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viernes, 18 de octubre de 2024

Crítica: #AMFAD: All My Friends Are Dead (2024)

Película dirigida por Marcus Dunstan (The Collector, The Collection), cuyo guión fue co-escrito por Josh Sims y Jessica Sarah Flaum. Se estrenó en VOD durante el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 8 de octubre.

Sinopsis:

Un grupo de amigos universitarios rentan un Airbnb para el festival de música más grande del año, aunque un fin de semana de fiesta pronto se convierte en una pesadilla cuando cada miembro del grupo va siendo asesinado uno por uno.


Comentarios generales:

El caso de Marcus Dunstan es uno peculiar debido a que si bien su curriculum incluye trabajos como guionista en una franquicia tan importante como Saw o una participación en la serie Into the Dark, lo cierto es que la mayoría de la gente lo ubica por “The Collector” y su secuela. Lo cual ha originado que desde hace más de una década los fans solo estén interesados en saber si finalmente se llevará a cabo la tan ansiada tercera entrega, un sueño que parece cada vez más lejano y con #AMFAD: All My Friends Are Dead probablemente empiecen a existir dudas sobre si en verdad será buena idea que la haga.

Y es que Dunstan nos trae un slasher en el que trata de replicar de cierta forma lo que hemos visto en su trabajo insignia, pero la realidad es que falla de manera importante en aspectos fundamentales para hacerlo interesante desde el primer minuto. Contándonos una historia que se sustenta en la dependencia a las redes sociales por parte de las generaciones más jóvenes y así presentarnos a unos universitarios que harán cualquier clase de tonterías para conseguir fama, siendo esto básicamente lo que predomina durante un primer acto que en ningún punto trata de construir algún tipo de suspenso sólido y solo se limita a hacerte saber de la manera más insípida posible que alguien está vigilándolos con oscuras intenciones.

Así avanzan las cosas de manera aburrida y muy genérica hasta que llega la primera muerte, la cual muestra de inmediato otro gran problema debido a que pareciera que el director solo se la quería sacar de encima y la realiza con una rapidez un tanto inusual que no le permite tener el impacto que debería. Iniciando con esto una dinámica en la que se mezcla drama juvenil con asesinatos poco imaginativos sin que en ningún momento se logre generar algo de tensión que haga de estos entretenidos, además de que para este punto no solo el tema de las redes sociales queda en el olvido, sino que uno más o menos se puede ir haciendo una idea de quién podría estar detrás de la masacre por simple descarte y ante eso cada situación se siente menos relevante.

Un problema que incluso resulta más marcado durante una parte final en la que todo se limita a una persecución en un sótano que añade cierta intensidad e impacto, pero no lo suficiente como para salvar las cosas. Dejándonos ante un cierre con una revelación final que, si bien no trata de irse por lo sencillo, lo cierto es que es blanda y se siente demasiado forzada.

Las actuaciones no son las mejores, por ahí un par de actores hacen una labor decente con lo que tienen pero la realidad es que ninguna logra aportar nada significativo a la película. Mientras que en producción tampoco tenemos demasiadas cosas para destacar: el trabajo de fotografía es regular, la dirección de arte está bien, el score es genérico, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos cumplen y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: #AMFAD: All My Friends Are Dead es mediocre. Un slasher sin chispa que se volverá irrelevante en poco tiempo.

Ojometro:
**

viernes, 21 de junio de 2024

Crítica: The Strangers: Chapter 1 (2024)

Película dirigida por Renny Harlin (The Exorcist: The Beginning), cuyo guión fue co-escrito por Alan R. Cohen y Alan Freedland. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de mayo, mientras que en México hizo lo propio el pasado 13 de junio; recaudando hasta la fecha $40.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de que su automóvil se descompone, una joven pareja se ve obligada a pasar la noche en una cabaña remota en el bosque. Aunque estando ahí se desatará el pánico cuando tres extraños enmascarados los empiezan a aterrorizar sin piedad y sin un motivo aparente.


Comentarios generales:

Hablar de “The Strangers” no es cosa menor, tal vez no sea una película que haga demasiado ruido entre las masas pero es innegable que se trata de una de las mejores películas de terror de los 2000s y por lo consiguiente cualquier proyecto ligado a esta llamará poderosamente la atención. Y más si se trata de uno tan ambicioso como esta trilogía, la cual pretende elevar el estatus de la franquicia a otro nivel; sin embargo, con The Strangers: Chapter 1 no creo que hayan dado el primer paso más efectivo.

Ya que al ser un reboot y a la vez el inicio de la trilogía, lo traído por Harlin se encuentra en una posición extraña en la que tiene que lograr determinadas metas sustentándose principalmente en tratar de replicar sin grandes resultados lo visto en la película de 2008. Esto por medio de una historia que desde su primer acto puede llegar a aburrir al enfocarse fuertemente en conseguir la empatía del espectador hacía la pareja protagonista al ponerla en medio de un ambiente un tanto hostil en el que se empiezan a mostrar roces con personajes secundarios cuya presencia plantea las principales preguntas sobre posibles sospechosos más adelante.

El problema con esto es que cae en ciertos clichés que no encajan precisamente con la idea central sobre lo que representan los extraños y conforme van pasando los minutos empieza a ser evidente que no se tiene una idea tan clara sobre cómo integrarlos en la trama, al grado de que todos esos personajes solo están de adorno y básicamente quedan en el olvido una vez que las acciones se centran en lo que ocurre en la cabaña durante la segunda mitad del filme.

La cual honestamente no está mal, pero en su afán por querer replicar mucho del material original el director hace que el asecho de los extraños sea demasiado genérico al utilizar recursos muy básicos en la búsqueda de crear suspenso y eso hace que rápidamente se caiga en lo repetitivo. Aunque una vez que se eleva el nivel de intensidad las cosas se desarrollan bajo un ritmo lo suficientemente ágil como para que esta simplicidad no resulte tan fastidiosa y se puedan construir algunas escenas lo suficientemente potentes que ayuden a establecer el verdadero peligro que representan estos asesinos.

Algo que afortunadamente se logra mantener hasta una parte final que, a pesar de no ser caótica, si cuenta con una atmósfera de total desesperanza para las víctimas y las dudas con respecto a las incomprensibles motivaciones de los extraños siguen ahí. Lo malo es que el desenlace nada más magnifica la sensación de que lo que viste solo fue la parte menos importante del proyecto y eso deja un sabor agridulce.  

Las actuaciones son normales, realmente hay poco para destacar debido a que ambos protagonistas solo ofrecen lo mínimo indispensable y su relación en ningún punto logra ser tan especial como para sentir gran preocupación por ellos una vez que empiezan a ser aterrorizados por los enmascarados.

Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte sencilla, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es efectivo y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Strangers: Chapter 1 está pasable. Película que trata de replicar a la original sin tanto éxito y que se siente solo como un paso muy discreto hacía algo más grande.

Ojometro:
***

martes, 19 de diciembre de 2023

Crítica: Fear the Night (2023)


Película escrita y dirigida por Neil LaBute (House of Darkness). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de julio, mientras que en México llegó a la salas de cine el pasado 14 de diciembre.

Sinopsis:

Tess (Maggie Q) es una veterana de la guerra en Irak que asiste a la despedida de soltera de su hermana menor en una casa remota que le pertenece a sus padres. Sin embargo, cuando un grupo de encapuchados las ataca, ella tendrá que sacar a relucir su experiencia en el campo de batalla para que puedan sobrevivir.


