Mostrando entradas con la etiqueta Misterio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Misterio. Mostrar todas las entradas

lunes, 25 de noviembre de 2024

Crítica: Never Let Go (2024)

Película dirigida por Alexandre Aja (High Tension, Crawl), cuyo guión fue co-escrito por KC Coughlin y Ryan Grassby. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México a finales de septiembre, mientras que hizo lo propio en VOD el pasado 11 de octubre.

Sinopsis:

Una madre (Halle Berry) y sus dos pequeños hijos llevan siendo atormentados por un malvado espíritu durante años en su casa en medio del bosque. Aunque pronto su seguridad y sus alrededores se verán comprometidos cuando uno de los niños empieza a cuestionar si dicha maldad es real. 


Comentarios generales:

Existen películas que acaparan los reflectores y otras que solo las conocen quienes las hicieron; sin embargo, también hay películas que por diversas razones terminan naufragando en la medianía esperando a que puedan hacer algo de ruido entre los fans y así no terminar en la total intrascendencia. Una situación que a ninguna producción le gusta tener que atravesar, pero que puede pasarle a cualquiera incluso teniendo aparentemente todo a su favor y eso fue lo que ocurrió con Never Let Go.

Ya que Alexandre Aja nos trae algo que en el papel tenía todos los elementos necesarios para hacer ruido gracias a su historia con enfoque minimalista dentro de un escenario post-apocalíptico y al menos durante los primeros 30 minutos las cosas parecen ir hacía ese rumbo debido a que la dinámica familiar rápidamente te convence de los riesgos existentes gracias a la extravagancia y rigidez con la que viven su día a día. Logrando generar una atmósfera solitaria que, al combinarla con la angustia permanente de la madre, magnifica el peligro que hay en el bosque y con ello cada escena va incrementando el misterio que hay detrás de todo esto.

Lo malo es que una vez que empiezan los cuestionamientos por parte del hijo las cosas poco a poco van perdiendo fuerza y en gran parte se debe a que no existe la capacidad para mantener las dudas de manera estable, lo cual obliga a tener que utilizar ciertos recursos cuyo nivel de efectividad no es suficiente como para evitar que la película caiga en un gran bache. Provocando que la tensión acumulada durante la primera media hora desparezca por completo y la locura de la madre pase de ser algo enigmático a algo fastidioso gracias a que no existe demasiada profundización sobre su pasado, volviendo así cada vez más predecible lo que ocurre y por lo consiguiente que el ritmo se haga cansino.

Una situación que básicamente obliga a tener que apostar por un suceso sorpresivo con la esperanza de poder sacudir un poco las cosas y añadir impacto en la parte final por medio de un conflicto entre los hermanos. Algo que en cierto modo se logra dar, aunque sin la potencia suficiente como para que el desenlace resulte convincente.

Las actuaciones están bien, siendo Halle Berry quien más destaca como esta madre con muchos traumas que logra durante algunos minutos poner en duda si lo que ocurre es real o solo producto de su locura. Mientras que en producción vemos una buena factura: el trabajo de fotografía es lo mejor de la película, la dirección de arte está bien cuidada, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.  

Opinión final: Never Let Go está ok. Película que prometía un poco más y al final se queda como algo de lo que casi nadie se va a acordar en un par de meses.

Ojometro:
***


martes, 19 de septiembre de 2023

Crítica: A Haunting in Venice (2023)

Película dirigida por Kenneth Branagh y escrita por Michael Green, la cual está basada en la novela “Hallowe'en Party” de Agatha Christie. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 15 de septiembre, recaudando hasta la fecha $37.9 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

En 1947, el detective Hercule Poirot (Kenneth Branagh) se ha retirado y vive en Venecia sin aceptar docenas de casos que llegan cada día a su puerta. Sin embargo, cuando una vieja amiga lo convence de ir a una sesión espiritista donde se lleva a cabo un asesinato, este regresará a sus viejos hábitos para resolver el crimen.


