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viernes, 29 de noviembre de 2019

Crítica: Rabid (2019)


Remake del clásico de culto de 1977 dirigido por The Soska Sisters (American Mary), quienes comparten créditos como co-escritoras del guión junto a John Serge. Se estrenó directamente en DVD y Blu-ray  dentro del Reino Unido el pasado 7 de octubre, mientras que en Estados Unidos hará lo propio a inicios de 2020.

Sinopsis:

Rose (Laura Vandervoort) trabaja para una firma de modas con la esperanza de convertirse en diseñadora, pero todos sus sueños se vienen abajo cuando un accidente le desfigura el rostro. Para su fortuna existe un tratamiento experimental con células madre que le ayuda a recuperarse y a volverse más bella que nunca, aunque con peligrosos efectos secundarios.



Comentarios generales:

Cada que se especula sobre un remake de algún clásico existen muchas dudas, es una reacción natural, pero en este caso las cosas eran muchas más complejas considerando que se trataba de una película de alguien tan venerado como David Cronenberg. Un director del cual no soy tan fan como algunas otras personas y cuyos trabajos que más me gustan son de los 80s, así que una nueva versión de Rabid no me generaba tanto malestar; de hecho, sentía más curiosidad que otra cosa por esta nueva versión y definitivamente puedo decir que no me he quedado decepcionado.

Esto porque las hermanas Soska realmente solo utilizan ciertas ideas de Cronenberg para contarnos una historia muy diferente que sigue su propio camino tomando riesgos que a veces funcionan y a veces no. Utilizando la desfiguración de Rose no solo como el medio para generar impacto visual de manera temprana o cierto morbo, sino también para ir desarrollando una transformación que va más allá de lo superficial y con ello lograr que la mayoría de las problemáticas no se centren en la epidemia que ella misma genera.

Lo cual sin duda le brinda mayor sustancia al personaje principal, pero por otro lado hace que el resto de los sucesos en varios casos queden parados como algo meramente anecdótico debido al poco interés que existe por expandir ese aspecto de la historia. Ya que aunque si vemos algunas escenas de contagios que proporcionan cierto incremento en el nivel de intensidad, estas por diseño solo aportan un shock efímero y se pierden ante lo separadas que se encuentran una de la otra; generando así un ritmo muy cortado que no permite que la película tenga la fluidez necesaria rumbo a la parte final.  

Una parte final que en general me agradó. No es nada espectacular pero por lo menos logran que ambos aspectos (el estado de Rose y la epidemia) converjan de cierta manera para brindar momentos con sangre y violencia entretenidos; sin embargo, el desenlace si puede resultar un tanto ridículo.

En el tema de las actuaciones Laura Vandervoort no lo hace mal, su personaje no es tan plano y eso ayuda a que no quede parada como una simple cara bonita, mientras que de los secundarios quienes más sobresalen son Mackenzie Gray (Gunter) con un personaje bastante extravagante y Hanneke Talbot (Chelsea). La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta gran cosa, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es excelente.

Opinión final: Rabid está ok. Dudo que a los fans más recalcitrantes de Cronenberg les agrade, pero para el resto puede ser un visionado interesante.

Ojometro:
***

lunes, 9 de mayo de 2016

Crítica: Bite (2016)


Película dirigida por Chad Archibald (Kill), quien comparte créditos junto con Jayme Laforest como co-escritor del guión. Se estrenó el pasado 6 de mayo de manera limitada en cines, VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Mientras se encuentra en su despedida de soltera en Costa Rica, Casey (Elma Begovic) es mordida por un insecto desconocido. Sin mayor novedad regresa a su hogar, pero una vez estando ahí empezará a sufrir de extraños malestares que poco a poco provocarán un perturbador cambio en su cuerpo.



Comentarios generales:

Los trabajos sobre transformaciones forman parte del género de terror desde prácticamente sus inicios y por ello es complicado ofrecer mucha variedad. Además, también es un subgénero que tiene que lidiar con el hecho de que al público por lo general solo le interesa un detalle (la transformación en sí), algo que provoca que muchos solo centren su atención en este punto y todo lo demás quede olvidado para regalar películas bastante vacías, pero visualmente llamativas; lo cual es el caso con Bite.

