jueves, 11 de septiembre de 2014

Crítica: Torture Chamber (2014)


Película escrita y dirigida por Dante Tomaselli (Desecration, Satan's Playground), quien además también ejerce como productor. Se estrenó en enero de este año directamente en DVD y diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Jimmy Morgan (Carmen LoPorto) es un niño encerrado en una jaula cual animal salvaje por su religiosa madre, quien piensa que está poseído y trata de practicarle un exorcismo que termina mal. Varios años después Jimmy escapa del instituto mental donde estaba internado con deseos de venganza; aunque no está solo, ya que ha formado un ejército de niños que lo ayudarán a satisfacer su sed de sangre.



Comentarios generales:

Quienes hayan visto los trabajos anteriores de Tomaselli seguramente sabrán que no se trata de un director común, ya que su estilo se enfoca más en decir con imágenes lo que no puede decir con palabras para así retar la paciencia del espectador. Por ello su cuarto filme causo mucha expectativa a inicios de este año y considerando el tiempo que se tomó para hacerlo esperaba una evolución importante con respecto a su último filme, pero en lugar de eso me encontré con algo que simplemente no me convenció.

Con Torture Chamber tenemos una película que no sigue la clásica estructura de tres actos a la que estamos acostumbrados, sino que en su propósito por lograr que esto luzca más como una auténtica pesadilla Tomaselli va integrando escena tras escena sin la más mínima explicación o solo brindándote alguno que otro punto de unión para comprender más o menos la “historia” que quiere contar; dándole así mucho más importancia a la construcción de la atmósfera gótica, a la creación de imágenes tétricas y al uso de iconografía religiosa para tratar de incomodar al espectador por diversos frentes. Claramente su intención no es divertir, sino golpearte desde lo más profundo de tu cerebro al retar algunas creencias de lo que es el bien y el mal, utilizando la venganza de Jimmy como el principal conducto.

El problema es que todo lo hace bajo un ritmo sumamente pasivo, ya que a pesar de que solo dura una hora y media el filme se vuelve eterno. Muestra algunas escenas violentas de tortura muy bien hechas que logran mantenerte atento, pero la mayor parte del tiempo vemos cosas que se repiten una y otra vez sin que añadan gran profundidad: ver correr a niños quemados o ver como las victimas siempre terminan en el mismo lugar no es precisamente interesante. Además el uso de los flashbacks nunca resulta lo suficientemente convincente para justificar el odio de Jimmy hacia algunas de sus víctimas.

El final no les podrá importar menos debido a que en este punto la aburrición es tal que lo único que quieres es que ya termine. Se siente completamente anti climático.

En cuanto a las actuaciones debo de decir que LoPorto está muy bien, es uno de los niños más aterradores que he visto en pantalla últimamente; aunque el resto del elenco no está a su altura: Christie Sanford como la madre de Jimmy te termina por fastidiar y Vincent Pastore luce totalmente perdido cada que aparece en pantalla. La producción es discreta, pero aquí tiene algunos de sus puntos más fuertes como la fotografía y sobre todo el estupendo trabajo de sonido que le añade bastante a determinadas escenas. Igualmente el score es muy bueno.

Opinión final: Torture Chamber me aburrió. Maneja muchos conceptos interesantes, pero nunca pudo atraparme como tal vez lo haga con otras personas.

Ojometro:
**

martes, 9 de septiembre de 2014

Crítica: Find Me (2014)


Primer largometraje del director Andy Palmer, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Cameron Bender y Kathryn Lyn (ambos protagonistas del filme). Se estrenó vía VOD y diversas plataformas digitales dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de septiembre.

Sinopsis:

Emily (Lyn) y Tim (Bender) son una pareja de recién casados que se mudan a una pequeña casa ubicada en el pueblo donde ella pasó su infancia. Todo parece normal, pero al poco tiempo ambos empiezan a experimentar cosas extrañas que los hacen suponer sobre la presencia de un fantasma; del cual, con la ayuda de una amiga, empezarán a tratar de descifrar su identidad.



Comentarios generales:

Con el tiempo he aprendido a valorar las películas sobre casas con actividad paranormal filmadas en formato clásico debido a que para mí es la mejor manera de contar esta clase de historias a pesar del poco margen de innovación que representa. Por ello no es de extrañar que Find Me hiciera que recordara a trabajos que disfrute bastante en el último par de años, aunque en una escala mucho menor.

