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viernes, 6 de septiembre de 2024

Crítica: Hell Hole (2024)

Película dirigida por John Adams y Toby Poser, quienes además comparten créditos como co-escritores del guión junto a Lulu Adams. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Mientras se encuentran trabajando en Serbia, un equipo de extracción estadounidense descubre con vida a un soldado francés de las épocas de Napoleón. Aunque no viene solo, sino que su cuerpo es el anfitrión de un peligroso parasito.   


Comentarios generales:

El humor negro dentro del cine de terror no es algo extraño, pero suele ser difícil manejarlo de manera efectiva sin caer en los clichés habituales y por ello mismo pocas películas trascienden más allá de la simple novedad. Y en el caso de Hell Hole todo indicaba que ese sería su destino dado a que el trailer no mostraba nada particularmente llamativo, aunque el resultado ha sido mucho más mediocre de lo esperado.

Ya que lo traído por Adams y Poser nunca parece tener una idea bien definida sobre lo que quiere lograr al contarnos una historia que siempre se queda a medias en cuanto al humor negro y jamás explota como debería en el lado de película de monstruos. Ocasionando con esto que desde el primer acto sea complejo involucrarte de lleno con la potencial situación de riesgo dado a que el grupo de personajes no es muy carismático y también porque el tema del parasito se expone de una manera poco creativa, al grado de que su peculiar forma de introducirse en sus víctimas solo queda como una mera curiosidad y no como un recurso con el cual se puedan construir momentos divertidos que lleven al caos.

Algo que más o menos tratan de corregir durante el segundo acto al añadir escenas un poco más sangrientas para generar impacto, lo malo es que esto solo tiene un tiempo de efectividad limitado y una vez que pasa dicha novedad se vuelve a caer en una dinámica aburrida en la que se pretende vender un conflicto entre bandos que no lleva a ningún lado. Entrando así en un ciclo repetitivo que nunca es capaz de elevar el nivel de intensidad y por lo mismo hace que la sensación de peligro vaya disminuyendo debido a que realmente no hay demasiada acción que pueda maquillar lo poco que ocurre en pantalla con respecto a la amenaza.  

Y esto se incrementa aún más durante una parte final en donde claramente se aceleran de golpe las acciones para no tener que dar demasiadas explicaciones, esperando a que con un par de diálogos científicos sea más que suficiente para solventar este problema y dejarnos ante un cierre que no solo carece de emociones, sino que se siente totalmente vacío.

Las actuaciones son mediocres y mucho de eso se debe a la poca claridad con la que se aborda la temática, lo cual deja a todo el elenco en una posición en la que no saben realmente hacía donde llevar sus interpretaciones. Mientras que en producción tenemos una factura con poco para destacar: el trabajo de fotografía es aceptable, la dirección de arte es pobre, cuenta con un score genérico, el trabajo de sonido cumple, los efectos están ok y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Hell Hole es decepcionante. Película llena de dudas que pasará al olvidó en un par de semanas.

Ojometro:
** 

viernes, 14 de junio de 2024

Crítica: The Watchers (2024)

Película basada en la novela del mismo nombre, la cual está escrita y dirigida por Ishana Night Shyamalan. Se estrenó en cines tanto en Estados Unidos como en México el pasado 7 de junio, recaudando hasta la fecha $13.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Mina (Dakota Fanning) es una artista de 28 años que queda varada en un extenso bosque en el oeste de Irlanda y encuentra un refugio en medio de este. Aunque sin saberlo, ella quedará atrapada junto a tres extraños que son observados y acechados por misteriosas criaturas cada noche.


Comentarios generales:

M. Night Shyamalan es uno de los cineastas más divisivos no solo dentro del cine de terror, sino del cine en general y cuando se supo que su hija iba a incursionar en esta industria creo que muchos se sorprendieron. Y es que cargar con el peso del nombre de su padre no iba a ser nada sencillo por lo que representa y más en una época en la que todo se juzga yéndose a los extremos, aunque con The Watchers ella demuestra que puede forjar su propio camino.

Y es que si bien lo traído por Ishana Night Shyamalan está lejos de ser perfecto, lo cierto es que nos deja cosas que hacen pensar que tiene potencial tras la cámara; en especial durante la primera mitad. Poniéndonos frente una historia que no tarda demasiado tiempo en establecer el misterio central y generar una atmósfera en la que en todo momento se pueda hacer sentir un riesgo importante para los personajes sin revelar mucho sobre la amenaza, cuya efectividad en esta parte radica precisamente en no tener una idea clara sobre qué es y siempre estar con la duda con respecto a si lo que menciona Madeline es real o si simplemente se trata de un tipo de engaño de su parte para mantener cautivos al resto.

Algo que funciona de buena forma al combinarlo con el escenario solitario del bosque; sin embargo, conforme se van revelando más detalles durante el segundo acto se cae en un bache del que la directora tiene problemas para salir. Esto porque se entra en una dinámica repetitiva con la que se empieza explorar un tema más fantasioso sin que se profundice en demasía, dejando situaciones tensas que resultan un tanto huecas o que no aportan lo suficiente para hacer de la amenaza una tan interesante como el concepto original hacía suponer y gracias a esto la experiencia se empieza a volver un tanto pesada.

Situación que logran componer un poco durante la parte final al añadir más de intensidad y proporcionar ciertas respuestas a preguntas fundamentales. Aunque también hay que decir que el desenlace no termina siendo tan efectivo en su búsqueda por causar sorpresa y eso ocasiona que te queden sensaciones mixtas con respecto a cómo se resuelven las cosas.

En lo que se refiere a las actuaciones hay que decir que Dakota Fanning no lo hace mal, por ahí le cuesta un poco reflejar un mayor rango de emociones pero no es algo que afecte demasiado. Además le ayuda mucho el tener de complemento a unos buenos secundarios, sobre todo a Olwen Fouéré (Madeline) y Oliver Finnegan (Daniel) que son los que aportan la principal dosis de misterio/locura en todo esto.   

En producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte efectiva, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos no son los más cuidados por tanto CGI y la labor de maquillaje es discreta.  

Opinión final: The Watchers es aceptable. Película que va de más a menos, pero que puede ser una opción para ver un fin de semana.

Ojometro:
*** 

viernes, 22 de marzo de 2024

Crítica: Imaginary (2024)

Película dirigida por Jeff Wadlow (Truth or Dare, Fantasy Island), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Greg Erb y Jason Oremland. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 8 de marzo y en México hizo lo propio el pasado 14 de marzo, recaudando hasta la fecha $23.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando Jessica (DeWanda Wise) se muda con su nueva familia a la casa de su infancia, su pequeña hijastra empieza a hablar con un amigo imaginario ligado a un osito de peluche. Aunque con el pasar de los días su extraño comportamiento empezará a ser motivo de preocupación.


Comentarios generales:

Probablemente Imaginary haya sido una de las películas que más expectativas generó dentro del cine de terror en estos primeros meses de 2024, no solo por tratarse de una producción de Blumhouse, sino porque su concepto en general resultó ser muy mercadeable. Eso daba buenas sensaciones, pero cuando vi quién era el director rápidamente sabía que debía de bajar mis expectativas dado a que suele ser el encargado de los proyectos más genéricos del estudio y tristemente este no ha sido la excepción.

