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martes, 25 de junio de 2019

Críticas: I'll Take Your Dead (2019)


Película dirigida por Chad Archibald (Bite, The Heretics), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jayme Laforest. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 4 de junio.

Sinopsis:

William (Aidan Devine) es un granjero que se gana la vida desapareciendo cadáveres de forma clandestina. Un día tres nuevos cadáveres le son entregados; sin embargo, uno de estos todavía se mantiene con vida y esto causará una serie de problemas que pondrán en peligro tanto a él como a su hija.



Comentarios generales:

Puede que no sea un nombre rimbombante, pero Chad Archibald se ha ido construyendo una buena reputación con el pasar de los años dentro del mundo independiente y cada película en la que se encuentra involucrado suele llamar mi atención. Esto porque siempre ha demostrado que no tiene temor a plasmar sus ideas en pantalla tal como son, sin importarle demasiado los resultados y con I'll Take Your Dead creo que logra su objetivo casi a la perfección.

Trayéndonos en esta ocasión algo que en la superficie muestra una cosa pero en realidad resulta ser un producto un poco distinto, ya que lo que en inicio parece ser una historia que se centrará en el gore y la violencia termina siendo un drama paranormal en el que la mala suerte y los lazos familiares son el centro de atención. Aunque durante el primer acto ese no parece ser el caso, ya que la premisa en si es muy oscura y es en este periodo donde podemos presenciar algunos de los momentos de más impacto, así como la construcción de una atmósfera deprimente que trata de solidificar la idea de que William es prácticamente el coco en persona.

Idea que con el pasar de los minutos se va desmitificando conforme vamos aprendiendo que en realidad este hace lo que hace no por gusto o porque sea un monstruo, sino porque en realidad tuvo mala suerte y sus motivaciones son otras. Empezando a sustentar más las acciones en la relación que mantiene con su hija, quien también empieza obtener más relevancia al ser el conducto por el cual se integra el tema de casas poseídas y en general  todo lo referente al terror.

Situación que sin duda le brinda a la película más sustancia y que justifica el ritmo pasivo con el que cuenta; sin embargo, al enfocarse tanto en el tema familiar prácticamente elimina el limitado gore con el que cuenta. Lo cual es un problema que, si bien no arruina el producto en general, definitivamente termina por generar la parte más aburrida y donde se siente cierto estancamiento en el desarrollo del personaje principal.

Afortunadamente en la parte final la película muta y se enfoca mucho más en la acción, aunque sin dejar de lado los elementos paranormales establecidos previamente. Lo cual provoca un cambio bastante marcado en el ritmo para bien, ya que gracias a esto el cierre resulta dinámico y ayuda a que el uso de la casa sea más relevante; además de que le brinda potencia a un desenlace que nunca deja de lado ese aire depresivo que se manejó durante ochenta minutos.

De las actuaciones puedo decir que son buenas, Aidan Devine hace un trabajo destacado como padre frio pero a la vez preocupado por el bienestar de su hija; aunque sin duda es Ava Preston (Gloria) quien más resalta. Ella mantiene el equilibrio en esta dinámica, no solo por representar la inocencia dentro de este mundo oscuro en el que vive, sino que además es la puerta para ir integrando las situaciones ligadas al terror.

La producción es de buena factura para ser un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte están bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje efectiva. 

Opinión final: I'll Take Your Dead me gustó. Buena película independiente que combina diversas temáticas que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

lunes, 9 de mayo de 2016

Crítica: Bite (2016)


Película dirigida por Chad Archibald (Kill), quien comparte créditos junto con Jayme Laforest como co-escritor del guión. Se estrenó el pasado 6 de mayo de manera limitada en cines, VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Mientras se encuentra en su despedida de soltera en Costa Rica, Casey (Elma Begovic) es mordida por un insecto desconocido. Sin mayor novedad regresa a su hogar, pero una vez estando ahí empezará a sufrir de extraños malestares que poco a poco provocarán un perturbador cambio en su cuerpo.



Comentarios generales:

Los trabajos sobre transformaciones forman parte del género de terror desde prácticamente sus inicios y por ello es complicado ofrecer mucha variedad. Además, también es un subgénero que tiene que lidiar con el hecho de que al público por lo general solo le interesa un detalle (la transformación en sí), algo que provoca que muchos solo centren su atención en este punto y todo lo demás quede olvidado para regalar películas bastante vacías, pero visualmente llamativas; lo cual es el caso con Bite.

Iniciando como un tipo de found footage, Archibald invierte una cantidad de minutos adecuada para establecer no solo el origen de la mutación, sino también para añadir ciertos aspectos de drama que tendrán peso más adelante bajo el propósito de brindarle sustancia a la historia. Eso no está nada mal, pero tampoco evita que el primer acto sea uno bastante pesado y poco interesante; donde el personaje central empieza a experimentar de manera clara los efectos de la mordida por medio de algunos síntomas peculiares que terminan quedando de lado ante toda la increíblemente fastidiosa situación amorosa y el poco avance que presenta.

Son hasta pasados los 40 minutos cuando la película sube de intensidad con la primera muerte y aunque el ritmo semi-lento no cambia demasiado, esto ya no importa gracias a que es a partir de aquí cuando cada fase de la transformación de Casey resulta llamativa de ver. Todo esto gracias a que, si bien le dan mucha importancia a lo grotesco para conseguir así algunas escenas visualmente impactantes, también el director se enfoca mucho en su deterioro mental y posterior aceptación de su condición para así construir una situación compleja en la que uno no está totalmente convencido (al menos durante unos cuantos minutos) sobre si lo que hace es por convicción propia o si es su lado animal lo que la obliga a realizar dichas acciones.  

La parte final no está mal. Aquí es donde se utilizan los aspectos de drama sembrados al inicio para así justificar todo lo que ocurre y revelar en su totalidad la mutación; sin embargo, también dejan muchas cosas sin responder con respecto a esta. Ya que ciertamente no tiene mucho sentido que una mordida que se da en el agua termine evolucionando en este tipo de “cosa”.

En las actuaciones realmente la única que tiene un peso enorme es Begovic, quien conforme va a avanzando la película te va atrapando con su transformación y ya para los minutos finales le compras por completo su lado salvaje. La producción es bastante buena, sobre todo en el aspecto visual: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es estupenda, el score no es nada del otro mundo, los efectos son en su mayoría prácticos muy bien hechos y el trabajo de maquillaje, si bien no es tan espectacular como en otros trabajos similares, cumple de gran forma con el deterioro físico/mutación de la protagonista.

Opinión final: Bite esta aceptable. El aspecto de la transformación es lo que la salva, aunque es una lástima que todo lo demás sea tan olvidable.

Ojometro:
***