domingo, 3 de febrero de 2013

Crítica: The ABCs of Death (2013)


Antología de cortometrajes dirigidos por 26 directores de diferentes nacionalidades. Se estrenó en VOD el pasado 31 de enero en los Estados Unidos y tendrá uno comercial limitado en el mes de marzo.

Sinopsis:

Cada cortometraje trata sobre una forma de morir basándose en una palabra que inicie con cada una de las letras del abecedario.



Comentarios generales: 

La película inicia con un mensaje en donde explican cómo se repartieron las letras y aclaran que los directores tuvieron total libertad creativa para realizar sus cortos, una señal que inmediatamente considere como mala debido a que esto significaba que la antología realmente no iba a tener ningún rumbo marcado y podría existir mucha porquería. Lo cual ocurrió.

ABCs más que nada se trata de dos horas de cortometrajes insertados sin ningún tipo de sentido o coherencia; algunos son muy estúpidos, varios muy grotescos y a lo mucho dos, máximo tres, que valen la pena.

De que es un concepto llamativo sin duda y eso seguramente le generará varios adeptos, pero ciertamente durante gran parte me pareció un trabajo más digno de fans amateurs que de directores consolidados dentro del género, el cual además dura al menos una hora de más. De hecho, lo realizado por Ti West debe de ser una de las mayores muestras de desinterés que haya visto en mi vida (su corto no dura ni dos minutos).

Para aplaudir creo que solo el trabajo de Marcel Sarmiento con “Dogfight”, por mucho lo mejor de la película. No solo en cuanto a creatividad, sino en valores de producción.

También “Toilet” de Lee Hardcastle fue una muestra divertida y bizarra de stop-motion.

Opinión final: The ABCs of Death es una de las más grandes decepciones en años. Evidentemente las antologías tienen el plus en contra al ser varias historias y eso en muchas ocasiones evita que uno pueda valorarlas de forma más general, pero este no es el caso, ya que de dos horas de metraje solo unos 6 u 8 minutos me parecieron aceptables.

Si quieren ver algo mas entretenido creo que el programa de 1000 Ways to Die sería mejor opción. 

Ojometro:
*

viernes, 1 de febrero de 2013

Crítica: Hansel & Gretel: Witch Hunters (2013)


Película dirigida por el noruego Tommy Wirkola (Dead Snow). Su estreno comercial en todo el continente americano se dio hace apenas una semana atrás y próximamente llegará a Europa.

Sinopsis:

Inicia con la historia más que conocida de los hermanos Grimm; donde Hansel (Jeremy Renner) y Gretel (Gemma Arterton) son abandonados por sus padres en el bosque, encuentran una casa hecha de dulces y matan a la bruja. Esta experiencia los convierte en cazadores de brujas y con el paso de los años se hacen de una reputación, la cual los lleva a ser contratados por el alcalde de un pueblo en Ausburgo para investigar la desaparición de varios niños.



Comentarios generales: 

Wirkola no es precisamente mi director favorito pero tenía interés por ver como se comportaba en un trabajo mucho más grande y evidentemente todavía le falta.

En cuanto acción la película cumple de principio a fin, hay unas secuencias muy bien logradas y es mucho más sangrienta de lo que esperaba; además se nota que está inspirada en trabajos como Van Helsing y les da un aire nuevo a las brujas que me agradó. Sin embargo, si me hubiera gustado ver un poco más de desarrollo en la historia; en especial sobre cómo los hermanos fueron desarrollando sus habilidades de cazadores porque al final de cuentas ese es el punto central de la película.

En general un poco más de pausa para contar mejor las cosas, ya que todo ocurre de manera sumamente rápida.

A nivel actoral realmente no exige mucho; Renner y Arterton simplemente cumplen con su parte y creo que logran una buena química, mientras que Famke Janssen en su papel de Muriel también logra su cometido (esta mujer es otra que tiene un pacto con el diablo, ya que nunca envejece).

En factura es un trabajo impecable: el diseño de producción me gustó bastante a pesar de que no utilizan muchos sets, el CGI creo que es muy bien utilizado y la caracterización de las brujas en verdad vale la pena verlo. Aunque lo más destacado para mí fue Edward: un troll que creo logra apartarse de todos los demás que se han visto en los últimos años y que además fue realizado por medio de un animatronic, algo que ya no es muy común.

Opinión final: Hansel & Gretel: Witch Hunters es la típica película que los críticos detestarán simplemente porque no es lo demasiado profunda y compleja para su visión perfecta del mundo, pero ciertamente es un trabajo que te hará pasar una hora y media entretenida si solamente vas con la intención de sentarte y no esperar demasiado.

