sábado, 4 de febrero de 2017

Crítica: Rings (2017)


Tercera entrega de la franquicia que está dirigida por el español Francisco Javier Gutiérrez, cuyo guión fue co-escrito por David Loucka, Jacob Estes y Akiva Goldsman. Se estrenó de manera simultánea en varios países, entre ellos México, el 3 de febrero.

Sinopsis:

Julia (Matilda Lutz) se empieza a preocupar cuando su novio explora la leyenda urbana de un misterioso video que te mata después de siete días de haberlo visto y para salvarlo ella lo sustituye. Sin embargo, al hacer esto descubre algo aterrador: hay una “película dentro de la película” que nadie había visto antes.



Comentarios generales:

Creo que para todos resulto una total sorpresa el que hace tres de años se anunciara la tercera entrega de una franquicia que parecía ya totalmente muerta y que no necesitaba ser revivida. Realmente nadie la pidió, pero a pesar de eso me sentía optimista debido a que pensaba que después de 13 años podría salir algo interesante; sin embargo, una vez que se dio a conocer que nadie de las entregas previas estaría involucrado y empezaron los retrasos (originalmente iba a estrenarse en 2015) mis temores se dispararon. Unos que al final fueron totalmente justificados debido a que Rings resultó ser una gran decepción.

Se nota de manera inmediata que hubo muchas ideas involucradas en la concepción de la historia porque la película inicia con la escena del avión con la cual basaron toda la promoción, pero esta se termina siendo algo totalmente ajeno y una simple excusa para justificar la presencia del video en VHS en pleno 2017. Dejando así a Gutiérrez con la labor de construir algo nuevo en base a una idea vieja por medio de un romance juvenil que vuelve la primera media hora una bastante aburrida; donde se invierten algunos minutos en un plan complejo tramado por el personaje de Johnny Galecki que queda en el olvido rápidamente y que solo sirve de simple anécdota cuando bien podría haber sido el sustento perfecto para añadir cierta frescura gracias a su perverso trasfondo.

Esto provoca una película lenta, tediosa y sumamente predecible que poco a poco se va olvidando de los elementos que tanto le gustan a los fans para enfocar toda la atención en el personaje de Julia. Uno que se ve involucrado durante su investigación en diversas situaciones diseñadas exclusivamente para añadir misterio y generar algunos sustos, pero que nunca terminan por convencerte debido a que no se puede percibir esa sensación de peligro que tendría que estar experimentando al ser la próxima víctima de Samara.

La tensión se encuentra totalmente ausente e incluso por varios momentos ni siquiera parece importar lo que se construyo en las entregas anteriores gracias a que todo transcurre de manera demasiado tranquila cuando, en teoría, se tendría que explotar mucho más ese sentimiento de urgencia entre estos personajes para salir del problema.

La parte final es probablemente lo más convincente. La manera de unir todas las piezas de este gran rompecabezas es fluida y sin muchas complicaciones; además de que el conflicto presentado finalmente logra añadir algo de inquietud sobre el futuro de la protagonista.

Las actuaciones son bastante flojas, tanto Lutz como Alex Roe (Holt) resultan aburridos en básicamente todo lo que hacen; mientras que Vincent D'Onofrio y Johnny Galecki terminan dándole vida a personajes que pudieron haber sido utilizados de mejor manera. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía sólido como siempre, la dirección de arte cumple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es impecable y la labor de efectos/maquillaje no presenta nada realmente nuevo (aunque siempre es bueno ver a Bonnie Morgan caracterizada haciendo contorsiones llamativas).

Opinión final: Rings es extremadamente aburrida. Un intento fallido por revivir una franquicia que probablemente solo vaya a ser del agrado de sus más fervientes fans.

Ojometro:
**

miércoles, 1 de febrero de 2017

Crítica: Mountain Devil (2017)


Película escrita y dirigida por Ryan Cavalline (Stockholm Syndrome). Salió directamente en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 17 de enero, aunque no parece que vaya a llegar a otros mercados.

Sinopsis:

Basado en eventos reales que ocurrieron en los montes Apalaches, Mountain Devil recrea la noche en la que Frank Peterson y su amigo fueron amenazados por algo que nunca pudieron explicar. Ahora, varios años después, se trataran de unir todas las piezas como el último intento de poder esclarecer uno de los más grandes misterios de nuestros tiempos.



