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viernes, 6 de diciembre de 2024

Crítica: Azrael (2024)

Película dirigida por E.L. Katz (ABCs of Death 2) y escrita por Simon Barrett. Se estrenó de manera limitada en cines y en VOD dentro de los Estados Unidos a finales de septiembre, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 21 de enero.

Sinopsis:

En un mundo en el que nadie puede hablar, una devota comunidad liderada por mujeres se encuentra cazando a una joven llamada Azrael (Samara Weaving). Quien escapó de su sacrificio para una antigua maldad en el bosque y que ahora peleará por mantenerse con vida.


Comentarios generales:

Hacer películas sin diálogos no es sencillo en la época actual dado a que el público está muy acostumbrado a que le expliquen absolutamente todo y ante la carencia de este elemento tan fundamental muchas veces no se sabe cómo reaccionar. Por ello es que Azrael resultaba una película interesante en muchos aspectos, aunque al final los propios riesgos que toma la terminan perjudicando más de lo que le ayudan.

Y es que con excepción de un breve texto en la introducción, lo presentado por Katz invita a que sea el propio espectador quien deduzca absolutamente todo por medio de algunas pistas muy sutiles a lo largo de los casi 85 minutos de metraje. Lo cual hace que la historia pueda ser confusa e inentendible para muchos, pero también es cierto que esta decisión y la carencia de diálogos llevan a que cada acción de nuestra protagonista sea interesante dado a que la inmersión que se logra es profunda; en especial con aquellas escenas que involucran amenazas de naturaleza salvaje que de inmediato añaden shock tanto por su comportamiento como por su apariencia.

Generando con esto una atmósfera tensa y un tono bastante oscuro que ayudan a darle algo de forma a este mundo apocalíptico en el que Azrael poco a poco va incrementando su instinto de supervivencia a base de situaciones que añaden distintos niveles de tensión. Aunque desafortunadamente también hay que decir que justo a partir del segundo acto se empiezan a notar ciertas incoherencias que vuelven tedioso el desarrollo y ante el poco contexto brindado para el resto de los personajes cada situación que los involucra no parece tener ningún propósito claro más que el de estar ahí porque sí y con la esperanza de que el espectador les proporcione una mayor lógica en su mente.

Dejándonos así ante una parte final que al menos desde el lado de la acción y del gore cumplen de manera satisfactoria. Sin embargo, las nulas respuestas brindadas hacen que el desenlace se quede más como una rareza y no como algo verdaderamente impactante.

En lo que respecta a las actuaciones nuevamente contamos con una Samara Weaving que domina a la perfección este tipo de personajes a los que les persiguen la violencia extrema e incluso sin decir una palabra se puede empatizar con ella. Aunque, por otra parte, el grupo de secundarios es bastante débil.

Y en cuanto a producción, tenemos una factura bien cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es un gran complemento, el trabajo de sonido es estupendo, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva a pesar de ser un tanto básica.

Opinión final: Azrael está ok. Película con decisiones polémicas que causará división, pero que vale la pena darle una oportunidad.

Ojometro:
*** 

viernes, 1 de noviembre de 2024

Crítica: Apartment 7A (2024)

Precuela dirigida por Natalie Erika James, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Christian White y Skylar James. Se estrenó a nivel mundial directamente en Paramount+ el pasado 27 de septiembre, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Terry Gionoffrio (Julia Garner) es una bailarina lesionada que atraviesa por un mal momento, hasta que un día se encuentra a una peculiar y acomodada pareja de ancianos que le darán un hogar sin saber que estará rodeada de fuerzas oscuras que no puede comprender.


Comentarios generales:

Hacer una precuela de “Rosemary's Baby” era un movimiento muy arriesgado debido a que la obra maestra de Polanski se sostiene por si sola y no necesita expandirse más allá de esos 137 minutos de duración, además de que al ya no existir el factor satánico sorpresa del final no hay manera de lograr los mismos resultados. Simplemente es un producto de su tiempo con todo lo que eso conlleva, dejando así a Apartment 7A en una posición compleja de la que realmente nunca sabe cómo alejarse por completo.

Ya que lo presentado por Natalie Erika James en cierta forma es una historia que básicamente nos quiere contar lo mismo que el filme de 1968 desde la perspectiva de otro personaje y eso significa un hándicap en contra dado a que desde el primer minuto sabemos lo que va a ocurrir, lo cual provoca que la experiencia sea vuelva pesada muy rápido. Además a eso hay que agregarle que durante los primeros 35/40 minutos la directora no tiene mucha prisa por explotar el terror y recarga todo el desarrollo hacía el drama, mostrándonos escenas en las que hay pocas cosas de interés que justifiquen la existencia de esta precuela para el espectador.

Simplemente todo se lleva a cabo según el librito, aunque durante el segundo acto se empieza a notar un poco más de ambición en la construcción de determinados momentos para tratar de añadir cierta potencia. Sobre todo cuando el tema satánico se expone de manera más predominante y se nos ofrecen ciertos pedazos de información sobre las acciones del culto; sin embargo, esto solo es tratado de una manera bastante superficial y rápidamente volvemos a caer en la dinámica predominante llena de dudas con respecto hacía si el enfoque debe de irse con la locura de la protagonista o de plano se debe de seguir manteniendo un límite en lo que se muestra en pantalla para apostarlo todo con una parte final más explosiva.

Siendo lo segundo lo que se termina dando y eso nos lleva a los que son los minutos de mayor intensidad. Donde nuestra protagonista por fin muestra un quiebre emocional y mental que ayuda a generar la tensión suficiente para poder magnificar el aspecto satánico y así por lo menos brindar un desenlace que deja buenas sensaciones a pesar su predictibilidad.  

Respecto a las actuaciones hay que decir que este es probablemente el rubro que termina salvando a la película de hundirse por completo, ya que Julia Garner lo hace bien y poco a poco su personaje se va ganando tu empatía ante una situación de la cual ella simplemente jamás tiene algún tipo de control. Mientras que Dianne Wiest (Minnie Castevet) nos trae un personaje excéntrico que a la vez puede resultar perturbador.

En cuanto a la producción claramente se puede notar una factura de película para streaming: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte no está mal, el score es poco convincente, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Apartment 7A está pasable. Una precuela innecesaria que probablemente solo sirva para que las nuevas generaciones sientan curiosidad por ver “Rosemary's Baby”.

Ojometro:
***

martes, 3 de septiembre de 2024

Crítica: Longlegs (2024)

Película escrita y dirigida por Osgood Perkins (The Blackcoat's Daughter, Gretel & Hansel). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 12 de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 29 de agosto; recaudando hasta la fecha $102.6 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En su búsqueda de un prolífico asesino serial, la agente del FBI Lee Harker (Maika Monroe) descubre una serie de pistas ocultas que ella misma tendrá que resolver para ponerle fin a la aterradora ola de asesinatos.


Comentarios generales:

Cuando se tengan dudas sobre lo importante que es contar con una buena promoción solo pónganse a analizar el caso de Longlegs. Una película de la que no se sabía demasiado y que de la noche a la mañana empezó a recibir teasers crípticos que poco a poco la convirtieron en un auténtico fenómeno viral que la colocó en ese pedestal de lo más esperado de 2024, dejándola así en una posición en la que siempre se tienen todas las de perder; sin embargo, este no fue el caso.

Y es que más allá de las diversas opiniones que pudiera llegar a generar, lo cierto es que lo presentado por Perkins tiene más cosas positivas que negativas y esto lo logra por medio de una historia que de inicio no es precisamente la más innovadora (incluso hace recordar por momentos a “The Silence of the Lambs”), pero va mutando en algo que sabe combinar de manera efectiva el thriller policiaco, el thriller psicológico y el satanismo para brindarle un sello propio.

