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viernes, 4 de julio de 2025

Crítica: Shadow of God (2025)

Película dirigida por Michael Peterson y escrita por Tim Cairo. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de mayo, mientras que su salida en formato físico para algunos mercados se dio el pasado 3 de julio.

Sinopsis:

Mientras se encuentra realizándole un exorcismo a su propio padre, un exorcista de elite empieza a sospechar que la entidad a la que se enfrenta probablemente sea un ser sagrado – incluso el propio dios.


Comentarios generales:

Las películas sobre exorcismos son de las más recurrentes en la actualidad y por lo mismo cada vez es más complicado el poder ofrecer algo novedoso dado a que pareciera que ya se ha contado todo. Así que no es raro que ante esa complejidad se empiecen a combinar temáticas para añadir frescura y eso por lo general no es mala idea, aunque a veces las cosas no salen como se espera y Shadow of God es un ejemplo perfecto de eso.

Ya que lo traído por Peterson mezcla los exorcismos con las sectas sin que realmente se note una idea tan sólida detrás para que la historia pueda amalgamarlos de manera interesante, apostando más que nada a una serie de dudas dentro de un conflicto entre el bien y el mal que logran lo mínimo necesario para que la película pueda ir navegando en su propia mediocridad. Inclinando en un inicio la balanza hacia el lado sobrenatural para ir presentando una serie de situaciones extrañas a las cuales no se les puede encontrar demasiada coherencia y cuya principal meta es más que nada generar un shock momentáneo con el que poco a poco se puede ir haciendo la transición hacia lo “terrenal”.  

Lo cual tampoco es que sea demasiado atractivo dado a que sigue una línea muy básica con respecto a la secta e incluso el tiempo que se toma para profundizar sobre esta por medio de flashbacks es limitado, volviendo a sus miembros personajes de relleno que te importan poco a pesar de que claramente representan un peligro considerable. Siendo este un problema mayor dado a que, salvo por un par de escenas de impacto, la verdad todo lo que involucra a la secta se siente demasiado forzado y gracias a ello el ritmo se vuelve pesado; en especial cuando las revelaciones importantes empiezan a darse sin que provoquen ningún tipo de cambio que por lo menos haga sentir cierta tensión rumbo a la parte final.

Una en la que por lo menos se hace un pequeño esfuerzo por tratar de cambiar la dinámica previa al nuevamente apostar por lo sobrenatural; sin embargo, ante la pobreza visual nada logra tener la fuerza suficiente como para que el desenlace sea convincente. Dejando así una sensación de indiferencia muy marcada una vez que inician los créditos.

Con respecto a las actuaciones no hay mucho que decir. Tal vez por ahí Mark O'Brien (Mason Harper) tiene alguno que otro momento para destacar y ciertos secundarios cumplen con dejar sensaciones perturbadoras, pero nada de eso termina por aportar demasiado al producto en general.

Mientras que en producción se puede notar que hubo un presupuesto limitado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy discreta, el score no está mal, el trabajo de sonido es sólido, la labor de maquillaje es ínfima y los efectos dejan bastante que desear cuando se sustentan en el CGI.

Opinión final: Shadow of God es mediocre. Película que trata de mezclar dos temáticas diferentes sin tener demasiado éxito.

Ojometro:
**

viernes, 11 de abril de 2025

Crítica: Dark Nuns (2025)

Producción surcoreana dirigida por Hyeok-jae Kwon, cuyo guión fue co-escrito por Hyo-jin Oh y Kim Woo-Jin. Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el mes de enero, mientras que su salida en VOD dentro de los Estados Unidos se dio el pasado 4 de marzo.

Sinopsis:

Cuando un joven es poseído por un espíritu maligno, la Hermana Yunia (Song Hye-kyo) trata de salvarlo por medio de un exorcismo. Aunque en su camino se encontrará varios obstáculos, incluida la iglesia misma.


Comentarios generales:

El cine surcoreano es probablemente uno de los más “calientes” en la actualidad debido a que producen una gran cantidad de películas que de alguno u otro modo están recibiendo un nivel de atención considerable y afortunadamente el género de terror es uno de los que más se ha visto beneficiado. Aunque con esto también han llegado choques culturales por las formas en las que cada país aborda ciertos subgéneros y es probable que por eso Dark Nuns no sea del agrado de todos.

Y es que si bien lo traído por Hyeok-jae Kwon es un spin-off/secuela de una película de 2015 (The Priests), lo cierto es que su historia se sostiene por su cuenta al solo recurrir a unas sutiles referencias o cameos para que tome un rumbo menos convencional en donde el exorcismo no parece ser lo más importante. Brindándole así un sello particular que puede no ser el más atractivo dado a que esto también lleva a que durante el primer acto el tema político de la iglesia sea lo predominante y con ello existan pocos momentos en los que se busque generar sustos que complementen lo que, en teoría, es un caso extraordinario con el que hay muchas cosas en riesgo.

Todo bajo un ritmo pausado, pero que poco a poco va volviéndose más ágil conforme el nivel de peligrosidad de la posesión aumenta y se van integrando elementos peculiares como lo es el tarot o la presencia de chamanes que no solo ayudan a elevar la tensión en las acciones, sino a cambiar la dinámica general. Además de que se añade un poco más de sustancia por medio de la historia personal de la Hermana Yunia, aunque tristemente no se profundiza demasiado en este tema como para lograr que el personaje tenga mayor complejidad y no solo se quede como algo un tanto superficial.

Dejándonos así con una parte final que ahora si se centra por completo en el exorcismo y que definitivamente es lo mejor de la película a pesar de que no presenta nada fuera de lo normal, salvo por un detalle con el uso del agua bendita. Aportando un desenlace potente que tal vez en cuestión visual no es tan espectacular, pero que si sabe vender la idea de que se trata de un suceso trascendental de alto impacto con consecuencias irreversibles que brindan un cierre de claroscuros. 

Sobre las actuaciones diría que la labor de todo el elenco es sólida; sin embargo, claramente la atención siempre está puesta en Song Hye-kyo y su interpretación es una con la que se podrían dar algunos cuestionamientos. Sobre todo porque siempre mantiene la misma expresión fría, incluso en los momentos más intensos durante el exorcismo y eso de cierta manera hace que nunca termines por comprar del todo su personaje.

En cuanto a producción encontramos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sobria, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es simple.

Opinión final: Dark Nuns está aceptable. Película que puede resultar pesada, pero que tiene cosas interesantes.

Ojometro:
***

viernes, 9 de agosto de 2024

Crítica: The Exorcism (2024)

Película dirigida por Joshua John Miller, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a M.A. Fortin. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de junio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 1 de agosto; recaudando hasta la fecha $7.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Anthony Miller (Russell Crowe) es un actor con problemas que empieza a mostrar un comportamiento errático mientras se encuentra filmando una película de terror. Haciendo que su hija adolescente empiece a cuestionarse sobre si está recayendo en sus viejas adicciones o si hay algo más siniestro involucrado. 


Comentarios generales:

Creo que nadie se hubiera imaginado que un actor del calibre de Russell Crowe iba a tener durante su carrera una etapa de películas sobre exorcismos, mucho menos que una de esas películas estaría de algún modo ligada a “The Exorcist”. Y es que más allá de la presencia del actor australiano también contamos con un director cuyo padre es Jason Miller, actor quien le diera vida al personaje del Padre Karras y que indudablemente con The Exorcism pretende contarnos algo más introspectivo e íntimo que una simple película sobre posesiones.

