domingo, 11 de septiembre de 2016

Crítica: Chopping Block (2016)

Película escrita y dirigida por Joshua Hall, el cual significa su primer largometraje. La película se estrenó en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 30 de agosto, aunque luce muy poco probable que llegue a otros mercados.

Sinopsis:

Después de ser despedidos, un grupo de ex empleados decide secuestrar a la hija de su ex jefe para conseguir dinero fácil. ¿El problema? Ninguno sabe cómo diablos realizar un secuestro y para su mala fortuna su víctima es la única sobreviviente de una masacre a la que una psicópata sedienta de sangre se encuentra persiguiendo.



Comentarios generales:

Hacer comedias de terror es complejo, no solo porque tienes que lidiar con un público que no suele ser muy receptivo a estas salvo que sigan una línea muy marcada, sino porque además no es para nada sencillo mantener el balance entre ambos géneros. Siempre se corre el riesgo de quedar como un mal chiste si el humor no es bien justificado y en el caso de Chopping Block ese es un sentimiento que seguramente muchos van a tener después de verla.

Y es que a pesar de que la escena inicial es un gancho efectivo y la idea central no es precisamente mala, la manera en la que Hall presenta esta historia hace que el inicio sea uno aburrido e incluso bastante estúpido debido al humor simple que predomina. En serio, la primera media hora de esta película difícilmente se podría decir que contiene algo relacionado con el género de terror gracias a que se centra en comportamientos absurdos, algunos estereotipos y chistes poco efectivos mientras se planea un secuestro de la manera más vaga posible; todo con el único objetivo de generar algunas cuantas risas para que el espectador se olvide de que realmente no ha ocurrido gran cosa durante el primer acto.

Es entrados los 40/45 minutos, ya con el secuestro realizado, cuando las cosas se vuelven un poco más ágiles. El humor simple continua, pero al menos se empiezan a incluir más elementos de terror de manera esporádica que hacen digerible el asunto, sobre todo porque si algo tiene este trabajo es que no temen utilizar efectos prácticos muy arcaicos que hacen de las muertes o momentos sangrientos algo divertido de ver. Aunque es por medio de esto como ahora pretenden distraerte de la completa ausencia de sustancia que existe; especialmente con toda la cuestión de la psicópata, de quien realmente nunca te mencionan nada y está ahí presente solo porque sí.

La parte final debo de aceptar que me hizo reír en un par de ocasiones, más que nada por una escena que involucra referencias a Evil Dead, aunque en general es bastante simple y poco memorable. Ciertamente el desenlace pretende ser muy sangriento, pero resulta muy evidente que gracias a las cuestiones de presupuesto no pudo tener el impacto necesario.

Las actuaciones son un mix entre malas y amateurs, todas resultan muy forzadas y eso termina perjudicando el humor utilizado. En cuanto a la producción se puede ver claramente el limitadísimo presupueste de $50,000 dólares con los que contaron: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte igual, el score no está mal, el trabajo de sonido es lo común en un filme independiente y los efectos son dignos de un proyecto escolar.

Opinión final: Chopping Block es una película más. Tiene sus puntadas, pero realmente no contiene nada destacado como para sobresalir.  

Ojometro:
**