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miércoles, 26 de febrero de 2025

Crítica: The Monkey (2025)

Película escrita y dirigida por Osgood Perkins (Longlegs), la cual está basada en la historia corta del mismo nombre escrita por Stephen King en 1980. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México los pasados 20 y 21 de febrero, recaudando hasta la fecha $21.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando los gemelos Bill y Hal (Theo James) encuentran un viejo mono de juguete que le pertenecía a su padre, una serie de terribles muertes da inicio. Ante esto deciden deshacerse de este y seguir con sus vidas, pero 25 años después la maldición los vuelve a alcanzar.  


Comentarios generales:

Llevamos por lo menos ocho años con un flujo constante de adaptaciones a las obras de Stephen King y no parece que eso vaya a cambiar en el futuro cercano, lo cual honestamente es algo que a mí no me molesta en lo absoluto dado a que soy gran fan de lo que escribe el oriundo de Maine. Sin embargo, tampoco se puede ocultar el hecho de que los resultados de dichas adaptaciones han sido variados y por lo mismo siempre existen dudas cada vez que se anuncia una nueva debido a que no se sabe si los involucrados podrán hacerle justicia al material original, pero afortunadamente The Monkey ha sido uno de esos casos en los que se hicieron bien las cosas.

Ya que Osgood Perkins incluso cambia un poco su característico estilo para adaptarse a una historia que se sustenta totalmente en un humor negro al que por momentos puede costar trabajo encontrarle el gusto, aunque el hecho de que desde muy temprano también se logre establecer el alto nivel de violencia con el que será combinado ayuda a que no tengan que pasar muchos minutos para poder digerirlo. Sobre todo porque la primera media hora de la película en términos generales es muy ágil en su ejecución y no se complica en lo absoluto al momento de explicar la maldición detrás del juguete, brindándole así el tiempo suficiente a la relación entre los hermanos para que se pueda palpar lo fragmentada que se encuentra y los traumas con los que tienen que lidiar.

Algo que se magnifica para el segundo acto al centrarse principalmente en la patética vida parental de Hal, quien a base de su paranoia logra mantener la tensión a flote mientras se va construyendo todo el caos que existe a su alrededor por el regreso de la maldición. Llevándonos así a una serie de sucesos sangrientos que proporcionan impacto y algo de humor involuntario, pero también la constante sensación de peligro en la que él y su hijo tienen que navegar para descubrir algo que ciertamente es predecible e incluso lleva a algunos momentos que no se sienten tan orgánicos dentro de todo esto (principalmente los que involucran al personaje de Ricky).

Un aspecto que afortunadamente no afecta demasiado y que para la parte final lo solucionan de manera competente para que el conflicto decisivo sea interesante a pesar de que no es tan extremo como se esperaría. Dejándonos así un desenlace que juega mucho con el aspecto familiar y la repartición de culpas, pero sobre todo que pone en perspectiva el nivel de amenaza que representa el mono.

En el tema de las actuaciones tenemos a un Theo James que hace un buen trabajo al darle vida a la versión adulta de los gemelos combinando de manera acertada un humor muy peculiar con la paranoia generada por su constante miedo. Mientras que Christian Convery también hace un buen trabajo dándole vida a la versión infantil de estos, logrando que sus distintas personalidades sean muy marcadas para que así su relación en pantalla presente mayor complejidad.

Y en cuanto a producción, nos encontramos con una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es estupendo, los efectos son de gran nivel y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Monkey me gustó. Película con humor negro y mucha sangre que te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 8 de octubre de 2024

Crítica: Salem’s Lot (2024)

Adaptación de la novela de Stephen King escrita y dirigida por Gary Dauberman (Anabelle Comes Home). Se estrenó a nivel mundial el pasado 3 octubre directamente en Max.

Sinopsis:

Ben Mears (Lewis Pullman) es un escritor que regresa a su pueblo natal Jerusalem’s Lot en búsqueda de inspiración para su nuevo libro, aunque estando ahí descubrirá que los habitantes del pueblo están siendo atacados por un vampiro sediento de sangre.


Comentarios generales:

Considerando la gran cantidad de adaptaciones que existen de los libros de Stephen King, la verdad resulta sorpresivo que siendo una historia de vampiros Salem’s Lot se haya quedado anclado durante tantos años con solo un par de mini-series (1979 y 2004) a pesar de ser fácilmente explotable. Así que cuando se anunció está nueva adaptación para cine me alegré bastante, pero también me encontraba dudoso gracias al caos que es Warner Bros en la actualidad y la verdad todas las decisiones que tomaron para terminar orillándola a un estreno por su plataforma de streaming solo empeoraban las cosas; sin embargo, al final me he pasado un buen rato.

Y es que aunque Dauberman se toma sus libertades y tiene que dejar fuera algunas cosas para poder contar esta historia en menos de dos horas, lo cierto es que se las ingenia para ofrecer una experiencia con la sustancia suficiente como para involucrarte de lleno con el pueblo y su numeroso grupo de habitantes. Algo que durante el primer acto lleva a que el ritmo sea un tanto acelerado y donde se puede argumentar que unos 15 o 20 minutos extra hubieran sido de gran ayuda, ya que ante la prisa por establecer determinadas situaciones importantes no se deja que los personajes tengan una presentación más sólida (especialmente Mark) y por momentos se siente que brinca de una escena a otra sin dejar el tiempo necesario para que estas tengan un mayor peso.

Algo que afortunadamente va quedando atrás con el pasar de los minutos y gracias a las tragedias se empieza a generar un tono más oscuro que permite trabajar con la presencia de los vampiros, apostando por el suspenso sin tener que ocultarlos por completo o recurrir a un gorefest para hacerlos amenazantes. Además, las cosas fluyen de manera agradable no solo por contar con momentos de tensión efectivos, sino que también porque la dinámica entre los personajes más importantes se empieza a sentir sólida y gracias a eso las escenas pensadas para reflejar el nivel de amenaza que está consumiendo al pueblo tienen un buen grado de efectividad más allá de la impecable labor visual lograda por medio del trabajo de fotografía y los efectos visuales.

