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martes, 11 de marzo de 2025

Crítica: Presence (2025)

Película dirigida por Steven Soderbergh, cuyo guión fue co-escrito por David Koepp. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de enero, mientras en México hizo lo propio el pasado 6 de marzo; recaudando hasta la fecha $9.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tras una serie de sucesos extraños, una familia se convence de que no están solos dentro de su nueva casa en los suburbios.


Comentarios generales:

Que Steven Soderbergh dirija una película ligada al género de terror es por sí mismo todo un acontecimiento, pero si a eso le agregas que lo hace con una propuesta que se siente fresca dentro de un subgénero tan gastado entonces tenemos algo que inevitablemente va a atraer muchas miradas. Lo cual convertía a Presence en un trabajo que generó más expectativas de las que probablemente se tenían contempladas y eso se nota en el resultado final.

Ya que lo presentado por Soderbergh no está pensado para generar sobresaltos aleatorios al espectador cada cinco minutos o provocarle una sensación de terror extrema, más bien su prioridad es desarrollar un drama familiar ante los “ojos” de un espíritu que por sí mismo es toda una incógnita debido a que no muestra el comportamiento habitual que uno esperaría. Haciendo que el primer acto no sea el más atractivo dado a que se sustenta en la monotonía de la vida familiar y en el ir plantando varias de las preguntas fundamentales que sostendrán el drama más adelante.

Ante eso las cosas avanzan de manera bastante lenta por las pocas emociones que se presentan en pantalla, aunque conforme vamos entrando al segundo acto se trata que el espíritu vaya adquiriendo un mayor involucramiento en las acciones y gracias a ello se se pueden ver algunos de los pocos momentos con cierto nivel de intensidad que a la postre llevan a que se quiera profundizar de alguna manera sobre este; sin embargo, la forma en la que lo hacen es tan vaga al grado de que queda parado como algo irrelevante. Siendo esa una problemática recurrente dado a que cada situación de importancia es tratada de manera muy superficial y por lo mismo va creando cierta sensación de vacío dentro de una historia a la que pareciera que jamás quieren añadirle más extravagancia ante el riesgo de convertirla en una propuesta convencional sobre fantasmas.

Volviendo con esto el visionado retador, más no particularmente aburrido; en especial durante una parte final que no cambia mucho la fórmula pero logra manejar un grado de tensión agradable. Dejándonos con esto un desenlace hasta cierto punto sorpresivo y, sobre todo, un tanto depresivo.

Las actuaciones no son espectaculares, pero cumplen con el propósito de demostrar la monotonía de una familia que tiene sus problemas y está al borde desmoronarse por diferentes motivos. Siendo Lucy Liu (Rebekah) la que tal vez resalta más por darle vida al personaje con la personalidad más dominante de todas.

Mientras que en producción tenemos una factura bien cuidada, pero discreta: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no destaca demasiado, el trabajo de sonido es bastante bueno, los efectos en general son básicos y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Presence está ok. Película con una propuesta fresca a la que le falta desarrollar mejor sus ideas.

Ojometro:
***

viernes, 21 de febrero de 2025

Crítica: The Dead Thing (2025)

Película dirigida por Elric Kane, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Webb Wilcoxen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Alex (Blu Hunt) es una joven perdida en una serie de irrelevantes encuentros sexuales hasta que un día se enamora de un carismático y sensible hombre, quien oculta un oscuro secreto que convertirá su relación en una peligrosa obsesión.


Comentarios generales:

El terror erótico no suele ser un subgénero atractivo para muchas personas, especialmente porque se considera demasiado pretencioso y dichas propuestas difícilmente logran llegar a ser algo más que una simple curiosidad pasajera. Por eso tampoco se estrenan muchas películas de este tipo de manera tan seguida y cuando una lo hace suele llamar la atención, lo cual sin duda fue el caso con The Dead Thing, aunque al final no creo que ayude demasiado a cambiar dicha percepción.

Ya que lo traído por Kane es una historia con una idea interesante a la que hay que tenerle cierta paciencia dado a que su primera media hora es bastante lenta al enfocarse principalmente en la soledad de Alex y su desinterés por las relaciones humanas, siendo esto un periodo con pocas emociones hasta que entra en escena el personaje de Kyle. Quien no representa un cambio radical a la dinámica previa, pero que indudablemente añade una dosis de misterio suficiente como para que el espectador pueda sentir curiosidad por lo que vendrá más adelante.

Y es que una vez que se revela su secreto se entra en una etapa interesante en la que todo lo que ocurre entre ellos es particularmente extraño y al no existir tanta claridad sobre la naturaleza de Kyle cada situación que involucra a Alex representa un potencial riesgo. Logrando con esto que el ritmo sea mucho más amigable durante el segundo acto y además se pueda integrar un poco más de violencia que ayude a mantener la sensación de peligro latente incluso durante lapsos en los que el drama romántico es lo que predomina no solo con los protagonistas, sino también con algunos personajes secundarios.

Ante esto la llegada a la parte final cuenta con la fuerza necesaria para que sea intensa, sin embargo, eso lastimosamente no se da. Más que nada porque las escenas construidas para conseguirlo resultan muy blandas y el conflicto decisivo queda parado como algo pasajero que solo lleva a un desenlace que no considero precisamente malo, pero que si carece de impacto.  

Sobre las actuaciones hay que decir que el elenco en general hace un buen trabajo, siendo Blu Hunt la que más destaca sin que sea algo memorable lo que ofrece. Mientras que en producción tenemos una factura cumplidora: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Dead Thing está ok. Película con una propuesta interesante que simplemente no logra alcanzar su máximo potencial.

Ojometro:
***

martes, 23 de julio de 2024

Crítica: The Inheritance (2024)

Película dirigida por Alejandro Brugués (Juan of the Dead), cuyo guión fue co-escrito por Chris LaMont y Joe Russo. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 12 de julio, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En la víspera de su cumpleaños 75, un multimillonario invita a sus distanciados hijos a reunirse en su casa ante la sospecha de que algo o alguien intentarán matarlo. Poniendo en juego su herencia para asegurarse de que todos ayuden a mantenerlo con vida.


Comentarios generales:

No es común que Netflix deje un proyecto a medio camino debido a que es un servicio que todo el tiempo se encuentra en búsqueda de contenido sin importarle demasiado tener un control de calidad tan alto, así que cuando se supo que ya no distribuirían The Inheritance honestamente me esperaba lo peor. Aunque al final el resultado es más digerible de lo que se pudiera llegar a pensar.

Más que nada porque lo ofrecido por Brugués es una historia muy simple que no pretende ofrecer más de lo que debe y eso se deja en claro desde un primer acto que no contiene nada particularmente llamativo, donde el principal objetivo es establecer el total distanciamiento entre los hermanos y definir conflictos que añadan ciertas dudas con respecto a sus motivaciones para aceptar la invitación. Mientras que al mismo tiempo y de forma sutil se trata de generar una atmósfera un tanto tétrica con la que se pueda ir integrando el tema sobrenatural que poco a poco va ir tomando el mando.

Algo que provoca que el ritmo no sea el más ágil, pero una vez que el peligro empieza a manifestarse de manera constante esto cambia y las cosas se vuelven más agradables, impulsado principalmente por el fatal destino de los hijos. Lo cual ayuda a incrementar el nivel de intensidad sin que se requiera demasiada violencia y, sobre todo, se pueda contar con una dinámica bastante caótica que no permite que existan pausas que pudieran afectar el incremento del ritmo; aunque también hay que decir que por algunos momentos esto puede generar confusión en lo que respecta a la distribución de la propia mansión y cómo los personajes se mueven dentro de esta considerando que hay varias escenas donde corren de un punto a otro.

