martes, 24 de noviembre de 2020

Crítica: Triggered (2020)

Producción sudafricana dirigida por Alastair Orr (From a House on Willow Street), cuyo guión fue escrito por David D. Jones. Se estrenó directamente en VOD dentro de Canadá y los Estados Unidos el pasado 6 de noviembre, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 29 de diciembre.

Sinopsis:

Después de una noche de fiesta dentro del bosque, nueve amigos se despiertan con unas bombas atadas a sus cuerpos. Desconcertados y sin saber qué hacer, todos deciden trabajar en equipo para encontrar una solución… hasta que descubren que la única forma de sobrevivir es matándose entre ellos.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde pareciera que está mal realizar películas que utilicen fórmulas simples para entretener a la audiencia. Un fenómeno que no es algo exclusivo del género de terror, sino de la industria en general, pero aquí se suele magnificar por diversas razones y como consecuencia muchos trabajos son ignorados sin importar si el producto final es uno mucho más agradable de lo que se esperaría. Tal como es el caso con Triggered.

Una propuesta a la que desde un inicio se le etiquetó como un simple clon de Saw por su temática, aunque la verdad cuenta con los suficientes elementos para tener una identidad propia sin negar su fuente de inspiración. 

En gran medida porque Alastair Orr se toma todas las libertades necesarias para ofrecer la experiencia más caótica y sangrienta posible, donde salvo por los primeros 15 minutos todo lo demás es un recorrido lleno de violencia y desesperación por medio de un juego que utiliza el tiempo como la excusa perfecta para reflejar el sentido de urgencia desde muy temprano. Lo cual sin duda es un concepto simple, pero que garantiza que las acciones cuenten con un ritmo frenético en todo momento y las muertes con una justificación sólida que además explote el tema de las mentiras o las relaciones frágiles existentes dentro de este grupo de amigos. 

Quienes conforme van pasando los minutos revelan su verdadera cara y con ello se logran construir situaciones intensas que para el segundo acto ofrecen buenos momentos de impacto, aunque también algunos otros un tanto fastidiosos que caen en la repetitividad e incluso en ciertos sentimentalismos que resultan medio bobos ante la apremiante situación que están viviendo.

Detalles que afortunadamente no afectan a una parte final que resulta por demás disfrutable. Ya que aquí no solo se contesta la principal duda de todas, sino que además se eleva el nivel de violencia para llevar así a un conflicto definitivo que entre su predictibilidad logra ofrecer cierta sorpresa y en términos generales un cierre gratificante.

En cuanto a las actuaciones todo el elenco cumple con el nivel de intensidad necesario para este tipo de historia y es difícil decir que alguien resalta por encima del resto. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido es bastante bueno y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Triggered me gustó. Película simple y sangrienta que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****