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miércoles, 22 de enero de 2025

Crítica: Apocalipsis Z: El principio del fin (2024)

Adaptación de la novela del mismo nombre, la cual está dirigida por Carles Torrens (Apartment 143, Pet) y escrita por Ángel Agudo. Se estrenó directamente en Amazon Prime Video el pasado 31 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Manel (Francisco Ortiz) se encuentra en su casa resguardándose de una enfermedad muy contagiosa que pone de cabeza a todo el planeta. Hasta que se ve forzado a dejarla y encontrarse con compañeros de viaje poco convencionales, pero esenciales para lograr sobrevivir.


Comentarios generales:

A pesar de que es un libro que se puede encontrar de manera relativamente sencilla, la verdad es que Apocalipsis Z nunca logró llamar por completo mi atención como para leerlo; sin embargo, una vez que se supo que habría una adaptación mi curiosidad se elevó un poco. Y es que ante el hueco que dejó The Walking Dead no es raro que se quiera encontrar el nuevo gran éxito de zombies considerando que es un subgénero muy redituable y aunque Apocalipsis Z: El principio del fin tiene los elementos para iniciar algo interesante, lo cierto es que de momento no ha logrado generar gran impacto.

Y es que lo traído por Torrens es un trabajo competente que difícilmente se puede catalogar como malo, pero al ser una primera parte tiene que lidiar con las complejidades que representa el tratar de establecer un apocalipsis zombie en una cantidad de tiempo limitada y por lo mismo los primeros treinta minutos pueden resultar un tanto acelerados e incluso vacios. Donde la información sobre el virus se proporciona a cuenta gotas y realmente la sensación de caos que debería de ocasionar un evento como este no se puede sentir de manera plena ante lo poco que se ve a los infectados, provocando que existan pocas emociones mientras se muestran situaciones estándar de supervivencia.

Siendo realmente hasta el segundo acto cuando las cosas adquieren mayor ritmo al utilizar un poco más a los zombies y porque finalmente se nos empieza a mostrar el lado oscuro del comportamiento humano ante la crisis. Lo cual no se aleja demasiado de lo que ya hemos visto en otros trabajos, pero es suficiente para establecer un peligro extra con el que se construye básicamente el resto de la película sin que se rompan la cabeza en la manera de desarrollar las acciones y con ello también tomando el riesgo de caer en lo predecible en lo que se refiere al destino de Manel.

Llevándonos así a una parte final que realmente no presenta demasiadas sorpresas y en donde la integración de más personajes por lo menos añade mayor complejidad al momento de construir algunas escenas que añadan tensión. Ofreciendo un desenlace con intensidad, un poco más de sangre y que, sobre todo, deja bien claro que solo es el primer paso para algo más grande.

Las actuaciones no están mal, siendo el propio Francisco Ortiz y José María Yazpik (Pritchenko) quienes terminan teniendo mayor tiempo en pantalla para desarrollar una alianza que se siente algo forzada en principio y que funciona ligeramente mejor ya al final. Aunque es claro que este aspecto en específico se profundizará en la siguiente entrega.

Y en cuanto a producción, la verdad tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es de buena calidad. 

Opinión final: Apocalipsis Z: El principio es entretenida. Película sólida de zombies para iniciar una aparente trilogía.

Ojometro:
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viernes, 6 de diciembre de 2024

Crítica: Azrael (2024)

Película dirigida por E.L. Katz (ABCs of Death 2) y escrita por Simon Barrett. Se estrenó de manera limitada en cines y en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de septiembre, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 21 de enero.

Sinopsis:

En un mundo en el que nadie puede hablar, una devota comunidad liderada por mujeres se encuentra cazando a una joven llamada Azrael (Samara Weaving). Quien escapó de su sacrificio para una antigua maldad en el bosque y que ahora peleará por mantenerse con vida.


Comentarios generales:

Hacer películas sin diálogos no es sencillo en la época actual dado a que el público está muy acostumbrado a que le expliquen absolutamente todo y ante la carencia de este elemento tan fundamental muchas veces no se sabe cómo reaccionar. Por ello es que Azrael resultaba una película interesante en muchos aspectos, aunque al final los propios riesgos que toma la terminan perjudicando más de lo que le ayudan.

Y es que con excepción de un breve texto en la introducción, lo presentado por Katz invita a que sea el propio espectador quien deduzca absolutamente todo por medio de algunas pistas muy sutiles a lo largo de los casi 85 minutos de metraje. Lo cual hace que la historia pueda ser confusa e inentendible para muchos, pero también es cierto que esta decisión y la carencia de diálogos llevan a que cada acción de nuestra protagonista sea interesante dado a que la inmersión que se logra es profunda; en especial con aquellas escenas que involucran amenazas de naturaleza salvaje que de inmediato añaden shock tanto por su comportamiento como por su apariencia.

Generando con esto una atmósfera tensa y un tono bastante oscuro que ayudan a darle algo de forma a este mundo apocalíptico en el que Azrael poco a poco va incrementando su instinto de supervivencia a base de situaciones que añaden distintos niveles de tensión. Aunque desafortunadamente también hay que decir que justo a partir del segundo acto se empiezan a notar ciertas incoherencias que vuelven tedioso el desarrollo y ante el poco contexto brindado para el resto de los personajes cada situación que los involucra no parece tener ningún propósito claro más que el de estar ahí porque sí y con la esperanza de que el espectador les proporcione una mayor lógica en su mente.

Dejándonos así ante una parte final que al menos desde el lado de la acción y del gore cumplen de manera satisfactoria. Sin embargo, las nulas respuestas brindadas hacen que el desenlace se quede más como una rareza y no como algo verdaderamente impactante.

En lo que respecta a las actuaciones nuevamente contamos con una Samara Weaving que domina a la perfección este tipo de personajes a los que les persiguen la violencia extrema e incluso sin decir una palabra se puede empatizar con ella. Aunque, por otra parte, el grupo de secundarios es bastante débil.

Y en cuanto a producción, tenemos una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva a pesar de ser un tanto básica.

Opinión final: Azrael está ok. Película con decisiones polémicas que causará división, pero que vale la pena darle una oportunidad.

Ojometro:
*** 

lunes, 25 de noviembre de 2024

Crítica: Never Let Go (2024)

Película dirigida por Alexandre Aja (High Tension, Crawl), cuyo guión fue co-escrito por KC Coughlin y Ryan Grassby. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México a finales de septiembre, mientras que hizo lo propio en VOD el pasado 11 de octubre.

