas se vuelvan aburridas rápidamente, sobre todo por lo predecible que resulta el desarrollo al caer en una espiral de estereotipos con los que sabes para donde apunta todo. Lo cual tratan de ocultar un poco justo cuando el wendigo empieza a hacer de las suyas y al menos con eso se logran construir algunas escenas que añaden un impacto visual decente; sin embargo, una vez que se estabiliza la dinámica nos volvemos a encontrar con la pesadez dominante rumbo a la parte final.

Una que afortunadamente tiene ciertos momentos de mayor dinamismo con los que se expone de mejor manera a la criatura y gracias a ello puede contar con una fuerza que había estado ausente durante el filme. Logrando así que el desenlace resulte funcional, aunque el nivel emocional que pretenden reflejar no logra su propósito debido a lo poco que te importan los personajes.

Las actuaciones son mediocres en general, los estereotipos son muy marcados y realmente nadie logra que su personaje conecte con el espectador. Mientras que en producción vemos una factura competente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está ok, el score no resalta, el trabajo de sonido cumple, los efectos son decentes y la labor de maquillaje está bien hecha.

Opinión final: The Windigo es decepcionante. Película del montón que olvidarán en unos cuantos días.

Ojometro:
**

miércoles, 31 de enero de 2024

Crítica: Lord of Misrule (2023)

Película dirigida por William Brent Bell (The Boy, Orphan: First Kill) y escrita por Tom de Ville. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos y México en diciembre de 2023, mientras que hizo lo propio en VOD el pasado 8 de enero.

Sinopsis:

Rebecca (Tuppence Middleton) es la nueva pastora del pueblo cuya hija desaparece durante su festival anual. Desesperada por encontrarla empieza a seguir unas pistas extrañas, pero eso la llevará a descubrir los oscuros secretos de su nuevo hogar.


Comentarios generales:

Originalmente tenía planeado que Lord of Misrule fuera la última película de la cual iba a escribir el año pasado, pero gracias a la fecha en la que se estrenó y lo limitada que fue su exhibición me resultó imposible verla. Algo que me dejó cierto sabor amargo porque gracias a su trabajo promocional se podía notar el potencial para que fuera de las mejores películas de 2023; sin embargo, al final el resultado no ha sido tan espectacular como pensaba.

Y no es porque lo presentado por Brent Bell carezca de ideas interesantes debido a todo el folclore del cual se sostiene la historia (Gallawgog) proporciona el material suficiente para construir algo sólido, pero la forma en la que se nos exponen las cosas no es precisamente la más adecuada. Siendo la primera mitad del filme la que resulta con el mayor grado de efectividad al ponernos frente al concepto de que la fe no se encuentra precisamente atada a la religión y en base esto ir construyendo una búsqueda que no solo se centre en el sufrimiento de Rebecca, sino que bajo un tono tétrico también establezca dudas sobre el involucramiento del pueblo por su extraña forma de reaccionar ante el suceso.

Un proceso que sin duda se lleva su tiempo para tomar forma y por lo consiguiente el ritmo es un tanto pausado, el cual se mantiene hasta que se llega a una segunda mitad que pretende volverlo dinámico por medio de escenarios comunes en esta clase de historias. Situación que no es que sea mala en sí, aunque cuando el misterio empieza a esclarecerse para darle paso a un drama más estándar la atmósfera siniestra generada se va perdiendo y además salen a relucir ciertas inconsistencias con respecto al comportamiento de los pobladores que, más que provocar shock, solo terminan enredando las cosas.  

Algo que afortunadamente para la parte final logran recomponer un poco al regresar el tono tétrico y, sobre todo, al sacar a relucir que el origen de Gallawgog está íntimamente ligado con el cristianismo. Eso básicamente hace que el desenlace sea muy potente tanto en su discurso como en lo visual y deje una resolución que no la vi venir.

En cuanto a las actuaciones tenemos a una Tuppence Middleton que hace un buen trabajo, manteniendo siempre un rol con mucha fuerza de voluntad pero sin decaer al momento de mostrar vulnerabilidad en situaciones puntuales. Mientras que la presencia de Ralph Ineson (Jocelyn Abney) como el antagonista le proporciona un buen contrapeso.

Y sobre la producción hay que decir que tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Lord of Misrule está ok. Película con mucho folclore que nunca termina por alcanzar otro nivel.

Ojometro:
***

martes, 12 de diciembre de 2023

Crítica: It Lives Inside (2023)

Película escrita y dirigida por Bishal Dutta. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, mientras que hizo lo propio en México el pasado 7 de diciembre; aunque también ya salió en formato físico y VOD durante el mes de noviembre.

Sinopsis:

Sam (Megan Suri) es una adolescente hindú/estadounidense con conflictos por su identidad cultural y las cosas empeoran cuando su antigua amiga de la infancia la busca para pedir su ayuda, sin saber que liberará a una identidad demoniaca que se alimenta de su soledad.


Comentarios generales:

Por más que la premisa luzca familiar, lo cierto es que siempre me va a llamar la atención cuando una película trata de exponer otra cultura debido a que eso le brinda una frescura que es complicada de encontrar en determinadas propuestas y en el caso de It Lives Inside es indudable que ese factor era lo que la hacía destacar por encima de otras. Aunque probablemente también representó su mayor obstáculo para poder ser algo más importante.

Ya que lo presentado por Dutta pretende utilizar el folclore hindú de una manera recurrente sin comprometerse al 100% con eso y como resultado deja una historia adolescente con destellos de oscuridad interesantes que jamás logra salirse de lo convencional. Y mucho se debe a que los primeros 35/40 minutos de la película son un tanto desabridos, donde todo el tema del demonio está presente de manera superficial y se deja que sean los problemas juveniles los que predominen para tratar de profundizar sobre las dificultades que viven los hijos de migrantes con los choques de identidad, así como la siempre complicada transición a la adolescencia.

