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viernes, 10 de mayo de 2019

Crítica: The Russian Bride (2019)


Película escrita y dirigida por Michael S. Ojeda (Savaged). Se estrenó directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de marzo.

Sinopsis:

Una mujer rusa viaja a los Estados Unidos junto con su hija para casarse con un recluido millonario, quien resulta ser un psicópata que hará de sus vidas un auténtico infierno.



Comentarios generales:

En ocasiones hay películas con las cuales uno no puede emocionarse o encontrar alguna razón para que te generen gran interés, es algo que pasa y en mi caso ocurrió desde que vi el primer trailer de The Russian Bride. Simplemente no me generaba nada, pero había que verla a pesar de todo debido a que con los nombres involucrados había el material humano para sacar algo interesante o, por lo menos, divertido. Cosa que tristemente no se da.

Y para mi sorpresa mucho se debe al propio Ojeda, quien toma algunas decisiones extrañas con respecto al desarrollo de la historia que básicamente se encargan de eliminar cualquier tipo de factor sorpresa desde muy temprano. Soltando información a diestra y siniestra que uno pensaría que se guardaría por mayor tiempo para ir construyendo un misterio sólido que fuera creciendo al irse conociendo la tumultuosa vida del magnate, pero que al revelarlo casi de golpe solo provoca que todo el primer acto sea uno en el que gran parte del interés se pretende obtenerlo en base a lo visual gracias a las geniales tomas en exteriores o al estilo gótico proporcionado por la  misma mansión.

Así las cosas entran en un tobogán de situaciones predecibles que evitan que uno pueda involucrarse de lleno con los personajes al no verles un propósito claro, además de que la construcción del suspenso es mediocre y los elementos sobrenaturales integrados se sienten fuera de lugar. Originando con esto una segunda mitad aburrida, sin chispa; en la que el ritmo no es precisamente lento pero las mismas acciones hacen que no se sientan avances significativos durante periodos importantes y, por ende, la tensión que debería de tener un suceso como este brilla por su ausencia.

Los veinte minutos finales son lo mejor por un amplio margen, incluso hasta parecen de otra película. Aquí es cuando esto se convierte en una venganza en toda la regla que no solo tiene un detonante hilarante, sino que además el nivel de violencia se eleva de manera muy marcada; haciéndote olvidar los fallos con varias muertes que al menos hacen del cierre uno potente.

Las actuaciones no están tan mal, Corbin Bernsen (Karl) y Oksana Orlan (Nina) hacen lo que pueden, siendo la segunda la que destaca durante la parte final. La producción también cumple: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Russian Bride es decepcionante. Película aburrida y predecible en la que solo veinte minutos valen la pena.

Ojometro:
**

lunes, 13 de noviembre de 2017

Crítica: Hebecta (2017)


Producción rusa escrita y dirigida por Svyatoslav Podgaevskiy (Vladenie 18). Se estrenó en cines dentro de Rusia a inicios de 2017, mientras que hizo lo propio en México y varios países de Latinoamérica durante el verano bajo el nombre de “La Novia”. Recaudando $5.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Nastya (Victoria Agalakova) se embarca en un viaje para visitar a la familia de su prometido, pero no tiene que pasar mucho tiempo para que caiga en cuenta de que tal vez eso haya sido un terrible error debido a que ahora se encuentra alojada en una vieja casa y rodeada por desconocidos que le preparan una extraña ceremonia de bodas.



Comentarios generales:

Hebecta es una película de la que siempre tuve pleno conocimiento pero su fecha de estreno coincidió con la temporada más pesada de los blockbusters, lo cual limitó mucho su exhibición y, por lo consiguiente, que la viera en su momento. Aún así nunca perdí la curiosidad debido a que el cine de terror ruso no suele tener mucha exposición y este trabajo en particular contaba con una premisa interesante, así que no estaba de más darle una oportunidad; aunque al final el resultado no haya sido tan satisfactorio.

Lo cual es una pena porque la película inicia bastante bien al establecer rápidamente una atmósfera oscura que complemente de gran manera la leyenda presentada, una que además es mucho más elaborada de lo que esperas. Hasta ahí todo tiene buena pinta, pero el hecho de que Podgaevskiy opte por trasladar la historia a la época actual termina por quitarle atractivo a algo que claramente lo sustentaba en las tradiciones antiguas, ya que una vez que nos ponen frente a esta pareja y la reunión familiar entramos a un escenario muy genérico en el que resulta fácil predecir cada acción de los personajes o los trucos bajo la manga por parte del director para tratar de añadir sustos de manera rápida.

Una predictibilidad que se acentúa gracias al ritmo tan lento implementado y al sentimiento general de que realmente no existe un avance real en lo que estás viendo, ya que más allá de unos flashbacks integrados de manera esporádica no existe un desarrollo adecuado con respecto al comportamiento inusual de esta familia. Obvio uno sabe que tiene que ver con la maldición, pero solo se limitan a dar indicios por medio de conversaciones secretas que no añaden gran cosa; aunado que la obsesión que se tiene por querer crear un escenario tétrico termina haciendo que exista una falta de vida importante en el filme.

Todo es frio y sin emociones; sin embargo, ese tono no sirve de mucho cuando hay realmente poco contenido que lo justifique o lo explote.

Lo más efectivo sin duda es la parte final. La lenta construcción para llegar a este punto en cierta manera termina siendo justificada gracias a que lo que ocurre es por lo menos llamativo de ver al crear un ambiente bastante hostil que logra compensar la carencia de emociones fuertes por parte de la mayoría de los personajes; brindando así una resolución al conflicto central bien hecha, un poco más dinámica y sin complicaciones.

Las actuaciones son una de las principales razones por las cuales la película nunca termina de funcionar, todas son muy desangeladas y planas; además Victoria Agalakova como protagonista nunca logra reflejar miedo o desesperación, dificultando en demasía el poder sentir algo de empatía por ella. En el tema de la producción es donde más resalta: cuenta con un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje no presenta gran elaboración.

Opinión final: Hebecta me pareció aburrida. No es precisamente de lo peor del año pero difícilmente se quedará en la memoria de varios por mucho tiempo.

Ojometro:
**