martes, 25 de abril de 2017

Crítica: Bethany (2017)


Película dirigida por James Cullen Bressack (Blood Lake: Attack of the Killer Lampreys), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto al protagonista Zack Ward. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado 7 de abril dentro de los Estados Unidos, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de la muerte de su madre, Claire (Stefanie Estes) y su esposo se mudan a la casa en donde ella pasó su infancia. Sin embargo, ya estando ahí, ella empezará a ser acechada por una amiga imaginaria que tenía cuando era niña.  



Comentarios generales:

Producciones sumamente pequeñas son el pan de cada día dentro del género y eso no va a cambiar, sobre todo en estas épocas en las que filmar es un poco más sencillo que antes y existe un medio de promoción masivo como el internet. Mes tras mes salen varias de este tipo, es algo común; sin embargo, lo que no es tan común es ver a nombres relativamente conocidos aparecer en estas, así que cuando vi los de Shannen Doherty y Tom Green mi curiosidad por Bethany se elevo un poco más de lo habitual; aunque al final me lleve una no tan sorpresiva decepción.

En gran medida porque lo que nos regalan Bressack y Ward es algo muy parecido a otro trabajo previo suyo, con diferentes argumentos claro está, pero con una línea peligrosamente similar que al combinarla con temas ligados a espíritus del pasado no solo se siente genérica y arcaica, sino que además la convierte en algo demasiado aburrido de ver. Esto porque el personaje de Claire es uno con el cual no se siente empatía alguna desde un inicio y eso inmediatamente provoca que todas las situaciones diseñadas para mostrar, ya sean sus problemas de la niñez o los actuales, no generen los niveles de suspenso/terror esperados para que ayuden a sobrellevar de mejor manera algo que está diseñado bajo la idea de desarrollarse a un ritmo lento.

Lo cual tampoco se ve beneficiado ante el hecho de que las acciones se vuelven repetitivas demasiado rápido; de pronto todo se centra en poner al personaje principal a tener sueños o alucinaciones que, más allá de ser visualmente atractivas, no tienen mucha sustancia detrás. Haciendo con esto del segundo acto uno en donde la sensación de que no pasa nada sea muy elevada, mucho más cuando el resto de los personajes solo están ahí como adornos o para realizar escenas sin importancia hasta que por unos breves lapsos uno de estos lleva a cabo una pequeñísima investigación que básicamente te revela el misterio central.

Los 15 minutos finales son los que la salvan de ser un bodrio insufrible. Principalmente porque es en la única parte en donde se logra que uno sienta pena por la situación que rodea a Claire y además se hace un trabajo decente para tratar de mantener el misterio lo menos predecible que se pueda, a pesar de que resulta más que evidente.  

Las actuaciones son bastante pobres, Estes realmente nunca te logra transmitir nada y Ward hace el mismo rol que ha hecho como en otras tres películas; mientras que Doherty y Green solo reciben tiempo muy contado en pantalla. La producción es de la línea que uno espera en filmes de bajo presupuesto: el trabajo de fotografía cuenta con algunas decisiones muy cuestionables, la dirección de arte es muy simple, el score es tal vez lo mejor de la película, el trabajo de sonido está ok, los efectos son medio arcaicos pero cumplen y la labor de maquillaje es aceptable.

Opinión final: Bethany es realmente aburrida. Una película del montón de la cual nadie se va a acordar en unos cuantos meses.

Ojometro:
**