Generando con esto cierta pesadez que para nuestra buena suerte poco a poco se va dejando atrás conforme el demonio va tomando más protagonismo y empieza a representar una amenaza concreta tanto para nuestra protagonista como para quienes la rodean, lo cual incrementa la intensidad de manera contundente sin tener que recurrir a cosas extremas. Y además abre la puerta para implementar un tono mucho más oscuro y depresivo que vaya en sintonía con la inestabilidad emocional de Sam mientras se ve expuesta a situaciones estándar que no aportan nada extraordinario en la generación de suspenso, pero por lo menos están bien construidas como para proporcionar cierta espectacularidad rumbo a la parte final.

Una que ciertamente funciona porque se involucra de mayor forma a los demás personajes y sabe incrementar la sensación de riesgo sin sacrificar la violencia necesaria para ello. Dándole sentido a determinados detalles que se habían expuesto en los minutos previos y también dejando un desenlace que, si bien aparenta ser feliz, lo cierto es que no lo es tanto por la toma de decisiones de Sam para solucionar un problema que parece no tener fin.

Las actuaciones están bien, Megan Suri hace un trabajo sólido como esta chica con muchos conflictos y en general el resto del elenco la sabe arropar. Mientras que en producción tenemos cosas para destacar: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score es agradable, cuenta con un trabajo de sonido limpio, los efectos son cumplidores y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: It Lives Inside es aceptable. Película con destellos interesantes que puede ser una buena opción cuando no tengan otra cosa que ver.

Ojometro:
***

viernes, 2 de junio de 2023

Crítica: The Black Demon (2023)

Co-producción mexicana/estadounidense dirigida por Adrian Grunberg, cuyo guión fue co-escrito por Carlos Cisco y Boise Esquerra. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de abril y en México hizo lo propio el pasado 25 mayo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 11 de julio.

Sinopsis:

Paul Sturges (Josh Lucas) lleva a su familia de paseo a México para inspeccionar una plataforma petrolera de su empresa. Aunque al llegar ahí se dará cuenta que todo está abandonado y las pocas personas que quedan se encuentran aterradas por la presencia de un enorme tiburón que forma parte de una leyenda mexicana.


Comentarios generales:

Uno de mis placeres culposos son las películas sobre tiburones, simplemente se me hacen entretenidas a pesar de lo absurdas que muchas veces pueden llegar a ser. Así que cuando supe de The Black Demon rápidamente llamó mi atención porque se veía como otro de esos trabajos para pasar un buen rato; sin embargo, una vez terminada te queda claro que aquí había otro propósito que termina por afectar el resultado final.

Y es que lo traído por Grunberg en el fondo es más que nada una crítica hacia los problemas medioambientales creados por el hombre y solo utiliza al tiburón como excusa para poder llevar su mensaje a un público más grande. Lo cual no está mal, pero en realidad esto hace que las cosas en general se sientan sin mucha relevancia dentro de una historia muy básica en la que los primeros 25 minutos son más de relleno que otra cosa; en donde se trata de establecer toda la cuestión de la leyenda sin que esto resulte demasiado atractivo y dejando que gran parte del peligro que vive la familia en este lapso sea en base a estereotipos que no llevan a nada.

Afortunadamente cuando el tiburón hace acto de presencia existe una ligera dosis de adrenalina que ayuda a elevar el ritmo, lo malo es que esa es la única ocasión que lo vemos en todo su esplendor porque ya estando ubicados en la plataforma petrolera las cosas se vuelven más dramáticas al centrarse en la no tan perfecta vida familiar. Algo que no es que haga las cosas insufribles, pero sí que por grandes lapsos tengamos que lidiar más con las rabietas de Paul que con momentos que exploten a la amenaza, además de que poco a poco todo el tema ligado a la leyenda se va enredando hasta quedar en un sinsentido cuyo aporte es prácticamente nulo.

Llevándonos así a una parte final que trata de darle redención al protagonista y en base a eso crear conciencia por el medioambiente. Provocando así un desenlace con un mayor nivel emocional, aunque sin lograr que la acción con el tiburón sea memorable y por lo consiguiente se quede mucho más marcada la sensación de que realmente su presencia para contar esto no era necesaria.

Las actuaciones no están mal con un Josh Lucas que por momentos puede fastidiar un poco, pero que se encuentra con buenos contrapesos en Fernanda Urrejola (Ines) y Julio Cesar Cedillo (Chato) en escenas clave. Mientras que en producción encontramos una factura de buen nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no resalta, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son discretos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Black Demon es decepcionante. Película del montón sobre tiburones que es mejor verla cuando inevitablemente salga en TV.

Ojometro:
** 

martes, 30 de mayo de 2023

Crítica: Island of the Dolls (2023)

Película dirigida por Jack E. Bell (Return of the Salem Witch) y escrita por Oscar Wenman-Hyde. Se estrenó directamente en YouTube de manera gratuita durante el mes de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de personas viajan a la legendaria Isla de las Muñecas para descubrir una aterradora verdad que los pondrá en peligro.


Comentarios generales:

Independientemente de si se creen o no las leyendas que la rodean, lo cierto es que la Isla de las Muñecas ubicada en la Ciudad de México es genuinamente un lugar perturbador que cualquier amante del terror debería de tratar de conocer y sin duda una atracción turística que brinda material para explotarla en cine. El problema es que al ser un lugar de difícil acceso para todo lo que involucra producir una película casi nunca se logra recrear lo que la hace tan especial e indudablemente Island of the Dolls es la peor representación que se puede encontrar sobre esta.