Iniciando como un tipo de found footage, Archibald invierte una cantidad de minutos adecuada para establecer no solo el origen de la mutación, sino también para añadir ciertos aspectos de drama que tendrán peso más adelante bajo el propósito de brindarle sustancia a la historia. Eso no está nada mal, pero tampoco evita que el primer acto sea uno bastante pesado y poco interesante; donde el personaje central empieza a experimentar de manera clara los efectos de la mordida por medio de algunos síntomas peculiares que terminan quedando de lado ante toda la increíblemente fastidiosa situación amorosa y el poco avance que presenta.

Son hasta pasados los 40 minutos cuando la película sube de intensidad con la primera muerte y aunque el ritmo semi-lento no cambia demasiado, esto ya no importa gracias a que es a partir de aquí cuando cada fase de la transformación de Casey resulta llamativa de ver. Todo esto gracias a que, si bien le dan mucha importancia a lo grotesco para conseguir así algunas escenas visualmente impactantes, también el director se enfoca mucho en su deterioro mental y posterior aceptación de su condición para así construir una situación compleja en la que uno no está totalmente convencido (al menos durante unos cuantos minutos) sobre si lo que hace es por convicción propia o si es su lado animal lo que la obliga a realizar dichas acciones.  

La parte final no está mal. Aquí es donde se utilizan los aspectos de drama sembrados al inicio para así justificar todo lo que ocurre y revelar en su totalidad la mutación; sin embargo, también dejan muchas cosas sin responder con respecto a esta. Ya que ciertamente no tiene mucho sentido que una mordida que se da en el agua termine evolucionando en este tipo de “cosa”.

En las actuaciones realmente la única que tiene un peso enorme es Begovic, quien conforme va a avanzando la película te va atrapando con su transformación y ya para los minutos finales le compras por completo su lado salvaje. La producción es bastante buena, sobre todo en el aspecto visual: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es estupenda, el score no es nada del otro mundo, los efectos son en su mayoría prácticos muy bien hechos y el trabajo de maquillaje, si bien no es tan espectacular como en otros trabajos similares, cumple de gran forma con el deterioro físico/mutación de la protagonista.

Opinión final: Bite esta aceptable. El aspecto de la transformación es lo que la salva, aunque es una lástima que todo lo demás sea tan olvidable.

Ojometro:
***

martes, 29 de septiembre de 2015

Crítica: Contracted: Phase II (2015)


Secuela que ahora corre a cargo del debutante Josh Forbes tras la cámara y cuyo guión fue escrito por Craig Walendziak. Se estrenó el pasado 4 de septiembre de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos, aunque no hay información sobre su salida en formato físico o su posible llegada a otros mercados.

Sinopsis:

Después del fatal destino que sufrió Samantha por el mortal virus, ahora Riley (Matt Mercer) lidia con los mismos estragos al ser la última persona en tener contacto con ella. Al inicio no parece aceptarlo, pero con el paso de las horas su sufrimiento lo lleva a rastrear al responsable de esparcir el virus antes de que este no solo consuma su cuerpo, sino a toda la humanidad.



Comentarios generales:

Sinceramente no era muy complicado imaginar que iban a realizar una secuela después de ver como terminó la primera entrega, la duda más que nada recaía sobre cómo expandirían sin la presencia de Eric England (director y guionista de la original) un universo que a todas luces no estaba planeado para ser algo demasiado grande. Sin duda el reto era importante y aunque Contracted: Phase II logra de manera coherente ese objetivo, si termina sintiéndose un trabajo innecesario cuyo único objetivo es sacarle más dinero a los fans.

Forbes y Walendziak desde un inicio dejan en claro que, si bien pretenden darle una continuidad adecuada a lo ocurrido con el personaje de Samantha, el enfoque de esta secuela no será tanto el virus, sino más bien lo que está detrás y el riesgo a gran escala que representa para la humanidad. Una situación que sin duda termina por cambiar bastante el concepto original que si ponía mucha énfasis en la forma de lidiar del protagonista con su mutación, algo que aquí se da a menor escala centrándose principalmente en la negación; donde prácticamente los primeros 20/25 minutos son una serie de malas decisiones por parte del personaje de Riley que involucran a todos sus seres queridos y que uno sabe tarde o temprano tendrán graves consecuencias, volviendo así un tanto lento todo el desarrollo de una historia que pretende reflejar caos.

