martes, 26 de marzo de 2024

Crítica: Ghostbusters: Frozen Empire (2024)

Película dirigida por Gil Kenan (Poltergeist), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jason Reitman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 22 de marzo, recaudando hasta la fecha $61.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando el descubrimiento de un antiguo artefacto libera a una poderosa fuerza del mal, la nueva y la antigua generación de los Ghostbusters tendrán que unir fuerzas para proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Edad de Hielo.


Comentarios generales:

“Ghostbusters: Afterlife” representó un regreso más que satisfactorio para una franquicia que durante años estuvo olvidada a pesar de tratarse de uno de los grandes fenómenos de la cultura pop en los 80s, así que era lógico que hicieran una secuela. Aunque el hecho de que no regresara Jason Reitman tras la cámara era una preocupación dado que él parecía ser el principal motor de todo esto y creo que con Frozen Empire queda un poco en evidencia.

Y es que aunque lo presentado por Kenan no es malo, si te deja con la sensación de que a este le falta una mayor comprensión sobre lo que verdaderamente quieren ver los fans, ya que al traernos una historia que se centra en el salto a la adolescencia de Phoebe Spengler hace que el tono sea mucho más serio del que debería y de paso hace que gran parte del numeroso elenco quede algo relegado. Sobre todo durante una primera mitad en la que sin duda vemos algunos buenos momentos que funcionan porque recurren a la nostalgia de manera bien pensada, pero de a poco van resultando insuficientes para que la problemática central se sienta lo suficientemente relevante y a gran escala.

Siendo esto un problema porque realmente nunca se manifiesta un nivel de urgencia importante que justifique la presencia de todos los Ghostbusters, a los cuales se les trata de brindar pantalla por medio de fragmentos rodeados de un humor que a veces funciona y otras no. Provocando con esto que el ritmo no sea tan ágil como uno esperaría, pero también hay que reconocer que conforme se van uniendo las piezas durante la segunda mitad este va mejorando porque el tono serio del inicio ya no resulta tan predominante y así se le da paso a la acción que trae consigo elementos característicos de la franquicia con los que se puede explotar el tema apocalíptico por medio de un mayor espectáculo visual.

Lo cual roza su punto más alto durante una parte final que es bastante entretenida en términos generales. Especialmente porque ahora si la amenaza resulta imponente y se logra obtener un balance adecuado entre las generaciones para construir un enfrentamiento con su buena dosis de espectacularidad y nostalgia, dejándonos así un desenlace satisfactorio que definitivamente prepara el escenario para una tercera entrega.

En cuanto a las actuaciones no hay mucha diferencia a lo visto anteriormente, aunque Mckenna Grace y Paul Rudd claramente toman un rol todavía más relevante. Mientras que en producción tenemos nuevamente una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Ghostbusters: Frozen Empire está entretenida. Secuela en la que no todo funciona, pero te hace pasar un rato agradable.

Ojometro:
***