viernes, 10 de febrero de 2023

Crítica: Viking Wolf (2023)

Producción noruega dirigida por Stig Svedsen, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Espen Aukan. Se estrenó en Netflix a nivel mundial el pasado 3 de febrero.

Sinopsis:

Thale (Elli Rhiannon Müller Osborne) se acaba de mudar a un pequeño pueblo por el nuevo trabajo de su madre en la policía local y después de presenciar un brutal asesinato se vuelve un testigo clave. Ahora toca investigar quien lo hizo y todo indica que fue un… ¿lobo?


Comentarios generales:

Noruega no suele producir mucho cine de terror, pero cuando alguna película de aquel país logra hacerse de cierta presencia internacional por lo regular deja buenas sensaciones. Por ello Viking Wolf llamó rápidamente la atención debido a que se pensaba que podría ofrecer algo peculiar en un subgénero que siempre es complicado; sin embargo, al final solo se quedó en algo con buenas intenciones.

Esto porque lo presentado por Svedsen es una película de hombres lobo promedio, donde nada es terrible pero tampoco memorable y eso hace que la historia tarde bastante en generar interés debido a que no existe ningún tipo de intención de salirse del librito. Lo cual resulta en un primer acto un tanto desabrido debido a que después del primer ataque la atención se centra en el trauma de Thale para tratar de generar una atmósfera depresiva, pero al ser un personaje tan vacío esto termina aburriéndote y como efecto colateral también afecta el propio desarrollo de la investigación paralela que simplemente se vuelve monótona y profundiza muy poco con respecto al pasado de la criatura.

Siendo hasta el segundo acto cuando las cosas empiezan a tomar un mejor rumbo, principalmente porque por fin se expone al hombre lobo y con ello mejora el ritmo, así como el nivel de intensidad. Un cambio que se agradece ya que, aunque no se logran resolver del todo las problemáticas previas, si ayuda a que los sucesos resulten un poco más dinámicos a pesar de que el misterio es demasiado predecible. Además de que con el pasar de los minutos la propia situación de Thale por lo menos logra proporcionar cierto grado de tensión para que el camino rumbo a la parte final no se sienta tan pesado.

Una parte final que en general se puede decir que es lo más entretenido debido a que es aquí cuando ya no se tienen problemas con mostrar al licántropo en pantalla de manera prolongada y por lo consiguiente esto hace que exista mayor violencia sin que se exponga nada realmente crudo. Dejando todo puesto para un desenlace que trata de tener cierto peso emocional y ofrece un cierre abierto a la interpretación.

En lo que respecta a las actuaciones la verdad es que Elli Rhiannon Müller Osborne no te transmite nada, mientras que Liv Mjönes (Liv) hace un trabajo correcto. Y en cuanto a producción, tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte discreta, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos a base de CGI no son tan convincentes y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Viking Wolf está ok. Película genérica de hombres lobo para pasar el rato y nada más.

Ojometro:
***

martes, 7 de febrero de 2023

Crítica: There's Something Wrong with the Children (2023)

Película dirigida por Roxanne Benjamin (Southbound, XX), cuyo guión fue co-escrito por T. J. Cimfel y David White. Se estrenó en formato digital dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero y está programada para estrenarse en MGM+ el próximo 17 de marzo.

Sinopsis:

Una pareja realiza un viaje de fin de semana junto con unos viejos amigos y sus hijos, aunque tras desaparecer durante la noche en el bosque el comportamiento de los niños cambia de manera radical y cosas inquietantes empiezan a suceder.


Comentarios generales:

Blumhouse se ha vuelto un titán dentro del cine de terror y por ende tiene múltiples acuerdos para producir películas en distintos medios; sin embargo, el estigma de que no pone demasiado esfuerzo en las producciones que realiza para TV es uno que cada vez crece más y más. Así que There's Something Wrong with the Children significaba una nueva oportunidad para tratar de terminar con dichos cuestionamientos gracias a que el proyecto en si lucía muy prometedor, pero honestamente con este resultado final será muy difícil que los eviten.

