martes, 2 de septiembre de 2025

Crítica: Rosario (2025)

Película dirigida por Felipe Vargas, cuyo guión fue escrito por Alan Trezza. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que en México hizo lo propio el pasado 14 de agosto; recaudando hasta la fecha $1.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Rosario (Emeraude Toubia) pasa la noche con el cadáver de su fallecida abuela mientras espera a que llegue la ambulancia durante una intensa nevada. Aunque estando ahí será atacada por fuerzas del otro mundo que han tomado el control del cadáver que ha estado cuidando.


Comentarios generales:

Cada año se estrenan una cantidad considerable de películas de terror de todo tipo, desde producciones grandes hasta proyectos medianos o trabajos ridículamente chicos que bien podrían pasar como alguna practica de un estudiante de cine. Todos con sus respectivas metas y realidades; sin embargo, entre tanta oferta siempre existen un puñado de películas de las que uno no está tan seguro sobre lo que verdaderamente quieren lograr y Rosario es una de esas.

Ya que lo traído por Vargas navega en la mediocridad constante por medio de una historia cuyo punto de partida parece ser la brujería, aunque en realidad no tiene que pasar mucho tiempo para que esta vaya quedando en un segundo plano y se nos empiece a mostrar una problemática más genérica cuyo nivel de predictibilidad ocasiona que el ritmo sea lento. Lo cual, al combinarlo con una protagonista tan poco carismática como Rosario, solo hace que lo que uno ve en pantalla no resulte tan interesante más allá de ciertos aspectos visuales. 

Siendo esto una decepción dado a que si hay algo que logra la película es aprovechar la locación para generar una atmósfera tétrica en la que la amenaza pueda desenvolverse de una manera convincente, pero el hecho de que el trasfondo sea tan vago evita que la sensación de peligro alcance niveles importantes. Además de que el uso repetido de jump scares hace que estos vayan perdiendo efectividad, dejando poco margen de maniobra a las escenas pensadas para añadir impacto y por lo consiguiente cada situación se va sintiendo más pesada que la anterior ante la nula efectividad que tienen.

Llevándonos así a una parte final en la que realmente no se logra elevar la intensidad y se nos pone frente una sucesión de eventos random en los que se trata de darles relevancia a otros personajes que hasta este punto solo habían estado de adorno. Sintiéndose como algo muy forzado dentro de un desenlace que puede llegar a tener algún tipo de factor sorpresa para ciertas personas, pero que en general es demasiado intrascendente.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Emeraude Toubia (Rosario) hace lo que puede con lo que le dan para trabajar, pero realmente como la protagonista no deja nada destacable. Mientras que la presencia de David Dastmalchian (Joe) es más anecdótica que otra cosa.

Y sobre la producción, la verdad es aquí donde tiene sus aspectos más destacables: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no son tan complejos y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Rosario es mediocre. Película que logra ciertas cosas desde lo visual, pero que se queda corta en absolutamente todo lo demás.

Ojometro:
**

miércoles, 27 de agosto de 2025

Crítica: Bring Her Back (2025)

Producción australiana dirigida por Michael Philippou y Danny Philippou, siendo este último co-escritor del guión junto a Bill Hinzman. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de mayo, mientras que en México hizo lo propio el pasado 21 de agosto; recaudando hasta la fecha $35.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un hermano y una hermana descubren algo aterrador en la aislada casa de su nueva madre adoptiva.


Comentarios generales:

Cuando debutas con una película tan elogiada como “Talk to Me” tus bonos suben como la espuma y literalmente tienes vía libre para poder hacer lo que te plazca para tu segundo trabajo, aunque esto también significa que las exigencias serán mayores dado a que todo el mundo esperará algo igual o superior. Situación que ponía mucha presión sobre Bring Her Back y la cual probablemente le terminará pesando desde el lado financiero, pero eso no quita que sea de lo mejor que ha salido este año.