Ya que lo traído por Joshua John Miller es una historia que en términos generales propone un análisis de la relación de Anthony con su hija Lee mientras tiene que interpretar a un sacerdote en un remake que claramente es The Exorcist, pero que por cuestiones legales aquí se le llama "The Georgetown Project”. Dejando en manifiesto el toque personal que durante el primer acto puede que no sea el más atractivo, aunque no tanto por lo que presenta, sino porque el ritmo que se utiliza para desarrollar este aspecto no es el más dinámico y además provoca que todo lo referente a la posesión quede un tanto relegado a situaciones poco atractivas.

Algo que cambia conforme se empieza a obtener un tono más oscuro y depresivo por medio del comportamiento errático de Anthony, el cual de manera un tanto endeble se trata de vender como una recaída pero sin que tenga que pasar demasiado tiempo para que resulte obvio sobre lo que verdaderamente es. Llevando a algunos jump scares efectivos y también a la construcción de ciertas escenas que añaden fuerza gracias a lo amenazante que puede llegar a ser el poseído; sin embargo, también se puede notar que durante este punto la película empieza a brincar entre secuencias que no se sienten del todo bien conectadas y poco a poco muchas cosas simplemente parecen no tener un propósito claro rumbo a la parte final.

Una que indudablemente es donde el director (o el estudio) optaron por hacer de esto algo más convencional y se meten de lleno a la posesión, así como al eventual exorcismo. Tratando de que exista la suficiente tensión para que este no sea aburrido ante la falta de elementos más espectaculares y de cierta manera logran su cometido, aunque sin evitar que el cierre te resulte poco relevante.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Russell Crowe lo hace bien para lo que le dan, él es quien mantiene el interés por la película y su posesión es efectiva. Mientras que en producción la factura no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bueno, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: The Exorcism está pasable. Película con un trasfondo más interesante que lo que se ve en pantalla.

Ojometro:
***

viernes, 14 de abril de 2023

Crítica: The Pope’s Exorcist (2023)

Película dirigida por Julius Avery (Overlord), cuyo guión fue co-escrito por Michael Petroni y Evan Spiliotopoulos basándose en los libros “An Exorcist Tells His Story” y “An Exorcist: More Stories”. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 7 de abril, recaudando hasta la fecha $12 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

El jefe de exorcismos de El Vaticano, el padre Gabriele Amorth (Russell Crowe), es mandado a investigar la terrible posesión de un niño en España. Aunque estando ahí pronto descubrirá una conspiración encubierta que el propio Vaticano ha tratado de mantener en secreto durante siglos.


Comentarios generales:

El padre Gabriele Amorth ganó mayor notoriedad después del estreno de su documental “The Devil and Father Amorth” en 2018, así que no es de extrañar que su figura adquiriera algo de popularidad dentro de la industria del cine de terror y más porque sus libros (en los cuales está basada esta película) podían proporcionar material interesante. Por ello es que el anuncio de The Pope’s Exorcist no fue sorpresivo, aunque sí lo fue el hecho de que un actor del calibre de Russell Crowe aceptara estar involucrado en el proyecto y resulta innegable que el interés por este se debe en gran medida a su presencia.

Ya que lo traído por Avery es una historia de exorcismos que no busca otra cosa más que entretener y explotar la peculiar personalidad de su protagonista, centrándose en la diversión antes que en la profundidad y por lo consiguiente cargando mucho más las cosas al lado de la acción. Lo cual durante el primer acto puede que no resulte tan evidente porque es en este periodo cuando existe un ritmo pausado para presentar a los personajes y, sobre todo, la compleja relación que tiene Amorth con la propia iglesia mientras ocurren situaciones habituales de las películas de exorcismos que absolutamente todos pueden ver venir sin mayores contratiempos dentro de un escenario que aporta muchos elementos visuales para que el trabajo de fotografía y la dirección de arte sobresalgan al crear una gran atmósfera.

Siendo hasta la llegada del segundo cuando las cosas se vuelven trepidantes debido a que, una vez que se empiezan a centrar en la posesión de Henry, el ritmo se incrementa de golpe y con ello empezamos a ver ideas más extravagantes que de algún modo encajan. Brindándole así un dinamismo poco habitual en esta clase de trabajos porque la manera en la que se encuentra estructurada la historia hace que los momentos de tensión funcionen la mayoría de las veces sin necesitar de pausas tan largas y eso provoca que la fuerza que se genera sea lo suficientemente elevada de manera constante.

Aunque, por otra parte, también es cierto que este lado extravagante trae consigo una serie de aspectos que no tienen demasiado sentido y eso complica la búsqueda por redondear la idea de la conspiración del Vaticano. Sobre todo porque existen momentos en el que el balance entre lo factible y lo ficticio se pierde rumbo a una parte final en donde se tiene que hacer un esfuerzo importante para tratar de que resulte convincente.

Algo que se consigue a medias. Ya que si bien el desenlace en general es entretenido por la espectacularidad que lo rodea, la verdad es que la forma en la que se resuelve la problemática se siente un tanto fuera de lugar y muy sobre elaborada.

Las actuaciones no están mal con un Russell Crowe que logra ofrecer dualidad por medio de un personaje que puede ser simpático, pero a la misma vez un tanto fastidioso por su forma de afrontar el problema. Mientras que Daniel Zovatto (Padre Esquibel) tiene el papel con mayor evolución y el resto del elenco resultan un buen complemento, especialmente Peter DeSouza-Feighoney (Henry) y Laurel Marsden (Amy) que son los que tienen que lidiar con la posesión.  

Y en cuanto a producción, tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: The Pope’s Exorcist está entretenida. Película para pasar el rato que no hay que tomarse tan en serio.

Ojometro:
***

viernes, 23 de diciembre de 2022

Crítica: Prey for the Devil (2022)

Película dirigida por Daniel Stamm (The Last Exorcism, 13 Sins), cuyo guión fue escrito por Robert Zappia. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México a finales de octubre, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 13 de diciembre.

Sinopsis:

Ann (Jacqueline Byers) es una monja que se encuentra estudiando en una escuela para exorcistas re-abierta por la Iglesia Católica. Aunque estando ahí se encontrará cara a cara con un demonio que tiene misteriosos vínculos con su pasado. 


Comentarios generales:

Para este punto las películas sobre exorcismos las suelo ver más por obligación que por convicción debido a que la mayoría de estas siguen una línea que difícilmente cambia y por lo consiguiente mis expectativas suelen ser bastante bajas en comparación a otros subgéneros. Sin embargo, la premisa de Prey for the Devil sonaba interesante porque tenía potencial para ofrecer algo diferente a lo acostumbrado y en cierta forma lo hace, pero no explota todo su potencial.

Ya que lo traído por Stamm es una historia que te vende la escuela de exorcistas como algo fundamental y de inicio ciertamente lo es al ofrecernos un primer acto en el que Ann se desenvuelve dentro de este peculiar entorno para obtener conocimiento, a pesar de que se encuentra rodeada de complejos arcaicos propios de la iglesia católica. Lo cual claramente le brinda cierta dosis de crítica que, al combinarla con la modernidad de la locación, hace que todo el concepto te atrape y durante 30/35 minutos sientas que estás viendo algo fresco.

Desafortunadamente dicha frescura empieza desaparecer una vez pasado este punto y las cosas poco a poco se van yendo hacia lo convencional, no como para arruinar la experiencia, pero si para entrar a lugares por demás conocidos que resultan muy predecibles tanto en el desarrollo como en la efectividad de los sustos para ir generando momentos de tensión. Aunque el principal fallo es el hecho de que el tema de la escuela se empieza a dejar de lado para darle más importancia a la problemática que envuelve a Ann, con la que se trata de añadir un mayor peso emocional por medio de sus traumas y así construir una relación mucho más compleja con el demonio que la acecha.