Construyendo así un camino entretenido hacía una parte final que indudablemente es la que más se aleja del libro, pero que cumple con su objetivo a la perfección. Ya que aquí la intensión era exponer algo más espectacular sustentándose en la acción y al trasladar las acciones a un espacio abierto, en donde la cantidad de vampiros puede ser desplegada a mayor escala, le brinda mucha fuerza a un cierre que incluso con los cambios resuelve los puntos más importantes.

En el tema de las actuaciones tenemos a un Lewis Pullman que hace lo necesario para sacar adelante el personaje sin que este sea uno precisamente memorable; en gran parte por la rapidez con la que se desarrolla todo. Mientras que el resto del elenco cumple con sus objetivos para complementarlo de la manera más competente posible.

Y en cuanto a la producción, nos encontramos ante una factura de buen nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple con su propósito de manera efectiva.

Opinión final: Salem’s Lot me entretuvo. Película divertida de vampiros que puede servir para que nuevas generaciones sientan curiosidad por la novela de Stephen King.

Ojometro:
***

martes, 17 de octubre de 2023

Crítica: Pet Sematary: Bloodlines (2023)

Precuela dirigida por Lindsey Anderson Beer, quien además comparte créditos como co-escritora del guión junto a Jeff Buhler. Se estrenó a nivel mundial el pasado 6 de octubre por medio de Paramount+, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

En 1969 un joven Jud Crandall (Jackson White) y sus amigos de la infancia tienen que unirse para confrontar a una maldad que ha azotado por varias generaciones al pueblo de Ludlow.


Comentarios generales:

Con la irrupción de los servicios de streaming muchos consideran que nos encontramos en una época dorada gracias a la gran oferta de contenido disponible y la inmediatez con la que uno puede consumirlo. Sin embargo, con dichos beneficios también han llegado ciertos problemas y uno de ellos es que un gran porcentaje de las películas que se estrenan en dichos servicios pareciera que son más que nada productos desechables concebidos solo para rellenar catálogos y no tanto propuestas que verdaderamente busquen aportar algo, siendo esto el sentimiento que provoca Pet Sematary: Bloodlines.

La cual muy probablemente se vaya a beneficiar un poco por la animadversión que muchos fans tienen hacia el remake de 2019, a pesar de que esta precuela traída por Lindsey Anderson Beer es muy débil en lo que propone y se siente igual de innecesaria. No tanto porque conocer el pasado de Ludlow no sea interesante, sino porque en realidad se nota la falta de sustancia en una historia que por su propia naturaleza debería de profundizar mucho más en los personajes y el pueblo en sí, pero mejor opta por replicar lo que ya hemos visto en ocasiones anteriores mientras va soltando alguna una que otra pieza de información en el camino de manera aleatoria.

Ante esto realmente poco a poco la película va mutando a un cuasi slasher en el que todo avanza de manera acelerada y sin efectividad al momento de generar una atmósfera lo suficientemente oscura, dejando todo en manos del perturbador comportamiento del asesino. Algo que ciertamente sirve por unos minutos, más no es suficiente para solventar la pobre construcción de sucesos que deberían de proporcionar impacto y, sobre todo, lo planas que se sienten las revelaciones sobre los orígenes de Ludlow; en especial cuando es momento de elaborar sobre el tema de la maldad que lo rodea.

Simplemente todo se siente forzado y sin gran importancia, lo cual se acentúa mucho más durante una parte final que realmente no necesita nada de eso para ser ligeramente entretenida. En gran parte porque esta es básicamente una cacería con buenas dosis de intensidad y además visualmente aporta ciertas cosas interesantes para que el desenlace no sea tan blando.

De las actuaciones sorprendentemente no hay mucho que decir, a pesar de que cuenta con un elenco bastante potente. Jackson White como Jud está correcto, mientras que la presencia de Henry Thomas (Dan Crandall), David Duchovny (Bill Baterman), Samantha Mathis (Kathy Crandall) y Pam Grier (Majorie Washburn) es más que nada anecdótica.

Y en cuanto a producción, tenemos una factura competente: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte sólida, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: Pet Sematary: Bloodlines es decepcionante. Precuela innecesaria que no logra aportar demasiado a la franquicia.

Ojometro:
**

martes, 13 de junio de 2023

Crítica: The Boogeyman (2023)

Película dirigida por Rob Savage (Host), cuyo guión fue co-escrito por Scott Beck, Bryan Woods y Mark Heyman basándose en un cuento de Stephen King. Se estrenó en cines tanto en los Estados Unidos como en México el pasado 1 de junio, recaudando hasta la fecha $40.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Mientras se encuentran lamentando la trágica muerte de su madre, Sadie (Sophie Thatcher) y su hermana menor Sawyer (Vivien Lyra Blair) se ven atormentadas por una sádica presencia en su propia casa y ambas sufren para que su dolido padre les crea antes de que sea demasiado tarde.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que estamos expuestos a tantas cosas gracias al internet que realmente resulta complejo que algo que generaba miedo hace varias décadas atrás lo logre actualmente y más cuando se tratan de conceptos simples como el que maneja el cuento de Stephen King. Simplemente los tiempos cambian y por ello es que The Boogeyman me resultaba una película con la cual no sabía cómo reaccionar, sobre todo después de que pasó de ser un proyecto para streaming a uno para cine, pero al final me he llevado un grato sabor de boca.

Y en gran parte se debe a que lo traído por Savage en ningún momento trata de hacer más de lo que su historia le permite, manteniendo la simpleza en un concepto que ataca los miedos más elementales del ser humano cuando se encuentra en su niñez, pero también añadiendo cierta profundidad por medio del duelo que viven Sadie y su padre. Lo cual ayuda a que desde el primer acto se cuente con la atmósfera depresiva ideal para jugar con la presencia de The Boogeyman, insertando ciertas dudas con respecto a su existencia por medio de situaciones que pueden vender la idea de que en realidad todo lo extraño que ocurre bien pudiera ser producto de la mala suerte o principalmente del trauma por perder a un ser querido.

