martes, 14 de abril de 2015

Crítica: Dead Rising: Watchtower (2015)


Película basada en el popular videojuego dirigida por Zach Lipovsky (Leprechaun: Origins) y cuyo guión fue escrito por Tim Carter. Se estrenó el pasado 27 de marzo dentro de los Estados Unidos de manera exclusiva por medio de la plataforma gratuita de Crackle; sin embargo, una vez que termine dicha exclusividad se tiene planeado lanzarla en DVD, VOD, formato digital y TV.

Sinopsis:

Chase Carter (Jesse Metcalfe) es un reportero en busca de una historia para volverse famoso y la epidemia zombie que azota los Estados Unidos parece la oportunidad perfecta para ello. Lo malo es que algo sale terriblemente mal y ahora se convertirá en uno de los sobrevivientes que pelearán por sus vidas en una ciudad infestada de zombies.



Comentarios generales:

Cuando jugabas Dead Rising lo primero que se te venia a la mente es que podía ser perfectamente adaptable al cine, no solo por las similitudes con una de las películas más grandes de zombies que existen, sino porque el concepto de matar a las criaturas con prácticamente cualquier objeto era tentador. Lo malo es que el historial de franquicias de videojuegos llevadas al cine no es nada bueno y Watchtower solo viene a reafirmar que, más allá de una idea interesante, estas siguen sin poder generar contenidos lo suficientemente sólidos como para volverlas algo más que un entretenimiento pasajero.

Ya que realmente lo que nos trae Lipovsky es una película que se sostiene bajo un concepto muy básico, generando una historia plana en donde los protagonistas se limitan a tener que lidiar de la mejor manera posible a los zombies mientras que en otro lado se desarrolla algo más siniestro sin que se profundice mucho al respecto. Durante los primeros 30/35 minutos básicamente es acción sin muchas repercusiones, con el director tratando de recrear lo más posible la esencia del videojuego (armas pintorescas, muchos zombies, cierto humor) para tener conformes a los fans y creo que hasta cierto punto lo logra, ya que las secuencias están bien hechas; brindándole así un ritmo frenético que ayuda a dejar pasar de largo el nulo esfuerzo por explicar el pasado del grupo de sobrevivientes, al menos con las dos mujeres.

La segunda mitad es un poco más elaborada, nada especial, pero aquí es donde se nota la intención por equilibrar los sucesos en pantalla; integrando mucho mejor lo que ocurre en la ciudad, la base militar y los pésimos segmentos cómicos en el noticiero. En general es la parte con la que sientes que todo esto puede llevar algo más interesante, no solo porque se le agrega la presencia de unos villanos bastante coloridos, sino porque finalmente se le da un propósito al personaje de Carter para que uno simpatice con él. Además es de aplaudir el esfuerzo por tratar de generar una atmósfera un poco más aterradora que contraste con lo mostrado al inicio.

El final tiene acción aceptable y le termina dando sentido al villano cuando parecía que este sería solo un estrafalario adorno más, pero todo el tiempo lo sentí un tanto forzado. Al querer dejar las cosas abiertas para una posible secuela nunca se atreven a mostrar un conflicto con el gobierno que hubiera resultado mucho más atractivo.

Las actuaciones son promedio; nada espectacular, pero nada pésimo tampoco (aunque me sorprendió ver a Virginia Madsen). Sobre la producción puedo decir que es sólida en general: el trabajo de fotografía me agrado especialmente en la segunda mitad, cuenta con una decente ambientación, el sonido cumple, los efectos en su mayoría son de buena calidad y el trabajo de maquillaje, aunque deja algo que desear con algunos zombies, está ok.

Opinión final: Dead Rising es entretenimiento hueco sin mayores pretensiones. Si no esperan gran cosa les agradará, pero si buscan algo elaborado mejor déjenla pasar.

Ojometro:
***

sábado, 11 de abril de 2015

Crítica: Bloom (2015)


Película escrita y dirigida por Travis Legge (Raymond Did It). Se estrenó únicamente de manera digital el pasado 7 de abril y por lo que he visto no parece que vaya a salir en otros formatos, salvo por ediciones limitadas exclusivas de Indiegogo.

Sinopsis:

Lily (Deann Baker) se despierta en un baño de hotel que se encuentra cubierto de sangre y no recuerda absolutamente nada de la noche anterior. Extrañada intenta seguir con su vida, pero mientras lidia con el trauma y trata de descifrar lo que ocurrió, ella empezará a cambiar en algo que no es humano.



