miércoles, 25 de noviembre de 2015

Crítica: #Horror (2015)


Debut detrás de la cámara y como guionista de la actriz Tara Subkoff. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 20 de noviembre pasado, aunque no hay información sobre cuándo podría llegar a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Un grupo de chicas adolescentes de 12 años enfrentan una noche llena de terror cuando la obsesión compulsiva por un juego social en online lleva al cyber bullying a un nivel del cual ni siquiera su alto estatus social puede salvarlas.



Comentarios generales:

Con ver el título uno podía suponer que este trabajo se enfocaría de manera importante en las redes sociales y de algún modo haría una crítica sobre estas, lo cual es así; sin embargo, ese solo es uno de los tantos temas que se tocan. Desde el bullying y la obsesión por la tecnología, hasta la falta de atención de los padres a sus hijos son cosas que verán aquí; una combinación interesante ciertamente, pero que lamentablemente termina poniendo a #Horror en la peor situación posible dado a que nunca logra definir exactamente la clase de película que quiere ser.

Esto porque Subkoff tiene la intención de realizar un slasher y a su vez generar un filme de arte, quedándose siempre en el medio sin un rumbo fijo. Tratando de mantenerte interesado en unos personajes que, salvo por una excepción (Sam), están diseñados para que los detestes desde el primer instante y cuyo comportamiento resulta muy complicado de soportar por más de veinte minutos gracias al rápido desgaste que sufre; provocando así un primer acto en extremo aburrido que básicamente se limita a mostrarte como un grupo de cuasi niñitas se insultan cada dos segundos de la forma más cruel posible mientras tratan de aparentar ser adultas, y donde ponen frente a tu nariz al responsable de los actos sangrientos que ocurrirán más adelante.

Obvio ante dicha situación casi toda la sensación de misterio desaparece y convierte mucho más insoportable la experiencia debido a que no solo la dinámica previamente mencionada se mantiene durante casi más de 55 minutos, sino que además el pequeño grado de interés o duda que cualquier trabajo de este tipo debe de tener ahora no existe (en serio, si para este punto uno no ubica quien es el asesino es porque se quedó dormido). Lo cual le da vía libre a la directora para que toda la falta de contenido en lo que se refiere al guión sea maquillado con un estilo visual llamativo por medio de un perfecto uso de las luces, la decoración de la propia casa y los gráficos de todo lo que tiene que ver con lo online; aunque no es suficiente para salvarla.

La parte final es lo mejor porque es donde por fin la película se siente ligeramente como un slasher. Sigue existiendo un comportamiento muy desesperante por parte de las adolescentes (alguien las está matando y aun así siguen peleándose por idioteces), pero la sangre, violencia y persecuciones proporcionan un ritmo mucho más intenso al manejado previamente.

Las actuaciones son bastante olvidables, salvo por la de Timothy Hutton (Dr. White), cuyo personaje es el único que muestra un poco más de sentido común a pesar de estar claramente loco. La producción es de buena manufactura, sobre todo en la parte visual: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es probablemente lo mejor de la película, el score es sólido y no cuenta con nada particularmente llamativo en la cuestión de efectos/maquillaje.

Opinión final: #Horror es bastante mediocre. Un proyecto que es más envoltura que contenido, pero que puede resultarle atractivo a unos cuantos.

Ojometro:
**