Sinopsis:

Una madre (Halle Berry) y sus dos pequeños hijos llevan siendo atormentados por un malvado espíritu durante años en su casa en medio del bosque. Aunque pronto su seguridad y sus alrededores se verán comprometidos cuando uno de los niños empieza a cuestionar si dicha maldad es real. 


Comentarios generales:

Existen películas que acaparan los reflectores y otras que solo las conocen quienes las hicieron; sin embargo, también hay películas que por diversas razones terminan naufragando en la medianía esperando a que puedan hacer algo de ruido entre los fans y así no terminar en la total intrascendencia. Una situación que a ninguna producción le gusta tener que atravesar, pero que puede pasarle a cualquiera incluso teniendo aparentemente todo a su favor y eso fue lo que ocurrió con Never Let Go.

Ya que Alexandre Aja nos trae algo que en el papel tenía todos los elementos necesarios para hacer ruido gracias a su historia con enfoque minimalista dentro de un escenario post-apocalíptico y al menos durante los primeros 30 minutos las cosas parecen ir hacía ese rumbo debido a que la dinámica familiar rápidamente te convence de los riesgos existentes gracias a la extravagancia y rigidez con la que viven su día a día. Logrando generar una atmósfera solitaria que, al combinarla con la angustia permanente de la madre, magnifica el peligro que hay en el bosque y con ello cada escena va incrementando el misterio que hay detrás de todo esto.

Lo malo es que una vez que empiezan los cuestionamientos por parte del hijo las cosas poco a poco van perdiendo fuerza y en gran parte se debe a que no existe la capacidad para mantener las dudas de manera estable, lo cual obliga a tener que utilizar ciertos recursos cuyo nivel de efectividad no es suficiente como para evitar que la película caiga en un gran bache. Provocando que la tensión acumulada durante la primera media hora desparezca por completo y la locura de la madre pase de ser algo enigmático a algo fastidioso gracias a que no existe demasiada profundización sobre su pasado, volviendo así cada vez más predecible lo que ocurre y por lo consiguiente que el ritmo se haga cansino.

Una situación que básicamente obliga a tener que apostar por un suceso sorpresivo con la esperanza de poder sacudir un poco las cosas y añadir impacto en la parte final por medio de un conflicto entre los hermanos. Algo que en cierto modo se logra dar, aunque sin la potencia suficiente como para que el desenlace resulte convincente.

Las actuaciones están bien, siendo Halle Berry quien más destaca como esta madre con muchos traumas que logra durante algunos minutos poner en duda si lo que ocurre es real o solo producto de su locura. Mientras que en producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es lo mejor de la película, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.  

Opinión final: Never Let Go está ok. Película que prometía un poco más y al final se queda como algo de lo que casi nadie se va a acordar en un par de meses.

Ojometro:
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martes, 18 de julio de 2023

Crítica: Bird Box: Barcelona (2023)

Spin-off dirigido por Álex y David Pastor, quienes además son los responsables del guión. Se estrenó a nivel mundial por medio de Netflix el pasado 14 de julio.

Sinopsis:

Después de que el mundo se vio plagado por una misteriosa fuerza que manipula las emociones de las personas para que estas se suiciden, Sebastián (Mario Casas) y su hija empiezan una travesía para sobrevivir dentro de la ciudad de Barcelona.


Comentarios generales:

No cabe duda que, cuando salió en 2018, Bird Box fue todo un fenómeno de marketing que se vio beneficiado por el hecho de que en aquella época Netflix todavía gozaba de una buena reputación entre el público a nivel general; sin embargo, cuando uno la veía se topaba con un producto mediocre en el que lo más llamativo era su enorme similitud con “The Happening”. Por ello es que este spin-off no parecía ser tan buena idea porque se veía complicado que pudiera corregir todo lo que no pudo hacer bien la historia base y esos es, en efecto, lo que ocurre con Bird Box: Barcelona.

Ya que lo traído por los hermanos Pastor es más de lo mismo al presentarnos una historia que jamás trata de esclarecer las cosas con respecto a la amenaza e inmediatamente propone algo que cambia por completo la perspectiva sobre el personaje de Sebastián, convirtiéndolo prácticamente en un villano cuyas motivaciones no son difíciles de entender, más si resultan un tanto huecas dado al poco contexto que existe sobre lo que está acabando con la humanidad. Provocando así que desde temprano uno no sienta demasiado interés por él y su drama personal, el cual está pensado para ser la fuerza dominante detrás de sus encuentros con otros sobrevivientes, pero que ante la falta de sorpresa vuelve aburrido el visionado rápidamente.

Ante esto la entrada al segundo acto no tiene muchas cosas llamativas, aunque probablemente lo mejor de la película lo vemos aquí debido a que se atreven a construir algunas escenas que logran proporcionar tensión por medio de muertes y la desconfianza que el comportamiento de nuestro protagonista empieza a provocar entre los demás personajes. Algo que lamentablemente no se logra mantener por mucho tiempo gracias al problema fundamental de no saber cómo explicar lo que es la amenaza y tratarlo de maquillar con un culto que sabes que está ahí, más no representa nada fundamental en el desarrollo dada su raquítica presencia en pantalla salvo por un par de flashbacks.

Situación que hace que la parte final difícilmente tenga un gran impacto, a pesar de que se deja de lado el sigilo para dar paso a la acción. Teniendo así un desenlace que por lo menos trata de cambiar un poco la dinámica previa y hacer que Sebastián tenga su momento de redención, sin que esto signifique que logren buenos resultados; en especial porque con el cierre dejan más dudas que certezas.

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, Mario Casas está correcto como todo el elenco y nada más. Mientras que en producción se nota que hubo un presupuesto de consideración: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Bird Box: Barcelona es decepcionante. Película con básicamente los mismos problemas que la original.

Ojometro:
**

martes, 18 de abril de 2023

Crítica: The Park (2023)

Película escrita y dirigida por Shal Ngo, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó el pasado 2 de marzo directamente en VOD y formato digital dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que un extraño virus matara a todos los adultos en el planeta, la vida para los niños se ha vuelto una carrera contra el tiempo antes de que lleguen a la pubertad y les ocurra lo mismo. Obligándolos a pelear entre ellos, incluso por la propiedad de un parque de diversiones abandonado. 


Comentarios generales:

Películas que se centran en niños tratando de sobrevivir en ambientes hostiles no son algo nuevo, pero el concepto sigue siendo llamativo porque la propia naturaleza de los personajes infantiles siempre genera cierto morbo. Siendo esto lo que ayudaba a que The Park resaltara a pesar de ser un proyecto pequeño del que hasta hace un par de meses atrás se sabía poco y que sin duda podrá llamar la atención de algunos fans.