Ya que aunque Wadlow en esta ocasión nos ofrece algo mejor que sus dos anteriores propuestas, la verdad es que sigue sufriendo al momento de poder redondear sus ideas sin caer en lo absurdo. Lo cual es una pena porque aquí tenemos una historia que durante el primer acto logra proponer una situación interesante por medio de un concepto simple para ir construyendo vínculos entre los personajes que hacen que el tema del amigo imaginario encaje a la perfección y además contenga el misterio suficiente en lo que respecta a lo que hay detrás del oso de peluche.

El problema es que una vez que se plantea esto las cosas no se desarrollan de una manera que vaya incrementando el nivel de tensión ante el comportamiento de la hijastra y poco a poco las cosas empiezan a estar rodeadas de una pesadez notoria que, para colmo, se magnifica conforme le dan vueltas a lo mismo una y otra vez. Esperando a que sea una relevación que involucra a Jessica la que pueda solucionar todos los problemas y por ciertos lapsos lo consiguen dado a que una vez que se expone eso entramos a territorios más fantasiosos que indudablemente cambian la dinámica, sin importar que para conseguirlo tengan que ir presentando ciertas situaciones que no resultan tan convincentes.

Algo que la parte final termina resintiendo porque todo lo que ocurre se siente forzado y con soluciones demasiado rebuscadas. Sin embargo, también hay que decir que por lo menos en esta parte las dosis de acción se incrementan y por lo consiguiente la intensidad es la necesaria como para ofrecer un desenlace entretenido.

Las actuaciones no las encontré tan malas; de hecho, DeWanda Wise creo que hace un trabajo adecuado en cuanto al nivel emocional y eso ayuda a solventar bastantes cosas. Mientras que en producción tenemos una buena factura en general: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no están mal y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Imaginary está pasable. Película con algunas cosas interesantes para perder el tiempo cuando salga en streaming.

Ojometro:
***

martes, 27 de febrero de 2024

Crítica: Gods of the Deep (2024)

Película escrita y dirigida por Charlie Steeds (Escape from Cannibal Farm, Freeze). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una importante misión submarina llega a una abertura encontrada en el fondo del océano, donde encontrarán una civilización perdida en la que sin desearlo despiertan a una raza de seres de otro mundo.


Comentarios generales:

Hacer terror debajo del océano o terror cósmico es algo que casi siempre requiere un poco más de presupuesto para que lo que quieras contar resulte lo más convincente posible, obvio no es una regla inquebrantable, pero por lo regular es así. Por ello es que Gods of the Deep no era una propuesta que me llamara mucho la atención porque era claro desde que veías el trailer que ese requisito no lo cumplía y lamentablemente tampoco se sabe como compensarlo para que no afecte de manera importante.

Ya que lo traído por Steeds claramente tiene ciertas ambiciones que desde muy temprano uno se puede dar cuenta que no las va a poder alcanzar, sin embargo, también se mantiene la curiosidad por saber cómo va a tratar de solucionarlo. Logrando con esto unos primeros 25 minutos en los que pasan poco o nada no resulten tan pesados y por lo menos tengan la sustancia necesaria para exponer de manera simple a un grupo de personajes con los que se puede intuir rápidamente que tipo de rol tendrán en esta historia y añadir cierto toque de excentricidad en algunos de estos que encaje con el “desastre” que está por venir.

Lo cual afortunadamente no tarda demasiado en llegar, pero honestamente cuando se empiezan a desarrollar los primeros peligros es complicado tomarlos con seriedad y solo te terminas riendo porque varios de los momentos más importantes parecieran que son de una serie de televisión producida en los 70s, especialmente cuando se trata de exponer a la criatura de las profundidades (literalmente es una persona con un disfraz). Ante esto se pierde cualquier clase de impacto que se pudiera dar y poco a poco las cosas van yéndose hacia un camino muy predecible por medio de un conflicto central aburridísimo que se apega a todos los convencionalismos conocidos para tratar de sacar esto adelante.

Dejándonos así ante una parte final que a la que se llega sin demasiado impulso, aunque hay que decir que durante estos minutos es donde se dan los momentos de mayor intensidad. Teniendo como consecuencia que el desenlace por lo menos sea lo más entretenido, a pesar de que mucho de lo que ocurre tiene poco sentido.

Las actuaciones honestamente no son tan malas, la mayoría cumple con lo que tiene para trabajar, solo que tampoco te vas a acordar de alguna de las interpretaciones en un par de horas. Mientras que en producción se nota que el presupuesto fue ínfimo: el trabajo de fotografía no es nada del otro mundo, la dirección de arte es muy básica, el score repetitivo, el trabajo de sonido está bien, los efectos parecen de serie de TV de los 70s y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Gods of the Deep es mediocre. Película que hace lo que puede con lo que tiene, pero sin los mejores resultados.

Ojometro:
**

viernes, 23 de febrero de 2024

Crítica: Baghead (2024)

Producción británica-alemana dirigida por Alberto Corredor, cuyo guión fue co-escrito por Christina Pamies y Bryan McGuire. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido a finales de enero e hizo lo propio dentro de México el pasado 16 de febrero, recaudando hasta la fecha $2.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Iris Lark (Freya Allan) hereda un antiguo pub por parte de su padre y descubre que este guarda un oscuro secreto escondido en su sótano: una criatura cambia formas llamada Baghead. La cual te deja hablar con tus seres queridos fallecidos, aunque no sin algunas terribles consecuencias.


Comentarios generales:

La verdad es que Baghead no era una película que estuviera en mi radar inmediato, pero gracias a las bondades que ofrece México en cuanto a exhibición de cine de terror llegó a las salas de cine durante una época en la que resultó sencillo poder verla. Y honestamente era de esas ocasiones en las que iba con mentalidad bastante abierta porque no sabía qué esperar y al final creo que la experiencia ha sido al menos agradable.

En gran parte porque lo traído por Alberto Corredor es de esas historias que no pretenden elaborar demasiado las cosas y desde muy temprano establece las bases para tener una idea clara sobre cómo será la dinámica general por el resto del metraje, tratando de brindar solo la información suficiente sobre nuestra protagonista y su vinculo con lo que ha heredado. Algo que ayuda a que no tenga que pasar demasiado tiempo para conocer a Baghead y con ello lograr que el primer acto pueda tener un tono oscuro con el que se magnifique lo amenazante de la criatura, cuya peculiaridad visual se ve bien complementada con ciertas reglas utilizadas bajo el propósito de no desgastar de golpe lo que la hace especial.

Unas reglas que ciertamente pueden hacer recordar a “Talk to Me”, aunque aquí el enfoque es un poco diferente dado a que plantea más que nada el ¿y tú qué harías? ante la posibilidad de poder obtener dinero fácil. Lo cual evidentemente solo sirve como excusa para solidificar la peligrosidad de Baghead y sus verdaderas intenciones, llevando así a un segundo acto que no te aburre pero si empieza a mostrar ciertas flaquezas al momento de profundizar sobre la maldición debido a que se va soltando información de manera demasiado apresurada y sin ningún tipo de estructura bien pensada con la que se pueda darle claridad a las cosas.

Ante esto se llega de manera intempestiva a una parte final a la que sin duda le hubieran beneficiado unos cuantos minutos más para poder desarrollar mejor ciertos sucesos fundamentales. Aunque también hay que decir que se logra generar la intensidad suficiente para que el desenlace funcione y además deje buenas sensaciones al optar por no irse hacía el camino fácil.

De las actuaciones no hay nada que pueda considerar espectacular, aunque al menos Freya Allan hace un trabajo sólido como la protagonista. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Baghead está aceptable. Película para pasar el rato que podría haberse beneficiado de unos minutos extra.