Ya que lo traído por Bell es una historia basada en la isla, pero se encuentra ubicada en otro lugar y por ello pierde mucho del folklore que viene adherido con esta. Aunque realmente los problemas van más allá de eso debido a que desde el primer acto uno se puede dar cuenta que lo presentado en pantalla no está muy bien cuidado que digamos, sobre todo por la forma tan apresurada y vacía en la que se introduce a unos personajes cuyo comportamiento resulta fastidioso de manera inmediata por medio de interacciones ridículas que contrastan demasiado con la edad que supuestamente tienen.

Por si eso no fuera suficiente, ya estando en la propia isla las cosas se vuelven tediosas porque en realidad la representación de la locación es muy pobre y no añade nada a la atmósfera, mientras que la problemática central sigue sin ser desarrollada de manera coherente. Optando por hacer de la protagonista el personaje más detestable de todos al guardar tantos secretos y tratando de perder tiempo por medio de conversaciones que pretenden añadir cierta capa emocional sin gran existo porque realidad solo logran que el ritmo se haga cansino y eso termina arruinando cualquier intento por generar algo de impacto; especialmente con las muertes que rayan en lo cómico por lo mal elaboradas que están. 

Ante esto la parte final no tiene ningún tipo de atractivo y honestamente el que la protagonista resulte tan poco empática tampoco ayuda demasiado. Sobre todo porque se tiene como propósito que el desenlace sea un poco más emotivo gracias a ella, pero entre lo acelerado que se siente todo y la nula capacidad por hacer que su conexión con la amenaza sea interesante, este termina siendo uno completamente desangelado.

Las actuaciones son muy malas y no serán pocas las ocasiones en las que sentirán hasta algo de vergüenza por lo que están viendo. Mientras que en producción las cosas son igual de tristes: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte es lamentable tomando en cuenta la locación que se quiere recrear, el score genérico, el trabajo de sonido es pobre, los efectos son de mala calidad y la labor de maquillaje es tal vez lo único salvable.

Opinión final: Island of the Dolls es terrible. Mejor traten de visitar el destino turístico en la que está inspirada.

Ojometro:

martes, 10 de mayo de 2022

Crítica: You Are Not My Mother (2022)

Producción irlandesa escrita y dirigida por Kate Dolan. Se estrenó en cines dentro de Irlanda y VOD en otros mercados durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 21 de junio.

Sinopsis:

En el norte de Dublín la mamá de Char (Hazel Doupe) desaparece, pero cuando ella regresa a casa su extraño comportamiento hará que su hija sospeche que hay algo mal y en el proceso descubrirá los oscuros secretos de su familia.


Comentarios generales:

El cine de terror irlandés suele sustentarse mucho en el folclore de dicho país, así que realmente uno ya sabe que esperar de esta clase de películas. Algo que puede ser bueno o malo según como lo vea cada quien, sobre todo porque tienen un estilo marcado que no es del agrado de todo el mundo y You Are Not My Mother ejemplifica perfectamente esto.

Gracias a que lo traído por Dolan es una historia que se cocina a fuego lento para ponerle más énfasis a la atmósfera y al silencio que a la acción en si, donde los personajes desde el primer instante muestran un lado depresivo basándose en expresiones de sufrimiento que en otra cosa. Algo que hace que los primeros 30/35 minutos sean bastante pesados debido a que realmente no pasa mucho y lo poco relevante que ocurre se sustenta en suposiciones, dejándole los reflectores a la complicada dinámica familiar.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando las acciones empiezan a tomar un toque siniestro, más no muy dinámico. El ritmo sigue siendo pesado, sin embargo, los elementos de terror empiezan a ser mejor utilizados para ir revelando el misterio detrás de la familia de una manera bastante correcta para mezclar temores reales con temores no tan tangibles y así ir exponiendo el peligro que representa su madre para Char. Aunque también hay que decir que esta última por momentos se ve arrastrada a situaciones que no llevan a ningún lado y además le crean una amistad que no se siente del todo bien construida.

Aún así la parte final no está mal. La sensación de peligro en este punto es considerable y, a pesar de que se siente cierta urgencia por poder encajar todas las piezas, si se logra ofrecer un desenlace con la fuerza suficiente como para que la amenaza sea un tanto aterradora y el resultado del conflicto no genere malestar.

Con respecto a las actuaciones tenemos a una Hazel Doupe que cumple con el protagónico, aunque es Carolyn Bracken (Angela) como su madre quien termina ofreciendo los momentos más destacados. Mientras que en producción hay buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es sencilla, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta simple.

Opinión final: You Are Not My Mother está ok. Película de lento desarrollo con cosas que funcionan y otras que no.

Ojometro:
***

martes, 12 de abril de 2022

Crítica: Master (2022)

Película escrita y dirigida por Mariama Diallo, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera exclusiva por Amazon Prime Video el pasado 18 de marzo.

Sinopsis:

Tres mujeres luchan por encontrar su lugar en la Universidad Northeastern, que es tan antigua como el mismo país. Sin embargo, cuando una estudiante negra de primer año es víctima de ataques racistas anónimos que piensa son producto de fantasmas del pasado, cada una de ellas tendrá que determinar dónde se encuentra la verdadera amenaza.


Comentarios generales:

Para mi sorpresa no son pocas las personas que me han llegado a comentar que ya sienten fastidio ante tanta propuesta “woke” dentro del género de terror y particularmente las de los servicios de streaming suelen ser las que cargan con las mayores críticas al respecto. Así que cuando alguna de estas anuncia una nueva película sé que habrá altas probabilidades de que genere cierta polémica y en definitiva Master no se va a salvar de eso.