Es entrando al segundo acto cuando se puede notar el cambio más importante, que es la integración del “paciente cero” como el principal villano en lugar del propio virus; una decisión que vuelve la dinámica mucho más adecuada para el inicio de algo cuya escala es más grande y que da paso a una historia alterna sobre la investigación de este individuo que proporciona los momentos más cercanos a una película de zombies. Sin embargo, lo malo de todo esto es que nunca te dan grandes explicaciones sobre sus motivos para acabar con la humanidad; básicamente te lo ponen como un hombre muy muy malo que secuestra mujeres, pero de ahí fuera no existe mucho para generarte un interés genuino sobre este misterioso personaje.

La parte final es entretenida. No solo porque utiliza el factor shock por medio de los efectos del virus como gancho ante el espectador, sino que además vemos un tema de venganza bien logrado que paga con creces la espera por medio de una escena muy intensa dentro del hospital.

Las actuaciones son promedio: Mercer no cambia mucho con respecto a lo visto en la primera entrega, Marianna Palka está bien en su rol de detective a pesar sus dificultades para ocultar su acento y Morgan Peter Brown como “BJ” no tiene suficiente tiempo como para mostrar algo más.

La producción es discreta: el trabajo de fotografía es idéntico al anterior, presenta ciertas mejoras en la dirección de arte, cuenta con un score aceptable, buen sonido y efectos básicos. Lo único que si se sale por completo del presupuesto es el trabajo de maquillaje, cuyo grado de perfección en el deterioro físico de los personajes es casi tan importante como la propia historia, ya que sin este muy probablemente la película resultaría menos llamativa.

* Cuenta con una escena post-créditos intermedios.

Opinión final: Decidir si es mejor o no que la primera será cuestión de cada quien, pero Contracted: Phase II es una película que vale la pena checarla a pesar de ser innecesaria.

Ojometro:
***

jueves, 30 de abril de 2015

Crítica: Strange Blood (2015)


Primer largometraje del director Chad Michael Ward, quien además escribió el guión.  Se estrenó apenas el pasado 28 de abril vía VOD dentro de los Estados Unidos y tiene programada su salida en DVD para el próximo mes de junio.

Sinopsis:

Henry (Robert Brettenaugh) es un brillante, pero obsesivo científico, que se va a los extremos en su intento por desarrollar una cura para cualquier enfermedad y pronto se ve infectado por un extraño parásito que lo empieza a transformar en un hombre sediento de sangre. Ahora, con el tiempo encima, él tendrá que encontrar la forma de detener lo que le está ocurriendo y prevenir al resto del mundo de ser “curado”.



Comentarios generales:

Tocar el tema de los vampiros desde otros ángulos se está volviendo algo común después de que cierta franquicia para adolescentes le causara un aparente daño irreversible a dicho subgénero. Prácticamente es necesario hacerlo si lo que quieres es captar la atención de los fans y de momento el enfoque favorito parece ser uno en donde todo lo místico de estos monstruos quede de lado para darle más importancia al proceso de transformación; siendo Strange Blood uno de los mejores exponentes que han salido hasta la fecha.

Y es que es claro que la intensión de Michael Ward nunca fue la de regalarnos una historia de vampiros convencional; de hecho, tal vez ni siquiera tenía la intención de que esto fuera sobre vampiros dado a que la temática central sin duda suele estar más ligada con otra clase películas, pero eso precisamente es lo que la hace tan interesante. Aquí vemos a un protagonista cuyas metas iniciales están lejos de ser peligrosas pero aun así todo el tiempo refleja que algo anda mal con él, centrándose en un experimento que desde el primer instante llama tu atención por lo bizarro que resulta y del cual se va revelando poco a poco lo que guarda, sin darte muchas pistas para mantener la duda con respecto a sus efectos dado a que no sabes si el comportamiento de Henry en su totalidad es consecuencia  de este o si simplemente esa es su personalidad.

