martes, 5 de diciembre de 2017

Crítica: Better Watch Out (2017)


Película dirigida por Chris Peckover (Undocumented), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Zack Kahn. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD el pasado 6 de octubre dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en DVD se dio este 5 de diciembre.

Sinopsis:

Es temporada navideña y Ashley (Olivia DeJonge) se encuentra trabajando de niñera en lo que supone será otra noche tranquila en los suburbios. Aunque pronto su noche obtendrá tintes peligrosos cuando unos intrusos empiecen a aterrorizarla a ella y al pre-adolescente Luke (Levi Miller); obligándola a usar todas sus habilidades para salir de lo que, descubrirá, no es una invasión de hogar común.



Comentarios generales:

Si uno ve el trailer de Better Watch Out no se espera nada fuera de lo ordinario, a lo mucho se podría pensar que es una mezcla entre Black Christmas y When a Stranger Calls con cierto toque de humor, pero nada como para morirse por ver. Sin embargo, conforme fui leyendo sobre esta en diversos festivales mi interés aumentó debido a que se trataban de puros comentarios positivos y eso me impulso a verla, lo cual fue lo mejor que pudo haber pasado debido a que es una de las más grandes sorpresas del año.

Algo que al menos de inicio podría parecer un poco complicado de creer ya que el primer acto no da señales para esperar eso, más que nada porque Peckover y Kahn diseñaron una experiencia cuyo primer visionado tiene que ser único y por lo consiguiente necesitan de varias sorpresas para lograrlo. Recurriendo así a ciertos elementos simples que ayudan a establecer una relación entre nuestros personajes principales bastante inocente que no está destinada a ser más que eso, pero que poco a poco va evolucionando por medio de los eventos de invasión que se presentan y que brindan lo que se podría considerar la parte más “seria” de la película.

Todo avanza con buen ritmo sin nada particularmente especial, esto hasta que entrado el segundo acto ocurre algo que cambia por completo la dinámica y lleva la historia por un camino que no esperabas en lo absoluto. Uno del cual no pretendo contar mucho para no arruinarles las cosas, aunque del que puedo decir que está perfectamente trazado al no necesitar de sustos fáciles para funcionar y que de manera orgánica va presentando situaciones que resultan divertidas de ver al utilizar un humor bastante negro que, sin importar lo que muestren, siempre termina sintiéndose justificado gracias a las interacciones entre todos los personajes que hacen de las transiciones de humor-terror unas mucho más naturales. Incluso dando espacio para algunas referencias (Home Alone).

Los últimos 15/20 minutos se puede decir que son los más violentos; no un baño de sangre ni nada similar, pero es donde las muertes empiezan a llegar. Además, con estas se construyen algunos momentos que cuentan con cierto grado emocional que ayudan a solidificar a un personaje como alguien bastante complejo y con el que simplemente quieres ver como resolverá cada obstáculo que se le presenta, a pesar de que lo que hace es totalmente condenable y no merecería la empatía de nadie.

Las actuaciones son muy buenas, Olivia DeJonge hace un trabajo muy sólido como la “adulta” en todo esto al estar casi siempre en control y no caer en el estereotipo de mujer débil; aunque creo que es Levi Miller quien se lleva la nota más alta con un personaje que lo obliga a realizar muchas cosas distintas y prácticamente todas las saca adelante. La producción es de calidad: el trabajo de fotografía es bastante bueno, tiene una gran dirección de arte, el score resulta familiar, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje no presenta grandes complicaciones.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Better Watch Out es una grata sorpresa. Sin duda una de las mejores películas de 2017 y un trabajo que se convertirá en un must see para cada temporada navideña.

Ojometro:
*****

viernes, 1 de diciembre de 2017

Crítica: The Hatred (2017)


Película escrita y dirigida por Michael G. Kehoe, la cual significa su primer largometraje dentro del género. Se estrenó en formato físico, digital y VOD el pasado 12 de septiembre dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Cuatro estudiantes universitarias van a pasar el fin de semana en la nueva casa de campo de un profesor para cuidar a su pequeña hija, aunque pronto descubrirán que dicho lugar guarda un oscuro pasado vinculado con los nazis.



Comentarios generales:

Sinceramente el tema de los nazis en el género de terror no es uno que me provoque gran interés debido a que son contados los casos que han sabido explotarlo de manera original fuera del mundo zombie. Pareciera que está completamente estancado y sin nada más para ofrecer; sin embargo, cuando una producción no alemana trata de tocar dicho tema la curiosidad en mi suele incrementarse porque una visión distinta al respecto nunca hace daño; aunque en el caso de The Hatred eso tampoco ayudó demasiado.

