jueves, 4 de agosto de 2016

Crítica: Lights Out (2016)


Primer largometraje del director David F. Sandberg, el cual está basado en un cortometraje del mismo nombre que él mismo escribió; aunque para este proyecto el guión corrió a cargo de Eric Heisserer. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 22 de julio y en México hizo lo propio durante este fin de semana, recaudando hasta la fecha $65.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando su hermano menor empieza a experimentar los mismos eventos que una vez la hicieron dudar de su salud mental, Rebecca (Teresa Palmer) tratará de descubrir lo que hay detrás de este terror. Lo que no sabe es que esto la pondrá cara a cara ante una entidad muy ligada a su propia madre.



Comentarios generales:

Ya he comentado con anterioridad que siempre tomo con cautela los trabajos que están basados en cortometrajes por razones muy particulares y el caso de Lights Out no era la excepción. Sin embargo, en esta ocasión si debo de confesar que fue un poco más complicado el no hacerme de ciertas expectativas considerando el tremendo éxito del corto y por el hecho de que James Wan era el productor (además del anuncio de su secuela), pero afortunadamente al final los resultados han sido bastante satisfactorios como para justificarlas.

Esto porque Sandberg maneja con mucho cuidado la transición de su historia de unos cuantos minutos a una mucho más elaborada utilizando elementos muy básicos y, sobre todo, mostrando la amenaza de manera clara. Un aspecto que sin duda es benéfico debido a que, si viste el material original o la promoción, ya sabias prácticamente de que trataba esto y así se le brinda una mejor fluidez a un primer acto que no solo se centra en esta aterradora presencia por medio de escenas que añaden mucha tensión gracias al juego de luz/oscuridad, sino también en los problemas que sacuden a esta familia; los cuales sirven para poner cierta duda sobre el aspecto sobrenatural por medio de una posible enfermedad hereditaria.

En general todo transcurre de manera correcta como hasta los 40/45 minutos, pero a partir de aquí es cuando la película flaquea un poco debido a que se empieza a notar cierto relleno para darle más sustancia al tema de la amenaza; una que la verdad se siente un tanto forzada y no termina por convencer. Aunque esto tampoco afecta demasiado debido al gran manejo de los tiempos que muestra el director para mantener todo el tiempo esa atmósfera oscura en la que en base a ciertos sustos fáciles y el impecable manejo del sonido se logra generar una sensación de peligro constante que siempre mantenga en alerta al espectador.

La parte final es muy agradable. Es donde por fin todo explota y sueltan las riendas para así brindar escenas de mucho más impacto que, combinadas nuevamente con toda la cuestión de la luz/oscuridad, construyen un desenlace potente y mucho más emocional de lo que me esperaba (a pesar de que sigue sin ser tan convincente la explicación).

Las actuaciones están bien, sobre todo Palmer y Maria Bello (Sophie) logran mostrar una buena química como madre e hija cuya relación es muy conflictiva. La producción es en realidad simple, pero bien cuidada: el trabajo de fotografía es de lo mejor de la película, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es impecable y los efectos hacen un uso limitado del CGI gracias a ciertos trucos utilizados por parte del director.

Opinión final: Lights Out me pareció buena película. Cuenta con un relleno muy evidente, pero en general logra su cometido.

Ojometro:
****