Todo bajo un misterio que en cuanto a lo más superficial no es demasiado complejo dado a que nunca existe la intención de ocultar la apariencia total de Longlegs o negar sus vínculos con los asesinatos, dejando que sea realmente el aspecto satánico el que genere la mayor cantidad de dudas y en base a ello utilizar al personaje de Lee Harker como el medio para potenciar la rareza del caso. No solo por el hecho de que ella misma es alguien peculiar, sino también porque rápidamente se establece una conexión importante que solo añade más capas al enigma y, sobre todo, genera una sensación de peligro para nuestra protagonista que eleva el nivel de suspenso con el pasar de los minutos.

Siempre con un ritmo bien cuidado que permite ir generando una atmósfera de constante tensión que ayuda a no tener que recurrir a las escenas de shock de manera tan repetitiva, logrando con esto que cada una tenga su importancia en el desarrollo y por lo mismo dejen una impresión más marcada, sobre todo cuando Longlegs empieza a tener más exposición. Llevándonos a situaciones que le dan prioridad al aspecto satánico y con ello se atan de a poco algunos puntos de gran relevancia que llevan al encuentro entre nuestros dos personajes más importantes para brindar el que es indudablemente el momento de mayor impacto.

Algo que deja todo preparado para una parte final que sin duda puede ser polémica y un factor fundamental para que muchos no terminen por disfrutar del todo la película al optar por no ser tan ambigua y tratar de dar las respuestas más concretas posibles. Lo cual incrementa todavía más la sensación de rareza y ciertamente le brinda mucha potencia al desenlace, pero también es cierto que dichas respuestas son bastante abstractas y por lo mismo uno se puede quedar con más dudas que certezas.

Las actuaciones están muy bien con una Maika Monroe que sabe llevar el peso de la historia sin demasiados problemas por medio de un personaje que cuenta con sus propias dosis de excentricismo, pero con el que se puede sentir empatía. Aunque es indudable que quien se llevará toda la atención es Nicolas Cage en su papel de Lonlegs, no solo por su caracterización, sino porque en verdad logra ser sumamente perturbador a pesar de que su tiempo en pantalla no es tan extenso.

En cuanto a producción tenemos una factura de gran nivel: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de está bien cuidada, cuenta con un gran score, el trabajo sonido es sólido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta impecable.

Opinión final: Longlegs me gustó bastante. Película oscura y rara que logra casi todo lo que se propone de manera efectiva.

Ojometro:
*****

martes, 9 de abril de 2024

Crítica: The First Omen (2024)

Precuela dirigida por Arkasha Stevenson, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Tim Smith y Keith Thomas. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 5 de abril, recaudando hasta la fecha $17.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Margaret (Nell Tiger Free) es una joven estadounidense enviada a Roma para que inicie su vida como monja, pero estando ahí encontrará una oscuridad que la hace cuestionar su fe y revela una aterradora conspiración para lograr el nacimiento del anticristo.


Comentarios generales:

Siempre he pensado que “The Omen” es un producto muy de su época y tratar de replicar su estética setentera, así como lograr un impacto significativo con un tema tan explotado no es nada sencillo. Por eso es que cuando se anunció The First Omen me tome con mucha cautela lo que podría llegar a ser este proyecto, sobre todo porque vivimos en tiempos en los que los estudios están tratando de exprimir las franquicias de terror lo más que se pueda debido a su rentabilidad, pero al final lo que me encontré es una precuela más que digna.

Y es que lo traído por Stevenson no pretende integrar mil cosas de golpe al universo de The Omen y mejor se opta por seguir un camino no tan apantallante, pero si lo suficientemente competente para lograr que esta historia vaya adoptando poco a poco la esencia de la franquicia. Presentándonos a una protagonista tan pura como Margaret que tiene que lidiar con el entorno más hostil, alocado y misterioso de Roma para generar así durante el primer acto un contraste idóneo con el que se van construyendo distintos tipos de sucesos en los que se implanta claramente la idea de que existe algo retorcido a su alrededor, no solo por su acercamiento con Carlita, sino también por otro tipo de cosas.

Logrando así que en todo momento existan dudas y mucho misterio, lo cual ayuda a generar una atmósfera pesada que se va magnificando conforme el lazo Margaret/Carlita se vuelve más fuerte. Llevando a momentos que aportan las dosis de impacto necesarias para que el ritmo jamás decaiga y se pueda ir desarrollando una problemática mucho más profunda con la que se explote el tema satánico teniendo a la iglesia muy involucrada; además de que poco a poco los peligros se vuelven más complejos de afrontar para nuestra protagonista debido a que se encuentra completamente rebasada tanto por los individuos que quieren frenarla como por ciertas revelaciones que cambian por completo el rumbo de la parte final.

Una que resulta visualmente potente, oscura y con un grado de intensidad agradable. Aunque lo más importante es que esclarece las dudas principales en lo que respecta a la conexión con la película de 1976 y además integra cosas nuevas que establecen las bases para poder seguir con esta línea de sucesos si es que hay interés por expandir la franquicia.

En cuanto a las actuaciones la verdad es que Nell Tiger Free está muy bien, logra desde temprano que su personaje te importe y el progresivo cuestionamiento a sus creencias funciona a la perfección. Además de que el grupo de secundarios le ayuda a desarrollar de manera sólida situaciones de mayor shock.

Mientras que en producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es tremendo, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The First Omen me gustó. Una precuela sólida que sin duda es lo mejor que la ha pasado a la franquicia desde la película original.

Ojometro:
****

martes, 6 de junio de 2023

Crítica: Malum (2023)

Reboot/remake dirigido por Anthony DiBlasi (Cassadaga, Last Shift), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Scott Poiley. Se estrenó en VOD y formato digital el pasado 18 de mayo dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Jessica Loren (Jessica Sula) es una oficial de policía novata que pide el último turno para vigilar la antigua estación de policía en un intento desesperado para descubrir la misteriosa conexión entre la muerte de su padre y un peligroso culto.


Comentarios generales:

No es muy común que sea el propio director quien decida hacer un reboot de una película suya en un periodo de tiempo relativamente corto, sobre todo porque existen ciertas reglas no escritas sobre la temporalidad para que esto se dé. Siendo el caso de Sam Raimi con "Evil Dead 2" el otro que se me viene a la mente en estos momentos, aunque en aquella ocasión se trató de un remake y secuela a la vez.

Ante esto evidentemente Malum se convirtió en uno de los proyectos más interesantes de 2023 debido a que la película original de 2015 (Last Shift) en general no era una a la que le urgiera una nueva versión. Sin embargo, ante la posibilidad de tener más presupuesto entiendo perfectamente por qué DiBlasi y Poiley se atrevieron a realizar una movida como esta, simplemente era una oportunidad única para expandir su propia idea que no podían dejar pasar y la verdad no la han desaprovechado.

Ya que aunque no llega a los niveles de la original, lo cierto es que en está ocasión DiBlasi tiene la oportunidad de profundizar un poco más en una historia que sigue manteniendo su base intacta y de hecho durante la primera media hora la diferencia es mínima, pero ahora le proporciona al personaje de Jessica un mayor contexto sobre su vida para que el espectador pueda sentir empatía hacía ella. Siendo esto un punto a destacar porque la manera en la que se establece la conexión de su familia con el culto es más directa y eso hace que resulte un poco más comprensible sin que se pierda ese lado críptico en determinadas escenas que lo usan para ir estableciendo el aspecto tétrico de la película.

La cual ciertamente avanza a un ritmo bastante agradable durante la primera hora al combinar imágenes y sonidos que ayudan a envolverte por completo en lo que estás viendo, lo cual tiene como consecuencia que varios de los jump scares cuenten con un buen nivel de efectividad y con ello la tensión sea elevada. Aunque también llega un punto en el que se nota cierto sobreuso de estos para tratar de maquillar el hecho de que lo referente al culto no está tan bien estructurado como se pensaba y empieza a caer en situaciones un tanto absurdas que no parecen tener un propósito claro o simplemente no encajan del todo con la dinámica general.