Ojometro:
***

viernes, 25 de agosto de 2023

Crítica: The Tank (2023)

Producción neozelandesa escrita y dirigida por Scott Walker. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 27 de junio.

Sinopsis:

Después de heredar misteriosamente una casa abandonada en la costa, Ben (Matt Whelan) y su familia despiertan accidentalmente a una antigua criatura que aterrorizó a toda una región por generaciones.


Comentarios generales:

Cuando uno se encuentra con una película de la cual realmente no ha escuchado nada siempre va a tener ciertas dudas y al mismo tiempo estará presente la curiosidad por saber si se topará con algo interesante. Básicamente es un volado con el que te tienes que arriesgar y en el caso de The Tank eso era incluso todavía más marcado gracias a la premisa tan genérica con la que cuenta, pero al final el resultado ha sido por lo menos aceptable.

Aunque para llegar a eso antes hay que pasar por un camino un tanto empedrado debido a que lo traído por Walker cuenta con una primera mitad en la que pasa poco o nada, lo cual se magnifica gracias al reducido elenco que limita bastante la cantidad de situaciones que se pueden construir en pantalla. Apostando gran parte del atractivo a la generación de una atmósfera un tanto tenebrosa mientras se trata de exprimir a lo máximo la exposición de la propia casa para integrar algunos jump scares muy predecibles en cada rincón de esta, todo con el propósito de mantener en las sombras a lo que sea que asecha a la familia y así dar más tiempo para desarrollar el misterio que hay detrás sin importar que es muy sencillo de descifrar.

Obvio ante esto el ritmo es cansino y ciertamente las cosas son un tanto aburridas; sin embargo, una vez que se da la primera muerte se percibe una mejoría y mucho se debe a que se deja atrás la pasividad para poder lograr que la amenaza por fin se sienta como algo relevante para la historia. Utilizando recursos que no van a deslumbrar por su originalidad, pero que están bien implementados para ir incrementando de a poco el nivel de tensión en las acciones mientras se va acorralando a la familia a un encuentro donde tienen clara desventaja tanto por la extensión del terreno como por la lejanía de la propiedad.

Logrando así que la parte final tenga una sensación de riesgo elevada y con ello se logre ofrecer una serie de escenas con buena intensidad que exponen lo peligroso de las criaturas. Imprimiendo un ritmo más ágil para llevar a un desenlace cuya predictibilidad no evita que ofrezca un enfrentamiento efectivo.

Las actuaciones están bien, cumplen con el objetivo primario y llevan la película sin grandes contratiempos a buen puerto. Mientras que en producción tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está bien cuidada, el score es genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Tank está ok. Película con una segunda mitad entretenida para pasar el rato cuando no tengan nada más que ver.

Ojometro:
***

viernes, 11 de agosto de 2023

Crítica: The Lake (2023)

Producción tailandesa escrita y dirigida por Lee Thongkham (The Maid). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico se dio el 16 de mayo.

Sinopsis:

Una niña se encuentra un extraño huevo y lo lleva a su aldea, solo para darse cuenta que le pertenece a un enorme monstruo que emerge del lago destruyendo el pueblo y a sus habitantes para poder recuperarlo.


Comentarios generales:

Las películas sobre monstruos gigantes son algo que se ha ido perdiendo con el paso del tiempo, obvio no han dejado de existir, pero su presencia cada vez es menor. Siendo el continente asiático el que todavía mantiene a flote dicha temática de manera relativamente constante sin que nos enteremos de este lado del planeta gracias a lo raras que muchas de estas propuestas resultan, tal como es el caso de The Lake.

Ya que lo traído por Thongkham es un show de destrucción y muertes de mediana escala en el que se pueden notar guiños a películas como “The Lost World: Jurassic Park” o “Godzilla” de 1998 en todo momento, aunque aderezándolos con una historia que trata de hablar sobre los lazos familiares. Lo cual no funciona de la mejor manera gracias a que la acción es lo que predomina desde los minutos iniciales debido a que no existe temor por mostrar a las criaturas en todo su esplendor, dejando que sea el espectáculo lo que dictamine el camino durante un primer acto que es entretenido, pero que no dedica mucho tiempo a la elaboración de ideas concretas y rápidamente queda expuesto como una cortina de humo para ocultar que dicho enfoque caótico es lo único que se tiene para mantener tu interés.  

Y es que una vez pasada la primera media hora las cosas se vuelven demasiado tediosas al caer en lo repetitivo mientras se le empieza a dar más relevancia al tema de la familia, no solo por medio de los personajes centrales, sino también con una subtrama de un policía con su hija que en todo momento se siente fuera de lugar. Además de que también se integra una conexión  humano/monstruo de la cual no profundizan absolutamente nada a pesar de debería de ser importante en el desarrollo, simplemente se da porque si y al conjuntar eso con todo lo demás se tiene como consecuencia una serie de acciones huecas que solo dejan la sensación de que lo que estás viendo no te lleva a ningún lado.

Algo que se magnifica durante una parte final que te vende la idea de un posible escenario de gran destrucción y matanza, pero en realidad eso no es así. Optando mejor por un camino mucho menos emocionante en el que se le da prioridad al secretismo para no contestar ninguna pregunta o dejarlas flotando en lo ambiguo mientras al mismo tiempo se pretende vender una venganza que trata de añadir un último toque de intensidad sin grandes resultados.

De las actuaciones no hay mucho que decir, todas son muy genéricas y con una falta de emoción marcada tomando en cuenta ciertas situaciones que ocurren. Mientras que en producción tiene alguna que otra cosa interesante: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score no está mal, el trabajo de sonido es sólido, los efectos tan cargados de CGI no son los mejores y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Lake es mediocre. Película genérica de monstruos que pretende hacer más de lo que verdaderamente puede.

Ojometro:
**

martes, 20 de junio de 2023

Crítica: Pollen (2023)

Película escrita y dirigida por D.W. Medoff. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de que uno de sus colegas abusara de ella, Hera (Ava Rose Kinard) empieza a vivir una pesadilla en su trabajo soñado mientras trata de asimilar la situación. Y para empeorar las cosas un misterioso monstruo en forma de árbol la empieza a atormentar en todos lados.


Comentarios generales:

Una vez más nos topamos con Gravitas Ventures y creo que todos saben que eso por lo regular significan malas noticias por su cuestionable historial desde hace ya varios años atrás. Sin embargo, en el caso de Pollen genuinamente parecía que traían una propuesta interesante que se atrevía a hablar de un tema que nunca debe ignorarse y eso le daba cierta relevancia dentro del mundillo del cine independiente, aunque al final se ha quedado muy corta de lo que verdaderamente podría haber logrado.

Y es que si bien lo traído por Medoff no es terrible si lo comparamos con otras películas de la distribuidora, lo cierto es que su crítica sobre el acoso/abuso laboral hacia las mujeres no es suficiente como para hacer que trascienda y mucho de eso se debe a que le cuesta trabajo el poder encontrar un balance adecuado al integrar los elementos de terror sobrenaturales sin que estos se sientan un tanto fuera de lugar. Sobre todo porque la historia en general es simple y no exige darle demasiadas vueltas al asunto; en especial cuando el primer acto está centrado en el sufrimiento de nuestra protagonista tras su experiencia y cómo esta le afecta en absolutamente todos los aspectos en su vida de forma intempestiva.