Ojometro:
***

jueves, 31 de enero de 2013

Crítica: American Mary (2013)


Segundo largometraje de las hermanas Jen y Sylvia Soska (Dead Hooker in a Trunk). Estuvo rondando por varios festivales durante el 2012 y fue lanzada directamente en DVD y Blu-ray el pasado 21 de enero en el Reino Unido.

Sinopsis:

Mary (Katharine Isabelle) es una aspirante a cirujana que pasa por problemas económicos y acude al internet para buscar ofertas de trabajo, donde encuentra uno que ofrece buena paga. Esto será el inicio de algo que la llevará a hacer ciertas cirugías que nunca hubiera imaginado y que, junto con un suceso perturbador, poco a poco empujarán su estado mental y creativo al límite.



Comentarios generales: 

The Soska Sisters definitivamente se alzan dentro de los nuevos talentos más interesantes del género con su segunda película, ya que American Mary bien podría haberse ido por el camino fácil de la tortura sin sentido tipo Hostel, pero en lugar de eso prefieren contarnos una historia mucho más compleja con cierto humor negro.

Si bien hay sangre y tortura, esto realmente nunca es el punto central y uno como espectador se ve inmiscuido en un tipo de ejercicio sobre cómo se juzga a las demás personas tan fácilmente solo por su imagen, En conjunto con una atmósfera atrapante llena de elegancia.

Katharine Isabelle está fenomenal; no solo se la pasa derramando sensualidad durante hora y media, sino que además resulta sumamente convincente en su deterioro mental, siendo ella básicamente quien lleva el peso de la película con alguna que otra intervención mínima de los secundarios (la aparición de las Soska es bastante buena). En producción cumple: tiene un soundtrack llamativo y un trabajo de fotografía muy sólido; así como una labor de maquillaje un tanto perturbadora en el caso de las "muñecas" de carne.

Opinión final: American Mary es una muy seria candidata para ser la mejor película del 2013. No sé si con el paso del tiempo pueda establecerse como un clásico como ya muchos la etiquetan, pero definitivamente dará mucho de qué hablar.

Ojometro:
*****

martes, 29 de enero de 2013

La triada de los vampiros (80s)


La década de los 80s significó un parteaguas para el género de terror en muchos aspectos, desde las historias hasta el aspecto técnico, lo cual sin duda la convierte probablemente en el periodo que muchos fanáticos más aprecian y añoran. Sin embargo, dentro de toda esta evolución y cambios hubo evidentemente algunos perjudicados, entre ellos un subgénero que durante mucho tiempo fue uno de sus bastiones absolutos: el de los vampiros.

Con la aparición de nuevos iconos como Jason Voorhees y Freddy Krueger, la creación de historias originales más violentas y la nueva oleada de películas de zombies (entre muchas otras cosas más) de pronto ver la típica historia de Drácula ya no era muy atractivo para la audiencia. Los cambios se daban muy rápido y esta clase de películas realmente no habían tenido gran evolución desde hacía ya muchos años atrás, por lo cual parecía que su estatus estaba destinado a desaparecer para siempre si no encontraba algún tipo de reinvención como lo había tenido el subgénero de hombres lobo con películas como An American Werewolf in London o The Howling a inicios de la década.

Evidentemente esto no fue sencillo; de hecho, tuvieron que pasar cinco años para esto se diera.

Y es que a partir de mediados de los 80s hubo un nuevo boom para la reinvención de los vampiros dentro del cine, lo cual nos trajo algo que a mí me gusta llamar “La triada de los vampiros”. Tres películas que tuvieron un impacto absoluto sin formar parte de una franquicia y que tenían enfoques totalmente diferentes, pero que siempre son ubicadas de manera conjunta y cualquiera que se diga fan del género sabe que marcaron la pauta para los chupasangre durante varios años.

Estas son: Fright Night, The Lost Boys y Near Dark. 

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Fright Night (1985)



Dirigida por el entonces debutante Tom Holland (quien años después filmaría Child’s Play).

Nos cuenta la historia de Charley (William Ragsdale), un adolescente que es fan de las antiguas películas de terror y principalmente de un programa de TV llamado “Fright Night”, el cual es protagonizado por el actor Peter Vincent (Roddy McDowall) en su papel de cazador de vampiros. Su vida marcha normal hasta que un día se muda junto a su casa un par de tipos muy extraños; uno de los cuales Charley averigua que es un vampiro, pero evidentemente nadie le cree.

Fright Night es una combinación de horror/comedia ochentera por excelencia, ya que toma casi todos los elementos clásicos de las películas de vampiros para ridiculizar a algunos y solidificar a otros.