Algo que afortunadamente no afecta a una parte final que es probablemente mejor que la versión original y no porque mantenga la gran revelación mejor guardada (que no es el caso), sino porque es mucho más intensa y oscura. Llevando el tema satánico a otra escala a base de violencia y sangre que ayudan para que el desenlace cuente con el gran impacto que se necesitaba.

Las actuaciones son buenas y sin duda Jessica Sula tiene mucho merito por cargar con una historia que depende prácticamente en un 95% de ella para poder funcionar. Mientras que en producción si se nota que hubo mayor presupuesto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte discreta, el score es sólido, el trabajo de sonido impecable, los efectos están muy bien logrados y la labor de maquillaje es de primer nivel.

Opinión final: Malum me gustó. Por ciertos detalles prefiero la versión de 2015, pero este reboot vale mucho la pena.

Ojometro:
****

domingo, 14 de mayo de 2023

Crítica: From Black (2023)

Película dirigida por Thomas Marchese, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jessub Flower. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cora (Anna Camp) es una drogadicta en recuperación llena de culpa por la desaparición de su pequeño hijo y mientras se encuentra buscando un cierre le llega una bizarra propuesta para saber lo que verdaderamente ocurrió… si es que está dispuesta a aceptar el aterrador precio que debe pagar.


Comentarios generales:

Cuando leí la sinopsis de From Black y posteriormente vi su trailer lo primero que se me vino a la mente fue “A Dark Song” de 2017 debido a que ambas premisas eran prácticamente idénticas, así que inmediatamente pensé que se trataba de algún tipo de remake. Sin embargo, para mi sorpresa ese no fue el caso y eso generó ciertos conflictos en mi manera de analizarla debido a que jamás pude quitarme de la cabeza que esto ya lo había visto en otra parte.

Y es que a pesar de que lo presenta Marchese es una historia original, la verdad es que resulta casi imposible no compararla con la tediosa película irlandesa dado a que tanto en sus virtudes como en sus defectos son prácticamente idénticas. Especialmente durante una primera mitad en donde el espectador tiene que lidiar con un camino bastante empedrado que retará su paciencia ante el poco terror que se presenta gracias a una intercalación de líneas temporales que tratan de generar muchas preguntas con respecto a las acciones de Cora, pero también darte el contexto necesario para entender por qué aceptó realizar el ritual con un desconocido sin que realmente ninguna de sus interacciones sean demasiado interesantes.

Ante esto el ritmo resulta lento y eso nunca cambia, pero una vez que se empieza a llevar a cabo dicho ritual las cosas mejoran al lograr construir ciertas situaciones que hacen que el tono vaya volviéndose más oscuro y se logre de manera efectiva vender el riesgo que todo esto representa. Logrando generar una tensión suficiente por medio del demonio que es convocado y por lo consiguiente durante el segundo acto vender la idea de que nuestra protagonista está expuesta al peligro en cualquier momento y hacerte suponer que tendremos una parte final verdaderamente intensa y, a lo mejor, sangrienta.

Algo que tristemente solo se queda en una simple suposición debido a que nunca se atreven a ir más lejos en cuanto a la violencia en pantalla. No como para decir que es mala porque si cuenta con algunas cosas interesantes, nada más que el desenlace como tal nunca tiene un gran impacto y terminan sobre elaborándolo de manera innecesaria.

De las actuaciones solo puedo decir que Anna Camp hace un trabajo correcto para sacar adelante un personaje que por varios momentos se vuelve un tanto fastidioso. Mientras que en producción hay buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada espectacular, el score no está mal, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: From Black es aceptable. Película con buenos momentos que jamás logra ser lo devastadora que debería.

Ojometro:
*** 

viernes, 5 de mayo de 2023

Crítica: The Devil Conspiracy (2023)

Producción checa dirigida por Nathan Frankowski y escrita por Ed Alan. Se estrenó en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, mientras que en México hizo lo propio a finales de marzo; recaudando en taquilla nada más $959,011 dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Una poderosa compañía de biotecnología ha logrado crear clones de las figuras más importantes de la humanidad con solo una gota de ADN. Aunque detrás de ellos se encuentra un grupo satánico que roba el sudario de Turín para obtener el ADN de Jesucristo, clonarlo y ofrecérselo como ofrenda a Lucifer.


Comentarios generales:

En un género en donde hemos visto desde tomates asesinos hasta tiburones voladores resulta difícil poder sorprenderse por alguna premisa extravagante, pero de vez en cuando existen proyectos que te hacen cuestionar severamente no tanto a quiénes los crearon, sino a quiénes dieron luz verde para financiarlos debido a que es claro que van a sufrir para recuperar su dinero y sin duda The Devil Conspiracy es uno de esos ejemplos.

Y es que lo traído por Frankowski es una historia demasiado absurda a la que quieren manejar como si se tratara de algo sumamente serio y por eso mismo en ningún momento logra captar tu interés a pesar de que el concepto como tal, al menos en toda la parte bíblica, es relativamente simple. Lo cual tendría que facilitar las cosas de cierto modo, sin embargo, ya desde el primer acto se pueden notar diversos problemas ante lo tremendamente acelerado del desarrollo y con ello muchas de las cosas que ocurren se vuelven datos anecdóticos que tal vez tengan algún tipo de relevancia (o no) más adelante.

Especialmente una vez que se integra el tema biotecnológico a la ecuación debido a que este empieza a acaparar absolutamente todo y con ello mucho de los aspectos más fantasiosos se sienten fuera de lugar. Provocando con esto una mezcla rara que hace que cada situación sea más ridícula que la anterior dentro de un conflicto en el que jamás logran generar la suficiente tensión como para que por lo menos exista un peligro convincente que te haga olvidar todo lo demás, sobre todo durante una segunda mitad que se va haciendo más pesada conforme avanzan los minutos y no muestra ningún avance significativo en las acciones.

Todo para llegar a una parte final en donde nos topamos con un revoltijo de ideas sin rumbo que tratan de disimularlo sin demasiado éxito por medio de un ligero incremento en la violencia y la acción, lo cual por lo menos le da algo de vida a un desenlace que carece por completo de un impacto significativo considerando el propósito que había detrás de la clonación.

Las actuaciones no están taaan mal para lo que es la película en general, pero tampoco hay alguna que valga la pena destacar. Mientras que en producción tiene una factura decente: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es correcta, el score llega a fastidiar por momentos, el trabajo de sonido es limpio, los efectos no son los mejores y la labor de maquillaje es sólida.

Opinión final: The Devil Conspiracy es mala. Película absurda que se toma demasiado en serio y por eso mismo falla en su propósito de entretener.

Ojometro:
**

viernes, 5 de agosto de 2022

Crítica: The Nanny's Night (2022)

Producción española hablada en inglés que fue escrita y dirigida por Ignacio López. Se estrenó dentro de los Estados Unidos el pasado 14 de junio tanto en VOD como en formato físico.

Sinopsis:

Bianka (Ana Garberí) toma el trabajo de niñera por una noche. Todo para descubrir que ella forma parte de una secta en online y será esa misma noche cuando su ritual de aceptación se llevará a cabo, el cual consiste en sacrificar a una virgen.


Comentarios generales:

No es raro encontrar películas que tengan grandes similitudes entre ellas, ya que al final de cuentas vivimos épocas en las que la originalidad dentro de la industria del cine no es precisamente abundante. Así que cuando uno veía el trailer de The Nanny's Night no podía evitar compararla con otro trabajo relativamente reciente como “The Babysitter”, las similitudes eran demasiadas y difícil de ignorarlas; sin embargo, mientras la película fuera entretenida eso iba a quedar en segundo plano, pero este no ha sido para nada el caso.

Y es que lo presentado por López solo queda parado como una copia sin brillo que sufre desde el primer acto para solidificar todo el tema satánico que se supone tiene que guiar la historia. En especial porque durante la primera media hora lo que vemos se desarrolla de manera muy lenta y, salvo por una breve escena de “Night of the Living”, no tiene nada que tenga que ver con el género de terror; de hecho, trata de ridiculizarlo de cierta manera con algo de humor poco efectivo que termina siendo una constante por lo que resta del metraje.