Evidentemente como consecuencia el ritmo que se maneja es uno lento para darle mayor potencia a la transformación, la cual toma su tiempo y carece de espectacularidad, pero por otra parte logra generar muchos momentos intensos. Esto bajo una atmósfera muy absorbente, incluso tétrica por varios lapsos que ayuda a maximizar la crudeza con la que esta se dá; aunque igualmente sirve para ocultar el poco contenido que presenta. Ya que especialmente durante todo el segundo acto vemos repetirse muchas cosas, haciendo pesado el visionado al no tener un desarrollo con más sustancia o al menos ciertos sucesos que logren brindar algo de suspenso ante la falta de impacto o acción.   

El final en general me gustó. No solo porque es la parte donde muestran de manera mucho más abierta el “vampirismo”, sino porque además el conflicto entre los dos personajes centrales toma un camino que no me esperaba; jugando de manera decente con lo que está bien y lo que está mal.

La actuación de Brettenaugh es realmente buena, no se guarda nada y refleja en pantalla una frialdad impresionante, la cual hace que su transformación sea mucho más potente.  La producción no es nada espectacular, pero cumple: el trabajo de fotografía es bueno a pesar de que en algunas partes se ve demasiado oscura, la dirección de arte solo se limita a un par de sets bien decorados, los efectos son muy austeros y el trabajo de maquillaje, si bien discreto, logra hacer buenas cosas con la decadencia sistemática de Henry.  

* Contiene una escena post-créditos

Opinión final: Strange Blood no es perfecta, pero es una buena película. Vale la pena darle una oportunidad.

Ojometro:
****

sábado, 11 de abril de 2015

Crítica: Bloom (2015)


Película escrita y dirigida por Travis Legge (Raymond Did It). Se estrenó únicamente de manera digital el pasado 7 de abril y por lo que he visto no parece que vaya a salir en otros formatos, salvo por ediciones limitadas exclusivas de Indiegogo.

Sinopsis:

Lily (Deann Baker) se despierta en un baño de hotel que se encuentra cubierto de sangre y no recuerda absolutamente nada de la noche anterior. Extrañada intenta seguir con su vida, pero mientras lidia con el trauma y trata de descifrar lo que ocurrió, ella empezará a cambiar en algo que no es humano.



Comentarios generales:

Sinceramente este es un trabajo del cual no sabía nada hasta hace unos cuantos días atrás y la primera impresión no fue muy positiva que digamos. No porque me aburran los vampiros o algo similar, pero simplemente al ver el tiempo de duración (65 minutos sin créditos) mis temores de que fuera un cortometraje con mucho relleno salieron a relucir y tristemente se hicieron realidad.

Bloom es en general un corto extendido cuya mayor fortaleza sin duda son sus primeros 10/15 minutos, donde Legge logra generar un aire de duda razonable al establecer un escenario que no te dice mucho y que te hace sentir cierta empatía por una chica que a todas luces fue víctima de algo, pero no sabes al 100% de qué… aunque tienes una idea. Lamentablemente el descifrarlo en su totalidad no tarda mucho tiempo y cuando esperas que las cosas tomen un ritmo mucho más acelerado para hacer de la transformación un asunto vital que aumente las emociones, el director decide tomarse las cosas con demasiada calma para desarrollarla; provocando así una total monotonía en la historia.

Por esto la segunda mitad de la película es aburridísima, no solo porque todo lo ligado a la búsqueda del hombre que la convirtió en vampiro no tiene nada de interesante (de hecho, llega un punto en donde sientes que es intrascendente para los efectos de lo que quieren contar), sino porque además nunca existe algún tipo de conflicto existencial por parte de la protagonista que le brinde un tono diferente a las cosas, obligando así a repetir la misma pieza del score una y otra vez para tratar conseguirlo sin éxito. Todo transcurre lento, se repiten varias situaciones; al grado de que cuando finalmente se pretende producir un poco de acción esta resulta demasiado ligera y las limitantes con el presupuesto solo empeoran las cosas.

El final es anti climático. Básicamente todo lo ocurrido durante más de una hora no te lleva a nada e incluso se siente como algo improvisado, donde simplemente te quedas esperando a que pase cualquier cosa para darle sentido.

