jueves, 29 de septiembre de 2016

Crítica: Cell (2016)


Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Tod Williams (Paranormal Activity 2), cuyo guión fue co-escrito por Adam Alleca y el propio Stephen King. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de junio, mientras que su salida en DVD se dio el 27 de septiembre.

Sinopsis:

Cuando una misteriosa señal de celular causa un caos apocalíptico, un artista de nombre Clay Riddel (John Cusack) se embarca en una travesía junto a un grupo de sobrevivientes para reunirse con su pequeño hijo en el área de Nueva Inglaterra.



Comentarios generales:

Cuando uno ve que en los créditos iniciales presentan el nombre de seis diferentes productoras, así como 19 diferentes nombres entre productores, productores ejecutivos y co-productores, se puede imaginar el caos que fue realizar esta adaptación. Y es que por lo general cuando hay tantos involucrados metiendo mano en una película las cosas no suelen terminar bien, diferentes maneras de pensar y de hacer las cosas son dinamita pura para cualquier producción; siendo el caso de Cell uno de los ejemplos más claros de esto debido a que se trata de un absoluto desastre.

Lo cual resulta sorpresivo porque, más allá de lo absurda que podría parecer su premisa, el comienzo que logra armar Williams es prometedor al generar un caos disfrutable que te hace recordar a algunos otros trabajos y establece de manera sólida una sensación de peligro muy fuerte que te provoca un interés genuino por saber qué diablos es lo que hay detrás. Sin embargo, todas estas buenas sensaciones se desvanecen en cuestión de minutos cuando empezamos a ver una historia, en esencia de zombies, donde la urgencia por sobrevivir de los personajes es casi nula y cada nuevo evento relevante se da porque si, sin demasiado desarrollo u explicación convincente para que se lleven a cabo.

Un problema que se acentúa mucho más al entrar al segundo acto, no solo por la pasividad con la que se realizan las acciones, sino también porque el trabajo de edición no facilita en absoluto las cosas. Realmente uno como espectador no sabe si esta historia se está desarrollando en cuestión de días, meses o años; de pronto los tipos de clima cambian y el conocimiento sobre la amenaza por parte de ciertos sobrevivientes es mucho más avanzada de lo que se esperaría, pero eso nunca parece importarle al director, quien sigue añadiendo situaciones un tanto absurdas que no clarifican nada de esto y cuya naturaleza random evita que uno pueda sentir un verdadero apego con los personajes principales durante su supuesta “brutal” travesía.

La parte final sufre ante la carencia de tensión, emoción y, bueno… lógica. Para este punto queda claro que una respuesta concreta sobre el origen del problema no se va a dar, solo te brindan ciertas pistas muy vagas para llegar rápidamente a un desenlace seco y anticlimático que lo único que logra es dejarte con el pensamiento de que todo lo que acabas de ver no tuvo ningún sentido.

De las actuaciones tampoco hay mucho que rescatar, ya que un ladrillo es más expresivo y reflejaría más emociones que Cusack, mientras que se nota que Samuel L. Jackson solo hizo la película por mero compromiso. La producción también es pobre: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho chiste, el score resulta genérico, el trabajo de sonido es sumamente inconsistente, los efectos están atascados de CGI mal hecho y lo referente al maquillaje no presenta nada destacado.

Opinión final: Cell es espantosa. Sin duda una de las peores adaptaciones de una novela de Stephen King.

Ojometro:
*