Un problema que con el pasar de los minutos se va magnificando debido a que, una vez que se entra de lleno al tema del sacrificio, el uso de bromas y chistes se explota de una manera ridícula. Al grado de que realmente nada de lo que ocurre puede proporcionar tensión gracias a que con cada intento siempre se termina optando por romper lo construido con humor hueco y provocando de paso que los personajes te resulten increíblemente fastidiosos la mayoría del tiempo.

Ante esto el avance se hace eterno a pesar de no ser una película tan larga y ya cuando se trata de rectificar el camino durante la parte final todo está perdido. Lo cual es una lástima porque por algunos minutos se logra ofrecer algo decente con cierto nivel violencia e impacto visual que le brinda fuerza a un desenlace que, por otro lado, se siente demasiado forzado.  

Las actuaciones en general no son muy buenas que digamos, por ahí solo la propia Ana Garberi tiene alguno que otro momento destacado pero nada como para volarte la cabeza. Y en cuanto a producción tenemos una mezcla de cosas no tan buenas y unas rescatables: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte deja que desear, el score es bastante agradable, el trabajo de sonido tiene ciertos fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje no es nada especial.   

Opinión final: The Nanny's Night es muy mala. Evítenla a toda costa.  

Ojometro:
*

viernes, 22 de julio de 2022

Crítica: The Twin (2022)

Producción finlandesa dirigida por Taneli Mustonen (Lake Bodom), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Aleksi Hyvarinen. Se estrenó en cines dentro de Finlandia durante el mes de abril, mientras que en México hizo lo propio el pasado 14 de julio.

Sinopsis:

Después de un trágico accidente que le costó la vida a uno de sus gemelos, Rachel (Teresa Palmer) junto a su esposo y su hijo Elliot se mudan al otro lado del mundo para reconstruir sus vidas. Aunque pronto su tranquilidad se verá afectada cuando algo trata de apoderarse del alma de Elliot haciéndose pasar por su hermano muerto.


Comentarios generales:

En tiempos recientes Shudder se ha vuelto un actor importante para el cine de terror no solo por el hecho de ser un servicio de streaming dedicado a este, sino porque también se ha vuelto un distribuidor de películas para que lleguen a otros países en las que el servicio no está disponible. Sin embargo, muchos creen que sus propuestas son demasiado pretensiosas o simplemente se parecen demasiado una de la otra, lo cual le ha generado cierta reputación negativa entre muchos fanáticos y The Twin probablemente no haga más que avivar dichos pensamientos.

Y es que lo traído por Mustonen es un producto que no presenta demasiadas novedades más allá de la presencia de Teresa Palmer en un rol maternal, lo cual trae a la mente rápidamente a “The Cellar” (otra película de Shudder). Con una historia que no es que desborde originalidad y que durante el primer acto te hace ver que será una experiencia en la que se requerirá de mucha paciencia por parte del espectador gracias a un ritmo extremadamente lento y una dinámica de madre/hijo que resulta desesperante hasta el punto de que jamás se logra generar empatía por la situación que viven.

Algo que al menos tendría que provocar considerando el camino cuasi satánico que va tomando, donde cada acción se construye bajo dudas y misterios, pero se queda a medias ante el pobre desarrollo del resto de los personajes y porque realmente cada momento que parece relevante no lleva a ningún lado al regresar siempre al mismo punto en repetidas ocasiones con Rachel siendo histérica por todo lo que ocurre. Lo cual pretenden solventar con algunos sustos que en primera instancia resultan útiles para construir cierta atmósfera de peligro, aunque estos son utilizados de manera tan poco imaginativa que terminan por volverse intrascendentes la mayoría de las veces.

Dejando así que toda la posible efectividad de la película recaiga en una parte final que ciertamente contiene un nivel de tensión adecuado y se atreve a mostrar un poco más de violencia. Sin embargo, lo verdaderamente importante es un giro que bajo otras circunstancias probablemente hubiera funcionado de mejor manera ante lo bien camuflado que se encuentra, pero que ante lo tardado (y pesado) que resulta llegar a este punto no logra tener el impacto que debería.

En cuanto a las actuaciones, la verdad es que Teresa Palmer logra una transición efectiva ahora en el papel de madre con muchos traumas y de no ser por ella las cosas serían peores. Mientras que en producción podemos ver lo mejor del filme: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sobria, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos y tanto los efectos como la labor de maquillaje son discretos.

Opinión final: The Twin es aburrida y decepcionante. Película cuyo giro final no es suficiente como para salvarla de ser totalmente olvidable.

Ojometro:
** 

viernes, 25 de febrero de 2022

Crítica: The Long Night (2022)

Película dirigida por Rich Ragsdale (Ghost House), cuyo guión fue co-escrito por Mark Young y Robert Sheppe. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 5 de abril.

Sinopsis:

El tranquilo fin de semana de una pareja toma un giro extraño cuando un culto y su maniático líder pretenden cumplir una profecía apocalíptica.


Comentarios generales:

Las películas sobre cultos tienden a volverse un tanto genéricas debido a que un gran porcentaje de estas suelen seguir una estructura similar, convirtiéndolas en experiencias poco llamativas para muchas personas. Un problema que en mi caso no suele ser tan importante debido a que es una temática que me resulta atractiva y siempre espero encontrar al menos algo interesante; sin embargo, The Long Night ha retado mi paciencia como pocos trabajos de este tipo últimamente.

Ya que lo presentado por Ragsdale es de esas historias predecibles que no llevan a ningún lado y mejor se opta por alargarlas lo más que se pueda mientras se integran elementos al azar que tal vez logren generar interés en el espectador. Algo que se aprecia de manera muy clara durante una primera media hora en la que básicamente se te confirma el “misterio” en cuestión de minutos gracias al lugar de origen de la protagonista y después se trata de perder tiempo explotando la locación por medio de secuencias aburridas con alguno que otro simbolismo que no añade demasiado a la experiencia.

Siendo hasta la aparición del culto durante el segundo acto cuando se incrementa un poco el nivel de intensidad y salen a relucir determinados elementos supernaturales, pero esto no se traduce en una mejoría significativa debido a que con su presencia las acciones se vuelven incluso más repetitivas. Al grado de que se tiene que introducir de manera forzada y breve a un personaje cuyo aporte es nulo en la trama para tratar de ofrecer algo distinto dentro de esta dinámica carente de sustancia.

Simplemente todo avanza con una lentitud desesperante y realmente nunca se logran construir momentos que te hagan sentir gran preocupación por la pareja protagonista, quienes para este punto solo están ahí de adorno esperando a ser capturados de manera inevitable. Lo cual termina afectando a una parte final en la que ni siquiera una revelación de peso logra cambiar mucho las cosas, dejándonos ante un cierre carente de fuerza que por lo menos no deja ninguna pregunta al aire.  

De las actuaciones tenemos a una Scout Taylor-Compton (Grace) que hace lo que puede con un personaje poco interesante, mientras que Nolan Gerard Funk (Jack) resulta odioso la mayoría del tiempo sin que realmente tenga que serlo. En cuanto a producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte discreta, el score es lo mejor de la película, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje efectiva.

Opinión final: The Long Night es aburrida. Película de cultos en la que no pasa nada que les hará perder su tiempo.

Ojometro:
**

viernes, 5 de noviembre de 2021

Crítica: Paranormal Activity: Next of Kin (2021)

Séptima entrega de la franquicia, la cual está dirigida por William Eubank (Underwater) y escrita por Christopher Landon. Se estrenó a nivel mundial directamente por Paramaount+ el pasado 29 de octubre.

