martes, 11 de noviembre de 2025

Crítica: Frankenstein (2025)

Película escrita y dirigida por Guillerno del Toro (Cronos, Crimson Peak). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de México durante el 24 de octubre, mientras que su estreno a nivel mundial se dio el pasado 7 de noviembre por medio de Netflix.

Sinopsis:

Víctor Frankenstein (Oscar Isaac) es un brillante pero ególatra científico que trae de vuelta a la vida a una criatura (Jacob Elordi) durante un monstruoso experimento que conduce a la perdición tanto al creador como a su trágica creación. 


Comentarios generales:

Adaptar la novela de Mary Shelley al cine tiene sus complejidades y no precisamente porque se trate de una obra difícil de trasladar a la pantalla grande, sino más bien porque ya resulta complicado el poder realizar algo que sobresalga tras ver un gran número de versiones y reinterpretaciones durante 94 años. Sin embargo, creo que no había duda que Guillermo del Toro era uno de los pocos individuos dentro de Hollywood que podía regalarnos una nueva “Frankenstein” para volver a poner los reflectores en uno de los personajes más icónicos que existen y eso es lo que ha logrado.

Ya que el director mexicano nos trae una adaptación que no es totalmente fiel, pero sin duda es la que más se acerca al espíritu del libro al no solo darle mayor relevancia a lo gótico antes que al terror convencional, sino también por tratar de brindar una historia más humana a lo que habitualmente se acostumbra y con ello asumir cierto riesgo dado a que eso vuelve a la primera mitad del filme una que puede llegar a retar la paciencia de algunas personas al explorar de manera un poco más detallada la vida de Víctor Frankenstein y entender lo que hace tan peculiar a este personaje. Aunque gracias a los sutiles cambios realizados a su pasado y a la manera en que se presentan sus ambiciones en ningún momento el visionado se vuelve pesado.

Sobre todo porque el aspecto visual del filme ayuda a que se le ponga atención a muchos detalles que te hacen olvidar dicha “pasividad” y estos poco a poco van haciendo que la expectativa por la aparición de la criatura sea muy grande. La cual una vez que se presenta en pantalla de forma predominante hace que el aspecto emocional se magnifique dado a que se entrelazan una serie de situaciones que nos muestran quién es el verdadero monstruo en todo esto y cómo el rencor de la criatura hacia su creador es algo que se forma de manera justificada gracias a varios momentos trágicos muy potentes que también aportan las dosis de violencia extrema requerida para establecerla como una amenaza imponente, a pesar de que en realidad no quiere dañar a nadie por voluntad propia.

Llevándonos así a una parte final que es probablemente la que puede molestar a los más puristas dado a que es donde vemos los mayores cambios con respecto al libro, pero sin que se altere demasiado la esencia del mismo. Apostando fuertemente por el melancolismo en lugar de la espectacularidad para dejar un desenlace que tiene como principal sustento el perdón y la redención con los que se le da un aire de esperanza al futuro de un ser que por su naturaleza siempre tendrá todo en contra.

En cuanto a las actuaciones tenemos un casting de primer nivel con un Oscar Isaac que sabe darle su toque de excentricidad a un antipático, egocéntrico y, por grandes lapsos, despreciable Víctor Frankenstein. Mientras que Jacob Elordi como la criatura hace un trabajo por demás destacado al ir mostrando una evolución con un personaje al que siempre es complicado encontrarle el tono exacto para que genere tanto terror como empatía al mismo tiempo.

Y en producción simplemente tenemos una factura que refleja su altísimo presupuesto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte espectacular, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Frankenstein es bastante buena. Adaptación sólida que se toma sus libertades para humanizar a un personaje legendario.   

Ojometro:
*****