Ya que lo traído por los hermanos Philippou solidifica su postura de saber contar historias en apariencia convencionales de una manera que no es precisamente… bueno… convencional. Poniéndonos frente a un drama que desde el comienzo somete a los hermanos a situaciones dolorosas de la vida misma y no les da mucho tiempo para asimilar su situación al hacerlos interactuar con personajes como Laura y Oliver, quienes desde el primer minuto que aparecen en pantalla no solo magnifican el tono oscuro de la película, sino que rápidamente le llenan la cabeza de preguntas al espectador; especialmente sobre el perturbador comportamiento del niño.

Llevándonos así por una serie de situaciones en las que sabemos que existe algún tipo de componente oculto/satánico gracias a unos videos VHS, pero que realmente nunca se expone de manera tan determinante como para estar totalmente seguro de lo que ocurre. Dejando que esto se vaya desenvolviendo poco a poco por medio de escenas de impacto muy bien logradas y la generación de pequeños conflictos que exponen la locura de Laura para brindarle así un toque mucho más siniestro a sus actos sin que se tenga que recurrir a scare jumps repetitivos que hubieran podido afectar el ritmo estable de la película, sobre todo cuando llega el momento de llevar esto hacía un camino más extremo.

Lo cual hace que la parte final sea muy potente dado a ocurre algo inesperado que añade un factor de shock altísimo y además toda la tensión acumulada explota de golpe. Teniendo como consecuencia un desenlace depresivo en el que afortunadamente se le brinda un cierre concreto a todo lo visto previamente y por lo mismo se dejan sensaciones muy positivas.  

En lo que se refiere a las actuaciones tenemos a un elenco genial comandando por una tremenda Sally Hawkins (Laura), quien mezcla locura y frialdad para dejar una interpretación inquietante cuyo contrapeso perfecto lo encuentra en Billy Barratt (Andy) y Sora Wong (Piper) con su gran química fraternal. Aunque probablemente sea Jonah Wren Phillips como Oliver quien termine dejando una impresión más marcada dado a que en verdad refleja maldad en todo momento.

Y en lo que se refiere a la producción, la verdad es de una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es tremendo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje sólida.

Opinión final: Bring Her Back me gustó bastante. Película con una premisa relativamente simple que sabe mantener tenso al espectador. 

Ojometro:
*****

viernes, 22 de agosto de 2025

Crítica: Dracula: A Love Tale (2025)

Producción francesa escrita y dirigida por Luc Besson. Se estrenó en cines dentro de Francia a finales de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 14 de agosto; recaudando hasta la fecha $4.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de la muerte de su esposa, un príncipe del siglo XV renuncia a dios y se convierte en un vampiro. Siglos después, en el Londres del siglo XIX, encuentra a una mujer que se parece a ella y la persigue para tratar de estar juntos una vez más. 


Comentarios generales:

Personajes como Drácula, Frankenstein o el Hombre Lobo son tan importantes para el género de terror al grado de que sus historias se pueden contar una y otra vez a lo largo de distintas décadas y aún así el interés por estas siempre estará presente. Aunque evidentemente con el pasar del tiempo se ha vuelto más complejo el poder satisfacer a las nuevas generaciones y eso ha llevado a que se realicen reinterpretaciones de las historias clásicas, lo cual siempre será polémico y sin duda Dracula: A Love Tale podría provocar varios dolores de cabeza entre los fans más puristas.

Y no tanto porque Luc Besson cambie de manera tan radical la historia, sino porque se enfoca mucho en la obsesión amorosa de Vlad con su esposa y eso irremediablemente le añade un tono que choca con lo que se suele esperar de una película sobre el personaje. Sobre todo durante una primera mitad en la que las acciones no avanzan a un ritmo tan ágil y por lo mismo dicho enfoque más “romántico” se vuelve tedioso, al grado de que los cambios en algunos personajes o en el propio desarrollo quedan parados más que nada como simples curiosidades cuyo grado de efectividad va a variar dependiendo de qué tan receptivo sea el espectador con estos; en especial con aquellos que incluyen ciertos toques cómicos.