Sinopsis:

Margot (Emily Bader), una joven que fue abandonada por su madre cuando era bebé, viaja a una apartada comunidad Amish junto a un equipo de filmación para conocer a sus parientes y encontrar respuestas sobre su pasado.


Comentarios generales:

A pesar de que durante 2015 se dijo que “The Next Dimension” sería la última entrega, la verdad es que muy pocos lo creyeron debido a que Paranormal Activity es demasiado rentable como para dejarla en la congeladora y por ello cuando se anunció su regreso de manera exclusiva para Paramaount+ a nadie le tomó por sorpresa. Aunque lo que si fue sorpresivo fue saber que Next of Kin iba a ser un reinicio para la franquicia, lo cual parecía una decisión extraña considerando que esta no es tan vieja; sin embargo, una vez terminado el visionado cobró mucho sentido.

Y no es porque lo presentado por Eubank y Landon sea una maravilla, sino porque si logran construir de manera relativamente simple una nueva mitología que dará bastante contenido para los próximos años.

Todo por medio de una historia con la que no se rompen la cabeza en términos de originalidad y que durante la primera media hora no se diferencia mucho de otras tantas películas que manejan una premisa similar. Siendo lo más atractivo el ver como en cuanto a producción esta es la entrega más cuidada de todas y también como el tema del found footage en primera persona en está ocasión no es tan estricto debido a que el director realmente utiliza otros ángulos de cámara sin una justificación lógica cuando la escena así lo necesita.

Aspectos técnicos que son interesantes pero que no evitan que el visionado resulte aburrido debido a que no existen demasiadas situaciones para recordar desde el lado del terror y la extravagancia de la propia comunidad Amish se desgasta de manera rápida, aunque una vez que empiezan a salir a la luz los misterios que ocultan hay una mejoría evidente. Sobre todo porque el tono se vuelve más oscuro, se incrementan los jump scares y los aspectos satánicos logran generar algunos momentos de tensión efectivos para ir preparando el camino de lo que será una parte final en la que se ponen absolutamente todas las esperanzas para dejar un impacto positivo.

Algo que sin duda logran gracias a que es por mucho lo mejor de la película y en general lo que la salva de ser totalmente intrascendente. Sustentándose en una persecución que abarca diferentes escenarios y en general es puro caos del bueno; donde la violencia se magnifica para establecer precisamente un nuevo peligro que, en teoría, será la base de lo que podría venir en futuras secuelas.

Sobre las actuaciones tenemos lo habitual con una Emily Bader que hace un trabajo correcto en lo que se refiere a los gritos e intensidad que esta clase de historias necesitan. Además de que Dan Liper (Dale) como aporte cómico secundario tiene algunos momentos bastante graciosos con la comunidad.

En cuanto a producción, tal como lo mencione anteriormente, esta es la entrega más cuidada en ese sentido: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje resulta efectiva. 

Opinión final: Next of Kin está apenas pasable. Entrega genérica a la que la salva su parte final, pero que definitivamente le dará nueva vida a la franquicia.  

Ojometro:
***

martes, 8 de junio de 2021

Crítica: The Conjuring: The Devil Made Me Do It (2021)

Película dirigida por Michael Chaves (The Curse of La Llorona) y escrita por David Leslie Johnson-McGoldrick. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 4 de junio, recaudando $57.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) se ven involucrados en el exorcismo de un niño que es totalmente diferente a todos los que han visto. Y las cosas solo empeoran cuando aparentemente el demonio responsable ha tomado el cuerpo de alguien más y tendrán que demostrarlo en la corte.


Comentarios generales:

“The Conjuring” y “The Conjuring 2” son dos películas del más alto calibre dentro del género de terror que dejó la década de los 2010s, así que cualquier cosa que se pretendiera hacer para seguir exponiendo a los Warren en pantalla iba a cargar con una presión enorme y más ante la ausencia de James Wan tras la cámara. La cual auguraba muchos cambios en la presentación general de la película dado su estilo tan marcado.

Por ello es que The Conjuring: The Devil Made Me Do It me resultaba sumamente intrigante, simplemente podía salir cualquier cosa y al final, aunque claramente es la más débil de la tres, logra ofrecer lo suficiente como para poder hacerse de un lugar por sí misma en este universo.

Y esto se debe a que Chaves nos trae la que es la entrega que se sustenta más en la acción y no tanto en la construcción paciente del terror, algo que se puede notar de inmediato con el explosivo inicio que tiene. Solidificando esta visión con un primer acto en donde lo primordial evidentemente es plantear la complejidad que representa este caso en particular al involucrar al sistema penal, pero también dejar en claro que el desarrollo como tal será muy diferente a lo acostumbrado no solo en cuanto a ritmo, sino también en la jerarquía que tendrá cada tema que se presenta.

Ya que aquí en realidad el principal enfoque no es la persona poseída o el juicio, sino la propia historia romántica de los Warren. Algo que no es nuevo porque esto siempre ha sido un punto importante, pero aquí realmente los protagonistas son ellos y en base a eso se empieza a construir una trama sustentada en elementos más detectivescos que involucran al satanismo (ojo con la sutil conexión a Anabelle que esto representa) y llevan las cosas por caminos nuevos que le podrían dar más longevidad a la franquicia. Aunque igualmente son los que generan los problemas más evidentes.

Sobre todo durante un segundo acto que se vuelve pesado ante tantas vueltas que le dan al caso que están tratando de resolver, al grado de que por momentos el tema del juicio queda relegado a un plano muy secundario. Además de que a esto se le une el hecho de que el director no logra construir suficientes momentos de tensión que ayuden a que los jump scares sean tan efectivos como deberían, incluso llegando a abusar de ciertos elementos de manera muy marcada.

Lo bueno es que incluso con estos contratiempos el avance de las acciones jamás cae de manera estrepitosa y el interés por el misterio que hay detrás se mantiene intacto, así  que la parte final puede recomponer el camino. Lográndolo en gran medida al entrelazar de manera efectiva los dos acontecimientos principales, lo cual brinda la espectacularidad e intensidad necesarias por un lado y una conclusión concreta por el otro. 

En cuanto a las actuaciones tanto Vera Farmiga como Patrick Wilson siguen estando muy bien en roles que ya manejan a la perfección, complementándose cada vez mejor y haciendo que su historia te interese incluso más. Mientras que del resto del elenco quien más destaca es Ruairi O'Connor (Arne), a pesar de que su tiempo en pantalla es mucho más limitado de lo que esperas.

Del lado de la producción contamos con la factura bien cuidada de siempre: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte sólida, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos sin ser tan complejos y la labor de maquillaje está bien cuidada.

Opinión final: The Devil Made Me Do It me gustó. No está a la altura de sus predecesoras y la ausencia de Wan se nota, pero aún así vale la pena.

Ojometro:
****

viernes, 2 de abril de 2021

Crítica: Son (2021)

Película escrita y dirigida por Ivan Kavanagh (The Canal). Se estrenó directamente en VOD dentro de Canadá el pasado 26 de febrero, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un pequeño niño contrae una misteriosa enfermedad, su madre Laura (Andi Matichak) tendrá que decidir qué tan lejos está dispuesta a llegar para protegerlo de un culto del cual escapó años atrás.


Comentarios generales:

Son fue una película cuya existencia se supo de la noche a la mañana gracias a su trailer y no tardó mucho en generar interés debido a las personas involucradas en el proyecto. Simplemente es de esos trabajos que te generan una sensación positiva desde el primer instante y la verdad es que el resultado final terminó siendo uno muy disfrutable a pesar de que cuenta con algo que pudiera llegar a ser problemático para ciertas personas.

Y es que lo que nos trae Kavanagh a mi juicio funciona bastante bien, pero su historia en general no es precisamente la más original y gracias a ello tiene cosas que pueden resultar predecibles. Lo cual en una época como esta, en la que se ha vendido la idea de que todo te debe de sorprender, puede resultar frustrante; sin embargo, si a ti como espectador eso no te molesta seguro disfrutarás del visionado.