Ya que lo traído por Shal Ngo es una historia que ciertamente muestra flaquezas de un director/guionista que va empezando en la industria y aún así logra captar tu atención al tratar temas como la perdida de la inocencia, el jamás perder la esperanza o (de manera más extrema) lo complejo que es llegar a la adolescencia. Todo bajo un escenario apocalíptico del cual se explica lo básico desde los primeros minutos de manera clara y gracias a eso no se pierde tiempo en tratar de añadir demasiado drama para que así la aparición de estos niños contenga la fuerza necesaria que establezca su crueldad de golpe, así como plantear que su situación no es muy distinta a la que vivirían los adultos cuando su único objetivo es sobrevivir bajo un ambiente hostil.

Una hostilidad que se empieza contrarrestar con la aparición de Kuan, quien es la luz de esperanza dentro de todo esto y por lo consiguiente el principal contraste con nuestra protagonista Ines, lo cual hace que la dinámica entre ellas sea muy interesante dentro de una locación que magnifica la atmósfera deprimente. Lo malo es que conforme van pasando los minutos la sensación de riesgo se va perdiendo, la tensión disminuye y honestamente no existen momentos que puedan cambiar de manera significativa el tono a uno mucho más oscuro cuando era necesario; además de que el ritmo empieza a volverse lento conforme las ideas se van cambiando a conveniencia por el afán de darle relevancia a un personaje (Bui) que siempre se siente ajeno a la dinámica central.

Llevándonos así a una parte final acelerada, aunque durante esta también se logran construir algunas escenas con cierto nivel emocional que regresan un poco del sentido de urgencia que había quedado en el olvido. Dejando así todo listo para un cierre que puede resultar forzado y cursi considerando la temática, pero tampoco te deja tan mal sabor de boca. 

En lo que respecta a las actuaciones, la verdad es que Chloe Guidry (Ines) y Carmina Garay (Kuan) tienen buena química y la película alcanza sus puntos más altos cuando ellas dos comparten pantalla. Mientras que en producción tenemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es muy buena, el score no es nada especial, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son simples y la labor de maquillaje muy discreta.

Opinión final: The Park está entretenida. Película apocalíptica con temas interesantes que vale la pena checar.

Ojometro:
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martes, 14 de febrero de 2023

Crítica: Knock at the Cabin (2023)

Película dirigida por M. Night Shyamalan (The Sixth Sense, The Visit), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steve Desmond y Michael Sherman. Se estrenó en cines tanto en México como en los Estados Unidos el pasado 3 de febrero, recaudando hasta la fecha $36.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de vacaciones, una niña y sus padres son tomados como rehenes por un grupo de extraños armados que les advierten que tendrán que tomar una difícil decisión para evitar el apocalipsis.


Comentarios generales:

Gracias a la serie de Servant hemos visto disminuir un poco la polémica que siempre rodea a M. Night Shyamalan y por lo mismo sus últimos trabajos no han estado bajo el escrutinio extremo que se acostumbra. Algo que sin duda hizo que Knock at the Cabin pasara un tanto desapercibida en el radar de muchas personas y por lo cual las expectativas sobre esta no eran tan grandes; de hecho, me atrevería a decir que eran las más bajas que recuerde para una película del polémico director y eso probablemente le termina beneficiando de cierta manera porque es su trabajo más “simple”.

Y es que en esta ocasión Shyamalan no se anda con rodeos y nos lleva a la problemática central en cuestión de minutos para que así el grupo de extraños resulte una amenaza peculiar con la que el espectador sienta que en todo momento puede ocurrir cualquier cosa y no solo en el final como es la costumbre con el director. Logrando con esto que una historia que se sustenta más en los diálogos que en la acción pueda ser extremadamente tensa desde el primer acto y con ello ir construyendo una dinámica en la que ambos bandos proporcionan razones de peso como para que nunca se esté totalmente seguro sobre si lo que ocurre en verdad está ligado con un evento apocalíptico o si solo se trata de un crimen de odio por parte de un grupo de locos religiosos.

Algo que por cuestiones obvias se va esclareciendo con el paso de los minutos, pero mientras la duda permanece lo que vemos en pantalla es interesante; en especial una vez que se eleva el nivel  de intensidad por medio de una primera muerte que inmediatamente cambia la atmósfera a una mucho más perturbadora. Sin embargo, conforme se obtiene más claridad rumbo a la mitad del filme las acciones se vuelven redundantes y por lo consiguiente el ritmo empieza a caer de manera importante, no tanto como para impedir que las escenas de impacto dejen de funcionar, pero si para que la experiencia ya no tenga esa tensión a tope que predominaba al inicio.

Provocando con esto que para la parte final nos quedemos frente una serie de sucesos un tanto aburridos cuyo principal propósito es ofrecer un mayor peso emocional ante las consecuencias de las decisiones de todos los involucrados, lo cual logran hasta cierto punto. Aunque en realidad siempre se te vende la idea de que algo más espectacular está por venir y por más que lo esperas esto nunca llega, dejando así un desenlace tanto coherente como frío.

Sobre las actuaciones diría que están bien, hay buena química en pantalla, aunque es Dave Bautista (Leonard) quien más destaca por medio de un personaje físicamente intimidante pero que transmite un temor enorme con todo lo que hace. Mientras que en producción vemos cosas pulidas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, cuenta con un score bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta efectivo.

Opinión final: Knock at the Cabin es aceptable. Película con cosas interesantes que simplemente no sabe cómo redondear su concepto. 

Ojometro:
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martes, 7 de junio de 2022

Crítica: Wyrmwood: Apocalypse (2022)

Secuela de la película de 2015 dirigida nuevamente por Kiah Roache-Turner, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Tristan Roache-Turner. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de febrero, mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 17 de mayo.

Sinopsis:

En una Australia infestada de zombies, el soldado Rhys (Luke McKenzie) dedica su vida a capturar sobrevivientes para El Cirujano con la esperanza de encontrar una cura. 


Comentarios generales:

Cuando pasa tanto tiempo para que salga una secuela casi siempre existe el temor de que esta no pueda cumplir con las expectativas generadas por la espera tan larga, sobre todo si se trata de continuaciones a proyectos relativamente pequeños que parecía que no la necesitaban. Un escenario lleno de dudas al que Wyrmwood: Apocalypse tenía que enfrentarse y del cual afortunadamente sale avante de la mejor manera en la que podía hacerlo.

