jueves, 17 de julio de 2014

Crítica: Midsummer Nightmares (2011)


Película que en su momento significó el debut tras la cámara del director Ryan Stacy, quien además es co-guionista junto a Christina Alcorn. Salió directamente en DVD en el 2011 dentro de los Estados Unidos, pero al parecer no tuvo distribución en ningún otro lado.

Sinopsis:

Audrey Small (Julie Sherwood) y tres de sus mejores amigos se encuentran organizando una fiesta de disfraces a la que les gusta llamar Midsummer Nightmares, la cual es considerada como el evento social de la temporada. Sin embargo, hay alguien a quien esa celebración le parece ideal para iniciar con un baño de sangre que nunca olvidarán.



Comentarios generales:

La verdad resulta complicado el poder hablar de Midsummer Nightmares debido a que esta es otra de esas películas que parecen más un trabajo final para graduarse que uno comercial en sí (dura apenas una hora con quince minutos).

Con la pura calidad de la imagen desde un inicio te puedes dar cuenta que estas ante algo cuyo nivel de amateurismo es muy grande, pero aun así la escena inicial logra establecer cierto grado de suspenso que capta tu atención al hacerte suponer que podrías ver un slasher decente inspirado en Scream y varios de los trabajos posteriores de finales de los 90s. Lamentablemente eso es solo un truco barato, ya que durante los siguientes 50 minutos te pondrás la aburrida de tu vida debido a que lo único que se te muestra a es una serie de conversaciones eternas sobre problemas de diferente tipo (amorosos principalmente) y muy de vez en cuando alguien muere en pantalla.

No miento, pareciera como si el director estuviera obsesionado con mostrar conversaciones en cada rincón; incluso introduce a uno de los personajes “importantes” mediante a un par de estas que, dicho sea de paso, se notan forzadas hasta en el más mínimo detalle. Provocando así que la atmósfera sea todo menos aterradora y las dosis de tensión terminen siendo reservadas para unos breves minutos previo al desenlace sin mucha efectividad gracias a que el ritmo de la película no ayuda en nada a que las muertes relevantes generen impacto suficiente como para poder cambiar el curso de las cosas.

El final carece completamente de emoción, lo cual termina dañando lo único bueno que logran ofrecer aparte de los diez primeros minutos: las dudas con respecto a la identidad del asesino.

De las actuaciones mejor ni hablar, todas están bastante mal. La producción deja mucho que desear, aunque no es de extrañar considerando que el presupuesto señalado es de apenas $20,000 dólares: la calidad de la imagen es pobre, el trabajo de fotografía no ayuda mucho y los efectos son realmente muy básicos.

Opinión final: Midsummer Nightmares es bastante mala, evítenla.

Ojometro:
*

lunes, 14 de julio de 2014

Crítica: Escape from Tomorrow (2013)


Película escrita y dirigida por Randy Moore, la cual significa su debut tras la cámara. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD tanto en los Estados Unidos como en Canadá a finales del 2013, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado mes de abril.

Sinopsis:

Jim (Roy Abramsohn) es un padre recién despedido de su trabajo que se encuentra en el último día de sus vacaciones familiares en Disney World. Ahí se obsesiona con un par de jóvenes francesas y las sigue por todo el parque, el cual poco a poco se convertirá en un lugar mucho más siniestro mientras Jim descubre sus oscuros secretos en medio de su locura personal.



Comentarios generales:

Resulta imposible no hablar de Escape from Tomorrow sin sorprenderse por todo lo que tuvieron que hacer para poder filmarla sin que Disney se enterara; eso en si es algo digno para un documental, pero igualmente puede resultar en un factor para no ponerle la atención debida y simplemente dejarse llevar por lo admirable de todo esto. Provocando que el espectador piense que estará ante algo memorable cuando no es así.

