viernes, 18 de agosto de 2017

Crítica: WTF! (2017)


Primer largometraje del director Peter Herro, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Christopher y Lawrence Centanni. Se estrenó el pasado 1 de agosto dentro de los Estados Unidos en DVD, VOD y formato digital.

Sinopsis:

Hace tres años Rachel (Callie Ott) apenas sobrevivió a una brutal masacre en donde todos sus amigos fueron asesinados y ha tratado de reorganizar su vida desde entonces. Sin embargo, para su mala suerte, su nuevo grupo de amigos pretende pasar las vacaciones de primavera en una cabaña en medio del bosque y con ello la trágica experiencia podría volver a repetirse.



Comentarios generales:

Los slasher son un volado siempre, no importa si se trata de producciones grandes o pequeñas, ya que la naturaleza misma de este subgénero los vuelve propensos a ser ridiculizados de muchas maneras y por eso mismo suelen ser amados u odiados por igual. Además con estos parece estar todo escrito, son muy pocos los que suelen sorprender y en años recientes los que más trascienden son aquellos que homenajean a los de los 80s; sin embargo, WTF! generaba ciertas sensaciones distintas, unas que hacían suponer que podía lograr algo relevante, pero al final se ha quedado solo en un intento barato más.

Y es que realmente no tienen que pasar muchos minutos para darte cuenta de lo que te espera, ya que salvo por una breve introducción que añade algo de contexto a la historia, el primer acto de la película básicamente consiste en ver el comportamiento más inmaduro posible para dejar en claro que este grupo de amigos son adolescentes en toda la regla. Utilizando además todos los estereotipos del librito que vuelven complicado el entender si el propósito de Herro y los Centanni eran de hacer esto una comedia o no, debido a que llega un punto en donde el deseo sexual de estos personajes adquiere unos tintes caricaturescos que, más allá de generar gracia, solo se vuelve molesto ante lo sobreexplotado que está.  

Aunque el hecho de que el humor sea uno bastante malo no es el principal problema, sino que alargan dicho aspecto más de lo que se necesitaba; al grado de que nunca se profundiza demasiado con respecto a la experiencia previa de Rachel (con todos los problemas psicológicos que evidentemente tiene) o se hace algún tipo de intento por generar un poco de suspenso para así poder ir estableciendo la atmósfera adecuada de la masacre que está por venir. Una que llega hasta los 45 minutos y que realmente no podría ser menos divertida de ver debido a que el ritmo utilizado para desarrollarla no es el más fluido y eso vuelve que unas muertes de por si genéricas nunca logren provocar una dinámica lo suficientemente sólida que te haga querer saber quién está detrás de todo lo ocurrido.

La parte final es la que en gran medida hace que esto no sea un desastre mayúsculo y no tanto porque los niveles de violencia o impacto mejoren, sino porque le añaden un giro con el que al menos pretenden no irse por lo convencional.

Las actuaciones son muy pobres, rayan en lo caricaturesco hasta en los momentos más apremiantes y lo único que te generan es querer ver morir a todo el mundo lo más rápido posible. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía cumple la mayoría del tiempo, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score es discreto, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están ok y la labor de maquillaje no tiene grandes cosas que resaltar.

Opinión final: WTF! es un slasher más. No es de lo peor que he visto pero carece de muchas cosas como para poder recomendarla.

Ojometro:
**

martes, 15 de agosto de 2017

Crítica: The Black Room (2017)


Película escrita y dirigida por Rolfe Kanefsky (Nightmare Man). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado mes de mayo y posteriormente salió en DVD durante el mes de junio; aunque a Latinoamérica llegó vía Netflix apenas hace algunos días.

Sinopsis:

Paul (Lukas Hassel) y Jennifer (Natasha Henstridge) se han mudado a una nueva casa y su vida parece ir por el mejor camino. Sin embargo, ellos no saben que justo en su sótano se encuentra un misterioso cuarto que encierra a un demonio cuyos deseos carnales afectarán a ambos como parte de sus oscuros planes.



Comentarios generales:

Después de leer la sinopsis y descubrir que el director de esta película tenía bastante experiencia haciendo películas softporn inmediatamente trate de bajar lo más posible mis expectativas debido a que había altas probabilidades de encontrar algo desastroso. Simplemente no existía nada que me hiciera esperar algo que valiera la pena y, aunque al final The Black Room no es el desastre épico que suponía que sería, tampoco se trata de un trabajo que vaya a pasar a los anales de historia; ni siquiera por su superficial uso del sexo.