Comentarios generales:

Oh, Pie Grande. Ya nos habíamos librado de algo sobre este por un tiempo después que hace aproximadamente tres/cuatro años se dio una oleada de películas que trataban dicho tema. Sin embargo, nuestra suerte terminó y Mountain Devil nos viene a recordar que lamentablemente casi todo lo que involucre a esta misteriosa criatura está destinado a fracasar de la manera más cruel que uno se pueda imaginar.

La verdad no hay mucho que decir porque lo que nos trae Cavelline difícilmente se podría considerar como una película de terror debido a que su estructura es básicamente la de un documental de esos producidos por el Discovery Channel y nunca muestra intención alguna por generar algo más allá de eso.

Gran parte de lo mostrado se sustenta en entrevistas y expediciones en donde lo más relevante que muestran son huesos de animales, arboles doblados o posibles huellas de algún espécimen desconocido bajo un ritmo increíblemente lento. Recurriendo únicamente a breves segmentos en donde recrean los sucesos que vivió Frank Peterson para darle cierta variedad a las cosas; aunque estos resultan igual de intrascendentes gracias a que solo se sustentan (salvo por lo que ocurre al final) en situaciones muy básicas sin nada que pueda elevar ligeramente los niveles de suspenso.

La parte final se podría decir que es lo más disfrutable o interesante. Primero porque la recreación de los sucesos es demasiado cómica y, segundo, porque finalmente deciden mostrar el video original para añadirle cierta duda a lo que acabas de ver.

La producción es bastante pobre en general: la calidad de imagen deja mucho que desear, el trabajo de sonido es muy deficiente y la caracterización de Pie Grande durante la recreación parece digna de de la película del Planeta de los Simios… hace 49 años.

Opinión final: Mountain Devil es muy mala. Falla en absolutamente todo para considerarla como una película/documental de terror y solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
*

viernes, 27 de enero de 2017

Crítica: Parasites (2017)


Película escrita y dirigida por Chad Ferrin. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos y Canadá el pasado 24 de febrero, pero no hay información sobre si saldrá en formato físico o sobre cuándo podría llegar a otros mercados.

Sinopsis:

Tres estudiantes universitarios se pierden en las solitarias calles del centro de la ciudad de Los Angeles y para su mala fortuna se encuentran con un grupo de violentos vagabundos, lo cual provocará una serie de horribles sucesos que mostrarán lo peor de Skid Row.



Comentarios generales:

La escena independiente suele ser un hit or miss, eso todo mundo lo sabe, pero siempre es bueno tener esta clase de trabajos haciendo ruido por distintos festivales debido a que es la única manera de diversificar de algún modo un género que pareciera estar centrado en los mismos individuos todo el tiempo. Es por ello que cuando películas como Parasites empiezan a generar cierta reputación siempre captan mi interés, ya que eso suele ser indicativo de que algo fresco podría estar presente; sin embargo, en esta ocasión simplemente no lo pude encontrar. 

Su premisa es muy básica con unos vagabundos increíblemente malos que torturan a unos pobres estudiantes de cierto estatus social, pero el problema es que desde un inicio Ferrin es incapaz de justificar dichas acciones de manera coherente y solo se limita a ir construyendo un primer acto que se da porque si. La verdad no tiene ningún tipo de lógica lo que ocurre, de hecho, ni siquiera existen motivos para que te importe porque básicamente te limitan a ver a un joven afroamericano correr por su vida mientras es perseguido por un vagabundo con un arma distinta (el nombre de cada uno de ellos es precisamente el nombre del arma) hasta que este lo mate y otro tome su lugar.

Dinámica que nunca cambia y se explota hasta el final, provocando así que ya entrados a la segunda mitad las cosas se tornen en exceso repetitivas, sin ningún tipo de tensión palpable que refleje lo aterrador de dicha experiencia y donde las únicas variantes se dan por medio de la introducción de personajes 100% desechables cada determinado tiempo que no añaden gran sustancia. Cuyo único propósito pareciera es mostrar que Skip Row es el lugar más deprimente del mundo entero y distraer al espectador del hecho de que no se profundiza para nada sobre los motivos que originaron esta aburrida persecución.  

La parte final se podría decir que es la más entretenida, principalmente por lo exageradas que son las acciones presentadas: hay disparos, cierto humor involuntario e incluso un pequeño conflicto entre los antagonistas que no aporta demasiado, pero que al menos rompe un poco la monotonía. Además tocan un tema muy delicado en la actualidad que le brinda cierta fuerza al cierre.

