viernes, 17 de enero de 2020

Crítica: Underwater (2020)


Película dirigida por William Eubank, cuyo guión fue co-escrito por Brian Duffield y Adam Cozad. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 10 de enero, recaudando hasta la fecha $15.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un equipo de investigadores acuáticos trabaja para tratar de mantenerse con vida después de que un terremoto devastara su laboratorio submarino. Sin embargo, pronto se darán cuenta que hay más razones para temer además del oscuro fondo del océano.



Comentarios generales:

Si hay un nombre que actúa como repelente para muchas personas en general es el de Kristen Stewart gracias a la franquicia de vampiros que brillan que todos conocemos, así que cualquier trabajo en el que se encuentre involucrada no suele ser algo muy bien recibido y por lo consiguiente se le rechaza de inmediato. Así que conociendo esto era prácticamente un hecho que Underwater pasaría desapercibida a pesar de ser de las primeras películas de 2020 y eso fue precisamente lo que ocurrió, aunque no por eso se debe de asumir que no vale la pena. 

Ya que Eubank se encarga de ofrecernos algo que está completamente diseñado para ser muy tenso y dinámico de principio a fin, donde su propósito es establecer que los personajes en ningún momento se encontrarán a salvo dentro de un escenario que representa una amenaza en su conjunto y no solo por lo que se encuentra asechando. Lo cual resulta evidente durante un primer acto en el que no tienen que pasar ni cinco minutos para que ocurra algo de gran impacto y gracias a eso se dé énfasis a los miedos humanos por medio de sucesos que explotan la claustrofobia, el temor a la oscuridad o al morir ahogado.

Miedos que sostienen lo suficiente las acciones hasta que poco a poco se empieza a integrar la amenaza mayor entrando al segundo acto y con ello ir obteniendo un tono un más oscuro. Principalmente porque las escenas bajo el agua toman mayor relevancia y gracias a eso se pueden construir situaciones de peligro digamos más "extremas" para obtener niveles de tensión elevados, así como muertes que proporcionen impacto e incrementen la sensación de vulnerabilidad de los personajes ante lo que sea que los está matando.

Todo para llegar a una parte final agradable e intensa que no arriesga demasiado, pero que incrementa la escala de espectacularidad por medio del despliegue de efectos visuales para añadir un elemento sorpresa que hace de la amenaza algo más imponente (incluso asemejando a algo que bien pudo salir del universo de Lovecraft o Cloverfield) y que ayuda a que el desastre inicial resulte más convincente.

Las actuaciones están bien, no son nada espectacular pero Stewart y compañía hacen lo suficiente como para que puedas sentir empatía hacía ellos y te interese ver si van a poder escapar con vida. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, tiene un trabajo de sonido espectacular y los efectos son de primer nivel.

Opinión final: Underwater está divertida. Película para pasar un buen rato.

Ojometro:
****