Ya que desde los primeros minutos nos encontramos con una película que maneja un tono oscuro para rápidamente establecer una idea clara con respecto al elemento satánico que influirá en la relación entre esta madre y su hijo sin saber exactamente bien de qué manera. Llevando así las cosas durante el primer acto por un camino que parece muy claro al presentar situaciones que hacen suponer que estamos ante algo relacionado con posesiones u exorcismos, pero que poco a poco va mostrando que realmente no es así y en base a esto elevar el nivel de intensidad de manera sutil hasta que se da la primera gran revelación.

Una que no solo añade impacto visual de forma inmediata, sino que además cambia por completo la dinámica existente para que lo relacionado con el culto obtenga más relevancia cuando parecía que solo estaría de adorno y al mismo tiempo combinarlo con un tema más complejo como es el trastorno por estrés postraumático que aparentemente sufre Laura. Logrando un ritmo fluido que ayuda a que cada situación se desarrolle de manera sólida (incluso brutal) y lleven al extremo a nuestra protagonista en su toma de decisiones, algunas medio cuestionables por su falta de lógica, pero necesarias para afianzar el mensaje sobre que una madre hará cualquier cosa por su hijo.

Así se deja construido el camino para una parte final tensa en donde la predictibilidad que mencioné previamente se empieza a hacer un poco más marcada, aunque en general no afecta el desenlace. Especialmente porque todas las preguntas generadas son respondidas y el cierre mantiene el tono oscuro que fue predominante todo el tiempo.

De las actuaciones hay que decir que Andi Matichak hace un muy buen trabajo, realmente todo el peso de la película recae en ella y saca cada situación adelante mostrando un nivel de inestabilidad muy bien logrado. En cuanto a producción tiene varias cosas para destacar: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es impecable.

Opinión final: Son me gustó. Buena película que se disfrutará en mayor o menor medida dependiendo de que tan bien asimilen el hecho de que puede ser algo predecible.

Ojometro:
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viernes, 19 de febrero de 2021

Crítica: Willy's Wonderland (2021)

Película dirigida por Kevin Lewis y escrita por G.O. Parsons. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de febrero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 13 de abril.

Sinopsis:

Un callado hombre solitario (Nicolas Cage) se ve obligado a tomar un trabajo como conserje por una noche en el ahora condenado salón de fiestas Willy’s Wonderland. Aunque su jornada laboral pronto se convertirá en una batalla por sobrevivir contra un grupo de diabólicos animatrónicos en la que solo habrá un ganador.


Comentarios generales:

Vivimos en una época en la que las redes sociales y los sitios web que recopilan críticas para determinar una calificación han provocado que todo se limite a ser catalogado como una obra maestra o una basura que no vale la pena. Los puntos medios simplemente ya no existen y gracias a eso cada vez vemos menos películas que se atrevan a ser solo un entretenimiento pasajero sin grandes pretensiones, lo cual es justo lo que Willy's Wonderland aspira ser.

Objetivo que sin duda alcanza de manera satisfactoria debido a que lo que nos presenta Lewis es un filme que nunca se toma en serio y de hecho trata de ser lo más over the top posible por medio de una premisa realmente simple. En donde lo llamativo recae evidentemente en los animatrónicos asesinos, pero también en el hecho de tener a un protagonista que no dice ni una sola palabra y que desde el primer instante lo establecen como un héroe de acción cuasi ochentero cuyo extraño comportamiento contrasta con el entorno en el que se encuentra o las tareas tan banales que realiza.

Una combinación que sirve perfectamente para construir una experiencia llena de acción, peleas y violencia con mucha sangre (o aceite) en la que el ritmo se vuelve frenético, aunque se complementa con ciertas pausas que tienen una razón de ser. Además de que con el pasar de los minutos no solo se añaden a las acciones más personajes para incrementar la carnicería, sino que también se empieza a revelar un poco más sobre la historia de Willy’s Wonderland para responder así algunas de las preguntas principales y hasta cierto punto brindar un toque siniestro con respecto a todo lo que rodea a dicho lugar.

Provocando así que la película fluya sin demasiados contratiempos y se llegue en un suspiro a una última media hora que no desentona. En la que se eleva un poco más el nivel de impacto con alguna que otra muerte espectacular y se nos brinda un enfrentamiento final entretenido en el que la naturaleza ridícula y exagerada de la propuesta alcanza su nivel máximo para dejar un cierre que se siente muy adecuado a pesar de que probablemente muchos se queden algo frustrados con respecto a la identidad del personaje principal.

En el tema de las actuaciones Nicolas Cage vuelve a hacer lo suyo y cumple perfectamente con su rol a pesar de la ausencia de diálogos, manejando todo con puras expresiones faciales y algún grito pasajero. Con respecto a la producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está impecable, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje no es muy compleja y los efectos en su mayoría están bien hechos, salvo por cierto uso de CGI en determinados momentos.  

Opinión final: Willy's Wonderland es muy divertida. Película absurda y sangrienta para pasar un buen rato. 

Ojometro:
****

viernes, 8 de enero de 2021

Crítica: Anything for Jackson (2020)

Película dirigida por Justin G. Dyck y escrita por Keith Cooper. Se estrenó directamente en TV dentro de Canadá a finales de octubre, mientras que su salida en VOD dentro de los Estados Unidos se dio durante el pasado mes de diciembre.

Sinopsis:

Un matrimonio adentrado en el satanismo secuestra a una mujer embarazada para utilizarla en un antiguo ritual que pondrá al espíritu de su nieto muerto en el bebé que está por nacer. Aunque pronto se darán cuenta que invocaron algo más de lo que deseaban.


Comentarios generales:

Cuando uno se pone a revisar la filmografía de Justin G. Dyck se encuentra en que esta consiste casi en su totalidad de películas navideñas para televisión y no cuenta con experiencia previa dentro del género, lo cual es algo peculiar. Así que mis expectativas por Anything for Jackson no eran precisamente las más elevadas debido a que no sabía que esperar; simplemente era un volado, pero al final me he encontrado con una muy grata sorpresa. 

Y es que lo que nos presenta este director con trayectoria tan alegre es una historia oscura desde su raíz, con la cual además se añade un toque fresco en lo que respecta al tema de los rituales satánicos y posesiones al evitar la cansada rutina del asedio a la madre para establecer de inmediato las negras intenciones de la pareja. Obviamente explicando por medio de algunos flashbacks el proceso para llegar a ese punto, aunque en general la película siempre se centra más en el ritual, la problemática para mantener todo en orden o en la relación entre la pareja con su víctima.

Algo que puede sonar medio aburrido pero que en realidad nunca cae en ese terreno, principalmente porque el ritmo en general es muy agradable y porque en todo momento está pasando algo: desde una simple conversación hasta situaciones de riesgo para cualquiera de los involucrados. Esto último magnificándose de manera muy importante ya en el segundo acto cuando se establece que hay una amenaza más seria y con ello se empieza a presentar una serie de espíritus aterradores que añaden la dosis de impacto visual necesaria para mantener la dinámica ágil e ir incrementando de manera consistente un nivel de riesgo existente que, incluso, logra que sientas cierta preocupación por el matrimonio a pesar de que sus acciones en ningún punto dejan de ser incorrectas o egoístas.

Ayudando así a que la tensión durante la parte final sea elevada y en general cuente con bastante intensidad. Aunque aquí también se puede argumentar que existen ciertas decisiones que son un tanto extrañas; en especial el darle relevancia a un personaje secundario que se siente forzado en un cierre que claramente no lo necesitaba.

En el tema de las actuaciones tanto Sheila McCarthy (Audrey) como Julian Richings (Henry) hacen una gran labor. Tienen muy buena química como esposos y la suficiente capacidad para hacer que por algunos lapsos sientas empatía hacia ellos durante toda esta problemática de la que son 100% responsables.

En cuanto a producción la película es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Anything for Jackson me gustó. Película oscura y con propuesta original que vale la pena.

