martes, 27 de septiembre de 2022

Crítica: The Invitation (2022)

Película dirigida por Jessica M. Thompson y escrita por Blair Butler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 8 de septiembre; recaudando hasta la fecha $31.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

De la noche a la mañana Evie (Nathalie Emmanuel) se entera que tiene familia en Inglaterra y viaja hasta allí para conocerla. Aunque con el pasar de los días se dará cuenta que detrás de tanta amabilidad hay algo más oscuro.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años se anunció que Sony estaba trabajando en una película que se centraba en las novias de Drácula hubo una emoción general entre los fans debido a que no suelen ser de los personajes más utilizados cuando se trata de proyectos inspirados en la obra de Bram Stoker. Sin embargo, conforme pasaban los meses dicha emoción se fue perdiendo poco a poco con la salida de Sam Raimi como productor, cambios de actores, de titulo e incluso revisiones de guión que no auguraban nada bueno y que finalmente dejaron algo tan poco interesante como The Invitation.

Y es que lo traído por Thompson (responsable de las revisiones) es una historia que carece de emociones la mayor parte del tiempo y en su afán por querer abordar ciertos temas como el privilegio masculino, el racismo o el clasismo se olvida de lo más importante de todo: los vampiros.

Esto porque su presencia en pantalla es en extremo limitada, sobre todo durante una primera hora en la que nos encontramos con una cantidad absurda de conversaciones huecas y un misterio que no cuesta ni diez minutos poder descifrarlo. Lo cual provoca que realmente esto se vuelva monótono de manera muy rápida ante la poca imaginación que existe para generar momentos que cuenten con cierto grado de intensidad para exponer los peligros existentes en la mansión y con ello agilizar un ritmo que en todo momento se ve frenado por lo poco relevante que ocurre.

Siendo hasta pasados los 70 minutos de metraje cuando por fin empezamos a ver situaciones de mayor peso y con ello se eleva un poco la tensión, especialmente porque se logran construir unas escenas que por lo menos desde el lado visual dejan cosas interesantes por la manera en la que están compuestas. Además de que sirven como trampolín para, ahora sí, darle importancia al tema de las novias y por lo consiguiente a esta versión desabrida de Drácula que manejan sin querer exponerlo como tal.

Llevándonos así a una parte final que contiene más acción que todo lo previo, aunque esto no se traduce en algo particularmente memorable. Ya que la fuerza con la que se maneja el conflicto decisivo es muy baja, hasta parece que hay temor por explotar el toque fantasioso/violento que llevan adherido los vampiros por naturaleza y eso por lo consiguiente hace que el desenlace sea demasiado desangelado.

En cuanto a las actuaciones en realidad Nathalie Emmanuel tiene alguno que otro momento en donde brilla, pero la predictibilidad de la historia y su cero química con Thomas Doherty (Walter De Ville) hacen que su personaje se sienta muy blando. Mientras que en producción tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Invitation es aburrida. Película sobre vampiros en donde estos son los que menos importan.

Ojometro:
**

viernes, 23 de septiembre de 2022

Crítica: Barbarian (2022)

Película escrita y dirigida por Zach Cregger. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio una semana después; recaudando hasta la fecha $24.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tess (Georgina Campbell) viaja a Detroit para una entrevista de trabajo y se aloja en una casa por medio de Airbnb. Aunque para su sorpresa descubre que un hombre también la ha rentado, iniciando así una serie de extraños sucesos que le harán comprender que dicho lugar no es lo que parece.


Comentarios generales:

En estos tiempos es un tanto atípico que una película relativamente pequeña y desconocida pueda abrirse camino sin una promoción agresiva durante meses por parte de su estudio, así que cuando a finales de junio se dio a conocer Barbarian parecía que estaba destinada al fracaso. Sobre todo porque su trailer te vendía algo muy genérico con lo que era difícil entusiasmarse; sin embargo, el resultado final ha sido por demás sorpresivo y satisfactorio.

Ya que lo traído por Cregger es de esas historias con las que es vital no saber prácticamente nada para que las disfrutes al máximo y por lo consiguiente también resulta un poco complicado escribir sin caer en terrenos peligrosos con respecto a los spoilers. Aunque durante los primeros 35/40 minutos nos encontramos con algo que resulta familiar gracias al trailer y se sustenta principalmente en el tema de la desconfianza existente entre dos completos desconocidos, haciendo de Tess y Keith una dupla protagonista interesante debido a que sus interacciones muestran un marcado contraste entre lo que ambos consideran peligroso sustentándolo desde el punto de vista femenino o masculino.