Comentarios generales:

Los finales de año suelen ser de los periodos más complicados para escribir debido a que el cine de terror no es precisamente el más cotizado para estas fechas, pero afortunadamente en México la oferta casi nunca desaparece y en estos días llegó Fear the Night. Una película de la cual no me acordaba que iba a salir y que por lo mismo no sabía que esperar de esta, lo cual probablemente fue lo mejor porque en realidad no me ofreció mucho que haya valido la pena.

Y es que lo traído por LaBute es el ejemplo perfecto de una película genérica en toda la regla, donde está tan preocupado por hacer lucir a su protagonista que al final se le olvida construir una historia competente con la que se puedan mostrar sus habilidades militares de manera entretenida. Aferrándose al concepto de invasión de hogar pensando que con eso será suficiente, pero lo cierto es que durante la primera media hora no ocurre nada que te genere interés al sobrecargarla de un drama entre hermanas cuyo aporte es nulo y solo termina fungiendo como vil relleno hasta que ocurre la primera muerte.

Siendo este tal vez el único momento en el que se puede tener un poco de sustento emocional para el personaje de Tess y donde se logra sacudir la pasividad predominante por medio del caos que trae consigo el inicio del ataque. Lo malo es que esto solo dura unos pocos minutos antes de que se vuelva a caer en una dinámica aburrida en la que nuestra protagonista toma el mando pero realmente nunca se atreven a ponerla en situaciones de apremio que puedan generar un nivel de intensidad mayor, limitando la violencia y construyendo escenas demasiado predecibles que no añaden nada en la búsqueda de tensión ante el riesgo que supuestamente se vive dentro de la casa.

Dejándonos así una parte final que, además de revelar un motivo demasiado absurdo para justificar el conflicto, también falla en su búsqueda por alcanzar ciertos niveles de potencia con la que se pueda vender la idea de que el conflicto llevará a algo brutal. Y gracias a eso no solo tenemos una pelea decisiva desangelada, sino también un cierre que se siente un totalmente fuera de lugar.

En cuanto a las actuaciones realmente la única que importa es la de Maggie Q, a quien en el afán por volverla una Rambo versión femenina la dejan con un personaje unidimensional que la priva del carisma necesario para que te importe lo que hace. Mientras que en producción nos encontramos con algo discreto: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: Fear the Night es mediocre. Película genérica que trata de empoderar a su protagonista sin demasiado éxito.

Ojometro:
**

martes, 12 de julio de 2022

Crítica: Barbarians (2022)

Película escrita y dirigida por Charles Dorfman, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 1 de abril, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una cena entre cuatro amigos para celebrar un cumpleaños dentro de una casa de campo se vuelve un desastre cuando varios secretos y eventos inesperados empiezan a revelarse alrededor de ellos.


Comentarios generales:

Por lo regular cuando veo películas en mi casa suelo llevar algunos apuntes sobre las cosas que me parecen relevantes (sean buenas o malas) para posteriormente utilizarlas en la crítica. Sin embargo, existen muy contados casos en los que nada de lo que veo en pantalla se me hace interesante y por lo consiguiente termino con una bonita hoja en blanco que no me ayuda en lo absoluto, siendo una clara señal sobre que la película en cuestión no vale mucho la pena.

Y eso es precisamente lo que ocurre con Barbarians, la cual además es una propuesta engañosa debido a que lo ofrecido por Dorfman es distinto a lo que se te vende en el trailer. Donde se nos muestra como un thriller de invasión súper intenso cuando en realidad se trata de un dramón que se desarrolla a un ritmo soporífero mientras pretende sobreconstruir una problemática a base de secretos y amistades tóxicas que le dan vueltas a lo mismo sin que exista el más mínimo interés por agilizar una dinámica que desde los primeros 20 minutos deja clara su poca efectividad. 

Sobre todo porque la tensión con la que se pretende sustentar los sucesos durante la cena jamás es lo suficientemente fuerte para que por lo menos se te genere curiosidad sobre cómo acabará el inminente choque de personalidades entre los personajes de Adam y Lucas. Ya que de eso realmente trata tanto el primero como el segundo acto, todo depende de ese momento en especifico mientras te pones la aburrida de tu vida hasta que se llega a la hora de metraje y por fin se lleva a cabo la invasión. 

Una que por cinco minutos añade una sensación de riesgo decente pero esta rápidamente desaparece cuando las acciones no llevan a ningún lado, quitándole así la fuerza que debería tener el desenlace considerando que es donde se ve un mayor nivel de violencia. Además de que el misterio que hay detrás no es tan difícil de descifrar y por lo consiguiente el cierre no tiene ningún tipo de peso emocional. 

De las actuaciones lo único que se puede decir es que al menos Iwan Rheon (Adam) y Tom Cullen (Lucas) generan un choque de personalidades decente. Mientras que en cuanto a producción no hay cosas que destaquen de gran manera: el trabajo de fotografía es simple, la dirección de arte igual, el score es genérico, el trabajo de sonido es limpio y tanto los efectos como la labor de maquillaje son muy discretos.  

Opinión final: Barbarians es aburridísima y mala. Película engañosa que es mejor evitar a toda costa.

Ojometro:
*

viernes, 14 de enero de 2022

Crítica: See for Me (2022)

Película dirigida por Randall Okita, cuyo guión fue co-escrito por Adam Yorke y Tommy Gushue. Se estrenó directamente en VOD el pasado 7 de enero dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Sophie (Skyler Davenport) es una ex esquiadora ciega que acepta cuidar al gato de una adinerada mujer en su casa mientras está de viaje. Sin embargo, estando ahí, tres ladrones entran a robar la caja fuerte y su única defensa será la ayudante de una aplicación de celular diseñada para ver lo que ella no puede.


Comentarios generales:

Películas con protagonistas ciegos no son algo nuevo, de hecho, hemos visto varias en años recientes y si algo tienen es que el tema de la ceguera suele resultar bastante llamativo para el espectador. Por eso es que See for Me era una propuesta interesante para iniciar el 2022 y había ciertas expectativas a su alrededor que lucían medio exageradas considerando que es un proyecto pequeño, las cuales sin duda no llega a cumplir; aunque esto tampoco significa que estemos ante algo que no valga la pena checar.

Ya que lo presentado por Okita tiene cosas interesantes, nada más que resulta algo complicada de disfrutar gracias a su propia protagonista. Quien durante la primera media hora tiene un comportamiento que lo catalogaría como ridículo y de inmediato crea antipatía, provocando así que la parte más informativa de la historia sea un tanto aburrida al tratar de vender ese lado totalmente independiente y rebelde suyo sin que ocurra nada particularmente disfrutable.

Siendo hasta entrado el segundo actor cuando las cosas empiezan a mejorar lentamente con la aparición de los ladrones, quienes de inmediato hacen que Sophie como personaje se empiece a sentir vulnerable. Generando así los minutos más entretenidos al ser los que hacen mejor uso de la locación y porque en todo momento la tensión es palpable, además de que por lo menos tratan de ofrecer cierta variedad al conflicto utilizando la discapacidad como medio para darle cierto realismo a la manera en la que ambas partes pueden salir beneficiadas.