Dudas que evidentemente se disipan con el pasar de los minutos y ya para cuando llega el segundo acto está bien establecido lo que ocurre, dando paso a la construcción de escenas que exploten el tema de la oscuridad para ir elevando el nivel de tensión de una manera por demás efectiva debido a que el trabajo de fotografía y el uso de jump scares están muy bien cuidados para solidificar el nivel de peligro ante el que están expuestas las hermanas. Aunque también hay que decir que en un punto el ritmo decae un poco cuando se trata de mostrar más sobre el sufrimiento de Sadie y lo compleja que es su relación con sus amigas, dejándonos algunas situaciones que no encajan del todo con la dinámica general del filme.

Algo que por suerte no afecta una parte final que es realmente buena, no solo porque el tono se vuelve todavía más tétrico, sino también porque se puede ver un incremento en la violencia. Brindándole así un desenlace que maneja cierta espectacularidad sin dejar de lado el concepto de la oscuridad y con ello hacer de The Boogeyman una amenaza con la que se pueda tener muchísima explosividad durante el cierre.

Sobre las actuaciones la verdad es que Sophie Thatcher lo hace bastante bien, ella es el alma de la película, tiene buena química con Vivien Lyra Blair y carga las cosas más complejas sin demasiados problemas. Aunque también vale la pena mencionar las breves apariciones de David Dastmalchian (Lester Billings) y Marin Ireland (Rita Billings), quienes logran manifestar una paranoia muy fuerte que ayuda a establecer al monstruo como algo de mucho cuidado.

Mientras que en producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido resulta espectacular, los efectos son de buen nivel y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: The Boogeyman me gustó. Película simple pero efectiva en lo que propone y te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 28 de marzo de 2023

Crítica: Children of the Corn (2023)

Nueva adaptación del cuento de Stephen King, la cual está escrita y dirigida por Kurt Wimmer. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos el 3 marzo y en VOD el pasado 21 de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para próximo 9 de mayo.

Sinopsis:

En un pequeño pueblo de Nebraska la pequeña psicópata Eden (Kate Moyer) recluta a todos los niños para iniciar una masacre y deshacerse de todos los adultos. Aunque para su mala suerte encontrará la resistencia de Bo (Elena Kampouris), quien se convierte en la única esperanza para sobrevivir.


Comentarios generales:

No está muy claro si Dimension Films sigue manteniendo o no los derechos de la franquicia de Children of the Corn debido a que esta nueva adaptación no cuenta con su participación, pero si algo nos enseñó el remake de 2009 (donde tampoco la tuvo) es que no nos podemos confiar de eso debido a que las marañas legales en la industria cinematográfica muchas veces son indescifrables y bien podrían sacar otra secuela al vapor en unos años para seguir exprimiéndola.

Teniendo eso en cuenta, tampoco se puede negar el hecho de que este nuevo inicio generó muchas expectativas como no ocurría probablemente desde la entrega original de 1984, tenía absolutamente todo a su favor para sorprender y seguir el camino de otras franquicias que adoptaron dicho camino en años recientes. Sin embargo, el resultado final deja mucho que desear.

Y no es porque lo traído por Wimmer me parezca una atrocidad ni nada por el estilo, pero su inexperiencia dentro del género de terror hace que una historia que todos conocemos se vuelva aburrida e incluso se sienta vacía por grandes lapsos. Sobre todo durante unos primeros 40 minutos en donde el ritmo es lento y por lo consiguiente lo que ocurre en pantalla te resulta pesado ante la incapacidad para construir suspenso por medio del conflicto entre los adultos y los niños, el cual tiene bases interesantes que justifican de cierta forma las acciones de estos últimos, más nunca se logra establecer de manera sólida ese lado perturbador que evite el pensamiento de que es un tanto absurdo lo que hacen.  

Un pensamiento que eventualmente se diluye un poco debido a que con la llegada del segundo acto las cosas mejoran por el inicio de la masacre dado a que no solo se genera una atmósfera de alto riesgo, sino que además existen algunas muertes que añaden un impacto adecuado tanto desde el lado visual como del emocional. Además a partir de aquí es cuando finalmente se empieza a explotar de mejor manera al personaje de Eden, quien con el pasar de los minutos se va volviendo más inestable y eso hace que cualquier escena con ella contenga un nivel de tensión elevado por el peligro que representa.  

Desafortunadamente dicha mejoría no se mantiene durante una parte final que toma un riesgo importante con respecto a “He Who Walks Behind the Rows” que hay que aplaudir por intentar algo nuevo, pero no funciona de la mejor manera. Haciendo que el desenlace parezca de otro tipo de película, planteando preguntas que no se responden y en general dejando un cierre que carece de la potencia suficiente como para causar una mejor impresión.

Sobre las actuaciones, la verdad es que lo mejor de la película es Kate Moyer porque logra darnos una versión alterna de Isaac muy efectiva y perturbadora. Lo malo es que no se le explota lo suficiente en pantalla por enfocarse más en Bo y todo su heroísmo, opacando los aspectos más oscuros que sin duda le hubieran ayudado al producto final.

En cuanto a producción se nota que no tuvo mucho presupuesto: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no presenta nada fuera de lo normal, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es sólido, los efectos tienen altibajos (sobre todo en el uso de CGI) y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Children of the Corn es mediocre. Está lejos de ser la peor de la franquicia, pero plantea nuevamente la pregunta sobre si no sería mejor dejarla morir.

Ojometro:
** 

miércoles, 25 de mayo de 2022

Crítica: Firestarter (2022)

Nueva adaptación de la novela de Stephen King, dirigida por Keith Thomas y escrita por Scott Teems. Se estrenó en cines dentro de México el pasado 12 de mayo, mientras que en Estados Unidos lo hizo por medio de Peacock un día después.

Sinopsis:

Charlie McGee (Ryan Kiera Armstrong) trata de entender cómo obtuvo el poder de prenderle fuego a las cosas con su mente, mientras ella y su familia se ven perseguidos por una misteriosa agencia del gobierno.


Comentarios generales:

Es difícil no ver durante un año alguna adaptación de los libros de Stephen King debido a que se han vuelto un material bastante codiciado en esta época de búsqueda interminable de contenido por parte de los estudios y servicios de streaming. Algo que en teoría es bueno gracias a lo populares que son, sin embargo, tampoco es raro que estas adaptaciones terminen siendo decepcionantes ante el hecho de que no todas son tratadas con el cuidado que uno esperaría y lamentablemente ese es el caso de Firestarter.