Y eso es una pena porque el inicio es algo prometedor al establecer un tono mucho más oscuro del que esperas por medio de una familia totalmente aislada cuya endeble relación hace que en todo momento se sienta un riesgo latente y el padre quede establecido rápidamente como alguien dispuesto a hacer lo que sea para mantener el legado nazi vivo. Llevando así a una serie de acciones interesantes, pero de manera sorpresiva Kehoe decide cortar de tajo este desarrollo por medio de un salto de tiempo para presentar el inicio de una historia mucho más convencional sobre casas poseídas en la que nuevamente se tiene que invertir tiempo en la introducción de personajes y con ello hacer que lo construido se vaya desvaneciendo poco a poco, teniendo como única esperanza que las referencias dentro de la propia casa sean suficientes como para mantener el interés intacto.

Lo cual evidentemente no ocurre y tiene como resultado 50 minutos insufribles en los que no pasa nada, o más bien…  en los que tratan de que pase algo pero nunca logran manifestarlo de manera positiva. Ya que tenemos a un grupo de chicas a las que, salvo por alguno que otro sobresalto por medio de sustos fáciles, solo están de adorno y de las cuales se deshacen de manera por demás desangelada; siendo productos de desecho con los que no se trata siquiera de volver a generar una atmósfera adecuada o mínimo escenas que contengan elementos visuales llamativos que hagan de la amenaza una intimidante.  

Los últimos minutos si sienten muy acelerados. Claramente para este punto lo referente al tema nazi está olvidado y todo se concentra en una dinámica de correr de lado A al lado B que solo hace que la de por si raquítica participación del espíritu maligno se vaya perdiendo hasta que la película termina de golpe.

Las actuaciones son pasables, realmente ninguna de las chicas sobresale pero tampoco me pareció que lo hicieran tan mal considerando lo que les dieron para trabajar. La producción es regular: el trabajo de fotografía tiene sus altibajos, la dirección de arte no tiene nada relevante, el score está ok, el trabajo de sonido cumple, los efectos altamente cargados de CGI no se ven muy bien y la labor de maquillaje es ínfima.

Opinión final: The Hatred es bastante pobre. Una película genérica hasta más no poder que solo servirá para rellenar las programaciones de canales de tv o servicios de streaming.

Ojometro:
**

lunes, 27 de noviembre de 2017

Crítica: Mayhem (2017)


Película dirigida por Joe Lynch (Wrong Turn 2: Dead End) y escrita por Matias Caruso. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de noviembre, mientras que su salida en DVD está anunciada para el próximo 26 de diciembre.

Sinopsis:

Después de haber sido despedido de manera injustificada, Derek Cho (Steven Yeun) se encuentra bajo cuarentena en las oficinas de su empresa gracias a un extraño y peligroso virus que desata los impulsos más salvajes de las personas. Ya sin nada que perder y con la ayuda de un inesperado aliado (Samara Weaving), ahora tendrá que pelear para llegar hasta el piso superior con tal de poder ajustar cuentas con sus jefes.



Comentarios generales:

La verdad es muy probable que Mayhem hubiera pasado totalmente desapercibida si no fuera por la presencia de Steven Yeun, quien después de la muerte de su personaje en The Walking Dead había estado alejado del género y muchos fans querían verlo de regreso. Al menos en mi caso esa fue la razón principal para verla, ya que realmente su premisa no resultaba tan interesante; de hecho, este mismo año ya habíamos tenido un trabajo un tanto similar y por eso mismo no esperaba demasiado, aunque al final lo que me encontré fue algo que me brindó casi 90 minutos de pura diversión.

Ya que aunque lo que nos trae Lynch no es precisamente innovador, este si trata de añadir suficientes cosas para hacerte sentir que lo que estás viendo es algo fresco; iniciando con el propio virus, el cual no convierte a las personas en zombies u infectados sin emociones, sino que simplemente inhibe aquello que los hace comportarse de manera decente. Un detalle que parece insignificante pero gracias a esto el director básicamente tiene vía libre para presentar lo que le plazca y por medio de la construcción en los minutos iniciales es claro que lo que uno verá alcanzará niveles de exageración importantes basándote en que los propios personajes que, aun sin estar infectados, ya son seres de los cuales puedes esperar cualquier cosa considerando los estereotipos presentados.