Lo cual te da las bases para empezar a ver un comportamiento extraño de su parte y por lo consiguiente la presencia del hombre árbol en pantalla, pero una vez que esto se da las cosas simplemente avanzan dando saltos de un lado a otro sin profundizar demasiado en las situaciones presentadas. Posicionando a Hera como alguien mentalmente inestable cuyas acciones complican el poder estar en sintonía con ella y gracias a eso todas las injusticias que tiene que enfrentar terminan por no tener la fuerza que deberían, además de que todo lo relacionado al monstruo se vuelve demasiado ambiguo en el afán por querer darle una doble interpretación a todas las escenas que se construyen a su alrededor.

Provocando con esto que el visionado se vaya haciendo pesado ante el poco avance convincente que existe, al grado de que para cuando se llega a la parte final ya es prácticamente imposible rescatarlo. Esto a pesar de que es en esta parte donde existe el mayor nivel de intensidad y locura, pero al sentirse todo tan hueco realmente da igual lo que ocurra y más con un cierre que se deja abierto a la interpretación. 

Sobre las actuaciones en realidad todo recae en Ava Rose Kinard y esta simplemente no da el ancho para el papel debido a que en los momentos de mayor drama no te hace sentir tanta empatía por ella, mientras que en los de locura llega a ser incluso algo caricaturesca. Y en lo que se refiere a la producción las cosas no están mal considerando su presupuesto: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es genérico, el trabajo de sonido es limpio, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es de buena calidad. 

Opinión final: Pollen es decepcionante. Película con temática relevante que simplemente jamás logra ser explotada de la mejor manera.

Ojometro:
**

viernes, 17 de marzo de 2023

Crítica: The Devil Beneath (2023)

Producción australiana escrita y dirigida por Luke Sparke. Se estrenó directo en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Dos hermanos distanciados se reencuentran después de varios años para descubrir secretos familiares después de heredar la propiedad de su abuelo. Donde empezarán a sospechar que una extraña criatura los asecha tras la desaparición de unos amigos.


Comentarios generales:

Honestamente no sabía mucho con respecto a The Devil Beneath, pero al tratarse de una película australiana asumí que por lo menos vería un espectáculo sangriento sabiendo de las características extremas que suelen tener las producciones de aquel país. Era algo lógico de pensar y al menos su trailer te vendía esa potencial idea; sin embargo, lo que me terminé encontrando es uno de los peores trabajos en lo que va del 2023.

Y no es tanto porque el concepto de lo presentado por Sparke me parezca atroz debido a que en realidad maneja una historia bastante estándar sobre una criatura desconocida, más bien el problema radica en la poca capacidad mostrada para tratar de hacer esto entretenido. Ya que no exagero al decir que los primeros 45 minutos del metraje bien pudieron omitirse y aún así no hubiera afectado en lo más mínimo lo que se pretendía contar dado a que la aburridísima rencilla familiar y las problemáticas amorosas presentadas no te llevan a ningún lado, evitando así que por lo menos la espera para ver a la criatura sea interesante.

Sobre todo porque aquí existen elementos sobrenaturales o místicos que por más absurdos que resulten pudieron haber dado un poco más de vida a las cosas, pero estos jamás se aprovechan en lo absoluto y cuando empiezan a tener mayor relevancia solo parecen estar de adorno, así como también la propia criatura. Ya que más allá de unos 6 o 7 minutos de acción, esta no tiene peso en lo que ocurre y además cuando es revelada te provoca más risa que otra cosa por el pésimo trabajo de CGI con el que está creada.

Dejando con todo lo anterior un desenlace en el que al menos se trata de añadir un poco de drama y por lo consiguiente hacerlo más emocional, aunque la carencia de una buena construcción previa evita que esto tenga éxito y realmente lo que pasa te termina siendo indiferente en el mejor de los casos.  

Sobre las actuaciones no digo que son terribles porque tampoco tenían mucho con que trabajar, pero cuando lo más memorable es un perro es que las cosas no son precisamente buenas. Mientras que en producción tampoco tiene mucho para presumir: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es genérica, el score no destaca, el trabajo de sonido está bien, los efectos no son los mejores (sobre todo el CGI con la criatura) y la labor de maquillaje es muy discreta.

Opinión final: The Devil Beneath es muy mala. Película olvidable que no tiene nada para destacar.

Ojometro:
*

martes, 7 de febrero de 2023

Crítica: There's Something Wrong with the Children (2023)

Película dirigida por Roxanne Benjamin (Southbound, XX), cuyo guión fue co-escrito por T. J. Cimfel y David White. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero y está programada para estrenarse en MGM+ el próximo 17 de marzo.

Sinopsis:

Una pareja realiza un viaje de fin de semana junto con unos viejos amigos y sus hijos, aunque tras desaparecer durante la noche en el bosque el comportamiento de los niños cambia de manera radical y cosas inquietantes empiezan a suceder.


Comentarios generales:

Blumhouse se ha vuelto un titán dentro del cine de terror y por ende tiene múltiples acuerdos para producir películas en distintos medios; sin embargo, el estigma de que no pone demasiado esfuerzo en las producciones que realiza para TV es uno que cada vez crece más y más. Así que There's Something Wrong with the Children significaba una nueva oportunidad para tratar de terminar con dichos cuestionamientos gracias a que el proyecto en si lucía muy prometedor, pero honestamente con este resultado final será muy difícil que los eviten.

Y es que lo traído por Roxanne Benjamin deja mucho que desear al traernos una historia que se vende como una de terror cuando en realidad lo que menos interesa durante un 90% del metraje es presentar cosas que… bueno… sean de terror. Esto porque lo que vemos se sustenta en un periodo de construcción demasiado largo sobre problemas ligados al matrimonio y cómo la paternidad invariablemente puede llegar a presentar complejidades dentro de este, además de que de manera muy pertinente también se inserta un tema de salud mental con uno de los personajes (Ben) que jugará un papel relevante más adelante.

Temas que sin duda no suelen ser tan comunes en películas como estas y que le añaden mayor sustancia, pero lo cierto es que conforme pasan los minutos se empieza a perder interés considerando que los van estirando de manera innecesaria bajo un ritmo cansino y opacan por completo lo que rodea al extraño comportamiento de los niños. Lo cual para el segundo acto se empieza a desarrollar de manera tímida bajo ideas diseñadas con el único propósito de explotar la salud mental de Ben y con ello buscar generar dudas sobre si lo que vemos es verdad o mentira, tratando así de ocultar la carencia de escenas complementarias que den cierta idea de lo que verdaderamente les ocurrió.

Un recurso que lamentablemente no funciona y obliga que en los últimos 20 minutos se trate de solucionar todo de manera inefectiva. Incrementando el nivel de violencia con muertes que no se ven en pantalla y acelerando las acciones de forma tan abrupta que el desenlace no te ofrece ningún tipo de respuesta concreta con respecto al misterio de los niños.

Las actuaciones diría que son lo más destacado de la película, sobre todo las de Alisha Wainwright (Margaret) y la pequeña Briella Guiza (Lucy) que por momentos puede ser muy aterradora con una simple expresión. Y en cuanto a producción tiene algunas cosas buenas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada llamativo, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son muy complejos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: There's Something Wrong with the Children es decepcionante. Película con poco para destacar que olvidarán en un par de semanas. 

Ojometro:
**

martes, 22 de noviembre de 2022

Crítica: Jeepers Creepers: Reborn (2022)

Película dirigida por Timo Vuorensola y escrita por Sean-Michael Argo. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de septiembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 17 de noviembre; recaudando hasta la fecha $4.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Forzada a viajar con su novio a un festival de terror, Laine (Sydney Craven) empieza a experimentar visiones inquietantes relacionadas con la leyenda urbana de The Creeper. Lo cual la hace pensar que algo ha sido invocado y que ella misma se encuentra en el centro de todo. 