Llevándonos así a una parte final que presenta un giro que en realidad no es tan sorprendente, pero al menos termina dándole sentido a las cosas. Lo malo es que lo que hay detrás de este no recibe la profundización que debería y en términos generales diría que se siente algo hueco, teniendo como consecuencia un desenlace que, si bien no lo encontré aburrido o malo, si carece de la potencia necesaria para tener el impacto que debería.

Con respecto a las actuaciones no hay mucho para destacar realmente, tal vez la presencia Rachel Nichols (Madeline) o Briana Middleton (Hannah) es lo que más llama la atención pero tampoco es nada como para echar fuegos artificiales. Mientras que en producción tenemos algo decente: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sólida, el score no resalta demasiado, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien cuidados (salvo por un breve momento con CGI al final) y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Inheritance está pasable. De esas películas desechables para perder el tiempo y olvidarla en un par de días.

Ojometro:
***

martes, 28 de mayo de 2024

Crítica: My Little Nightmare (2024)

Película escrita y dirigida por Joe Lujan (The Heiress). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de un trágico accidente durante las vacaciones, cinco amigos cometen un grave error al momento de afrontarlo. Ahora, un año después, algo los asecha para obtener su venganza. 


Comentarios generales:

Hay películas que difícilmente vería de no ser por el blog debido a que con el propio trailer puedo intuir que me espera una experiencia nada agradable, es algo que pasa seguido; sin embargo, existen pocos casos tan terribles como el My Little Nightmare.

Esto porque lo presentado por Joe Lujan es, siendo benévolos, cinco veces más horrible de lo que me hubiera imaginado. Lo cual sorprende porque el director no es ningún novato y uno pensaría que con el paso de los años ha adquirido la experiencia para mínimo poder contar historias con cierta estructura, pero lo que demuestra aquí es que no solo no ha aprendido mucho, sino que además ni él mismo parecía saber realmente lo que quería contarnos.

Ya que estamos hablando de una película que dura más de dos horas en la que con el pasar de los minutos resulta evidente que nada más va brincando de una idea a otra esperando a que algo se pueda desarrollar de manera más o menos coherente por mera suerte, utilizando cada recurso básico para tratar de generar suspenso y mostrando una extraña obsesión por presentar de manera constante escenas con los personajes acostados en su cama. Todo bajo un ritmo cansino que lo único que hace es perjudicar a los limitados momentos que involucran muertes o un poco más profundización sobre la problemática, haciendo que el visionado sea una tortura en la que ningún punto sientes que lo que estás viendo sea relevante.

Sentimiento que jamás se va, incluso durante una parte final que encuentra cierto rumbo debido a que es aquí cuando tratan de explicar todo lo que no pudieron previamente. Dejando así una conclusión improvisada que, además de carecer de fuerza, es totalmente hueca.

Las actuaciones son muy malas, dignas de proyecto escolar; aunque sin duda el protagonista es el peor de todos gracias a su total incapacidad para poder reflejar algún tipo de emoción. Mientras que en producción tampoco hay mucho que se salve: el trabajo de fotografía es malo, la dirección de arte mediocre, el score es tal vez lo más aceptable, el trabajo de sonido presenta fallos, los efectos son de pobre calidad y la labor de maquillaje está ok.

Opinión final: My Little Nightmare es terrible. Una experiencia atroz por la que no vale la pena arriesgarse.

Ojometro:
*

martes, 26 de marzo de 2024

Crítica: Ghostbusters: Frozen Empire (2024)

Película dirigida por Gil Kenan (Poltergeist), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jason Reitman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 22 de marzo, recaudando hasta la fecha $61.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando el descubrimiento de un antiguo artefacto libera a una poderosa fuerza del mal, la nueva y la antigua generación de los Ghostbusters tendrán que unir fuerzas para proteger su hogar y salvar al mundo de una segunda Edad de Hielo.


Comentarios generales:

“Ghostbusters: Afterlife” representó un regreso más que satisfactorio para una franquicia que durante años estuvo olvidada a pesar de tratarse de uno de los grandes fenómenos de la cultura pop en los 80s, así que era lógico que hicieran una secuela. Aunque el hecho de que no regresara Jason Reitman tras la cámara era una preocupación dado que él parecía ser el principal motor de todo esto y creo que con Frozen Empire queda un poco en evidencia.

Y es que aunque lo presentado por Kenan no es malo, si te deja con la sensación de que a este le falta una mayor comprensión sobre lo que verdaderamente quieren ver los fans, ya que al traernos una historia que se centra en el salto a la adolescencia de Phoebe Spengler hace que el tono sea mucho más serio del que debería y de paso hace que gran parte del numeroso elenco quede algo relegado. Sobre todo durante una primera mitad en la que sin duda vemos algunos buenos momentos que funcionan porque recurren a la nostalgia de manera bien pensada, pero de a poco van resultando insuficientes para que la problemática central se sienta lo suficientemente relevante y a gran escala.

Siendo esto un problema porque realmente nunca se manifiesta un nivel de urgencia importante que justifique la presencia de todos los Ghostbusters, a los cuales se les trata de brindar pantalla por medio de fragmentos rodeados de un humor que a veces funciona y otras no. Provocando con esto que el ritmo no sea tan ágil como uno esperaría, pero también hay que reconocer que conforme se van uniendo las piezas durante la segunda mitad este va mejorando porque el tono serio del inicio ya no resulta tan predominante y así se le da paso a la acción que trae consigo elementos característicos de la franquicia con los que se puede explotar el tema apocalíptico por medio de un mayor espectáculo visual.

Lo cual roza su punto más alto durante una parte final que es bastante entretenida en términos generales. Especialmente porque ahora si la amenaza resulta imponente y se logra obtener un balance adecuado entre las generaciones para construir un enfrentamiento con su buena dosis de espectacularidad y nostalgia, dejándonos así un desenlace satisfactorio que definitivamente prepara el escenario para una tercera entrega.

En cuanto a las actuaciones no hay mucha diferencia a lo visto anteriormente, aunque Mckenna Grace y Paul Rudd claramente toman un rol todavía más relevante. Mientras que en producción tenemos nuevamente una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Ghostbusters: Frozen Empire está entretenida. Secuela en la que no todo funciona, pero te hace pasar un rato agradable.

Ojometro:
*** 

martes, 23 de enero de 2024

Crítica: Ghost Project (2023)

Película dirigida por Federico Finkielstain, cuyo guión fue escrito por Santiago Fernández Calvete. Se estrenó en DVD en Reino Unido durante agosto de 2023, mientras que hizo lo propio en VOD dentro de los Estados Unidos en diciembre.

Sinopsis:

Tres jóvenes programadores se cruzan con una pieza de tecnología abandonada que detecta presencias sobrenaturales y la utilizan para crear una app de realidad virtual para ver fantasmas. Aunque no saben que esta será una decisión que pondrá en riesgo sus vidas.


Comentarios generales:

Es raro que el concepto de la realidad virtual no haya sido tan explotado en el cine de terror si tomamos en cuenta que siempre se ha caracterizado por ser un género que no es renuente cuando se trata de aprovechar tendencias actuales para su beneficio. Por ello es que Ghost Project resultaba interesante dado a que contaba con un factor de diferenciación que es difícil de encontrar, básicamente logró algo que muchos nunca consiguen; sin embargo, falla de manera escandalosa en aprovecharlo.