Algo que para la parte final se deja de lado con el fin de explotar más la acción y darle relevancia al uso de la aplicación. Lo cual sin duda hace que el ritmo se vuelva más frenético y con ello se presenten situaciones entretenidas que cuenten con un mayor grado de intensidad, aunque esto también puede provocar que el cierre resulte poco convincente en determinados aspectos.

En el tema de las actuaciones la verdad es que Skyler Davenport nunca te logra convencer del todo con su personaje, tiene sus momentos, pero en general llega un punto en el que te da igual si vive o muere. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es bastante bueno y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: See for Me está ok. Película para pasar el rato que podría haber explotado de mejor manera su premisa.

Ojometro:
***

viernes, 17 de diciembre de 2021

Crítica: A House on the Bayou (2021)

Película escrita y dirigida por Alex McAulay. Se estrenó el pasado 19 de noviembre dentro de los Estados Unidos en formato digital y VOD por medio del canal Epix.

Sinopsis:

Un matrimonio en problemas va de vacaciones junto con su hija a una alejada casa en los pantanos de Luisiana para tratar de reconectarse, pero cuando unos visitantes inesperados llegan al lugar dicho intento de unidad se empezará a desmoronar nuevamente.


Comentarios generales:

De los múltiples acuerdos de Blumhouse para producir películas de terror con distintos socios probablemente el que tiene con el canal Epix sea el menos llamativo de todos debido a que se tratan de producciones para televisión, las cuales históricamente siempre han sido vistas como productos inferiores. Un estigma con el que A House on the Bayou tiene que cargar y para su mala fortuna no se lo puede sacudir con lo ofrecido.

Y no es tanto porque lo presentado por McAulay sea malo, más bien se debe a que desde muy temprano uno puede notar que no existen demasiadas intenciones por ofrecer algo más allá de un simple thriller con ciertos tintes sobrenaturales. Lo cual probablemente sea razón suficiente para que más de uno abandone el visionado durante los primeros treinta minutos debido a que la historia durante este lapso no ofrece nada particularmente atractivo y la interacción hostil entre el matrimonio se vuelve repetitiva en cuestión de unos cuantos minutos, dejando que sea la aparición de Isaac y Grandpappy lo único que realmente proporcione algo de intriga a este drama poco interesante.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando las cosas empiezan a mejorar y mucho se debe al hecho de que la película se vuelve más una de invasión de hogar con la que se logra generar tensión de manera sostenida gracias al propio personaje de Isaac y su comportamiento impredecible que te hace cuestionar todo el tiempo sobre si se trata de alguien con habilidades supernaturales o si simplemente está loco. Algo que, al combinarse con un giro bien logrado, hace que las cosas fluyan de buena manera bajo un ritmo consistente a pesar de que muchas de las acciones que ocurren no son precisamente llamativas o súper estresantes.

Llevando así sin muchos contratiempos a una parte final en la que el nivel de intensidad se ve ligeramente incrementado gracias a que nuestra protagonista tiene un poco más de peso al verse envuelta en situaciones que la obligan a tomar decisiones difíciles. Aunque el cierre puede que no sea del agrado de todos debido a que la explicación sobre lo ocurrido es muy vaga y en general se deja cierta sensación de que nada tuvo grandes consecuencias.

En lo que respecta a las actuaciones Angela Sarafyan (Jessica) hace un trabajo correcto, pero es Jacob Lofland (Isaac) quien termina destacando por encima del resto por medio de un personaje bastante enigmático que logra generar una incomodidad muy particular. Mientras que en producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no tiene mucho para destacar, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es discreto.   

Opinión final: A House on the Bayou está pasable. Película de TV con algunas cosas interesantes que no será muy recordada en unos meses.

Ojometro:
***

martes, 7 de septiembre de 2021

Crítica: Don't Breathe 2 (2021)

Secuela dirigida por Rodo Sayagues, quien nuevamente comparte créditos como co-escritor del guión junto a Fede Álvarez. Se estrenó en cines tanto en Estados Unidos como en México a inicios de agosto, recaudando hasta la fecha $40.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Ocho años después de la invasión mortal a su hogar, Norman Nordstrom (Stephen Lang) vive tranquilamente junto con una niña de 11 años y su perro en los suburbios de Detroit. Aunque pronto los pecados de su pasado lo volverán a alcanzar.


Comentarios generales:

Por lo ocurrido en la primera entrega realmente no era cuestión de saber si iba a haber una secuela, sino más bien sobre cuándo iba a salir debido a que era evidente el potencial para iniciar una franquicia. Así que cuando se anunció Don't Breathe 2 a nadie le tomó por sorpresa, era lo esperado; sin embargo, creo que lo que absolutamente nadie se esperaba es que fuera a cambiar de manera tan radical su enfoque.

Y es que si bien lo presentado por Sayagues y Álvarez mantiene la base más superficial del concepto, así como los cuestionamientos morales ante las decisiones que uno toma en la vida, lo cierto es que ahora nos traen una historia muchísimo más centrada en la acción.

Aunque durante el primer acto tratan de mantener cierta familiaridad y juegan un poco con el sigilo en un espacio reducido para construir la problemática central, logrando varios momentos tensos e introduciendo a un grupo de villanos que son los suficientemente detestables como para dejar parado a Norman como el “bueno” en todo esto. Además de que significa la parte más tranquila de la película debido a que una vez que inicia la batalla por sobrevivir el ritmo nunca disminuye y la acción se apodera por completo de lo que vemos.

Presentándonos situaciones intensas que traen consigo mucha violencia y elementos visuales de gran impacto que cumplen su objetivo de posicionar a nuestro protagonista como una máquina de matar dentro de un conflicto que si cuenta con cierto elemento sorpresa para añadir complejidad a algo que parecía ser excesivamente simple. Lo cual trae consigo ciertas acciones perturbadoras que desafortunadamente nunca terminan por ser del todo explotadas para caer nuevamente en la dinámica del antihéroe ciego indestructible y gracias eso convertir a la parte final en una demasiado genérica.

Obvio esta cuenta con algunos momentos muy llamativos (uno que involucra agua siendo el más destacado) y la acción no está mal, pero el desenlace como tal no resulta tan satisfactorio tomando en cuenta los dilemas morales que se ponen sobre la mesa.

En lo que se refiere a las actuaciones, este es el show de un esquelético Stephen Lang. Su personaje de cuasi Rambo ciego es el alma de la película y ese conflicto interno que maneja todo el tiempo es parte fundamental para que logre sostener de manera efectiva una dinámica que bien podría haber resultado contraproducente ante lo repetitiva que puede llegarse a volver o ante lo ajena que se siente con respecto a lo que vimos en la primera entrega.

La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es tremendo, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Don't Breathe 2 me gustó. Película más orientada a la acción que les hará pasar un buen rato. 

Ojometro:
****

martes, 6 de octubre de 2020

Crítica: The Owners (2020)

Adaptación de la novela gráfica “Une nuit de pleine lune” dirigida por Julius Berg, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Mathieu Gompel y Geoff Cox. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de septiembre.

Sinopsis:

Un grupo de amigos creen que han encontrado la oportunidad perfecta para robar una caja fuerte dentro de una casa vacía. Sin embargo, cuando los dueños de la casa regresan de manera temprana, los roles se intercambian.


Comentarios generales:

El subgénero de invasión de casas ha sido probablemente el que mayor desgaste ha presentado durante la última década y debido a su propia naturaleza resulta complicado que se reinvente por medio de cosas más extravagantes que si se pueden permitir algunos otros. Así que mucho de su efectividad recae en explotar de la mejor manera fórmulas conocidas para brindar una experiencia lo más entretenida posible y con The Owners eso es lo que vemos, aunque no con resultados tan espectaculares.

