jueves, 19 de junio de 2014

Crítica: Animal (2014)


Película del director Brett Simmons (Husk, The Monkey's Paw), cuyo guión fue escrito por Thommy Hutson y Catherine Trillo. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos este 17 de junio, además de que también está disponible en diversas plataformas digitales.

Sinopsis:

Un grupo de amigos planean pasar un fin de semana en el bosque, pero se pierden en el camino y para su mala fortuna entran en el territorio de una hambrienta criatura. Mientras corren por sus vidas se ocultan en una vieja cabaña; lugar en donde varios secretos saldrán a relucir mientras planean como salir de ahí. 



Comentarios generales:

Cuando los créditos iniciales te muestran una pantalla negra mientras van apareciendo los nombres de los actores y de fondo se escucha un score con un aire totalmente ochentero sin duda esperas ver elementos que evoquen dicha época, pero en el caso de Animal parece que el propósito de todo esto es más que nada engancharte con la nostalgia para que no dejes de verla una vez que sepas más de su raquítica historia.

Ya que lo que nos presenta Simmons es tal vez uno de los trabajos más genéricos y poco inspiradores que he visto en los últimos años, donde se nos muestra a un grupo de jóvenes con todos los estereotipos conocidos llegando a un bosque para después verlos caminar como por 10/15 minutos sin la más mínima intención de construir algo que te genere interés por dichos personajes; es como si estuvieras viendo simples pedazos de cartón, totalmente planos y sin vida. Peor aún resulta la revelación de la criatura, cuyo origen o presencia en ese lugar es tímidamente tocado por una breve escena que es olvidada en medio de persecuciones y que ni siquiera sabes realmente si tiene que ver con eso o si simplemente se trata de una random, dejándote así con miles de dudas respecto al elemento más importante de toda la película.

Pasado este lapso viene la parte de la cabaña, la cual uno supone revelará más cosas y por lo menos tendrá una dosis de suspenso mucho más elevada considerando la situación en la que son puestos los personajes, pero en lugar de eso se tiene una serie de sucesos totalmente repetitivos que fallan no solo en brindar acción entretenida como producto de un ritmo poco dinámico, sino que además nunca generan tensión o al menos un simple susto. Las muertes son poco inspiradoras (la mayoría fuera cámara), los conflictos no llevan a nada y los reveladores secretos, que supuestamente son algo importante en la trama, terminan contándose con los dedos de una mano e incluso para muchos terminarán siendo algo irrelevante.

El final es meh. Tiene un par de giros, pero nada que destaque.

De las actuaciones no se puede decir mucho porque no existe demasiado material que exigiera algo más del elenco. La producción es la que más o menos la salva: el trabajo de fotografía es bastante bueno, sobre todo porque gran parte de la película se desarrolla por la noche y todo se ve muy detallado, algo que termina ayudándole mucho al otro punto alto: la criatura. La cual si mi vista no me falla está completamente hecha con efectos prácticos, dándole así cierto plus a pesar de que nunca queda claro qué diablos es.

Opinión final: Animal es una película menor en todos los sentidos. Es más para un público joven al que no le importará si es completamente hueca.

Ojometro:
**