Ya que lo presentado por Thomas deja mucho que desear desde distintos frentes, pero el más evidente es sin duda la obsesión mostrada por contar esta historia de la manera más acelerada y corta posible. Lo cual se puede notar desde los primeros minutos al no hacerse demasiado esfuerzo por establecer de manera convincente la historia de los padres, así como la dinámica familiar para que al menos el personaje de Charlie te genere empatía ante la situación tan compleja por la que atraviesa; dejando todo el peso en secuencias bastante débiles que no logran tener el impacto suficiente como para reflejar el peligro que ella misma representa.

Situación que con el pasar de los minutos va empeorando gracias a lo poco que ocurre en pantalla, simplemente todo lo que vemos es genérico, sin chispa y con muchos huecos debido a que jamás se llega a profundizar en aspectos que uno pensaría son fundamentales para el desarrollo gracias a la obsesión por acortar lo más que se pueda cada escena con tal de no pasarse de los 90 minutos de duración. Además de que nunca se siente una verdadera sensación de urgencia a pesar de que el segundo acto gira alrededor de un escape.

Provocando con esto que realmente nada te intrigue rumbo a la parte final. Una que probablemente sea la más entretenida ya que es en donde existe mayor espectacularidad gracias a los poderes de Charlie y eso añade cierta explosividad dentro de toda la pasividad mostrada; sin embargo, la conclusión es demasiado blanda como para decir que estos minutos finales logran salvar las cosas.

De las actuaciones ciertamente Kiera Armstrong no lo hace mal considerando las circunstancias, aunque Zac Efron (Andy) como su papá nunca te termina por convencer. Mientras que en producción tiene algunas cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, la labor de maquillaje está bien hecha y los efectos te dejan cierto sabor agridulce por el uso de tanto CGI.

Opinión final: Firestarter es decepcionante. Adaptación hecha por mero compromiso que se perderá en la intrascendencia.

Ojometro:
**

martes, 12 de noviembre de 2019

Crítica: Doctor Sleep (2019)


Película escrita y dirigida por Mike Flanagan (Oculus, Hush), la cual es una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Stephen King. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 8 de noviembre, recaudando hasta el momento $34.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Varios años después de los aterradores eventos que vivió en el hotel Overlook, el ahora adulto Danny Torrance (Ewan McGregor) conoce a una pequeña niña con poderes similares a los suyos a la que tratará de proteger de un malvado culto que caza a los niños con dichos poderes para poder mantener su inmortalidad. 



Comentarios generales:

Ver adaptaciones de las novelas de Stephen King últimamente se ha vuelto algo tan cotidiano que ya prácticamente damos por hecho que cualquiera de sus obras puede ser adaptada sin demasiadas dificultades. Sin embargo, el caso de Doctor Sleep presentaba un reto bastante interesante por el hecho de que tenía que lograr dos propósitos al mismo tiempo para que funcionara.

El primero era ser lo más fiel posible al material original para tener contentos a los lectores, mientras que el segundo era tratar de ligar esta adaptación con la versión de “The Shining” hecha por Stanley Kubrick debido a que es la más conocida por el público y por medio de esto el establecer de manera contundente que también es una secuela de ESA versión.

Sin duda un reto difícil, pero que en la práctica me parece que lo lograron sobrellevar de gran manera.

Esto porque Flanagan muestra suficiente habilidad para realizar una mezcla muy bien pensada en la que por cuestiones obvias la novela tiene mayor peso, aunque en ningún momento deja de lado el filme de 1980 y de manera inteligente utiliza la estética de este para que el inicio le resulte familiar al espectador. Haciendo que la transición de niño a adulto de Danny (o Dan) sea fluida mientras que de manera alterna se van revelando detalles sobre este universo mucho más grande que existe y el peligro que representa “El Nudo verdadero”, quienes por medio de comportamientos muy raros ayudan a proporcionar los elementos necesarios para ir construyendo una sensación de peligro particular.

Y es que aquí estamos ante algo que va más allá de simples fantasmas al tratar temas como el alcoholismo o la desaparición de menores, provocando así que el desarrollo durante la primera mitad sea mucho más robusto y por lo consiguiente el ritmo un poco más calmado. Situación que no representa demasiados problemas debido a que lo que vemos en pantalla todo el tiempo resulta interesante, ya que el que no se centre completamente en el terror no quiere decir que no se tomen riesgos; especialmente cuando se trata de las acciones del culto diseñadas para ir transformando el tono en uno más oscuro con el pasar de los minutos.

Haciendo con esto que la segunda mitad cuente con mayor fuerza, tensión y violencia, pero también con una dinámica que sea mucho más ágil. Sobre todo porque es cuando se empiezan a entrelazar los caminos de todos los personajes de manera bastante orgánica y con ello los elementos más fantasiosos adquieren mayor peso rumbo a la parte final.

Una que sin duda será la que genere más polémica debido a que es la que se separa del libro de manera importante, en gran medida para poder darle continuidad a lo que hizo Kubrick. Lo cual puede resultar molesto para varios, aunque a mí en particular me parece que quedó muy bien lograda debido a que la base se mantiene intacta y nos regala un enfrentamiento satisfactorio. Además de que proporciona un cierre mucho más completo con respecto a la redención de Danny.

En cuanto a las actuaciones Ewan McGregor hace una gran labor como Danny Torrance adulto, si lo sientes como una evolución natural del niño y su faceta de mentor resulta muy interesante de ver. Mientras que Rebecca Ferguson (Rose) y la pequeña Kyliegh Curran (Abra) también están impecables con sus respectivos roles, sobre todo la segunda; quien por momentos se roba los reflectores al no ser mostrada como la típica niña indefensa.

La producción es de factura impecable: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es de primer nivel (recrearon sets del filme de los 80s), el score es genial, el trabajo de sonido pulcro, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es bastante sencilla. 

Opinión final: Doctor Sleep me ha gustado bastante. Una película que combina de manera genial lo viejo con lo nuevo para ser de lo mejor de 2019.

