martes, 16 de febrero de 2021

Crítica: Saint Maud (2020)

Película escrita y dirigida por Rose Glass, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido a finales de 2020, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 1 de febrero.

Sinopsis:

Maud (Morfydd Clark) es una joven y solitaria enfermera que después de un fuerte trauma decide adentrase al cristianismo de manera devota. Llevándolo a extremos perturbadores cuando tiene que cuidar a una paciente con cáncer terminal de la que pretende salvar su alma cueste lo que cueste.


Comentarios generales:

En los últimos años A24 se ha forjado una reputación que otros estudios desearían tener, ya que nos encontramos en un punto en el que si le dices a alguien que se trata de una película de A24 muy probablemente sepa de inmediato qué es lo que le espera, sea fan de su peculiar estilo o simplemente lo de deteste. Eso es algo en verdad complicado de conseguir y en especial dentro del género les ha funcionado con creces, siendo Saint Maud el último gran ejemplo de esto.

Ya que lo que nos regala Rose Glass sigue al pie de la letra el manual de lo que caracteriza a una película de este estudio para contarnos una historia que por momentos resulta complicada de categorizar debido a que en cierto modo sigue la estructura de las películas de exorcismos, pero difícilmente se puede decir que es sobre este tema. Lo cual le añade un toque de incertidumbre bienvenido al considerar el hecho de que es un trabajo que centraliza gran parte de su fortaleza en el desarrollo del personaje de Maud bajo un ritmo bastante lento y sin tener demasiada prisa por soltar información trascendental la mayor parte del tiempo.

Provocando así que durante los primeros dos actos realmente estemos atados forzosamente a la duda sobre si lo que ocurre es verdad o simplemente es producto de la imaginación de la protagonista, quien poco a poco va experimentado situaciones que añaden impacto visual por lo raras que son y que claramente empiezan a afectarla tanto física como emocionalmente. Aunque este enfoque tan meticuloso también viene con sus problemas, sobre todo porque en determinado punto el dilema de Maud te empieza a cansar gracias a que hay escenas que solo se sienten de relleno y por lo consiguiente notas un estancamiento muy marcado en las acciones.

Unas que en la parte final recuperan el rumbo para hacerla bastante memorable. No tanto porque sea tan sorpresivo lo que ocurre, sino más bien porque finalmente la directora suelta el freno de mano para que, ahora sí, todo explote y gracias a eso se logre generar un cierre muy potente e impactante que resuelve cualquier clase de duda que uno pudiera llegar a tener.

En lo que se refiere a las actuaciones la verdad Morfydd Clark está estupenda. La manera en la que logra combinar ese lado inocente con el de fiel devota para mantener a flote la duda central de la historia hasta el momento necesario es impresionante; simplemente sin ella todo lo que vemos no funcionaría y definitivamente la experiencia sería mucho más difícil de digerir.

Con respecto a la producción, es de factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no presenta mucha complejidad, el score es sólido, el trabajo de sonido está impecable, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje cumple.   

Opinión final: Saint Maud me gustó. Definitivamente si las películas de A24 no son lo suyo mejor evítenla, pero si las disfrutan será otra experiencia que vale la pena.

Ojometro:
****

viernes, 12 de febrero de 2021

Crítica: The Reckoning (2021)

Película dirigida por Neil Marshall (The Descent), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Edward Evers-Swindell y la también protagonista Charlotte Kirk. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de febrero, mientras que su salida en formato físico todavía no ha sido confirmada.

Sinopsis:

Es 1665 y la joven viuda Grace (Charlotte Kirk) resulta falsamente acusada de ser una bruja por el dueño de sus tierras cuando esta lo rechaza. Ocasionándole así un viaje lleno de tortura que la llevará al límite tanto física como mentalmente.


Comentarios generales:

El caso de Neil Marshall es uno curioso debido a que se trata de un director que lleva 15 años viviendo de un solo éxito y aún así cada nuevo trabajo que saca suele venir ligado con unas expectativas ridículamente altas por parte de muchos fans. Como si todo lo demás que ha hecho en cine no existiera y con eso renuevan sus esperanzas de que ahora si pueda ofrecer esa nueva gran película que todos esperan, aunque dudo que con The Reckoning logre cumplir dicho deseo.

