viernes, 24 de diciembre de 2021

Crítica: Death Valley (2021)

Película escrita y dirigida por Matthew Ninaber. Se estrenó en cines dentro de Rusia durante el mes de noviembre, mientras que en Estados Unidos lo hizo por medio de VOD el pasado 9 de diciembre; aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un par de mercenarios son contratados para rescatar a una científica de una instalación militar secreta, pero estando ahí se verán perseguidos por una extraña y sumamente violenta criatura.


Comentarios generales:

Durante toda la pandemia se han filmado películas de bajo presupuesto de las que se sabe poco o nada hasta el día en el que sale su trailer oficial, así que han existido algunas sorpresas que nadie veía venir y por ello es que Death Valley captó la atención de muchos pensando que este podría ser uno de esos casos. Aunque desafortunadamente se terminó quedando como un clon de lo que fueron las Resident Evil con Milla Jovovich.

Y es que lo que nos trae Ninaber bien podría haber pasado como una secuela o spin-off de estas debido a que tiene muchas cosas en común que van desde el desarrollo de la historia hasta la estética general, pero sobre todo su predilección por ofrecer acción con tintes militares a diestra y siniestra.

Algo que se puede percibir de manera muy marcada durante una primera media hora en la que es precisamente la acción lo que predomina para establecer los peligros existentes más allá de la criatura al presentar confrontaciones con milicias que bien podrían pasar como cinemáticas de algún videojuego y con las cuales se trazan ciertas líneas entre el bien y el mal que más adelante adquirirán importancia. Dejando todo el lado del terror para un segundo acto en donde las acciones se llevan a la instalación militar y obtienen un tinte ligeramente más sangriento, además de que el conflicto se vuelve uno de tres partes.

Siempre desarrollándose bajo un ritmo muy veloz diseñado para que el espectador no pierda interés en una dinámica que ciertamente es repetitiva y nunca logra explotar del todo la locación para hacer de la amenaza una mucho más imponente. Aunque si cuenta con algunas sorpresas bajo la manga que le añaden un poco más de sustancia para la parte final.

La cual cumple su propósito sin que sea nada espectacular. Donde las líneas entre el bien y el mal de las que hable anteriormente salen a relucir para que el conflicto final no se sienta tan genérico y se pueda dejar un cierre con buen nivel de intensidad.  

Sobre las actuaciones no hay mucho que decir, están correctas para los propósitos esenciales de la historia. Mientras que en producción tenemos una factura decente considerando el presupuesto tan limitado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score es genérico, cuenta un buen trabajo de sonido, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es lo mejor del filme.  

Opinión final: Death Valley está ok. Película sin demasiadas complicaciones para ver un día sin mucho que hacer y olvidarla en un par de semanas. 

Ojometro:
***

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De mi parte se les desea unas felices fiestas. 

martes, 21 de diciembre de 2021

Critica: Hurt (2021)

Película dirigida por Sonny Mallhi (Anguish), quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Solomon Gray. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de diciembre, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Un soldado regresa a casa para reunirse con su esposa y disfrutar las atracciones en su lugar favorito durante Halloween. Pero pronto el terror que tanto disfrutan los acechará para convertirlos en la próxima atracción.


Comentarios generales:

Nuevamente nos encontramos frente a una propuesta traída por Gravitas Ventures y todos los recuerdos negativos que eso conlleva dado su historial poco confiable, pero dado a que nos encontramos en los últimos días del año decidí arriesgarme nuevamente con ellos ante la falta de opciones para ver. Sobre todo porque había escuchado algunas cosas buenas de Hurt cuando empezó a exhibirse en festivales hace tres años atrás y su premisa lucía interesante; sin embargo, el resultado no fue muy distinto a lo acostumbrado.

Y es que lo presentado por Mallhi es aburrido de principio a fin, no tanto porque la historia en si lo provoque, sino que por decisión propia el director opta por hacer de esto una experiencia desgastante para el espectador. 

