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viernes, 29 de noviembre de 2024

Crítica: Heretic (2024)

Película dirigida por Scott Beck y Bryan Woods (Haunt), quienes además son los co-escritores del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de noviembre, mientras que en México hizo lo propio el pasado 21 de noviembre; recaudando hasta la fecha $34.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando dos jóvenes misioneras mormonas intentan predicarle a un hombre (Hugh Grant), este las arrastrará a un peligroso juego del gato y el ratón que muestra lo peligroso que es.


Comentarios generales:

El que A24 haya crecido tanto no solo significa que sus películas reciben más exposición, sino que también son objeto de un mayor escrutinio por parte del público en comparación de hace algunos años atrás y por lo mismo su conocida experimentación puede llegar a ser un arma de doble filo. Simplemente es un tipo de cine que no es para todo el mundo y eso los obliga a tener que buscar propuestas con las que puedan encontrar un término medio para que todo tipo de público pueda disfrutarlas y creo que Heretic es un buen ejemplo de ello.

Esto porque lo traído por Beck y Woods es terror psicológico en su estado más puro, pero no rehúye a utilizar elementos simples para que la historia no se vuelva tan enredada al estar fuertemente sustentada en el dialogo, aunque durante el primer acto puede existir un reto importante desde el lado de la paciencia. Ya que en este lapso nuestros tres personajes principales nos llevan a una interesante conversación con la que no solo conocemos un poco de sus personalidades, vidas o creencias, sino que también es la vía principal para ir generando una atmósfera incomoda en la que uno sabe que evidentemente algo no anda bien, pero nunca se está totalmente seguro sobre las verdaderas intenciones de Mr. Reed con las chicas y eso lleva a que exista un misterio de peso que en todo momento mantiene tu atención.

Mucho más cuando llegando al segundo acto Mr. Reed empieza a mostrar un mayor nivel de locura a pesar de que el personaje como tal es muy elocuente en todas sus explicaciones sobre la religión, llevándonos a una dinámica en la que básicamente las chicas no tienen ninguna otra opción más que seguir su juego. Iniciando así el periodo en el que la película se centra más en un terror convencional con el que se plantean dudas sólidas respecto a lo que ocurre, aunque también hay que decir que por momentos las cosas caen en cierta repetitividad y gracias a esto el ritmo puede resultar un tanto pesado ante las pocas emociones que existen.

Las cuales básicamente son guardadas para una parte final que presenta un poco más de violencia y situaciones que requieren mayor intensidad, logrando con esto que en general se tenga un desenlace entretenido que responde varias de las dudas existentes y deja un cierre que, si bien puede parecer un tanto ambiguo, creo que es efectivo.  

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a un Hugh Grant como nunca antes lo habíamos visto gracias a una interpretación potente llena de elocuencia, soberbia y locura que vuelven a su personaje uno muy peligroso. Mientras que Sophie Thatcher (Hermana Barnes) y Chloe East (Hermana Paxton) son un gran contrapeso por su enfoque más jovial e inocente en ciertas cosas.

En cuanto a producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son bastante simples y la labor de maquillaje resulta correcta.

Opinión final: Heretic me gustó. Película sólida que apuesta por un terror psicológico simple y efectivo.

Ojometro:
****

martes, 27 de junio de 2023

Crítica: Tin & Tina (2023)

Producción española escrita y dirigida por Rubin Stein. Se estrenó en cines dentro de España a finales de marzo, mientras que en el resto del mundo lo hizo directamente en Netflix el pasado 26 de mayo.

Sinopsis:

Después de sufrir un aborto, Lola (Milena Smit) y su esposo Adolfo (Jaime Lorente) adoptan a un par de hermanos de nombre Tin y Tina que cuentan con una educación ultra católica que hace que interpreten todo lo que dice la Biblia de manera literal. 