Comentarios generales:

Jeepers Creepers es una franquicia rodeada en polémica debido al asqueroso pasado de su creador y honestamente fue hasta sorpresivo que pudiera tener una trilogía que por lo menos gozaba del recuerdo de los fans. Así que cuando de la nada se anunció un reboot muchos se sorprendieron, pero en realidad era un movimiento lógico para desmarcarse por completo de Victor Salva y toda su publicidad negativa; aunque Jeepers Creepers: Reborn por si sola hace difícil querer ver algo más de la franquicia.

Y es que lo traído por Vuorensola es un esfuerzo muy pobre que se siente hecho totalmente al vapor y sin una idea clara sobre lo que quieren hacer con The Creeper, ya que desde el inicio descartan casi todo lo que conocemos para dejarlo como un simple mito y así centrar la historia en las visiones de Laine. Lo cual ciertamente le brinda un enfoque distinto a las cosas, pero ya en la práctica lo que tenemos es una serie de situaciones genéricas que solo las integran porque no tienen otra opción, sin dar mucho contexto y esperando que de alguna manera el espectador no se aburra tan rápido al presentar algunas muertes efímeras que ni siquiera logran generar un poco de impacto.

Esto mientras se van dando volantazos narrativos para tratar de encontrar la mejor vía de explotar a The Creeper, quien indudablemente es lo más llamativo de la película y cuya esencia sigue siendo la misma a pesar de que ya no cuenta con una historia tan elaborada detrás. Obligando así que las cosas tengan que ir mutando a un camino mucho más centrado en el slasher y con ello entrar a una dinámica que al menos tiene mejor ritmo, aunque en realidad sigue sin llevar a nada con respecto a las visiones de la protagonista o, especialmente, las motivaciones de quienes están detrás del encuentro mortal.

Situación que nos deja ante una parte final que cuenta con un nivel de violencia y sangre mayor; sin embargo, todo el tiempo se siente hueca. Además el conflicto es demasiado genérico y falto de emoción como para esconder el hecho de que el desenlace no resulta satisfactorio ante su falta de profundización en aspectos muy básicos.

Las actuaciones son bastante pobres en general, sin chispa y tratando de que sea Sydney Craven la que rescate esto sin tener mucho éxito. Mientras que en producción se puede notar el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía deja mucho que desear, la dirección de arte no está mal, el score está ok, el trabajo de sonido no tiene fallos marcados, los efectos son inconsistentes y la labor de maquillaje cumple. 

Opinión final: Jeepers Creepers: Reborn es muy mala. Reboot desastroso que no hace pensar un buen futuro para la franquicia.

Ojometro:
*

miércoles, 16 de febrero de 2022

Crítica: Slapface (2022)

Película escrita y dirigida por Jeremiah Kipp, la cual está basada en su cortometraje de 2018. Se estrenó por medio de VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Mientras se encuentra lidiando con la muerte de su madre, Lucas (August Maturo) termina estableciendo una amistad peligrosa con un monstruo que vive en el bosque.


Comentarios generales:

Algo que suele ser muy común es que cuando una película hace ruido en un festival casi siempre origina un efecto de bola de nieve que se extiende a prácticamente todos los demás y poco a poco va obteniendo un estatus elevado que la convierte en un must-see una vez que se anuncia su estreno ante el público general. Escenario en el que le tocó estar a Slapface durante este inicio de 2022 y que siento que la termina perjudicando más de lo que le ayuda.

Ya que lo que nos presenta Kipp es algo pequeño en todo el sentido, donde no solo el elenco es uno muy reducido, sino que además la historia realmente se sustenta específicamente en el bullying y no hace demasiado por ir más allá de eso. Lo cual no es algo malo en sí considerando la seriedad del tema, sin embargo, es claro que tiene un tiempo de efectividad limitado y este se aprovecha primordialmente durante un primer acto en el que se hace lo posible para que el espectador vea cómo la vida de Lucas en verdad es complicada en todos los sentidos y en base a eso se vaya generando empatía y una atmósfera depresiva que magnifique su necesidad por tener un verdadero amigo.

Realmente hasta ahí va todo bien, pero una vez que hace acto de presencia el monstruo las cosas poco a poco se empiezan a volver cansinas y mucho se debe a una dinámica repetitiva con la que no se profundiza absolutamente nada. Limitándose a poner a nuestro protagonista en situaciones en las que te termina desesperando por su comportamiento y dejando en un plano un tanto secundario al monstruo, cuyas apariciones no se puede decir que sean limitadas pero realmente se manejan de una manera discreta para que este no realice demasiado en pantalla y sea su imponente presencia la que saque a flote determinadas escenas bajo el concepto de que en cualquier momento puede explotar para defender a Lucas.

Lo cual lleva a una parte final más intensa y violenta, aunque la sensación de vacío nunca se va. Dejando así un desenlace lleno de acciones un tanto absurdas desde el lado de la lógica, pero que a pesar de eso logran al menos brindar un cierre oscuro abierto a la interpretación.

En lo que se refiere a las actuaciones tenemos a un August Maturo que hace un buen esfuerzo, pero por grandes lapsos te termina fastidiando ante tanto grito; mientras que el resto del elenco no destaca demasiado. En cuanto a producción vemos una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sencilla, cuenta con un score agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Slapface está pasable. Su mensaje es más llamativo que su ejecución, pero seguramente habrá quienes la encuentren interesante.

Ojometro:
***

viernes, 19 de noviembre de 2021

Crítica: The Stairs (2021)

Película dirigida por el debutante Peter 'Drago' Tiemann, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jason L. Lowe. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de agosto, mientras que su salida en DVD se dio el pasado 19 de octubre.

Sinopsis:

Lo que inició como una aventura de fin de semana en el bosque pronto se convertirá en una batalla por la supervivencia para un grupo de amigos, quienes tendrán que lidiar con peligros ligados a una misteriosa escalera.


Comentarios generales:

La única razón por la que The Stairs entró en mi radar fue más que nada porque su concepto de la escalera me recordaba un poco a la tercera temporada de Channel Zero (Butcher's Block), ya que de lo contrario muy probablemente la hubiera dejado pasar. Simplemente dicha rareza era demasiado atractiva como para echarle un vistazo, a pesar de que el resultado como tal es por demás decepcionante.

Y es que en todo momento se nota la falta de experiencia de Tiemann y Lowe, quienes logran construir una introducción lo suficientemente sólida como para generar interés, pero después de eso no saben cómo expandir de manera sostenida lo planteado. Ofreciéndonos una historia que durante el primer acto no presenta gran complejidad y tampoco le da seguimiento a lo que mostraron en los primeros minutos por enfocarse en otras cosas.

Ya que las escaleras como tal no vuelven a aparecer sino hasta más avanzado el metraje y en general la sensación es que a partir de la media hora solo se trata de meter ideas una tras otra para ver cuál de estas funciona de alguna manera, aunque sin profundizar en lo absoluto para añadirles sustancia. Lo cual deja algunas escenas que en definitiva aportan sangre y violencia, sin embargo, en ningún momento se percibe que tengan algún propósito definido para el desarrollo dado a que nunca explican si tienen conexión ya sea con las escaleras o con un algún tipo de fenómeno supernatural que rodea al bosque.