Esto porque Roache-Turner no intenta cambiar nada de lo que hizo efectiva a la Wyrmood de 2015 y en lugar de contarnos una historia súper elaborada mejor opta por magnificar la sangre y las escenas de acción over the top que se volvieron tan características, aunque añadiendo ciertos detalles nuevos que sirven como conductores de los sucesos. 

Algo que tal vez no sea tan memorable como en la anterior ante la falta de sorpresa, pero que sigue resultando sumamente efectivo debido a que vuelve el ritmo muy dinámico desde el primer acto y al conocer ya las reglas de este mundo apocalíptico no se necesitan dar demasiadas explicaciones para justificar las acciones de los personajes. Lo cual sin duda beneficia particularmente a todo el tema del Cirujano, quien en esta ocasión obtiene un rol más determinante y por medio de sus caprichos se construye todo un conflicto que va escalando en cuanto al nivel de violencia. 

Permitiendo así que toda la segunda mitad del filme se pueda manejar por medio del caos y mucha acción al exponer nuevamente los alcances de los poderes de Brooke, quien después de estar un tanto desaparecida vuelve a obtener protagonismo por medio de situaciones que además dejan entrever su inestabilidad que en algún punto puede tener graves consecuencias para quienes la rodean. 

Llevándonos con esto a una parte final llena de explosiones, zombies y peleas que ejemplifican todo lo que es Wyrmwood de manera satisfactoria. Proporcionando mucha fuerza e impacto visual a lo bestia, aunque también se preocupan por dejar un desenlace con cierto drama que ayude a establecer más potenciales secuelas.

De las actuaciones se puede decir que todas están bien considerando el tipo de película que es y para el nivel de exageración que los personajes necesitan tener sin caer tan fácil en una simple caricatura. Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es simple, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido, los efectos (tanto prácticos como CGI) son de buena calidad y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Wyrmwood: Apocalypse está entretenida. Secuela para divertirse viendo mucha acción y sangre.

Ojometro:
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viernes, 11 de febrero de 2022

Estamos muertos: Primera temporada


El pasado 28 de enero Netflix estrenó la serie coreana “Estamos muertos” (Jigeum Uri Hakgyoneun en coreano), un proyecto basado en un popular webtoon anunciado en 2020 y que sufrió retrasos gracias a la pandemia. El cual realmente se podría decir que no era uno de los de mayor perfil para este 2022 y que parecía solo una serie más de zombies de la plataforma para llenar su catálogo; sin embargo, ha resultado ser una de las grandes sorpresas de los últimos años.

En el tema de los ratings sabemos que Netflix no revela esos números, pero ya se confirmó que la serie alcanzó más de 200 millones de horas de reproducción durante sus primeras dos semanas para convertirse en una de las más exitosas de toda la historia del servicio de streaming. Aunque todavía no hay confirmación sobre si habrá una segunda temporada.  

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Dinámica del grupo de estudiantes


En este tipo de historias es común ver grupos de sobrevivientes, pero lo que no es normal es que sean conformados exclusivamente por adolescentes y eso le brinda un sello especial a la dinámica de este grupo en específico. Ya que aquí tenemos individuos que reaccionan con la incredulidad que caracteriza a las personas de esa edad, tienen prejuicios absurdos, miedo a manifestar sus sentimientos e incluso se dan tiempo de bromear bajo una situación de vida o muerte.

Al final terminas sintiendo mucha empatía y afecto por prácticamente todos los personajes, lo cual nunca es algo sencillo de conseguir.


Park Ji-hu como Nam On-jo


Por lo mencionado previamente es claro que la fortaleza de la serie radica en su conjunto de actores, pero eso no evita que algunos destaquen más que otros y a mi juicio quien más lo hace es Park Ji-hu con su personaje de On-jo.

Ella se puede considerar la protagonista y su evolución a lo largo de los episodios es la más marcada, ya que pasa de ser una estudiante mediocre a la que básicamente se encarga de mantener al grupo unido y enfocado en lograr su propósito de seguir con vida, a pesar de que es la que más termina sufriendo durante el proceso.


Muertes con gran peso emocional


En una serie que realmente le hace honor a su nombre y casi todos mueren era complicado lograr que las muertes se sintieran como algo relevante, pero afortunadamente la mayoría logra tener un impacto emocional bastante elevado. En especial las de Gyeong-su, I-sak, Joon-yeong, el papá de On-jo y la del propio Cheong-san (la más sorprendente) son momentos potentes que tienen un peso significativo en el desarrollo y no solo quedan paradas como simples recursos para agregar shock.


Infectados asintomáticos 


Definitivamente la razón por la que pudiéramos ver una segunda temporada es el tema de los infectados asintomáticos, quienes le brindan la dosis de frescura a la historia y son en cierta manera los comodines con los que se permiten mayores libertades creativas. Además ayudan a que personajes como Nam-ra o Gwi-nam resulten mucho más interesantes de lo que originalmente eran.


Escenas de acción


No exagero al decir que “Estamos muertos” cuenta con algunas de las mejores escenas de acción con zombies que se han hecho, ya sea en cine o televisión.

Cada persecución es inquietante, las peleas están muy bien hechas y en general la forma en la que está diseñado todo para explotar cada rincón de la escuela le brinda un dinamismo fundamental que hace que se tengan muy pocos tiempos muertos. 


Trabajo de sonido 


Al ser un apartado técnico puede pasar medio desapercibido, pero el trabajo de sonido en esta serie es algo muy importante y termina magnificando muchos detalles. Sobre todo a los propios infectados les añade un extra durante el momento de su transformación que las hace un suceso llamativo cada que ocurren.


Episodios imperdibles:

Episodio 1
Episodio 2
Episodio 3
Episodio 5
Episodio 7
Episodio 8
Episodio 10
Episodio 11
Episodio 12


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LO NEGATIVO


Historias secundarias no tan interesantes


Lo que ocurre dentro de la escuela es el alma de la serie y por ello lo que sucede fuera de esta tampoco es que sea fundamental para disfrutarla. Así que las historias secundarias terminan quedándose atrapadas en una situación poco favorable que hace que la mayoría de estas solo se sientan de relleno y no tanto como algo verdaderamente trascendental para el desarrollo.


Mi-jin


Esto puede ser algo muy subjetivo, pero el personaje de Mi-jin lo encontré sumamente fastidioso de principio a fin. En especial porque su aporte a la historia en general es muy reducido y el que reciba tanto tiempo en pantalla no se justifica en lo absoluto.