Comentarios generales:

El que Netflix siga apostando por proyectos de terror dentro de su medianía generalizada no es algo que me moleste, pero claramente cada nueva película o serie que sacan te genera más dudas que la anterior y mucha gente ya no les compra tan fácil sus propuestas. Dejándolas en una situación un tanto complicada que provoca que muchas de estas pasen sin pena ni gloria, algunas de manera injusta y otras de manera más merecida, tal como es el caso de Tin & Tina.

Y es que lo traído por Stein es otro de esos casos en los que una idea que funciona para un cortometraje no se puede trasladar de la mejor manera a un largometraje, a pesar de que hay elementos que podrían hacer suponer que es posible. Sobre todo durante un primer acto en el que la rareza de Tin y Tina es muy llamativa por la forma en la que interpretan la vida fuera del orfanato gracias a sus creencias religiosas, generando así una serie de sensaciones muy particulares que inmediatamente te ponen en alerta sobre sus acciones y con ello se inserta rápidamente la duda sobre si lo que hacen es producto de su ingenuidad o porque son malvados por naturaleza.

Construyendo en base a eso algunas escenas perturbadoras que dejan en claro la peligrosidad de estos hermanos, pero una vez que pasa ese efecto de shock inicial las cosas poco a poco van decayendo porque la manera de desarrollar la historia no es la más atractiva. Esperando a que lo mismo funcione en repetidas ocasiones para tratar de sostener un drama que gradualmente se empieza a sustentar en un conflicto marital con el que jamás se puede notar una fricción lo suficientemente convincente y que para empeorar las cosas termina viéndose opacado por otro acontecimiento importante cuya finalidad es, una vez más, regresar a la fórmula de la ambigüedad con respecto a las acciones de los niños.

Ante esto el filme se alarga de más (dura casi dos horas) y se vuelve aburrido, dejándonos así una parte final que tiene que ir cuesta arriba para tratar de cerrar de la mejor manera todo esto. Algo que intenta por medio de un plano secuencia que está bien hecho y proporciona cierta tensión, aunque en realidad no termina por darle al desenlace ese extra para poder redondear la experiencia y que esta resulte decente.

En lo que se refiere a las actuaciones quienes más destacan son los pequeños Anastasia Russo (Tina) y Carlos González Morollón (Tin), ellos son los que generan los momentos más perturbadores del filme con una “inocencia” que puede dejar helado a más de uno. Mientas que Smit y Lorente terminan resultando demasiado odiosos con unos personajes tan planos que nunca logran crear una dinámica lo suficientemente interesante con los extraños niños.

La producción no está mal: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score es funcional, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje no es nada fuera de lo normal.

Opinión final: Tin & Tina es aburrida. Película con algunos detalles positivos cuya idea base no le permite demasiado.

Ojometro:
**

martes, 11 de abril de 2023

Crítica Consecration (2023)

Película dirigida por Christopher Smith (The Banishing), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Laurie Cook. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de febrero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 23 de mayo.

Sinopsis:

Después del aparente suicidio de su hermano, Grace (Jena Malone) viaja al convento en Escocia donde murió. Aunque estando ahí su desconfianza hacia la iglesia hace que descubra asesinatos, sacrilegios y una perturbadora verdad sobre ella misma.


Comentarios generales:

Ya se ha comentado anteriormente en este blog que las películas cuya premisa está ligada a temas religiosos casi siempre terminan encasilladas en propuestas que involucran exorcismos o, a lo mucho, cuestiones apocalípticas. Por ello es que resulta complicado poder emocionarse en exceso con esta clase de propuestas debido a que todas siguen un patrón similar, incluso si tratan de hacer algo ligeramente distinto como es el caso de Consecration.