Esto porque lo que nos regala Kanefsky en ningún momento parece tener muy definido cual es el verdadero camino que quiere seguir, manifestando desde el primer acto un evidente guiño por la comedia pero al mismo tiempo tratando de mantener un enfoque un poco más oscuro que vaya acorde al tema demoníaco que rodea la casa. Una combinación que al menos de inicio funciona porque gracias a esta se logran generar algunas escenas divertidas que establecen de manera clara que el sexo jugará un papel fundamental en el comportamiento de los personajes y en base a eso se irá desenvolviendo una historia que tiene algo más en lo que respecta al demonio y no solo se centrará en abrir puertas o provocar ruidos para lograr sustos fáciles.

El problema es que este tipo de dinámica no es capaz de sostener toda la película y en determinado punto la comedia es la que toma la estafeta, provocando con esto que poco a poco las cosas se vayan tornando bastante aburridas debido a que las acciones por un periodo prolongado de tiempo no parecen llevar a ningún lado a pesar de que por medio del personaje de Paul tratan de hacer parecer que sí. Recurriendo a elementos mucho más gráficos que añaden sustancia superficial mientras se compra tiempo y que ciertamente no están mal hechos pero, como todo en esta película, no hacen demasiado para profundizar sobre los propósitos de un demonio que hasta este momento se encuentra lejos de ser esa amenaza enorme que se vendió al comienzo y solo queda parado como un pervertido.

La parte final no está mal, más allá de que pretenden explicar todo en unos cuantos minutos. Aquí es donde básicamente el presupuesto se gastó y entre una muestra importante de efectos prácticos logran, por fin, brindarte un panorama más claro con respecto a los planes del demonio y los motivos por los cuales el tema del sexo es tan importante.

Las actuaciones son exageradas (Augie Duke, Lin Shaye) o muy planas (Henstridge), aunque Hassell ciertamente logra una labor sólida cuando le toca cargar con el peso de las acciones. La producción cumple: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte es básica salvo por el final, el score es genérico, el trabajo de sonido es bueno y tanto los efectos como la labor de maquillaje son bastante cumplidores; aunque pueden parecer algo arcaicos.

Opinión final: The Black Room es una película bastante pobre. Tiene algunas puntadas pero en general es un producto que en un par de días van a olvidar.

Ojometro:
**

viernes, 11 de agosto de 2017

Crítica: Breakdown Lane (2017)


Película escrita y dirigida por el debutante Bob Schultz, aunque también contó con la participación de Robert Conway (Exit to Hell) para filmar escenas adicionales que él mismo escribió. Se estrenó a inicios de año en Estados Unidos en VOD y su salida en DVD se dio el pasado 16 de mayo.

Sinopsis:

Cuando la camioneta de Kirby Lane (Whitney Moore) se descompone en medio del desierto, ella no solo tendrá que enfrentar los peligros de la deshidratación y a los coyotes, sino también a cientos de zombies que han comenzado a aparecer de la nada.



Comentarios generales:

Zombies + producciones independientes = desastre. Esto es una constante que cualquier fan del género debe de saber y en mi caso suele ser una de las combinaciones a las que más les huyo cuando se trata de hacer las críticas; sin embargo, los zombies siempre serán una debilidad conmigo y por más que quiera evitarlo termino viendo algunas cosas de las cuales sé de antemano que me voy a arrepentir y definitivamente Breakdown Lane es ejemplo perfecto de esto.

La verdad no sé cuanto material adicional filmó Schultz pero es evidente que en algún punto alguien se dio cuenta que tenían un verdadero desastre y decidieron recurrir a sus servicios para tratar de corregir algo destinado al fracaso, aunque en lugar de mejorar el producto solo terminaron haciéndolo mucho más ridículo. Ya que esta es una de las historias sobre zombies más huecas que me haya tocado ver debido a que, a pesar de que muestran mucho en pantalla, casi nada lleva a algo concreto y en general se trata de una serie de eventos aleatorios que pretenden venderte un apocalipsis zombie a gran escala sin explicarte absolutamente nada; de hecho, los niveles de profundización al respecto son tan pobres al grado de que en cuestión de UN DIA ya muestran a humanos realizando actos de canibalismo.

Realmente pocas cosas parecen tener una razón de ser, lo único constante es ver a esta chica quejándose mientras se integran cada determinado tiempo unas viñetas tipo cómic para tratar de añadir dinamismo a algo que avanza de manera sumamente lenta y que en determinado punto pasa de ser una historia de supervivencia a una de rescate simplemente porque si. Lo cual sirve de excusa para introducir a otro personaje que deja en evidencia la falta de desarrollo y claridad en cuanto al tiempo transcurrido; el cual es el medio para presentar cierto nivel de impacto visual y generar una sensación de desesperanza total, pero que fracasa ante lo débil que resulta el sustento detrás (nuevamente, no han transcurrido ni si siquiera un par de días como para que sus acciones sean creíbles).