Y mucho de esto se debe a que Finkielstain claramente no es un director de películas de terror y como consecuencia de eso existen demasiadas complicaciones al momento de construir las escenas fundamentales para que la historia funcione. Algo que tal vez durante el primer acto no es tan notorio debido a que este se centra más en darnos contexto sobre nuestros protagonistas, limitando las experiencias sobrenaturales lo más que se pueda mientras se trata de establecer un tono oscuro que se pueda usar como base de los momentos tensos que vendrán más adelante.

El problema es que cuando estos llegan no logran en lo absoluto generar algo mínimamente aterrador y empieza a ser evidente que no existe demasiado interés por conseguir eso, llevando las cosas a lugares habituales que hemos visto en otros lados. Lo cual provoca que el ritmo vaya decayendo e incluso la idea central empiece a quedar un tanto relegada para darle paso a una dinámica de fantasmas vengativos que no lleva a ningún lado y solo está ahí porque se necesita tener algún tipo de amenaza con la que se pueda justificar el traslado a una locación mucho más grande durante la parte final.

Una que por lo menos logra tener un poquito más de intensidad pero, al igual que todo lo anterior, carece de imaginación al momento de presentar situaciones de riesgo que le brinden otra dimensión a las acciones. Dejándonos así un desenlace que trata de ser impactante por lo que presenta, aunque en realidad lo único que genera es indiferencia.

Las actuaciones no están tan mal considerando el material que tenía el elenco para trabajar, pero por momentos es difícil de ignorar los acentos tan marcados que vienen y van dependiendo de la escena. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto muy apretado: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es simple, el score resulta genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta. 

Opinión final: Ghost Project es decepcionante. Película con una buena idea que jamás la aprovecha como debería.

Ojometro:
**

martes, 16 de enero de 2024

Crítica: The Rope Curse 3 (2023)

Película dirigida por Shin-Han Liao (The Rope Curse 1 y 2), cuyo guión fue co-escrito por Keng-Ming Chang y Tzu-Ming Ma. Se estrenó en cines dentro de Taiwán en agosto de 2023, mientras que su estreno a nivel mundial se dio en Netflix el pasado 18 de diciembre.

Sinopsis:                               

Un joven escéptico que aspira a ser estrella del parkour y a la vez es hijo de una familia de exorcistas, se ve atrapado en una serie de eventos aterradores dentro de un misterioso hotel.


Comentarios generales:

La verdad es que mi conocimiento sobre The Rope Curse se debe a que normalmente me aparece en las recomendaciones de Netflix, pero nunca me había llamado la atención. Sin embargo, ante la habitual falta de películas a inicios de año me pareció una buena oportunidad para ver las tres películas existentes y saber por qué sigue vigente en Taiwán, aunque sinceramente creo que The Rope Curse 3 puede ser el límite para muchos curiosos como yo.

Y es que lo que presenta Shin-Han Liao para esta tercera entrega ya se siente demasiado forzado y gracias a ello la historia carece del atractivo que las otras dos si llegan a tener, siendo su mayor apuesta la continuidad que le dan a ciertas cosas de la segunda entrega para que en realidad se sienta más como solo una parte de un evento mayor.

Lo malo es que lo que lleva a ese evento resulta demasiado rebuscado y desde muy temprano las situaciones presentadas no logran generar la tensión necesaria para poder vender la idea sobre que el espíritu que está detrás representa un peligro tan grande. Recurriendo a cierto tipo de comedia que no funciona de buena forma y a una serie de recursos que terminan sobreexplotando dentro del hotel con la esperanza de elevar la tensión a niveles aceptables para tratar que las muertes por lo menos tengan algún impacto significativo.

Todo esto con resultados muy pobres que solo provocan que el visionado se vuelva demasiado aburrido a pesar de que el ritmo como tal no es tan lento y así se vayan exprimiendo los minutos hasta que se llegue a una parte final que juega un poco más con los elementos sobrenaturales. Lo cual hace que el desenlace no sea tan gris debido a su extravagancia por medio de la “danza” de siete pasos y el grado emocional aceptable que eso trae consigo para el protagonista. 

Las actuaciones son mediocres en general, siguiendo los patrones exagerados de muchas otras en el cine de terror asiático pero sin lograr en ningún momento que alguno de los personajes te resulte de interés. Mientras que en producción se nota el presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es cumplidor, la dirección de arte no está mal, el score es genérico, el trabajo de sonido resulta efectivo y lo referente a efectos/maquillaje es sencillo.

* Cuenta con una escena post-créditos  

Opinión final: The Rope Curse es mediocre. Secuela absurda que aporta poco o nada a una franquicia poco atractiva.

Ojometro:
**

viernes, 24 de noviembre de 2023

Crítica: Dear David (2023)

Película dirigida por John McPhail (Anna and the Apocalypse) y escrita por Mike Van Waes, la cual está basada en el hilo de Twitter del escritor Adam Ellis de BuzzFeed. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de octubre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Adam Ellis (Augustus Prew) es un escritor de BuzzFeed que de la noche a la mañana es acosado por un fantasma de un chico llamado David. Algo que pretende explotar para su beneficio laboral, pero pronto pondrá en riesgo su propia vida.  


Comentarios generales:

La verdad es que no tenía conocimiento del hilo de Twitter en el que está basada Dear David, pero lo cierto es que esta clase de cosas salidas de internet no son precisamente algo que llame mi atención y mucho menos me parecen una fuente confiable para realizar una película. Obvio habrá alguna que otra excepción con la cual los resultados sean positivos, pero en general no cuentan con la suficiente sustancia como para construir un buen producto y este es otro de esos ejemplos.

Y es que lo traído por McPhail es una historia a la que por medio del bullying en las redes sociales tratan de añadirle un elemento con el que el espectador pudiera sentirse ligado dado a lo común que es en la actualidad; sin embargo, esto realmente solo se utiliza como un anzuelo que con el pasar de los minutos va perdiendo relevancia. Lo cual sin duda es un problema porque ocasiona que la primera mitad de la película esté llena de inconsistencias y por lo consiguiente no se puede construir algo sólido con respecto al misterio detrás de David, dejando todo el peso en un personaje tan poco interesante como Adam y sus problemas que hacen bastante aburridas las cosas rápidamente.

En gran parte porque se utilizan los mismos recursos una y otra vez para tratar de generar dudas poco convincentes sobre la estabilidad mental de este, recurriendo además a elementos demasiado simples con los que no se logra proporcionar la tensión necesaria que logre establecer a la amenaza como una interesante. Situación que empeora durante un segundo acto en el que jamás se le brinda claridad a su origen, brincando de una idea a otra con la esperanza de que alguna de estas pueda tener cierta efectividad para ser la que conecte todo de la manera más coherente posible y, sobre todo, pueda llevar a algunos momentos de mayor peligro.

Una apuesta que evidentemente no funciona y gracias a ello la parte final carece de lógica. Aunque al menos se puede decir que con el desenlace tratan de imprimir un poco más de intensidad y lograr con ello que el enfrentamiento definitivo pueda contar con cierta “espectacularidad” en el afán de querer exponer ligeramente el lado sobrenatural de todo esto. 

Sobre las actuaciones no hay mucho para destacar, todo recae en Augustus Prew y honestamente cualquier otro actor pudo haber hecho lo mismo. Mientras que en producción tampoco vemos un presupuesto tan grande: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es discreta, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje no presenta gran complejidad.