Esto porque claramente lo que nos trae el británico en esta ocasión es más que nada un proyecto pensado para el total lucimiento de su ahora pareja (Kirk), lo cual no es algo que considere malo en si, pero que claramente termina afectando el producto.

Ya que al inicio la historia, si bien es un tanto convencional, logra captar tu interés gracias al tono oscuro que establece para magnificar el mundo deprimente en el que se desarrolla y porque presenta situaciones que rápidamente generan empatía hacia la protagonista. Logrando así que el primer acto tenga el atractivo suficiente tanto en sustancia como en lo visual para que se desarrolle sin mayores contratiempos mientras poco a poco se va integrando de manera más profunda el tema de la quema de brujas y los conceptos demoniacos que siempre vienen ligados.

Hasta ahí todo va relativamente bien, sin embargo, una vez que comienza el juicio/tortura de Grace todo entra a una espiral descendente que resulta difícil de ignorar. No solo por el hecho de que el aspecto visual se ve afectado de golpe por un pobre diseño de producción, sino porque de pronto todo se vuelve increíblemente monótono y lo que tendría que ser algo hasta cierto punto incomodo de ver realmente solo termina siendo una sucesión de escenas en las que sí, se empodera a la protagonista, más nunca se logra redondearlas con un nivel de intensidad adecuado ante la terrible obsesión que existe por ponerla a cuadro lo más impecable y sexy que se pueda sin importar que básicamente eso le quita todo el impacto a su sufrimiento.

Una problemática que no se elimina del todo, pero que durante la parte final se disimula de mejor manera al ofrecer momentos que por lo menos hacen gratificante la venganza al contar con mayor violencia y sangre. Llevando a un cierre genérico con el cual no se arriesga en lo absoluto.  

Sobre las actuaciones, como mencione antes, todo está diseñado para el lucimiento personal de Charlotte Kirk. Quien no diría que hace un trabajo terrible, pero la verdad por grandes lapsos es complicado involucrarse de lleno con su personaje cuando a pesar de la época y del maltrato que sufre SIEMPRE está impecablemente bien maquillada.

En lo que respecta a la producción, por momentos pareciera que estás viendo una película para TV de bajo presupuesto y en otros no: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte deja mucho que desear, el score es bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos tienen altibajos y la labor de maquillaje no es precisamente la mejor.

Opinión final: The Reckoning está apenas pasable. Película un tanto absurda con la que pueden pasar el rato si no se la toman tan en serio.

Ojometro:
***

martes, 9 de febrero de 2021

Crítica: Ten Minutes to Midnight (2021)

Película dirigida por Erik Bloomquist, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a su hermano Carson Bloomquist. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de enero, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de ser mordida por un murciélago con rabia, una conductora de radio aterroriza a sus compañeros de trabajo mientras se transforma lentamente en un vampiro durante su última noche de transmisión.


Comentarios generales:

La verdad es que ver el nombre de Caroline Williams como el protagónico de una película en pleno 2021 se puede considerar una extravagancia, ya que su carrera después de TCM2 ha sido una auténtica montaña rusa y realmente durante la última década nada más se le ha visto en roles muy secundarios. Por eso mismo es que Ten Minutes to Midnight captó mi atención, simplemente era algo que no podía dejar pasar por mera curiosidad, aunque al final el resultado ha sido decepcionante ante lo poco que explota aquello que pudo diferenciarla.

Esto porque lo que nos presenta Bloomquist es una película de vampiros que no solo se limita a contar lo habitual y presenta algunos otros temas como el trato a las mujeres en la industria del entretenimiento o el miedo al retiro para añadir varias capas con las cuales se podía desarrollar una historia no tan convencional. Sin embargo, lamentablemente este valor extra solo se queda en recursos simples para alargar el tiempo de metraje mientras salen a relucir diversas carencias en la manera de presentar las acciones.

