martes, 17 de junio de 2014

Crítica: Wolf Creek 2 (2014)


Secuela de la película del 2005 que nuevamente cuenta con la dirección de Greg McLean, quien ahora es co-escritor junto a Aaron Sterns. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el pasado mes de febrero, mientras que en los Estados Unidos llegó tanto en plataformas digitales como de manera limitada en cines durante abril y mayo respectivamente.

Sinopsis:

Una pareja alemana recorre Australia a pie, visitando sus atracciones y acampando en diferentes lugares. Para su mala fortuna el sádico Mick Taylor (John Jarratt) los localiza, empezando así una interminable cacería por todo el desierto.



Comentarios generales:

Las secuelas dentro de los slasher regularmente están diseñadas para que el público identifique mucho más al asesino, por lo cual el hecho de que hayan pasado nueve años desde la primera entrega me generaba dudas precisamente ante el poco recuerdo que pudiera existir sobre Mick Taylor. Sin embargo, para fortuna de todos Wolf Creek 2 se encarga de refrescarnos la memoria, aunque eso signifique sacrificar otros aspectos.

Ya que en esta ocasión McLean deja de lado esa sensación de terror ante lo desconocido de la primera película para enfocarse 100% en su villano, quien aparece desde el primer minuto hasta los créditos finales; dando así una clara muestra de que el propósito principal de esta secuela era atender las plegarias de los fans por convertir en todo un icono a Taylor. Una apuesta que al menos durante los primeros 30/40 minutos le da frutos dado a que nos engancha con una escena inicial en verdad muy buena y posteriormente nos lleva por un camino conocido que sigue la misma línea de su predecesora, pero incrementando de manera significativa el grado de violencia y sangre para ir construyendo un cambio abrupto en la dirección de la historia que absolutamente nadie ve venir.

Eso en el papel luce interesante, pero es justo con este cambio cuando la película empieza a caerse dado a que básicamente te lleva a una larga y tediosa persecución aderezada con algunos toques de comedia que no benefician del todo a nuestro asesino, los cuales además se sienten completamente forzados e incluso sin ningún tipo de propósito mas allá de incrementar su presencia en pantalla.

Además se entra en una etapa en donde la construcción de suspenso brilla por su ausencia gracias a que en esta ocasión las victimas simplemente no pueden escapar de Taylor, quien ahora muestra impresionantes habilidades de búsqueda en un terreno enorme que la verdad terminan sintiéndose un tanto absurdas (una escena que involucra a un caballo es la muestra más clara) y le quitan emoción a una situación que necesariamente tenia que mostrar cierta paridad para que funcionara por un periodo de tiempo prolongado y no sintieras se repite lo mismo en diversas ocasiones.

El final es interesante. Por fin se nos explica un poco mejor las motivaciones que hay detrás de la tortura de turistas y revelan algo mucho más perturbador que supongo dará pie a una futura tercera parte.

En actuaciones Jarratt sigue estando impecable en su rol; por ahí tiene dos que tres cosas que se sienten algo exageradas pero definitivamente cumple a la perfección en el tema de elevar a otro nivel a su personaje. La producción es sin duda mejor y mucho más grande que la anterior: el trabajo de fotografía con los paisajes australianos es espectacular, la dirección de arte está mucho más detallada y el sonido está muy bien cuidado; aunque son los efectos especiales (hay una persecución con un camión espectacular) y el trabajo de maquillaje los que seguramente captaran su atención.

Opinión final: Wolf Creek 2 está ok. Si lo que buscas es gore y humor la disfrutaras bastante, pero si esperas una expansión mucho más interesante tal vez no te atrape.

Ojometro:
***