Simplemente todo se siente hueco y eso continúa incluso durante una parte final en la que por fin se unen algunos puntos vistos en el inicio, pero que solo quedan como mera anécdota ante el nulo peso que tienen en la dinámica general. Dejando así un desenlace sin impacto o grandes respuestas, más si con cierto factor de entretenimiento gracias a las muertes y a la criatura que se presentan.

En lo que se refiere a las actuaciones no hay mucho para destacar más allá de la fugaz aparición de John Schneider. Mientras que en producción tenemos algo por lo menos cuidado: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte cumple, el score no destaca, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: The Stairs es mala. Película sin demasiado sentido que refleja la novatez de sus creadores.

Ojometro:
**

martes, 2 de noviembre de 2021

Crítica: Antlers (2021)

Película dirigida por Scott Cooper, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Henry Chaisson y Nick Antosca. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 29 de octubre, recaudando $6.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En un aislado pueblo de Oregon, la maestra Julia Meadows (Keri Russell) y su hermano se involucran con la preocupante situación de uno de sus estudiantes, cuyos oscuros secretos los llevarán a cruzar caminos con una criatura que va más allá de su comprensión.


Comentarios generales:

Realmente parecía que el destino de Antlers era quedar olvidada en alguna plataforma de streaming para rellenar su catálogo debido a que fue una de las principales afectadas de la compra de Fox por parte de Disney y de la pandemia ocasionada por el COVID-19. Por ello es que su estreno en cines es un logro por sí mismo y la verdad es que no pudo llegar en mejor momento, ya que no solo es de una de las mejores películas que salieron durante esta época de Halloween, sino también una de las mejores propuestas de todo el año.

Y es que lo que nos presenta Cooper es una historia que desde los primeros minutos te deja claro que será muy depresiva y oscura tanto por su estética general como por todo lo que vive el personaje de Lucas. Quien tiene que lidiar con situaciones como el bullying, la desnutrición o el abandono familiar mientras le hace frente a una situación aterradora para alguien de su edad y que es el medio para ir develando un misterio en el que lo importante realmente no es tanto saber qué fue lo que pasó, sino más bien qué diablos puede ocurrir si por alguna razón no logra mantener su frágil fachada.

Algo que en verdad resulta desgarrador de ver y que lleva su tiempo para desarrollarse plenamente, por lo cual puede que el ritmo no sea precisamente el más atractivo durante varios lapsos de la primera mitad; sin embargo, una vez que se expone el secreto la película entra en una dinámica que fluye de manera prácticamente perfecta. Magnificando la violencia para ir dejando unas muertes que aportan bastante impacto e inmediatamente incrementan la sensación de angustia y de peligro entre los personajes principales, quienes se ven superados por una problemática de la cual no les es fácil conseguir respuestas lógicas.

Llevando así a una parte final en la que los elementos sobrenaturales toman más relevancia y en donde, ahora sí, se le brinda mayor exposición al increíble monstruo. Lo cual añade un nivel de fuerza brutal a las acciones para tener un desenlace en el que el tema de los lazos de sangre sigue siendo fundamental, pero tampoco representa un impedimento para proporcionar un cierre potente que encaje con el tono oscuro que predominó durante las casi dos horas de duración.

En lo que se refiere en las actuaciones tenemos un elenco muy sólido, aunque hay dos en particular que destacan. La primera es la siempre confiable Keri Russell con un personaje que poco a poco va obteniendo fuerza y el segundo es el pequeño Jeremy T. Thomas (Lucas), cuya desesperación por tratar de mantener su pequeño mundo familiar a flote es básicamente el sustento de esta historia.

Sobre la producción tenemos una factura por demás cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte efectiva, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Antlers me gustó mucho. Película oscura y depresiva que definitivamente es una de las mejores de 2021.

Ojometro:
*****

martes, 12 de enero de 2021

Crítica: Shadow in the Cloud (2021)

Película dirigida por Roseanne Liang, quien además se encargó de re-escribir el guión original de Max Landis. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Crítica:

Maude Garrett (Chloë Grace Moretz) es una piloto de la Segunda Guerra Mundial con documentos ultra secretos que aborda un bombardero en el que no es bienvenida por su tripulación y además se ve invadido por un malvado gremlin.


Comentarios generales:

Cuando se tiene que re-escribir un guión gracias a polémicas externas por lo regular el panorama no es el más alentador debido a que la idea original puede ser cambiada por completo en la búsqueda por distanciarse lo más que se pueda de aquella persona con la cual ya no se quiere estar vinculada. Es una situación poco agradable sin duda y que en el caso de Shadow in the Cloud parecía que le iba a afectar enormemente; sin embargo, al final logró salir mejor librada de lo que esperaba.

Y lo hace por medio de un enfoque casi de cine serie B en el que absolutamente todo se vale debido a que esta es una de las películas más cambiantes que haya visto últimamente. Donde parece que Liang fue plasmando sus ideas sin pensar demasiado sobre si estas encajaban del todo para una historia que en un punto simplemente espera que el espectador se entretenga con las locuras que presenta, aunque para llegar a eso primero hay pasar por un periodo en el que dicho enfoque no resulta tan evidente.

Esto porque los primeros 40/45 minutos se puede decir que se desarrollan de una manera más seria bajo el objetivo de hacer lucir a nuestra protagonista en un escenario cuasi claustrofóbico que obliga a Moretz a tener que cargar las acciones ella sola. Poniéndola no solo frente a un gremlin del cual se sabe poco o nada, sino además haciéndola participe dentro de ambiente misógino sumamente hostil con el que tiene que generar tensión interactuando únicamente con las voces de todos los actores secundarios, lo cual logra de manera efectiva.

Hasta ahí realmente las cosas son normales, pero una vez que se cruza la barrera de los 50 minutos la locura da inicio. Ya que de golpe algo que se había contenido en un escenario muy pequeño se transforma en acción frenética en la que vemos pasar situaciones que rayan en lo inverosímil (el ejemplo más claro es la escena con Moretz fuera del avión) y aún así resultan lo suficientemente entretenidas como para que te dejes llevar por la dinámica sin que te pongas a cuestionar cada detalle mientras Garrett se establece como la soldado definitiva.

Algo que se solidifica mucho más en una parte final en la que no bajan en lo absoluto el ritmo o las secuencias de acción y ella puede hacer literalmente de todo para salir bien librada. Cerrando con un enfrentamiento en el que no se te responde absolutamente nada con respecto al Gremlin pero funciona para los propósitos más elementales del filme.

En el tema de las actuaciones todo recae en la espalada de Chloë Grace Moretz, quien en realidad hace una buena labor para el tipo de personaje que le toca interpretar y el mensaje que se trata de mandar. En cuanto a producción, es de factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Shadow in the Cloud está pasable. Película absurda y totalmente palomera que van a disfrutar si la ven bajo esa mentalidad.

Ojometro:
***

viernes, 11 de diciembre de 2020

Crítica: Monstrous (2020)

Película dirigida por Bruce Wemple (Lake Artifact) y escrita por Anna Shields. Se estrenó en VOD y formato físico dentro de los Estados Unidos el pasado 11 de agosto.

Sinopsis:

Sylvia (Anna Shields) se encuentra en busca de respuestas después de que una amiga suya desapareciera misteriosamente en Whitehall, NY. Un pueblo donde han ocurrido muchos supuestos avistamientos de Pie Grande y en el que pronto descubrirá que, en efecto, algo maligno vive en el bosque.


