miércoles, 27 de mayo de 2015

Crítica: Plague (2015)


Primer largometraje para la dupla conformada por Nick Kozakis y Kosta Ouzas, este último siendo además el responsable del guión. Se estrenó a inicios de mayo en VOD y formato digital.

Sinopsis:

Dentro de una Australia azotada por un virus que se esparce rápidamente entre la población, un grupo de sobrevivientes se instala dentro de un refugio en el campo para evitarlo. Entre ellos se encuentra Evie (Tegan Crowley), quien se separó de su esposo y pretende esperarlo en dicho lugar; aunque para su mala fortuna el resto del grupo no comparte esa idea.



Comentarios generales (contiene spoilers):

Desde hace ya algún tiempo ha quedado claro que el cine de zombies dejo de ser aquel con el que muchos de nosotros crecimos, donde abundaban la sangre y los órganos vitales siendo expuestos por medio de grandes efectos mientras estos comían todo a su paso. Ahora la tendencia es utilizarlos lo menos posible en pantalla, algo que puede gustar o no, pero que ha demostrado ser efectivo en las manos correctas.

Manos que en esta ocasión no son lo suficientemente expertas como para poder manejar dicho aspecto debido a que con Plague lo que nos regalan ambos directores pasa más como un frustrante drama en donde el aspecto del virus y todas sus consecuencias solo tienen relevancia como por 15 minutos. De hecho, esto se podría dividir en dos historias: la primera que involucra lo contado en la sinopsis y la segunda que abarca todo lo que ocurre después de que Evie es abandonada; siendo la primera la que más se acerca a lo que uno quisiera ver en un trabajo de zombies dado a que presenta un grado de tensión interesante entre los personajes con respecto a la amenaza que los azota; así como la escena más violenta y gráfica de todas.

Lo decepcionante es que pasados los primeros 20 minutos la película cambia de tono por completo, al inicio con la aparición del esposo de Evie que realmente nunca te esperas tan temprano y posteriormente con la integración del personaje de Bob, que por más que tratan de volverlo parte natural de la historia este simplemente se siente forzado todo el tiempo. Ya con estos tres las cosas se vuelven relativamente tranquilas, los peligros externos disminuyen para centrarse por completo en sus interacciones; generando así un ritmo muy cansino gracias a diálogos extensos y situaciones poco interesantes que en ningún momento parece que vayan a llevar a algo intenso, a pesar de que si logran construir otra amenaza coherente.

El final me gustó, es potente en muchos aspectos y logra cambiar por completo el juego entre los personajes por medio de un conflicto bastante peculiar que expone como la cobardía en estos casos puede ser incluso mucho peor que la valentía exagerada. Además es la parte que te hace recordar que estás viendo una película de zombies gracias al ligero incremento en la violencia y apariciones de estos.

Las actuaciones las catalogaría como regulares: Crowley me resulto totalmente desesperante porque no es capaz de ofrecer algo diferente a su eterna expresión de sufrimiento, Stribakos se siente robótico y Scott Marcus es un cero a la izquierda a lado de estos dos. La producción es buena en general: tiene un trabajo de fotografía sólido (sobre todo en exteriores), el score no está mal y todo lo ligado a efectos/maquillaje realmente se gasta en un par de escenas gráficas bien hechas.

Opinión final: Plague es una película que nunca logra despegar por completo, pero ofrece algunas cosas interesantes como para rentarla.

Ojometro:
***

domingo, 24 de mayo de 2015

Crítica: The Pyramid (2014)


Película escrita por la dupla Daniel Meersand/Nick Simon y dirigida por Grégory Levasseur, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó a finales del año pasado en cines dentro de los Estados Unidos, aunque fue apenas hasta este pasado 5 de mayo que salió en formato físico.

Sinopsis:

Un equipo de arqueólogos descubre una extraña pirámide en las profundidades del desierto egipcio, lo cual es motivo para que canal de TV mande a filmar todo lo que ocurre ahí. Desesperados por obtener más información antes de que los corran, un pequeño grupo se adentra a la estructura; sin embargo, pronto se darán cuenta que han entrado en un laberinto que guarda más secretos de los que imaginaban.



Comentarios generales:

Cuando me enteré de que alguien del séquito habitual de Alexandre Aja se iba a involucrar en un proyecto que no tenía nada que ver con remakes sentí algo de entusiasmo, no porque los anteriores fueran todos malos, sino porque finalmente se vería algo nuevo/original y eso siempre es motivo para aplaudir. Lamentablemente después supe que se trataba de un found footage sobre exploración, lo cual no era buena señal gracias a que existía el riesgo de que fuera solo uno más del montón… y así fue.