Lo que nos trae Palmer es básicamente una mezcla de The Pact con algo The Conjuring pero siempre bajo un concepto mucho mas intimo, el cual se apega a la regla de menos es más para ir desmenuzando poco a poco una historia cuya complejidad no es demasiada y de la cual es probable que puedan descifrar varias cosas desde el primer acto. Para ello implementa un ritmo bastante pausado, por momentos cansino; en donde se enfoca en la construcción de una atmósfera lo más aterradora posible mientras va soltando algunos sustos fáciles en el proceso que ayudan a sacarla de la pesadez. Esto complementado con la revelación temprana de los fenómenos a los personajes principales que vuelve la dinámica entre estos mucho más interesante durante el proceso de búsqueda de respuestas (contrario a otros trabajos, donde todo recae en un solo individuo la mayoría de las veces).

El principal problema que tiene es el hecho de que a pesar de tanto énfasis a los detalles, la verdad por varios lapsos sientes que no ha pasado demasiado; por no decir nada. Cuenta con varios puntos muertos y el nivel de intensidad en momentos clave no es lo suficientemente alto como para poder considerar tan amenazante al espíritu que hay en la casa (que lo es) y además los orígenes de este son demasiado vagos como para generarte gran expectativa conforme se va acercando el desenlace.

El final no está mal, pero si sentí que le falto más fuerza. En especial porque el “conflicto” principal es limitado a no más de cinco minutos.

Las actuaciones son aceptables, todo se centra en tres actores que logran una buena química en los momentos en los que están juntos en pantalla; aunque en algunas escenas donde se necesitaba más fuerza se quedan cortos. La producción es verdaderamente discreta, realmente nada resalta; por ahí tiene algunos problemas con la iluminación, pero más allá de eso cumple en lo que presenta dentro de sus limitaciones.

Opinión final: Find Me es un trabajo aceptable. Es más para aquellos que gustan de experiencias pequeñas cuyo grado de originalidad no es mucho.

Ojometro:
***

sábado, 6 de septiembre de 2014

Crítica: Bunnyman Massacre (2014)


Secuela nuevamente escrita y dirigida por Carl Lindbergh. Se estrenó en TV el pasado de mes de abril dentro de los Estados Unidos por medio del canal Chiller, pero su salida oficial en formato físico se dio apenas a mediados de agosto (también en Europa).

Sinopsis:

La aventura de Joe (David Scott) y Bunnyman continúa en su pueblo fantasma, donde este último sigue con su sed de sangre; matando a todo ser vivo que se le cruce en su camino. El problema es que esto empieza a ser un riesgo por la cantidad de cuerpos que se acumulan y porque la desaparición de un par de oficiales atrae la atención del sheriff local.



Comentarios generales:

La primera Bunnyman es un trabajo difícil de digerir debido a sus desesperantes fallas y porque ciertamente no es un producto atractivo en general, pero el hecho de tener a un asesino tan peculiar daba pie a la creación de una franquicia indie. Por ello esta secuela no me sorprendió en lo absoluto, era algo lógico que se diera; aunque si esperaba ver algo con un poco más de calidad considerando las bases previamente establecidas.

Con Massacre lo que hace Lindbergh es repetir casi todos los errores de su primera entrega, pero ahora bajo una historia casi inexistente que principalmente se sustenta en Bunnyman matando a diestra y siniestra todo lo que se le cruce en su camino; una situación que no está mal en determinados casos como la impactante escena inicial del autobús escolar debido a que esto ayuda a establecer el nivel de violencia que se manejará, pero al no existir un hilo conector lo suficientemente sólido terminan sintiéndose como situaciones aisladas.

En serio, la continuidad de la película es bastante triste. Nunca sientes fluidez en los sucesos e incluso por momentos parece que estamos viendo una serie de cortos colocados de manera aleatoria para que dé alguno u otro modo todo tenga sentido. Ni siquiera el pequeño giro que le añaden funciona.

Otro punto negativo es que en esta ocasión Bunnyman por grandes lapsos termina siendo un mero espectador para darle más tiempo en pantalla a Joe, lo cual es increíblemente perjudicial para la película porque no solo se trata de un personaje genérico y sin gracia, sino que además las escenas con este involucran mucho dialogo que la vuelven muy pesada; algo que en un slasher es imperdonable. Aunque por otra parte hay que decir que las muertes (o la mayoría de estas) son bastante satisfactorias, sobre todo una que involucra a un barril sumamente original a la que de momento no recuerdo haberla visto en ningún otro trabajo. Esto dejará satisfechos a quienes solo buscan ver sangre o un entretenimiento barato.