Ojometro:
*****

viernes, 11 de octubre de 2019

Crítica: In the Tall Grass (2019)


Adaptación de la novela corta de Stephen King y Joe Hill, la cual fue escrita y dirigida por Vicenzo Natali (Cube). Se estrenó a nivel mundial directamente en Netflix el pasado 4 de octubre.

Sinopsis:

Cuando un par de hermanos escuchan los gritos de auxilio de un niño perdido en un campo totalmente cubierto por hierba, estos se adentran a su rescate. Lo que no saben es que al hacer eso estarán entrando a un lugar manipulado por una fuerza siniestra que rápidamente los desorienta y no tiene la más mínima intención de dejarlos ir.



Comentarios generales:

Una vez más Netflix apuesta fuertemente por la temporada de Halloween y que mejor manera para iniciar las festividades que con una adaptación de una novela corta de Stephen King y su hijo Joe Hill como In the Tall Grass. Un proyecto que generaba altas expectativas no solo por el material base (el cual no he leído), sino también por la participación de un director del que no se suelen ver tantas cosas y que hacía su regreso al género de terror después de seis años.

Sin duda existían los elementos para ver algo muy interesante, incluso algo importante, pero tristemente el resultado no ha sido el deseado.

Y es que esta adaptación que nos trae Vicenzo Natali en ningún momento terminó de conectar conmigo, principalmente porque desde temprano la dinámica general sobre la que gira esta historia se desgasta de manera rapidísima y nos deja ante una situación poco favorable que se magnifica con el tiempo de duración. Aunque no sin antes regalarnos unos primeros veinte minutos en los que estos problemas todavía no son evidentes gracias al estupendo trabajo visual y porque en base a una situación tan simple como el perderse en un campo de hierba se logra generar una sensación de peligro muy fuerte y un ritmo fluido que no brinda ninguna clase de respiro.

Hasta este punto todo marcha bien, pero una vez que vemos la introducción de la mayoría de los personajes y se tiene conocimiento del terreno, así como de ciertas reglas existentes dentro de este, la película se cae en picada. Principalmente porque se empieza a jugar con el tiempo y la lógica, lo cual en si no es malo; sin embargo, la manera en la que se pretende lograr todo esto se siente forzado y provoca no solo que los personajes resulten muy planos, sino que además el desarrollo sea increíblemente monótono a pesar de que existen elementos suficientes como para haya determinado nivel de diferenciación en lo que estamos viendo.

Limitando todo a una serie de persecuciones que añaden algo de intensidad, más no sustancia y como consecuencia de eso se deja un vació muy marcado para una parte final que no tiene demasiado sentido. La cual en todo momento se siente sin un rumbo fijo y termina optando por dejar varias preguntas sin respuesta para forzar un desenlace poco convincente que se va por el camino fácil. 

Las actuaciones no están mal para los personajes tan planos que tenemos en pantalla, en general hay una buena labor de grupo, siendo Patrick Wilson (Ross) el que resalta al verlo en un rol tan distinto al que estamos acostumbrados. En la producción es donde cuenta con sus mayores fortalezas: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte es sólida, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: In the Tall Grass es decepcionante. Película más que nada para aquellos que son muy fans de todo lo relacionado con King y Hill.

Ojometro:
**

martes, 10 de septiembre de 2019

Crítica: It: Chapter Two (2019)


Segunda parte que cuenta nuevamente con la participación de Andy Muschietti tras la cámara y el regreso de Gary Dauberman como el escritor del guión. Se estrenó en Estados Unidos y México (así como otros países) el pasado 6 de septiembre, recaudando $185 millones de dólares en taquilla  a nivel mundial.

Sinopsis:

27 años después de su primer encuentro con el aterrador Pennywise, el “Club de los Perdedores” ha seguido con sus vidas y han olvidado lo ocurrido; aunque una devastadora llamada telefónica hará que todos regresen a Derry para enfrentar su pasado.



Comentarios generales:

Tras el éxito arrollador que fue la primera parte, sin duda el panorama para It: Chapter Two era un tanto complejo debido a que por un lado tenía que cumplir con las expectativas inalcanzables que los productos mainstream suelen generar y por el otro tratar de brindar una continuación que fuera lo más apegada a un material de origen que de por si presenta muchas dificultades. Realmente existían diversos factores para que se diera un desastre de proporciones importantes, pero al final creo que el resultado terminó siendo uno disfrutable. 

Y es que en esta segunda parte es claro que Muschietti y Dauberman deciden tomar más riesgos ahora que no cuentan con la limitante de tener un elenco totalmente infantil, regalándonos así una película más violenta y oscura, cuya primera mitad es en verdad sobresaliente gracias a que logra combinar de gran manera los sucesos escritos por Stephen King con algunas escenas nuevas. Generando una dinámica entre el grupo de amigos que resulta muy natural y también una sensación de peligro importante ante las acciones de Pennywise que sin duda brindan un nivel de terror mucho mayor con respecto a la primera parte.

Este último aspecto siendo fundamental porque no solo se da por medio de un incremento en la violencia, sino que en general se muestra una mejor construcción en momentos clave cuando se empieza a recurrir de manera más constante a los flashbacks. Con los cuales se logra un buen balance y, sobre todo, no se realizan cambios bruscos con respecto al ritmo para que así cada encuentro con el payaso o sus distintas formas resulte efectivo, ya sea tanto con los niños como con los adultos.

Ante lo mencionado previamente todo transcurre sin demasiados problemas como por unos 110 minutos, pero una vez pasado este tiempo la película sufre de algunos altibajos. Principalmente porque la sensación de urgencia por mostrar muchas cosas en pantalla empieza a ser palpable y con esto llegan varios de los mayores cambios u omisiones al libro para lograr que todo encaje dentro del tiempo establecido; además de que se empieza a recurrir a un humor innecesario. Aunque afortunadamente nada es tan terrible como para dañar en demasía el producto general.

Llevando así a un final que me dejó un sabor agridulce. Ya que aunque si se apega un poco más al libro y cuenta con ese aire de evento trascendental, este también sufre de una enredosa elaboración que no deja que el conflicto fluya como debería; añadiéndole situaciones que en realidad no aportan nada y solo alargan un enfrentamiento que tendría que ser más directo para lograr un mayor impacto.

