viernes, 24 de enero de 2020

Crítica: Bliss (2019)


Película escrita y dirigida por Joe Begos (Almost Human, The Mind’s Eye). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado mes de septiembre, mientras que su salida en formato físico se dio el 12 de noviembre.

Sinopsis:

Una pintora brillante enfrentando el peor bloqueo creativo de su vida hace todo lo que se encuentre a su alcance para terminar lo que considera que será su obra maestra. Entrando así a un escape alucinatorio lleno de drogas, sexo y asesinatos en las oscuras entrañas de Los Ángeles.



Comentarios generales:

Siempre trato de cubrir las películas más relevantes del año en el blog y digamos que un 95% de estas terminan con su crítica, pero siempre existe un puñado que por diversas razones no pude ver y este fue precisamente el caso con Bliss. Un trabajo que hizo bastante ruido en 2019 como para entrar en las listas de las mejores del año para muchas personas, así que no podía dejarla en el olvido por bastante tiempo; aunque a mí en particular no me ha maravillado.

Y es que creo que mucha de la efectividad de lo que nos regala Begos recae en la edad que tenga el espectador, ya que al ser esta una historia llena de excesos con un mensaje claro de “jódanse todos” puede que haga mayor eco con espectadores más jóvenes. En especial durante los primeros 30/40 minutos en los que esto es básicamente lo que sustenta a la película por medio de una protagonista y secundarios con comportamientos un tanto ridículos que los vuelven odiosos y por ende cuesta mucho trabajo poder involucrarte de lleno con ellos. Todo mientras te ves bombardeado por luces fluorescentes, una edición frenética y un score poderoso.

Así es como pasa una primera mitad en la que no ocurre nada particularmente destacado, pero una vez que empieza a entrar en juego el tema de los vampiros y se profundiza un poco más sobre la búsqueda de creatividad a toda costa las cosas mejoran. Sobre todo porque el lado salvaje de Dezzy comienza a brotar, haciendo que su odiosa personalidad inicial ahora no lo sea del todo debido a que ya existe una justificante sólida detrás y por medio de esto se construyen varios de los momentos más intensos con los que se logra establecer un nivel de impacto elevado que se complementa perfectamente con los elementos visuales cuasi argentescos.

Llegando así a un parte final que continua con dicha tendencia, pero que se ve un tanto perjudicada por la obsesión que tiene el director con los close-ups a nuestra protagonista. Los cuales son molestos por lo estridentes que resultan durante una parte que se supone ya debería de contar con mejores recursos para generar intensidad; aunque por lo menos tenemos un cierre lleno de muertes con las que se aprovecha, una vez más, el elemento visual tan peculiar del filme.

En cuanto a las actuaciones realmente todo recae en Dora Madison (Dezzy), quien en términos generales hace un buen trabajo a pesar de que su personaje se queda atrapado en la misma dinámica durante un periodo de tiempo considerable. La producción es de buena nota, salvo por alguno que otro detalle: el trabajo de fotografía por momentos resulta frustrante, la dirección de arte es sólida, el score es muy bueno, el trabajo de sonido limpio, los efectos prácticos cumplen y la labor de maquillaje no presenta gran complejidad.  

Opinión final: Bliss está ok. Película con buenas ideas que gustará en menor o mayor medida dependiendo de su edad.

Ojometro:
***