Comentarios generales:

Sinceramente este es un trabajo del cual no sabía nada hasta hace unos cuantos días atrás y la primera impresión no fue muy positiva que digamos. No porque me aburran los vampiros o algo similar, pero simplemente al ver el tiempo de duración (65 minutos sin créditos) mis temores de que fuera un cortometraje con mucho relleno salieron a relucir y tristemente se hicieron realidad.

Bloom es en general un corto extendido cuya mayor fortaleza sin duda son sus primeros 10/15 minutos, donde Legge logra generar un aire de duda razonable al establecer un escenario que no te dice mucho y que te hace sentir cierta empatía por una chica que a todas luces fue víctima de algo, pero no sabes al 100% de qué… aunque tienes una idea. Lamentablemente el descifrarlo en su totalidad no tarda mucho tiempo y cuando esperas que las cosas tomen un ritmo mucho más acelerado para hacer de la transformación un asunto vital que aumente las emociones, el director decide tomarse las cosas con demasiada calma para desarrollarla; provocando así una total monotonía en la historia.

Por esto la segunda mitad de la película es aburridísima, no solo porque todo lo ligado a la búsqueda del hombre que la convirtió en vampiro no tiene nada de interesante (de hecho, llega un punto en donde sientes que es intrascendente para los efectos de lo que quieren contar), sino porque además nunca existe algún tipo de conflicto existencial por parte de la protagonista que le brinde un tono diferente a las cosas, obligando así a repetir la misma pieza del score una y otra vez para tratar conseguirlo sin éxito. Todo transcurre lento, se repiten varias situaciones; al grado de que cuando finalmente se pretende producir un poco de acción esta resulta demasiado ligera y las limitantes con el presupuesto solo empeoran las cosas.

El final es anti climático. Básicamente todo lo ocurrido durante más de una hora no te lleva a nada e incluso se siente como algo improvisado, donde simplemente te quedas esperando a que pase cualquier cosa para darle sentido.

En las actuaciones todo recae en Deann Baker y la verdad no lo hace mal; no es que el papel le exigiera demasiado pero lo poco efectivo de su transformación es producto de su capacidad por lucir como un ser sin emociones. La producción es lo que esperarías de una película cuyo presupuesto solo fueron un poco más de $7000 dólares: el score es repetitivo como pocos, el trabajo de sonido en ocasiones no permite escuchar bien ciertos diálogos, los efectos se limitan a un par de cosas exageradamente básicas y el trabajo de maquillaje es casi nulo.

Opinión final: Bloom es intrascendente. Una película que si no la ven poco importará y si la ven seguramente la olvidarán en un par de horas.

Ojometro:
** 

miércoles, 8 de abril de 2015

Crítica: Muck (2015)


Debut como director y guionista de Steve Wolsh, quien además también es el productor. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de marzo y cuatro días después salió en formato físico, VOD y diversas plataformas digitales. Aún no hay información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Después de haber escapado de un antiguo cementerio, un grupo de jóvenes emerge de la espesa oscuridad pantanosa con la fortuna de seguir con vida. Aterrados y lidiando con la pérdida de dos de sus amigos (presumiblemente muertos), llegan a una casa vacía para refugiarse; aunque sea lo sea que los persigue difícilmente los dejará ir.



Comentarios generales:

Una de las frases ligadas con la promoción de la película tiene que ver con la suerte y sin duda alguna encaja a la perfección, ya que después de verla me queda claro que tuvieron una suerte increíble para obtener distribución. Esto porque Muck es la SEGUNDA parte de una planeada trilogía (si… leyeron bien, la segunda), lo cual de manera inmediata la pone en una posición difícil por cuestiones lógicas: por un lado sabes que no te explicarán muchas cosas y por otro sabes desde muchísimo antes que seguramente no tendrás una conclusión.

Lo peor es que a Wolsh parece no importarle eso, ya que desde los primeros cinco minutos las dudas inician al no saber de qué diablos están huyendo y al faltar algo tan básico simplemente la película no tiene sentido (a pesar de que eso genera una sensación de duda inicial interesante); de hecho, lo único que te dejan en claro es que esto será un largo recorrido de sangre y bubis sin importar todo lo demás. La historia es inexistente, lo más cercano a eso podría decirse que es la cordura que muestra uno de los personajes al ir a buscar ayuda a las cercanías, pero de ahí en fuera se pasarán cuestionando cosas como: ¿Qué hacían los jóvenes en un pantano/cementerio? ¿Quiénes son los tipos calvos? ¿Por qué los persiguen? ¿Cuál es su motivación por secuestrar mujeres? y un larguísimo etc. Todo producto de que no hay algo previo que sustente lo que está ocurriendo.

La generación de suspenso es muy pobre y eso afecta las apariciones de las amenazas, mientras que el ritmo en general es demasiado caótico con el único propósito de poder ocultar todas las carencias existentes; algo que sin duda les funciona porque una vez pasado cierto periodo de tiempo te deja de importar lo absurdo de todo esto.