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Opinión final: “Estamos muertos” me ha gustado bastante y sin duda es una de las mejores series de zombies que han salido en los últimos años. Ya que no solo explota las bases establecidas por el cine coreano, sino que basándose en una entrañable dinámica de grupo e increíbles escenas de acción logra contarnos una historia con sus dosis de originalidad y un claro mensaje en el que lo más importante no es tanto la supervivencia, sino tratar de mantener lo que te define como persona a pesar de la adversidad.

miércoles, 23 de junio de 2021

Black Summer: Segunda temporada


El pasado 17 de junio se estrenó de manera muy discreta en Netflix la segunda temporada de Black Summer, la serie de zombies que tomó a todos por sorpresa en 2019. Una temporada que tuvo un largo camino que recorrer gracias a la pandemia y que incluso por grandes periodos de tiempo parecía que solo iba a quedarse como un simple deseo por parte de los fans, pero que afortunadamente si se hizo realidad y además dejó resultados satisfactorios.  

Obviamente al tratarse de Netflix no hay mucha información con respecto a los ratings, así que es difícil saber si se repitió el éxito de su primera temporada. Aunque el hecho de que el servicio de streaming haya hecho tan poco para promocionarla hace dudar sobre si tienen el suficiente interés como para renovarla.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Dinámica entre Rose y Anna 

Más allá de que la serie maneja varias subtramas que involucran a diversos personajes, lo cierto es que la historia gira en torno a Rose y Anna. Mostrándonos una dinámica de madre e hija que la verdad es mucho más compleja de lo que uno esperaría al mostrarlas como los dos personajes más oscuros de todos; en donde su relación poco a poco se va poniendo a prueba ante la transformación de Anna en un auténtico monstruo por crecer en un ambiente tan hostil y por la propia sobreprotección de su madre.


Alianzas frágiles

En el apocalipsis zombie de Black Summer se siguen muchas reglas que ya hemos visto en diferentes propuestas a lo largo de los años y la formación de alianzas no es la excepción. Sin embargo, si algo deja en claro esta segunda temporada es que ninguna dura para siempre y cada quien ve por su lado, logrando así que la tensión siempre esté a tope en todo momento.


Todos siguen siendo desechables 

Algo que se estableció claramente la primera temporada fue que CUALQUIER personaje era desechable y para esta segunda las cosas no cambiaron en lo absoluto. Tan solo se tienen como ejemplos la impactante muerte de Lance en el primer episodio o la de Julius más adelante, dejando un mensaje claro que en esta serie no es algo bueno apegarse demasiado a alguien en particular. 


Escenario invernal

Uno de los grandes aciertos de la serie fue trasladar las acciones de la ciudad a las montañas en pleno invierno, no solo por lo que eso aporta visualmente, sino porque además le añade un riesgo extra a las acciones. Ya que ahora, además de los zombies y los humanos, se tiene que lidiar con algo incontrolable que le brinda al sentido de urgencia, así como al comportamiento individualista, más solidez. 


Episodios imperdibles:

(1) The Cold
(3) Card Game
(4) Cold War
(6) Currency
(7) The Lodge 
(8) The Plane


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LO NEGATIVO


El poco protagonismo  de Sun


Uno de los principales puntos fuertes de la primera temporada fue el personaje de Sun, quien representaba en gran medida ese instinto de supervivencia en su máxima expresión a pesar de que no se podía comunicar con nadie y por ello era uno de los personajes que más me interesaba ver cómo evolucionaba. Pero la verdad es que no solo no lo hizo, sino que además sufrió un retroceso.

Ya que en realidad gran parte de su participación se vio limitada a estar capturada y esquivar balas, teniendo a lo mucho solo un momento destacable. Aunque afortunadamente parece que en la tercera temporada (si es que hay) podría tener más relevancia.

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Opinión final: La segunda temporada de Black Summer no decepcionó. Por ahí tiene algunas cosas en cuanto al formato de los episodios que puede que no sean del agrado de todos, pero en general sigue demostrando que es la mejor propuesta de zombies que hay en la actualidad con unas actuaciones estelares y, sobre todo, un manejo de la acción y la tensión como pocas series del género de terror.

viernes, 18 de junio de 2021

Crítica: A Quiet Place Part II (2021)

Secuela dirigida nuevamente por John Krasinski, quien además en esta ocasión es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 28 de mayo, mientras que hizo lo propio en México el pasado 10 de junio; recaudando hasta la fecha $201 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de los eventos ocurridos en su casa, la familia Abott ahora enfrenta el terror del mundo exterior. Viéndose forzados a aventurarse hacia lo desconocido donde descubrirán que las criaturas que los cazan no son las únicas amenazas más allá del camino de arena.


Comentarios generales:

Hace tres años “A Quiet Place” sorprendió a propios y extraños por su enorme calidad, posicionándola como una de las mejores películas de terror de los 2010s. Simplemente fue un éxito rotundo con el que Paramount no iba a desaprovechar la oportunidad de crear una posible franquicia considerando el potencial existente de su tema apocalíptico, lo cual generaba ciertas dudas naturales ante lo voraces que suelen ser los estudios; sin embargo, A Quiet Place Part II no solo superó con éxito el retraso de un año por la pandemia, sino que además se posiciona como una de las mejores secuelas dentro del género en los últimos años.

Y es que lo que nos presenta Krasinski es una extensión natural de la historia original, pero también se toma la libertad de añadir un poco más de contexto con respecto a los comienzos de la catástrofe por medio de un inicio explosivo que contrasta con el tema general del silencio. Brindándole así los que son sin duda los minutos con más acción y que sirven para exponer de mayor manera lo verdaderamente peligrosas que son las criaturas en escenarios amplios y con más personas de por medio.

Siendo esto un preámbulo de lo que podría ocurrir en los siguientes actos, más no es necesariamente lo que predominará debido a que una vez que pasan esos primeros minutos la película regresa a sus bases al posicionar las acciones justo en donde se quedaron en la primera entrega y a partir de ahí sustentar nuevamente su efectividad en la construcción de secuencias que exploten la generación de tensión por medio del sigilo. Funcionando de manera impecable la mayoría del tiempo y con ello ir preparando el camino para lograr su principal meta que es hacer lucir al personaje de Regan.

Quien en esta ocasión es el centro de atención debido a que es por medio de ella como se empiezan a exponer los peligros exteriores sin dejar de lado todo lo demás. Con un enfoque que no dista demasiado de lo que hemos visto en otras películas o series con respecto al apocalipsis y sus consecuencias en el comportamiento humano, pero que realmente no se vuelve algo tan importante en el desarrollo para no caer en lo genérico. Aunque si es el medio para proporcionar uno de los momentos más satisfactorios del filme que, además, revela un aspecto fundamental con respecto a las criaturas.