Ya que estas se la pasan brincando de un lado para otro mientras se juega con la realidad y la ficción (por medio de sueños) sin que se permita generar un ritmo fluido o, al menos, una dinámica consistente en lo que respecta a la transformación de nuestra protagonista. Dejando todo a la suerte en breves situaciones de impacto que en ocasiones funcionan desde el lado visual, pero que en general se terminan sintiendo como acciones sin un propósito claro y que en cuestión de minutos pierden relevancia.

En especial cuando llegamos a una parte final en la que se lleva a cabo un intercambio de roles que no tiene demasiado sentido y luce sumamente forzado. Ocasionando así un cierre que es extraño e incluso algo tétrico con el que se dejan demasiadas cosas al aire y por lo consiguiente te quedas con una sensación de que todo lo que viste no tuvo demasiada importancia.  

En el tema de las actuaciones hay que decir que Williams en general hace una labor decente, lo malo es que se encuentra rodeada por un grupo de secundarios terrible que arruina por completo los pocos momentos efectivos que ella puede construir. En cuanto a la producción se nota el bajo presupuesto: el trabajo de fotografía no funciona del todo bien, la dirección de arte es simple, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no presentan gran complejidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Ten Minutes to Midnight está aburrida. Película de vampiros que tiene algunas ideas interesantes, pero que olvidarán en un par de horas.

Ojometro:
**

jueves, 4 de febrero de 2021

Crítica: La Llorona (2020)

Co-producción guatemalteca/francesa dirigida por Jayro Bustamante, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Lisandro Sanchez. Se estrenó en cines dentro de Francia a inicios de 2020 y en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de agosto, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un anciano y paranoico dictador criminal de guerra, protegido por su fiel esposa, enfrenta la muerte mientras se ve asechado por los fantasmas de su pasado.


Comentarios generales:

Difícilmente puede pasar desapercibido cuando círculos que históricamente han rechazado al género empiezan a reconocer a una película de terror de tal manera que la pueden impulsar para obtener una nominación al oscar. Es algo poco común que ha llevado a que el interés por La Llorona se haya incrementado de golpe, generándole así unas expectativas muy elevadas para las cuales muy probablemente no estaba preparada pero que creo logra satisfacer de buena forma.

Aunque lo hace de una manera que tal vez para muchos fans no sea la más atractiva debido a que lo que pone Bustamante sobre la mesa es una historia que se centra en el drama y no tanto en el terror convencional, que como tal es limitado. Ya que el sustento en realidad no es la famosa leyenda, sino los hechos verídicos para así ir generando desde el primer acto algo crudo en lo que no existen consideraciones de ningún tipo ante la problemática que se trata y con ello dejar al personaje central (el dictador) parado como el verdadero monstruo mientras esperas pacientemente a que le llegue su merecido.

Situación que obliga a que las acciones se lleven a un espacio cerrado a partir del segundo acto para empezar a integrar de manera discreta los elementos paranormales y, sobre todo, para ver como cada uno de los miembros de la familia sufren los estragos que dicho encierro conlleva. 

Lo cual por grandes lapsos es muy interesante de ver, en especial por la manera en la que se implementa el sonido exterior lleno de protestas para crear una sensación de incomodidad constante en los personajes. Sin embargo, en un punto esta decisión de llevar las acciones a un solo lugar provoca que se entre en un círculo repetitivo en el que el ritmo decae y por lo consiguiente la experiencia se torne un tanto aburrida al no existir mucho avance o al menos escenas que exploten más la propia leyenda.

Un problema que con el paso de los minutos afortunadamente logran solventar y gracias a eso se puede ofrecer una parte final realmente buena. En donde el nivel de tensión se eleva muchísimo y por fin se le da más juego a las cuestiones paranormales para crear una atmósfera oscura que lleve a un desenlace que es un tanto predecible, pero no por eso menos efectivo.

En lo que respecta a las actuaciones todo el elenco está bien, siendo Margarita Kénefic (Carmen) la que más destaca por tener una responsabilidad mayor al manejar dos personajes. Sobre la producción tenemos buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido está bien cuidado y lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: La Llorona me gustó. Una buena película que seguramente no será lo que muchos esperen considerando su enfoque más político/social, pero que vale la pena checar.

Ojometro:
****