En las actuaciones todo recae en Deann Baker y la verdad no lo hace mal; no es que el papel le exigiera demasiado pero lo poco efectivo de su transformación es producto de su capacidad por lucir como un ser sin emociones. La producción es lo que esperarías de una película cuyo presupuesto solo fueron un poco más de $7000 dólares: el score es repetitivo como pocos, el trabajo de sonido en ocasiones no permite escuchar bien ciertos diálogos, los efectos se limitan a un par de cosas exageradamente básicas y el trabajo de maquillaje es casi nulo.

Opinión final: Bloom es intrascendente. Una película que si no la ven poco importará y si la ven seguramente la olvidarán en un par de horas.

Ojometro:
** 

domingo, 30 de noviembre de 2014

Crítica: Starry Eyes (2014)


Película escrita y dirigida por la dupla Kevin Kolsch / Dennis Widmyer, quienes después de algunos años de ausencia regresan al género. Se estrenó el pasado 14 de noviembre dentro de los Estados Unidos vía iTunes y diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Sarah Walker (Alexandra Essoe) está determinada a ser la próxima gran estrella de Hollywood, pero en ese proceso se ve atrapada en un trabajo sin futuro, amistades tóxicas y cientos de castings sin éxito. Esto hasta que un día asiste a una audición por parte de un viejo estudio donde consigue el papel principal, aunque se dará cuenta que con dicha oportunidad también vendrán extrañas ramificaciones que la cambiarán tanto física como mentalmente.



Comentarios generales:

La búsqueda de fama en Hollywood a cualquier costo es un tema muy utilizado dentro del cine, no solo en el género de terror, sino en muchos otros que lo ven como una plataforma ideal para expresar su visión sobre algo que lleva años presente en el mundo laboral en general. Por ello Starry Eyes es un trabajo con el cual seguramente muchos se identificarán de algún modo e incluso por breves momentos les hará cuestionarse sobre si esto es una película de terror.

Y es que Kolsch y Widmyer hacen un retrato muy convincente sobre una actriz que en su deseo por querer brillar tiene que vivir situaciones poco sanas, rodeada de individuos que en su mayoría no le aportan nada a pesar de que ellos mismos buscan, en teoría, lo mismo que ella: grandeza. Desde un inicio sabemos que Sarah no es alguien común, lo cual provoca que el espectador sienta bastante afecto por ella a pesar de su comportamiento por demás extraño y sus decisiones que a todas luces parecen precipitadas dadas las rarezas suscitadas en las audiciones; presentando así un conflicto personal que la ve tratando de hacer lo que piensa que es correcto, pero termina por caer en una trampa mucho más siniestra.

Todo bajo un ritmo muy bien controlado, más pausado que ágil, pero que nunca llega a sentirse pesado y ayuda bastante a digerir la lenta transformación de la protagonista, quien pasa de ser una sexy soñadora a un cuerpo que sufre de una dolorosa descomposición constante (muy similar al que vimos en Contracted el año pasado). Probablemente su punto flaco es que no existe mucha explicación con respecto al estudio/secta que hay detrás de lo que le ocurre; si, sabemos que está sufriendo de algún tipo de nuevo renacer, pero ¿por qué? Simplemente nos brindan algunos símbolos y la presencia de individuos con un carácter peculiar, sin la certeza de saber si son algo más que simples humanos fascinados con lo oculto.

El final es potente, muy bueno en realidad. Después de prácticamente una hora de estar dosificando las cosas los directores quitan el freno de mano para que esto quede lo más brutal posible; con mucha sangre y violencia que terminan dándole un sentido muy oscuro a la transformación de Sarah.

En las actuaciones Alexandra Essoe hace un buen trabajo en general, por momentos se nota algo perdida pero cuando empieza sus etapa de decadencia la verdad ofrece grandes cosas; mientras que el resto del elenco ofrece poco o nada para destacar, salvo el look extraño de algunos miembros del estudio. La producción es bastante sólida: el estilo visual que impone el trabajo de fotografía logra una combinación entre lo deprimente y lo bizarro muy interesante, el score tiene un estilo retro increíble que encaja a la perfección con lo que sucede en pantalla y los efectos de maquillaje están geniales durante la transformación; además los amantes del gore quedarán complacidos con el clímax.