Esto porque lo traído por Diallo trata un problema que sigue estando muy presente como lo es el racismo y lo expone de manera directa por medio de tres personajes que lo viven de distintas maneras conforme a su respectiva posición dentro de la universidad. Aunque también desde muy temprano manifiesta que existirán otro tipo de situaciones que a su vez atacan diferentes problemáticas que van más allá de un grupo específico de personas y con las cuales el espectador se puede sentir relacionado por vivencias propias.

Un aspecto que sin duda le añade más sustancia a la historia, pero también hace que esta no sea precisamente una de brujas convencionales; de hecho, la clasificaría más como de terror psicológico que supernatural. Lo cual con el pasar de los minutos se vuelve un tanto problemático debido a que conforme se va revelando el sufrimiento de una de nuestras protagonistas (Jasmine) se empieza a caer en cierta repetitividad para explotar recursos que dejen en claro dicho aspecto psicológico y por lo consiguiente no solo existe una carencia de escenas que generen tensión, sino que también se vuelve un tanto cansino el visionado a pesar de que el ritmo como tal no es precisamente lento.

Además las interacciones entre los personajes principales no resultan tan profundas como se esperaría, la mayoría de las veces solo son encuentros muy efímeros y eso no ayuda a que se forme un vinculo más entrañable durante la segunda mitad. Haciendo con esto que el suceso de mayor impacto durante la parte final no tenga un peso emocional tan fuerte y con ello el desenlace se sienta un tanto anticlimático, aunque le ayuda el dejar abierto a la interpretación ciertas cosas.

Sobre las actuaciones resultó ser una agradable sorpresa lo de Regina Hall (Gail), a quien casi siempre se le ve bajo personajes cómicos y aquí ofrece algo totalmente distinto para ser el principal sustento de una historia tambaleante. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es discreto, el trabajo de sonido no tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: Master está ok. Película con un mensaje muy directo que seguramente generará opiniones un tanto divididas.

Ojometro:
***

martes, 8 de febrero de 2022

Crítica: The Legend of La Llorona (2022)

Película dirigida por Patricia Harris Seeley y escrita por Jose Prendes. Se estrenó en VOD dentro de Canadá el pasado 11 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 8 de marzo.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de vacaciones en México, una pareja descubre que la desaparición de su pequeño hijo está ligada a la maldición de La Llorona.


Comentarios generales:

Recientemente la leyenda de la Llorona ha obtenido mayor exposición fuera de México y el resto de Hispanoamérica, así que no es de extrañar que poco a poco empiecen a existir más películas sobre el tema. El problema es que muchas veces quienes las realizan tienen poco conocimiento del folclore del lugar de origen y todo lo que la rodea, tratando de hacer trabajos que se adapten más a los estándares comunes del cine estadounidense y por lo consiguiente fallan estrepitosamente gracias a eso, tal como ocurre con The Legend of La Llorona.

Y es que lo que nos trae Patricia Harris Seeley es una historia que sufre prácticamente desde el inicio y no tanto porque el tratamiento de la leyenda como tal sea incorrecto, sino que la justificación para usarla es muy pobre. Desarrollándose dentro de un México con una geografía improvisada que no tiene ningún sentido y poniéndonos frente a un matrimonio cuyos problemas pareciera que no son precisamente los más adecuados para justificar su presencia dentro de este escenario y mucho menos la de su hijo.

Lo cual hace que la manera de desenvolver la problemática en ningún momento se sienta natural y eso obliga a que la directora trate de armar una experiencia que se sustente mucho más en su atmósfera y en flashbacks que por lo menos le brinden una estética decente durante gran parte del metraje. 

Algo que funciona para distraerte de ciertos detalles pero que no evita que las inconsistencias pasen desapercibidas, sobre todo durante un segundo acto en el que se tratan de construir situaciones de mayor tensión por medio de apariciones constantes de la Llorona y que terminan siendo poco efectivas gracias a que jamás se logran definir tanto sus fortalezas como debilidades, ya que un minuto esta puede huir de los adultos sin razón y al siguiente si los ataca. O peor aún, a pesar de ser un fantasma la pueden herir con una escopeta.

Así es como avanza todo, nada es coherente y para la parte final las cosas no es que mejoren. Esto porque se forma una alianza completamente inverosímil bajo circunstancias ridículas y el tema de la estética decae al querer hacer que escenas filmadas de día se vean como de noche, mientras se trata de generar algo de intensidad para el desenlace sin grandes resultados.

Las actuaciones son bastante malas, aunque para ser sincero mucho se debe a los diálogos tan ridículos que abundan durante toda la película. En cuanto a producción hay algunas cosas rescatables: el trabajo de fotografía es decente hasta antes de llegar al último acto, la dirección de arte muy simple, el score es genérico, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son de baja calidad y la labor de maquillaje cumple a secas.  

Opinión final: The Legend of La Llorona es mala. Película con muchos problemas con la que no vale la pena perder el tiempo.

Ojometro:
**

viernes, 28 de enero de 2022

Crítica: The Last Thing Mary Saw (2022)

Película escrita y dirigida por Edoardo Vitaletti, la cual significa su ópera prima. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Invierno de 1843. Mary (Stefanie Scott) se encuentra bajo investigación tras la misteriosa muerte de la matriarca de su familia y sus recuerdos son lo único que podrá arrojar luz a las fuerzas oscuras detrás de la tragedia. 


Comentarios generales:

Después de Scream, la otra película con mayor perfil en este primer mes del año era sin duda The Last Thing Mary Saw gracias a su propuesta que, una vez más, te hacía recordar a las de A24. Una tendencia que seguirá estando presente por mucho tiempo y que la verdad todavía se encuentra en una etapa en la que me genera bastante interés, aunque poco a poco se empieza a notar que la falta de ideas originales es un problema cada vez más complicado de resolver.

