martes, 24 de junio de 2014

Crítica: Killer Klowns from Outer Space (1988)

Película dirigida, escrita y producida por los hermanos Chiodo, aunque quien estuvo detrás de la cámara fue Stephen Chiodo. Se estrenó en 1988 en Estados Unidos, pero su estatus de culto lo empezó a obtener en años posteriores y eso mismo ha provocado que sea realmente sencillo el conseguirla, ya sea en DVD o Blu-ray.

Sinopsis:

En un pueblo de los Estados Unidos un extraño objeto cae desde el cielo mientras una joven pareja pasa la noche en una cita. Curiosos van investigar y se encuentran con una carpa de circo en pleno bosque; aunque para su mala suerte eso es una nave espacial con payasos extraterrestres que destarán el caos con un solo motivo: capturar a todos los humanos posibles para comérselos.

Comentarios generales:

La primera vez que vi Killer Klowns from Outer Space tenía como 6 o 7 años y recuerdo perfectamente que me aburrió bastante. Desde ese entonces no la había vuelto a ver gracias a la mala imagen que me dejó, pero ante la creciente popularidad que ha adquirido en los últimos años (así como el anuncio de una secuela) decidí volver a checarla; encontrando en el camino un mejor producto del que tenía en mi memoria.

No cabe duda que desde el primer minuto los hermanos Chiodo te muestran que esto será comedia pura utilizando a los personajes más detestables dentro de toda la película (los hermanos Terenzi) y no se andan con muchos rodeos a la hora de explicar de qué va a tratar la historia, la cual se puede descifrar fácilmente después de unos 10 minutos. A partir de ahí esto se convierte en un espectáculo total que gira en torno a los payasos bajo un concepto básico de mostrar sus peculiares métodos de caza sin ningún tipo de intención por ocultarlos de pantalla para tratar de crear suspenso o convertir en algún tipo de suceso importante su aparición; una situación que en este caso funciona precisamente por el carisma que tienen dichos personajes y la creatividad mostrada en cada una de las formas en las que consiguen su alimento.

El problema viene cuando dicha fórmula se torna repetitiva y no se ofrece otra cosa, lo cual es como por 70 minutos. Esto convierte a la película en una bastante aburrida al mantener un tono muy ligero que hace que la sangre prácticamente brille por su ausencia (elemento que hubiera beneficiado en demasía a ciertos aspectos), no existan siquiera sustos fáciles e incluso algún tipo de conflicto entre ambos bandos; algo que se quiere arreglar en los últimos 15 minutos sin grandes resultados.

Para colmo el humor fácil regresa con la presencia de los Terenzi, quienes convierten esta parte en una complicada de digerir.

El final cumple. Es pura acción y un despliegue técnico para la época bastante sólido.

Actoralmente no se le puede pedir demasiado considerando el tipo de comedia que manejan, aunque si es discutible la actitud de casi retrasados mentales que presentan algunos personajes. Su punto más fuerte es la producción: tiene una dirección de arte atrapante, especialmente dentro de la nave espacial; sus efectos, si bien ya obsoletos para hoy en día, siguen siendo sólidos y lo que tiene que ver con la caracterización peculiar de los payasos es de aplaudir. Todo esto combinado hace que la película en general haya envejecido de buena manera.

Opinión final: Killer Klowns from Outer Space es para pasar el rato y disfrutar de todas sus peculiaridades, aunque está lejos de ser una gran película.

Ojometro:
***