Con esto no quiero decir que lo presentado por Berg sea malo (porque no lo es), sino que simplemente parece que nunca tiene la intención de llevar esta adaptación al siguiente nivel y solo se conformó con presentarla de la manera más adecuada posible. Contándonos una historia cuyo inicio es simple, incluso diría algo aburrido; donde el principal objetivo es establecer de manera muy clara la personalidad de los personajes por medio de acciones de vandalismo sin sentido que claramente provocan un disgusto hacía ellos y que, además, hacen que el contraste con la pareja de ancianos sea mucho más marcada cuando hacen acto de presencia.

Y es que cuando esto ocurre las cosas cambian de manera radical en muchos aspectos, siendo la sensación de riesgo la más evidente de todas al tener de por medio a dos personajes que, en teoría, son indefensos. Logrando así varios de los minutos más entretenidos gracias al hecho de que los conflictos que estos provocan elevan de golpe el nivel de intensidad y ante ello se pueden ver algunas de las escenas más violentas de todo el filme que añaden un shock necesario justo antes de renovar la dinámica para intercambiar los roles.

Un suceso que no llega tan de golpe como se esperaría porque se opta mejor por ir construyendo poco a poco el misterio que rodea a las supuestas “víctimas”, lo cual sirve para ir generando muchas dudas con respecto a lo que ocultan. Ya que uno está plenamente consciente de que están locos, más nunca se puede descifrar del todo el por qué de esto y ese detalle hace que el interés se mantenga intacto a pesar de que por momentos las acciones se pueden volver pesadas gracias al ritmo que se implementa.

Afortunadamente esto se soluciona en la parte final y se logra que el conflicto definitivo sea entretenido y lo más creíble posible considerando la diferencia de edad al añadir elementos que equilibran todo de manera lógica. Aunque ciertamente la resolución puede llegar a ser algo confusa debido a que depende bastante de detalles que se explicaron de manera vaga o muy superficial en los minutos previos.

Las actuaciones son de los puntos fuertes con Maisie Williams (Mary) haciendo un trabajo adecuado para la naturaleza de su personaje, mientras que Sylvester McCoy y Rita Tushingham se roban la pantalla como la pareja Higgins desde el primer instante en el que aparecen. De la producción tampoco hay mucha queja: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y la labor maquillaje es adecuada.

Opinión final: The Owners está entretenida. Película para ver una noche en la que no tengan nada más que hacer.

Ojometro:
***

viernes, 14 de agosto de 2020

Crítica: Becky (2020)


Película dirigida por Jonathan Milott y Cary Murnion (Cooties), cuyo guión fue escrito por la tripleta conformada por Nick Morris, Ruckus Skye y Lane Skye. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de junio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

El fin de semana de Becky (Lulu Wilson) con su padre en la casa del lago se convierte en un auténtico infierno cuando un grupo de convictos en fuga les realizan una inesperada visita.



Comentarios generales:

El año pasado vimos a Dannis Quaid salirse de su zona de confort para adentrase en el género de terror y este año tocó el turno de Kevin James, un actor que incluso generaba más sorpresa considerando que toda su trayectoria se ha centrado en la comedia. Por eso mismo es que Becky resaltaba por encima del resto de las películas en esta época carente de estrenos de peso, él era el mayor punto de venta; sin embargo, al final su presencia se puede decir que resultó meramente anecdótica.

Y es que lo que nos regalan Milott y Murnion se podría describir como la “Home Alone” del cine de terror, donde realmente todo lo importante recae en su joven protagonista y lo demás termina siendo secundario.

Esto por medio de una historia de invasión que es bastante simple en su estructura y cuyo inicio no es precisamente emocionante debido a que más que nada se centra en el escape de los presos y, sobre todo, en lo frágil que es emocionalmente hablando el personaje de Becky. Quien inclusive durante el primer acto queda parada como alguien un tanto desagradable en medio de una dinámica familiar muy frágil que te brinda el suficiente contexto para entender los motivos detrás de su comportamiento.

Lo realmente destacable inicia pasando los 30 minutos de metraje, ya que es cuando el conflicto adquiere unos tintes mucho más violentos y se le da más juego a los convictos; en especial al personaje de Dominick. Cuyas motivaciones realmente son vagas y terminan generando un problema a largo plazo, pero que para propósitos de impacto visual llevan las cosas a terrenos sumamente convenientes debido a que aquí no se guarda nada en lo que respecta a la sensibilidad del espectador, haciendo poco a poco que Becky se vaya convirtiendo en una maquina asesina con la cual disfrutas ver cómo resuelve de manera perturbadoramente creativa un problema en el que tiene una desventaja evidente.

Todo bajo un ritmo dinámico que se traslada hasta una parte final que encontré bastante disfrutable gracias a la intensidad con la que se maneja y porque no escatiman en nada para generar impacto. Aunque definitivamente si te quedas con cierta sensación de vació con respecto a un detalle en especifico (la llave) debido a que básicamente es por esto que se desencadena todo y no responden la pregunta fundamental que conlleva.

En cuanto a las actuaciones, quien se lleva todos los reflectores es Lulu Wilson. Tal vez no con el personaje más complejo que existe, pero si al que logra sacarle el máximo provecho por medio de un comportamiento violento (incluso sádico por momentos) con el cual puedes llegar a sentir mucha empatía y que de alguna forma logra que no cuestiones tanto la credibilidad de sus enfrentamientos físicos con tipos mucho más grandes que ella.

La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, cuenta con un score adecuado, el trabajo de sonido no tiene fallos, la labor de maquillaje resulta efectiva y los efectos están muy bien hechos para añadir un nivel de shock que resulta fundamental en el filme.

Opinión final: Becky me gustó. Película simple, pero muy violenta que te deja claro que Lulu Wilson puede llegar a ser alguien importante dentro del género los próximos años.

Ojometro:
****

viernes, 19 de junio de 2020

Crítica: Don’t Let Them In (2020)


Primer largometraje del director Mike Dunkin, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Daniel Aldron. Se estrenó en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 3 de marzo.

Sinopsis:

Después del asesinato de una joven 15 años atrás, un hombre reformado es liberado del manicomio para que viva en la antigua casa de su familia: un gran hotel abandonado. Tras esto, unos trabajadores sociales planean hacerle una visita de rutina para comprobar su estado, pero pronto se verán amenazados por unos desalmados enmascarados.



Comentarios generales:

La verdad es que cuando uno ve todo lo referente a Don’t Let Them In su primera reacción probablemente no sea la mejor debido a que tiene una pinta muy genérica, además de que su material promocional que la comparaba con “The Purge” o “You’re Next” parecía demasiado pretenciosa. Por eso es que mis expectativas no eran precisamente altas; de hecho, por un momento me pasó por la cabeza no verla, pero me alegra en cierto modo no haber tomado esa decisión.

Y no tanto porque lo que nos trae Dunkin sea algo revolucionario o eleve el nivel de un subgénero que está empezando a estancarse, sino más bien porque trata de hacer algo diferente sin importar que pueda caer en terrenos un tanto absurdos.