El final es un tanto deprimente. Nunca hay un reto verdadero para los asesinos y ciertamente uno puede adivinar con bastante tiempo de anticipación lo que ocurrirá con estos.

En actuaciones no se puede decir mucho cuando el más destacado es alguien con una botarga de conejo. La producción mejora de forma considerable con respecto a la primera; en especial los efectos y el maquillaje están mejor logrados para brindarle una sensación de impacto mucho mayor a las muertes sin llegar a ser precisamente muy gráficas.

* En Europa el nombre oficial es The Bunnyman Resurrection

Opinión final: Bunnyman Massacre es una ligera mejora con respecto a su predecesora, pero salvo el look del asesino y algunas muertes, realmente poco recordarán a las dos horas de haberla visto.

Ojometro:
**

jueves, 4 de septiembre de 2014

Crítica: Septic Man (2014)


Película dirigida por Jesse Thomas Cook (Monster Brawl), cuyo guión corrió a cargo de Tony Burgess (Pontypool). Primero se estrenó directamente en TV dentro de Canadá el pasado mes de abril, pero su salida en formato físico apenas se dio el 19 de agosto de manera simultánea tanto en ese país como en los Estados Unidos.

Sinopsis:

Jack (Jason David Brown) es un trabajador de aguas residuales a quien se le pide investigar la causa detrás de la contaminación del agua del pueblo que ha hecho evacuar a todo el mundo. Para ello decide ir a la planta de tratado local, pero termina siendo atrapado en una fosa séptica por un par de hermanos psicópatas que no pretenden dejarlo salir de ahí con vida.



Comentarios generales:

Con el simple titulo uno se imagina que estará a punto de ver algo que involucre escenas que visualmente no son agradables, una situación de la que no suelo ser gran fan, pero para la cual si tengo un nivel de tolerancia bastante elevado. Sin embargo, con Septic Man lo grotesco no se utiliza como un simple conducto para algo más relevante y eso termina convirtiéndola en un trabajo del montón.

Thomas Cook nos trae una historia que inicia bien, vendiéndonos un panorama de peligro ante la contaminación del agua que no solo hace tener sentido a la extraña escena inicial, sino que además le añade cierto aire depresivo muy interesante que supones establecerá toda la tónica mientras hace algún tipo de crítica sobre como la clase media/trabajadora es la que sufre siempre las tonterías del gobierno; esto acompañado de un pequeño aire de misterio bastante sólido. El problema es que partir de los 20 minutos, cuando el personaje de Jack queda encerrado en la fosa séptica, se deja de lado todo eso para dar paso a una repetición de sucesos que convierten a la película en una totalmente hueca; en donde el director se escuda en miles de vómitos, desmembramientos y mucha mierda para tratar de mantener la atención del espectador en base a la duda sobre que tan lejos llegará con la implementación de lo grotesco.

Y es que no miento, decir que se estanca seria poco: básicamente todo se limita a ver a Jack vomitando o gritando mientras alguien tira partes de un cadáver a la fosa. Ni siquiera la presencia de un par de hermanos dementes es suficiente para sacar adelante algo que hubiera funcionado mejor como un cortometraje dado a que las interacciones con ellos son limitadísimas en todos sentidos; no le añaden nada importante a la trama y por momentos parece que solo fueron integrados a la historia para conectar de algún modo al protagonista con el mundo exterior. Nunca sabes exactamente sus motivaciones para matar (¿Son caníbales?) o por qué estos se odian entre sí.

Inclusive la propia mutación de Jack no podría ser menos interesante (desde el lado psicológico, en el visual es otra cosa). Realmente nunca te establecen una línea de tiempo que te indique cuanto lleva metido en la fosa, pueden ser días o meses y tú no lo sabes, por ello cuesta tanto trabajo creer su locura sustentada en solo unas cuantas alucinaciones.

El final por lo menos no sigue la línea “feliz” que uno esperaría, de hecho, es un tanto devastador para el héroe del pueblo.

En actuaciones realmente todo recae en David Brown, quien está aceptable en un papel cuyas limitaciones son bastantes. En producción cuenta varias cosas positivas: tiene un diseño de producción muy bien cuidado y los efectos son sólidos, pero sobre todo el trabajo de maquillaje se lleva las palmas gracias a lo que se hace con el aspecto físico del protagonista.

Opinión final: Septic Man es aburrida. Pretende sustentar su éxito en lo grotesco, pero ni eso logra salvarla.

Ojometro:
**