Y es que lo traído por Vitaletti es algo que inevitablemente se topará con comparaciones con “The Witch” debido a que comparten muchas similitudes en su manera de contar la historia y por la estética que manejan, lo cual la pone en una posición un tanto incomoda dado a que realmente nunca alcanza niveles tan altos. Sobre todo porque su creador no sabe explotar de la mejor manera este mundo comprimido que construye a base de pequeños conflictos en los que varios de los personajes buscan obtener poder o libertad de cierta manera, ya sea con una matriarca ejerciendo un dominio casi casi dictatorial sobre su familia o con sirvientes haciendo todo lo posible para no sentirse aterrados de sus patrones.

Simplemente desde el primer acto sientes que algo no funciona del todo bien y esa sensación se va incrementando con el pasar de los minutos mientras te envuelven en un ritmo muy lento que no ayuda demasiado. Sin embargo, conforme se va entrando a la segunda mitad del metraje también empiezas a encontrar cosas interesantes; en especial cuando por medio de un estupendo trabajo de fotografía la atmósfera oscura toma mayor peso y con ello los sutiles toques de terror logran generar determinados momentos con suficiente potencia como para que te preocupes por un personaje en especifico rumbo a la parte final.

Una que a mi juicio es lo mejor de la película y lo que hace que no se termine perdiendo en la intrascendencia debido a que estos son minutos llenos de tensión a tope. Donde las acciones de los involucrados tienen consecuencias graves y eso deja como resultado un desenlace crudo que encaja a la perfección con el tono predominante que se vio durante hora y media.

Sobre las actuaciones tenemos a Judith Roberts (La Matriarca) y a Rory Culkin (El Intruso) robándose las miradas con personajes que cuentan con un tiempo limitado en pantalla, mientras que Isabelle Furhman (Eleanor) hace lo mismo con más presencia pero sin tanto diálogo. Aunque, por otra parte, Stefanie Scott como la protagonista deja bastante que desear.

En cuanto a la producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, cuenta con un trabajo de sonido limpio, los efectos son muy sencillos y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: The Last Thing Mary Saw está ok. Película lenta a la que la termina salvando su segunda mitad.

Ojometro:
***

martes, 2 de noviembre de 2021

Crítica: Antlers (2021)

Película dirigida por Scott Cooper, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Henry Chaisson y Nick Antosca. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 29 de octubre, recaudando $6.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En un aislado pueblo de Oregon, la maestra Julia Meadows (Keri Russell) y su hermano se involucran con la preocupante situación de uno de sus estudiantes, cuyos oscuros secretos los llevarán a cruzar caminos con una criatura que va más allá de su comprensión.


Comentarios generales:

Realmente parecía que el destino de Antlers era quedar olvidada en alguna plataforma de streaming para rellenar su catálogo debido a que fue una de las principales afectadas de la compra de Fox por parte de Disney y de la pandemia ocasionada por el COVID-19. Por ello es que su estreno en cines es un logro por sí mismo y la verdad es que no pudo llegar en mejor momento, ya que no solo es de una de las mejores películas que salieron durante esta época de Halloween, sino también una de las mejores propuestas de todo el año.

Y es que lo que nos presenta Cooper es una historia que desde los primeros minutos te deja claro que será muy depresiva y oscura tanto por su estética general como por todo lo que vive el personaje de Lucas. Quien tiene que lidiar con situaciones como el bullying, la desnutrición o el abandono familiar mientras le hace frente a una situación aterradora para alguien de su edad y que es el medio para ir develando un misterio en el que lo importante realmente no es tanto saber qué fue lo que pasó, sino más bien qué diablos puede ocurrir si por alguna razón no logra mantener su frágil fachada.

Algo que en verdad resulta desgarrador de ver y que lleva su tiempo para desarrollarse plenamente, por lo cual puede que el ritmo no sea precisamente el más atractivo durante varios lapsos de la primera mitad; sin embargo, una vez que se expone el secreto la película entra en una dinámica que fluye de manera prácticamente perfecta. Magnificando la violencia para ir dejando unas muertes que aportan bastante impacto e inmediatamente incrementan la sensación de angustia y de peligro entre los personajes principales, quienes se ven superados por una problemática de la cual no les es fácil conseguir respuestas lógicas.

Llevando así a una parte final en la que los elementos sobrenaturales toman más relevancia y en donde, ahora sí, se le brinda mayor exposición al increíble monstruo. Lo cual añade un nivel de fuerza brutal a las acciones para tener un desenlace en el que el tema de los lazos de sangre sigue siendo fundamental, pero tampoco representa un impedimento para proporcionar un cierre potente que encaje con el tono oscuro que predominó durante las casi dos horas de duración.

En lo que se refiere en las actuaciones tenemos un elenco muy sólido, aunque hay dos en particular que destacan. La primera es la siempre confiable Keri Russell con un personaje que poco a poco va obteniendo fuerza y el segundo es el pequeño Jeremy T. Thomas (Lucas), cuya desesperación por tratar de mantener su pequeño mundo familiar a flote es básicamente el sustento de esta historia.

Sobre la producción tenemos una factura por demás cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte efectiva, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Antlers me gustó mucho. Película oscura y depresiva que definitivamente es una de las mejores de 2021.

Ojometro:
*****

jueves, 4 de febrero de 2021

Crítica: La Llorona (2020)

Co-producción guatemalteca/francesa dirigida por Jayro Bustamante, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Lisandro Sanchez. Se estrenó en cines dentro de Francia a inicios de 2020 y en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de agosto, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un anciano y paranoico dictador criminal de guerra, protegido por su fiel esposa, enfrenta la muerte mientras se ve asechado por los fantasmas de su pasado.