Las actuaciones son geniales, la verdad es que la elección del elenco adulto fue igual de impecable que el del infantil: James McAvoy, Jessica Chastain, Bill Hader, James Ransone, Jay Ryan e Isaiah Mustafah están impecables y verdaderamente sientes que son una extensión natural de los niños. Mientras que Bill Skarsgard sigue haciendo una labor muy sólida como Pennywise, ofreciendo algunos momentos realmente aterradores.

En cuanto a producción mantiene la gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte genial, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable y la labor de maquillaje es de primer nivel. Solo algunos efectos en la parte final dejan algo que desear con un CGI que no resulta del todo adecuado.

Opinión final: It: Chapter Two me gustó. Tiene varios de los mismos problemas que la primera parte, pero el producto en general lo disfruté más.

Ojometro:
****

martes, 9 de abril de 2019

Crítica: Pet Sematary (2019)


Nueva adaptación de la novela de Stephen King, la cual está dirigida por la dupla conformada por Kevin Kolsch y Dennis Widmyer (Starry Eyes); cuyo guión fue escrito por Jeff Buhler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado fin de semana. Recaudando hasta la fecha $41 millones de dólares en taquilla.

Sinopsis:

El doctor Louis Creed (Jason Clarke) y su esposa Rachel (Amy Seimetz) se mudan desde Boston al Maine rural con sus dos pequeños hijos. Su intención es poder llevar una vida familiar tranquila, pero pronto descubrirán que en el bosque detrás de su nuevo hogar se encuentra un cementerio para mascotas que guarda aterradores secretos.



Comentarios generales:

* Contiene spoilers

Ya he comentado en ocasiones anteriores que los trailers son un arma de doble filo para las películas, sobre todo en esta época en donde los estudios están tan presionados por obtener ganancias al grado de que nos les importa en lo absoluto soltar spoilers importantes dentro estos. Es un fastidio sin duda, pero muchas veces las películas logran librar el verse tan afectadas ante dicho problema; sin embargo, esta nueva adaptación de Pet Sematary lamentablemente no gozó con dicha fortuna.

Esto porque el principal diferenciador con respecto a la novela fue expuesto sin tapujos durante la etapa promocional y eso le quitó el factor sorpresa que le hubiera ayudado de gran manera a la película que nos trae esta dupla de directores. Una que durante la primera mitad se podría decir que es casi una calca de la adaptación de 1989, pero con un look mucho más moderno y oscuro; en donde el principal propósito es establecer una relación entrañable por parte de Ellie con los adultos que la rodean. Además de tratar de generar una atmósfera escalofriante que en todo momento haga sentir la cercanía del cementerio como algo peligroso.

Y digo tratar porque son contadas las ocasiones en la que se logra esto, ya que durante la película todo ocurre de manera muy rápida, sin tiempo para poderte ver envuelto en dicha atmósfera o, peor aún, el poder involucrarte de lleno con los personajes. Lo cual afecta a largo plazo con cosas específicas como la presencia de los niños con máscaras (de los cuales no se menciona prácticamente nada), la tragedia de la infancia de Rachel e incluso en momentos tan significativos como la muerte de Ellie y el posterior duelo de sus padres. 

Aunque también debo de admitir que una vez que se da la resurrección las cosas se vuelven más entretenidas debido a que si se logra obtener un aire mucho más aterrador y por eso digo que los spoilers la afectaron demasiado. Esto porque el ver a esta niña con pleno conocimiento de su estado le brinda una dimensión distinta a la historia, añadiéndole tintes mucho más macabros que resultarían más efectivos si dicha sorpresa se hubiera mantenido en secreto por el impacto que provoca.

La parte final sin duda será la más polémica debido a que en esta es donde se realizan los cambios más significativos con respecto al libro. Cambios que en general no me molestaron demasiado gracias a que la Ellie malvada hace que estos minutos finales funcionen mejor, simplemente le agrega más fuerza a las acciones y en general permite que el desarrollo sea ligeramente más elaborado.

En cuanto a las actuaciones no tengo mucha queja, Clarke y Seimetz hacen una buena labor, lo mismo que John Lithgow (Jud); aunque es la pequeña Jeté Laurence (Ellie) quien se lleva los reflectores en la segunda mitad de la película. La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: Pet Sematary está ok. Me entretuvo, pero te deja con la sensación de que pudo haber sido mucho mejor.

Ojometro:
***

jueves, 15 de marzo de 2018

Crítica: Children of the Corn: Runaway (2018)


Décima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por John Gulager (Feast, Piranha 3DD) y cuyo guión fue escrito por Joel Soisson. Se estrenó directamente en VOD y DVD este pasado 13 de marzo dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Ruth (Marci Miller) escapa del culto en Gatlin, Nebraska mientras se encuentra embarazada. Trece años después ella sigue moviéndose de un lugar a otro para tratar de proteger a su hijo de lo que alguna vez experimentó, aunque cuando se establecen en un pequeño pueblo de Oklahoma su pasado parece haberla alcanzado una vez más. 



Comentarios generales:

Siempre me ha parecido bastante curioso como un relato corto de Stephen King ha sido capaz de generar una de las franquicias más prolíficas del cine de terror, ya que ese material daba a lo mucho para dos entregas y eso siendo benévolos. Hasta cierto punto es una proeza que sería mayormente reconocida de no ser porque quien está detrás de todo esto es Dimension Films, si… ese estudio cuyas únicas motivaciones solo son el tratar de mantener los derechos de franquicias a como dé lugar sin importar la calidad del producto. Situación que tristemente se vuelve a repetir con Runaway.

Y es que en esta ocasión se puede notar a todas luces que la prisa fue demasiada por sacarla, provocando así que lo que nos trae Gulager se sienta como algo ajeno a lo que conocemos. Obvio aquí tenemos elementos característicos como graneros, pequeños restaurantes o carreteras solitarias para brindar cierto nivel de familiaridad, pero el hecho de que el peso de la historia se sustente en Ruth y no en el culto hace que desde muy temprano la película caiga en un territorio poco interesante; no tanto porque la idea de explorar la vida de alguien que logró escapar sea mala, sino porque realmente nunca parecen saber cómo desarrollarla más allá de algunas alucinaciones o flashbacks.