Aunque para llegar a eso también se debe de decir que el camino no es precisamente el más agradable debido a que la primera media hora en verdad resulta todo un reto. En parte porque no ocurren muchas cosas interesantes, pero sobre todo porque tenemos a un personaje como el de Karl que te bombardea con una serie de actitudes que retarán tu paciencia rápidamente gracias a lo infantiles que resultan y que contrastan en demasía con la atmósfera sombría y desoladora que se presenta.

Un problema que afortunadamente con el pasar los minutos se va corrigiendo o, por lo menos, volviéndose más tolerable. Ya que una vez que hacen acto de presencia los enmascarados el misterio sobre el que gira la historia poco a poco empieza a tomar tintes mucho más satánicos y las acciones encuentran un ritmo ágil que se complementa con un nivel de intensidad relativamente más elevado que ayuda a que el interés por saber qué es lo que hay detrás de todo esto no decaiga tan rápido. 

Lo cual lleva a un parte final que en términos generales cumple, a pesar de que la revelación principal no es tan complicada de descifrar considerando varias situaciones que te lo dan a entender durante todo el metraje. Presentando con ello una justificación adecuada para la presencia de los enmascarados y, además, logrando que el personaje de Karl tenga cierta evolución con respecto a sus acciones.

En las actuaciones el que más resalta es Aidan O'Neill (Karl), quien va de menos a más con su personaje; mientras que Michelle Luther (Jenna) y Scott Suter (David) hacen lo necesario para no ser opacados por su presencia tan llamativa. La producción tiene altibajos: el trabajo de fotografía no es el mejor, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido por momentos tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: Don’t Let Them In está ok. No es nada del otro mundo, pero por lo menos trata de agregar algo distinto al subgénero.

Ojometro:
***

martes, 21 de mayo de 2019

Crítica: The Haunting of Sharon Tate (2019)


Película escrita y dirigida por Daniel Farrands (The Amityville Murders). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de abril, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 4 de junio.

Sinopsis:

Embarazada con el hijo del director Roman Polanski y esperando a que este regrese de Europa, la actriz de Sharon Tate (Hilary Duff) empieza a sufrir aterradoras visiones sobre su inminente muerte a manos de la familia Manson.



Comentarios generales:

2019 quedará marcado como un año en el que la figura del infame Charles Manson y los asesinatos cometidos por su familia recibieron una atención sin igual, ya que entre películas y documentales dicho tema ha estado muy presente en las pantallas. Una situación que ha provocado cierta saturación en un tema ya de por sí muy investigado y que añade dificultades a cualquier proyecto que quiera tratarlo, tal como fue el caso de este desastre llamado The Haunting of Sharon Tate.

Y es que en su búsqueda de originalidad lo que nos trae Farrands sustenta toda su idea principal en una aparente declaración de la propia Sharon Tate que está más que demostrado que nunca existió, limitando esto a una serie de suposiciones poco interesantes que generan una historia muy absurda construida en base a situaciones genéricas que ni siquiera posicionan a la familia Manson como una amenaza relevante, dejándola solo como algo secundario mientras se le invierte mucho tiempo a una paranoia de la protagonista que resulta aburrida de ver.

La cual debería de ser la principal vía para insertar elementos que logren añadir gran tensión o una sensación de peligro considerable, pero que se queda solo como un instrumento para insertar sustos fáciles y alucinaciones que no aportan gran cosa. O peor aún, para dar a entender de manera muy sutil que las víctimas fueron en parte responsables por lo que les ocurrió.

La parte final sin duda es lo que más resalta, para bien y para mal. Por un lado se le debe de reconocer al creador por tratar de ofrecer algo distinto cuando era claro que las cosas ya no iban para ningún lado, pero tampoco se puede dejar de lado el hecho de que la conclusión resulta demasiado ridícula.

Las actuaciones son bastante malas, con una Hilary Duff que claramente no da el ancho para este tipo de papeles y un grupo de secundarios totalmente acartonados que no le ayudan demasiado. La producción tampoco tiene muchas cosas para destacar: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte simple, el score no aporta gran cosa, el trabajo de sonido cumple y tanto los efectos como la labor de maquillaje no presentan gran complejidad.

Opinión final: The Haunting of Sharon Tate es una muy mala película. Mejor vean un documental sobre los asesinatos.

Ojometro:
*

martes, 7 de mayo de 2019

Crítica: Us (2019)


Película escrita y dirigida por Jordan Peele (Get Out). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el 22 de marzo, mientras que en México apenas hizo lo propio durante el fin de semana pasado. Recaudando hasta la fecha $250 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Las vacaciones de verano de una familia se vuelven un caos cuando unos individuos idénticos a ellos se aparecen frente a su casa y empiezan a aterrorizarlos.



Comentarios generales:

Después de que Get Out rompiera los pronósticos siendo una de las películas más alabadas de 2017 e incluso obtuviera un premio oscar, era inevitable que el siguiente trabajo de Jordan Peele se volviera uno muy esperado. Había muchas razones para ello, siendo la principal de todas el ver si podía reafirmarse como uno de los directores más interesantes dentro del género de terror o si lo anterior solo había sido mera suerte, lo cual con Us demuestra que no fue así.

Y es que lo que nos trae Peele en esta ocasión es un filme mucho más enfocado en el terror y no tanto a la crítica social/racial predominante en Get Out, pero dejando siempre la puerta abierta a diversas interpretaciones que generarán mucho debate con el pasar de los años.

Construyendo así una historia que en un inicio se podría clasificar como de invasión de hogar y que con el paso de los minutos va mutando en algo que resulta difícil de encasillar, ya que los acontecimientos iniciales parecen encaminar a una dirección aparentemente clara, con un conflicto central fijo y con momentos de tensión bien construidos que te hacen suponer que esta familia tendrá que luchar por su vida en un espacio reducido de manera intensa; sin embargo, eso no es así.

Ya que para el segundo acto se empiezan a añadir constantes giros que hacen que las cosas adquieran una escala mayor, aunque con estos también llega la parte más retadora considerando que la historia poco a poco va mutando en algo raro que por momentos tiene sentido y por otros no tanto. Donde la violencia aumenta de manera agradable, el ritmo nunca se torna cansino y el director empieza a utilizar un humor negro de manera inteligente, pero sin demostrar gran urgencia por profundizar con respecto al tema de los dobles y con ello generar en el espectador muchas preguntas que, esperas, sean contestadas.

Lo cual no sea da, al menos no con todas. Sobre todo porque la parte final se centra en la situación particular de Red (Lupita Nyong'o) y su doble, entrando a terrenos tipo The Twilight Zone en los que los detalles son vagos, más la información es suficiente para entender lo elemental en el desenlace.

Las actuaciones son muy sólidas, incluso las de los niños que suelen ser siempre complicadas de digerir; sin embargo, es Lupita Nyong'o quien se lleva las palmas. Ella es quien carga con el peso emocional del filme cuando se trata de la familia normal, pero también resulta increíblemente aterradora en cuanto a su doble malvado se refiere y mucho de eso solo a base de expresiones faciales que logran marcar una diferencia fundamental.

La producción es sólida en general: el trabajo de fotografía tiene altibajos (sobre todo en escenas realizadas en exteriores), la dirección de arte cumple, el score es estupendo, el trabajo de sonido no tiene problemas, los efectos son sencillos y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Us me gustó. Una buena y rara película que sin duda estará dentro de la conversación sobre las mejores de 2019.