La segunda mitad básicamente es una secuencia de escenas que están ahí, planas, sin fondo; donde de la nada te insertan a un héroe más letal que Ash en Evil Dead y cuyos diálogos, si bien pintorescos, parecen más acorde a American Pie o South Park. Creo que la mejor manera de describirla es como una película de softporn y algo de “humor” debido a que la aparición de atractivas mujeres con poca ropa o enseñando sus pechos es constante. Es más, yo diría que ese es el punto central con el cual se construyó el guión.

El final es tal vez lo más entretenido; no te contestan absolutamente nada, pero al menos te dan un poco de acción disfrutable por medio de peleas bien elaboradas. Aunque evidentemente deja todo abierto para la tercera parte.

De las actuaciones resulta complicado hablar gracias a que realmente no tiene demasiados elementos que ayuden al elenco, solo Lachlan Buchanan (Troit) logra darle vida a un personaje divertido del que te importa ligeramente lo que le ocurra. La producción es su punto fuerte, tal vez lo que hizo que tuviera distribución: el trabajo de fotografía es espectacular en exteriores, el soundtrack va a agradar a más de uno, tiene buen sonido y la cuestión de efectos/maquillaje en general es sólida; en especial porque optan por cosas prácticas que ayudan a resaltar la parte sangrienta.

Opinión final: Muck es un sinsentido absoluto. Tal vez la primera parte ayude a resolver todas las preguntas, pero para mí en su mayoría resultó ser una pérdida total de tiempo.

Ojometro:
*

lunes, 6 de abril de 2015

Crítica: Phobia (2014)


Primer largometraje del director Rory Douglas Abel, quien además es co-escritor del guión junto a Matthew Barnes. Se estrenó durante el mes de noviembre del año pasado dentro de los Estados Unidos de manera limitada en cines, DVD y diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Después de sufrir un accidente automovilístico donde su esposa perdió la vida, Johnathan (Michael Jefferson) desarrolla agorafobia. Esto provoca que se la pase recluido en su apartamento, con visitas limitadas y muchos medicamentos; sin embargo, cuando experimenta una extraña invasión y visiones de su esposa muerta, inmediatamente sabe que algo no está bien con él.



Comentarios generales:

La agorafobia es un tema que ya se ha tocado con anterioridad y por lo general representa un gran reto debido a que dada su naturaleza los escenarios se ven limitados a lo que ocurra únicamente dentro de una casa. Por ello cuando supe que este trabajo independiente iba a utilizar dicha enfermedad rápidamente capto mi atención; aunque el resultado termino siendo un tanto agridulce.

Con Phobia lo que hace Douglas Abel es seguir lo que dicta el librito al pie de la letra, generando una sensación de desolación importante desde el primer instante, marcando completamente el ritmo semi lento y, sobre todo, estableciendo cierta locura palpable por parte del protagonista que no sabes si tendrá algún tipo de influencia a futuro dentro de la historia. Todo esto es hasta cierto punto genérico, pero para darle un valor extra se le agrega la aparición de espíritus dentro de la casa que básicamente pone a Johnathan en una situación atípica; donde no solo tiene que vivir con el temor de salir al exterior, sino que ahora también el único lugar que pensaba era seguro para él representa un peligro incluso mucho mayor.

Brindándole así cierta frescura y añadiéndole dinámica a algo que se desarrolla de manera muy pausada, pero que tristemente con el paso de los minutos pierde fuerza; sintiéndose incluso hasta vacía durante prolongados lapsos en donde ocurre lo mismo en varias ocasiones. Además, el tema de los espíritus dentro de la casa luce metido con calzador y no te explican mucho; de hecho, es muy claro el propósito de que el espectador se confunda (lo cual veo como algo lógico) pero al no existir nada de sustancia con respecto al invasor o la dama de negro esa duda resulta muy débil como para poder elevar la tensión a los niveles necesarios.

El final es aceptable. El pago por una espera larga funciona y la locura manejada es la correcta para hacerlo entretenido, aunque carece de respuestas contundentes que le den sentido.

La actuación de Michael Jefferson es buena, carga con todo el peso de la película y ciertamente si no fuera por él sería mucho peor. La producción es muy limitada: el trabajo de fotografía deja que desear al no lograr crear una atmósfera más absorbente, el sonido está bien y lo poco que hay de maquillaje resulta convincente dentro de sus posibilidades.

Opinión final: Phobia está ok. Es una película pequeña con pretensiones altas que no alcanza a cumplir, pero no es un total desperdicio de tiempo.

Ojometro:
***