viernes, 28 de enero de 2022

Crítica: The Last Thing Mary Saw (2022)

Película escrita y dirigida por Edoardo Vitaletti, la cual significa su ópera prima. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 20 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Invierno de 1843. Mary (Stefanie Scott) se encuentra bajo investigación tras la misteriosa muerte de la matriarca de su familia y sus recuerdos son lo único que podrá arrojar luz a las fuerzas oscuras detrás de la tragedia. 


Comentarios generales:

Después de Scream, la otra película con mayor perfil en este primer mes del año era sin duda The Last Thing Mary Saw gracias a su propuesta que, una vez más, te hacía recordar a las de A24. Una tendencia que seguirá estando presente por mucho tiempo y que la verdad todavía se encuentra en una etapa en la que me genera bastante interés, aunque poco a poco se empieza a notar que la falta de ideas originales es un problema cada vez más complicado de resolver.

Y es que lo traído por Vitaletti es algo que inevitablemente se topará con comparaciones con “The Witch” debido a que comparten muchas similitudes en su manera de contar la historia y por la estética que manejan, lo cual la pone en una posición un tanto incomoda dado a que realmente nunca alcanza niveles tan altos. Sobre todo porque su creador no sabe explotar de la mejor manera este mundo comprimido que construye a base de pequeños conflictos en los que varios de los personajes buscan obtener poder o libertad de cierta manera, ya sea con una matriarca ejerciendo un dominio casi casi dictatorial sobre su familia o con sirvientes haciendo todo lo posible para no sentirse aterrados de sus patrones.

Simplemente desde el primer acto sientes que algo no funciona del todo bien y esa sensación se va incrementando con el pasar de los minutos mientras te envuelven en un ritmo muy lento que no ayuda demasiado. Sin embargo, conforme se va entrando a la segunda mitad del metraje también empiezas a encontrar cosas interesantes; en especial cuando por medio de un estupendo trabajo de fotografía la atmósfera oscura toma mayor peso y con ello los sutiles toques de terror logran generar determinados momentos con suficiente potencia como para que te preocupes por un personaje en especifico rumbo a la parte final.

Una que a mi juicio es lo mejor de la película y lo que hace que no se termine perdiendo en la intrascendencia debido a que estos son minutos llenos de tensión a tope. Donde las acciones de los involucrados tienen consecuencias graves y eso deja como resultado un desenlace crudo que encaja a la perfección con el tono predominante que se vio durante hora y media.

Sobre las actuaciones tenemos a Judith Roberts (La Matriarca) y a Rory Culkin (El Intruso) robándose las miradas con personajes que cuentan con un tiempo limitado en pantalla, mientras que Isabelle Furhman (Eleanor) hace lo mismo con más presencia pero sin tanto diálogo. Aunque, por otra parte, Stefanie Scott como la protagonista deja bastante que desear.

En cuanto a la producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, cuenta con un trabajo de sonido limpio, los efectos son muy sencillos y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: The Last Thing Mary Saw está ok. Película lenta a la que la termina salvando su segunda mitad.

Ojometro:
***

martes, 25 de enero de 2022

Crítica: The Jack in the Box: Awakening (2022)

Secuela escrita y dirigida nuevamente por Lawrence Fowler. Se estrenó en VOD y formato físico dentro del Reino Unido el 2 de enero, mientras que a México llegó a las salas de cine el pasado 20 de enero.

Sinopsis:

Cuando una mujer moribunda abre la antigua caja sorpresa, inmediatamente hace un pacto con el demonio en forma de payaso para curar su enfermedad a cambio de la vida de seis victimas inocentes.


Comentarios generales:

La verdad no me sorprendió que existiera una secuela de The Jack in the Box considerando el final de la primera entrega; sin embargo, nunca imaginé que la veríamos tan solo dos años después con todos los contratiempos que ha añadido la pandemia y mucho menos que llegaría a cines en mi país. Por eso es que no perdí la oportunidad de verla dado que es hasta cierto punto un caso peculiar, pero al final tampoco fue nada particularmente memorable.