Comentarios generales:

Quienes llevan siguiendo el blog desde sus inicios sabrán que todo lo que involucre a Pie Grande no es precisamente algo que me entusiasme demasiado debido a que históricamente suele ser un personaje utilizado de las peores maneras posibles. Sin embargo, en el caso de Monstrous mi interés era un poco mayor de lo habitual gracias a ciertos comentarios que la alababan bastante precisamente por la forma en la que manejaban a esta criatura, algo que al inicio me costaba trabajo creer, pero que al final si era cierto.

Aunque si bien esto puede ser una bendición, también puede resultar en una maldición que la dejará parada como un fraude ante los ojos de muchas personas debido a que lo que nos presenta Wemple es una experiencia que utiliza a Pie Grande más como un medio para atraer atención y no tanto como un elemento relevante dentro de una historia que, salvo por la introducción, realmente maneja otro tema distinto para cargarse más hacia el thriller y sustentarse principalmente en las dudas de diferente índole que se le van generando al personaje de Sylvia durante su viaje.

Uno que definitivamente obligará al espectador a tener mucha paciencia debido a que se desarrolla de manera muy lenta y en general recae en las mismas situaciones una y otra vez, ya sean flashbacks o escenas de sexo cada cinco minutos. 

Provocando así que durante gran parte del visionado tengas una sensación de vacío muy marcada; en especial por la forma tan limitada en la que se integra a la criatura en todo esto. Pero también hay que mencionar que una vez que se empieza a develar el misterio principal las cosas mejoran de manera importante.

Lo cual brinda unos 30 minutos finales de muy buena calidad en los que los niveles de tensión se incrementan, así como la violencia en pantalla. Recayendo en un giro bien pensado que entrelaza de buena forma los dos temas fundamentales que se te han presentado y con ello se llega a un cierre sumamente intenso que reivindica un poco la limitada presencia de Pie Grande.

Las actuaciones están bien, nada como para lanzar fuegos artificiales pero si resultan lo suficientemente sólidas como para hacer que las cosas avancen de manera adecuada. En lo referente a producción nos encontramos ante algo discreto: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score está ok, el trabajo de sonido cumple, los efectos (prácticos en su mayoría) están bien hechos y la labor de maquillaje es de muy buen nivel. 

Opinión final: Monstrous está ok. Su última media hora la salva bastante, aunque definitivamente para muchos será como una estafa.

Ojometro:
***

 

martes, 1 de diciembre de 2020

Crítica: Come Play (2020)

Película escrita y dirigida por Jacob Chase, la cual está basada en el cortometraje “Larry” de 2017 que él mismo dirigió. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de octubre y en VOD el pasado 20 de noviembre, mientras que su salida en formato físico todavía no tiene fecha definida.

Sinopsis:

Oliver (Azhy Robertson) es un niño con autismo que utiliza su celular para comunicarse. Esa parece la solución más simple para su problema de habla; sin embargo, cuando una extraña criatura de nombre Larry utiliza ese dispositivo como vía para llevárselo de este mundo, sus padres harán todo lo posible para salvarlo.


Comentarios generales:

2020 ha representado un reto mayúsculo para la industria del cine a todos los niveles y no parece que el panorama vaya a cambiar mucho por lo menos durante los siguientes ocho meses, así que cuando una película se estrena en cines sabes que literalmente está siendo dejada a la deriva para ver si logra recuperar algo del dinero invertido. Es parte de la “nueva normalidad” en la que nos encontramos y Come Play fue una de las primeras películas de terror a las que les tocó experimentar este escenario, lo cual tal vez haya sido lo mejor.

Esto porque lo que nos trae Chase no es precisamente un trabajo que vaya a emocionar a las masas y mucho menos al fan más hardcore debido a que recae en un concepto bastante visto durante los últimos años sin que presente algo que la haga sobresalir de gran forma. 

Esperando a que sean los detalles tecnológicos y el tema del autismo los que puedan hacer de esta historia lo más intrigante posible, aunque para que eso se dé primero tienen que transcurrir varios minutos en los que pasa mucho pero a la vez no pasa nada con un monstruo que desde la primera escena sabes de su existencia y aún así no se logra generar demasiado suspenso con este. Dejando gran parte de esa responsabilidad al personaje de Oliver, quien ante su condición poco a poco va logrando que la sensación de riesgo se vaya incrementando por medio de situaciones puntuales que exponen el peligro no solo para él, sino también para todos aquellos que lo rodean.

Un detalle que no parece tan significativo gracias a las limitantes que representa como personaje, pero que ayuda en demasía a que una experiencia que había resultado un tanto aburrida aumente de ritmo e intensidad casi de golpe para que así el segundo acto sea dinámico y presente algunos momentos muy bien logrados con los que se explote de mejor manera el vinculo de Larry con la tecnología y con ello se justifique su omnipresencia de forma convincente.

Situación que lleva a que la parte final tenga mucho dinamismo debido a que el hecho de que esté por todos lados genera algunas escenas con cierta carga de acción y, sobre todo, que la sensación de peligro para toda la familia sea muy marcada. Logrando así que finalmente se establezca una conexión bastante sólida entre Oliver y su madre para que el desenlace resulte mucho más potente.

Las actuaciones son adecuadas, siendo Azhy Robertson y Gillian Jacobs (Sarah) como su madre los que más resaltan por la química que logran; especialmente durante los minutos finales. En cuanto a la producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable y los efectos en general están bien hechos, aunque Larry puede parecer muy genérico.

Opinión final: Come Play está ok. Película muy básica para ver un día que no tengan muchas cosas que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 17 de enero de 2020

Crítica: Underwater (2020)


Película dirigida por William Eubank, cuyo guión fue co-escrito por Brian Duffield y Adam Cozad. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 10 de enero, recaudando hasta la fecha $15.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un equipo de investigadores acuáticos trabaja para tratar de mantenerse con vida después de que un terremoto devastara su laboratorio submarino. Sin embargo, pronto se darán cuenta que hay más razones para temer además del oscuro fondo del océano.



Comentarios generales:

Si hay un nombre que actúa como repelente para muchas personas en general es el de Kristen Stewart gracias a la franquicia de vampiros que brillan que todos conocemos, así que cualquier trabajo en el que se encuentre involucrada no suele ser algo muy bien recibido y por lo consiguiente se le rechaza de inmediato. Así que conociendo esto era prácticamente un hecho que Underwater pasaría desapercibida a pesar de ser de las primeras películas de 2020 y eso fue precisamente lo que ocurrió, aunque no por eso se debe de asumir que no vale la pena. 

Ya que Eubank se encarga de ofrecernos algo que está completamente diseñado para ser muy tenso y dinámico de principio a fin, donde su propósito es establecer que los personajes en ningún momento se encontrarán a salvo dentro de un escenario que representa una amenaza en su conjunto y no solo por lo que se encuentra asechando. Lo cual resulta evidente durante un primer acto en el que no tienen que pasar ni cinco minutos para que ocurra algo de gran impacto y gracias a eso se dé énfasis a los miedos humanos por medio de sucesos que explotan la claustrofobia, el temor a la oscuridad o al morir ahogado.

Miedos que sostienen lo suficiente las acciones hasta que poco a poco se empieza a integrar la amenaza mayor entrando al segundo acto y con ello ir obteniendo un tono un más oscuro. Principalmente porque las escenas bajo el agua toman mayor relevancia y gracias a eso se pueden construir situaciones de peligro digamos más "extremas" para obtener niveles de tensión elevados, así como muertes que proporcionen impacto e incrementen la sensación de vulnerabilidad de los personajes ante lo que sea que los está matando.

