viernes, 12 de junio de 2020

Crítica: Bit (2020)


Película escrita y dirigida por Brad Michael Elmore (Boogeyman Pop). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una adolescente transgénero que se encuentra de vacaciones en Los Angeles pelea por sobrevivir después de encontrarse con cuatro vampiras feministas, quienes tratan de limpiar las calles de depredadores masculinos.



Comentarios generales:

Después de que se diera a conocer el trailer de Bit las reacciones de todo tipo no se hicieron esperar, sobre todo por los tiempos en los que vivimos y la naturaleza misma de la premisa que pareciera querer imponer un tema de la agenda global a toda costa. Lo cual no debería de ser tan divisivo pero así es la realidad y también es innegable que eso generaba cierto morbo a su alrededor que le brindó más exposición en tiempos de pandemia, aunque al final realmente tanta “polémica” no tenía mucha razón de ser.

Ya que a pesar de que lo traído por Michael Elmore si cuenta con un discurso feminista evidente, lo cierto es que se trata de una historia de vampiros hasta cierto punto simple en la que en un inicio se opta por dejar que las cosas fluyan de manera natural y no forzarlas para que la audiencia las capte a toda costa (nunca se te menciona de manera directa que Laurel es transgénero, por ejemplo). Un aspecto que ayuda a establecer las dudas existenciales de la protagonista, pero que también hace que el inicio se sienta algo lento y sin tanto peso para lo que está por venir.

Realmente es hasta que se entra al segundo acto cuando las acciones se vuelven más interesantes y mucho tiene que ver con el hecho de que se le da rienda suelta al tema de las vampiras, quienes siguen algunas reglas habituales de esta clase de películas y también añaden otras convenientes para el desarrollo. Jugando un tipo de rol de anti heroínas mientras a la vez se exponen peligros alternos que justifican la existencia del grupo como tal y con los cuales se presentan algunos de los pocos momentos sangrientos con los que cuenta. Además de que sirven como base para construir gran parte de la relación maestra/discípula entre los dos personajes más relevantes.

Siendo esto último algo bastante importante debido a que si en algo flaquea el filme es que el desarrollo de los personajes no es precisamente el mejor, la mayoría se sienten planos o simplemente de relleno, así que con esto se balancean un poco las cosas. En especial porque es la manera para añadir trasfondo a las acciones de Duke y comprender de mejor manera su tirada contra los hombres.

La parte final no está mal. Es predecible y el tema fraternal se siente un tanto forzado, pero logra ofrecer un poco más de intensidad y brindar una conclusión con más elementos inherentes al cine vampiros.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, quienes más resaltan son Nicole Maines (Laurel) y Dianna Hopper (Duke) por el peso de sus personajes. Lo producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score está ok, el trabajo de sonido cumple, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Bit está entretenida. Película de vampiros un tanto diferente que por lo menos vale la pena checar una vez.

Ojometro:
***

martes, 9 de junio de 2020

Crítica: The Dawn (2020)


Película dirigida por Brandon Slagle (Dead Sea), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Elliot Diviney. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el 25 de febrero.

Sinopsis:

Después del asesinato de su familia a manos de su propio padre que había regresado de combatir en la Primera Guerra Mundial, Rose (Devanny Pinn) es enviada a un convento. Sin embargo, diez años después, los demonios que alguna vez perturbaron la voluntad de su padre parecen haber regresado para atormentarla.



Comentarios generales:

Seguimos con las películas de posesiones y en esta ocasión nos topamos con una propuesta mucho más clásica que en lo personal me generaba mayor interés gracias a que se trataba de una de época. Ya que en años recientes esta clase de trabajos han sido algunos de los mejores dentro del género y sentía curiosidad por ver si The Dawn podría unirse a dicha lista.

Algo que no logra, pero eso no significa que lo presentado por Slagle sea una pérdida de tiempo debido a que gracias a su enfoque clásico se consigue construir una historia simple que por momentos te hace recordar a algunas películas de los 70s (sobre todo el inicio). Estableciendo la existencia de algo maligno desde muy temprano para dejar en claro el tono oscuro bajo el que se desarrollarán las acciones, aunque sin cerrar las puertas a otro tipo de explicaciones con las cuales poco a poco se empiezan a plantar dudas con respecto a la estabilidad mental de la protagonista.

Llevando así a un segundo acto que se sustenta principalmente en ver el lento sufrimiento de Rose y su progresivo deterioro que en todo momento juega con la incertidumbre de saber si lo que le sucede en verdad es provocado por algo demoníaco o si simplemente se trata de alguien con severos problemas mentales. Lo cual funciona por grandes lapsos, pero también por otros tantos las acciones se vuelven medio aburridas debido a que el avance ciertamente es lento y eso se ve magnificado gracias a escenas que tienen exactamente el mismo diseño y a un score en extremo repetitivo. Además de que no cuenta con demasiados momentos de impacto.

Con respecto a la parte final no puedo decir mucho porque si no caería en el terreno de los spoilers. Solo diré que logran responder la mayoría de las preguntas que se presentan y se cuenta con un factor sorpresa sólido que hace que el cierre resulte mucho más interesante de lo que parecía originalmente.

De las actuaciones se puede decir que Devanny Pinn hace un trabajo bastante efectivo, sin ella probablemente la película se hubiera hundido; aunque por otra parte tenemos a una Stacey Dash (Ella) que está terrible. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score como mencioné antes es repetitivo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje correcta.