Comentarios generales:

Difícilmente puede pasar desapercibido cuando círculos que históricamente han rechazado al género empiezan a reconocer a una película de terror de tal manera que la pueden impulsar para obtener una nominación al oscar. Es algo poco común que ha llevado a que el interés por La Llorona se haya incrementado de golpe, generándole así unas expectativas muy elevadas para las cuales muy probablemente no estaba preparada pero que creo logra satisfacer de buena forma.

Aunque lo hace de una manera que tal vez para muchos fans no sea la más atractiva debido a que lo que pone Bustamante sobre la mesa es una historia que se centra en el drama y no tanto en el terror convencional, que como tal es limitado. Ya que el sustento en realidad no es la famosa leyenda, sino los hechos verídicos para así ir generando desde el primer acto algo crudo en lo que no existen consideraciones de ningún tipo ante la problemática que se trata y con ello dejar al personaje central (el dictador) parado como el verdadero monstruo mientras esperas pacientemente a que le llegue su merecido.

Situación que obliga a que las acciones se lleven a un espacio cerrado a partir del segundo acto para empezar a integrar de manera discreta los elementos paranormales y, sobre todo, para ver como cada uno de los miembros de la familia sufren los estragos que dicho encierro conlleva. 

Lo cual por grandes lapsos es muy interesante de ver, en especial por la manera en la que se implementa el sonido exterior lleno de protestas para crear una sensación de incomodidad constante en los personajes. Sin embargo, en un punto esta decisión de llevar las acciones a un solo lugar provoca que se entre en un círculo repetitivo en el que el ritmo decae y por lo consiguiente la experiencia se torne un tanto aburrida al no existir mucho avance o al menos escenas que exploten más la propia leyenda.

Un problema que con el paso de los minutos afortunadamente logran solventar y gracias a eso se puede ofrecer una parte final realmente buena. En donde el nivel de tensión se eleva muchísimo y por fin se le da más juego a las cuestiones paranormales para crear una atmósfera oscura que lleve a un desenlace que es un tanto predecible, pero no por eso menos efectivo.

En lo que respecta a las actuaciones todo el elenco está bien, siendo Margarita Kénefic (Carmen) la que más destaca por tener una responsabilidad mayor al manejar dos personajes. Sobre la producción tenemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: La Llorona me gustó. Una buena película que seguramente no será lo que muchos esperen considerando su enfoque más político/social, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

viernes, 13 de noviembre de 2020

Crítica: Death of Me (2020)

Película dirigida por Darren Lynn Bousman (Saw II, Abattoir), cuyo guión fue co-escrito por Ari Margolis, James Morley III y David Tish. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 17 de noviembre.

Sinopsis:

Christine (Maggie Q) y Neil (Luke Hemsworth) son una pareja de viaje en Tailandia que tendrá que descubrir el misterio detrás de un perturbador video en el que se muestra como uno de ellos asesina al otro.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios seguramente sabrán que soy bastante fan de Darren Lynn Bousman y todo en lo que esté involucrado suele llamarme la atención debido a que es un director al que no le da miedo tomar proyectos raros y gracias a ello su filmografía se podría catalogar como extravagante, al grado de que uno espera alguna locura cada que saca algo nuevo. Ese es su sello, aunque con Death of Me brilla por su ausencia.

Esto porque sin lugar a dudas se trata del filme más “normal” que le recuerde a Bousman, algo que no considero malo en sí, pero en este caso solo hace que el producto que ofrece te resulte indiferente. 

Ya que estamos ante una historia que, si bien cuenta con una idea base interesante, lo cierto es que el tiempo de efectividad del misterio que esta plantea caduca durante los primeros treinta minutos y a partir de ese punto todo se limita a tratar de encontrar una manera para disimular la falta de contenido relevante. Dando lo mismo si es por medio de recuerdos borrosos, habitantes comportándose de manera extraña o increíbles tomas del paisaje tailandés.

Orillando así a que el desarrollo se centre en darle vueltas a lo mismo varias veces, yendo del punto A al punto B (con alguna que otra escena de impacto) sin que se añada demasiada sustancia en medio y por lo consiguiente no existan los suficientes elementos que generen la tensión que deberían tener las acciones. Simplemente lo que ves es aburrido y para empeorar las cosas está el hecho de que el personaje de Christine en ningún punto te resulta agradable, es demasiado antipática y eso genera que el desarrollo en general se sienta muy pesado en todo momento.

Siendo la parte final la única en donde las cosas presentan una mejoría, sin que esto signifique un salto sustancial en la calidad con respecto a lo que ya hemos visto. Más que nada porque por fin se logra manifestar cierta sensación de peligro para la protagonista dentro de este territorio hostil y porque el cierre es mucho más oscuro de lo que te esperas.

En las actuaciones Maggie Q se queda muy corta con el protagónico, carece del carisma necesario para cargar con el peso de la historia y para la mitad del filme ya no te importa lo que le pase. Mientras que en lo relacionado con la producción es donde tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son bastante sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Death of Me es bastante aburrida. Más allá de unos bellos paisajes la verdad no tiene mucho que ofrecer.

Ojometro:
**

 

viernes, 25 de septiembre de 2020

Critica: Baba Yaga: Terror of the Dark Forest (2020)


Película dirigida por Svyatoslav Podgaevskiy (The Bride, The Mermaid), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ivan Kapitonov y Natalya Dubovaya. Se estrenó en cines dentro de Rusia durante el mes de febrero, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 1 de septiembre.

Sinopsis:

Una joven familia contrata a una niñera para que se haga cargo de sus hijos, pero después de ganarse la confianza de los padres esta empieza a mostrar un comportamiento poco natural. Haciendo que el joven Egor (Oleg Chugunov) tenga sus sospechas y con el paso de los días se convenza de que se ha cruzado en el camino del antiguo demonio conocido como Baba Yaga.