Opinión final: Dear David es decepcionante. Película aburrida y sin mucho sentido con la que no se pierden de nada si no la ven.

Ojometro:
**

martes, 19 de septiembre de 2023

Crítica: A Haunting in Venice (2023)

Película dirigida por Kenneth Branagh y escrita por Michael Green, la cual está basada en la novela “Hallowe'en Party” de Agatha Christie. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 15 de septiembre, recaudando hasta la fecha $37.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En 1947, el detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) se ha retirado y vive en Venecia sin aceptar docenas de casos que llegan cada día a su puerta. Sin embargo, cuando una vieja amiga lo convence de ir a una sesión espiritista donde se lleva a cabo un asesinato, este regresará a sus viejos hábitos para resolver el crimen.


Comentarios generales:

Es curioso cómo a veces funciona el cine de terror gracias a todos los subgéneros que le proporcionan una amplia variedad de opciones para tratar de llegar a distintos tipos de público, ya que realmente nunca me imaginé que estaría escribiendo sobre una secuela de “Death on the Nile” en este blog. Son cosas que pasan y como preámbulo de la siempre demandante época de Halloween la verdad es que A Haunting in Venice no es una mala opción para ir calentando motores.

Y es que si bien lo presentado por Branagh siempre deja muy en claro que se trata de una película de misterio y crimen, lo cierto es que tampoco rehúye a integrar cosas como leyendas o presuntas apariciones de fantasmas para poner en jaque el escepticismo del personaje principal. Siendo esto siempre el punto central de la historia, aunque durante el primer acto se contiene un poco para poder brindar el contexto detrás de la sesión espiritista bajo una atmósfera un tanto tétrica y presentar a un extenso grupo de personajes que a su modo guardan muchas peculiaridades, logrando con esto que desde muy temprano exista un gran número de sospechosos creíbles para cuando el asesinato se lleve cabo.

El cual no solo añade un shock significativo, sino que además también proporciona una sensación de peligro suficiente que incrementa las dudas con respecto a los involucrados y además ayuda a mantener el misterio intacto por una mayor cantidad de tiempo gracias a lo sorpresiva que resulta la víctima. Complementando todo esto con un ritmo ágil y, sobre todo, con una serie de momentos puntuales diseñados con la intención de llevar la investigación de Poirot por caminos en donde su razonamiento lógico se ve afectado por situaciones difíciles de explicar al contar estas con elementos más fantasiosos que mantienen el lado del terror presente de manera discreta.

Dejándonos así con una parte final que necesita responder varias preguntas que han quedado en el aire y afortunadamente lo hace de manera efectiva durante un desenlace que no es tan intenso, pero que si cuenta con la suficiente claridad para que las revelaciones más importantes tengan el impacto necesario. Dejando solo la interrogante sobre si había o no algo sobrenatural detrás para que sea el propio espectador quien saque sus conclusiones al respecto.  

En lo que se refiere a las actuaciones nos encontramos con un Kenneth Branagh que lo hace bastante bien con un personaje cuya personalidad y apariencia son extravagantes por naturaleza, pero que gracias al escepticismo que maneja logra evitar que caiga en lo caricaturesco. Además de que está apoyado por un grupo de secundarios sólido, siendo Michelle Yeoh (Joyce Reynolds) y Camille Cottin (Olga Seminoff) quienes más destacan.

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy simple.

Opinión final: A Haunting in Venice me gustó. Buena película de misterio/crimen para pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 15 de septiembre de 2023

Crítica: The Misstress (2023)

Película escrita y dirigida por Greg Pritikin. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una pareja de recién casados se muda a la casa de sus sueños, donde descubrirán una colección de cartas con cien años de antigüedad escritas por una mujer que se suicidó después de ser abandonada por el antiguo dueño. 


Comentarios generales:

Cuando una película hace ruido en festivales se tiene que ser cuidadoso con las expectativas debido a que, si bien hay casos en los que dicho ruido está justificado, la mayoría de las veces este se encuentra sustentado en una serie de intereses y amiguismos que forman parte de esta industria. Así que cuando empecé a escuchar tantas cosas buenas sobre The Misstress sin ser precisamente un trabajo con muchos reflectores mis dudas se dispararon y después de verla me quedó claro que estaban justificadas.

Esto porque lo traído por Pritikin pretende aparentar más de lo que realmente es por medio de una historia con ideas simples con las cuales se puede construir algo aceptable, pero que en su afán por querer darle muchas vueltas termina haciendo que el espectador se aburra. Lo cual durante los primeros 15/20 minutos pudiera no ser tan evidente porque la presentación de los personajes y la exposición de las cartas se da de una forma genérica; sin embargo, conforme se van exponiendo las anomalías que se viven dentro de la casa se empiezan a percibir dudas con respecto a cómo establecer una amenaza convincente.

Provocando así que la simpleza vaya desapareciendo poco a poco al combinar la cuestión sobrenatural ligada a las cartas con una problemática demasiado rebuscada ligada a un stalker, cuya meta claramente es generar dudas, aunque en el proceso dichas dudas jamás se dan porque es muy obvio que lo segundo no tiene demasiada lógica. Situación que solo hace que con el pasar de los minutos la dinámica resulte repetitiva y como consecuencia de eso el ritmo se vuelva pesado, incluso cuando durante el segundo acto se hacen ciertos esfuerzos por construir escenas que pongan a Parker en contratiempos y así generar una sensación de paranoia que pueda añadir un poco de intensidad a las cosas.

Algo que no logra porque la parte final carece de grandes emociones y ante esto se tiene que apostar por un giro poco efectivo. No tanto porque la idea en si me parezca mala, sino porque todo lo previo está tan mal construido que en realidad queda como un recurso forzado para conseguir un shock barato durante la conclusión.  

Las actuaciones no diría que son terribles, pero en realidad ninguna significa un valor extra para el filme. Mientras que la producción tampoco tiene mucho para destacar: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es simple, el score genérico, el trabajo de sonido cumple y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: The Misstress es mediocre. Thriller psicológico del montón que se les olvidará en un par de días.

Ojometro:
**

viernes, 8 de septiembre de 2023

Crítica: Marry F*** Kill (2023)

Película dirigida por Caroline Labreche, cuyo guión fue co-escrito por Ian Carpenter y Aaron Martin. Se estrenó dentro de los Estados Unidos por medio de Tubi el pasado mes de abril, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después del suicidio de Beth (Devin Cecchetto), cinco de sus antiguos amigos atienden a su funeral y se quedan en su abandonado hogar. Aunque estando ahí aprenderán que un antiguo juego que ellos jugaban durante sus años en la universidad ha regresado para atormentarlos.


Comentarios generales:

En el último par de años Tubi ha apostado bastante por el cine de terror gracias a que se dieron cuenta de su rentabilidad a bajo costo y eso es algo que no se puede dejar de reconocer. Sin embargo, entre esta ola de apoyo también se han vuelto el blanco de muchas críticas debido a que sus producciones dejan mucho que desear y la verdad dudo que dicha tendencia negativa vaya a cambiar con Marry F*** Kill.

Y es que lo traído por Labreche pretende vendernos la idea de que será provocativa por medio del sexo, pero en realidad termina siendo una historia de demonios y fantasmas demasiado estándar en la que puedes descifrar con mucho tiempo de anticipación la mayoría de las cosas que ocurren. Algo que se vuelve perjudicial desde temprano ya que ante tanta predictibilidad la experiencia se torna demasiado aburrida de forma rápida, llevándonos por situaciones en las que este grupo de amigos transitan bajo todos los clichés posibles esperando que se pueda generar un poco de suspenso con respecto a lo que ocurre dentro de la casa y, de paso, integrar de la forma menos orgánica un tipo de habilidad especial con uno de los personajes.