Opinión final: Starry Eyes me gustó. Puede parecer un tanto simple, pero si uno no solo se enfoca en lo obvio la disfrutará bastante.  

Ojometro:
**** 

jueves, 4 de septiembre de 2014

Crítica: Septic Man (2014)


Película dirigida por Jesse Thomas Cook (Monster Brawl), cuyo guión corrió a cargo de Tony Burgess (Pontypool). Primero se estrenó directamente en TV dentro de Canadá el pasado mes de abril, pero su salida en formato físico apenas se dio el 19 de agosto de manera simultánea tanto en ese país como en los Estados Unidos.

Sinopsis:

Jack (Jason David Brown) es un trabajador de aguas residuales a quien se le pide investigar la causa detrás de la contaminación del agua del pueblo que ha hecho evacuar a todo el mundo. Para ello decide ir a la planta de tratado local, pero termina siendo atrapado en una fosa séptica por un par de hermanos psicópatas que no pretenden dejarlo salir de ahí con vida.



Comentarios generales:

Con el simple titulo uno se imagina que estará a punto de ver algo que involucre escenas que visualmente no son agradables, una situación de la que no suelo ser gran fan, pero para la cual si tengo un nivel de tolerancia bastante elevado. Sin embargo, con Septic Man lo grotesco no se utiliza como un simple conducto para algo más relevante y eso termina convirtiéndola en un trabajo del montón.

Thomas Cook nos trae una historia que inicia bien, vendiéndonos un panorama de peligro ante la contaminación del agua que no solo hace tener sentido a la extraña escena inicial, sino que además le añade cierto aire depresivo muy interesante que supones establecerá toda la tónica mientras hace algún tipo de crítica sobre como la clase media/trabajadora es la que sufre siempre las tonterías del gobierno; esto acompañado de un pequeño aire de misterio bastante sólido. El problema es que partir de los 20 minutos, cuando el personaje de Jack queda encerrado en la fosa séptica, se deja de lado todo eso para dar paso a una repetición de sucesos que convierten a la película en una totalmente hueca; en donde el director se escuda en miles de vómitos, desmembramientos y mucha mierda para tratar de mantener la atención del espectador en base a la duda sobre que tan lejos llegará con la implementación de lo grotesco.

Y es que no miento, decir que se estanca seria poco: básicamente todo se limita a ver a Jack vomitando o gritando mientras alguien tira partes de un cadáver a la fosa. Ni siquiera la presencia de un par de hermanos dementes es suficiente para sacar adelante algo que hubiera funcionado mejor como un cortometraje dado a que las interacciones con ellos son limitadísimas en todos sentidos; no le añaden nada importante a la trama y por momentos parece que solo fueron integrados a la historia para conectar de algún modo al protagonista con el mundo exterior. Nunca sabes exactamente sus motivaciones para matar (¿Son caníbales?) o por qué estos se odian entre sí.

Inclusive la propia mutación de Jack no podría ser menos interesante (desde el lado psicológico, en el visual es otra cosa). Realmente nunca te establecen una línea de tiempo que te indique cuanto lleva metido en la fosa, pueden ser días o meses y tú no lo sabes, por ello cuesta tanto trabajo creer su locura sustentada en solo unas cuantas alucinaciones.

El final por lo menos no sigue la línea “feliz” que uno esperaría, de hecho, es un tanto devastador para el héroe del pueblo.

En actuaciones realmente todo recae en David Brown, quien está aceptable en un papel cuyas limitaciones son bastantes. En producción cuenta varias cosas positivas: tiene un diseño de producción muy bien cuidado y los efectos son sólidos, pero sobre todo el trabajo de maquillaje se lleva las palmas gracias a lo que se hace con el aspecto físico del protagonista.

Opinión final: Septic Man es aburrida. Pretende sustentar su éxito en lo grotesco, pero ni eso logra salvarla.