Y es que lo traído por Roxanne Benjamin deja mucho que desear al traernos una historia que se vende como una de terror cuando en realidad lo que menos interesa durante un 90% del metraje es presentar cosas que… bueno… sean de terror. Esto porque lo que vemos se sustenta en un periodo de construcción demasiado largo sobre problemas ligados al matrimonio y cómo la paternidad invariablemente puede llegar a presentar complejidades dentro de este, además de que de manera muy pertinente también se inserta un tema de salud mental con uno de los personajes (Ben) que jugará un papel relevante más adelante.

Temas que sin duda no suelen ser tan comunes en películas como estas y que le añaden mayor sustancia, pero lo cierto es que conforme pasan los minutos se empieza a perder interés considerando que los van estirando de manera innecesaria bajo un ritmo cansino y opacan por completo lo que rodea al extraño comportamiento de los niños. Lo cual para el segundo acto se empieza a desarrollar de manera tímida bajo ideas diseñadas con el único propósito de explotar la salud mental de Ben y con ello buscar generar dudas sobre si lo que vemos es verdad o mentira, tratando así de ocultar la carencia de escenas complementarias que den cierta idea de lo que verdaderamente les ocurrió.

Un recurso que lamentablemente no funciona y obliga que en los últimos 20 minutos se trate de solucionar todo de manera inefectiva. Incrementando el nivel de violencia con muertes que no se ven en pantalla y acelerando las acciones de forma tan abrupta que el desenlace no te ofrece ningún tipo de respuesta concreta con respecto al misterio de los niños.

Las actuaciones diría que son lo más destacado de la película, sobre todo las de Alisha Wainwright (Margaret) y la pequeña Briella Guiza (Lucy) que por momentos puede ser muy aterradora con una simple expresión. Y en cuanto a producción tiene algunas cosas buenas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no presenta nada llamativo, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son muy complejos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: There's Something Wrong with the Children es decepcionante. Película con poco para destacar que olvidarán en un par de semanas. 

Ojometro:
**

viernes, 3 de febrero de 2023

Crítica: Kids vs. Aliens (2023)

Película dirigida por Jason Eisener (V/H/S/2), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a John Davies. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una de las mejores fiestas de adolescentes de todos los tiempos se ve interrumpida cuando los aliens atacan, obligando a dos hermanos en guerra a unirse para poder sobrevivir la noche.


Comentarios generales:

Cuando vi por primera ocasión el trailer de Kids vs. Aliens no me llevé precisamente la mejor impresión debido a que no parecía un proyecto tan pulido, aunque una vez que supe que era un spin-off del corto “Slumber Party Alien Abduction” que se vio en "V/H/S/2" las sensaciones cambiaron de manera importante. En gran medida porque siempre me resulta curioso el poder ver cómo alguien expande su idea original tomando en cuenta que no es algo precisamente sencillo y aquí podemos notar eso.

Y es que lo presentado por Jason Eisener no me atrevería a decir que es malo, pero el tono adolescente que en un cortometraje se puede digerir sin demasiados contratiempos aquí resulta fastidioso y eso hace que la historia como tal pierda mucho. En especial durante un primer acto con situaciones genéricas que, entre el comportamiento over the top de los personajes y un humor un tanto bobo, jamás terminan por generarte gran interés y además estas resultan tan dominantes en el desarrollo que el tema de los aliens queda relegado en un segundo plano con cosas que daba igual si estaban presentes o no en pantalla.

Afortunadamente una vez llegados los 35 minutos de metraje se da un cambio para bien debido a que finalmente se explota a los aliens sin temor alguno y, contrario a lo que se pudiera llegar a pensar, el nivel de violencia incrementa de manera considerable. No tanto como para decir que se trata de un gorefest, pero si para poder hacer olvidar un poco el tono previo por medio de una problemática que no se encuentra exenta de cosas absurdas y claramente por momentos no tiene mucho sentido; sin embargo, es lo suficientemente caótica como para ayudar a imprimir un ritmo ágil que haga entretenido lo que estás viendo.