Todo lo anterior con una efectividad muy baja y por lo consiguiente haciendo que durante el segundo acto se tenga que recurrir a cosas que se sienten constantemente fuera de lugar para hacer un poco más interesante el desarrollo. Sobre todo cuando llega el momento de empezar a construir escenas que añadan algo de tensión a las acciones considerando los riesgos que se vuelven evidentes para los involucrados, lo cual lleva a los que son los minutos más intensos del filme por medio de muertes poco imaginativas y una revelación que no añade ningún tipo de sorpresa, más si termina integrando por completo la cuestión demoniaca.

Ante eso la parte final resalta a su modo, no tanto porque sea buena, sino porque al menos presenta algo que se sale de lo genérico que se estuvo viendo previamente. Brindando mayor contexto con respecto a la situación de Beth y dejando un cierre que, aunque absurdo, concluye esto sin dejar nada al aire.

Sobre las actuaciones hay que decir que no son terribles, pero tampoco presentan nada que destaque de gran forma. Mientras que en producción es de un presupuesto discreto para TV: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es genérico, el trabajo de sonido limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje resulta muy simple.

Opinión final: Marry F*** Kill es mediocre. Película poco interesante que por fortuna se perderá en la intrascendencia.  

Ojometro:
**

martes, 8 de agosto de 2023

Crítica: Haunted Mansion (2023)

Película dirigida por Justin Simien (Bad Hair) y escrita por Katie Dippold. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 27 de julio, recaudando hasta la fecha $60.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Gabbie (Rosario Dawson) es una madre soltera que contrata a un guía de turistas, un sacerdote, una psíquica y a un historiador para que la ayuden a exorcizar una antigua mansión que acaba de comprar y se encuentra habitada por fantasmas.


Comentarios generales:

Honestamente no recuerdo si vi la película de 2003 con Eddie Murphy y nunca he viajado a alguno de los parques de Disney, así que tampoco tengo mucho conocimiento sobre la atracción en la que está basada la película. Sin embargo, cuando se trata sobre mansiones embrujadas tengo cierta debilidad debido a que estas representan una de las esencias más añejas del cine de terror y por ello Haunted Mansion me generaba interés independientemente de estar enfocada a un público más familiar; aunque al final creo que no logra ser ese producto tan entrañable que se pretendía.

Y mucho de esto se debe a que lo presentado por Simien tiene problemas para establecer su propio tono, ya que si bien la historia se centra en cómo las personas manejan la muerte de un ser querido, también es cierto que en esencia esto es una comedia y durante gran parte del metraje se puede notar lo complicado que les resulta encontrar el balance adecuado entre ambas cosas. Sobre todo durante un primer acto que resulta un tanto aburrido dado a que la presentación de los personajes centrales (Gabbie, su hijo y Ben) no es la más llamativa y la manera en la que se introduce el problema de los fantasmas dentro de la mansión carece de cierta chispa que debería de estar adherida a estos sucesos.

Siendo realmente hasta la entrada del segundo acto con la aparición de los personajes secundarios más excéntricos que las cosas empiezan funcionar mejor, no solo por el hecho de que el humor que estos aportan es efectivo, sino también porque de manera inmediata se activan los elementos sobrenaturales más interesantes para ir dándole forma al misterio detrás de la mansión. El cual es más elaborado de lo que esperas y gracias a eso se pueden construir escenas interesantes que exploten el aspecto visual dentro de esta y también profundicen sobre el tema del duelo con el personaje de Ben sin que el ritmo decaiga.

Logrando con esto que la parte final sea frenética y un buen espectáculo de efectos visuales en el que el villano tenga su momento de buena exposición, aunque en general la manera en la que se resuelve el problema es un tanto genérica y eso le resta puntos a un desenlace que simplemente pasa sin pena ni gloria.

Sobre las actuaciones hay que decir que son lo mejor de la película, aunque Rosario Dawson como la protagonista es la que menos trasciende y queda en un segundo plano a lado de LaKeith Stanfield (Ben). Incluso también queda muy atrás del buen casting de secundarios que incluye a Owen Wilson (Padre Kent), Tiffany Haddish (Harriet) y al siempre hilarante Danny DeVito (Bruce).

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es fantástica, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es de buena calidad, los efectos están bien logrados y la labor de maquillaje cumple su objetivo.

Opinión final: Haunted Mansion está ok. Película de corte familiar para disfrutar con palomitas y olvidarla en un par de meses.

Ojometro:
***

martes, 30 de mayo de 2023

Crítica: Island of the Dolls (2023)

Película dirigida por Jack E. Bell (Return of the Salem Witch) y escrita por Oscar Wenman-Hyde. Se estrenó directamente en YouTube de manera gratuita durante el mes de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de personas viajan a la legendaria Isla de las Muñecas para descubrir una aterradora verdad que los pondrá en peligro.


Comentarios generales:

Independientemente de si se creen o no las leyendas que la rodean, lo cierto es que la Isla de las Muñecas ubicada en la Ciudad de México es genuinamente un lugar perturbador que cualquier amante del terror debería de tratar de conocer y sin duda una atracción turística que brinda material para explotarla en cine. El problema es que al ser un lugar de difícil acceso para todo lo que involucra producir una película casi nunca se logra recrear lo que la hace tan especial e indudablemente Island of the Dolls es la peor representación que se puede encontrar sobre esta.

Ya que lo traído por Bell es una historia basada en la isla, pero se encuentra ubicada en otro lugar y por ello pierde mucho del folklore que viene adherido con esta. Aunque realmente los problemas van más allá de eso debido a que desde el primer acto uno se puede dar cuenta que lo presentado en pantalla no está muy bien cuidado que digamos, sobre todo por la forma tan apresurada y vacía en la que se introduce a unos personajes cuyo comportamiento resulta fastidioso de manera inmediata por medio de interacciones ridículas que contrastan demasiado con la edad que supuestamente tienen.

Por si eso no fuera suficiente, ya estando en la propia isla las cosas se vuelven tediosas porque en realidad la representación de la locación es muy pobre y no añade nada a la atmósfera, mientras que la problemática central sigue sin ser desarrollada de manera coherente. Optando por hacer de la protagonista el personaje más detestable de todos al guardar tantos secretos y tratando de perder tiempo por medio de conversaciones que pretenden añadir cierta capa emocional sin gran existo porque realidad solo logran que el ritmo se haga cansino y eso termina arruinando cualquier intento por generar algo de impacto; especialmente con las muertes que rayan en lo cómico por lo mal elaboradas que están. 

Ante esto la parte final no tiene ningún tipo de atractivo y honestamente el que la protagonista resulte tan poco empática tampoco ayuda demasiado. Sobre todo porque se tiene como propósito que el desenlace sea un poco más emotivo gracias a ella, pero entre lo acelerado que se siente todo y la nula capacidad por hacer que su conexión con la amenaza sea interesante, este termina siendo uno completamente desangelado.

Las actuaciones son muy malas y no serán pocas las ocasiones en las que sentirán hasta algo de vergüenza por lo que están viendo. Mientras que en producción las cosas son igual de tristes: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte es lamentable tomando en cuenta la locación que se quiere recrear, el score genérico, el trabajo de sonido es pobre, los efectos son de mala calidad y la labor de maquillaje es tal vez lo único salvable.