Comentarios generales:

Seguimos con el cine de terror ruso y su búsqueda por expandirse a nivel mundial, ahora utilizando un personaje muy característico del folclore de dicho país. Lo cual sin duda representaba una oportunidad atractiva debido a que la figura de Baba Yaga para la mayoría es poco conocida y gracias a esto Terror of the Dark Forest se encontraba ante la rara posibilidad de ofrecer algo fresco para la audiencia, aunque al final el camino elegido para hacerlo resultó ser uno de los menos arriesgados e imaginativos posibles.

Esto porque Podgaevskiy y compañía optan por seguir uno mucho más convencional que se termine alineando con los estándares del cine estadounidense para ofrecer una historia que se ha visto muchas veces y que además, para mi sorpresa, cuenta con un tono más ligero del que suponía. 

Ya que en realidad desde el primer acto se puede apreciar que la intención del director es ofrecer algo para todo tipo de público y nunca pretende tomar demasiados riesgos en lo que se refiere al elenco infantil. Dejando mucho del desarrollo de una leyenda oscura como esta en escenas sustentadas principalmente en sustos simples que sufren para poder ir exponiendo el riesgo que tendría que representar Baba Yaga y, por ende, generan como resultado que lo que pueda ocurrir más adelante no te sea tan atractivo.

Afortunadamente el ritmo nunca resulta problemático y poco a poco las cosas mejoran conforme se va entrando a la segunda mitad de la película. En gran medida porque la atmósfera se empieza a tornar más tétrica y los eventos adquieren un toque más fantasioso, ayudando así a construir mejores situaciones que no solo jueguen con las realidades y exploten el tema del olvido, sino que además expongan de mejor forma la diversidad de la amenaza a pesar de que jamás se atreven a cruzar la línea en lo que respecta a la violencia con los niños (lo más fuerte se da fuera de cámara).

Con esto la parte final logra tener algo más de fuerza y se responde una pregunta fundamental con respecto al protagonista. Funcionando de buena manera en términos generales a pesar de que resulta bastante predecible y deja la puerta abierta para una potencial secuela.

Las actuaciones son correctas, sin demasiadas cosas para destacar pero tampoco como para que se arruine el visionado. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido la mayor parte del tiempo, la dirección de arte cumple, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido es limpio, los efectos tienen algunos altibajos con el CGI y la labor de maquillaje resulta decente.

Opinión final: Baba Yaga: Terror of the Dark Forest está ok. Película muy simple que va a gustar en mayor o menor medida dependiendo de qué tanta violencia estén esperando ver.

Ojometro:
***

viernes, 11 de septiembre de 2020

Crítica: The Bridge Curse (2020)


Producción taiwanesa dirigida por el debutante Lester Hsi, cuyo guión fue co-escrito por Keng-Ming Chang y Po-Hsiang Hao. Se estrenó en cines en Taiwán a inicios de año, mientras que su llagada a Netflix dentro de múltiples mercados se dio el pasado 27 de agosto.

Sinopsis:

Unos estudiantes universitarios planean realizar una prueba de iniciación para sus compañeros y para ello han escogido el lugar perfecto: un puente dentro del campus que se rumora está embrujado por el fantasma de una mujer vengativa.



Comentarios generales:

El J-Horror evidentemente es un producto japonés que alcanzó su gloria hace dos décadas atrás, pero eso no significa que su influencia haya desaparecido debido a que sigue estando muy presente en la actualidad. Sobre todo en producciones de otros países asiáticos que claramente siguen teniéndolo como su máxima referencia y utilizan su fórmula al pie de la letra para tratar de replicar el éxito de antaño, tal como es el caso de The Bridge Curse.

El problema de todo esto es que dicho tipo de cine ya fue explotado hasta el cansancio y en pleno 2020 lograr replicar la gloria del pasado resulta por demás complicado, algo que sin duda se puede notar claramente con lo que nos trae Lester Hsi. Quien nos regala una película estándar sobre fantasmas en la que el principal atractivo es el manera en la que se nos presentan las acciones, combinando el found footage con filmación tradicional bajo el propósito de contar una historia dentro de la historia y con ello tratar de agregar cierta originalidad.

Lo cual no se escucha mal, pero en la práctica rápidamente se vuelve aburrido gracias a la poca imaginación que existe para ir entrelazando ambas historias y, sobre todo, al ritmo tan pasivo que se implementa durante casi una hora para desarrollar los sucesos más relevantes. Ya que por alguna extraña razón el director opta por tener escenas de muertes muy largas, las extiende sin razón y por lo consiguiente lo que debería de ser algo intenso para proporcionar una sensación de peligro constante se queda más que nada en pedazos aislados de poco impacto que solo están ahí a conveniencia de lo que necesite el fantasma para hacerlo peligroso.

Originando con esto una experiencia genérica que más o menos logra limpiar un poco su imagen con unos minutos finales que resultan entretenidos precisamente porque por fin se deja que exista cierto dinamismo en las acciones. Aunque con esto también llega la confusión gracias a los giros que se incluyen y cierta predictibilidad dado a que uno de estos se puede descifrar con bastante antelación solo con poner atención a un detalle en particular, afectando por completo el cierre debido a que dicho factor sorpresa es fundamental para lograr que resulte efectivo.

Las actuaciones son realmente malas, con muchos gritos sí, pero sin nada de personalidad que te haga sentir algo de empatía por los personajes. La producción es estándar: el trabajo de fotografía es competente, la dirección de arte es sencilla, el score es algo repetitivo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con escenas a la mitad y al final de los créditos. 

Opinión final: The Bridge Curse es bastante mediocre. Típica película de terror asiático que se perderá entre otras tantas en cuestión de semanas.

Ojometro:
**

viernes, 17 de julio de 2020

Crítica: Toothfairy 2 (2020)


Secuela dirigida por Louisa Warren (Toothfairy) y escrita por Tom Jolliffe. Se estrenó en VOD y DVD dentro del Reino Unido el pasado 15 de junio.