Ojometro:
****

viernes, 8 de marzo de 2019

Crítica: Killers Within (2019)


Película escrita y dirigida por la dupla conformada por Paul Bushe y Brian O'Neill. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando su hijo es secuestrado por un grupo criminal, la oficial Amanda Doyle (Sue Walsh) junto a su ex esposo y otros tres improbables aliados planean un robo a una adinerada familia para pagar el rescate. En el papel es un plan sin riesgos, pero pronto descubrirán que dicha familia no es normal.   



Comentarios generales:

Puede que no tenga la notoriedad que algunos otros países, pero Irlanda ha estado produciendo de manera constante películas de terror durante los últimos años. No serán producciones de alto perfil o que marquen tendencia, mucho menos obras maestras en la mayoría de los casos; sin embargo, estas han servido para que se vayan construyendo poco a poco trabajos con temáticas variadas que no los encasille en un solo estilo y Killers Within es uno de los ejemplos más claros de esto.

Ya que lo que nos traen Bushe y O'Neill es una historia que conforme van transcurriendo los minutos muta a una cosa totalmente distinta, aunque durante el primer acto es en realidad solo una de invasión de hogar que no presenta nada fuera de lo común. Poniéndonos frente a una situación pensada para sentir cierta empatía por este grupo de improvisados delincuentes a los que su plan les funciona a la perfección, pero siempre bajo una sensación de que algo no está bien gracias a pequeñas situaciones y al comportamiento de la familia adinerada que te van generando las dudas necesarias para querer saber qué es lo que traman o qué son.

Y es que realmente todo indica que esto se trata sobre vampiros, las señales están ahí y las acciones iniciales diseñadas para ir desenvolviendo el misterio solidifican eso; sin embargo, una vez que se revela su identidad resulta que no lo son. Una dosis de sorpresa interesante que lamentablemente no se ve redondeada con una exposición adecuada de los reptilianos debido a que en todo momento se nota que los directores tratan de ocultar como lucen, llevando así a un segundo acto aburrido en el que existe poca claridad y donde todo se limita a una serie de persecuciones con muchos disparos que fallan de manera importante en su tarea de generar impacto.

La parte final es la más dinámica gracias a que es la se centra en la acción y en este aspecto se hace un buen trabajo. No es nada espectacular y sin duda un poco más de sangre hubiera venido bien, pero explican de manera clara las motivaciones de los reptilianos (con una ligera crítica social a la división de clases) y en general las peleas son lo suficientemente entretenidas como para brindar un desenlace agradable.

Las actuaciones cumplen para lo que son y por lo menos ninguna se llega a sentir caricaturesca tomando en cuenta la temática; además realmente nadie termina resaltando por encima del resto. La producción no es la más ostentosa: el trabajo de fotografía tiene altibajos, la dirección de arte es simple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son relativamente sencillos y la labor de maquillaje es bastante pobre (no por nada invierten tanto tiempo en tratar de ocultar a las criaturas).

Opinión final: Killers Within está aceptable. Película sin grandes pretensiones para pasar el rato.

Ojometro:
***

viernes, 12 de octubre de 2018

Crítica: He's Out There (2018)


Película escrita por Mike Scannell y dirigida por Quinn Lasher, quien hace su debut tras la cámara. Se estrenó directamente en formato físico dentro del Reino Unido y otros países en Europa el pasado 24 de septiembre, mientras que en Estados Unidos lo hizo por medio de VOD.  

Sinopsis:

De vacaciones en una remota casa en el lago, Laura (Yvonne Strahovski) y sus dos hijas tendrán que pelear por sus vidas después de caer en una aterradora y bizarra pesadilla concebida por un psicópata.



Comentarios generales:

Vivimos en una época en donde pareciera que cada vez existe menos espacio para las cosas simples, todo tiene que tener mucha complejidad o algún tipo de mensaje para que se considere que el gasto de tiempo y dinero valió la pena. Eso en si no es algo malo, sin embargo, dicha tendencia ha provocado que trabajos que no aspiran más que a entretener sean desechables incluso antes de que se estrenen y He's Out There probablemente sea uno de los mejores ejemplos.

Esto porque lo que nos regala el debutante Lasher es realmente una película muy simple cuyas intenciones no van más allá de hacerte pasar un rato ameno y en ningún momento las oculta, ya que cuando te pone el escenario de una casa remota sabes a la perfección de qué va a tratar. Situación que aprovecha para construir una atmósfera adecuada que en todo momento refleje soledad para este grupo de personajes femeninos a los que, bajo un ritmo semi-lento, se les va colocando en una situación apremiante de la que tienen pocas posibilidades de salvarse.

Dicho ritmo ayuda a que cuando finalmente el asesino hace acto de presencia la película obtenga de golpe un nivel de intensidad agradable y que sus acciones iniciales tengan un mayor impacto considerando que algunas son bastante peculiares. Lamentablemente este impacto inicial se va perdiendo ya entrando de lleno en el segundo acto, sobre todo porque llega un punto en donde el personaje de Laura toma decisiones verdaderamente estúpidas y poco a poco se empieza a dejar de lado las rarezas para empezar una dinámica en extremo repetitiva que se limita a correr del punto A al punto B mientras el par de niñas lloran de manera desesperante.

La parte final la encontré aceptable. Es bastante predecible y las motivaciones del asesino caen en lo ridículo, pero se hace un buen trabajo para mantener la sensación de peligro en todo momento a pesar de que nunca se atreven a cruzar la línea de la violencia extrema que le hubiera añadido mayor fuerza al desenlace.

Con respecto a las actuaciones Strahovski y Ryan McDonald como el asesino cumplen, pero definitivamente las dos niñas son un auténtico dolor de cabeza en todo momento y son estas las que vuelven complicado poder sentir preocupación por su situación. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no tiene nada que resalte, el score está ok, el trabajo de sonido es algo inconsistente, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: He's Out There está pasable. Se trata de una película extremadamente simple que les gustará o no dependiendo de lo que estén buscando.

Ojometro:
***

viernes, 27 de abril de 2018

Crítica: Bad Apples (2018)


Película escrita y dirigida por Bryan Coyne (Infernal). Se estrenó en VOD durante el mes de febrero y su salida en formato físico se dio el pasado 2 de abril.

Sinopsis:

Es la noche de Halloween y una mujer embarazada es asesinada en su casa, aunque sus gemelas logran sobrevivir. Ahora, quince años después, esas dos adolescentes deciden aterrorizar al pueblo donde viven; en especial a sus nuevos residentes.



Comentarios generales:

Si hay un subgénero con el cual suelo ser más permisivo de lo normal es con el slasher, ya que la naturaleza misma de estos filmes lo exige en muchas ocasiones gracias a que su fórmula no ha sufrido una gran evolución desde 1997. Al final de cuentas uno sabe qué es lo que va a ver; sin embargo, incluso con esta actitud permisiva siempre existirán trabajos con los cuales simplemente es imposible encontrar algo positivo y Bad Apples es uno de estos.

Algo que la verdad no me sorprendió demasiado considerando que el trabajo anterior de Coyne también fue bastante malo por razones similares que tienen que ver mucho con el hecho de no saber cómo contar la historia. Lo cual resulta bastante evidente desde temprano al no presentar absolutamente nada que justifique el comportamiento de las gemelas y mejor dar paso a una serie de escenas enfocadas en la nueva pareja del vecindario que generan gran desgaste gracias a sus absurdos diálogos y solo sirven para consumir tiempo mientras ocurre algo relevante.