Opinión final: Island of the Dolls es terrible. Mejor traten de visitar el destino turístico en la que está inspirada.

Ojometro:

viernes, 26 de mayo de 2023

Crítica: Sound of Silence (2023)

Producción italiana escrita y dirigida por Alessandro Antonaci, Daniel Lascar y Stefano Mandalà. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unido el pasado 3 de marzo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que su padre acaba internado en el hospital, Emma (Penelope Sangiorgi) vuela de Nueva York a su pueblo natal en Italia para quedarse en su antigua casa. Aunque estando ahí enfrentará a un malvado ente que de algún modo se encuentra conectado a un viejo radio. 


Comentarios generales:

Las películas con más de dos directores y que no son antologías por lo regular me dan mala espina debido a que no es tan conveniente tener tantos estilos distintos detrás de la cámara por las complicaciones que eso conlleva para encontrar un balance adecuado. Obvio no es el fin del mundo y si se tiene el talento suficiente se puede terminar con un producto aceptable a pesar de dichas complicaciones, algo que Sound of Silence logra demostrar... por un margen muy ajustado.

Ya que lo traído por estos tres directores en términos generales mantiene cierta uniformidad en la manera de contar una historia cuya complejidad no es alta y que realmente no tarda demasiado en establecer lo que será la dinámica central de todo esto. Lo cual ayuda a que desde muy temprano se empiecen a utilizar los elementos para proporcionar terror sin entrar en demasiados detalles con respecto al fantasma detrás de dicha problemática, logrando así que el ritmo en general sea ágil y se pueda contar con ciertos jump scares iniciales cuyo nivel de efectividad es el necesario para poder sobrellevar el primer acto.

Lo malo es que una vez que llegamos a determinado punto dichos sustos empiezan a fastidiar porque se abusa de ellos, entrando así en un lapso de repetitividad muy marcada en el que se trata de expandir lo que verdaderamente ocurre alrededor del fantasma de manera un tanto burda. Disimulándolo un poco al aprovechar de mejor forma el sonido durante el desarrollo de las acciones, aunque sin la solidez suficiente como para hacer que el misterio detrás resulte de gran interés y todo se quede más en una tragedia un tanto simplona que lleva a una resolución que tampoco es tan complicada de descifrar.

Situación que evidentemente hace que la parte final carezca de grandes emociones sin que esto signifique que sea mala porque en realidad la manera en que resuelven todo es la correcta. Lo que no es correcto es que una vez que se da dicho cierre se agrega una nueva mini historia que no tiene absolutamente nada que ver con todo lo anterior y que claramente está pensada para algún tipo de secuela o satisfacer el ego de alguno de los directores, dejando como resultado un cierre que solo te provoca indiferencia.

En cuanto a las actuaciones solo destaca Penelope Sangiorgi, quien como la protagonista no ofrece nada particularmente memorable pero si logra llevar sin demasiados contratiempos el peso de la historia. Mientras que en producción es de una factura mediana: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, el score no resalta, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos cumplen y labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: Sound of Silence está ok. Película poco arriesgada que olvidarán en un par de semanas.

Ojometro:
***

martes, 23 de mayo de 2023

Crítica: We have a Ghost (2023)

Película dirigida por Christopher Landon (Happy Death Day, Freaky), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Geoff Manaugh. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 24 de febrero.

Sinopsis:

Encontrar un fantasma de nombre Ernest (David Harbour) viviendo en su nueva casa le brinda la posibilidad a la familia de Kevin de volverse una sensación en las redes sociales. Pero cuando Kevin y su nuevo amigo empiezan a investigar su pasado rápidamente se convierten en objetivos de la CIA.


Comentarios generales:

Actualmente me encuentro en un punto en el que las películas de Netflix no me generan demasiada expectativa debido a que, salvo por contadas excepciones, la gran mayoría resultan ser propuestas poco memorables que solo sirven para rellenar su catálogo. Por ello es que We have a Ghost no me llamó mucho la atención cuando fue anunciada, sin embargo, por el talento involucrado me resultaba difícil poder seguir ignorándola y honestamente me he llevado un buen sabor de boca.

Y es que lo traído por Landon hay que entenderlo como un producto para entretener a un público familiar y bajo dicho parámetro cumple su objetivo de manera satisfactoria al presentarnos una historia que desde los primeros minutos establece su tono ligero sin demasiadas complicaciones por medio de una dinámica familiar con la cual muchos se podrán sentir identificados y con la presentación de un fantasma que desde el primer instante deja claro que está concebido más para generar risas que terror. Algo que termina encajando perfectamente con todo el concepto de las redes sociales y esto hace que la primera mitad de la película fluya de manera ágil con momentos cómicos bien logrados que ayudan a posicionar a Ernest como un personaje interesante y del que quieres saber más, así como soltar cierta crítica hacía todo lo absurdo que viene con la fama instantánea que brinda el internet.

Lo malo es que esto termina teniendo cierto límite de efectividad y cuando es momento de integrar otras cosas para añadir variedad se opta por una problemática con la CIA que no es para nada interesante y en todo momento sientes que ha sido integrada con calzador porque simplemente no lleva a ningún lado. Aunque afortunadamente también existe otro misterio que hace que la película logre soportar lo anterior y gracias a eso el ritmo en realidad nunca decae; de hecho, gracias a este también se logran integrar unas escenas de acción que ayudan a sacudir un poco el estancamiento de las acciones y que la amistad Kevin/Ernest logre solidificarse.

Dejando con esto una parte final en la que para nuestra suerte se desecha rápidamente el tema de la CIA y se le da prioridad al misterio para así ofrecer un desenlace que es un poco más oscuro e intenso de lo que imaginarías, pero también logra resultar emocional cuando debe de serlo.

Sobre las actuaciones puedo decir que todos cumplen, siendo David Harbour el que tiene la labor más compleja debido a que no dice ni una sola palabra y aún así logra manifestar bastantes cosas por medio de expresiones faciales. Mientras que en producción es de una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte muy simple, el score cumple, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: We have a Ghost está entretenida. Película simple para pasar un buen rato cualquier día de la semana.

Ojometro:
***

viernes, 24 de febrero de 2023

Crítica: Re/Member (2022)

Película japonesa dirigida por Eiichiro Hasumi y escrita por Harumi Doki, la cual es una adaptación del manga del mismo nombre escrito por Welzard. Se estrenó en cines durante el mes de octubre de 2022 en Japón, mientras que en el resto del mundo salió directamente en Netflix este pasado 14 de febrero.

Sinopsis:

Un grupo de estudiantes se encuentran atrapados en un bucle de tiempo con un violento fantasma y la única forma de escapar de su despiadado destino es encontrar todas las partes del cuerpo de su anterior víctima en las instalaciones de su escuela.


Comentarios generales:

El manga de Re/Member (Karada Sagashi) me llamó la atención hace algunos años cuando empezó a ser publicado, sin embargo, con el pasar del tiempo le perdí la pista y por lo consiguiente nunca supe cómo terminó. Por ello es que cuando se anunció esta adaptación me alegré aún sabiendo el historial poco confiable de los live-action japoneses debido a que era una manera más rápida de conocer el resultado y la verdad es que, con excepción de algo muy especifico, me he llevado una grata impresión.

