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viernes, 8 de febrero de 2019

Crítica: Velvet Buzzsaw (2019)


Película escrita y dirigida por Dan Gilroy. Se estrenó a nivel mundial el pasado 1 de febrero por medio de Netflix.

Sinopsis:

Después de que fueran descubiertas una serie de pinturas de un artista desconocido que cautivan a todos los expertos, una fuerza sobrenatural empieza a tomar venganza sobre aquellos que han permitido que su codicia se interponga en el camino del arte.



Comentarios generales:

Netflix sigue apostando por el género de terror y en este 2019 no tardó demasiado para ofrecer su primera propuesta de peso con Velvet Buzzsaw. Una producción que desde que fue revelada captó mucho interés gracias a su elenco de primer nivel y porque su premisa auguraba una experiencia poco convencional que ciertamente ofrece, aunque no con los resultados espectaculares que esperaba encontrar.

Y es que lo que nos trae Gilroy es un thriller al cual cuesta trabajo encontrarle un propósito claro durante al menos todo el primer acto, ya que realmente en este periodo lo que vemos es más que nada una historia que desmenuza de manera bastante detallada e interesante lo que hay detrás del mundo del arte y lo que rodea a los artistas que lo crean. Algo que, tal vez si o tal vez no,  podría tratarse de una crítica un tanto oculta a lo que ocurre en el propio mundo del cine al presentar a este grupo de personajes que lucran con el arte sin crear absolutamente nada, anteponiendo sus negocios para imponer tendencias que los beneficien mientras que los verdaderos creadores son lo que menos les importa.

Realmente es mucho más adelante en el filme cuando los elementos ligados al terror entran en juego, más concretamente cuando se da a conocer al artista desconocido porque todo lo relacionado a sus obras añade un toque sobrenatural inmediato y hace que poco a poco el tono de la película vaya cambiando. Situación que ayuda a generar el ambiente propicio para ir eliminando el exceso de personajes con el que cuenta e ir revelando un pasado oscuro que ayude a brindar un poco de contexto.

Sin embargo, también hay que decir que entre todo esto los momentos para generar terror terminan por no tener gran peso en el desarrollo al quedar en meros sustos fáciles o en muertes sin demasiado significado.

La parte final me agradó. Para este punto la locura que maneja Morf Vandewalt (Gyllenhaal) es muy llamativa y la sensación de riesgo constante que gira en torno al resto de los personajes hace que está parte sea sumamente tensa ante el inevitable destino que les espera, ofreciendo así un pago satisfactorio a pesar de que deja ciertas cosas en el aire.

En el tema de las actuaciones la película cumple, aunque varias de estas sufren por el hecho de que hay demasiados personajes como mencione antes y eso limita demasiado el tiempo en pantalla para desarrollarlos de mejor manera. La producción es de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es estupenda, el score resulta agradable, el trabajo de sonido no tiene fallos, la labor de maquillaje es sencilla y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Velvet Buzzsaw está ok. Película que gustará o no dependiendo de la interpretación que le de cada quien.

Ojometro:
***

lunes, 11 de junio de 2018

Crítica: Hereditary (2018)


Primer largometraje del director Ari Aster, quien además es el escritor del guión. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México este pasado 8 de junio.

Sinopsis:

Cuando la matriarca de la familia Graham muere, su hija Annie (Toni Collette) y la familia de esta empezarán a desenredar los crípticos y aterradores secretos de su ascendencia mientras se ven rodeados por la tragedia. 



Comentarios generales:

Como he comentado en ocasiones anteriores, siempre que una película de terror empieza a hacer ruido fuera de los círculos habituales mi interés se dispara, no tanto porque piense que esas opiniones importen más, sino porque es una señal bastante clara de que hay algo lo suficientemente especial como para que hablen de esta y sin duda Hereditary es uno de esos casos. Aunque debo de decir que me sorprende que sea así considerando que se trata de un trabajo que no todo el mundo será capaz de digerir.

Esto porque Aster nunca tiene como objetivo principal el espantar con sustos fáciles cada cinco minutos o satisfacer con lo básico al espectador, inclinándose por un acercamiento mucho más metódico que permita ir construyendo una sensación de tensión constante por medio de elementos simples que ayuden a potenciar los momentos violentos con los que cuenta la película. Por lo cual tenemos un primer acto hasta cierto punto tranquilo, en donde vemos una historia que se centra en la forma en la que las personas manejan el duelo por la muerte de un ser querido y todo lo que puede desencadenar este periodo de inestabilidad emocional.

Sustentándose principalmente en el personaje de Annie pero también por medio de su hija Charlie, con quien poco a poco se integran situaciones extrañas que dejen ver que hay algo mucho más complejo detrás. Aspecto que se magnifica ante la idea visual que tiene el filme, ya que todo está pensado para que parezca como si los personajes fueran figuras dentro de una casa en miniatura que están siendo manipuladas por una fuerza superior.