Algo que ciertamente no es novedoso y llega a fastidiar, pero al menos proporciona un poco de sorpresa para aquellos que no son tan atentos y en general prepara el camino de manera decente para un desenlace entretenido. Sobre todo porque no se van por la dinámica convencional de las escenas de exorcismos y tratan de hacer algo distinto que probablemente no resulta tan espectacular como se tenía pensado, más si logra que el cierre sea convincente.

En cuanto a las actuaciones la única que resalta es la propia Jacqueline Byers, quien hace lo que debe sin dejar nada particularmente memorable. Mientras que en producción nos encontramos con una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es muy buena, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Prey for the Devil está ok. Película simple de exorcismos para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

martes, 25 de octubre de 2022

Crítica: My Best Friend's Exorcism (2022)

Adaptación del libro del mismo nombre dirigida por Damon Thomas y escrita por Jenna Lamia. Se estrenó directamente en Amazon Prime Video a nivel mundial el pasado 30 de septiembre.

Sinopsis:

En el año 1988 Abby (Elsie Fisher) y Gretchen (Amiah Miller) son las mejores amigas, pero después de una extraña experiencia Gretchen empieza a actuar diferente y pronto se descubrirá que esto es obra de un demonio que quiere quedarse con su cuerpo.


Comentarios generales:

Hay que reconocer que Amazon Prime Video cada año trata de tener contenido de terror para estas épocas, incluso si no se trata de un género al que le den mucha importancia la mayor parte del tiempo. Sin embargo, también hay que decir que sus películas difícilmente suelen emocionar a los fans debido a que no parecen tener una idea clara sobre lo que quieren presentar exactamente y estas terminan sintiéndose como productos a los que siempre les falta algo para trascender, siendo My Best Friend's Exorcism otro de esos ejemplos.

Y es que lo traído por Thomas apenas ofrece lo mínimo necesario como para que se te quede grabado en la memoria un par de días, contándonos una historia en la que los elementos de terror igualmente se encuentran muy limitados. En especial durante un primer acto que tiene como objetivo establecer la amistad de nuestras protagonistas y por lo consiguiente cuenta con un enfoque muy adolescente con el que se trata de integrar un humor ligero que realmente nunca funciona, haciendo que este sea un inicio no tan fácil de digerir si lo que esperas es una experiencia de exorcismos clásica.

Incluso la misma posesión como tal se realiza de la manera menos llamativa posible, pero una vez que se llega a este punto las cosas se vuelven más entretenidas gracias a que es por medio de dicha posesión que durante el segundo acto se empiezan a tocar temas con un mayor nivel de complejidad para hacer que el comportamiento de Gretchen resulte interesante y, sobre todo, refleje la crueldad juvenil necesaria. Lo cual es importante para el desarrollo debido a que provoca que el tono pueda variar ligeramente, además de que es la única vía con la que el conflicto entre las protagonistas puede involucrar a un conjunto de personajes secundarios que con el pasar de los minutos se van perdiendo en la irrelevancia.

Preparando así una parte final que dentro de todo tiene un mejor balance en cuanto al humor y ciertamente no sigue el camino convencional de los exorcismos. Brindándole algo de frescura a pesar de que el desenlace como tal nunca logra alcanzar la fuerza necesaria para que resulte más que una simple anécdota pintoresca demasiado blanda.

Las actuaciones no están mal, Elsie Fisher y Amiah Miller tienen una química correcta y en gran parte son sus interacciones las que evitan que las cosas se vayan al precipicio. Mientras que en producción no tenemos nada del otro mundo: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es decente.

Opinión final: My Best Friend's Exorcism es aceptable. Película con lo suficiente para pasar el rato y luego olvidarla.

Ojometro:
***

viernes, 18 de marzo de 2022

Crítica: The Exorcism of God (2022)

Película dirigida por Alejandro Hidalgo (The House at the End of Time), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Santiago Fernández Calvete. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 10 de febrero y en Estados Unidos hizo lo propio en VOD, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 19 de abril.

Sinopsis:

Un sacerdote estadounidense trabajando en México es poseído durante un exorcismo y termina cometiendo un acto terrible que 18 años después  empezará a atormentarlo y desatará la batalla más importante de su vida.


Comentarios generales:

Con el pasar de los años las películas sobre exorcismos se han vuelto un poco complicadas de ver debido a que es bastante difícil encontrar ideas frescas, realmente casi todas siguen un mismo patrón y eso ha hecho que exista un desgaste mucho mayor en comparación a otros subgéneros que si pueden tomarse más libertades como lo son el slasher o los zombies. Así que realmente con The Exorcism of God no esperaba gran cosa, solo encontrarme más de lo mismo; sin embargo, al final resultó ser uno de los trabajos de exorcismos que más cosas nuevas ha tratado de hacer en años recientes.

Obviamente con esto no quiero decir que lo traído por Hidalgo sea una maravilla debido a que también muestra falencias, pero desde el inicio te deja claro que entre tanta familiaridad encontrarás ciertas cosas que brindan frescura a una historia que contiene una marcada crítica hacia los escándalos de la iglesia con respecto al abuso y a la corrupción que la rodea, así como temas un poco más habituales ligados con la redención que recaen en su protagonista para que él sea quien cargue con todo el peso de estas problemáticas.

Situación que hace que el primer acto sea un poco difícil de digerir ante tanta culpa, ritmo lento y jump scares no tan efectivos; aunque una vez que las acciones toman un poco más de forma se empieza a construir una experiencia oscura que no se limita solo a una posesión. Lo cual sin duda es lo que ayuda a que la segunda mitad de la película sea más dinámica y que la amenaza se sienta una de mayor escala, combinándolo con elementos religiosos que no solo sirven como medios para combatir el mal, sino que también fungen en determinados momentos como parte del peligro existente .

Dejando así una parte final en la que el nivel de violencia se incrementa para proporcionar mayor impacto rumbo a un enfrentamiento decisivo que para mi sorpresa se encuentra bastante bien construido y presenta algo que realmente no recuerdo que haya visto anteriormente. Todo para ofrecer un cierre que en definitiva no te esperas.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, no son malas realmente, pero tampoco nadie hace un trabajo que destaque demasiado. Y en cuanto a producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sólida, el score no es la gran cosa, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje está bien a pesar de que en ciertas cosas añade un toque cómico no intencional que desentona.

Opinión final: The Exorcism of God está aceptable. Película para perder el tiempo que al menos trata de ofrecer algo nuevo a su subgénero.

Ojometro:
*** 

miércoles, 25 de agosto de 2021

Crítica: The Seventh Day (2021)

Película escrita y dirigida por Justin P. Lange (The Dark). Se estrenó en formato físico y digital dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de mayo, mientras que hizo lo propio en México dos días después en cines.

Sinopsis:

Un reconocido exorcista se reúne con un sacerdote novato en su primer día para analizar si este tiene la capacidad para el trabajo. Adentrándose en un perturbador caso que revelará el infierno ya existente sobre la tierra, difuminando la línea entre el bien y el mal mientras emergen demonios personales.


Comentarios generales:

En este punto hacer una película sobre exorcismos representa más un riesgo que un beneficio considerando que es muy complicado poder innovar en dicho subgénero y ya prácticamente todo se ha hecho. Por eso es que cuando veías el trailer de The Seventh Day era difícil poder entusiasmarte debido a que no parecía que aportara algo distinto, lucía como una más y al final eso es precisamente lo que fue.