Llevándonos así a una parte final que en cierto modo se podría decir que es lo más flojo de la película al establecer la presencia de unos personajes que la verdad resultan irrelevantes. Sin embargo, a pesar de esto logra tener un desenlace muy intenso, lleno de acción y que cumple perfectamente su objetivo de no solo establecer una ventaja para los humanos, sino también de posicionar a los dos niños Abott como el posible futuro de la franquicia.

En el tema de las actuaciones tenemos nuevamente a Emily Blunt (Evelyn), Noah Jupe (Marcus) Millicent Simmonds (Regan) haciendo una gran labor; en especial esta última mostrando una evolución natural para su personaje que explota a la perfección. Mientras que la presencia de Cillian Murphy (Emmett) añade un buen contraste con respecto a lo que representaba el personaje de Krasinski en la primera entrega. 

Sobre la producción, como era de esperar, es de una factura altísima: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está bien cuidada, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, la labor de maquillaje es sólida y los efectos se siguen manteniendo de primer nivel, aunque aquí se les exige un poco más en términos de espectacularidad.  

Opinión final: A Quiet Place Part II es muy buena. No está al nivel de la primera entrega, pero es una gran continuación que vale mucho la pena.

Ojometro:
*****

martes, 25 de mayo de 2021

Crítica: Army of the Dead (2021)

Película dirigida por Zack Snyder (Dawn of the Dead), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto Shay Hatten y Joby Harold. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 21 de mayo.

Sinopsis:

Después de una invasión zombie que dejó devastada Las Vegas, un grupo de mercenarios lo arriesgan todo al adentrarse a la zona de cuarentena para llevar a cabo el mayor robo que jamás hayan intentado.


Comentarios generales:

Zack Snyder es un director con el que no existen medias tintas, simplemente lo amas u lo odias debido a que tiene un estilo muy particular que puede desgastar al espectador en cualquier instante. Sin embargo, es innegable que el tipo nos regaló una de las mejores películas de zombies en lo que va del siglo XXI y por eso mismo es que verlo regresar a dicho subgénero resultaba emocionante porque de antemano sabías que podía ofrecer algo por lo menos entretenido y Army of the Dead cumple perfectamente con dicha expectativa.

Y es que Snyder nos presenta un verdadero espectáculo de zombies desde el lado de la acción y del aspecto visual con todo su sello característico, lo cual es suficiente para sostener una historia que no está tan bien desarrollada y tarda en arrancar. Ya que a pesar de tener un inicio explosivo que establece de manera clara el origen de todo y la devastación total de Las Vegas, lo cierto es que el primer acto no es tan emocionante como uno esperaría al centrarse más que nada en la formación del equipo y en una subtrama que involucra a la hija del protagonista que nunca termina por sentirse como parte orgánica de lo que estás viendo.

Ahora, a pesar de lo dicho, la película en ningún momento se siente aburrida o pesada. Así que cuando se entra de lleno al tema del robo las cosas fluyen de gran manera, sobre todo porque se rompen con los convencionalismos típicos de los zombies al añadirles una mayor inteligencia y comportamientos que los vuelven una amenaza mucho más compleja para ir construyendo lo que será un encuentro a gran escala que, para nuestra mala fortuna, tarda demasiado en llegar.

Esto porque en lo que es un problema típico en casi todo lo que hace Snyder tenemos varios minutos que pretenden añadir un toque más emocional a las cosas; sin embargo, la mayoría del tiempo se sienten más como relleno y aquí es cuando el ritmo decae un poco. Aunque afortunadamente para los últimos 40 minutos se corrige el rumbo de gran manera.

Brindando así una parte final explosiva llena de acción, persecuciones, disparos, peleas y sangre para alcanzar un nivel intensidad elevado que ayude a disimular lo poco convincente que resulta la subtrama de la hija previamente mencionada. Y con ello no solo darle un cierre hasta cierto punto definitivo a los zombies en Las Vegas, sino también dejar todo abierto para una posible secuela.

En el tema de las actuaciones tenemos un elenco que en su conjunto logra una buena química, siendo Matthias Schweighofer (Dieter) el que por varios momentos se lleva los reflectores. Aunque cuando se trata de escenas más emocionales la película sufre, especialmente porque la mayoría recaen en Dave Bautista (Scott Ward) y él simplemente no tiene la capacidad para lograr que estas sean efectivas.

Y en lo referente a la producción podemos ver una gran factura: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte es impecable, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está muy bien hecho, la labor de maquillaje es muy bueno y los efectos en un 95% son de primer nivel.

Opinión final: Army of the Dead está divertida. Película de zombies en la que no funciona todo lo que intentan, pero que les hará pasar un buen raro.

Ojometro:
***

martes, 4 de agosto de 2020

Crítica: Blood Quantum (2020)


Película escrita y dirigida por Jeff Barnaby, quien hace su primera incursión dentro del género. Se estrenó en VOD dentro de Canadá y los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 1 de septiembre.

Sinopsis:

Es 1981 y los muertos andan volviendo a la vida dentro de la aislada reserva Mi'kmaq en Red Crow, a excepción de sus pobladores nativos que por alguna extraña razón son inmunes a la plaga zombie.  



Comentarios generales:

Ya he manifestado en ocasiones anteriores que el cine de zombies es de mis favoritos debido a que difícilmente me aburre, esto a pesar de que lleva toda una década siendo exprimido como pocos. Obviamente esto no quiere decir que todas las películas me gusten y es claro que la falta de creatividad ha vuelto cada vez más complicado que generen gran interés entre los fans gracias a lo habituales que resultan, pero de vez en cuando salen trabajos que valen la pena y tristemente pasan de noche, tal como es el caso de Blood Quantum.

Una propuesta traída por Barnaby que, si bien cuenta con elementos característicos que se pueden ver en cualquier historia de zombies, también trata de poner sobre la mesa ciertas cosas que le puedan dar un sello distintivo. Y para ello se sustenta en una idea tan simple como la inmunidad de una determinada población con la cual no solo se establece un conflicto de “ellos contra nosotros” en un escenario apocalíptico, sino que además sirve como un tipo de analogía sobre la extinción de los pueblos indígenas gracias a la invasión del hombre blanco.

Aunque afortunadamente esto no está tan politizado como parece; de hecho, ni siquiera existe una intención clara sobre explotar dicho mensaje y eso se puede comprobar durante una primera media hora en la que se establece más que nada un drama entre determinados personajes que planta la semilla para los conflictos que están por venir. Haciendo de esta parte ciertamente la menos atractiva debido a que en este punto el ritmo no es precisamente el más ágil y el inicio del caos se tarda en llegar, a pesar de que siempre está presente la amenaza.