Con The Pyramid lo que nos ofrece Levasseur es en el papel algo poco común, pero cuando te pones a analizar más detalladamente las cosas puedes darte cuenta que lo único que cambia en realidad es la envoltura: en lugar de un manicomio abandonado tienes una pirámide, en lugar de expertos paranormales tienes arqueólogos y en lugar de cineastas amateurs tienes expertos documentalistas. La dinámica es la misma con 30/35 minutos iniciales totalmente omitibles al presentar poco contenido interesante, que pretenden maquillar con un conflicto entre la tecnología y la arqueología antigua bastante risible; donde lo peor de todo es que ni siquiera logran alcanzar unos niveles de tensión significativos entre los personajes para utilizarlo de alguna manera más adelante (provocando que tras determinado lapso de tiempo quede en el olvido).

Ya dentro de la pirámide las cosas mejoran ligeramente, establecen una amenaza, se desata la violencia y empiezan a jugar con todo el aspecto de lectura de jeroglíficos, búsqueda de pasadizos, etc.; sin embargo, JAMÁS logran generar la atmósfera claustrofóbica que esta clase de historias ameritan para darle algo más al espectador. Además hay que agregarle que por varios momentos no parecen saber cómo mostrar lo que ocurre: en esencia es un found footage, pero en varias escenas el director deja de lado la cámara en mano y ofrece tomas por medio de ángulos que claramente no son de dicho formato; es como si él mismo estuviera dando a entender que esto fue un impedimento para contar algo mucho mejor.

La parte final es lo que más me entretuvo y en gran medida se debió a lo totalmente exagerada que es. Ya para este punto tienes claro lo que pretenden, así que la combinación de lo sangriento con lo ancestral termina de algún modo provocando una dinámica completamente ajena a todo lo que viste durante los primeros dos actos.

Las actuaciones son bastante malas, ninguno de los actores logra reflejar el verdadero terror o pánico que amerita la situación de quedar atrapados en un lugar sin salida varios metros por debajo de la tierra; incluso te resultan muy desesperantes en varias situaciones. La producción no tiene mucho tampoco: la calidad de imagen es buena al menos, el score no es la gran cosa y tiene un trabajo de maquillaje decente; aunque el uso de CGI deja mucho que desear, sobre todo cuando por medio de este es como se le da vida a la amenaza (más digna de película del canal Syfy que de una producción seria).

Opinión final: The Pyramid es un found footage más. Apta solo para aquellos que son fans del formato o de todo lo que huela a Alexandre Aja.

Ojometro:
**

viernes, 22 de mayo de 2015

Crítica: Out of the Dark (2015)


Primer largometraje del español Lluís Quílez, cuyo guión fue escrito por la tripleta conformada por Javier Gullón, David Pastor y Alex Pastor. Se estrenó de manera limitada en cines y en formato digital dentro de los Estados Unidos en el mes de febrero, mientras que en México llego a cines durante el mes pasado.

Sinopsis:

Paul (Scott Speedman) y Sarah (Julia Stiles) son una joven pareja que se muda a Colombia para que ella trabaje en la fábrica de su padre. Su vida transcurre normal hasta que de pronto su hija empieza a ser acechada por los fantasmas de unos niños ligados con una trágica historia del pasado.



Comentarios generales:

Las películas sobre fantasmas deben de ser un dolor de cabeza para todo director y guionista porque son tantas las que salen año tras año que el espacio para la originalidad cada vez es más escaso. Por eso con esta clase de trabajos lo más común es ver el reciclaje de ideas, lo cual no me molesta ya que aún así se pueden llegar a ver buenas cosas; sin embargo, en el caso de Out of the Dark es claro que esa falta de ideas fue un gran problema.

Ciertamente Quílez no nos regala una mala película, de hecho, el primer acto es uno bastante interesante debido a que ofrece las pistas necesarias para ir estableciendo los peligros y, sobre todo, pone sobre la mesa una historia con detalles macabros que ayudan al espectador a comprender que los fantasmas no serán unas blancas palomas. Lo cual hace que inmediatamente el tono sea uno mucho más oscuro del esperado y que, complementado con una gran fotografía, la atmósfera presentada logre construir momentos aterradores por medio de sustos fáciles sin gran esfuerzo; simplemente todo transcurre de manera fluida para esperar lo inevitable, esa gran escena de impacto que cambie por completo las cosas.

Algo que sin duda se da, pero en lugar de generar un punto de quiebre intenso que te tenga expectante por lo que sigue, lo que provoca es un claro estancamiento en el desarrollo de las acciones. Poco a poco empieza a perder fuerza la trama y todos los elementos de suspenso presentados no son los suficientemente sólidos como para evitar que te aburras, obligando así a tener que recurrir a ideas que has visto en repetidas ocasiones que no ayudan en lo absoluto con el factor sorpresa e incluso evitan que uno pueda involucrarse mucho más con el sufrimiento de esta pareja durante el evento más traumático de sus vidas.