Y aunque obviamente no puedo saber si es 100% fiel o no al material original, lo cierto es que lo traído por Hasumi logra su cometido principal que es entretener. Esto por medio de una historia que sigue una estructura básica con respecto a los bucles de tiempo y que, tras una breve introducción de los personajes, va directo al grano sin ningún tipo de reservas para establecer unas reglas simples y sobre todo un nivel de violencia elevado que haga sentir al fantasma en cuestión como uno muy intimidante y sumamente peligroso a pesar de que la estructura del filme le va quitando algo de eso con el pasar de los minutos gracias a la naturaleza repetitiva del problema.

Una repetitividad que afortunadamente no provoca que los acontecimientos dentro la escuela resulten aburridos y por ende el ritmo sea muy agradable durante los primeros 40/45 minutos de metraje, aunque una vez pasado este punto se presenta algo que sin duda puede cambiar por completo las sensaciones de lo que estás viendo.

Y es que de pronto el tono súper oscuro que estaba predominando empieza a ser intercalado con uno extremadamente ligero para resaltar la relación entre los estudiantes y esto hace que el segundo acto sea muy extraño debido a que esta combinación de tonos nunca se siente orgánica. Lo cual hace que el desarrollo pierda fluidez ante unas situaciones adolescentes exageradas que le quitan reflectores al problema central, pero que tampoco son algo que afecte de sobremanera como para decir que arruina por completo el visionado.

Sobre todo porque la última media hora es muy buena y no solo por el regreso del tono oscuro inicial, sino también porque se toca un tema con los estudiantes que particularmente a esa edad es relevante y le añade una capa extra de complejidad a su objetivo. Dejándonos ante un desenlace con mucha acción, sangre y muertes que además logra tener un cierre digamos un tanto gris que encaja bien con lo sucedido.

Las actuaciones son el estándar de lo que solemos ver en esta clase de películas con estudiantes y no hay mucho que resaltar. Mientras que en lo referente a producción nos encontramos algo discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sencilla, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos en general están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Re/Member me gustó. Sólida adaptación con unos cambios de tono peculiares, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****

lunes, 27 de junio de 2022

Crítica: The Black Phone (2022)

Película dirigida por Scott Derrickson (Sinister, The Exorcism of Emily Rose), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Robert Cargill. Se estrenó en cines a nivel mundial entre el 23 y 24 de agosto, recaudando hasta la fecha $35.8 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

Después de ser secuestrado por un asesino de niños y encerrado en un sótano a prueba de ruido, un chico de 13 años empieza a recibir llamadas en un teléfono desconectado que pertenecen a las victimas previas de su captor.


Comentarios generales:

Más allá de que estuviera inspirada en una historia corta de Joe Hill, la verdad es que lo que más me emocionaba de The Black Phone era el hecho de que Scott Derrickson y Robert Cargill se volvían a juntar diez años después de habernos regalado la fantástica “Sinister”. Simplemente es una combinación que generaba buenas sensaciones como para convertir a la película en una de las más esperadas de 2022 y que para mi alegría no decepciona en lo absoluto.

Ya que lo presentado por Derrickson es una historia sobre el abrupto fin de la niñez provocado por la putridez de los adultos, que en está ocasión se encuentra representada por un asesino brutal. Lo cual saca a la vista rápidamente ciertas similitudes que comparte Joe Hill con su padre Stephen King y no es difícil que se te venga a la mente por momentos “It”; sin embargo, esto se encuentra lejos de ser un clon y poco a poco se va forjando una identidad que combina lo sobrenatural con un peligro al que todo el mundo está expuesto.

Con un primer acto cuyo propósito es engancharte no tanto con el terror, sino por la presentación de Fiiney y Gwen con su dinámica fraternal que te atrapa por medio del contraste de personalidades que se complementan de manera perfecta y con la cual se introduce un elemento que hará de Gwen alguien importante con el pasar de los minutos. Esto mientras también se juega poco a poco con la presencia de este mal casi omnipotente tan solo  mencionándolo o, en determinados casos, solo con ver la camioneta en donde viaja para que cuando llegue el momento del secuestro el impacto sea grande.

Algo que sin duda logran debido a que con la aparición The Grabber el tono de la película cambia por completo, volviéndose uno mucho más oscuro gracias a que su mera presencia genera una sensación de peligro palpable sin que haga cosas tan extremas. Y esto se magnifica todavía más una vez que Finney empieza a recibir las llamadas porque la película entra en una dinámica mucho más pausada con la que se te van revelando detalles de la manera de operar del asesino (incluyendo ciertos flashbacks cuyo formato son un guiño a “Sinister”) y con ello siempre existe una inquietud constante sobre lo que pudiera llegar a hacer con él. 

Aunque también es en esta parte durante el segundo acto cuando el espectador pudiera llegar a experimentar cierta pesadez debido a que la cantidad de sustos para complementar dicho aspecto sobrenatural no es tan grande como se esperaría. Sin embargo, los pocos que hay son manejados de manera impecable y eso hace que el camino hacia la parte final resulte satisfactorio. 

Sobre todo porque le aportan buenas dosis de impacto a este proceso traumático que vive Fiiney, cuyos encuentros fantasmales terminan teniendo mayor sentido del que imaginarías al lograr que cada pequeño detalle cuente. Logrando así que la resolución resulte tensa y tenga un mayor peso emocional.

En cuanto a las actuaciones tenemos a dos niños en Mason Thames (Fiiney) y Madeleine McGraw (Gwen) que lo hacen realmente bien con su dinámica de hermanos, aunque quien se lleva la película es indudablemente Ethan Hawke como The Grabber. El tipo está impresionante de principio a fin, cada minuto que tiene en pantalla es perturbador y todo sin que se le vea en su totalidad el rostro o tenga diálogos tan extensos; simplemente con su presencia y gestos es suficiente para generar terror.

Y con respecto a la producción, nos encontramos con una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es excelente, la dirección de arte sencilla, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: The Black Phone me gustó bastante. Gran película que se posiciona como una de las mejores del año.

Ojometro:
*****

viernes, 22 de abril de 2022

Crítica: Umma (2022)

Película escrita y dirigida por Iris K. Shim. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de marzo y en VOD el 9 de abril, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 24 de mayo.

Sinopsis:

Amanda (Sandra Oh) y su hija viven una vida tranquila en su granja, pero cuando los restos de su fallecida madre llegan desde Corea ella pronto se verá atormentada por el miedo de convertirse en lo que siempre temió. 


Comentarios generales:

En los últimos años las películas y series coreanas han visto un incremento considerable en su popularidad y obviamente el género de terror ha sido parte fundamental de ese fenómeno, así que no es de extrañar que los estudios occidentales poco a poco quieran llevarse una rebanada del pastel haciendo sus propias producciones con sello “coreano”. Situación por la cual Umma me llamaba poderosamente la atención debido a que es el primer acercamiento con algo que se puede volver común en un futuro cercano, aunque el resultado final está lejos de ser espectacular.

Y es que lo traído por Shim sufre de los conflictos esperados en un proyecto de esta naturaleza, con una historia que pretende explotar la cultura coreana pero que se ubica en Estados Unidos y está llena de los convencionalismos que se ve en el cine de dicho país. Lo cual provoca una dinámica extraña desde temprano en la que nos bombardean con los traumas de Amanda pero nunca dejan que estos sean completamente expuestos al contenerlos en simples flashbacks o pesadillas para proporcionar sustos fáciles, algo que como recurso funciona un par de ocasiones y rápidamente se empieza a volver fastidioso por la manera en la que cortan el ritmo de la película.