Es pasando los treinta minutos del metraje cuando las acciones se tornan violentas y se empieza a construir poco a poco una atmósfera que logre reflejar de mejor manera el deplorable estado de la humanidad, además de profundizar en las problemáticas de raza. Todo mientras también se va aumentando el nivel de violencia gracias a un impecable trabajo de efectos prácticos que proporcionan el shock visual necesario para solidificar la parte de terror que hasta este punto no había sido tan marcada.

Dejándonos así una parte final que en términos generales es agradable. Por ahí se puede argumentar que hay cosas que se desarrollan de manera un tanto acelerada y por lo mismo el conflicto familiar no resulta tan intenso como debería, pero la sangre y la acción hacen que sea lo suficientemente entretenida como para que esto no afecte demasiado. Además de que el cierre no se va por el camino feliz.

En el tema de las actuaciones realmente el elenco (conformado en un 95% por actores nativos) me resultó bastante desconocido, pero en su conjunto logran realizar una labor muy sólida que le da una identidad plena al filme. Mientras que en la producción las cosas son de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje resulta efectiva y los efectos prácticos son sin lugar a dudas uno de los puntos fuertes de toda la película al ser de primer nivel.

Opinión final: Blood Quantum me gustó. Película de zombies con mucha sangre y una temática que la hace alejarse un poco del resto. 

Ojometro:
****

martes, 16 de junio de 2020

Crítica: Savage Creatures (2020)


Película escrita y dirigida por Richard Lowry (President Evil). Se estrenó en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero.

Sinopsis:

En la víspera del día del juicio final, unos caníbales secuestran a dos jóvenes que guardan un oscuro secreto: ambas son vampiros ancestrales. Un complicado inicio para lo que resultará ser una confrontación apocalíptica que incluye extraterrestres y zombies, donde las fuerzas del mal pelearán en una batalla por el dominio del planeta.
 


Comentarios generales:

El talento detrás y frente a la cámara indudablemente es el principal motor para hacer una buena película, eso no se discute; sin embargo, en muchas ocasiones el tener un presupuesto adecuado ayuda a ocultar distintas carencias cuando las cosas no salen de la mejor manera. Sobre todo si se trata de proyectos que dependen en gran medida de elementos fantasiosos como lo es Savage Creatures, el cual sin duda se hubiera beneficiado de por lo menos haber tenido una presentación más cuidada.

Y es que la idea difícilmente se puede decir que no es atractiva dado a que una historia que incluye caníbales, vampiros, zombies y extraterrestres debería de ofrecer algo por lo menos entretenido gracias a la extravagancia que todos estos personajes traen a la mesa. Para muchos incluso podría llegar a ser una combinación soñada, aunque lamentablemente solo se queda en una idea que pudo ser mejor.

Esto porque lo que nos presenta Lowry no solo resulta de una calidad bastante cuestionable con respecto a su factura, sino que además en ningún momento logra amalgamar de manera adecuada este conjunto de amenazas para que las acciones resulten entretenidas. Sobre todo durante un primer acto en el que la presencia de los caníbales es meramente anecdótica y se establece a los vampiros como los verdaderos protagonistas mientras de manera superficial se da a entender el inicio del supuesto juicio final.

El cual toma forma por medio de una transmisión de radio hilarante por lo mala que es, pero que sirve como el mayor conjunto de información para entender lo que está por venir. Ya que a partir de aquí todo pretende ser caótico sin realmente lograrlo gracias al ritmo tan pasivo con el que se desarrollan las acciones, además de que resulta evidente que la presencia de los zombies solo se debe a las limitantes del presupuesto debido a que sirven como un medio para realizar lo que no pueden hacer con los extraterrestres, que son dignos de la década de los 50s.

La parte final se puede decir que es la más decente y en gran medida se debe a que se empiezan a insertar explicaciones cada vez más ridículas que involucran aspectos religiosos. Dejando así todo puesto para que el cierre tenga un poco más de sangre y efectos prácticos con los que se te deja una conclusión más o menos definitiva del conflicto entre las amenazas.

Las actuaciones son muy malas, en verdad la mayoría resultan difíciles de digerir gracias a que caen en terrenos casi amateurs. La producción también es de factura muy pobre: el trabajo de fotografía deja que desear, la dirección de arte es muy básica, el score es tal vez lo más decente, el trabajo de sonido es mediocre, la labor de maquillaje no tiene mucha complejidad y los efectos son arcaicos.

Opinión final: Savage Creatures es mala. Una película con una buena idea que simplemente no pudieron ejecutarla de manera correcta.

Ojometro:
**

viernes, 6 de marzo de 2020

Crítica: Dead Earth (2020)


Co-producción estadounidense/tailandesa dirigida por Wych Kaosayananda, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Steve Poirier. Se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de enero.

Sinopsis:

Dos mujeres jóvenes tratan de tener una vida normal en aislamiento después de que el mundo ha sido destruido por un apocalipsis zombie. Aunque su tranquila vida pronto se verá interrumpida…



Comentarios generales:

Durante la última década hemos visto cualquier cantidad de películas que retratan el apocalipsis zombie por medio de un mundo desolado, un concepto que no es el favorito de muchas personas pero en mi caso es uno que nunca me aburre por más desgastado que se encuentre. Aunque esto no quiere decir que no comprenda los motivos por los cuales genera tanta división, ya que también es claro que en muchas ocasiones se trata solo de una excusa perfecta para aplicar la ley del mínimo esfuerzo y debo de decir que Dead Earth es un claro ejemplo de esto.

Ya que lo presentado por Kaosayananda lleva al extremo eso de condensar una historia para explotar el tema del apocalipsis debido a que casi no hay nada para escribir al respecto. Solo tenemos a dos chicas que viven en un hotel donde nadan, hacen yoga, comen, realizan manualidades y tienen sexo.

Eso es todo, buscarle más sustancia a esto resulta imposible porque no hay demasiado interés en desarrollar algo con dichos personajes, su relación se encuentra en un plano muy secundario y lo poco que se llega a saber de ellas se da por medio un flashback que pasa de noche. Además, para empeorar las cosas, los zombies brillan por su ausencia durante 50 minutos (la película dura 80).

Afortunadamente una vez que hace acto de presencia el primer zombie las cosas mejoran, no como para salvar la película, pero si para que la última media hora sea al menos disfrutable. Es acción sin pausas, donde se aprovecha de buena manera la locación para realizar persecuciones dinámicas y mostrar la muerte de muchos zombies para añadir intensidad a algo que termina de la manera más irrelevante posible.