Y es que lo presentado por Fowler es una historia que apenitas logra diferenciarse de su predecesora por medio de un giro que le añade un trasfondo más perverso a la presencia del demonio, aunque en cuanto a la estructura es prácticamente una calca salvo por el cambio de locación. Lo cual hace el primer acto sea un tanto lento debido a que todo resulta genérico y en general la presentación de los personajes no es tan interesante gracias a que solo se centra la atención en Edgar y eso provoca que los demás queden parados como mero relleno, incluso estando en ese grupo la que se podría considerar la protagonista o final girl.

Afortunadamente dicho inicio lento se va superando y ya cuando se entra al segundo acto las acciones toman un ritmo mucho más agradable conforme el demonio empieza a tener mayor exposición, haciendo con esto que las muertes sean un poco más constantes y por lo consiguiente no exista tanto tiempo muerto (a pesar de que mucho se realiza fuera de cámara). Además de que es aquí en donde se nos ofrece un poco más de sustancia, no solo por la evolución de Edgar como alguien verdaderamente siniestro, sino también porque exponen algo del pasado del propio demonio para cambiar ligeramente una dinámica predecible.

Llevándonos así a una parte final que se desarrolla sin demasiados contratiempos bajo la predictibilidad mencionada, aunque al menos logra generar cierto nivel de tensión por medio de la que se supone es la protagonista y establece las bases para una inevitable tercera entrega.

En el tema de las actuaciones no tenemos mucho para destacar, por ahí Matt McClure (Edgar) tiene un rol un poco más prominente pero no te termina convenciendo por completo; mientras que el resto del elenco realmente aporta muy poco. Sobre la producción vemos una factura cuidada: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, cuenta con un score agradable, el trabajo de sonido es limpio y tanto los efectos prácticos como la labor de maquillaje son, de nueva cuenta, de muy buen nivel.

Opinión final: Awakening está pasable. Secuela para perder el tiempo y nada más.

Ojometro:
***

miércoles, 19 de enero de 2022

Crítica: Scream (2022)

Quinta entrega de la franquicia dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, cuyo guión fue co-escrito por James Vanderbilt y Guy Busick. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 14 de enero, recaudando hasta la fecha $37.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

25 años después de los asesinatos originales que azotaron Woodsboro, un nuevo Ghostface emerge más violento que nunca para atormentar a Sam (Melissa Barrera) y a todos aquellos que la rodean.


Comentarios generales:

Scream de 1996 es una de las películas de terror más importantes de la historia gracias a que básicamente revivió el género cuando este se encontraba en uno de sus puntos más bajos y revitalizó al slasher, así que cualquier proyecto que se encuentre ligado a esta siempre tendrá que lidiar con un tremendo peso encima debido a que no estamos hablando de cualquier cosa. Y para esta nueva secuela dicho peso era incluso mayor debido a que después del fracaso de la serie de MTV parecía que la franquicia había muerto y tenía la labor titánica de no solo revivirla, sino además darle nueva vida debido a que también significaría un relanzamiento muy al estilo de Halloween.

Algo que para mi total sorpresa lograron hacer de manera por demás sobresaliente.

Ya que los chicos de Radio Silence nos traen la que se puede posicionar como la mejor entrega desde la original por medio de una historia con la que no solo pretenden honrar el legado de lo hecho por Wes Craven en su búsqueda por revitalizar el slasher, sino además construyen algo que examina cómo ha evolucionado el género desde los 90s utilizando la propia esencia del metacine que siempre ha estado presente. 

Lo cual se establece prácticamente de inmediato con una increíble introducción en la que queda claro cuál será la tirada y, de paso, exponer el nivel de violencia que se va a manejar. Poniendo así las bases para ir desenvolviendo poco a poco un misterio que tiene la suficiente cantidad de sospechosos como para generar dudas razonables sustentándose en las propias auto-referencias y que expande de manera interesante lo que ya conocíamos sin que los regresos de Sydney, Gale y Dewey resulten tan fundamentales para desarrollar dichas ideas. 

Todo bajo un ritmo que siempre se mantiene ágil y que se ve beneficiado por el hecho de que esta es la entrega más violenta de todas. En donde las muertes tal vez no son tan variadas en su concepto, pero si tienen una razón detrás que las justifiquen y son lo suficientemente intensas como para dejar al menos un par de momentos que tienen un peso emocional importante bajo el objetivo de hacer lucir al asesino como una amenaza formidable.