Aunque para mi sorpresa cuenta con algo que bien pudiera haberla hecho más relevante, al menos en el tema de originalidad, ya que lo presentado por Lange no sigue el patrón convencional de esta clase de historias y opta por construir su caso de manera más amplia para vender la idea de que el mal no solo se concentra en una sola persona. Lo cual hace que el inicio resulte más ágil de lo habitual e incluso cuente con situaciones que añaden fuerza desde temprano para ir estableciendo los retos que los sacerdotes tendrán que enfrentar.

Hasta ahí todo se desarrolla de manera decente, pero lamentablemente dicho inicio con el pasar de los minutos va quedando como algo meramente anecdótico y la película se vuelve tediosa gracias a que la dinámica entre este par nunca te atrapa, todo es forzado con ellos y tampoco es que los actores se complementen de gran manera. Haciendo que las cosas se sientan más como viles acontecimientos que pasan porque si y cuyo diseño, si bien logra generar algunos momentos oscuros o de tensión, se termina convirtiendo en un problema debido a que hace demasiado evidente desde muy temprano el giro con el que se pretende sustentar la parte final.

Una que ante lo predecible se queda sin nada interesante y por lo consiguiente todo lo que ocurre carece del impacto que se supone debería tener. Dejando así un enfrentamiento que en esencia si propone algo con un propósito mayor, pero jamás te deja con ese sentimiento.

Con respecto a las actuaciones tenemos en Guy Pearce (Padre Peter) y Vadhir Derbez (Padre Daniel) uno de los mayores problemas del filme. Ambos están muy mal, tienen cero química en pantalla y eso termina perjudicando muchísimo considerando todo lo que se construye alrededor de su relación, además de que las escenas de mayor impacto tampoco las pueden sacar adelante. 

La producción no está mal: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es correcta, el score es agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Seventh Day es decepcionante. Película predecible y mal actuada que olvidarán en cuestión de horas.  

Ojometro:
**

viernes, 20 de agosto de 2021

Crítica: El Exorcismo de Carmen Farías (2021)

Producción mexicana dirigida por Rodrigo Fiallega y escrita por Molo Alcocer Délano. Se estrenó en cines en México durante el mes de mayo, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 9 de agosto.

Sinopsis:

Después de la muerte de su madre, Carmen (Camila Sodi) descubre que heredó la casa de su abuela. Lugar que decide visitar sin saber que esconde oscuros secretos sobre su pasado.


Comentarios generales:

Uno de los principales problemas con el cine de terror mexicano actual es el querer replicar lo que vemos en el cine estadounidense al pie de la letra, olvidándose por completo de la identidad que alguna vez llegó a tener. Evidentemente no es algo exclusivo de mi país y tampoco lo considero como algo terrible, pero para que esto funcione se debe de tener una gran habilidad al replicar tanto el aspecto visual como el narrativo y El Exorcismo de Carmen Farías logra lo primero, aunque falla bastante en todo lo demás.

Y es que lo que presenta Fiallega se sustenta de manera marcada en ideas tan desgastadas que termina ofreciendo una historia que desde muy temprano se vuelve aburrida y en la que realmente uno puede ir adivinando sin demasiados problemas cuáles serán las situaciones que vendrán con el pasar de los minutos. Dejando así gran parte del atractivo en un apartado visual bien cuidado y en la generación de una atmósfera que ayuda a que la casa resulte un lugar lo suficientemente tétrico como para que por lo menos te interese la manera en que van a explotar dicho espacio para mover hacia adelante una trama tan simple.

Lo cual evidentemente no logran de manera atractiva debido a que el visionado se vuelve más y más pesado con el pasar de los minutos; en gran parte por lo increíblemente obsoletos que lucen todos los recursos para lograr sustos fáciles (que además carecen de un timing adecuado), pero también por el tiempo que se tardan para revelar aspectos fundamentales ligados al propio exorcismo. Ya que por alguna razón se tiene miedo a mostrar de más, todo lo van soltando por pedacitos y eso, en lugar de ayudar a la construcción del frágil misterio, solo hace que el ritmo se haga lento e incluso se genere una sensación de que simplemente le están dando vueltas a lo mismo para que sea la parte final la que resuelva los problemas existentes.

Algo que resulta contraproducente debido a que, si bien esta es la mejor parte de la película, también es cierto que se siente acelerada. Con la intervención de uno de los sacerdotes más ineptos que recuerde y un cierre genérico que al menos cuenta con un nivel de intensidad correcto.

En lo que respecta a las actuaciones realmente la película era un capricho para explotar la popularidad de Camila Sodi, quien no da el ancho para este tipo de personajes. Esto porque se le dificulta bastante el poder manifestar diferentes tipos de emociones para que no luzca tan acartonada en momentos específicos de mayor importancia.

Sobre la producción, es donde claramente tiene sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos salvo por contadas excepciones y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: El Exorcismo de Carmen Farías es aburrida. Una película genérica de exorcismos que pasará sin pena ni gloria.

Ojometro:
**

martes, 8 de junio de 2021

Crítica: The Conjuring: The Devil Made Me Do It (2021)

Película dirigida por Michael Chaves (The Curse of La Llorona) y escrita por David Leslie Johnson-McGoldrick. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 4 de junio, recaudando $57.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) se ven involucrados en el exorcismo de un niño que es totalmente diferente a todos los que han visto. Y las cosas solo empeoran cuando aparentemente el demonio responsable ha tomado el cuerpo de alguien más y tendrán que demostrarlo en la corte.


Comentarios generales:

“The Conjuring” y “The Conjuring 2” son dos películas del más alto calibre dentro del género de terror que dejó la década de los 2010s, así que cualquier cosa que se pretendiera hacer para seguir exponiendo a los Warren en pantalla iba a cargar con una presión enorme y más ante la ausencia de James Wan tras la cámara. La cual auguraba muchos cambios en la presentación general de la película dado su estilo tan marcado.

Por ello es que The Conjuring: The Devil Made Me Do It me resultaba sumamente intrigante, simplemente podía salir cualquier cosa y al final, aunque claramente es la más débil de la tres, logra ofrecer lo suficiente como para poder hacerse de un lugar por sí misma en este universo.

Y esto se debe a que Chaves nos trae la que es la entrega que se sustenta más en la acción y no tanto en la construcción paciente del terror, algo que se puede notar de inmediato con el explosivo inicio que tiene. Solidificando esta visión con un primer acto en donde lo primordial evidentemente es plantear la complejidad que representa este caso en particular al involucrar al sistema penal, pero también dejar en claro que el desarrollo como tal será muy diferente a lo acostumbrado no solo en cuanto a ritmo, sino también en la jerarquía que tendrá cada tema que se presenta.

Ya que aquí en realidad el principal enfoque no es la persona poseída o el juicio, sino la propia historia romántica de los Warren. Algo que no es nuevo porque esto siempre ha sido un punto importante, pero aquí realmente los protagonistas son ellos y en base a eso se empieza a construir una trama sustentada en elementos más detectivescos que involucran al satanismo (ojo con la sutil conexión a Anabelle que esto representa) y llevan las cosas por caminos nuevos que le podrían dar más longevidad a la franquicia. Aunque igualmente son los que generan los problemas más evidentes.

Sobre todo durante un segundo acto que se vuelve pesado ante tantas vueltas que le dan al caso que están tratando de resolver, al grado de que por momentos el tema del juicio queda relegado a un plano muy secundario. Además de que a esto se le une el hecho de que el director no logra construir suficientes momentos de tensión que ayuden a que los jump scares sean tan efectivos como deberían, incluso llegando a abusar de ciertos elementos de manera muy marcada.