De las actuaciones no hay mucho que decir, ambas actrices hacen lo que está a su alcance para sacar adelante unos personajes demasiado planos y que generan poco interés. En cuanto a producción las cosas no están tan mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es genérico, el trabajo de sonido no es el mejor y la labor de maquillaje es decente.

Opinión final: Dead Earth es bastante mediocre. Solo valen la pena los últimos treinta minutos. 

Ojometro:
**

viernes, 16 de agosto de 2019

Crítica: Starfish (2019)


Película escrita y dirigida por Al White, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 27 de mayo.

Sinopsis:

Aubrey (Virginia Gardner) es una chica que se encuentra en duelo por la muerte de su mejor amiga, la cual ocurre justo cuando el fin del mundo da inicio por la invasión de unas extrañas criaturas.



Comentarios generales:

Cuando empiezo a escuchar el término “lovecraftiano” ligado a alguna película automáticamente mis dudas se disparan, ya que H. P. Lovecraft es un monstruo aparte y su famoso horror cósmico no suele ser algo fácil de plasmar en pantalla. Simplemente la mayoría de las veces este tipo de trabajos significan grandes decepciones a pesar de que las ideas detrás sean buenas y Starfish creo que ejemplifica perfectamente este concepto.

Esto porque lo que presenta White es un trabajo muy personal en el que pretende guiarnos por un viaje sustentándose más en lo auditivo (él compuso el score) que en lo visual; sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo. Ya que desde el inicio se pueden notar las complicaciones que tiene para ir armando una historia de gran interés con unos primeros 30/35 minutos en donde se le da mucho énfasis al duelo de Aubrey, pero en los que en realidad lo que ocurre en pantalla es poco o nada como para que te interese más a fondo la relación con su fallecida amiga. Ni que decir del inicio del fin del mundo.

A eso hay que agregarle que los elementos ligados al terror son muy pocos y solo aparecen de manera esporádica cuando entran en juego unos mixtapes con los que el director empieza a plasmar su idea de manera más concreta, lo cual le brinda cierta frescura a las acciones, aunque no por mucho tiempo. En especial porque la manera en la que se conecta cada cosa no se siente natural, no fluye como debería y por varios lapsos el espectador se encontrará ante escenarios que lo confundirán dado a que no se profundiza demasiado en cuestiones fundamentales para entender por qué nuestra protagonista hace lo que hace (o hizo en el pasado).

Es en la parte final donde los elementos lovecraftianos más o menos se puede decir que están presentes, incluso se hace uso del metacine, pero al existir tan poco desarrollo previo lo que ocurre en pantalla sigue sin tener sentido. Llevando así a un desenlace flojo, sin fuerza; que sigue apostando más por lo auditivo y que te termina dejando con una sensación de vacío importante.

En cuanto a las actuaciones realmente todo recae Virginia Gardner, quien hace lo necesario para sobrellevar la película sin quitar la misma expresión durante más de 90 minutos. La producción es donde tiene la mayoría de sus puntos fuertes: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está correcta, el score es genial, el trabajo de sonido no tiene fallos y los efectos presentan un CGI que no considero terrible pero no es el mejor.

Opinión final: Starfish es decepcionante. Película sin mucho sentido que probablemente gustará o no dependiendo de su humor cuando la vean.

Ojometro:
**

martes, 18 de junio de 2019

Black Summer: Primera temporada


El pasado mes de abril Netflix estrenó la que se puede decir que es su primera gran apuesta por el género de zombies con Black Summer. Sin duda un proyecto llamativo considerando que se trata de una precuela de una serie de otro canal (Z Nation) y que desde el momento que fue revelado generó ciertas dudas porque parecía que llegaba tarde a la fiesta considerando que ya hay varias series de zombies allá afuera, pero ante todo pronóstico logró hacer el suficiente ruido como para que hasta Stephen King le diera su sello de aprobación.

Obviamente al tratarse de Netflix no hay mucha información con respecto a los ratings, así que es difícil saber que tan bien respondió la gente a la serie. Además hasta el momento no se ha confirmado si tendrá una segunda temporada o si será cancelada.

Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.

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LO POSITIVO


Implementación del silencio 


La serie se construye en base a muchas cosas, sin embargo, es el silencio el que juega uno de los factores más importantes para que resulte efectiva.

Al inicio puede ser un tanto frustrante, pero con el pasar de los episodios empieza a ser muy interesante ver como la carencia de diálogos por grandes periodos no solo juega un papel fundamental en la búsqueda de supervivencia para evitar a los zombies, sino porque además es la manera de establecer la frágil confianza que existe entre el grupo de sobrevivientes.


Sun


En una serie en la que los personajes son desechables, sin duda es el de Sun el que más resalta.

Ya que esta chica coreana, que no habla inglés, es la que ejemplifica a la perfección cómo los seres humanos son capaces de adaptarse a cualquier cosa con tal de mantenerse con vida. Esto porque no entiendes ni una sola palabra de lo que dice (no utilizan subtítulos) y su comportamiento la mayoría de las veces responde al instinto ante el peligro que la rodea.


Nadie está a salvo 


Como mencione arriba, en la serie todo mundo es desechable (tal como se demostró con la sorprendente muerte de William) y eso es algo bueno. Es un aspecto que ayuda una enormidad a mantener la sensación de peligro constante en cada episodio, evitando así que uno pueda conectarse con los personajes y haciéndonos recordar que esto no se trata de establecer lazos, sino de mantenerse con vida cueste lo que cueste.


Persecuciones 


Los zombies en Black Summer son genuinamente aterradores por varias razones, pero la principal es porque son de los que corren. Lo cual añade un extra enorme debido a que gracias a esto durante la serie se llevan a cabo persecuciones en las que el nivel de tensión es muy alto y con las que se deja en claro que son criaturas más inteligentes de lo que se piensa.

Incluso este elemento es tan importante que le dedicaron un episodio entero (“Alone”). 


Episodios imperdibles:

(1) Human Flow
(2) Drive
(3) Summer School
(4) Alone
(6) Heist
(8) The Stadium


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LO NEGATIVO


Duración irregular de los episodios 


Sinceramente este es el único aspecto negativo que le encontré a la serie, el cual no es fatal ni nada similar. Nada más que para los episodios finales el recorte de tiempo hace que te quede cierta sensación de que faltó "algo".

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Opinión final: Black Summer fue una agradable sorpresa. Una serie de zombies que no necesariamente pone algo nuevo sobre la mesa, pero que sabe explotar sus principales virtudes de gran manera no solo para ofrecer algo entretenido, sino para diferenciarse notoriamente de Z Nation.