Ojometro:
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jueves, 22 de octubre de 2020

Crítica: Nocturne (2020)

Película escrita y dirigida por Zu Quirke, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en Amazon Prime como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 13 de octubre.

Sinopsis:

Juliet (Sydney Sweeney) es una prodigiosa pianista que hace un pacto con el diablo para tomar el lugar de su hermana Vivian (Madison Iseman) en una prestigiosa escuela de música clásica.


Comentarios generales:

Después de la decepción generalizada que provocaron los primeros estrenos de Welcome to the Blumhouse era natural que las expectativas por las siguientes películas disminuyeran de manera considerable, al grado de que su salida pasó bastante desapercibida. Y la verdad no se puede culpar a los fans debido a que es evidente que lo presentado por Blumhouse se trata más que nada de proyectos medianos con los cuales no sabían qué hacer y se sacaron de la manga una antología para poder sacarles algo de provecho, aunque de los cuatro que van creo que Nocturne es el que deja mejores sensaciones.

Y es que a pesar de que el concepto es muy similar a lo que vimos en “The Sonata” o “The Perfection”, lo cierto es que lo nos presenta Quirke logra diferenciarse lo necesario como para establecer su propio sello por medio de una historia que, una vez más, opta por el camino del thriller en lugar de centrarse en el terror convencional.

Una decisión que sin duda molestará a más de uno y hará que eliminen definitivamente la antología de su mente, pero en este caso creo que funciona gracias a que desde el primer acto se establece que existen ciertas cuestiones satánicas detrás que podrían explotar en cualquier instante y con ello se añade rápidamente un tono mucho más oscuro. Exponiendo una rivalidad entre hermanas virtuosas que en un inicio no parece grave, pero que poco a poco se empieza a tornar en algo mucho más personal.

Situación que termina plantando ciertas dudas debido a que se juega con la posibilidad de que todo se encuentre impulsado por algo mucho más siniestro o simplemente se trate de los celos naturales por parte de Juliet magnificados por sus estragos mentales. Lo cual invariablemente hace  que el ritmo de la película vaya disminuyendo para desarrollar de manera más profunda este tema; sin embargo, las situaciones concebidas para lograrlo no resultan tan interesantes y en general fallan en poder generar la tensión necesaria entre las hermanas. Obvio no como para arruinar el filme, pero si quitándole la fuerza que uno supondría iba a tener un conflicto como este.

Afortunadamente la parte final logra mejorar las cosas. Primero porque se produce un fenómeno particular con el personaje de Vivian que la coloca entre la fina línea de ser la víctima o un tipo de villana. Y, segundo, porque la locura de Juliet adquiere un nivel adecuado como para brindar un cierre intenso cuya última imagen es en verdad potente y bastante fría. 

Las actuaciones de las actrices principales son sin duda lo mejor gracias a la química que logran mostrar en pantalla. Con Sydney Sweeney haciendo un buen trabajo como la hermana celosa que poco a poco va cayendo en caminos mucho más oscuros y con una Madison Iseman que no tiene tantos minutos, pero que los sabe aprovechar para quedar posicionada en un rol medio complejo que la coloca bajo las dos caras de la moneda.  

La producción tiene buena factura: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es muy básica, el score resalta bastante, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son discretos y la labor de maquillaje adecuada.

Opinión final: Nocturne está ok. Las buenas actuaciones y una premisa familiar hacen que sea una película disfrutable.

Ojometro:
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martes, 15 de septiembre de 2020

Crítica: The Babysitter: Killer Queen (2020)


Secuela dirigida por McG (The Babysitter), quien ahora comparte créditos como co-escritor del guión junto a Dan Lagana, Brad Morris y Jimmy Warden. Se estrenó directamente en Netflix el pasado 10 de septiembre.

Sinopsis:

Dos años después de que Cole (Judah Lewis) sobreviviera al ataque del culto satánico, ahora él vive otra pesadilla: la escuela secundaria. ¿Y los demonios de su pasado? Bueno… todavía siguen haciendo de su vida un infierno.



Comentarios generales:

The Babysitter fue una de las grandes sorpresas de 2017, la cual además catapultó a su protagonista como alguien a seguir dentro del género. Así que cuando se anunció una secuela nadie se sorprendió y en general la respuesta fue muy positiva ante la noticia; sin embargo, el que no estuviera de vuelta el guionista original generaba algunas dudas gracias a que eso por lo regular trae consigo cambios que pueden terminar resultando contraproducentes, pero con Killer Queen no fue así.

Esto porque McG logra mantener en un 80% la esencia del primer filme por medio de un humor totalmente exagerado y muchos litros sangre, donde el cambio más evidente es la integración de muchas referencias a películas o de la cultura pop.

Una combinación que durante el primer acto puede generar cierto desconcierto debido a que por varios lapsos pareciera que estás viendo una película de “American Pie” y no una sobre un culto satánico. Aunque en cierta forma este enfoque tiene sentido considerando que ahora el centro de atención es la complicada adolescencia de Cole y su relación platónica con Melanie, lo cual obliga a dejar en un segundo plano momentáneo lo ocurrido con Bee para poder desarrollar de manera consistente dicha dinámica.

Afortunadamente este periodo donde el humor puede resultar un problema no es suficiente como para arruinar la experiencia gracias a que el ritmo de las acciones es bastante ágil y no te aburres, además de que no tiene que pasar demasiado tiempo para que se desate la locura en donde las mayores virtudes del filme salen a relucir. Ya que una vez que aparecen los personajes que supuestamente estaban muertos la sangre brota por montones y el director no se guarda nada al momento de generar impacto, haciendo de la mayoría de las muertes un show bastante divertido ante lo gráficas que resultan y por las propias situaciones que llevan a estas.

Dejando así todo puesto para una parte final de la que no puedo profundizar demasiado por riesgo a soltar spoilers, pero que en términos generales es efectiva a pesar de que dura unos diez minutos de más. En la que se mantiene intacto el tema del shock visual y se tiene la capacidad de ofrecer algo sorpresivo.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Judah Lewis logra presentar una buena evolución de su personaje al mantener su lado nerd intacto, pero complementándolo con una fase paranoica que nunca resulta exagerada; mientras que Emily Alyn Lind (Melanie) y Jenna Ortega (Phoebe) son el complemento ideal desde distintas perspectivas. Igualmente hay que resaltar que todos los secundarios que regresan siguen igual de hilarantes; especialmente Robbie Amell (Max) tiene algunos diálogos/momentos muy graciosos.

La producción es igual de sólida como en la película de 2017: cuenta con un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte es simple, el score funciona bastante bien, el trabajo de sonido es limpio, la labor de maquillaje cumple y los efectos son incluso más espectaculares, sobre todo los prácticos.

* Cuenta con una breve escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Babysitter: Killer Queen está entretenida. No se encuentra al nivel de la primera entrega, pero mantiene la esencia para que se pueda pasar un buen rato.

Ojometro:
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viernes, 19 de junio de 2020

Crítica: Don’t Let Them In (2020)


Primer largometraje del director Mike Dunkin, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Daniel Aldron. Se estrenó en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de marzo.

Sinopsis:

Después del asesinato de una joven 15 años atrás, un hombre reformado es liberado del manicomio para que viva en la antigua casa de su familia: un gran hotel abandonado. Tras esto, unos trabajadores sociales planean hacerle una visita de rutina para comprobar su estado, pero pronto se verán amenazados por unos desalmados enmascarados.



Comentarios generales:

La verdad es que cuando uno ve todo lo referente a Don’t Let Them In su primera reacción probablemente no sea la mejor debido a que tiene una pinta muy genérica, además de que su material promocional que la comparaba con “The Purge” o “You’re Next” parecía demasiado pretenciosa. Por eso es que mis expectativas no eran precisamente altas; de hecho, por un momento me pasó por la cabeza no verla, pero me alegra en cierto modo no haber tomado esa decisión.