Lo bueno es que incluso con estos contratiempos el avance de las acciones jamás cae de manera estrepitosa y el interés por el misterio que hay detrás se mantiene intacto, así  que la parte final puede recomponer el camino. Lográndolo en gran medida al entrelazar de manera efectiva los dos acontecimientos principales, lo cual brinda la espectacularidad e intensidad necesarias por un lado y una conclusión concreta por el otro. 

En cuanto a las actuaciones tanto Vera Farmiga como Patrick Wilson siguen estando muy bien en roles que ya manejan a la perfección, complementándose cada vez mejor y haciendo que su historia te interese incluso más. Mientras que del resto del elenco quien más destaca es Ruairi O'Connor (Arne), a pesar de que su tiempo en pantalla es mucho más limitado de lo que esperas.

Del lado de la producción contamos con la factura bien cuidada de siempre: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte sólida, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos sin ser tan complejos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: The Devil Made Me Do It me gustó. No está a la altura de sus predecesoras y la ausencia de Wan se nota, pero aún así vale la pena.

Ojometro:
****

martes, 9 de junio de 2020

Crítica: The Dawn (2020)


Película dirigida por Brandon Slagle (Dead Sea), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Elliot Diviney. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el 25 de febrero.

Sinopsis:

Después del asesinato de su familia a manos de su propio padre que había regresado de combatir en la Primera Guerra Mundial, Rose (Devanny Pinn) es enviada a un convento. Sin embargo, diez años después, los demonios que alguna vez perturbaron la voluntad de su padre parecen haber regresado para atormentarla.



Comentarios generales:

Seguimos con las películas de posesiones y en esta ocasión nos topamos con una propuesta mucho más clásica que en lo personal me generaba mayor interés gracias a que se trataba de una de época. Ya que en años recientes esta clase de trabajos han sido algunos de los mejores dentro del género y sentía curiosidad por ver si The Dawn podría unirse a dicha lista.

Algo que no logra, pero eso no significa que lo presentado por Slagle sea una pérdida de tiempo debido a que gracias a su enfoque clásico se consigue construir una historia simple que por momentos te hace recordar a algunas películas de los 70s (sobre todo el inicio). Estableciendo la existencia de algo maligno desde muy temprano para dejar en claro el tono oscuro bajo el que se desarrollarán las acciones, aunque sin cerrar las puertas a otro tipo de explicaciones con las cuales poco a poco se empiezan a plantar dudas con respecto a la estabilidad mental de la protagonista.

Llevando así a un segundo acto que se sustenta principalmente en ver el lento sufrimiento de Rose y su progresivo deterioro que en todo momento juega con la incertidumbre de saber si lo que le sucede en verdad es provocado por algo demoníaco o si simplemente se trata de alguien con severos problemas mentales. Lo cual funciona por grandes lapsos, pero también por otros tantos las acciones se vuelven medio aburridas debido a que el avance ciertamente es lento y eso se ve magnificado gracias a escenas que tienen exactamente el mismo diseño y a un score en extremo repetitivo. Además de que no cuenta con demasiados momentos de impacto.

Con respecto a la parte final no puedo decir mucho porque si no caería en el terreno de los spoilers. Solo diré que logran responder la mayoría de las preguntas que se presentan y se cuenta con un factor sorpresa sólido que hace que el cierre resulte mucho más interesante de lo que parecía originalmente.

De las actuaciones se puede decir que Devanny Pinn hace un trabajo bastante efectivo, sin ella probablemente la película se hubiera hundido; aunque por otra parte tenemos a una Stacey Dash (Ella) que está terrible. La producción no está mal: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score como mencioné antes es repetitivo, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje correcta.

Opinión final: The Dawn está ok. Película para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

viernes, 5 de junio de 2020

Crítica: Awoken (2020)


Primer largometraje del director Daniel J. Phillips, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Alan Grace. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una joven estudiante de medicina trata de curar a su hermano de una enfermedad terminal llamada insomnio familiar fatal, la cual hace que no puedas dormir hasta que mueras. Sus intentos son desesperados y cuando parece haber encontrado algo para ayudarlo, una razón mucho más siniestra detrás de su condición sale a relucir.



Comentarios generales:

A diferencia de algunos otros subgéneros sobreexplotados como el de zombies o los slasher, el de exorcismos realmente no tiene demasiado margen de maniobra para poder presentar propuestas que se diferencien de gran manera una de la otra. Evidentemente esto no impide que se puedan ver buenas películas de este tipo; sin embargo, si existe un porcentaje elevado de probabilidad de encontrarnos con trabajos que simplemente no aportan nada más allá de un visionado cuyo recuerdo será efímero y ese me temo que es el caso con Awoken.

Y es que lo que nos trae Phillips es una película genérica por excelencia con la que podemos anticipar sin demasiados problemas todo lo que sucede, siendo la enfermedad el único elemento para añadir algo de complejidad y, sobre todo, cierta originalidad al desarrollo de las acciones. Brindando así la excusa perfecta para trasladar esta historia a un terreno médico que proporcione un escenario no tan común en el cual se puedan establecer ciertas limitantes e ir desenvolviendo el misterio de manera simple al ir integrando poco a poco toda la cuestión religiosa habitual.

Algo que se da sin demasiados contratiempos, pero que resulta muy aburrido de ver debido a que el ritmo no es el más atractivo y porque en realidad el tema de la enfermedad se queda totalmente en el olvido. Además a esto hay que agregarle que las escenas pensadas para ir incrementando el nivel de tensión conforme el demonio va adquiriendo relevancia no representan nada memorable que te haga sentir gran curiosidad por saber más sobre este, dejando mucho tiempo de relleno dentro de un segundo acto en el que la sensación de vacío se vuelve demasiado fuerte.

Todo para llevarnos a una parte final que sin duda es la más intensa gracias a la violencia un poco más elevada que maneja, aunque a pesar de dicha mejora nunca se logra cambiar demasiado la tendencia previa. Ya que la sorpresa que se guardan no tiene ningún tipo de efecto debido a la cuestión de la predictibilidad y el “exorcismo” definitivo no tiene nada que destaque.

Con respecto a las actuaciones se puede decir que ninguna es terrible, pero tampoco ninguna es lo suficientemente destacada como para elevar el nivel de las cosas. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score no resalta, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos cumplen y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: Awoken es bastante mediocre. De esas películas que no tienen nada terrible, pero que tampoco te pierdes de mucho si no las ves.

Ojometro:
** 

martes, 19 de mayo de 2020

Crítica: La marca del demonio (2020)


Película mexicana dirigida por Diego Cohen y escrita por Ruben Escalante Mendez. Se estrenó en cines dentro de México durante el mes de enero, mientras que actualmente ya se encuentra disponible en Netflix.

Sinopsis:

Para lograr expulsar un demonio, a veces hay que serlo. Y tanto el padre Tomás (Eduardo Noriega) como su socio Karl (Eivaut Rischen) se verán en una lucha por encontrar el bien enfrentando al mal contra… ¿el mal?



Comentarios generales:

El cine de terror mexicano sigue en su largo proceso para encontrar nuevamente el sitio relevante que alguna vez tuvo, abriéndose cada vez más a ideas que hasta hace no mucho era casi imposible que se aceptaran debido a que para varias personas significaban un tipo de sumisión ante el cine comercial estadounidense. Eso ha brindado cierta variedad que con el paso del tiempo puede dar frutos y expandir los horizontes de las producciones mexicanas; sin embargo, dudo muchísimo que La marca del demonio sea de gran ayuda en ese aspecto.