Sinopsis:

Después de los sucesos ocurridos 15 años atrás, Corey (Jake Watkins) ya es todo un adulto,  pero se encuentra mentalmente inestable. Para empeorar las cosas acepta ir a una reunión con sus antiguos compañeros de clase, donde el hada de los dientes que antes lo atormentó regresará más sangrienta que nunca.



Comentarios generales:

La verdad vi Toothfairy 2 con la idea de que se trataba de una secuela de una película italiana de 2012, pero para mi sorpresa no tenían absolutamente nada que ver más allá del personaje que explotan. Obligándome así a tener que ver la primera entrega de 2019 para entender lo que estaba sucediendo y la verdad es que me arrepiento totalmente de haberlo hecho.

Y es que después de los visionados me enteré que Warren es una directora que filma sin descanso y sus proyectos tienen muy poco tiempo de preparación (en 2019 dirigió seis películas), lo que resulta muy evidente en este desastre que desde los primeros minutos muestra demasiada pobreza. Sobre todo para tratarse de una secuela en donde supuestamente ya tendrían que existir ciertas bases con las cuales se pueda sostener una problemática sin tener que brindar demasiadas explicaciones.

Simplemente todo es hueco y sin intensidad dentro de una historia que quiere ser súper seria integrando mucho drama innecesario alrededor del personaje de Corey, la cual se desarrolla bajo un ritmo cansino que evita construir momentos de impacto que por lo menos puedan elevar un poco la intensidad. Además de que tampoco ayuda mucho el hecho de que el diseño del “hada de los dientes” te provoca más risas que otra cosa ante lo falso que resulta gracias a que es literalmente un disfraz sacado de algún supermercado.

Ante esto la parte final es bastante ridícula. Por ahí existen algunos intentos para lograr impacto con determinadas muertes pero ninguna resulta efectiva, dejando un desenlace que en general se siente improvisado y sin demasiada importancia.  

Las actuaciones son terribles, la locura de Watkins es casi caricaturesca y el resto de los actores se notan sumamente acartonados. La producción hace notar todo el tiempo sus limitantes: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte no tiene nada destacado, el score es repetitivo, el trabajo de sonido presenta algunos fallos, los efectos son decentes y la labor de maquillaje parece de atracción de feria.

Opinión final: Toothfairy 2 es terrible. Lo mejor que pueden hacer es evitarla.

Ojometro:
*

martes, 23 de abril de 2019

Crítica: The Curse of La Llorona (2019)


Primer largometraje del director Michael Chaves, el cual fue co-escrito por Mikki Daughtry y Tobias Iaconis. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México durante este pasado fin de semana, recaudando hasta la fecha $55.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Ignorando las advertencias de una madre sospechosa de maltrato infantil, una trabajadora social y sus dos pequeños hijos se ven sumergidos en la maldición de La Llorona. En total peligro y sin saber qué hacer, su única opción será un ex sacerdote cuyos métodos poco convencionales harán que la maldad y la fe se enfrenten en una batalla donde las vidas de todos están en juego.



Comentarios generales:

Resulta extraño que una película que oficialmente forma parte del universo de The Conjuring haga todo lo posible para dejar este importante detalle fuera de la campaña de publicidad, sobre todo porque eso puede significar un impulso extra para que la gente vaya a verla. Por eso mismo es que The Curse of la Llorona me llamaba la atención, ya que ese no es un detalle menor y quería saber por qué se tomó tal decisión considerando que los elementos estaban ahí para explotar dicha relación, algo que después de verla terminas comprendiendo de manera bastante rápida.  

Y es que estamos ante una película que a todas luces fue un tipo de examen para ver si Chaves tenía lo necesario para encargarse de The Conjuring 3 debido a que, aunque está basada en una leyenda mexicana muy popular, lo cierto es que se trata de una historia estándar que no exige demasiado y cuya conexión con el universo es mínima.

La cual realiza su construcción de una manera bastante básica con apenas los detalles necesarios sobre La Llorona y sustentando todo, al menos durante la primera media hora, en un caso de supuesto abuso infantil con el que se va generando una atmósfera oscura bien lograda. Complementándola con una serie de eventos que involucran a los niños en donde se establece la peligrosidad del fantasma por medio de sustos fáciles y una problemática con respecto a la madre que agrega cierto nivel de drama.

Lo malo es que una vez que se define la situación de la familia las cosas se empiezan a volver un tanto aburridas y más que nada se debe a que se exagera en el uso de los sustos fáciles, haciendo que cada aparición de La Llorona sea sumamente predecible. Volviendo así la dinámica bastante repetitiva hasta el punto de que por momentos la película se empieza a sentir larga a pesar de que el ritmo no es particularmente lento; simplemente las acciones se estancan y ni siquiera la integración de un personaje para añadir un toque cómico ayuda demasiado para cambiar eso.

Afortunadamente la parte final logra corregir el rumbo, convirtiendo esto esencialmente en una cuasi historia de posesión de casas que eleva la intensidad de las acciones y devuelve el dinamismo perdido. Añadiendo algo que se siente sin duda un tanto forzado, pero otorgando un desenlace potente que funciona para cerrar lo que en teoría es un experimento sin grandes repercusiones a futuro dentro del universo cinematográfico al que pertenece.

De las actuaciones sin duda hay que resaltar el trabajo de Linda Cardellini (Anna), ella es el alma de la película y quien hace que muchas de las situaciones tengan un impacto mucho mayor; aunque también la labor de los dos niños que interpretan a sus hijos me agradó. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte discreta, tiene un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos no son precisamente espectaculares pero están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Curse of la Llorona está aceptable. Película para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***