Siendo gracias a esto que la película pueda generar un nivel de tensión alto desde temprano, sin dejarlo caer de manera pronunciada debido a que uno como espectador sabe que existe un peligro latente pero no está tan seguro sobre qué es exactamente. Dejando así que dicha tensión se vaya acumulando y, cuando llegue el momento de la revelación, el impacto sea muchísimo mayor para encaminar las cosas de un modo que parece predecible… pero no lo es.

Y es que en determinado punto se toma una decisión sumamente arriesgada que cambia por completo la dinámica que uno esperaba ver, agregando más dudas y contexto sobre la locación en la que se desarrollan las acciones. Lo cual se va entrelazando con lo visto previamente de manera orgánica para ofrecer algo que contiene mucha fuerza y un trasfondo bastante perverso que vuelven el tono uno todavía más oscuro; además de que se añade mayor agilidad a las acciones gracias a que se entra en una dinámica de supervivencia que así lo necesita.

Posesionándonos con todo esto ante una parte final que contiene mucha intensidad e incluso cierto toque perturbador. Donde también se puede ver la mayor dosis de violencia (hay un par de muertes que añaden mucho impacto visual) y sobre todo se juega de cierta forma con el tema moral para brindar un cierre seco que resulta satisfactorio debido a que no trata de hacer más de lo que debe.  

En lo que respecta a las actuaciones esta es una película que destaca más por el conjunto. Con Georgina Campbell, Bill Skarsgård (Keith) y Justin Long (AJ) haciendo un buen trabajo en lo que respecta a sus personajes, aunque sin dejar nada particularmente memorable que haga destacar a uno por encima del resto.

Mientras que en producción tenemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score es genial, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple a la perfección su cometido.

Opinión final: Barbarian me gustó mucho. Muy buena propuesta que sin duda se posiciona como una de las mejores del año.

Ojometro:
***** 

martes, 20 de septiembre de 2022

Crítica: She Will (2022)

Película dirigida por Charlotte Colbert, quien comparte créditos como co-escritora del guión junto a Kitty Percy. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos a mediados de julio, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 8 noviembre.

Sinopsis:

Verónica (Alice Krige) es una vieja estrella de cine que viaja a los bosques escoceses junto a su enfermera para recuperarse de una operación reciente. Aunque estando ahí pronto emergerán misteriosas fuerzas de venganza desde de la tierra en la que fueron quemadas varias brujas.


Comentarios generales:

En ocasiones es complicado entender para quién va dirigida una película y cuáles son sus pretensiones dentro del mundillo del terror debido a que muchas veces este solo es utilizado como carnada para atraer miradas. Provocando así constantes decepciones ante el poco entendimiento que se muestra por el género, siendo She Will uno de esos tantos ejemplos.

Y es que lo traído por Collbert es una historia de venganza en la que la propia venganza es lo menos importante y gracias a eso la experiencia se ve afectada debido a que algo que debería de ser intenso termina siendo un aburrimiento de principio a fin. Donde desde temprano se puede notar que el tono dramático será predominante y en base a eso se empiezan a construir situaciones en las que el personaje de Verónica queda parado como alguien poco agradable, mientras de trasfondo se te empieza a vender la idea sobre que en algún punto puede que aparezcan brujas para tratar de disimular que, en realidad, aquí de terror no hay demasiado.

Lo cual se magnifica una vez que se empieza a utilizar a la naturaleza como si fuera un personaje más, quitándole relevancia al tema de las brujas para dejarlas como algo que solo está ahí para justificar ciertos elementos sobrenaturales presentes. Esto mientras el desarrollo se da bajo un ritmo lento en el que las situaciones ajenas a nuestra protagonista no aportan gran cosa salvo algunos visuales llamativos y explotar el gran score, a pesar de que están pensadas para añadir cierta tensión que evidentemente en ningún punto se logra ofrecer.