La parte final es un burdo intento por querer convertir al personaje de Kirby Lane en alguien badass y hasta cierto punto lo logran, lo malo es que el desenlace no cuenta con absolutamente nada de intensidad como para poder comprarla por completo. Además de que el cierre presentado es por demás ridículo y va totalmente en contra de lo que supuestamente es su nueva personalidad.

De las actuaciones no hay mucho que decir, son bastante malas y en general no te provocan absolutamente nada. La producción también es muy pobre: el trabajo de fotografía es espantoso, el score es genérico, el trabajo de sonido es horrible, los efectos son de muy mala calidad y la labor de maquillaje, aunque extremadamente básica, es lo más decente.

Opinión final: Breakdown Lane es horrible, probablemente una de las peores películas de zombies que he visto. Evítenla.

Ojometro:
*

martes, 8 de agosto de 2017

Crítica: Bonejangles (2017)


Película dirigida por Brett DeJager (The Legend of Cooley Moon) y escrita por Keith Melcher. Se estrenó en VOD el pasado 18 de julio dentro de los Estados Unidos, pero todavía no hay información sobre su salida en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras se encuentran trasladando al temible asesino serial Bonejangles a una nueva instalación de máxima seguridad, un grupo de policías entra a un pueblo que sufre de una maldición que lo infesta de zombies una vez al año. Atrapados y desesperados, su única alternativa para salir con vida y salvar al pueblo es al mismo tiempo su peor pesadilla: liberar a Bonejangles.



Comentarios generales:

El cine serie b es un gusto culposo no solo para mí, sino para muchas otras personas debido a que suele ser una vía de entretenimiento sin grandes complicaciones con la cual puedes desconectar el cerebro un rato y reír por diversos factores que rodean a esta clase de producciones. Lo malo es que en años recientes también se han vuelto la excusa perfecta para realizar trabajos de muy cuestionable calidad que, bajo el argumento de ser serie b, quieren escudar todas sus falencias y desafortunadamente Bonejangles es uno de esos ejemplos.

Lo cual es una pena porque la premisa era lo suficientemente absurda para que DeJager nos pudiera regalar algo divertido tomando en cuenta que su historia mezclaba slasher con zombies, dos de los subgéneros más convenientes para poder exagerar todo lo que quisiera y regalar un bonito baño de sangre. Sin embargo, en lugar de eso mejor decide sustentar su trabajo en el humor, pero no en uno inteligente, sino en más bien en uno juvenil que depende casi exclusivamente de chistes sobre sexo (incluso para la breve aparición de Reggie Bannister) en su intento de generar risas mientras nos presentan en pantalla a un asesino serial que supuestamente es una máquina de matar pero que durante todo el primer acto es opacado por un grupo de policías estereotipados.

Realmente el inicio no diría que es lento, aunque tampoco tiene demasiadas cosas como para emocionarse y no es sino hasta que llegan al pueblo cuando la dinámica se vuelve un poco más digerible gracias a que los zombies y el asesino suelto provocan de manera automática eso. Lo malo es que realmente todas las escenas que los involucran se sienten muy genéricas, sin intensidad; básicamente están hechas de un modo para que nada más ocurran porque si mientras se le sigue dando prioridad al humor hueco y se trata de mezclar el tema de la maldición de manera sumamente forzada en unos cuantos minutos para poder justificar la presencia de Bonejangles, quien por un periodo importante de tiempo pasa a segundo plano.

La parte final tampoco ofrece muchas cosas memorables. De hecho, lo que uno supone será una batalla al menos entretenida termina siendo opacada, una vez más, por el humor excesivo y una conclusión que carece por completo de cualquier tipo de emoción.

Sobre las actuaciones puedo decir que, salvo por Bannister, prácticamente todo el elenco es uno bastante amateur por lo exagerados que resultan en pantalla. La producción tiene cosas buenas y cosas malas: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte es pobre, el score no tiene nada destacado, el trabajo de sonido cumple, los efectos son arcaicos y la labor de maquillaje es digna de atracción de Halloween.

Opinión final: Bonejangles es decepcionante. Un pobre intento de cine serie b que solo a unos cuantos les parecerá entretenido.  

Ojometro:
**