Ya que lo que nos presenta Cohen es malo, muy malo. Sin duda de lo peor que he visto en lo que respecta a películas mexicanas y de la que no hay mucho que se pueda escribir.

Simplemente se trata de una historia con una idea interesante que es terriblemente mal ejecutada y que falla en todos los apartados importantes, dejando así un producto que a pesar de su corta duración (82 minutos) se siente como si durara tres horas debido a que no existen demasiadas cosas que hagan dinámico el desarrollo y gracias a eso el ritmo se vuelve tremendamente pesado sin que cambie en lo absoluto durante todo el metraje. Dando lo mismo si se te presenta una posesión, un flashback o algún momento de impacto.

Todo para llegar a uno de los enfrentamientos finales más desangelados y mal producidos que recuerde.

Las actuaciones también son bastante lamentables, por ahí Rischen y Noriega tienen algunos breves momentos correctos, pero en general todos los involucrados se sienten forzados y sin saber cómo manejarse dentro de una película de este tipo. En lo referente a la producción es donde tiene sus pocos buenos atributos: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte es muy básica, el score cumple, el trabajo de sonido es bastante malo, la labor de maquillaje está ok y los efectos no son taaan malos, pero dejan mucho que desear.

Opinión final: La marca del demonio es terrible. Sin duda una de las peores películas del 2020.

Ojometro:
*

martes, 11 de febrero de 2020

Crítica: The Assent (2020)


Película escrita y dirigida por Pearry Reginald Teo (The Curse of Sleeping Beauty). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que hizo lo propio en México durante el fin de semana pasado. Recaudando hasta la fecha solo $450,000 dólares en taquilla a nivel mundial.  

Sinopsis:

Después de una serie de perturbadores eventos sobrenaturales en su casa, un joven padre soltero empieza a sospechar que su pequeño hijo tal vez se encuentre poseído.



Comentarios generales:

La promoción lo es todo en la actualidad, el saber vender tu película es algo fundamental para obtener distribuidores y después para llevar gente a las salas de cine. Eso claramente lo tiene muy bien identificado la gente detrás de The Assent debido a que su póster es uno de los más llamativos que recuerde en años recientes y solo gracias a eso muchos la van a ver. Así de atractivo es, aunque todo será para llevarse una tremenda decepción.

Y es que lo que nos trae Pearry Reginald Teo es una historia de exorcismos en la que lo más interesante se da justo en la introducción, presentándonos breve información sobre las tres etapas que aparentemente involucra una posesión. Un aspecto que le da cierto toque de originalidad a las cosas (al menos yo no recuerdo algo similar) y que supones será parte fundamental para el desarrollo; sin embargo, no tiene que pasar demasiado tiempo para darte cuenta que solo se trata de algo que rápidamente será olvidado para dar pie a un concepto mucho más estándar que, de vez en cuando, tratará de añadir cierto nivel de complejidad por medio del uso superficial de la esquizofrenia.

Sin duda una idea que tampoco era tan mala debido que el lado medico cuando se trata de exorcismos siempre está presente y nunca se le brinda mucha atención, pero aquí solo sirve más que nada para propósitos visuales que generen una distracción. Ya que el exorcismo como tal es uno de los más pobres que recuerde, sin fuerza, sin ninguna clase de dinamismo que aumente el ritmo de la segunda mitad o vamos… algún momento que no se te olvide en un par de minutos; simplemente ocurre porque tiene que ocurrir hasta que por fin se establezca una problemática más compleja durante la parte final.

Una parte final que tampoco mejora en lo absoluto la experiencia gracias a que para este punto ya nada te importa y porque realmente empiezan a enredar las cosas a un grado absurdo para poderte sorprender con un giro que juega con las reglas iniciales. Dejando así un cierre muy precipitado y, sobre todo, anticlimático.

Las actuaciones son realmente malas y no es que estemos hablando de un elenco sin experiencia previa, siendo las de Robert Kazinsky (Joel) y Caden Dragomer (Mason) las que dejan peor sabor de boca. Su química no existe, lo cual es un terrible problema gracias a que su relación de padre e hijo es el sustento de todo lo que ocurre en pantalla y sin esta nada funciona.

En cuanto a producción la película si tiene una factura decente: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es buena, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje cumple y los efectos a base de CGI son bien manejados.

Opinión final: The Assent es bastante mala. Película de exorcismos con ideas prometedoras que se quedará en la total intrascendencia.

Ojometro:
**

martes, 28 de enero de 2020

Crítica: The Cleansing Hour (2020)


Película dirigida por Damien LeVeck (Dark, Deadly & Dreadful), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Aaron Horwitz. Se estrenó en cines y VOD dentro de China a inicios de mes, mientras que su salida en Estados Unidos todavía no tiene fecha definida.

Sinopsis:

Drew (Kyle Gallner) y Max (Ryan Guzman) producen un exitoso show por internet en el que muestran exorcismos en vivo, aunque ninguno de estos es real. Sin embargo, durante uno de sus shows la actriz principal es verdaderamente poseída por un peligroso demonio que los mantendrá secuestrados ante los ojos de una audiencia global.



Comentarios generales:

Ya he dicho anteriormente que las películas inspiradas en cortometrajes no suelen funcionar la mayoría de las veces debido a que sus ideas están pensadas para desarrollarse en un tiempo limitado y no como un largometraje que representa otro tipo de exigencias, así que por eso no tenía demasiadas expectativas con The Cleansing Hour. Sobre todo porque en su momento pude ver el corto y, si bien el concepto me gustó, este no parecía que pudiera dar para más. Aunque claramente estaba equivocado.

Esto porque los que nos trae LeVeck en verdad funciona y se siente como algo refrescante para tratarse de una historia de exorcismos, alejándose por completo del found footage para explotar el uso del internet de una manera más elaborada que le permita construir un espectáculo que no carezca de sustancia. Mostrándonos así lo suficiente para conocer a los personajes y entender de buena manera lo que hay detrás de este show, lo cual deja el camino puesto para que la aparición del demonio tenga un impacto inmediato debido a que su presencia no solo proporciona el shock requerido, sino que además logra cambiar por completo la dinámica del exorcismo tradicional.

Y es que aquí quien lleva el mando es el demonio, las cosas se hacen bajo sus reglas y eso provoca que cada situación resulte bastante tensa gracias a que, además de solucionar el tema de la posesión, también se tienen problemáticas secundarias ligadas con la producción del show. Generando así una mezcla interesante que solo por unos breves momentos se siente algo forzada, pero que en general funciona de buena manera para brindarle un ritmo ágil a las acciones e ir conociendo un poco más sobre el pasado de uno de los protagonistas.

La parte final me agradó, es intensa y la manera en la que se utiliza la tecnología para poder realizar un exorcismo improvisado durante este enfrentamiento es algo divertido de ver. Sin embargo, es una sorpresa que se guardan de manera muy efectiva la que termina por darle otra dimensión a los sucesos ocurridos.

Las actuaciones están bastante bien, Gallner y Guzman hacen una buena mancuerna en pantalla para lograr varios de los momentos más emotivos, pero es Alix Angelis (Lane) la que se roba la atención como la poseída. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es bueno, el trabajo de sonido limpio y la labor de maquillaje cumple. Solo algunos efectos que recaen en el CGI no lucen precisamente bien.

Opinión final: The Cleansing Hour me gustó. Película divertida que le da un toque fresco a un subgénero tan desgastado como lo es el de exorcismos.  

Ojometro:
****

martes, 23 de julio de 2019

Crítica: Belzebuth (2019)


Producción mexicana dirigida por Emilio Portes, quien además es co-escritor del guión junto a  Luis Carlos Fuentes. Se estrenó dentro de cines en México a inicios de año, mientras que su salida en formato físico y VOD se dio el pasado 15 de abril.

