martes, 21 de febrero de 2023

Crítica: The Offering (2023)

Película dirigida por Oliver Park (A Night of Horror: Nightmare Radio) y escrita por Hank Hoffman. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 18 de abril.  

Sinopsis:

Una familia que se encuentra luchando con la pérdida de un ser querido se encuentra de repente a merced de un antiguo demonio que trata de destruirlos desde adentro.


Comentarios generales:

Las películas que involucran al judaísmo no es que se estén volviendo más populares, pero de vez en cuando sale alguna que otra que te recuerda que están ahí y por lo regular cuentan con cierta frescura debido a que todavía no han sido tan explotadas como aquellas que involucran otras religiones. Por ello es que siempre me generan cierta curiosidad y las veo con un poco más de interés, incluso si su propuesta es una tan genérica como la de The Offering.

Ya que lo traído por Park es una historia de demonios con la que el espectador seguramente va poder adelantarse a la mayoría de los sucesos sin demasiados contratiempos, pero a pesar de dicha predictibilidad en ningún momento se siente un gran desinterés por lo que estás viendo debido a que, entre las buenas actuaciones y ciertos apartados técnicos, se logran solventar muchas cosas. Sobre todo durante un primer acto en el que el tema familiar es importante para ir construyendo los conflictos y por ende lo sobrenatural queda un tanto de lado, obligando así que se trate de explotar de mayor manera la atmósfera generada por el trabajo de fotografía y la dirección de arte.

Lo cual evidentemente no evita que el ritmo se sienta algo lento, aunque en realidad las cosas avanzan de manera estable y con el pasar de los minutos los recursos habituales como los jump scares o los sueños empiezan a darle forma al “misterio” detrás del demonio. Uno que tiene un trasfondo bastante tétrico, sin embargo, este nunca se logra explotar de la mejor manera posible al optar por situaciones que recurren a lo mismo una y otra vez, fallando así en tratar de generar la tensión necesaria que ayude a magnificar tanto su peligrosidad como la tragedia que este provoca para conseguir su objetivo.

Afortunadamente la parte final logra sacudirse dichos problemas y sin duda es lo mejor de la película al ofrecer un nivel de intensidad elevado que, ahora sí, hace que el demonio se sienta como un peligro importante. Proporcionando los momentos con más violencia y dinamismo para dejarnos un desenlace totalmente acorde al tono oscuro que se manejó durante los minutos previos.

Sobre las actuaciones creo que es donde encontramos su mayor fortaleza porque el casting es muy sólido en líneas generales. Nick Blood (Arthur), Emily Wiseman (Claire) y Allan Corduner (Saul) tienen muy buena química como familia que quiere reconectarse, mientras que Paul Kaye (Heimish) aporta el toque extravagante sin caer en lo caricaturesco.

En producción también tenemos una factura interesante: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es de primer nivel, el score sólido, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos cumplen y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Offering está ok. Película estándar sobre demonios para ver cuando no tengan otra cosas más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 17 de febrero de 2023

Crítica: Sick (2023)

Película dirigida por John Hyams (Alone), cuyo guión fue co-escrito por Kevin Williamson y Katelyn Crabb. Se estrenó el pasado 13 de enero por medio de Peacock, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Durante la pandemia por COVID-19, Parker (Gideon Adlon) y su mejor amiga Miri (Bethlehem Million) deciden hacer cuarentena en la casa del lago que pertenece a su familia donde estarán completamente solas… o eso es lo que creen.


Comentarios generales:

La pandemia provocada por el COVID-19 fue un suceso que nos marcó a absolutamente todos y, a pesar de que poco a poco se ha ido dejando atrás, varias de sus consecuencias todavía siguen estando presentes de alguna u otra forma en la vida diaria. Por ello no resulta extraño que empecemos a ver películas que se ubiquen durante este tumultuoso periodo y si alguien como Kevin Williamson (guionista de “Scream”) lo utiliza para un slasher por supuesto que me va a generar interés, al final de cuentas esa es su especialidad y con Sick lo deja en claro.