Todo para llegar a una parte final agradable e intensa que no arriesga demasiado, pero que incrementa la escala de espectacularidad por medio del despliegue de efectos visuales para añadir un elemento sorpresa que hace de la amenaza algo más imponente (incluso asemejando a algo que bien pudo salir del universo de Lovecraft o Cloverfield) y que ayuda a que el desastre inicial resulte más convincente.

Las actuaciones están bien, no son nada espectacular pero Stewart y compañía hacen lo suficiente como para que puedas sentir empatía hacía ellos y te interese ver si van a poder escapar con vida. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, tiene un trabajo de sonido espectacular y los efectos son de primer nivel.

Opinión final: Underwater está divertida. Película para pasar un buen rato.

Ojometro:
****

viernes, 26 de julio de 2019

Crítica: Critters Attack! (2019)


Quinta entrega de la franquicia, la cual está dirigida por Bobby Miller (The Cleanse) y escrita por Scott Lobdell. Se estrenó en formato físico y digital el pasado 23 de julio, mientras que el canal Syfy la transmitirá en su señal en algún punto del 2019.

Sinopsis:

Drea (Tashiana Washington) acepta un trabajo de niñera para cuidar a los hijos de una profesora de la universidad a la que quiere asistir. Estando ahí lleva a los niños a un paseo donde encuentran a una misteriosa criatura que está siendo perseguida por los aterradores critters, quienes empezarán a devorar a todo ser vivo que se encuentren en su camino.



Comentarios generales:

Nos encontramos en una etapa de revivir franquicias de la década de los 80s y era inevitable que Critters lo hiciera, así que cuando se supo que 2019 sería su año con una nueva serie (Critters: A New Binge) y una nueva película creo que la mayoría de los fans recibieron dicha noticia con alegría. Al final de cuentas hablamos de unas criaturas que la gente recuerda con mucho cariño por los momentos de diversión más que por la calidad general de las entregas, lo cual hacía que estos proyectos fueran, en el papel, algo sencillo de realizar; sin embargo, después de la tibia respuesta por la serie y lo ofrecido con Critters Attack! no sé si su futuro sea tan alentador.

Esto porque lo que nos regala Miller es un producto que no sabe si ser una secuela o un reboot, por lo cual decide hacer cierta mezcla de ambas cosas que terminan dejándola parada como algo con poca identidad; centrándose durante muchos minutos en tratar de desarrollar a un conjunto de personajes nuevos muy básicos. Situación que es normal, pero aquí estamos hablando de Critters, una película cuyo atractivo son las criaturas y estas durante gran parte del primer acto solo aparecen de manera esporádica con alguno que otro momento pintoresco diseñado para recordar de lo que son capaces (añadiendo de paso una forma en la que nacen que es un ¿homenaje/plagio? a Alien).

Provocando así que las cosas sean muy aburridas al entrar en una dinámica repetitiva de ir al punto A al punto B en la que nunca se siente ese sentido de urgencia que supuestamente tendría que existir y con lo cual el ritmo disminuye de manera considerable. Además con el pasar de los minutos resulta más que evidente que la historia no va para ningún lado, ya que no solo la situación de Drea con los niños se trata de hacer lo mismo una y otra vez, sino que también hay una subtrama que involucra al personaje de Dee Wallace que debería de proporcionar más información sobre el regreso de los critters o la nueva criatura, pero en realidad solo está ahí para justificar su cheque.

Lo único que vale la pena es la parte final, ya que es aquí donde se puede notar la esencia de Critters, ósea… caos, sangre y líquidos viscosos. Todo por medio de unos minutos en donde se nota claramente mayor dinamismo a pesar de la falta de un propósito claro; donde por fin podemos ver elementos familiares con respecto a las criaturas (sus espinas o la gran bola) y un cierre que deja abierta la puerta para nuevas entregas. 

Las actuaciones son apenas pasables, por ahí Tashiana Washington tiene algunos momentos interesantes pero su personaje no da para mucho y la participación de Dee Wallace es un cameo extendido. La producción es donde tiene sus mejores virtudes: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score tiene un aire ochentero bien logrado, el trabajo de sonido es limpio y los efectos prácticos con los Critters la verdad están bien hechos.

Opinión final: Critters Attack! es decepcionante. Película aburrida que nunca parece tener claro cuáles son las fortalezas de la franquicia.

Ojometro:
**

viernes, 19 de abril de 2019

Crítica: The Silence (2019)


Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por John R. Leonetti (Annabelle), cuyo guión fue co-escrito por Carey Van Dyke y Shane Van Dyke. Se estrenó de manera exclusiva en Netflix a nivel mundial el pasado 10 de abril.

Sinopsis:

Cuando el mundo se encuentra bajo ataque por unas aterradoras criaturas que cazan a sus presas por medio del sonido, Ally Andrews (Kiernan Shipka), una chica sorda desde los trece años de edad, tendrá que buscar junto a su familia un refugio en un paraíso remoto.



Comentarios generales:

Nuevamente estamos frente ante otro caso en el que Netflix ofrece una película que se tiene que enfrentar a las inevitables comparaciones con “A Quiet Place”, esto sin importar que el material de origen es de 2015 o si el periodo de filmación fue prácticamente al mismo tiempo. Una situación sin duda un tanto injusta, pero que al final de cuentas terminó beneficiándola de cierta manera debido a que sin esa comparación The Silence no hubiera obtenido tanta atención considerando lo mediocre que es el resultado.

Y ni siquiera tiene que ver con el hecho de que pueda ser o no una copia, ya que lo que nos trae Leonetti es una historia que bien podría sobrevivir con eso. El verdadero problema radica en que parece más un episodio de estreno de alguna serie de televisión que una película.

Ya que todo lo que ocurre se da de manera increíblemente acelerada, especialmente durante un primer acto que cuenta con una serie de situaciones diseñadas para brindar contexto, pero que a los cinco u diez minutos quedan totalmente en el olvido entre decisiones absurdas de supervivencia (¿Viajar en automóvil por carretera cuando la amenaza vuela y caza por medio del sonido?) o porque simplemente mejor se opta por explotar lo más que se pueda la violencia con las vispas.

Esto último siendo un punto que no encontré tan negativo debido a que la mejor parte llega precisamente cuando le dan rienda suelta a las criaturas, ahí es cuando las cosas se vuelven más divertidas de ver y en donde el nivel de intensidad resulta adecuado. No tanto porque esto signifique el inicio de un gorefest o algo similar, sino porque simplemente es cuando se utiliza de manera creativa la propia naturaleza de las vispas; a pesar de que esto también significa sacrificar prácticamente toda la sensación de peligro e incertidumbre al exponerlas en pantalla de manera constante.

La parte final es con la que la película termina por caerse estrepitosamente. Ya que después de invertir tantos minutos para establecer a estas criaturas prehistóricas como la gran amenaza te salen con que existe otra que involucra a un culto, la cual toma las riendas y hace que todo el desenlace se sienta como algo totalmente fuera de lugar. Sin ningún tipo de propósito más que generar un fallido shock.

Con respecto a las actuaciones puedo decir que es probablemente donde más se salva, ya que Kiernan Shipka, Miranda Otto y, sobre todo, Stanley Tucci hacen una buena labor con lo que les dan; aunque igual sufren por el inconsistente uso del lenguaje de señas. La producción parece más de serie de tv: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no tiene nada especial, el score es genérico, el trabajo de sonido es sólido, la labor de maquillaje simple y los efectos cuentan con un CGI bastante pobre.

Opinión final: The Silence es aburrida. Típica película para rellenar el catálogo de Netflix que se perderá con el pasar de los meses.

Ojometro:
**