Así avanza todo sin mayores contratiempos y es llegando al segundo acto cuando la película empieza a volverse más oscura gracias a un suceso de gran impacto que te toma por sorpresa y que eleva el nivel de intensidad de golpe, más no el ritmo. Ya que las cosas se siguen desarrollando de manera pausada, sin prisas; aunque empezando a utilizar de vez en cuando ciertos sustos para ir delimitando el camino satánico que existe y empezarlo explotar por medio de un conflicto familiar potente con el que se manejan diversos tipos de emociones y se logran generar algunas escenas perturbadoras.

Llevándote así a una parte final extraña que confirma muchas de las suposiciones, pero que sigue generando nuevas dudas con su desarrollo. Cayendo por momentos en un territorio peligroso en el que se puede perder cualquier lógica y del cual el director es lo suficientemente capaz de evitar para ofrecer así un cierre bastante claro y con mucha fuerza. Sin embargo, también deja abiertas ciertas cosas a la interpretación.

Con respecto a las actuaciones todo el elenco hace un buen trabajo, pero Toni Collette se cuece aparte. En verdad el trabajo que hace aquí es de otro nivel, ya que se trata de un personaje inestable por naturaleza que, a pesar de esto, siempre logra que el espectador se convenza de que en verdad no está loca y por determinados momentos uno pueda entender los motivos por los cuales es así.

La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score es genial, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Hereditary es una gran película. Terror poco convencional no apto para las masas que, en definitiva, no dejará a nadie indiferente.

Ojometro:
*****

jueves, 17 de diciembre de 2015

Crítica: Krampus (2015)


Película dirigida por Michael Dougherty (Trick 'r Treat), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Zach Shields y Todd Casey. Se estrenó en los Estados Unidos el 30 de noviembre pasado y desde entonces ha llegado a las salas de cine en diferentes países, incluido México. Recaudando hasta la fecha $38.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Cuando su disfuncional familia se la pasa peleando durante las festividades, el pequeño Max (Emjay Anthony) se decepciona y le da la espalda a la navidad. Lo que no sabe es que su falta de espíritu navideño ha liberado a Krampus: un demonio ancestral que hace pagar a aquellos que no creen y que hará de su nochebuena un auténtico infierno.



Comentarios generales:

Creo que un alto porcentaje de los fans del género se emocionaron al enterarse que Michael Dougherty estaba trabajando en una nueva película después de varios años de ausencia, lo cual era lógico considerando que hablamos de un director que fue en gran medida el responsable del renacer de las antologías. Además, el tema que tocaba en esta ocasión era uno interesante no solo por tratarse de la navidad, sino también por centrarse en un demonio al que no se le había dado mucha exposición; teniendo como resultado algo genial, ya que Krampus es sin duda la clase de película que el cine de terror necesitaba para estas fechas.

Y es que la verdad Dougherty nos trae de nueva cuenta una gran combinación de terror/fantasía/comedia que claramente tiene mucha inspiración de su trabajo previo, aunque con la clara diferencia de que ahora si puede desarrollar una historia oscura que a la misma vez sea amigable para un público mucho más extenso por medio de un mensaje que les llegará a todos por igual, ya sea que les guste o no la festividad. Esto al presentar a una familia altamente disfuncional que durante el primer acto se encarga de ofrecer momentos cómicos un tanto crueles que sirven como el detonante perfecto para el futuro infierno que les espera; generando así una simpatía por unos cuantos, pero antipatía por otros que a la postre será fundamental para disfrutar al máximo el inevitable destino que ellos mismos se buscaron con sus propias acciones.

Aunque sin duda lo mejor llega una vez que da inicio la nevada y con ello la verdadera esencia de esta película, ya que no solo esto ayuda a que todo el aspecto visual empiece a jugar un papel fundamental, sino que además proporciona el entorno ideal para generar buenas escenas de suspenso y establecer un escenario completamente adverso para la familia al ponerlos en una situación en donde corren peligro tanto fuera como dentro de la casa. Sin embargo, no todo es perfecto.

Uno de sus puntos en contra es que se tardan bastante tiempo en aparecer las amenazas, algo que no resulta tan frustrante como para dejar de verla, pero que sin duda le resta puntos considerando lo únicas que son y los beneficios que hubiera tenido al exponerlas durante más tiempo. Igualmente, creo que a la película falto un poco más de sangre, ya que la mayoría de las muertes se dan fuera de cámara.

La parte final es caótica y muy entretenida. Evidentemente el momento clave es la aparición de Krampus, la cual es imponente, pero también toda la acción con la que cuenta gracias a los enfrentamientos con sus ayudantes vale mucho la pena debido al tono cómico que se mezcla de manera natural con el terror para ofrecer momentos únicos.

Las actuaciones son todas sólidas, hay algunas caras reconocibles como Toni Collette, David Koechner o Conchata Ferrell (bajo lo que es una extensión de su personaje de Berta en Two & Half Men), pero más que nada se trata del conjunto por encima de alguien en particular. La producción es de muy buena factura: el trabajo de fotografía es excelente, sobre todo cuando inicia la tormenta de nieve; la dirección de arte es impecable, el score es sólido y los efectos, si bien por momentos un tanto caricaturescos, cumplen a la perfección con su cometido. 

Opinión final: Krampus fue una experiencia muy entretenida. De las mejores películas de terror navideñas que se han hecho.

Ojometro:
****