La película está clasificada como de terror y fantasía, aunque de lo primero tiene muy poco dado a que en realidad lo que nos presenta Moore es más una comedia negra mezclada con ciertos toques fantásticos para mostrar desde un lado más psicológico lo que tienen que sufrir los padres durante las vacaciones familiares (específicamente dentro de los parques de Disney). Todo mediante una evidente crítica hacia la empresa del ratón, pero igualmente bajo una visión muy personal del director que incluso puede resultar problemática al momento de tratar de identificarla debido a que llega un punto donde la propia historia parece no tener sentido o un propósito especifico; dejando una sensación de que esto es en gran medida una exposición de manera exagerada de situaciones que en su momento él vivió.

Ciertamente carece de tensión, suspenso, sangre o cualquier otro aspecto que generalmente se suele buscar en las películas del género, su punto fuerte radica en la sensación de locura reflejada utilizando el propio parque como su principal aliado y que se acrecienta ante la decisión de filmarla bajo el formato de blanco y negro. Igualmente la dirección, a pesar de las dificultades evidentes que se tuvieron, cubre varios problemas; de hecho, gracias a esta no se siente tan pesada una segunda mitad a todas luces más larga de lo que necesitaba ser y que realmente nunca explica de manera sólida varios aspectos de la trama.

El final está bien. Será difícil entenderle si no le pusieron demasiada atención a los primeros 30 minutos, pero en general da una resolución tanto satisfactoria como extraña.

En las actuaciones solamente Abramsohn se salva, de ahí en fuera todos los demás lucen bastante mal. La producción es muy discreta: el uso de la pantalla verde resulta muy evidente y de mala calidad, mientras que los efectos son bastante arcaicos. Lo más destacable sin duda es la música y todo el trabajo de sonido que recrea ese aire de Disney de manera perfecta, así como la propia dirección de arte proporcionada de manera no voluntaria por el parque (que en realidad fueron dos).

Opinión final: Escape from Tomorrow es un trabajo decente que por todo lo que tiene detrás vale la pena verlo; sin embargo, no creo que deje satisfechos a los fans del género.

Ojometro:
***

sábado, 12 de julio de 2014

Crítica: Dead Sea (2014)


Película escrita y dirigida por Brandon Slagle (The Black Dahlia Haunting), quien además es uno de los protagonistas.  Se estrenó directamente en DVD el pasado 14 de abril dentro de los Estados Unidos, aunque igualmente ha tenido algunas pequeñas proyecciones en distintas ciudades.

Sinopsis:

Una bióloga es asignada para investigar la misteriosa muerte de la vida marina en un lago de agua salada localizado en el pueblo donde creció. Para ella todo es obra de la propia naturaleza, pero para el resto de los habitantes dichas muertes son producto de una criatura que cada determinado tiempo regresa por uno de ellos para mantener el equilibrio.



Comentarios generales:

De un momento a otro las lampreas se volvieron populares y yo ni estaba enterado. Aunque en esta ocasión la escala aumentó, ya no fueron hordas de pequeños animales hambrientos sino una gigante y mítica mamá lamprea que por alguna razón alguien pensó que sería la criatura más aterradora de todos los tiempos.

Con Dead Sea lo que nos brinda Slagle es una película que todo el tiempo la sentí con una falta de inspiración terrible y sin mucha idea de la dirección que quería tomar, teniendo como muestra más que clara los primeros minutos. Todo inicia con una escena trágica donde un niño ve morir a su padre, seguido de otra llena de acción localizada en Afganistán; generándote así una confusión enorme sobre si esto será terror o algo más orientado a la acción. Lo peor es que en gran medida esta es la explicación general de la trama, la cual además maneja otra historia que involucra a la bióloga que en un determinado punto se une con lo previamente mencionado para generar algo impactante, pero sin los resultados deseados.

El suspenso que se construye al no mostrar de forma constante a la criatura es efectivo por momentos (aunque igual y por las limitantes del presupuesto puede que eso no fuera algo planeado), pero termina viéndose dañado cuando te das cuenta que nunca hay un pago satisfactorio por tanto misterio. Igualmente, todo lo que involucra al sacrificio es manejado de una manera demasiado vaga y frágil; provocando así que la segunda mitad de la película sea aburrida hasta el punto de que algunas persecuciones llevadas a cabo parecen hechas en cámara lenta por la poca tensión y emoción que añaden al producto general.