Opinión final: The Dawn está ok. Película para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

viernes, 5 de junio de 2020

Crítica: Awoken (2020)


Primer largometraje del director Daniel J. Phillips, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Alan Grace. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una joven estudiante de medicina trata de curar a su hermano de una enfermedad terminal llamada insomnio familiar fatal, la cual hace que no puedas dormir hasta que mueras. Sus intentos son desesperados y cuando parece haber encontrado algo para ayudarlo, una razón mucho más siniestra detrás de su condición sale a relucir.



Comentarios generales:

A diferencia de algunos otros subgéneros sobreexplotados como el de zombies o los slasher, el de exorcismos realmente no tiene demasiado margen de maniobra para poder presentar propuestas que se diferencien de gran manera una de la otra. Evidentemente esto no impide que se puedan ver buenas películas de este tipo; sin embargo, si existe un porcentaje elevado de probabilidad de encontrarnos con trabajos que simplemente no aportan nada más allá de un visionado cuyo recuerdo será efímero y ese me temo que es el caso con Awoken.

Y es que lo que nos trae Phillips es una película genérica por excelencia con la que podemos anticipar sin demasiados problemas todo lo que sucede, siendo la enfermedad el único elemento para añadir algo de complejidad y, sobre todo, cierta originalidad al desarrollo de las acciones. Brindando así la excusa perfecta para trasladar esta historia a un terreno médico que proporcione un escenario no tan común en el cual se puedan establecer ciertas limitantes e ir desenvolviendo el misterio de manera simple al ir integrando poco a poco toda la cuestión religiosa habitual.

Algo que se da sin demasiados contratiempos, pero que resulta muy aburrido de ver debido a que el ritmo no es el más atractivo y porque en realidad el tema de la enfermedad se queda totalmente en el olvido. Además a esto hay que agregarle que las escenas pensadas para ir incrementando el nivel de tensión conforme el demonio va adquiriendo relevancia no representan nada memorable que te haga sentir gran curiosidad por saber más sobre este, dejando mucho tiempo de relleno dentro de un segundo acto en el que la sensación de vacío se vuelve demasiado fuerte.

Todo para llevarnos a una parte final que sin duda es la más intensa gracias a la violencia un poco más elevada que maneja, aunque a pesar de dicha mejora nunca se logra cambiar demasiado la tendencia previa. Ya que la sorpresa que se guardan no tiene ningún tipo de efecto debido a la cuestión de la predictibilidad y el “exorcismo” definitivo no tiene nada que destaque.

Con respecto a las actuaciones se puede decir que ninguna es terrible, pero tampoco ninguna es lo suficientemente destacada como para elevar el nivel de las cosas. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score no resalta, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos cumplen y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: Awoken es bastante mediocre. De esas películas que no tienen nada terrible, pero que tampoco te pierdes de mucho si no las ves.

Ojometro:
** 

viernes, 29 de mayo de 2020

Crítica: The Shed (2019)


Película escrita y dirigida por Frank Sabatella (Blood Night: The Legend of Mary Hatchet). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales del año pasado, mientras que su salida en formato físico se dio durante el mes de enero.

Sinopsis:

Stan (Jay Jay Warren) es un chico problemático que vive con su abusivo abuelo y un día descubre que hay un monstruo en el cobertizo detrás de su casa. Al inicio pretende mantener todo en secreto, pero cuando su mejor amigo se entera las cosas se saldrán de control.



Comentarios generales:

Estrenase durante los meses octubre y noviembre puede ser una bendición debido al alto interés que existe por consumir películas de terror, pero también puede resultar una auténtica pesadilla debido a la saturación que se genera. Así que no es de extrañar que ciertos trabajos pasen completamente desapercibidos debido a que es imposible poder estar al tanto de todo lo que sale y es hasta que se estrenan en otros formatos como te enteras de su existencia, tal como fue el caso con The Shed.

Un filme que definitivamente merecía algo más de atención debido a que lo que nos trae Sabatella trata de ofrecer un toque de aire fresco de las típicas historias de vampiros que conocemos. No tanto porque se salga de los estándares habituales en cuanto a la manera de presentarlos, sino más bien en el rol que estos desempeñan.

Ya que realmente los temas centrales son el bullying y el salto hacía la adultez, siendo los personajes humanos los que tienen el mando de las acciones, aunque dejando el suficiente espacio para establecer una amenaza de manera efectiva sin que esta acapare los reflectores durante una primera media hora que está diseñada para magnificar las problemáticas que rodean al protagonista y sus intentos por mantener todo en secreto.

Provocando con esto que el inicio no sea precisamente el más llamativo al no contar con las escenas explosivas que uno espera ver en este tipo de películas, incluso el ritmo se puede decir que es algo lento; sin embargo, una vez que la presencia del vampiro se ve más expuesta las cosas empiezan a mejorar mucho. Más que nada porque se nos muestran conflictos interesantes entre Stan y su mejor amigo sobre la manera de lidiar con el secreto bajo pensamientos que tienen su debida justificación (aquí es donde el tema de bullying toma más relevancia), logrando así que el tono se vaya volviendo poco a poco más oscuro y el nivel de violencia se intensifique rumbo a la parte final.

Una que en general me pareció entretenida gracias a que es aquí donde se pueden presenciar ciertos elementos característicos del cine de vampiros y la atmósfera más oscura brinda un cambio agradable desde el lado visual. Lo malo es que también por ciertos lapsos carece de intensidad y el villano principal se siente demasiado genérico gracias a que se sabe muy poco de este como para que te resulte de gran interés.

Con respecto a las actuaciones debo de decir que Jay Jay Warren como el protagonista cumple y el resto del elenco no lo hace mal. La producción es de buena factura a pesar del presupuesto limitado: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: The Shed está entretenida. Una película de vampiros con un concepto relativamente fresco para pasar el rato.

Ojometro:
***