martes, 15 de septiembre de 2015

Crítica: Containment (2015)


Película escrita por David Lemon y dirigida por Neil Mcenery-West, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó el pasado 1 de agosto dentro de los Estados Unidos vía iTunes y otras plataformas digitales; mientras que en el Reino Unido llegó a cines apenas el 11 de septiembre. Aún no se sabe cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En un aparente día cualquiera, Mark (Lee Ross) se despierta y al momento de querer salir nota que se encuentra totalmente atrapado dentro de su apartamento.  Al inicio él asume que se trata de una broma, pero al ver en las afueras a unas misteriosas figuras con trajes protectores sabe que algo anda mal y junto a sus vecinos pretende encontrar la respuesta; sin saber que el principal peligro puede que ya este entre ellos.



Comentarios generales:

Las películas que tratan sobre virus sin ningún tipo de apocalipsis zombie de por medio siempre son un riesgo debido a que se salen por completo de los estándares conocidos y rápidamente suelen ser desechadas por muchos fans al considerar que no tienen ningún tipo de elemento interesante para ellos. Un sentir que seguramente Containment no cambiará, pero al menos creo que es uno de esos trabajos que tal vez haga a más de uno tomarse el tiempo para checarlo.

Básicamente se trata de una historia muy simple que se magnifica al desarrollarse en un espacio limitado, lo cual es aprovechado por West para generar así una sensación de paranoia muy fuerte entre un peculiar grupo de personajes que con el paso de los minutos sufren para poder mantenerse unidos gracias a sus propios temores y formas de lidiar con un suceso poco común. Todo bajo una duda razonable con respecto a los verdaderos peligros del virus porque nunca se brinda una explicación contundente sobre lo que provoca: ¿Acaso es una enfermedad mortal? ¿Convierte a los infectados en zombies?. En realidad nadie lo sabe; lo cual, combinado con la idea de que el supuesto lugar donde te sientes más seguro (tu casa) ahora es una trampa mortal, logra una combinación de tensión/temor muy agradable.  

Lo malo es que llegado el segundo acto la película cae en un bache del cual ya no puede salir, se empieza a sentir pesada y se torna repetitiva; provocando así que se tenga que recurrir a situaciones poco convincentes para expandir una historia que claramente no podía soportar más tiempo con las limitantes de desarrollarse en un solo departamento. Esto le añade un nivel de violencia mayor y ciertamente incrementa la presencia de sangre; sin embargo, el comportamiento de un par de personajes hace que muchas de estas escenas se sientan muy forzadas. Además el conflicto presentado nunca logra explotar del todo, en gran parte porque el director deja fuera de pantalla sucesos determinantes que sin duda hubieran sido de ayuda para brindarle un poco más de dinamismo a las cosas.

La parte final la sentí carente de fuerza. Si ocurren varias cosas pero ninguna resulta lo suficientemente devastadora como para impactarte dentro de una situación que, en teoría, tendría que provocar tristeza y cierta sensación de desesperanza.

Con respecto a las actuaciones puedo decir que, salvo por un par de casos, la mayoría del elenco cumple de manera acertada. La producción es discreta: el trabajo de fotografía es adecuado, la dirección de arte está ok, tiene un buen score, los efectos son mínimos y el trabajo de maquillaje es apenas discreto considerando el tema que trata.

Opinión final: Containment es un thriller flojo, pero gracias a su corta duración y ciertos elementos para presentar la historia no es un total desperdicio.

Ojometro:
***