Una problemática que en realidad nunca se soluciona, aunque conforme pasan los minutos esto deja de molestarte dado a que te acostumbras a la falta de efectividad de los sustos gracias a lo predecibles que resultan, dejándole así mucho del peso de las acciones tanto a la crisis de identidad como a los miedos de Amanda que van afectando la relación con su hija de manera progresiva. Logrando con esto algunas buenas escenas que tratan de plantar cierta duda sobre si lo que ocurre solo es producto de dichos miedos o si se trata de algo sobrenatural.

Lo malo es que nada de esto logra elevar demasiado lo que ocurre en pantalla, cuyo desarrollo se vuelve acelerado y no permite profundizar en cuestiones importantes como lo es la relación de nuestra protagonista con su madre. Haciendo que la parte final carezca de emoción y nos deje con un desenlace que en ningún punto logra generar una sensación de peligro lo suficientemente fuerte como para que te importe lo que pasa.

En el tema de las actuaciones tenemos un casting muy reducido en el que Sandra Oh es por mucho la que más destaca y no lo hace mal realmente, nada más que la pobreza del guión no deja explotar del todo su personaje. En cuanto producción vemos una factura decente: el trabajo de fotografía es regular, la dirección de arte es sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son simples y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Umma es decepcionante. Película con una idea interesante que se desvanece ante tanta repetitividad y falta de sustancia.

Ojometro:
**

martes, 22 de marzo de 2022

Crítica: They Live in the Grey (2022)

Película dirigida por los hermanos Abel Vang y Burlee Vang, quienes además son los escritores del guión. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Mientras se encuentra investigando un caso de abuso infantil, Claire (Michelle Krusiec) descubrirá que la familia está siendo atormentada por una entidad supernatural que solo ella puede ver.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que la disputa por contenido se encuentra en su punto más alto y eso provoca que los derechos de muchísimas películas sean adquiridos prácticamente a diario por distribuidoras o servicios de streaming. Algo que sin duda es positivo para la exposición del género de terror, pero que también trae consigo una problemática de no saber exactamente bien quienes se quedaron con los derechos y por ello muchas veces no se tiene conocimiento de algún proyecto hasta que se estrena, tal como fue mi caso con They Live in the Grey.

Una historia con la que los hermanos Vang claramente obtuvieron su inspiración de “The Sixth Sense” pero nunca pretenden copiarla a pesar de que las condiciones estaban dadas para eso y mejor optan por ofrecernos algo que trata varios temas complejos como lo son el duelo, el abuso infantil o la culpa. Todo bajo un ritmo que ciertamente no es el más fácil de digerir y que desde el primer acto puede representar una barrera para el espectador gracias a que la construcción está sustentada en situaciones depresivas que pretenden darle un tono súper serio a las cosas.

Lo cual funciona a cierto nivel gracias al personaje de Claire, cuyo duelo proporciona algunos de los momentos más potentes del filme tanto por la tragedia que vivió como por la vulnerabilidad que tiene ante los fantasmas que ve. El problema es que, en el afán de querer sobre elaborar cada detalle y cada diálogo, los hermanos Vang hacen que todo lo pensado para generar sustos por medio de los fantasmas se sienta ajeno gracias a que dichos momentos están bastante separados unos de otros y la mayoría no proporcionan el impacto deseado o un mayor dinamismo cuando es claro que el rumbo de la historia se va inclinando más hacia el lado sobrenatural y dejando la seriedad total atrás.

Es como si hubiera un conflicto sobre cómo sostener lo que han estado contando y jamás se deciden a darle rienda suelta a lo que es mejor para el desarrollo, generando con esto que se vaya alargando de manera innecesaria el tiempo de metraje para encontrar un balance adecuado. Uno que finalmente logran durante el último acto.

No solo por el hecho de que son los minutos más agiles, sino que por fin se abraza el lado sobrenatural mencionado y por medio de este se logra tener un nivel de intensidad que funciona bastante bien para construir un desenlace que puede resultar sorpresivo o no dependiendo de qué tanta atención se haya puesto previamente, pero que en términos generales brinda un cierre satisfactorio a una experiencia que parecía no iba a tenerlo.

Las actuaciones están bien, aunque básicamente es la película de Michelle Krusiec. Ella es quien añade todo el peso emocional a esta historia y la manera en la que maneja su duelo es realmente desgarradora de ver, haciendo que uno sienta empatía por ella de forma inmediata y se involucre de lleno con su problemática sobrenatural.  

En cuanto a producción no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score resulta buen complemento, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje correcta.

Opinión final: They Live in the Grey está ok. Película depresiva que hubiera funcionado mejor con unos veinte o treinta minutos menos.  

Ojometro:
***

martes, 8 de febrero de 2022

Crítica: The Legend of La Llorona (2022)

Película dirigida por Patricia Harris Seeley y escrita por Jose Prendes. Se estrenó en VOD dentro de Canadá el pasado 11 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 8 de marzo.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de vacaciones en México, una pareja descubre que la desaparición de su pequeño hijo está ligada a la maldición de La Llorona.


Comentarios generales:

Recientemente la leyenda de la Llorona ha obtenido mayor exposición fuera de México y el resto de Hispanoamérica, así que no es de extrañar que poco a poco empiecen a existir más películas sobre el tema. El problema es que muchas veces quienes las realizan tienen poco conocimiento del folclore del lugar de origen y todo lo que la rodea, tratando de hacer trabajos que se adapten más a los estándares comunes del cine estadounidense y por lo consiguiente fallan estrepitosamente gracias a eso, tal como ocurre con The Legend of La Llorona.

Y es que lo que nos trae Patricia Harris Seeley es una historia que sufre prácticamente desde el inicio y no tanto porque el tratamiento de la leyenda como tal sea incorrecto, sino que la justificación para usarla es muy pobre. Desarrollándose dentro de un México con una geografía improvisada que no tiene ningún sentido y poniéndonos frente a un matrimonio cuyos problemas pareciera que no son precisamente los más adecuados para justificar su presencia dentro de este escenario y mucho menos la de su hijo.

Lo cual hace que la manera de desenvolver la problemática en ningún momento se sienta natural y eso obliga a que la directora trate de armar una experiencia que se sustente mucho más en su atmósfera y en flashbacks que por lo menos le brinden una estética decente durante gran parte del metraje. 

Algo que funciona para distraerte de ciertos detalles pero que no evita que las inconsistencias pasen desapercibidas, sobre todo durante un segundo acto en el que se tratan de construir situaciones de mayor tensión por medio de apariciones constantes de la Llorona y que terminan siendo poco efectivas gracias a que jamás se logran definir tanto sus fortalezas como debilidades, ya que un minuto esta puede huir de los adultos sin razón y al siguiente si los ataca. O peor aún, a pesar de ser un fantasma la pueden herir con una escopeta.

Así es como avanza todo, nada es coherente y para la parte final las cosas no es que mejoren. Esto porque se forma una alianza completamente inverosímil bajo circunstancias ridículas y el tema de la estética decae al querer hacer que escenas filmadas de día se vean como de noche, mientras se trata de generar algo de intensidad para el desenlace sin grandes resultados.

Las actuaciones son bastante malas, aunque para ser sincero mucho se debe a los diálogos tan ridículos que abundan durante toda la película. En cuanto a producción hay algunas cosas rescatables: el trabajo de fotografía es decente hasta antes de llegar al último acto, la dirección de arte muy simple, el score es genérico, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son de baja calidad y la labor de maquillaje cumple a secas.  

Opinión final: The Legend of La Llorona es mala. Película con muchos problemas con la que no vale la pena perder el tiempo.

Ojometro:
**