jueves, 10 de julio de 2014

Crítica: Children of Sorrow (2014)


Película del director Jourdan McClure (Rogue River), quien además es co-escritor del guión junto con Ryan Finnerty. Estuvo rondando dentro de algunos festivales desde hace al menos un par de años, pero no fue sino hasta el pasado 4 de marzo que se estrenó directamente en DVD dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Ellen (Hannah Levien) viaja desde Inglaterra para enrolarse en un culto localizado entre la frontera de los Estados Unidos y México en búsqueda de respuestas sobre la desaparición de su hermana. Estando ahí descubre un secreto aterrador sobre dicho culto, uno del cual tanto ella como los demás miembros no se podrán librar.



Comentarios generales:

Las películas sobre cultos no son tan comunes como algunas otras, pero aun así cuesta muchísimo trabajo poder innovar en estas gracias a que ya prácticamente se ha contado todo y salirse de lo habitual en estas por lo regular es motivo de quejas, así que no es de extrañar que Children of Sorrow juegue a la fácil con tan pocos resultados positivos.

McClure no se anda con rodeos y nos trae un trabajo cuya estructura no sorprenderá a nadie gracias que nos muestra una historia que en términos generales es como todas las demás: un tipo desquiciado que se aprovecha de unas pobres almas abandonadas para cumplir sus oscuros deseos. La parte distinta llega con una muchacha que se supone funge como un tipo de “investigadora”, pero en realidad esta situación esta tan frágilmente tratada que al paso de unos 20/25 minutos deja de tener relevancia para dar paso a su integración total a la secta; generado así un gran problema porque terminan eliminando el punto central en el cual supuestamente debe de estar construida toda la trama, provocando así que el resto de la película sea en verdad muy aburrida.

Si esperan mucha tensión o sangre nunca las encontrarán, su tirada es más que nada al lado psicológico del espectador; sin embargo, lo que si encontrarán son largos momentos sin sentido cuya pasividad resulta exasperante, los cuales además están filmados de manera frustrante y que parecen no llevar a ningún lado.

Aunque lo peor de todo es que nunca se atreven a elevar el tono de las cosas; por ejemplo, te dan a entender que el padre es un tipo sexualmente insaciable tanto con mujeres como con hombres, pero nunca tocan ese tema a fondo más allá de una actividad con una ruleta. Tampoco logran generar suficientes situaciones con los jóvenes que te hagan involucrarte emocionalmente con ellos para que al momento que se incremente el grado de violencia se te haga difícil ver lo que ocurre en pantalla.

El final es tal vez la parte más satisfactoria, aunque resulta sumamente acelerado y la verdad nunca llegas a sentir pena por los miembros del culto como para que se te quite la sensación de aburrimiento.  

Lo mejor de toda la película (y lo que la salva de ser un total bodrio) es la actuación de Bill Oberst Jr. como Simon Leach debido a que es él quien se come la pantalla en cada escena y nos regala un personaje cuya transición de tipo decente a uno totalmente desquiciado resulta increíblemente convincente. La producción es austera: el trabajo de fotografía es muy molesto en las tomas de exteriores, visualmente es muy pobre y los efectos son los más básicos que se pueden encontrar.

Opinión final: Children of Sorrow inicia como una propuesta interesante, pero termina siendo un suplicio que me cuesta mucho trabajo poder recomendar.

Ojometro:
**