Y es que pesar de que el punto central de la historia técnicamente es la investigación de un asesinato, lo cierto es que si bien lo presentado por Smith es competente en un plano general, también cae rápidamente en terrenos familiares que tratan de disimularse por medio de alucinaciones de Grace para aparentar que aquí existe algo mucho más tétrico detrás. Lo cual en cierta forma resulta efectivo durante el primer acto debido a que la atmósfera oscura que se logra generar brinda un tono macabro con el que cada situación se siente de potencial riesgo a futuro para nuestra protagonista dentro de un entorno en el que supuestamente tendría que estar segura.

El problema llega cuando ya establecido eso mejor se opta por cambiar el enfoque a uno mucho más sustentado en el dialogo, llevándonos así a una serie de conversaciones que en lugar de hacer el misterio más interesante solo logran que se torne aburrido al darle vueltas a lo mismo desde diferentes ángulos. Teniendo como consecuencia que el ritmo vaya decayendo hasta el punto de volverse pesado, pero sobre todo que los propios traumas del pasado de Grace empiecen desencadenar una serie de sucesos y revelaciones demasiado predecibles que evitan que exista mayor intensidad en aspectos supuestamente fundamentales para el desarrollo y por lo consiguiente ocasionen que algo que debería de ser muy intenso solo se quede como algo anecdótico que no refleja de manera convincente la magnitud de la problemática.

Una que para la parte final, ya teniéndola plenamente revelada, ayuda a construir algunos momentos interesantes desde el lado visual y además logra proporcionar cierta potencia para que el desenlace no resulte tan irrelevante considerando el camino que deciden seguir con este. 

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a Jena Malone y a Danny Huston (Padre Romero) que están bastante bien y en general son los responsables de sostener la película en los momentos más complejos en los que parece que no existe ningún tipo de avance. Mientras que en producción no está nada mal para tratarse de un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es simple, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Consecration está ok. Película pequeña con cosas interesantes que difícilmente la recordarán a largo plazo.

Ojometro:
***

martes, 1 de junio de 2021

Crítica: The Unholy (2021)

Adaptación de la novela de “Shrine” de James Herbert, la cual está escrita y dirigida por Evan Spiliotopoulos. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de abril, mientras que en México hizo lo propio el día 22 del mismo mes; recaudando $29.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. Su salida en formato físico está confirmada para el próximo 22 de junio.

Sinopsis:

Alice (Cricket Brown) es una chica sordomuda que recibe la visita de la Virgen María y de repente puede hablar y escuchar nuevamente. A partir de ahí ella atrae la atención de todo el país por los milagros que realiza, aunque pronto empezarán a ocurrir terribles eventos que harán dudar sobre si no hay algo mucho más siniestro detrás.


Comentarios generales:

El aspecto religioso dentro del género de terror no es ninguna novedad debido a que es por mucho el más explotado, tenemos películas de todos los colores y sabores que lo utilizan; sin embargo, algo que no suele ser tan recurrente es el éxtasis colectivo que pueden generar los milagros. Un tema con el que The Unholy apostaba todo para tratar de no pasar como “una más” y que para su fortuna le ha funcionado.

Y no es porque lo presentado por Spiliotopoulos se vaya a volver un clásico o algo similar, más bien porque él tiene bastante claro qué tipo de película quiere realizar y durante varios periodos logra ofrecer cosas agradables apegándose a su idea. Sobre todo durante un primer acto que se sustenta fuertemente en la atmósfera para ir desmenuzando con calma el tema milagroso que gira alrededor de Alice y a su vez establecer el lado escéptico por medio del resto de los personajes, cuyas motivaciones para seguirla en su misión son sumamente diferentes.

Algo que sin duda añade variedad debido a que pone en pantalla tanto las creencias religiosas como a la explotación sin escrúpulos por parte de la iglesia y los medios de comunicación, aderezándolas con un toque ficticio que poco a poco va tomando más relevancia. Lo cual era el siguiente paso natural en esta historia, pero conforme este va acaparando más tiempo se cae en un bache en el que no te hacen sentir que exista un progreso significativo en el desarrollo del misterio ante tanta explotación de sustos baratos.