Y cuando me refiero a relevante más que nada es a muertes que siguen un mismo patrón, las cuales pretenden homenajear en cierta medida a Halloween pero nunca logran siquiera presentar un nivel de impacto decente porque se sienten como algo completamente aislado del conflicto central y tampoco es que tengan mucho que destacar en el aspecto visual. Todo avanza sin ningún tipo de conexión, solo son situaciones que pasan y ya; de hecho, la propia dinámica dentro de la casa principal se limita a cosas básicas que hacen de este conflicto uno muy anti climático e incluso por momentos demasiado ridículo.

La parte final tampoco tiene mucho sentido. Sin duda presenta el momento más llamativo en cuanto a muertes se refiere, pero ni siquiera con esto se logra generar potencia para el desenlace y este empeora cuando se incluye una coda que pretende limpiar el desastre tratando de aclarar sin éxito alguno lo que no supieron explicar durante 75 minutos.

Las actuaciones son malas, no terribles, pero si malas; aunque mucho tiene que ver el hecho de que los actores no cuentan con prácticamente nada para ofrecer algo mirable. La producción también deja mucho que desear: el trabajo de fotografía es pobre, la dirección de arte arcaica, el score es probablemente lo mejor a pesar de ser repetitivo, el trabajo de sonido es espantoso y los efectos son básicos.

Opinión final: Bad Apples es una aberración. Uno de los peores slashers que he visto y eso no es poca cosa.

Ojometro:
*

martes, 24 de abril de 2018

Crítica: The Executioners (2018)


Película escrita y dirigida por Giorgio Serafini, quien hace su debut dentro del género. Se estrenó en DVD y formato digital el pasado 27 de marzo dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

Cuatro amigas van a pasar un fin de semana en una casa en el lago, pero pronto terminan siendo rehenes de tres intrusos enmascarados. Aterradas y víctimas de las perversiones de estos, ellas pelearán por sus vidas; incluso si eso significa el tener que cruzar la línea hacia la oscuridad.



Comentarios generales:

Uno siempre está abierto a ver cualquier tipo de películas mientras se tenga una razón más o menos sólida para hacerlo. En el caso de The Executioners esa razón era, según palabras del director y la gente detrás de la raquítica promoción, el mostrar a personajes femeninos de una manera distinta a los estereotipos conocidos; sin duda algo interesante considerando los tiempos en los que vivimos, pero al final nunca pude encontrar nada de eso.

Esto gracias a que Serafini nos trae una película de invasión/violación/venganza que realmente no hace nada distinto a otros trabajos con una temática similar e incluso me atrevería a decir que al menos durante los primeros 25 minutos no sabía exactamente que hacer antes de recurrir al impacto fácil. Ya que realmente lo que ocurre en este lapso es demasiado aburrido y, con excepción de un detalle ligado a unos flashbacks, nada termina teniendo un peso significativo en el desarrollo de la historia; simplemente son eventos random ideados para consumir tiempo hasta que ocurra algo relevante.

Lo cual se da llegando al segundo acto y con ello vemos el primer indicio de que estas chicas no son las típicas victimas debido a que su reacción ante la situación es bastante inteligente; sin embargo, eso solo dura un par de minutos para darle paso al tema de la violación. Un aspecto que la verdad nunca termina por sentirse como algo orgánico debido a que solo se utiliza para generar morbo (hay un striptease que ejemplifica a la perfección esto) y no tanto para desarrollar una situación que por su misma naturaleza proporcione potencia al filme en todos los sentidos; especialmente cuando se hace la transición al tema de la venganza.

La parte final presenta un giro que no me tomó demasiado por sorpresa considerando ciertas situaciones previas, pero tampoco ayuda a mejorar el producto en general. Se siente demasiado absurdo y deja como algo muy vacío las decisiones tomadas por este grupo de chicas.

De las actuaciones no tengo demasiada queja, no son nada para presumir pero tampoco es que exista algo terrible con estas. La producción es discreta: el trabajo de fotografía está ok, el score  tiene cosas interesantes, el trabajo de sonido tiene ciertos altibajos y los efectos con los que cuenta son demasiado simples.

Opinión final: The Executioners es bastante mediocre. Una película que terminará perdida en el olvido en un par de meses.

Ojometro:
**

viernes, 2 de marzo de 2018

Crítica: Keep Watching (2018)


Primer largometraje del director Sean Carter, cuyo guión fue escrito por el debutante Joseph Dembner. Se estrenó directamente en VOD y DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de febrero, aunque parece que en algunos países podría llegar a cines próximamente.

Sinopsis:

Una familia es atrapada dentro de su propia casa por unos misteriosos intrusos, quienes los forzarán a ser parte de un juego de vida o muerte cuyas reglas se irán revelando con el transcurrir de la noche.



Comentarios generales:

Probablemente no exista una actriz en la actualidad que genere más morbo dentro del cine de terror que Bella Thorne, la sexualización que la ha rodeado desde muy joven provoca que la gente esté muy al pendiente de todo en lo que esté involucrada. Esto evidentemente no es algo que los estudios hayan ignorado y desde un tiempo a la fecha se han empeñado en sacar todas aquellas películas en donde aparece sin importar cuánto tiempo lleven en el olvido, siendo este el caso de Keep Watching; un trabajo de 2013 que se la había pasado en la congeladora y que después de verlo se entiende perfectamente el porqué de esto.

Esencialmente porque en este lapso han salido algunas otras películas similares que hacen que su premisa sea obsoleta, pero sobre todo porque carece de dos aspectos fundamentales para que funcione: personajes interesantes y que sea creíble.

Siendo lo primero algo bastante problemático debido a que durante el primer acto el director enfoca sus esfuerzos en tratar de que el espectador tome interés por esta familia de manera inefectiva gracias a que lo presentado no cuenta con la solidez suficiente como para lograrlo; simplemente todo resulta banal, sin nada que sientas que pueda ser fundamental más adelante y cuya única meta en grandes lapsos es hacer lucir muy sensuales tanto al personaje de Jamie como a su madrastra.

Luego está el tema de la credibilidad, algo que en esta ocasión simplemente no se logró porque la manera en la que están colocadas las cámaras es ridícula. Son demasiadas y además se encuentran en los lugares más inverosímiles posibles (botón de un horno de microondas, ventilador, drenaje o en un estante para especias), lo cual quita por completo la ilusión de que esto es un juego de invasión y provoca que uno como espectador se quede pensando más en lo imposibles que resultan dichas tomas y no sobre si los problemas de la familia son interesantes.

Lo anterior sin duda afecta, pero incluso con estos detalles la película podía salir adelante considerando que el juego que plantean daba el material suficiente como para brindar una segunda mitad entretenida; sin embargo, esto tampoco se da. En gran medida porque es una serie de eventos sin gran originalidad que, para colmo, no se complementan con muertes llamativas que justifiquen la supuesta brutalidad que te vendieron al inicio. Todo lo que ocurre es correr del punto A al punto B bajo un ritmo acelerado y una edición pobre, sin momentos que te permitan desarrollar cierta empatía por las victimas en su búsqueda por sobrevivir y con una presencia asesina omnipotente de la cual tampoco llegas a saber demasiado.

Ya con todo lo anteriormente mencionado uno llega fastidiado a la parte final y sin que le importe lo que pueda ocurrirle a los sobrevivientes. Para empeorar las cosas el enfrentamiento definitivo es muy desangelado al carecer de intensidad, de momentos agobiantes y dejar como pago algo demasiado decepcionante.