Lo cual podía haber arruinado por completo la experiencia, pero afortunadamente para la segunda mitad las cosas cambian y se van por un camino relativamente más convencional que ayuda a presentar situaciones que le brinden un aura amenazadora a Drácula que hasta este punto no había sido tan marcada y gracias a ello se puede generar una sensación de riesgo sin que se llegue a caer en lo extremo. Además de que el ritmo empieza a adquirir un poco más de dinamismo para que el reencuentro con su esposa no vuelva a caer en el tedio previo, llevándonos a momentos que manejan de manera más sutil toda esta atracción existente entre ambos personajes.

Ante eso se nos deja una parte final en la que por fin se abraza el caos y por lo consiguiente logra tener un desenlace bastante entretenido sustentándose plenamente en la acción. Donde la violencia se incrementa de forma ligera y se utiliza la propia obsesión de Drácula como su mayor debilidad para que el cierre no se sienta tan genérico.   

En cuanto a las actuaciones tenemos a un Caleb Landry Jones bastante competente como Drácula, sobre todo en la etapa vieja y decrepita del personaje. Mientras que del resto del elenco son Christoph Waltz (Padre) y Matilda De Angelis (María) quienes logran destacar más.

Y en lo referente a producción, se tiene una factura de buen nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos en general son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple.  

Opinión final: Dracula: A Love Tale está ok. Película con ambiciones altas que termina siendo solo una curiosidad más.

Ojometro:
***

martes, 19 de agosto de 2025

Crítica: Sweet Revenge (2025)

Cortometraje escrito y dirigido por Mike P. Nelson. Se estrenó el pasado 13 de agosto de manera gratuita por medio del canal oficial de Jason Universe en YouTube.

Sinopsis:

Un grupo de adolescentes llega al campamento de Crystal Lake, pero lo que no saben sobre este lugar es que un misterioso asesino serial en busca de venganza se encuentra acechando y matando a todo aquel que se cruce por su camino.


Comentarios generales:

Han pasado 16 años desde la última vez que vimos a Jason Voorhees aparecer en pantalla con algún proyecto oficial relacionado a la franquicia de “Friday the 13th”, lo cual simplemente es absurdo para uno de los personajes más icónicos del cine de terror. Así que cuando se supo que el pleito legal que lo tuvo en el oscurantismo había llegado a su fin los fans se alegraron y con ello la especulación sobre su regreso dio inicio, pero creo que nadie se imaginó que lo haría en un cortometraje cuyo propósito original era ser un promocional para una marca de cidra.

Algo que indudablemente generó malestar porque parecía más que nada una broma de mal gusto; sin embargo, lo que nos regala Nelson es de mejor calidad a lo esperado dado a que en tan solo 15 minutos logra capturar la esencia de “Friday the 13th” y brinda una probada de lo que potencialmente podría venir. Mezclando elementos y la estética de las películas de los 80s con un ritmo más cercano al visto en el remake de 2009 para contar una historia que no pretende inventar nada nuevo y cuyo principal propósito es generar la tensión suficiente para que la aparición de Jason tenga bastante impacto.

Un propósito que logran de manera efectiva al volverlo una maquina absoluta de matar, presentando muertes tanto dentro como fuera de cámara que proporcionan el nivel de violencia necesario para hacerlo amenazante y llevarnos así a un cierre caótico que además se toma la libertad de añadir un pequeño giro que brinda cierta dosis de frescura.

En cuanto a las actuaciones no tengo queja, Ally Ioannides (Eve) lo hace bien como la protagonista y el resto del elenco realmente solo está ahí para ser victimas sin los minutos necesarios que les permitan ofrecer algo más. Mientras que el actor que da vida a Jason Voorhees hace lo de siempre, aunque siento que físicamente no resulta tan imponente como debería.

Y en lo referente a la producción, se nota el cuidado que tuvieron a pesar de ser originalmente un cortometraje con fines publicitarios: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: Sweet Revenge me gustó. Proyecto pequeño y bien hecho para impulsar el regreso de una de las franquicias más icónicas del cine de terror. 

Ojometro:
****