Con un primer acto que establece de inmediato el ritmo pasivo que predominará y en donde realmente no ocurre nada relevante más allá de presenciar los problemas que tiene este matrimonio gracias al comportamiento del esposo producto de su estadía en el ejército, pero del que realmente nunca se profundiza de gran manera. Simplemente todo avanza con una lentitud desesperante y para empeorar las cosas el trabajo de fotografía hace que el visionado se empiece a volver incomodo entrando al segundo acto debido que al hacer la transición a las escenas nocturnas la iluminación es prácticamente inexistente, imposibilitando que se pueda apreciar lo que ocurre en pantalla la mayor parte del tiempo. 

Lo cual tampoco es que sea demasiado debido a que, salvo por acontecimientos aislados muy contados, el enfoque pretende ser un tanto minimalista para darle mayor relevancia al terror que te puede acechar en cualquier momento sin que lo esperes y con ello tratar de construir unas muertes que sin duda tendrían mayor impacto si hubieran contado con una exposición decente o si los periodos entre estas no fueran tan ridículamente largos.

Dejándonos así ante una parte final en la que hay un poco más de intensidad y el problema de la iluminación desaparece por desarrollarse durante el día, pero que no marca gran diferencia en cuanto al resultado general. Ya que realmente lo que ocurre es repetitivo e incluso absurdo gracias al comportamiento de la protagonista, quien en lugar de generarte empatía solo te termina desesperando ante la cantidad de malas decisiones que toma.

Las actuaciones son bastante malas y eso a pesar de que por grandes periodos no hay demasiados diálogos. Y en cuanto a producción tenemos una factura pobre: el trabajo de fotografía es terrible, la dirección de arte no destaca, el score es intrascendente, el trabajo de sonido es muy malo, los efectos son simples y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Hurt es decepcionante. Película con cierto potencial que termina perdiéndose ante lo tremendamente aburrida que es. 

Ojometro:
**

viernes, 17 de diciembre de 2021

Crítica: A House on the Bayou (2021)

Película escrita y dirigida por Alex McAulay. Se estrenó el pasado 19 de noviembre dentro de los Estados Unidos en formato digital y VOD por medio del canal Epix.

Sinopsis:

Un matrimonio en problemas va de vacaciones junto con su hija a una alejada casa en los pantanos de Luisiana para tratar de reconectarse, pero cuando unos visitantes inesperados llegan al lugar dicho intento de unidad se empezará a desmoronar nuevamente.


Comentarios generales:

De los múltiples acuerdos de Blumhouse para producir películas de terror con distintos socios probablemente el que tiene con el canal Epix sea el menos llamativo de todos debido a que se tratan de producciones para televisión, las cuales históricamente siempre han sido vistas como productos inferiores. Un estigma con el que A House on the Bayou tiene que cargar y para su mala fortuna no se lo puede sacudir con lo ofrecido.

Y no es tanto porque lo presentado por McAulay sea malo, más bien se debe a que desde muy temprano uno puede notar que no existen demasiadas intenciones por ofrecer algo más allá de un simple thriller con ciertos tintes sobrenaturales. Lo cual probablemente sea razón suficiente para que más de uno abandone el visionado durante los primeros treinta minutos debido a que la historia durante este lapso no ofrece nada particularmente atractivo y la interacción hostil entre el matrimonio se vuelve repetitiva en cuestión de unos cuantos minutos, dejando que sea la aparición de Isaac y Grandpappy lo único que realmente proporcione algo de intriga a este drama poco interesante.

Siendo hasta entrado el segundo acto cuando las cosas empiezan a mejorar y mucho se debe al hecho de que la película se vuelve más una de invasión de hogar con la que se logra generar tensión de manera sostenida gracias al propio personaje de Isaac y su comportamiento impredecible que te hace cuestionar todo el tiempo sobre si se trata de alguien con habilidades supernaturales o si simplemente está loco. Algo que, al combinarse con un giro bien logrado, hace que las cosas fluyan de buena manera bajo un ritmo consistente a pesar de que muchas de las acciones que ocurren no son precisamente llamativas o súper estresantes.