El final es anticlimático como pocos. No genera nada y te llevas una decepción bastante grande por lo mostrado con la criatura.  

De las actuaciones no hay mucho que decir, la mayoría de los actores reflejan poco en pantalla y difícilmente logran darte motivos para que te importen. En producción es lo que esperarías de algo cuyo presupuesto fueron $100,000 dólares, pero difícilmente olvidarán el terrible trabajo de sonido que durante gran parte de la película te provoca estar ajustando el audio para poder escuchar los diálogos.

Opinión final: Dead Sea es un trabajo pobre que se queda a medias en absolutamente todo lo que presenta. Véanla bajo su propio riesgo.

Ojometro:
*

jueves, 10 de julio de 2014

Crítica: Children of Sorrow (2014)


Película del director Jourdan McClure (Rogue River), quien además es co-escritor del guión junto con Ryan Finnerty. Estuvo rondando dentro de algunos festivales desde hace al menos un par de años, pero no fue sino hasta el pasado 4 de marzo que se estrenó directamente en DVD dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Ellen (Hannah Levien) viaja desde Inglaterra para enrolarse en un culto localizado entre la frontera de los Estados Unidos y México en búsqueda de respuestas sobre la desaparición de su hermana. Estando ahí descubre un secreto aterrador sobre dicho culto, uno del cual tanto ella como los demás miembros no se podrán librar.



Comentarios generales:

Las películas sobre cultos no son tan comunes como algunas otras, pero aun así cuesta muchísimo trabajo poder innovar en estas gracias a que ya prácticamente se ha contado todo y salirse de lo habitual en estas por lo regular es motivo de quejas, así que no es de extrañar que Children of Sorrow juegue a la fácil con tan pocos resultados positivos.

McClure no se anda con rodeos y nos trae un trabajo cuya estructura no sorprenderá a nadie gracias que nos muestra una historia que en términos generales es como todas las demás: un tipo desquiciado que se aprovecha de unas pobres almas abandonadas para cumplir sus oscuros deseos. La parte distinta llega con una muchacha que se supone funge como un tipo de “investigadora”, pero en realidad esta situación esta tan frágilmente tratada que al paso de unos 20/25 minutos deja de tener relevancia para dar paso a su integración total a la secta; generado así un gran problema porque terminan eliminando el punto central en el cual supuestamente debe de estar construida toda la trama, provocando así que el resto de la película sea en verdad muy aburrida.

Si esperan mucha tensión o sangre nunca las encontrarán, su tirada es más que nada al lado psicológico del espectador; sin embargo, lo que si encontrarán son largos momentos sin sentido cuya pasividad resulta exasperante, los cuales además están filmados de manera frustrante y que parecen no llevar a ningún lado.

Aunque lo peor de todo es que nunca se atreven a elevar el tono de las cosas; por ejemplo, te dan a entender que el padre es un tipo sexualmente insaciable tanto con mujeres como con hombres, pero nunca tocan ese tema a fondo más allá de una actividad con una ruleta. Tampoco logran generar suficientes situaciones con los jóvenes que te hagan involucrarte emocionalmente con ellos para que al momento que se incremente el grado de violencia se te haga difícil ver lo que ocurre en pantalla.

El final es tal vez la parte más satisfactoria, aunque resulta sumamente acelerado y la verdad nunca llegas a sentir pena por los miembros del culto como para que se te quite la sensación de aburrimiento.  

Lo mejor de toda la película (y lo que la salva de ser un total bodrio) es la actuación de Bill Oberst Jr. como Simon Leach debido a que es él quien se come la pantalla en cada escena y nos regala un personaje cuya transición de tipo decente a uno totalmente desquiciado resulta increíblemente convincente. La producción es austera: el trabajo de fotografía es muy molesto en las tomas de exteriores, visualmente es muy pobre y los efectos son los más básicos que se pueden encontrar.

Opinión final: Children of Sorrow inicia como una propuesta interesante, pero termina siendo un suplicio que me cuesta mucho trabajo poder recomendar.

Ojometro:
**