Ya que lo traído por Hyams es un slasher con toda la esencia de aquellos que proliferaron a finales de los 90s, al grado de que su introducción hará recordar a la de Scream por varias similitudes que tiene para establecer rápidamente la peligrosidad del asesino. Una decisión inteligente si tomamos en cuenta que esos dinámicos diez minutos iniciales son seguidos de una media hora en la que realmente no pasa mucho y lo más llamativo es la exposición de situaciones con las que el espectador pueda sentir cierta familiaridad en lo que se refiere a la seriedad con la que cada persona vivió esos primeros meses caóticos de la pandemia.

Lo cual no suena nada atractivo y ciertamente no lo es; sin embargo, dichos treinta minutos tampoco son tan aburridos como para arruinar el visionado e incluso cuentan con algunas secuencias que ayudan a ir generando la sensación de peligro necesaria para cuando inicie el caos.

Uno que llega de la mejor manera posible y prácticamente en automático cambia por completo las cosas al entrar a una serie de peleas o persecuciones muy bien realizadas que imprimen un ritmo agil y muchísima intensidad sin que el conteo de muertos sea para nada alto. Y lo mejor de esto es que dicho frenetismo lo mantienen durante todo el segundo acto, logrando así que la tensión alcance niveles importantes y por lo consiguiente el riesgo para las protagonistas sea muy palpable a pesar de que se utilizan muchos de los clichés habituales en los slasher que ya nos sabemos de memoria.

Así llegamos a la parte final en donde las cosas se tranquilizan un poco con la revelación del motivo que hay detrás de la matanza. El cual tiene mucho sentido, pero la manera en la que lo presentan es un tanto absurdo y sobre elaborado; aunque igualmente cuenta con algunos momentos potentes que valen la pena.

De las actuaciones hay que decir Gideon Adlon hace bien su trabajo como una cuasi “final girl” y el resto del elenco es el complemento idóneo para ella. En cuanto a producción también vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje no presenta nada particularmente llamativo.

Opinión final: Sick me entretuvo. Slasher efectivo con el que pasarán un buen rato.

Ojometro:
***

martes, 14 de febrero de 2023

Crítica: Knock at the Cabin (2023)

Película dirigida por M. Night Shyamalan (The Sixth Sense, The Visit), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steve Desmond y Michael Sherman. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos el pasado 3 de febrero, recaudando hasta la fecha $36.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de vacaciones, una niña y sus padres son tomados como rehenes por un grupo de extraños armados que les advierten que tendrán que tomar una difícil decisión para evitar el apocalipsis.


Comentarios generales:

Gracias a la serie de Servant hemos visto disminuir un poco la polémica que siempre rodea a M. Night Shyamalan y por lo mismo sus últimos trabajos no han estado bajo el escrutinio extremo que se acostumbra. Algo que sin duda hizo que Knock at the Cabin pasara un tanto desapercibida en el radar de muchas personas y por lo cual las expectativas sobre esta no eran tan grandes; de hecho, me atrevería a decir que eran las más bajas que recuerde para una película del polémico director y eso probablemente le termina beneficiando de cierta manera porque es su trabajo más “simple”.

Y es que en esta ocasión Shyamalan no se anda con rodeos y nos lleva a la problemática central en cuestión de minutos para que así el grupo de extraños resulte una amenaza peculiar con la que el espectador sienta que en todo momento puede ocurrir cualquier cosa y no solo en el final como es la costumbre con el director. Logrando con esto que una historia que se sustenta más en los diálogos que en la acción pueda ser extremadamente tensa desde el primer acto y con ello ir construyendo una dinámica en la que ambos bandos proporcionan razones de peso como para que nunca se esté totalmente seguro sobre si lo que ocurre en verdad está ligado con un evento apocalíptico o si solo se trata de un crimen de odio por parte de un grupo de locos religiosos.