Pasan los minutos y no se ven avances, todo se queda estancado en una rutina repetitiva que no ayuda en nada para que los personajes evolucionen en su nuevo entorno o mínimo para generar una sensación de riesgo latente. Ya que, con excepción de la aparición de una niñita, los momentos destinados para proporcionar terror son mínimos y por lo regular terminan siendo intrascendentes ante el poco seguimiento que se les da, Teniendo como consecuencia que estos queden parados más como eventos aislados que proporcionen un impacto deficiente y no para ayudar a aclarar lo que le ocurre a nuestra protagonista.

La parte final es decente, sobre todo porque es más o menos donde por fin logras sentir que estás viendo una Children of the Corn. Los traumas de Ruth siguen siendo el punto central para añadir un toque de misterio que no es tan complicado de descifrar, pero al contar con momentos más violentos el filme puede cerrar con cierta fuerza. Aunque no sin dejar varias cosas sin respuesta (sobre todo con respecto al hijo).

En el tema de las actuaciones Marci Miller no lo hace mal, cuenta con el personaje con mayor nivel de complejidad y al menos logra que uno se preocupe por ella durante varios lapsos de la película. En cuanto a la producción, definitivamente se nota que contó con un presupuesto muy corto: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte es pobre, el score no está mal, el trabajo de sonido cumple, los efectos son arcaicos y la labor de maquillaje no tiene mucho que destacar.

Opinión final: Children of the Corn: Runaway es una pérdida de tiempo. Otra secuela mediocre hecha al vapor para poder mantener los derechos por varios años más.

Ojometro:
**

viernes, 15 de septiembre de 2017

Crítica: It (2017)


Nueva adaptación de la novela de Stephen King, la cual está dirigida por Andy Muschietti (Mama) y cuyo guión fue co-escrito por Chase Palmer, Cary Fukunaga y Gary Dauberman. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado de 8 de septiembre, mientras que aquí en México hizo lo propio el día 14. Recaudando hasta la fecha $247 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En el pueblo de Derry un grupo de niños decide enfrentar a un demonio que los aterroriza tomando la forma de un diabólico payaso. 



Comentarios generales:

“It” es mi libro favorito, así que cuando se empezó a especular sobre una nueva adaptación diversos sentimientos aparecieron. Al final de cuentas la miniserie de lo 90s siempre me ha parecido lo suficientemente correcta como para llenar este espacio y las diversas complicaciones que sufrió esta película durante la pre-producción hacían pensar que dicha miniserie seguiría siendo lo mejor que íbamos tener; sin embargo, una vez que salió el primer trailer mis miedos disminuyeron debido a que lo mostrado lucia prometedor y creo que en términos generales se cumplieron con las expectativas que el público mainstream tenía; aunque para aquellos con conocimiento del libro puede que no sea tan convincente.

Esto porque lo que nos regala Muschietti es una adaptación con conflictos muy marcados sobre la manera en la que se quieren presentar las cosas, iniciando con una escena que te hace suponer que veras un trabajo oscuro y sangriento, pero que con el pasar de los minutos se queda como una simple anécdota porque en realidad la película maneja un tono mucho más ligero que te provocará más risas que miedo. Lo cual tiene que ver más que nada con el hecho de que nuestros protagonistas son niños y bueno… se comportan como tal, siendo este uno de los aspectos que más me agradaron debido a que el club de perdedores se vuelve entrañable con el pasar de los minutos y dicha inocencia contrasta de gran manera con los temores cotidianos explotados por Pennywise.

Temores que llevan a varias de las escenas diseñadas para tratar de generar terror y que visualmente son todo un deleite de ver, pero lamentablemente lo bueno que se logra con la mayoría de los niños en estas escenas no se complementa con un desarrollo mucho mayor de los acontecimientos que los rodean debido a que el pueblo de Derry se siente sin vida. Todo avanza de manera acelerada, sin entrar en muchos detalles (de la época, los asesinatos o la vida de ciertos personajes) y en gran medida se debe a que existe una urgencia evidente por tratar de hacer de Pennywise algo muy grande, de llevarlo a niveles icónicos con la nueva audiencia y ello conlleva una sobreexposición que por ciertos lapsos hacen sentir sus apariciones algo forzadas.

Ahora, aun con este inconveniente, la película en general diría que funciona. Nunca se siente aburrida y el ritmo utilizado nunca permite que el espectador se relaje lo suficiente para que así algunos de los sustos fáciles utilizados resulten efectivos. Igualmente, la atmósfera generada y la propia dinámica entre los niños logran crear momentos lo suficientemente sólidos para explotar por completo el concepto de que personas ordinarias son capaces de lograr cosas extraordinarias ante situaciones que van más allá de su comprensión.

La parte final es lo que si considero su mayor problema, ya que es aquí donde se dan muchos de los cambios más marcados y no creo que sean para bien. Simplemente este enfrentamiento nunca termina por explotar, resulta muy convencional y vuelve desechable un personaje vital (Henry Bowers); aunque al menos si contiene un nivel de violencia decente.

En el tema de las actuaciones debo de decir que los miembros del club de los perdedores están estupendos; especialmente Finn Wolfhard (Richie), Sophia Lillis (Beverly) y Jack Dylan Grazer (Eddie). Mientras que Bill Skarsgard como Pennywise no me desagradó, en verdad resulta aterrador con su mera presencia, pero si se ve algo afectado por la sobreexposición de la que hable previamente.

La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es espectacular, la dirección de arte es detallada, el score muy bueno, el trabajo de sonido impecable y la labor de maquillaje en cuanto a la caracterización de Skarsgard es de nota alta. El único punto bajo viene con los efectos, los cuales en su mayoría están bien hechos, pero al recaer tanto en el uso del CGI existen ciertas escenas en donde si dejan mucho que desear.

Opinión final: It me entretuvo, es buena película, pero esperaba mucho más. Su excelente reparto y estilo visual no son suficientes para llevar esta adaptación a otro nivel.

Ojometro:
****

jueves, 29 de septiembre de 2016

Crítica: Cell (2016)


Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Tod Williams (Paranormal Activity 2), cuyo guión fue co-escrito por Adam Alleca y el propio Stephen King. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de junio, mientras que su salida en DVD se dio el 27 de septiembre.

