martes, 10 de noviembre de 2020

Critica: Train to Busan Presents: Peninsula (2020)

Secuela dirigida nuevamente por Sang-ho Yeon (Train to Busan), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Ryu Yong-jae. Se estrenó en cines dentro de Corea del Sur durante el mes de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 5 de noviembre. Recaudando hasta la fecha $37.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Han pasado cuatro años desde que Corea del Sur se vio infectada por un misterioso virus y se encuentra completamente infestada de zombies. Nadie se atrevería a volver a entrar ahí, pero al ex soldado Jun-seok (Dong-Won Gang) le llega una oportunidad que lo hará regresar y encontrarse con una tierra que no está tan inhabitada como pensaba.


Comentarios generales:

No exagero al decir que la primera Train to Busan no solo es una candidata a ser la mejor película de zombies en lo que va del siglo XXI, sino que además es probablemente una de las diez películas de terror más relevantes de los 2010s. Sin duda un nivel de reconocimiento que cualquier trabajo quisiera tener, pero que también se volvió casi de inmediato una carga enorme para su secuela debido a que parecía imposible poder realizar algo de ese calibre una vez más y Peninsula solo vino a confirmarlo.

Aunque el hecho de que de no haya podido alcanzar a la primera entrega no significa que lo traído por Sang-ho Yeon sea malo, en realidad es bastante entretenido y en gran medida se debe a que opta seguir un camino muy a la Romero en el que su meta no es profundizar en lo ocurrido durante el primer filme (solo menciona ciertos detalles), sino centrarse en una historia ajena a los hechos anteriores para expandir el grado de devastación ocasionado por el virus y en base a esto construir una experiencia totalmente diferente en la que evidentemente los zombies siguen siendo la mayor amenaza, pero la decadencia humana es igual de peligrosa.

Un enfoque que no es nada nuevo con este tipo de trabajos y para no caer en lo repetitivo con una trama tan simple mejor se opta por ofrecer algo mucho más cargado hacía la acción que ayude a proporcionar un ritmo frenético por naturaleza y por medio de esto disimular las flaquezas en lo que se refiere al desarrollo. Lo cual funciona bastante bien durante el primer acto; sin embargo, para el segundo no tanto. 

Ya que en este punto las cosas empiezan a tambalearse debido a que cuando se tienen que hacer pausas para establecer determinadas situaciones la película se torna un tanto aburrida precisamente porque los conflictos entre los humanos son muy vagos y por lo consiguiente lo que les pueda pasar a estos no te resulta tan interesante. Además la sensación de peligro que tendría que existir en todo momento desaparece porque los zombies son dejados en un segundo plano por algunos minutos. 

Algo que afortunadamente se soluciona durante la parte final debido a que todo el frenetismo regresa y con ello también se añade más espectacularidad. Dejando así un cierre lleno de disparos, persecuciones y zombies que resulta agradable en términos generales, a pesar de que se va por el camino más fácil para diferenciarse de lo que vimos hace cuatro años.

Las actuaciones están bien, por ahí tiene alguno que otro personaje medio caricaturesco pero en general el elenco cumple para sacar adelante una trama que no presenta demasiada complejidad. La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está impecable, el score es agradable, el trabajo de sonido es espectacular, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Train to Busan 2 está entretenida. Definitivamente no se encuentra a la altura de su predecesora, pero como una película de acción con zombies es divertida.

Ojometro:
***