Algo que por cuestiones obvias se va esclareciendo con el paso de los minutos, pero mientras la duda permanece lo que vemos en pantalla es interesante; en especial una vez que se eleva el nivel  de intensidad por medio de una primera muerte que inmediatamente cambia la atmósfera a una mucho más perturbadora. Sin embargo, conforme se obtiene más claridad rumbo a la mitad del filme las acciones se vuelven redundantes y por lo consiguiente el ritmo empieza a caer de manera importante, no tanto como para impedir que las escenas de impacto dejen de funcionar, pero si para que la experiencia ya no tenga esa tensión a tope que predominaba al inicio.

Provocando con esto que para la parte final nos quedemos frente una serie de sucesos un tanto aburridos cuyo principal propósito es ofrecer un mayor peso emocional ante las consecuencias de las decisiones de todos los involucrados, lo cual logran hasta cierto punto. Aunque en realidad siempre se te vende la idea de que algo más espectacular está por venir y por más que lo esperas esto nunca llega, dejando así un desenlace tanto coherente como frío.

Sobre las actuaciones diría que están bien, hay buena química en pantalla, aunque es Dave Bautista (Leonard) quien más destaca por medio de un personaje físicamente intimidante pero que transmite un temor enorme con todo lo que hace. Mientras que en producción vemos cosas pulidas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta efectivo.

Opinión final: Knock at the Cabin es aceptable. Película con cosas interesantes que simplemente no sabe cómo redondear su concepto. 

Ojometro:
***

viernes, 10 de febrero de 2023

Crítica: Viking Wolf (2023)

Producción noruega dirigida por Stig Svedsen, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Espen Aukan. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 3 de febrero.

Sinopsis:

Thale (Elli Rhiannon Müller Osborne) se acaba de mudar a un pequeño pueblo por el nuevo trabajo de su madre en la policía local y después de presenciar un brutal asesinato se vuelve un testigo clave. Ahora toca investigar quien lo hizo y todo indica que fue un… ¿lobo?


Comentarios generales:

Noruega no suele producir mucho cine de terror, pero cuando alguna película de aquel país logra hacerse de cierta presencia internacional por lo regular deja buenas sensaciones. Por ello Viking Wolf llamó rápidamente la atención debido a que se pensaba que podría ofrecer algo peculiar en un subgénero que siempre es complicado; sin embargo, al final solo se quedó en algo con buenas intenciones.

Esto porque lo presentado por Svedsen es una película de hombres lobo promedio, donde nada es terrible pero tampoco memorable y eso hace que la historia tarde bastante en generar interés debido a que no existe ningún tipo de intención de salirse del librito. Lo cual resulta en un primer acto un tanto desabrido debido a que después del primer ataque la atención se centra en el trauma de Thale para tratar de generar una atmósfera depresiva, pero al ser un personaje tan vacío esto termina aburriéndote y como efecto colateral también afecta el propio desarrollo de la investigación paralela que simplemente se vuelve monótona y profundiza muy poco con respecto al pasado de la criatura.

Siendo hasta el segundo acto cuando las cosas empiezan a tomar un mejor rumbo, principalmente porque por fin se expone al hombre lobo y con ello mejora el ritmo, así como el nivel de intensidad. Un cambio que se agradece ya que, aunque no se logran resolver del todo las problemáticas previas, si ayuda a que los sucesos resulten un poco más dinámicos a pesar de que el misterio es demasiado predecible. Además de que con el pasar de los minutos la propia situación de Thale por lo menos logra proporcionar cierto grado de tensión para que el camino rumbo a la parte final no se sienta tan pesado.

Una parte final que en general se puede decir que es lo más entretenido debido a que es aquí cuando ya no se tienen problemas con mostrar al licántropo en pantalla de manera prolongada y por lo consiguiente esto hace que exista mayor violencia sin que se exponga nada realmente crudo. Dejando todo puesto para un desenlace que trata de tener cierto peso emocional y ofrece un cierre abierto a la interpretación.

En lo que respecta a las actuaciones la verdad es que Elli Rhiannon Müller Osborne no te transmite nada, mientras que Liv Mjönes (Liv) hace un trabajo correcto. Y en cuanto a producción, tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos a base de CGI no son tan convincentes y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Viking Wolf está ok. Película genérica de hombres lobo para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***