Sobre las actuaciones no puedo decir que sean terribles o malas porque no lo son, están aceptables, pero el hecho de que los personajes sean tan planos y se vean obligados a realizar cosas tan tontas no les ayuda. La producción es del estándar en este tipo de filmes: un trabajo de fotografía práctico, score cumplidor, trabajo de sonido efectivo y unos efectos medio pobres.

Opinión final: Keep Watching es bastante aburrida. Otro intento fallido por querer explotar la popularidad de Bella Thorne.

Ojometro:
**

viernes, 26 de enero de 2018

Crítica: The Open House (2018)


Película dirigida por Matt Angel y Suzanne Coote, quienes también comparten créditos como co-escritores del guion. Se estrenó de manera exclusiva en Netflix el pasado 19 de enero, aunque probablemente tenga algún lanzamiento en formato físico en un futuro.

Sinopsis:

Logan (Dylan Minnette) y su madre Naomi (Piercey Dalton) se mudan temporalmente a una nueva casa donde pronto se verán acosados por extrañas fuerzas amenazantes.



Comentarios generales:

Ya en ocasiones anteriores he manifestado que me agrada bastante cómo con el pasar de los años Netflix ha aumentado su apoyo al género de terror al adquirir producciones originales para su servicio, al final de cuentas se trata de un medio de exhibición como pocos al que se le puede sacar mucho provecho. Sin embargo, conforme ha ido creciendo esta plataforma su búsqueda de contenido por obvias razones también lo ha hecho y como consecuencia los filtros de calidad han disminuido un poco, provocando así que salgan trabajos (no solo de terror) cuyo nivel no es el acostumbrado y sin duda The Open House ha sido uno de los peores hasta el momento.

Lo cual es algo sorpresivo considerando que Angel y Coote, además de contar con un buen elenco, optan por irse por un camino bastante sencillo al utilizar muchos elementos comunes que la mayoría de las veces resultan efectivos, pero que en este caso simplemente nunca funcionan. Algo que en un inicio no pareciera que fuera a ocurrir porque la película comienza de manera interesante al contarnos una historia de una madre y su hijo que en todo momento refleja un aire depresivo al tener cierto drama por la manera en que ambos manejan su duelo, el cual complementan con una sensación de incertidumbre importante al llegar al nuevo pueblo y toparse con una serie de personajes que añaden misterio.

Hasta aquí todo marcha normal, pero lamentablemente a partir de los 25 minutos la película cae en un bache del que nunca puede salir al volverse una presentación de eventos genéricos que no añaden nada de tensión o construyen momentos verdaderamente inquietantes; de hecho, varios de estos pareciera que solo tienen el propósito de sexualizar de manera forzada a la madre. Provocando así que el ritmo sea cansino ante el poco avance y porque los escuetos elementos de despiste implementados se van desvaneciendo, ya sea porque no tienen mucho sentido o porque se ven rápidamente opacados por los problemas adolescentes de Logan. Los cuales van adquiriendo más relevancia para así tratar de generar cierto nivel de conflicto entre los personajes principales y, de paso, darle algo de importancia a lo ocurrido dentro de la casa durante los minutos previos.

La parte final es bastante mala. Sin duda es la más violenta considerando que aquí se da el ataque, aunque al no tener demasiado contexto del pueblo, del asesino o sus motivaciones queda parada como una simple exhibición de violencia hueca que, para colmo, no responde nada.

De las actuaciones no hay mucho que destacar, Minnette no genera absolutamente nada con su papel de adolescente deprimido (cuya expresión de muerto no quita en toda la película) y Dalton apenas logra generar algo de simpatía. La producción cumple: el trabajo de fotografía está bien cuidado, la dirección de arte es discreta, el score está ok, el trabajo de sonido no tiene fallos y la labor de maquillaje no presenta gran cosa.     

Opinión final: The Open House es bastante mala. Una película que falla en prácticamente todo lo que intenta y que pasará al olvido en unas cuantas semanas.

Ojometro:
**

martes, 19 de diciembre de 2017

Crítica: Don't Hang Up (2017)


Película dirigida por los debutantes Damien Macé y Alexis Wajsbrot, cuyo guión fue escrito por Joe Johnson. Se estrenó en VOD y de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de año, pero a México apenas llegó a cines este pasado fin de semana.

Sinopsis:

Una noche de bromas telefónicas se convierte en una pesadilla para un par de adolescentes cuando un extraño pone su propio juego en su contra… con fatales consecuencias.



Comentarios generales:

Probablemente Don't Hang Up haya sido una de las primeras películas a estrenarse en 2017 de las que vi su trailer y mis planes eran poder checarla mucho más temprano durante el año, pero al enterarme que iba a estrenarse en mi país decidí esperar. Lo que nunca me imagine es que decidirían sacarla en las últimas semanas del año junto al que era posiblemente el estreno mainstream más importante de todos, limitando de golpe sus pocas expectativas para lograr exposición y convirtiéndola así en una película de la que pocos van a saber de su existencia.

Algo que resulta un tanto injusto debido a que Macé y Wajsbrot nos traen un trabajo que para mi sorpresa es mucho más entretenido de lo que debería de ser, esto considerando que su punto central involucra todo el tema de la tecnología y las redes sociales que han visto una popularización importante en años recientes dentro del cine de terror. Elementos que por lo general dejan poco margen de maniobra pero que en este caso ambos directores saben aprovechar para ir contando una historia que, antes que nada, se sustenta en un par de actuaciones sólidas que rápidamente hacen que el espectador obtenga diversos sentimientos hacia unos personajes que rápidamente pueden pasar de ser unos muy desagradables a unos con los cuales pudieras llegar a sentir la empatía necesaria como para que te importe su aterradora experiencia.  

Una que tarda en arrancar debido a que las interacciones entre los protagonistas y el asesino mantienen un ritmo lento que provoca que la construcción del escenario mortal no llegue de golpe, estableciendo así una serie de reglas cuyo único propósito es poner en una situación totalmente desventajosa a estos jóvenes en donde siempre saldrán perdiendo de alguna u otra forma (a pesar de que sus opciones son relativamente “sencillas” de tomar). Situación que hace de la segunda mitad entretenida, la cual no está exenta de fallas o acciones a las que resulta complicado encontrarles credibilidad, pero que de cierta manera las dejas pasar gracias a la dinámica que se origina y porque con el transcurrir de los minutos las cosas adquieren un tono más oscuro y sangriento del que pensabas.

La parte final tiene un nivel de intensidad agradable. Sin embargo, los motivos detrás de las acciones del asesino pueden ser descifrados de manera bastante sencilla y eso elimina el factor sorpresa con el que debería de contar; además, el pequeño giro que le dan lo sentí innecesario.

En el tema de las actuaciones no tengo queja, tanto Gregg Sulkin (Sam) como Garrett Clayton (Brady) realizan un buen trabajo y en gran medida son ellos los que hacen de esto algo digerible al mostrar buena química en pantalla. La producción es muy discreta: el trabajo de fotografía cumple, el score es decente, el trabajo de sonido es limpio y los efectos son bastante sencillos.

Opinión final: Don't Hang Up es aceptable. Típica película para pasar el rato cuando esté disponible en algún servicio de streaming.

Ojometro:
***