Además, por si eso no fuera suficiente, el elemento visual que esto trae consigo tampoco ayuda demasiado a la experiencia debido a que es de muy pobre nivel. De pronto algo que debería de generar terror te genera principalmente risas ante lo caduco que se nota todo el trabajo de efectos visuales.

Realmente llega un momento en el que parece que la espiral descendente no se detendrá y para la parte final esperas lo peor, aunque de manera gratificante se logra revertir el curso. Ya que es aquí donde la tensión se vuelve más palpable y el tono todavía más oscuro, generando con esto un desenlace tan intenso como caótico; en donde el cierre tal vez peca de ser algo blando, pero al menos no deja nada al aire.

En el lado de las actuaciones quienes más destacan son Jeffrey Dean Morgan (Gerry Fenn) y la propia Cricket Brown. Siendo la segunda la que sorprende por la naturalidad que muestra para interpretar un papel que bien pudo caer en lo ridículo, logrando además una buena química con el propio Morgan que es la que sostiene la película durante sus partes más cuestionables.

Sobre la producción, es una de buena factura salvo por un detalle muy evidente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score resulta efectivo y el trabajo de sonido está bien cuidado; sin embargo, los efectos si dejan mucho que desear al mostrar un CGI que desentona por completo con la estética general del filme y que luce como de hace unos 15 años atrás.

Opinión final: The Unholy es aceptable. Película con cuestionamientos interesantes que vale la pena darle una checada un día que no tengan nada que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 12 de marzo de 2021

Crítica: The Sinners (2021)

Película dirigida por  Courtney Paige, quien además comparte créditos como co-escritora del guión junto a Erin Hazlehurst y Madison Smith. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 19 de febrero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Dentro de un pequeño pueblo religioso, un grupo de chicas populares inicia un culto secreto en el que cada una de ellas representa a cada uno de los siete pecados capitales. Un juego en apariencia inocente que pronto pondrá en riesgo sus vidas.


Comentarios generales:

Las famosas “teen movies” llevan siendo parte del género desde hace mucho tiempo y por lo regular suelen ser atractivas porque existen distintas maneras de aprovecharlas para ofrecer un visionado ligero y entretenido. Por ello es que The Sinners se veía como una opción hasta cierto punto refrescante dentro de un inicio de año que ha sido bastante flojo, pero al final el resultado ha sido muy poco convincente.

Y mucho tiene que ver con el hecho de que claramente Paige y compañía no tenían muy bien definida la línea que querían seguir con su historia debido a que durante los poco más de 90 minutos de duración uno siente que ha visto dos películas distintas ante la marcada desconexión que existe entre sus actos.

Ya que el primero te propone una experiencia de un tono oscuro al ponerte bajo una narración de los sucesos que te brinda cierta perspectiva de la problemática que desencadenó el supuesto misterio central. Enfocándose principalmente en el aspecto adolescente para delinear las personalidades del grupo de amigas y exponer al personaje de Grace como el principal conducto de todo lo que ocurre, aunque en el proceso se generan varias inconsistencias que nunca permiten establecer de manera sólida una dinámica en la que sientas que el extenso grupo de personajes en pantalla de verdad tengan influencia en los sucesos. 

La mayoría solo está de adorno y poco a poco todo se empieza a centrar en Grace, dejando así en un segundo plano lo que la narración había establecido como lo más importante. Algo que en primera instancia no resulta tan negativo considerando que es en esta parte donde las acciones fluyen de mejor manera y el ritmo es agradable, además de que el inicio de las muertes logra añadir una sensación de riesgo sólida. Sin embargo, esto se va esfumando conforme se entra al último acto.

No solo porque las muertes se llevan a cabo de manera acelerada, sino porque también es claro que, en el afán por querer agregar demasiados elementos, el guion no puede sostenerse de la mejor manera posible (la mayor prueba de esto es la repentina aparición de dos policías nuevos). Provocando así que la revelación más importante no tenga el impacto necesario y el cierre en general te deje pensando que todo fue una pérdida de tiempo.