Ojometro:
**

viernes, 25 de abril de 2014

Crítica: Almost Human (2014)


Película escrita y dirigida por Joe Begos, quien hace su debut dentro de la industria. La película se estrenó el pasado 21 de febrero dentro de los Estados Unidos de manera limitada en cines y también en VOD, mientras que aún no existe información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Después de unos extraños acontecimientos Mark Fisher (Josh Ethier) desaparece, siendo su novia y su amigo Seth (Graham Skipper) los últimos en verlo con vida. Dos años más tarde una serie de misteriosos asesinatos azotan al pueblo, convenciendo al propio Seth que su amigo ha regresado pero con algo totalmente maligno dentro de él.



Comentarios generales:

No sé si existiera la intención de querer brindarle cierto aire ochentero a la película debido a que los créditos iniciales te dejan esa sensación con su presentación y score (incluso el propio póster); de ser así, ciertamente tendría que decir que Almost Human falla de forma miserable en eso. Aunque igual solo fue mi imaginación.

Lo que si es que Begos nos trae un trabajo en donde no se anda con muchas vueltas y te presenta una historia que se podría tachar en exceso lineal; donde se pasa de un punto X a un punto Y sin el mayor tipo de complejidad para tratar que te enganches de la manera más rápida posible, dejando de lado ciertos aspectos que le pudieron haber dado mayor profundidad. Su ritmo es realmente acelerado, lo cual provoca que acontecimientos relevantes se terminen sintiendo de auténtico relleno entre una muerte y otra; además de que esto genera una estructura de slasher que se olvida por completo de ciertos personajes secundarios cuyos roles en un inicio parece que tendrán algo de importancia, pero terminan quedándose en el olvido total.

Evidentemente dicho ritmo la vuelve dinámica y en general no es aburrida porque la travesía de Mark brinda la suficiente dosis de crueldad para no pestañear; sin embargo, nunca es capaz de generar momentos de alta tensión o escenas que te resulten memorables debido al poco tiempo que se le imprime a todo. Ni que decir de la tremenda decepción de ver que un punto vital como lo es el origen de los aliens nunca es tratado de manera convincente, ya que mas allá de unos simples recuerdos, nunca te explican realmente qué diablos fue lo que ocurrió o cuáles son los motivos detrás de las acciones del antagonista. 

El final esta entretenido: es violento, un tanto freak y lleno de acción. Pero una vez que termina la película te quedas pensando en que falto “algo”.

En cuanto a las actuaciones lo que puedo decir es que estas se encuentran en la delgada línea de parecer totalmente amateurs debido a que todos los actores, por más que se esfuerzan, simplemente no pueden expresar muchas emociones y toda la película manejan el mismo rango. La producción es bastante buena a pesar de ser de bajo presupuesto, al grado de que no parece que sea un filme independiente: el trabajo de fotografía es en gran parte lo que le da un aire de película mucho más grande e importante, todo lo que tiene que ver con el sonido está impecable y tiene algunos efectos prácticos bastante destacados.

* Hay una escena post créditos

Opinión final: Almost Human no está mal, pero te deja con la sensación de que esta incompleta. Recomendable más que nada para los fans del slasher y/o temas con aliens.

Ojometro:
***

viernes, 27 de diciembre de 2013

Crítica: Contracted (2013)


Película escrita y dirigida por Eric England (Madison County). Se estrenó de manera limitada en cines y en VOD el pasado 23 de noviembre dentro de los Estados Unidos, aunque no hay ningún tipo de información sobre si llegará a otros países o cuando saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Samantha (Najarra Townsend) es una joven lesbiana que atraviesa diversos problemas y para distraerse decide ir a una fiesta; en donde termina teniendo sexo con un extraño. Sin recordar mucho, al día siguiente se despierta y empieza a sufrir una serie de síntomas que cree son ocasionados por una enfermedad de transmisión sexual, pero en realidad son el inicio de algo mucho peor.



Comentarios generales:

Probablemente la sinopsis no sea muy atractiva para muchos, ya que más que una película de terror parece un anuncio para advertir a los jóvenes sobre los peligros de tener sexo de una sola noche sin protección, pero nada más alejado de eso.