Y no tanto porque lo que nos trae Dunkin sea algo revolucionario o eleve el nivel de un subgénero que está empezando a estancarse, sino más bien porque trata de hacer algo diferente sin importar que pueda caer en terrenos un tanto absurdos.

Aunque para llegar a eso también se debe de decir que el camino no es precisamente el más agradable debido a que la primera media hora en verdad resulta todo un reto. En parte porque no ocurren muchas cosas interesantes, pero sobre todo porque tenemos a un personaje como el de Karl que te bombardea con una serie de actitudes que retarán tu paciencia rápidamente gracias a lo infantiles que resultan y que contrastan en demasía con la atmósfera sombría y desoladora que se presenta.

Un problema que afortunadamente con el pasar los minutos se va corrigiendo o, por lo menos, volviéndose más tolerable. Ya que una vez que hacen acto de presencia los enmascarados el misterio sobre el que gira la historia poco a poco empieza a tomar tintes mucho más satánicos y las acciones encuentran un ritmo ágil que se complementa con un nivel de intensidad relativamente más elevado que ayuda a que el interés por saber qué es lo que hay detrás de todo esto no decaiga tan rápido. 

Lo cual lleva a un parte final que en términos generales cumple, a pesar de que la revelación principal no es tan complicada de descifrar considerando varias situaciones que te lo dan a entender durante todo el metraje. Presentando con ello una justificación adecuada para la presencia de los enmascarados y, además, logrando que el personaje de Karl tenga cierta evolución con respecto a sus acciones.

En las actuaciones el que más resalta es Aidan O'Neill (Karl), quien va de menos a más con su personaje; mientras que Michelle Luther (Jenna) y Scott Suter (David) hacen lo necesario para no ser opacados por su presencia tan llamativa. La producción tiene altibajos: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido por momentos tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: Don’t Let Them In está ok. No es nada del otro mundo, pero por lo menos trata de agregar algo distinto al subgénero.

Ojometro:
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viernes, 15 de mayo de 2020

Crítica: Porno (2020)


Película dirigida por Keola Racela, cuyo guión fue escrito por Matt Black y Laurence Vannicelli. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de mayo, aunque todavía no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cinco empleados de un cine localizado en un pequeño pueblo cristiano descubren un misterioso filme oculto en el sótano que les genera mucha curiosidad, pero no saben que al verlo liberarán a una seductora súcubo que les brindará educación sexual… escrita en sangre.



Comentarios generales:

Cuando una película lleva por nombre Porno creo que es muy fácil asumir sobre qué va a tratar o por lo menos tener una idea sobre el punto central que moverá los hilos, lo cual inmediatamente genera un morbo bastante grande y, por ende, mayor interés. Algo que sin duda resulta positivo para las pretensiones de quienes están detrás del proyecto, pero que también añade ciertas expectativas sobre lo que la audiencia pretende ver y no estoy tan seguro si se llegan a cumplir aquí.

Esto porque lo que nos trae Racela es algo mucho más ligero de lo que se podría suponer al tratarse de una historia que, si bien utiliza el sexo de manera relevante, se centra más que nada en la crisis de identidad de un grupo de adolescentes cuyas interacciones no son precisamente las más divertidas de ver. En especial durante un primer acto que avanza entre diálogos vacios y actitudes exageradas que tratan de establecer ciertos estereotipos mientras se va revelando todo el tema del súcubo por medio de eventos peculiares que al menos logran ir estableciendo un tono un poco más elevado para lo que está por venir.

Y es que una vez que se desata el caos no solo empezamos a ver un incremento en los elementos que explotan el tema del sexo, sino que además claramente la atmósfera cambia y con ello se logran generar situaciones más interesantes en lo referente al terror. Logrando así que el ritmo resulte un poco más dinámico y, sobre todo, se empiecen a presentar escenas de impacto que difícilmente van a pasar desapercibidas por lo explicitas que resultan y que ayudan a tapar un poco el hecho de que muchas de las acciones de los protagonistas realmente tienen poco sentido considerando que la mayoría de estos cuentan con una desventaja muy evidente ante la amenaza.

Todo para llegar a una parte final en la que se añade cierto juego con las dimensiones para brindarle algo de frescura a las cosas. Logrando con esto que el cierre cuente con algo de intensidad y se vuelva a explotar el elemento sexual; aunque también te deja con cierta sensación de que el avance con los personajes fue realmente nulo.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, solamente cumplen para lo básico requerido sin demasiados contratiempos. La producción tiene altibajos: el trabajo de fotografía por momentos deja mucho que desear, la dirección de arte es simple, el score es algo genérico, el trabajo de sonido es bueno, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

Opinión final: Porno está ok. Película para pasar el rato y ver algo de gore, pero nada más.

Ojometro:
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viernes, 28 de febrero de 2020

Crítica: The Sonata (2020)


Película dirigida por Andrew Desmond (Galaxy of Horrors), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Arthur Morin. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 3 de marzo.

Sinopsis:

Rose (Freya Tingley) es una violinista prodigio que hereda una enorme mansión después de que su famoso y desaparecido padre se suicidara. Ahí encuentra el último trabajo de este: una pieza maestra musical con muchos símbolos extraños que tendrá que descifrar para poder tocarla.



Comentarios generales:

Por lo regular cuando un actor muere sus últimos trabajos se vuelven de máximo interés debido a que es el punto final de su legado y en el caso del gran Rutger Hauer resultó que uno de estos era una película de terror. Algo sin duda bastante bueno para la exposición de The Sonata, pero que también significaba añadir de golpe unas expectativas que originalmente no se tenían y que pueden jugar en su contra debido a que se trata de un filme discreto cuyo propósito evidentemente nunca fue ser esa gran última vitrina para alguien.

Y es que hay que señalar antes que nada que la presencia de Rutger Hauer es bastante limitada debido a que su personaje más que nada sirve como el enlace de una historia que Desmond pretende sobrellevar por medio de elementos específicos. Ya que desde el inicio queda claro que esto se trata de un thriller que recaerá en la música y, sobre todo, en establecer un sólido estilo visual que resalte el aspecto gótico para brindarle así un sello distintivo.

Aunque con esto no quiero decir que lo demás no importe, al contrario, aquí todo importa gracias a que estamos ante un misterio bastante creativo que provoca que los personajes principales siempre tengan algo que hacer, ya sea por medio de descubrimientos circunstanciales o por medio de investigaciones que involucran un poco más elaboración. Haciendo con esto que las acciones se desarrollen a fuego lento, sin demasiada prisa, pero sin nunca caer en lo aburrido gracias a que cada información revelada te genera curiosidad por querer saber más con respecto al misterio que existe detrás de la pieza musical.

En general todo fluye de manera adecuada y cuando llega a haber algún momento en donde las acciones se estancan siempre está el aspecto visual para evitar que el daño sea importante. Esto porque la mansión en si es un personaje más y por medio de esta es que se logran generar  determinados momentos que proporcionan la dosis de terror necesaria por medio de una atmósfera que magnifica situaciones muy simples.

Es hasta la parte final cuando las cosas flaquean y en gran medida se debe a que, cuando se establece que lo que hay detrás de la pieza es algo mucho más perverso, el ritmo se acelera sin demasiada justificación y con ello todo el elemento detectivesco pierde relevancia. Ocasionando así un cierre que te deja con la sensación de que realmente lo ocurrido no llevó a nada importante.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Fraya Tingley cumple como la protagonista, aunque es Simon Abkarian (Charles) quien termina robándose los reflectores en varias escenas. En cuanto a la producción es de buena factura, salvo por un detalle: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es genial y el trabajo de sonido no presenta fallos. Solo son los efectos a base de CGI los que desentonan por completo debido a que parecen de programa de TV de los años 90s.

Opinión final: The Sonata me gustó. Película sin demasiadas pretensiones para pasar el rato y escuchar un buen score.  

Ojometro:
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