Dejándote así ante una parte final que no quita el pie del acelerador e incluso muestra un poco más de desarrollo con los personajes para tratar que el desenlace cuente con un mayor peso emocional, aunque dentro todo lo que ocurre jamás se te brinda algún tipo de explicación con respecto a la presencia de los aliens y en general el cierre (pensado para una evidente secuela) te deja con una marcada sensación de vacío.

En cuanto a las actuaciones tenemos unas bastante caricaturescas que necesitan de un gusto muy especifico para agradarte por completo. Mientras que en producción nos encontramos una que ronda con el cine serie B: el trabajo de fotografía tiene sus detalles, la dirección de arte no está mal, el score no resalta, el trabajo de sonido es bueno, los efectos prácticos cumplen su objetivo y la labor de maquillaje no es precisamente la mejor. 

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Kids vs. Aliens está pasable. Película con un tono muy adolescente que no será del agrado de todos, pero sirve para pasar el rato.

Ojometro:
***

martes, 31 de enero de 2023

Crítica: Winnie the Pooh: Blood and Honey (2023)

Película escrita y dirigida por Rhys Frake-Waterfield (The Killing Tree). Se estrenó en cines dentro de México el pasado 26 de enero, mientras que hará lo propio dentro de los Estados Unidos y otros mercados a mediados del mes de febrero.

Sinopsis:

Después de vivir muchas aventuras juntos, Christopher Robin (Nikolai Leon) decide abandonar a Winnie the Pooh, Piglet y al resto de sus amigos para ir a la universidad. Aunque esto hará que las otrora amigables criaturas entren en una espiral de locura donde su único objetivo es matar a todo los humanos que se les crucen en su camino.


Comentarios generales:

Nadie se hubiera imaginado que algún día Disney iba a perder los derechos exclusivos de una de sus franquicias más exitosas y mucho menos que justo cuando eso sucediera iba a existir una persona que aprovecharía dicha situación para realizar una película de terror. Sin duda una serie de sucesos extraordinarios que no se sabe cuándo se podrían volver a repetir y que hicieron de Winnie the Pooh: Blood and Honey un evento en sí, ya que realmente no recuerdo algún otro proyecto que haya generado tanta curiosidad a pesar de ser tan absurdo como este.

Uno con el cual claramente Frake-Waterfield sabe lo que debe de ofrecer para mantener dicha expectativa, pero no parece tener todavía el bagaje suficiente como para redondear de mejor manera su idea. Y es que el concepto del abandono de Christopher Robin realmente es interesante, sin embargo, se lo gasta de manera muy rápida por medio de una introducción que al menos resulta efectiva en su propósito de establecer un tono oscuro, así como en lograr que Pooh y Piglet puedan ser vistos como una amenaza creíble desde temprano para hacer olvidar su imagen tierna que todos tenemos en la cabeza.

Desafortunadamente una vez mostrado esto lo que nos encontramos es una historia que olvida por completo dicho concepto para convertirse en un slasher más, lo cual en si no es malo, pero la ejecución resulta demasiado pobre al momento de querer conectar la problemática que involucra a las nuevas víctimas. Generando así que el ritmo se sienta poco fluido y realmente convierta todo el segundo acto en una serie de escenas editadas de manera un tanto extraña que van de un lado a otro sin demasiado sentido y cuyo principal atractivo es mostrar un incremento progresivo en el nivel de violencia que haga olvidar todos los problemas de estructura.

Algo que en cierta medida logran debido a que la parte final es sin duda la más entretenida precisamente por la cantidad de muertes llamativas que hay, brindándole así mucha fuerza al desenlace a pesar de que todo lo que ocurre sigue siendo muy random y dejando parado a Pooh como una verdadera bestia a la que probablemente no será la última vez que veamos causar terror.

Las actuaciones no son buenas, todas se sienten sumamente forzadas incluso para los estándares de un slasher como este. Y en cuanto a producción podemos encontrar algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no está mal, el score es bastante flojo, el trabajo de sonido no es el mejor, los efectos resultan efectivos y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: Winnie the Pooh: Blood and Honey es mediocre. Película absurda y sangrienta que verás de todas formas por la curiosidad natural que provoca.

Ojometro:
**