Sus acciones solo son una extensión de su personalidad, están plenamente conscientes de ello, así que cuando el tema del virus toma relevancia esto explota y a partir de ahí el ritmo se vuelve caótico para presentar una historia llena de violencia completamente justificada, la cual además sirve para satirizar en todo momento el ambiente corporativo. Una situación que podría parecer que no ofrece nada más elaborado considerando la dinámica sangrienta, sin embargo, por medio de todo este caos también se va construyendo una relación entre los dos personajes principales que poco a poco va añadiendo ciertos cuestionamientos morales que le brindan profundidad sin dejar de lado el humor o la sangre.

La parte final por momentos flaquea al tratar de generar algunos despistes sobre si Derek podrá lograr su objetivo o no. Eso le quita algo de emoción a los minutos finales, pero no es suficiente como para derrumbar todo lo previo y se termina ofreciendo una conclusión satisfactoria.

Las actuaciones están muy bien, la dupla Yeun/Weaving muestra una química natural que hace que todo fluya de manera increíble y, a pesar de que sus acciones son algo cuestionables, uno está completamente a favor de lo que hacen; mientras que todo el resto del elenco también realiza una buena labor. La producción está bien cuidada: cuenta con un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte cumple, el score es muy agradable, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son simples y la labor de maquillaje no tiene complicaciones.

Opinión final: Mayhem me entretuvo bastante. Sin duda una de las películas más divertidas y sangrientas del 2017. 

Ojometro:
****

jueves, 23 de noviembre de 2017

Crítica: Eat Locals (2017)


Película escrita por Danny King que significa el debut tras la cámara del actor Jason Flemyng, quien además tiene una pequeña participación actoral. Salió directamente en DVD en algunos mercados europeos durante el mes de mayo y en cines dentro del Reino Unidos en el mes de septiembre.

Sinopsis:

Atravesando momentos difíciles y con sus días de gloria ya en el pasado, los ocho vampiros británicos supremos se juntan para su reunión semestral. Sin embargo, antes de que llegue el amanecer, dicha reunión terminará con sangre y muchos cadáveres por todo el lugar.



Comentarios generales:

Cuando un actor con un currículum bastante respetable decide hacer su debut como director por medio de una comedia de vampiros sin duda va a llamar la atención, no es algo usual y por eso mismo mi curiosidad se desató una vez que supe de Eat Locals. La verdad no sabía que esperar debido a que no es un terreno fácil de explorar, mucho menos cuando hace apenas un par de años salió la que muchos consideran la comedia definitiva de vampiros (What We Do In The Shadows), pero al final lo que me encontré fue algo entretenido.

En gran medida porque afortunadamente Flemyng identifica a la perfección de lo que se trata todo esto y no se toma tan en serio las cosas, estableciendo rápidamente cual será el tono para la historia al resaltar ciertos chistes específicos de manera temprana. Una situación que no luce como la mejor opción considerando que es el primer acto y normalmente no se desea aligerar tan rápido el ambiente, pero que termina funcionando gracias a que dentro de todo el humor también se integran de manera inteligente los elementos necesarios para presentar a un grupo de vampiros que no son ridiculizados y cuyos motivos para justificar su reunión tienen de fondo un tema que los deja parados como esos seres a los que solo les importa alimentarse.

Esto hace que la película te atrape, sin embargo, el guión no es tan sólido como parece y con el pasar de los minutos el tema de los ocho vampiros supremos empieza a ser dejado de lado (en realidad, lo olvidan casi por completo) para centrarse en un conflicto con el ejército que no resulta tan interesante. Más que nada porque a partir de ahí la película se vuelve un hit or miss constante al tener escenas de acción que fluyen de manera agradable, pero que en ocasiones quedan paradas como simples rellenos para obtener un poco más de tiempo o como un capricho para mostrar las habilidades de los vampiros sin nada de trasfondo.

Aunque, por otra parte, los referente a la comedia sigue siendo manejado de manera sólida y existen varios momentos hilarantes que me hicieron reír bastante, ya sea por medio de comedia física o algunos diálogos muy bien logrados con el típico humor británico.

La parte final cumple. Sigue teniendo varios huecos y ciertamente la razón detrás de la traición del ejército es medio estúpida, pero en general el desenlace es satisfactorio ya que no se rompen la cabeza y siguen un camino sin complicaciones.

Las actuaciones están bastante bien, hay varios rostros conocidos que hacen de este grupo de vampiros uno con bastante química sin que nadie destaque por encima del resto; mientras que los secundarios fungen como buen complemento. En cuanto a la producción, es austera: el trabajo de fotografía no está mal, el score es medio genérico, el trabajo de sonido resulta efectivo, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje cumple con lo mínimo.

Opinión final: Eat Locals está divertida. Película para no tomar demasiado en serio y pasar un rato agradable.

Ojometro:
***