Algo que sin duda logran debido a que para la parte final, si bien ya te puedes ir haciendo una idea sobre quien podría ser, este sigue estando un paso adelante de todos y por lo consiguiente la sensación de peligro se mantiene latente hasta los minutos finales. Logrando así un cierre del que no se puede hablar demasiado sin soltar spoilers, pero que definitivamente logra combinar lo nuevo con lo viejo de una manera bastante orgánica para abrir la puerta a más secuelas a corto plazo y no tener que esperar otra década.

De las actuaciones tenemos un casting sólido con Melissa Barrera haciendo una buena labor como la potencial sucesora de Sydney y un Jack Quaid (Richie) que añade cierto toque cómico sin resultar exagerado; aunados al resto del elenco adolescente que muestra bastante personalidad. Además de que las apariciones de Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette añaden ese factor nostálgico necesario para complementar una historia con la cual siempre estarán ligados.

En cuanto a producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Scream me ha gustado bastante. Una exanimación de la evolución del género que no deja de lado lo que ha hecho popular a la franquicia.

Ojometro:
*****

viernes, 14 de enero de 2022

Crítica: See for Me (2022)

Película dirigida por Randall Okita, cuyo guión fue co-escrito por Adam Yorke y Tommy Gushue. Se estrenó directamente en VOD el pasado 7 de enero dentro de los Estados Unidos, aunque todavía no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Sophie (Skyler Davenport) es una ex esquiadora ciega que acepta cuidar al gato de una adinerada mujer en su casa mientras está de viaje. Sin embargo, estando ahí, tres ladrones entran a robar la caja fuerte y su única defensa será la ayudante de una aplicación de celular diseñada para ver lo que ella no puede.


Comentarios generales:

Películas con protagonistas ciegos no son algo nuevo, de hecho, hemos visto varias en años recientes y si algo tienen es que el tema de la ceguera suele resultar bastante llamativo para el espectador. Por eso es que See for Me era una propuesta interesante para iniciar el 2022 y había ciertas expectativas a su alrededor que lucían medio exageradas considerando que es un proyecto pequeño, las cuales sin duda no llega a cumplir; aunque esto tampoco significa que estemos ante algo que no valga la pena checar.

Ya que lo presentado por Okita tiene cosas interesantes, nada más que resulta algo complicada de disfrutar gracias a su propia protagonista. Quien durante la primera media hora tiene un comportamiento que lo catalogaría como ridículo y de inmediato crea antipatía, provocando así que la parte más informativa de la historia sea un tanto aburrida al tratar de vender ese lado totalmente independiente y rebelde suyo sin que ocurra nada particularmente disfrutable.

Siendo hasta entrado el segundo actor cuando las cosas empiezan a mejorar lentamente con la aparición de los ladrones, quienes de inmediato hacen que Sophie como personaje se empiece a sentir vulnerable. Generando así los minutos más entretenidos al ser los que hacen mejor uso de la locación y porque en todo momento la tensión es palpable, además de que por lo menos tratan de ofrecer cierta variedad al conflicto utilizando la discapacidad como medio para darle cierto realismo a la manera en la que ambas partes pueden salir beneficiadas.

Algo que para la parte final se deja de lado con el fin de explotar más la acción y darle relevancia al uso de la aplicación. Lo cual sin duda hace que el ritmo se vuelva más frenético y con ello se presenten situaciones entretenidas que cuenten con un mayor grado de intensidad, aunque esto también puede provocar que el cierre resulte poco convincente en determinados aspectos.

En el tema de las actuaciones la verdad es que Skyler Davenport nunca te logra convencer del todo con su personaje, tiene sus momentos, pero en general llega un punto en el que te da igual si vive o muere. Mientras que en producción tenemos una buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es bastante bueno y todo lo referente a efectos/maquillaje es muy discreto.

Opinión final: See for Me está ok. Película para pasar el rato que podría haber explotado de mejor manera su premisa.

Ojometro:
***