Las actuaciones son pobres en general, lo más rescatable es ver a Robert Miano como el líder de los vagabundos y la breve aparición Joe Pilato. La producción está bien cuidada dentro de sus posibilidades: el trabajo de fotografía está ok, el score tiene cierto aire a Carpenter que complementan de manera agradable con algunas canciones conocidas, el trabajo de sonido es pobre y toda la cuestión de efectos/maquillaje es en extremo limitada.

Opinión final: Parasites es decepcionante. Un trabajo muy pequeño que realmente nunca logra ofrecer algo llamativo y que se perderá rápidamente con el paso de los días.

Ojometro:
**

martes, 24 de enero de 2017

Crítica: The Axe Murders of Villisca (2017)


Primer largometraje del director Tony E. Valenzuela, cuyo guión fue escrito por Owen Egerton. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de enero, pero todavía no hay información sobre su posible llegada a otros mercados o salida en formato físico.

Sinopsis:

En 1912 se produjeron los brutales asesinatos de una familia en Villisca, Iowa que quedaron sin resolver. Ahora, varias décadas después, la casa donde se cometió dicho crimen se ha convertido en una exitosa atracción; la cual tres jóvenes están dispuestos a visitar en busca de respuestas sin saber que, tal vez, terminen descubriendo algo más allá de sus propios temores.



Comentarios generales:

La verdad nunca había escuchado sobre los asesinatos de Villisca, así que cuando supe sobre esta película inicie con el proceso de investigación correspondiente y lo que encontré fue un caso que realmente no se diferenciaba mucho de algunos otros que han servido como inspiración para distintos trabajos. Sin embargo, su naturaleza violenta y el hecho de que su director era un rostro nuevo me daban esperanzas de encontrarme ciertas ideas frescas en The Axe Murders of Villisca que pudieran añadir algo diferente a una fórmula ya muy gastada, pero lamentablemente eso no ocurrió.

Esto porque lo que nos trae Valenzuela inicia más como un drama juvenil que otra cosa, donde después de la debida presentación de los asesinatos hace mucho tiempo atrás, todo se centra básicamente en un triángulo amoroso construido de manera exprés cuyo principal objetivo es hacer pasar el tiempo mientras nuestros protagonistas se trasladan a la casa. Lo cual ciertamente no es tan aburrido como parece debido a que existe muy buena química entre estos personajes y eso hace que el paseo inicial por esta resulte ameno dado a que se logra combinar de manera adecuada cierto comportamiento absurdo juvenil con el tono serio que requiere todo lo referente a los asesinatos.

Algo que hace del inicio del segundo acto uno con bastante fuerza ante el planteamiento de ciertos conflictos y la inevitable aparición de los elementos paranormales de cajón en este tipo de historias, pero que se va cayendo poco a poco conforme se van manifestando las malignas intenciones de los espíritus.

De pronto toda esta tensión que se logró mostrar en pantalla se pierde y, aunque se logra construir una atmósfera interesante, esta nunca resulta parte fundamental en la serie de posesiones poco imaginativas presentadas. Unas que además, por considerables lapsos de tiempo, se pierden debido a que nunca logran generar momentos en el que todas puedan converger de manera importante y solo las sacan a relucir cuando cierta escena lo requiere; provocando así una confusión total al momento de querer identificar cual es la verdadera amenaza.

La parte final tampoco ayuda mucho. Aquí es donde la historia se separa de manera clara de lo manejado previamente, enfocándose más en el tema de la redención para dejar los asesinatos en un segundo plano y así crear un desbalance muy marcado que termina dejando como resultado varias preguntas sin respuesta.

Las actuaciones de Robert Adamson, Jarrett Sleeper y Alex Frnka no están nada mal, muestran buena química y logran que personajes con marcados estereotipos te resulten agradables. La producción es bastante pequeña: el trabajo de fotografía es sólido (sobre todo en exteriores), la dirección de arte no tiene nada llamativo, el score cumple, el trabajo de sonido está ok, los efectos si dejan mucho que desear y la labor de maquillaje en general es simple.

Opinión final: The Axe Murders of Villisca es decepcionante. Inicia bien, pero rápidamente se convierte en una película de casas poseídas del montón.

Ojometro:
**