martes, 12 de marzo de 2024

Crítica: Double Blind (2024)

Producción irlandesa dirigida por Ian-Hunt Duffy y escrita por Darach McGarrigle. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de febrero, mientras que su salida en formato físico se dio justo esté 12 de marzo.

Sinopsis:

Después de que un test de una droga experimental saliera mal, los sujetos de prueba enfrentan un terrible efecto secundario: si se quedan dormidos morirán. Ahora, atrapados en una instalación en cuarentena, el pánico se desata mientras tratan de escapar y mantenerse despiertos.


Comentarios generales:

En ocasiones anteriores ya he hablado sobre cómo hay películas que uno simplemente no tiene en su radar y de la nada aparecen llamando tu interés, siendo ese el caso de Double Blind. Un trabajo cuya premisa no es que desbordara originalidad, pero que con solo ver su trailer se podía intuir que había cierto potencial para al menos pasar un buen rato y eso es precisamente lo que ocurrió.

Ya que lo presentado por Ian-Hunt Duffy es de esas historias que definitivamente tienen un factor de predictibilidad marcado pero en todo momento notas que tratan de ocultarlo de la mejor manera que se pueda, aunque no sin antes tener que pasar por unos primeros minutos que no son los más atractivos. Donde la presentación de los personajes y del test de prueba se realiza de la manera más estándar posible, construyendo ciertas situaciones que claramente te venden la idea de que hay algo macabro detrás sin que expongan nada memorable entre este grupo de individuos cuyas personalidades no destacan demasiado salvo por la “amistad” que logra formar nuestra protagonista (Claire) con alguien más.

Ante esto el ritmo es uno bastante tranquilo, aunque en realidad lo que ocurre en pantalla nunca te aburre y afortunadamente cuando inicia el caos se da un cambio inmediato en ese sentido para que la sensación de desesperación resulte mucho más marcada una vez que se da la primera muerte. Logrando con esto que el segundo acto tenga algunas buenas dosis de impacto mientras se desarrolla una problemática que no es tan compleja como lo quieren hacer suponer y por momentos cae en los clichés comunes, pero es lo suficientemente sustancial como para hacer que la locura de los personajes sea interesante durante el proceso de construcción del conflicto decisivo.

Llevándonos así a una parte final que es intensa y se va por un camino que se podía visualizar desde minutos antes sin que le afecte demasiado. Más que nada porque el nivel violencia se intensifica y eso ayuda a que el desenlace tenga más fuerza en términos generales para exponer el mensaje sobre el mundo macabro que existe detrás de las farmacéuticas.

En cuanto a las actuaciones se puede decir que el elenco está bien conformado y Millie Brady (Claire) como la protagonista cumple, aunque la presencia de Pollyanna McIntosh (Dr. Burke) es meramente anecdótica. Mientras que en producción tenemos una factura limpia: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no está mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos no son nada espectacular y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Double Blind está entretenida. Película que se puede ver sin mayores problemas cualquier día.

Ojometro:
***