Sinopsis:

Cuando una misteriosa señal de celular causa un caos apocalíptico, un artista de nombre Clay Riddel (John Cusack) se embarca en una travesía junto a un grupo de sobrevivientes para reunirse con su pequeño hijo en el área de Nueva Inglaterra.



Comentarios generales:

Cuando uno ve que en los créditos iniciales presentan el nombre de seis diferentes productoras, así como 19 diferentes nombres entre productores, productores ejecutivos y co-productores, se puede imaginar el caos que fue realizar esta adaptación. Y es que por lo general cuando hay tantos involucrados metiendo mano en una película las cosas no suelen terminar bien, diferentes maneras de pensar y de hacer las cosas son dinamita pura para cualquier producción; siendo el caso de Cell uno de los ejemplos más claros de esto debido a que se trata de un absoluto desastre.

Lo cual resulta sorpresivo porque, más allá de lo absurda que podría parecer su premisa, el comienzo que logra armar Williams es prometedor al generar un caos disfrutable que te hace recordar a algunos otros trabajos y establece de manera sólida una sensación de peligro muy fuerte que te provoca un interés genuino por saber qué diablos es lo que hay detrás. Sin embargo, todas estas buenas sensaciones se desvanecen en cuestión de minutos cuando empezamos a ver una historia, en esencia de zombies, donde la urgencia por sobrevivir de los personajes es casi nula y cada nuevo evento relevante se da porque si, sin demasiado desarrollo u explicación convincente para que se lleven a cabo.

Un problema que se acentúa mucho más al entrar al segundo acto, no solo por la pasividad con la que se realizan las acciones, sino también porque el trabajo de edición no facilita en absoluto las cosas. Realmente uno como espectador no sabe si esta historia se está desarrollando en cuestión de días, meses o años; de pronto los tipos de clima cambian y el conocimiento sobre la amenaza por parte de ciertos sobrevivientes es mucho más avanzada de lo que se esperaría, pero eso nunca parece importarle al director, quien sigue añadiendo situaciones un tanto absurdas que no clarifican nada de esto y cuya naturaleza random evita que uno pueda sentir un verdadero apego con los personajes principales durante su supuesta “brutal” travesía.

La parte final sufre ante la carencia de tensión, emoción y, bueno… lógica. Para este punto queda claro que una respuesta concreta sobre el origen del problema no se va a dar, solo te brindan ciertas pistas muy vagas para llegar rápidamente a un desenlace seco y anticlimático que lo único que logra es dejarte con el pensamiento de que todo lo que acabas de ver no tuvo ningún sentido.

De las actuaciones tampoco hay mucho que rescatar, ya que un ladrillo es más expresivo y reflejaría más emociones que Cusack, mientras que se nota que Samuel L. Jackson solo hizo la película por mero compromiso. La producción también es pobre: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho chiste, el score resulta genérico, el trabajo de sonido es sumamente inconsistente, los efectos están atascados de CGI mal hecho y lo referente al maquillaje no presenta nada destacado.

Opinión final: Cell es espantosa. Sin duda una de las peores adaptaciones de una novela de Stephen King.

Ojometro:
*

jueves, 21 de noviembre de 2013

Crítica: Carrie (2013)


Nueva adaptación de la novela de Stephen King que representa el debut dentro del género de la directora Kimberly Peirce. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de octubre, mientras que aquí en México llegó a las salas el pasado 15 de noviembre y hasta el momento lleva recaudados 53 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Carrie White (Chloë Moretz) es una adolescente tímida que es víctima de rechazo y burlas de parte de todos sus compañeros de escuela. Para empeorar las cosas, su madre Margaret (Julianne Moore) es una religiosa que la quiere alejar de todos los “peligros”, provocando que desarrolle una telequinesis que se saldrá de control.



Comentarios generales:

Es curioso, pero de los remakes importantes que iban a salir durante el 2013 sin duda era este el que personalmente me parecía que tenia un potencial mucho mayor gracias a los involucrados en el proyecto y, aunque al final fue el más flojito de todos, no me decepcionó.

La verdad, a pesar de que es una nueva adaptación, resulta casi imposible el no compararla con la película de De Palma y seguramente muchos analizarán con lupa cada detalle para destrozarla, pero en general creo que Peirce logra abordar de manera bastante buena una problemática muy actual como lo es el bullying con los conceptos religiosos y sobrenaturales de la historia de King.

Esta nueva versión de Carrie en general es más fiel a la novela y en lugar de añadirle contenido (que si lo hace en contadas ocasiones) se enfoca en insertar de la manera más natural posible cosas actuales como el uso de la nueva tecnología para atormentar a la protagonista; aunque sin enfocarse demasiado en ello para dejar que lo importante de esta historia sean las interacciones humanas que terminan construyendo poco a poco a un “monstruo” de manera involuntaria. Todo en base a un ritmo muy fluido, sin muchas pausas para explicar cosas que ya sabemos y un manejo de los tiempos ideal que beneficia muchísimo a la masacre en la graduación gracias a que le proporciona un poco más de impacto.

Dentro de sus problemas están el hecho de que el personaje de la maestra Desjardin se siente totalmente obsoleto, ya que a pesar de que si se mantiene en la línea de la novela nunca sientes que sea relevante y te da exactamente lo mismo lo que le ocurra. Otro punto que personalmente me fastidio fue el final: nuevamente, es bastante cercano al de la novela, pero muy blando cuando en realidad el tono de la película en su parte final es fuerte y daba opciones para ofrecer algo mucho más memorable.

Está bien actuada, Moore esta estupenda en el rol de madre obsesiva y Chloë Moretz interpreta a la perfección el rol de esta Carrie en particular, ya que si refleja mucho mas ese look de outsider adolescente introvertida (influye mucho el hecho de que si tiene 16 años), aunque luce bastante forzada al momento de la locura final. En producción visualmente no es tan impactante como pensé que sería, mientras que en cuanto a los efectos especiales cumple bastante a pesar de que por ahí hay algunos que pudieron ser pulidos de mejor manera.

Opinión final: Carrie es aceptable. Definitivamente se queda lejos del clásico del 76, pero no tiene desperdicio.

Ojometro:
***