Es cierto que con Contracted el propio England utiliza ese tema para jugar con el lado psicológico del espectador e infundirle miedo al tratarse de una situación que se sabe puede pasarle a cualquiera, pero este trabajo se trata más que nada de ver el deterioro de un ser humano no solo desde el aspecto mental, sino también desde el físico; aunque de manera mucho más dramática y hasta algo grotesca.

Lo cual sin duda logra debido a que todo lo que le pasa al personaje de Samantha te intriga; el ritmo es perfecto para ir revelándote poco a poco sus síntomas que básicamente muestran una mutación sin que realmente te des cuenta, aunado a conflictos que le añaden la parte humana a la historia. Sin embargo, no todo es perfecto dado a que la etapa de negación mostrada es sumamente ridícula: los ojos le sangran, las uñas se le caen, orina litros de sangre (entre otras cosas) y aun así para ella todo está bien.

Algo que simplemente no termina por convencerte en ningún momento gracias a que nadie llega a tantos niveles de estupidez y en general elimina un poco la empatía que uno siente hacia el personaje. Igualmente creo que nunca se atreven a ir más allá de lo seguro; nunca quieren incomodarte de más, situación que afecta a la mitad del filme porque empiezan a ocurrir las mismas cosas una y otra vez.

El final me gustó bastante, en especial porque nunca pensé que tomaría dicho camino y le agrega el shock necesario; de hecho, no me extrañaría en lo absoluto que pudiera inspirar algún tipo de secuela. Aunque por otra parte también deja varias cosas sin respuesta que desde el punto de vista de la historia eran importantes para tratar de darle un poco mas de contexto a lo estaba ocurriendo (como lo es la cuestión del paciente cero por ejemplo).

Las actuaciones en general son sólidas: Townsend es evidentemente la parte central de todo y maneja a la perfección cada uno de los tonos que necesita, pero por otra parte Caroline Williams en su papel de madre me fastidio demasiado gracias a su tendencia de exagerar cualquier personaje que interpreta. En cuanto a producción está bastante bien; lo mejor sin duda es el trabajo de maquillaje que logra convertir a Samantha de una chica bastante sexy a algo espantoso sin realmente hacer cosas ostentosas, simplemente todos los detalles están muy bien cuidados para que el resultado sea impecable.

Opinión final: Contracted es una película a la que le falto jalar el gatillo para poder ser algo mucho más importante, pero vale la pena checarla.

Ojometro:
***

sábado, 16 de marzo de 2013

Crítica: Splinter (2008)

Película del 2008 dirigida por Toby Wilkins (The Grudge 3). Ganó en su momento seis premios en el Screamfest Horror Film Festival e incluso estuvo nominada como mejor película de terror en los Saturn Awards.

Sinopsis:

Seth (Paul Constanzo) y Polly (Jill Wagner) tratan de acampar para pasar una romántica velada en un bosque de Oklahoma; sin embargo, sus planes se ven frustrados por su defectuosa tienda de campaña y deciden irse a un hotel. Durante el camino se encuentran a una peligrosa pareja, quien los toma de rehenes y los conducen a una gasolinera que aparentemente está vacía, aunque no se imaginan que ese podría ser el último lugar que vean con vida gracias a un parásito mortal.

Comentarios generales: 

Ciertamente no esperaba mucho de Wilkins dado a que mi única referencia de él era The Grudge 3, pero la verdad es que aquí realiza un trabajo sumamente sólido que nunca evidencia realmente que se trataba de su primer largometraje.

La acción es constante a pesar de que un 95% del filme se desarrolla en un solo lugar y la manera en que poco a poco se le va haciendo frente a la amenaza con lo que tienen disponible en la gasolinera está bastante bien logrado. Aunque por ahí creo que faltó un poco mas de suspenso debido a que por momentos se te olvida que se trata de una película de terror.

Las actuaciones son solidas, especialmente la de Constanzo. En cuanto a producción es un filme muy pequeño, básicamente es un set y un par de tomas en exteriores. Tampoco hay muchísima sangre, pero las pocas escenas que tienen cumplen su objetivo; además de que el uso del CGI es mínimo y muy acertado.

Opinión final: Splinter me gustó, es una buena película que no pretende nada más que hacerte pasar un buen rato y que sabe lidiar con sus evidentes limitaciones. 

Ojometro:
****