Sobre las actuaciones puedo decir que, al tener un elenco tan extenso, la mayoría de estas resultan muy secundarias o sin peso; siendo la de Kaitlyn Bernard (Grace) la única que se podría decir que verdaderamente resalta a pesar de que no es nada del otro mundo. En cuanto a producción no está mal: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es discreta, el score es agradable, el trabajo de sonido no presenta fallos y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: The Sinners es decepcionante. Película de corte adolescente que nunca logra definir exactamente lo que quiere contar.

Ojometro:
** 

martes, 16 de febrero de 2021

Crítica: Saint Maud (2020)

Película escrita y dirigida por Rose Glass, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro del Reino Unido a finales de 2020, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 1 de febrero.

Sinopsis:

Maud (Morfydd Clark) es una joven y solitaria enfermera que después de un fuerte trauma decide adentrase al cristianismo de manera devota. Llevándolo a extremos perturbadores cuando tiene que cuidar a una paciente con cáncer terminal de la que pretende salvar su alma cueste lo que cueste.


Comentarios generales:

En los últimos años A24 se ha forjado una reputación que otros estudios desearían tener, ya que nos encontramos en un punto en el que si le dices a alguien que se trata de una película de A24 muy probablemente sepa de inmediato qué es lo que le espera, sea fan de su peculiar estilo o simplemente lo de deteste. Eso es algo en verdad complicado de conseguir y en especial dentro del género les ha funcionado con creces, siendo Saint Maud el último gran ejemplo de esto.

Ya que lo que nos regala Rose Glass sigue al pie de la letra el manual de lo que caracteriza a una película de este estudio para contarnos una historia que por momentos resulta complicada de categorizar debido a que en cierto modo sigue la estructura de las películas de exorcismos, pero difícilmente se puede decir que es sobre este tema. Lo cual le añade un toque de incertidumbre bienvenido al considerar el hecho de que es un trabajo que centraliza gran parte de su fortaleza en el desarrollo del personaje de Maud bajo un ritmo bastante lento y sin tener demasiada prisa por soltar información trascendental la mayor parte del tiempo.

Provocando así que durante los primeros dos actos realmente estemos atados forzosamente a la duda sobre si lo que ocurre es verdad o simplemente es producto de la imaginación de la protagonista, quien poco a poco va experimentado situaciones que añaden impacto visual por lo raras que son y que claramente empiezan a afectarla tanto física como emocionalmente. Aunque este enfoque tan meticuloso también viene con sus problemas, sobre todo porque en determinado punto el dilema de Maud te empieza a cansar gracias a que hay escenas que solo se sienten de relleno y por lo consiguiente notas un estancamiento muy marcado en las acciones.

Unas que en la parte final recuperan el rumbo para hacerla bastante memorable. No tanto porque sea tan sorpresivo lo que ocurre, sino más bien porque finalmente la directora suelta el freno de mano para que, ahora sí, todo explote y gracias a eso se logre generar un cierre muy potente e impactante que resuelve cualquier clase de duda que uno pudiera llegar a tener.

En lo que se refiere a las actuaciones la verdad Morfydd Clark está estupenda. La manera en la que logra combinar ese lado inocente con el de fiel devota para mantener a flote la duda central de la historia hasta el momento necesario es impresionante; simplemente sin ella todo lo que vemos no funcionaría y definitivamente la experiencia sería mucho más difícil de digerir.

Con respecto a la producción, es de factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no presenta mucha complejidad, el score es sólido, el trabajo de sonido está impecable, los efectos son efectivos y la labor de maquillaje cumple.   

Opinión final: Saint Maud me gustó. Definitivamente si las películas de A24 no son lo suyo mejor evítenla, pero si las disfrutan será otra experiencia que vale la pena.

Ojometro:
****