lunes, 22 de junio de 2015

Crítica: Let Me Out (2015)


Película escrita y dirigida por Luis F. Montalvo. Se estrenó exclusivamente de manera digital el pasado mes de marzo por medio de su sitio web, aunque no parece que vaya a tener ningún tipo de distribución en otra clase de formatos.

Sinopsis:

Mark (Michael Placencia), su esposa Maria y sus dos hijas son asesinados una noche dentro de su casa de una manera trágica y muy extraña. Tras dicho acontecimiento la casa queda poseída por espíritus que, conforme transcurran los años, se encargarán de que nadie más pueda vivir tranquilo ahí mientras se descubra el aterrador secreto detrás de los asesinatos.



Comentarios generales:

Siempre que veo una película lo hago con la mente abierta, no importa si desde el tráiler tiene una pinta horrible, si no soy fan del formato, si el presupuesto fue ínfimo o si el subgénero no es de mis favoritos. La verdad es muy difícil que algo me genere malestar inmediato mientras lo estoy viendo, pero en el caso de Let Me Out simplemente me fue imposible no enojarme ante la tremenda tomada de pelo que te hacen.

Ya que lo que Montalvo nos regala es un trabajo en el que no parece importarle demasiado que tenga más tintes de proyecto escolar de 1995 que de una película por la cual estas pagando debido a que los estándares mínimos de calidad nunca hacen acto de presencia. Su historia es nula y en general lo único que propone es una serie de asesinatos separados por cierto número de años que se dan porque sí; cuyas conexiones son vagas, su ejecución pobre y con cero impacto al no provocarle absolutamente nada al espectador.

Todo ocurre a un ritmo lento, el cual se acentúa mucho más por lo poco que sucede en pantalla al centrarse principalmente en mostrar a los personajes caminando de un lado a otro por la casa mientras escuchan ruidos extraños, hablan por teléfono, ven algún fantasma o abren la puerta; realmente no existe ningún tipo de desarrollo con estos para que te importen o no se sientan como viles bultos de carne que van a morir en cualquier instante. Y para colmo la experiencia se vuelve mucho más desagradable por la pésima calidad de la imagen; en serio, realmente no se me haría raro que esto haya sido filmado con la cámara de un celular.

El final es ligeramente lo más mirable. Añaden un giro y es la única ocasión en donde se nota que quieren explicar lo que ocurre, aunque ya no les alcanza el tiempo para mejorar el desastre mostrado.

Las actuaciones son horribles, claramente todos aquí son actores prácticamente amateurs cuya capacidad para reflejar algún tipo de emoción es nula y que brindan algunos de los gritos más falsos que haya visto. La producción igualmente es de pena: el trabajo de iluminación es básicamente inexistente, se nota que no le pusieron ningún tipo de atención a la decoración de la casa, el sonido en muchos lapsos es sucio y el score se repite hasta el cansancio. Sin embargo, lo peor son los efectos dignos de atracción de parque de diversiones.

Opinión final: Let Me Out es atroz, así de simple.

Ojometro:
*