Ya con lo anterior se llega con bastante desgaste y desinterés a una parte final que por fin se atreve a jugar un poco con el tema de la venganza para brindar los momentos de mayor intensidad. Aunque estos realmente duran poco para dejar una vez más todo el peso a lo contemplativo y sonoro dentro de un desenlace que te resulta indiferente.

De las actuaciones no hay mucho que decir gracias a que pasa muy poco, siendo la propia Alice Krige la que más resalta por su mayor tiempo en pantalla; mientras que Malcolm McDowell (Hathbourne) solo hace breves apariciones para cobrar su cheque. En cuanto a producción tiene un par de cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte básica, el score es muy bueno, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos no son precisamente los más llamativos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: She Will es decepcionante. Película aburrida en la que no ocurre mucho, aunque no dudo que pueda gustarle a quienes buscan un tipo de cine muy específico.

Ojometro:
**

sábado, 17 de septiembre de 2022

Crítica: Orphan: First Kill (2022)

Precuela de la película de 2009, la cual está dirigida por William Brent Bell (The Boy) y escrita por David Coggeshall. Se estrenó a mediados de agosto por medio de Paramount+ dentro de los Estados Unidos, mientras que en México llegó a las salas de cine el pasado 15 de septiembre; recaudando hasta la fecha $14.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de orquestar un brillante escape de un hospital psiquiátrico en Estonia, Esther (Isabelle Fuhrman) viaja a los Estados Unidos para hacerse pasar como la hija desaparecida de una acaudalada familia.


Comentarios generales:

“Orphan” no es una película que se pueda considerar trascendental dentro del género de terror, sin embargo, cuenta con uno de los plot twists más memorables de todos los tiempos y eso ha logrado que se mantenga en la memoria colectiva durante todos estos años. Así que no es de extrañar que alguien quisiera aprovechar eso a pesar de que existían retos muy evidentes para realizar una nueva entrega; retos que hacían pensar en un potencial desastre, pero afortunadamente Orphan: First Kill es un producto que te termina dejando un buen sabor de boca.

Y mucho se debe a que William Brent Bell y compañía tratan de manera cuidadosa cada aspecto de esta precuela, tanto en el lado creativo como en el lado técnico para lograr que la historia de Esther pueda resultar lo más convincente y entretenida posible.

Iniciando con lo que se podría decir que es la parte de origen de nuestra protagonista sin que se tenga que retroceder tanto en el tiempo, la cual desde el primer instante deja bien claro lo peligrosa y manipuladora que puede llegar a ser por si de mera casualidad se hubiera olvidado dicho aspecto con el pasar de los años. Lo que ayuda a establecer un tono oscuro desde el primer acto que no solo solidifica el retorcido modus operandi de Esther, sino que además logra exponer un nivel de violencia suficiente como para ir generando momentos que provoquen un ritmo estable y ágil que sea capaz de sostener la película incluso durante sus periodos más pesados.

Unos que sin duda los tenemos justo pasando los primeros 30 minutos cuando las acciones se centran en el tema familiar y por lo consiguiente se tiene que recaer en eventos poco llamativos que van pintando un panorama demasiado predecible con el que solo esperas ver que ocurra algo similar a la primera entrega. Sin embargo, cuando parece que todo está dicho se hace una revelación que cambia por completo la dinámica de las acciones y con ello se abre un panorama que le brinda incluso un toque más perturbador al desarrollo.

Poniendo a nuestra protagonista en una posición totalmente desconocida para ella (y para el espectador) al obligarla a actuar de maneras no tan directas como nos tiene acostumbrados, haciendo con esto que la parte final sea una bastante sólida. Sobre todo porque se logra mantener el suspenso en un nivel alto y, aunque ya sabemos cómo terminará, cuenta con la capacidad de tenerte expectante sobre la manera en la que se llevará a cabo el desenlace.

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a una Isabelle Fuhrman que lo hace bastante bien, incluso tomando en cuenta que por cuestiones obvias ya no puede manifestar de manera  natural la inocencia infantil de antes. Aunque es Julia Stiles (Tricia Albright) la que termina sorprendiendo con un personaje cuya evolución a lo largo del filme requería mayor trabajo y esta logra cumplir en cada aspecto.

Sobre la producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, tiene un buen score, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: Orphan: First Kill me gustó. Película que sabe explotar sus mejores virtudes para poder brindarte un visionado entretenido.

Ojometro:
****