Sinopsis:

Después de haber perdido a su familia de una manera extremadamente trágica, el detective Emmanuel Ritter (Joaquín Cosio) debe de investigar una masacre dentro de una escuela provocada por un estudiante. Al inicio todo parece tener un camino muy claro, pero con el pasar de los días el caso se vuelve mucho más complejo cuando un sacerdote del Vaticano aparece con otro punto de vista.



Comentarios generales:

Un problema del cine mexicano de terror actual es que se suelen copiar ideas provenientes de otros países en lugar de tratar de generar contenido que se adapte a la idiosincrasia mexicana, obviamente en algunas ocasiones resulta, pero casi siempre los resultados no son los mejores. Aunque en el caso de Belzebuth desde un inicio se podía notar que la intención era ofrecer algo con cierta identidad nacional que no la dejara parada como otro intento de copia, sobre todo conociendo la trayectoria de su director; sin embargo, al final el resultado ha sido un tanto mixto.

Y es que lo que nos regala Portes es una película con puntos muy altos y puntos bastante bajos, en donde nos cuenta algo que por momentos tiene clara su identidad pero también problemas para mantenerla ante la tentación de añadir elementos hollywoodescos. Tentación que al menos durante los primeros 50 minutos logra contener de manera adecuada al presentar una historia que no se guarda nada, mostrando situaciones complejas que involucran niños para añadir impacto inmediato y a partir de eso ir construyendo un misterio que evidentemente tiene un trasfondo satánico detrás, pero que deja espacio para jugar un poco con el tema de la violencia existente en el país tanto para añadir cierta crítica social como para tratar de despistar al espectador.

Es llegando a la mitad cuando las cosas empiezan a descomponerse, en parte por los elementos hollywoodescos que se incluyen, aunque en gran medida porque la trama entra en terrenos religiosos a los que cuesta trabajo tomarlos en serio.

De pronto algo que se sustentaba en cultos se vuelve una batalla milenaria del bien contra el mal que simplemente nunca fluye como debería y con tanta explicación provoca que el ritmo vaya disminuyendo de manera progresiva. Haciendo así que el segundo acto no solo sea aburrido, sino que por momentos parezca que estás viendo una película totalmente distinta a la de la primera hora. En la cual se trata de generar más terror por medio de elementos convencionales y no tanto por las situaciones perturbadoras que proporcionaban fuerza de manera orgánica.

Para nuestra suerte la parte final logra recomponer un poco las cosas al ofrecer un exorcismo que utiliza ciertos elementos únicos improvisados para poder llevarse a cabo. Brindándole así la espectacularidad, sangre y potencia necesaria a un cierre que deja buenas sensaciones a pesar de los problemas previos.  

Las actuaciones están bien, Joaquín Cosio no lo hace mal con un papel bastante atípico para él y Tobin Bell (Vasilio Canetti) sobrelleva un personaje que no le exige demasiado. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score está ok, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son precisamente los mejores cuando se recae en el CGI y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Belzebuth está aceptable. Película con altibajos muy marcados que pueden ver un día que no tengan muchas cosas que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 28 de septiembre de 2018

Crítica: The Devil's Doorway (2018)


Primer largometraje de la directora Aislinn Clarke, quien además comparte créditos como co-escritora del guión junto a Martin Brennan y Michael B. Jackson. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que su salida en formato físico ya está confirmada para el próximo 23 de octubre.

Sinopsis:

En el otoño de 1960 el padre Thomas (Lalor Roddy) y el padre John (Ciaran Flynn) son enviados por el Vaticano a investigar un misterioso evento en una casa en Irlanda para “mujeres caídas”, aunque ya estando ahí descubrirán algo mucho más terrible.



Comentarios generales:

A estas alturas queda claro que a los found footage los amas u los odias, con estos no existen medias tintas debido a que su sobreexplotación durante la última década ha generado eso entre los fans. En general el sentimiento es que ya se ha hecho todo lo que se podía hacer con estos y que la mayoría solo recicla ideas previas que ya no funcionan; un argumento sin duda valido que definitivamente The Devil's Doorway no va a cambiar, pero que al menos trata de refutar sin demasiado éxito.

Esto porque estamos ante una película con la cual Clarke y compañía realmente no innovan en nada narrativamente hablando, contándonos una historia básica en la que durante el primer acto vemos lo habitual y solo se pretende alejar un poco del resto implementando una dinámica entre los dos sacerdotes en la que el escepticismo juega un papel importante. Hasta ahí no hay nada extraordinario y todo resulta bastante aburrido, sin embargo, donde si pretenden hacer algo original es en el apartado visual al brindar una experiencia de 16mm increíblemente bien lograda con la cual no resulta complicado sumergirse en la década de los 60s incluso con tan pocas referencias presentadas.

En ese sentido el trabajo de fotografía es genial, pero también presenta algunas complicaciones a la hora de exponer los hechos dado a que vuelve incomodo el visionado por determinados lapsos. Especialmente durante un segundo acto que es un poco más frenético al cambiar por completo el enfoque a uno mucho más oscuro que involucra posesiones y elementos paranormales.

Un cambio que no aporta demasiado más allá de una serie de sustos fáciles que en ocasiones funcionan y en otras no tanto. Además de que nunca termina por sentirse como algo verdaderamente importante considerando los secretos que se van revelando, los cuales no tienen grandes consecuencias y quedan parados como meras anécdotas.

La parte final es la que funciona mejor, aunque no alcanza para salvar la película. Aquí es donde los elementos satánicos empiezan a tener más sentido y la sensación de claustrofobia generada es bastante potente como para que el desenlace resulte efectivo a pesar de ser muy predecible.

Sobre las actuaciones debo de decir que Roddy y Flynn no lo hacen mal, sus interacciones siempre resultan interesantes ante lo contrastantes que resultan sus personajes. La producción es sólida: el trabajo de fotografía como lo mencione antes es bueno, la dirección de arte está ok, el score es pasable, el trabajo de sonido limpio y tanto los efectos como la labor de maquillaje cumplen.

Opinión final: The Devil's Doorway es decepcionante. Un found footage con personalidad que tristemente no puede explotarla con una historia interesante.

Ojometro:
**

martes, 7 de agosto de 2018

Crítica: The Devil and Father Amorth (2018)


Documental dirigido por William Friedkin (The Exorcist), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Mark Kermode. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que desde finales de julio se encuentra disponible en Netflix.

Sinopsis:

El director de “The Exorcist”, William Friedkin, sigue a un sacerdote de 91 años que le realiza un exorcismo real a una mujer dentro de un pequeño pueblo en Italia.



Comentarios generales:

Cuando se reveló que el director de la que es posiblemente la película de terror más importante de la historia iba a realizar un documental sobre dicho tema no tuvieron que pasar ni cinco minutos para que me generara interés. Y es que independientemente de que seas creyente o no sobre estos temas, lo cierto es que The Devil and Father Amorth en si era algo especial si tomamos en cuenta que Friedkin ya no suele hacer muchas cosas y verlo regresar se puede decir que es hasta un lujo que no se sabe cuando pueda volver a ocurrir. Al final de cuentas siempre es bueno ver regresar a estas leyendas, incluso si lo que presentan carece de brillo como ocurre aquí.