El final lo sentí carente de emociones, muy plano. Pasa sin mayor relevancia y aunque el giro que se da con respecto a los niños resulta bien pensado, la verdad es que no tiene nada de especial para regresarle la fuerza necesaria que fue perdiendo con el paso de los minutos; además de que se van por el camino fácil.

Stiles y Speedman hacen un trabajo apenas correcto, realmente no ofrecen nada fuera de lo que ya les hemos visto en otros trabajos, incluso por momentos no notas mucha química entre ellos; mientras que a Stephen Rea (Jordan) se queda muy cortó como el “malo” en todo esto. La producción es su punto fuerte sin duda: el trabajo de fotografía con los paisajes de Bogotá es espectacular y gran parte de los momentos aterradores se deben a la atmósfera creada por este; igualmente está bien ambientada, tiene un score sólido, cuenta con efectos discretos y el trabajo de maquillaje sufre un poco por el tono oscuro que manejan en las escenas donde tiene más presencia.

Opinión final: Out of the Dark está ok. Más que nada es una película para rentar una vez que ya se te hayan agotado todas tus opciones.

Ojometro:
***

miércoles, 20 de mayo de 2015

Crítica: Ébola Zombies (2015)


Producción hongkonesa que significa el debut como director, actor y guionista de Samuel Leong. Se estrenó directamente en DVD y plataformas digitales el pasado 23 de marzo dentro de los Estados Unidos; aunque su llegada a otros mercados es incierta.

Sinopsis:

Un grupo de ladrones irrumpe en un complejo industrial para robar joyas, pero ya estando ahí se topan con un laboratorio clandestino donde se realizan experimentos poco ortodoxos en cadáveres robados con los virus del SARS y Ébola, los cuales provocan que estos se conviertan en hambrientos zombies que ahora invaden el lugar.



Comentarios generales:

No es extraño encontrar películas de bajo presupuesto que se agarren de algún acontecimiento para sobresalir, así que cuando se dio a conocer la existencia Ébola Zombies no me sorprendió en lo absoluto. Era algo que iba a suceder inevitablemente, aunque en este caso es muy claro que el tema del mortal virus lo agregaron en plena post producción para conseguirle distribución, ya que en realidad no tiene relevancia.

Lo que nos trae Leong es una historia no diría confusa, sino mas bien extraña; en donde de entrada pareciera que su idea original no tenía nada que ver con los zombies y poco a poco se fue integrando este aspecto gracias a que los primeros 25/30 minutos son más que nada de una típica película de acción oriental, con algunas peleas llamativas, cierto humor y demás aspectos clásicos. Realmente no tienes idea de cuál será el papel de la criaturas en todo esto, hasta que de la nada sacan un laboratorio clandestino con un científico obsesionado por los virus, lo cual es por demás desconcertante debido a que lo primero que te preguntas es: ¿Por qué diablos hay un laboratorio en un complejo industrial donde se producen joyas?. Simplemente no tiene sentido alguno y el director no tiene la más mínima intención de brindar una explicación coherente; en cambio, si tiene muchas ganas de robar cámara en todo momento.

A partir de aquí solo nos lleva por un conjunto de escenas en donde los zombies acorralan a los humanos que quedan y se los comen sin nada de impacto, simplemente las cosas pasan así como así; además de que todo esto se da bajo un ritmo, si bien no lento, si poco adecuado para generar una dinámica que mantenga entretenido al espectador. No hay construcción de una atmósfera aterradora o claustrofóbica considerando el lugar donde se realiza, tampoco hay grandes cantidades de sangre y todo empeora cuando de pronto nos empiezan a llenar de flashbacks y más peleas que no siguen en lo absoluto una línea concreta sobre el tema del virus; de hecho, el único aspecto más o menos ligado a esto es una niña que a lo mucho vemos en pantalla cinco minutos sin ningún tipo de peso en las acciones.

El final no cambia gran cosa. Básicamente es una larga escena con el personaje central peleando con muchos zombies para alargar el tiempo de metraje; con algunas ejecuciones aceptables, pero que carecen de originalidad. Y para colmo el desenlace lo único que te deja es una sensación de que todo lo ocurrido no te llevó a ningún lado.  

Las actuaciones rayan en lo caricaturesco, aunque realmente la única que importa es la de Leong; quien en su afán de robar protagonismo hace que el resto de los personajes sean irrelevantes. La producción es pobre: el trabajo de fotografía por momentos es incomodo, no hay mucho esfuerzo con la dirección de arte, la caracterización de los zombies es muy simple y los efectos son mínimos.

Opinión final: Ébola Zombies es una de esas películas que no entiendes su razón de existir. Evítenla.

Ojometro:
*