lunes, 16 de noviembre de 2015

Crítica: Howl (2015)


Película dirigida por Paul Hyett (The Seasoning House), cuyo guión fue escrito por Mark Huckerby y Nick Ostler. Se estrenó de manera limitada en cines dentro del Reino Unido el pasado 16 de octubre y solo diez días después salió en DVD; aunque su llegada a este continente está planeada para 2016.

Sinopsis:

Mientras se encuentran viajando rumbo a Londres, un grupo de pasajeros se queda varado en medio del bosque por la noche cuando el tren impacta con algo que se encontraba en las vías. Intranquilos mientras esperan la ayuda, estos prefieren tomar acción por su cuenta tratando de llegar a su destino a pie; sin embargo, pronto se darán cuenta que algo los acecha y no tiene intenciones de dejarlos ir.



Comentarios generales:

Al inicio realmente no le puse mucha atención a Howl debido a que parecía un simple trabajo más sobre hombres lobo, pero una vez que vi quien era su director mi interés subió como la espuma debido a que su anterior trabajo me pareció sublime. Ante esto, un filme independiente se convirtió en uno de los más esperados para mí en este cierre de año, lo cual tal vez fue un tanto contraproducente debido a que después de verla me ha dejado cierta sensación de insatisfacción, a pesar de que no me pareció mala.

Todo inicia sin muchas complicaciones al mostrar la miserable vida del personaje central y donde Hyett de manera eficaz nos presenta al grupo de desconocidos sin invertir demasiado tiempo o dialogo para identificar cuáles serán más o menos sus roles más adelante, esto con una pequeña dosis de humor incluida que hace muy ameno el inicio; aunque igualmente ayuda para que al momento del accidente el cambio de tono sea de golpe. Ya que una vez que la historia se concentra en medio del bosque se genera una atmósfera de soledad muy peculiar, la cual les hará recordar un poco a ciertas películas de los 80s y que sin duda establece un peligro sólido que logra mantener alta la expectativa sobre la revelación del hombre lobo; además de proporcionar algunas escenas con buenas dosis de tensión y algo de sangre.

El problema es que ante el escenario tan limitado en el que se desarrolla la historia uno sabe que tarde o temprano se encontrará con dos cosas: repetitividad y ritmo lento. Lo cual, en efecto, se da; especialmente por la poca imaginación que se tiene para presentar los ataques a los pasajeros, quienes durante prácticamente todo el segundo acto hacen lo mismo una y otra vez con avances insignificantes que provocan cierto grado de aburrimiento. Sin embargo, también debo de decir que es en este lapso cuando conocemos un poco más sobre los personajes y de manera efectiva te van haciendo detestar específicamente a uno de ellos para que desees verlo sufrir, lo cual en gran parte es por lo que terminas de ver la película.

El final es entretenido. Primero porque presenta una escena de transformación muy bien hecha y, segundo, porque ofrece algo totalmente opuesto a lo que esperas que ocurra con el protagonista; quien termina venciendo sus miedos después de todo.

Sobre las actuaciones debo de decir que este es uno de esos trabajos en donde se trata más sobre el conjunto y no sobre alguien en particular, ya que aunque Ed Speleers (Joe) ofrece una buena evolución de su personaje, realmente nadie resalta mucho por encima del resto. La producción es de buena factura considerando su corte independiente: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es agradable y la cuestión de efectos/maquillaje está bien lograda; presentan una clase distinta de hombres lobo que no me convenció del todo, pero la transformación de la viejita es una que vale mucho la pena.

Opinión final: Howl está ok. Un buen intento que no termina por explotar su potencial, pero que al menos les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
***