Llevando así sin muchos contratiempos a una parte final en la que el nivel de intensidad se ve ligeramente incrementado gracias a que nuestra protagonista tiene un poco más de peso al verse envuelta en situaciones que la obligan a tomar decisiones difíciles. Aunque el cierre puede que no sea del agrado de todos debido a que la explicación sobre lo ocurrido es muy vaga y en general se deja cierta sensación de que nada tuvo grandes consecuencias.

En lo que respecta a las actuaciones Angela Sarafyan (Jessica) hace un trabajo correcto, pero es Jacob Lofland (Isaac) quien termina destacando por encima del resto por medio de un personaje bastante enigmático que logra generar una incomodidad muy particular. Mientras que en producción tenemos una factura decente: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no tiene mucho para destacar, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y lo referente a efectos/maquillaje es discreto.   

Opinión final: A House on the Bayou está pasable. Película de TV con algunas cosas interesantes que no será muy recordada en unos meses.

Ojometro:
***

martes, 14 de diciembre de 2021

Crítica: Night Teeth (2021)

Película dirigida por Adam Randall (I See You), cuyo guión fue escrito por Brent Dillon. Se estrenó a nivel mundial el pasado 20 de octubre por medio de Netflix.

Sinopsis:

Un joven chófer recoge a dos misteriosas mujeres que pretenden pasar una noche de fiesta recorriendo varios lugares exclusivos de Los Ángeles. Sin embargo, cuando este descubre su verdadera identidad, no le quedará de otra más que luchar para seguir con vida.


Comentarios generales:

Una de las desventajas de tener tantos estrenos durante la época de Halloween es que inevitablemente algunas de las películas (o series) se van a terminar perdiendo ante tantas opciones porque no hay tiempo que alcance para verlas todas. Y en esta ocasión una de las desafortunadas que pasó desapercibida fue Night Teeth, la propuesta de vampiros de Netflix que parecía tenerlo todo para destacar gracias a su elenco, pero que se queda corta en lo que pretende.

Y es que lo traído por Randall es una historia que en cuanto a concepto es bastante ambiciosa al ponernos ante un conflicto que abarca facciones y una estructura similar a la de las mafias, pero al mismo tiempo construye un romance muy a lo “Romeo y Julieta” por medio del núcleo protagonista que termina opacándolo. Aunque durante el primer acto esto no resulta tan problemático por el hecho de que las personalidades contrastantes hacen que la dinámica se sienta fresca y también porque la estética visual del filme es lo suficientemente atractiva como para sostener una serie de sucesos que, a pesar de ser poco novedosos, establecen de manera sólida lo que hay detrás de esta noche llena de secretos y tensiones.

Lo cual funciona hasta que llega el momento de profundizar en el tema de las facciones y el conflicto entre los vampiros que las está desestabilizando, ya que esto realmente nunca se logra exponer de una manera interesante, ni mucho menos convincente. Sobre todo porque los todopoderosos líderes quedan reducidos a meros espectadores sin gran peso en una trama que se desarrolla bajo un ritmo bastante acelerado que no permite mostrar más allá de lo superficial y se va a lo seguro con el romance, así como con unas muy contadas escenas de acción que proporcionan un poco de sangre.

Una aceleración que termina siendo contraproducente debido a que para la parte final en cierto punto parece que ya todo se desarrolló de manera plena y todavía faltan como unos 25 minutos de metraje. Algo que hace que la resolución del conflicto no cuente con la potencia que debería gracias a que se siente como mero relleno; sin embargo, tampoco me atrevería a decir que la conclusión que ofrece sea del todo mala.

Sobre las actuaciones la verdad tenemos buenos trabajos de los protagonistas, con Jorge Lendeborg Jr. (Benny) y Debby Ryan (Blaire) logrando una gran química en pantalla; además de que Lucy Fry (Zoe) como vampira psicótica proporciona las dosis de locura necesarias. Aunque, por otra parte, las apariciones de varios de los nombres más reconocidos son decepcionantes por el poco tiempo con el que cuentan.

En cuanto a producción tenemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte es sólida, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos en su mayoría están bien hechos y la labor de maquillaje no es tan llamativa.

Opinión final: Night Teeth está ok. Más show visual que otra cosa, pero puede ser una opción para ver un día que no tengan mucho que hacer.

Ojometro:
***