Lo cual se debe en gran medida a las propias limitantes que este documental trae consigo de origen debido a que, más allá del exorcismo realizado en Italia, realmente no cuenta con demasiada sustancia que se pueda explotar y eso obliga al director a tener que echar mano de cosas que harán muy difícil que el espectador mantenga el interés. Como por ejemplo, referencias a The Exorcist que solo tienen cierto tiempo de efectividad para engancharte (si es que nunca has visto algún tipo de material con respecto a su filmación) y con las cuales se construye el inicio; uno que por momentos no parece llevar a ningún lado ante la débil manera en la que se va conectando todo lo referente a la película con el padre Gabriele Amorth.

Una figura de la cual solo se presenta lo básico, sin entrar en demasiados detalles que pudieran generar incomodidad con ciertas esferas religiosas y así avanzar casi de inmediato al exorcismo. Uno que sin duda es la parte más interesante, principalmente por el morbo que genera, pero también porque es algo distinto a lo que se ve habitualmente en las películas al carecer por completo de espectacularidad y efectos que ayudan a generar las dudas suficientes sobre si en verdad fue algo real o no.

Lo malo es que después de que este pasa todo se vuelve intrascendente y aburrido en general. Por ahí se trata de generar la típica discusión sobre si es un fenómeno que no tiene explicación lógica o si solo es una enfermedad mental; sin embargo, todo esto se va a la basura gracias a la manera tan dramática y digamos “conveniente” con la que cierran el documental.

En cuanto a producción es de buena factura como era de esperarse considerando a su creador: está bien editado, el score me agradó y el trabajo de sonido es bastante limpio en todo momento.

Opinión final: The Devil and Father Amorth es decepcionante. Documental más que nada para curiosos del tema.

Ojometro:
**

viernes, 3 de agosto de 2018

Crítica: Another Soul (2018)


Película escrita y dirigida por Paul Chau (Scalp). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de mayo, mientras que su salida en DVD se dio el pasado 24 de julio.

Sinopsis:

Una pareja que se encuentra huyendo se ve obligada a pelear para salvar a su hija de un terrible demonio que pretende tomar posesión de su cuerpo a como dé lugar.



Comentarios generales:

En este punto cada que veo aparecer el nombre de Gravitas Ventures al inicio de una película mis expectativas se reducen al mínimo considerando que en los últimos años esta distribuidora nos ha traído algunos trabajos que han dejado mucho que desear. Lo cual es una pena debido a que cuando se empezaron a aventurar dentro del género no eran así las cosas (gracias a ellos pudimos ver la fantástica Jug Face) y, aunque probablemente en algún punto vuelvan tener éxito con sus elecciones, en definitiva Another Soul no será la que inicie dicha tendencia.

Y es que lo que nos trae Chau es algo lamentable, una historia sin pies ni cabeza en la que cada situación parece improvisada durante la eterna búsqueda por encontrar un hilo conductor más o menos decente. Presentándonos a una familia que se encuentra huyendo de algo (nunca sabes de qué exactamente) y cuya hija por alguna razón es el objeto del deseo de un demonio cuya caracterización parece sacada de un circo.

En términos generales de eso va la película y si buscas cierto  desarrollo no lo vas a encontrar por ningún lado debido a que aquí solo se trata de ir integrando elementos o personajes de manera aleatoria para darle sentido a una situación que, a pesar de su simpleza, nunca logran brindarle un verdadero motivo para que te genere interés o por lo menos contenga algunos momentos para recordar. Sobre todo durante un segundo acto en el que los avances son lentos y con poca lógica; además de que carece por completo de cualquier dosis de suspenso o de la construcción de una atmósfera decente que le brinde cierto nivel de personalidad.

Todo este desastre previo hace que la parte final sea básicamente un revoltijo de ideas que pretenden armar un enfrentamiento épico con el demonio, pero con desastrosos resultados. Si tratan de variarle un poco a la dinámica habitual de exorcismos, sin embargo, la falta de profundización sobre lo que llevó a este suceso hace que realmente no te importe en lo absoluto lo que ocurre.

Las actuaciones son horribles, no cuentan con absolutamente nada de emoción para una situación como la que se presenta y solo te quedas con personajes acartonados que no transmiten lo que deberían. La producción tampoco cuenta con nada destacado: el trabajo de fotografía es muy pobre, la dirección de arte es raquítica, el score repetitivo, el trabajo de sonido tiene fallos, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje resulta hasta cómica.

Opinión final: Another Soul es una aberración de las grandes. No pierdan su tiempo viendo esto.

Ojometro:
*

viernes, 8 de diciembre de 2017

Crítica: The Crucifixion (2017)


Película dirigida por Xavier Gens (Frontier(s)), cuyo guión fue escrito por Chad Hayes y Carey W. Hayes. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 6 de octubre, mientras que su salida en DVD se dio el pasado 5 de diciembre.

Sinopsis:

Cuando un sacerdote es encarcelado en Rumania por el asesinato de una monja a la que le estaba practicando un exorcismo, una periodista de investigación se lanza en un viaje para determinar si en verdad él asesinó a una persona mentalmente enferma o si perdió la batalla contra una presencia demoníaca.



Comentarios generales:

En ocasiones anteriores ya he comentado que el hacer películas sobre exorcismos es una de las labores más complicadas dentro del género debido a que realmente hay poco espacio para innovar y en general las personas quieren ver cosas muy específicas. Por eso mismo ya no suelo esperar demasiado con esta clase de trabajos y mis expectativas suelen ser muy bajas, pero el hecho de que The Crucifixion contará con la participación de los guionistas de ambas películas de The Connjuring hizo que me emocionará más de lo normal y esperara algo con mayor potencial; sin embargo, eso solo fueron falsas esperanzas.

Y no se debe a que la película en si sea mala, sino que en realidad lo que nos regalan Gens y los Hayes es un trabajo que en todo momento sientes que puede lograr más pero que nunca termina por dar ese paso necesario que lo haga especial. Lo cual es una lástima porque en realidad la película inicia de manera sólida, estableciendo rápidamente el exorcismo en cuestión y todo lo que desencadena para iniciar así una labor de investigación que resulta interesante de seguir gracias a la postura con respecto a la religión de nuestra protagonista; una que le brinda cierta curiosidad natural que se aprovecha para ir presentando lugares diseñados específicamente con la intensión de generar una atmósfera oscura, así como momentos para insertar alguno que otro susto fácil.

Esto, combinado con el trabajo de fotografía que hace resaltar de gran manera los paisajes rumanos, hace que la película fluya sin contratiempos; sin embargo, dicha mezcla va perdiendo su efectividad cuando empieza a ser evidente el camino que tomará todo el tema de la posesión. A partir de ahí la película se vuelve lenta y extremadamente repetitiva, principalmente porque todo lo referente a la monja poseída no genera demasiado interés (ni siquiera los flashbacks) y de manera gradual esa sensación de peligro que se sintió por varios lapsos durante los minutos iniciales va desapareciendo ante una investigación que se alarga más de lo que debería.

La parte final no está mal, pero le faltó impacto. Si logran cerrar el círculo de manera coherente para justificar la escena del exorcismo principal, pero esta no tiene nada de especial; simplemente se da porque se tiene que dar, sin elementos visuales que se te queden grabados o que le puedan brindar un cierre con la fuerza necesaria.

Las actuaciones están ok, realmente todo recae en Sophie Cookson (Nicole) y no lo hace mal a pesar de que durante toda la segunda mitad la obligan a realizar prácticamente lo mismo en repetidas ocasiones. La producción es sin duda su punto fuerte: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos no son la gran cosa y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Crucifixion es una película más de exorcismos. No es mala, pero tampoco tiene demasiadas cosas que la hagan especial como para recordarla por mucho tiempo.

Ojometro:
***