No se toma ningún tipo de tiempo para explicar y glorificar el pasado del vampiro antagonista, sino que va al grano y básicamente a los 10 minutos uno ya sabe de lo que va la película sin ningún tipo de complicación. Aunque lo más destacado para mi es sin duda lo bien que ha envejecido, ya que probablemente pasaron casi 15 años desde que la vi por primera vez y, salvo por algunas cosas mínimas como el vestuario o el soundtrack, todo lo demás sigue funcionando.

Los únicos detalles que siempre me han fastidiado son el por qué Evil se convierte en lobo y la historia “romántica” entre el vampiro y Amy que al final es completamente olvidada, la cual te deja la sensación de que fue puesta ahí para poder cubrir la hora y media de duración porque al final no tiene ningún tipo influencia relevante. 

Ojometro: 
***

The Lost Boys (1987)



Dirigida por el hoy eternamente detestado Joel Schumacher.

Trata sobre Michael (Jason Patric) y Sam (Corey Haim), un par de hermanos quienes junto con su madre se mudan a la casa de su abuelo en California, donde Michael conoce a Star (Jami Gertz) y a un grupo de jóvenes liderados por David (Kiefer Sutherland) que resultan ser vampiros y quieren que se una a su clan. Mientras que Sam también conoce a un par de adolescentes de nombre Edgar (Corey Feldman) y Alan (Jamison Newlander), quienes resultan ser cazadores amateurs de vampiros y lo ayudarán a que esto no se de.

Mientras la película de arriba le tiraba más a la comedia que otra cosa, The Lost Boys la combina de manera muy efectiva con la acción; evidenciando así que su meta no es precisamente sacarte muchos sustos.

Aunque su punto fuerte sin duda es el casting al ser una mezcla de personalidades sumamente interesantes que en su mayoría sigue siendo muy reconocibles hoy en día y que le brindaban un aire juvenil absurdo muy peculiar: por un lado con un grupo de vampiros exageradísimos que se alejaban bastante del molde tétrico/misterioso característico y, por el otro, un trió de cazadores adolescentes que rayaban en lo ridículo con sus tácticas aprendidas mediante los cómics.

Su soundtrack es estupendo y en general visualmente es muy llamativa, a tal grado de que el paso de los años no le ha afectado en lo más mínimo (salvo por los ridículos peinados, claro está). Sin embargo, creo que su legado más importante es que no trata de hacer a un lado los orígenes del género, sino que los maneja de una manera más actual y los adapta a eso, algo que no ocurría mucho en aquel entonces y que hoy en día básicamente es la línea que siguen utilizando la mayoría de las producciones en lugar de regresar a los ostentosos orígenes que cimentaron la película de Lugosi y las de los estudios Hammer.

Es una película no solo esencial del género, sino de la década de los 80s en general.

Ojometro:
*****

Near Dark (1987)



Escrita y dirigida por la hoy multi galardonada Kathryn Bigelow.

Trata sobre Caleb Colton (Adrian Pasdar), un joven de un pequeño pueblo que una noche conoce a Mae (Jenny Wright) y rápidamente siente una gran atracción por ella, aunque lo único que recibe a cambio es una mordida en el cuello antes de que amanezca.  Esto lo hace sentir muy mal cuando se dirige rumbo a su casa y es raptado por un grupo de vampiros que inicialmente lo quieren matar, pero que gracias a Mae le ofrecen una semana de prueba con el fin de ver si es capaz de matar y alimentarse por su propia cuenta para poder unirse al grupo.

De las tres esta es mi favorita por mucho; de hecho, entra en mi top 10 de las mejores películas de vampiros de toda la historia.

Y es que a diferencia de Fright Night y The Lost Boys, aquí el tono cambia totalmente y el tema de los vampiros se trata de una manera mucho más fría y oscura; con una historia romántica de por medio sí, pero que nunca se vuelve melosa y es usada más que nada para mostrar la naturaleza asesina de estas criaturas. Además de que Bigelow no hace uso de la típica transformación, sino que simplemente los muestra como personas “normales” que realizan actos brutales para mantenerse con vida, lo cual da como resultado muchas escenas increíbles como la del bar o la de la balacera en el hotel.

Esta muy bien actuada; en especial Bill Paxton bajo el personaje de Severen y Lance Henriksen como Jesse Hooker se llevan las palmas. También ha aguantado el paso de los años, pero contrario a las otras dos, aquí realmente nada se nota viejo; de hecho, uno bien podría pensar que se filmó a mediados de los 90s o inicios de los 2000s sin ningún problema.

Ojometro:
*****