Comentarios generales:

Es curioso cómo a veces funciona el cine de terror gracias a todos los subgéneros que le proporcionan una amplia variedad de opciones para tratar de llegar a distintos tipos de público, ya que realmente nunca me imaginé que estaría escribiendo sobre una secuela de “Death on the Nile” en este blog. Son cosas que pasan y como preámbulo de la siempre demandante época de Halloween la verdad es que A Haunting in Venice no es una mala opción para ir calentando motores.

Y es que si bien lo presentado por Branagh siempre deja muy en claro que se trata de una película de misterio y crimen, lo cierto es que tampoco rehúye a integrar cosas como leyendas o presuntas apariciones de fantasmas para poner en jaque el escepticismo del personaje principal. Siendo esto siempre el punto central de la historia, aunque durante el primer acto se contiene un poco para poder brindar el contexto detrás de la sesión espiritista bajo una atmósfera un tanto tétrica y presentar a un extenso grupo de personajes que a su modo guardan muchas peculiaridades, logrando con esto que desde muy temprano exista un gran número de sospechosos creíbles para cuando el asesinato se lleve cabo.

El cual no solo añade un shock significativo, sino que además también proporciona una sensación de peligro suficiente que incrementa las dudas con respecto a los involucrados y además ayuda a mantener el misterio intacto por una mayor cantidad de tiempo gracias a lo sorpresiva que resulta la víctima. Complementando todo esto con un ritmo ágil y, sobre todo, con una serie de momentos puntuales diseñados con la intención de llevar la investigación de Poirot por caminos en donde su razonamiento lógico se ve afectado por situaciones difíciles de explicar al contar estas con elementos más fantasiosos que mantienen el lado del terror presente de manera discreta.

Dejándonos así con una parte final que necesita responder varias preguntas que han quedado en el aire y afortunadamente lo hace de manera efectiva durante un desenlace que no es tan intenso, pero que si cuenta con la suficiente claridad para que las revelaciones más importantes tengan el impacto necesario. Dejando solo la interrogante sobre si había o no algo sobrenatural detrás para que sea el propio espectador quien saque sus conclusiones al respecto.  

En lo que se refiere a las actuaciones nos encontramos con un Kenneth Branagh que lo hace bastante bien con un personaje cuya personalidad y apariencia son extravagantes por naturaleza, pero que gracias al escepticismo que maneja logra evitar que caiga en lo caricaturesco. Además de que está apoyado por un grupo de secundarios sólido, siendo Michelle Yeoh (Joyce Reynolds) y Camille Cottin (Olga Seminoff) quienes más destacan.

Y en cuanto a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, cuenta con un gran score, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es muy simple.

Opinión final: A Haunting in Venice me gustó. Buena película de misterio/crimen para pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 29 de agosto de 2023

Crítica: Cobweb (2023)

Película dirigida por Samuel Bodin y escrita por Chris Thomas Devlin. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales de julio, mientras que en México hizo lo propio el pasado 24 de agosto; recaudando hasta la fecha $3.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Peter (Woody Norman) es un niño de 8 años que trata de investigar los misteriosos sonidos que vienen detrás de las paredes de su casa, aunque en el proceso descubrirá un oscuro secreto que sus padres le han estado ocultando.


Comentarios generales:

Cuando un guión gana notoriedad entre los ejecutivos de los estudios dentro del famoso sitio The Black List es casi un hecho que este se terminará convirtiendo en una película y por lo consiguiente tendrá atadas una serie de expectativas irreales incluso desde antes de que inicie su producción. Una situación que le tocó experimentar a Cobweb desde 2018 y que gracias a la pandemia terminó alargándose muchísimo más de lo esperado, provocando con esto que Lionsgate apostará demasiado por un proyecto que claramente era mucho más discreto de lo que originalmente pensaban.

Y es que lo traído por Bodin tiene fortalezas y flaquezas muy marcadas que ocasionan que el visionado como tal sea un sube y baja de sensaciones con respecto a la historia. La cual inicia de una manera bastante simple, pero con una atmósfera absorbente gracias al tremendo trabajo de fotografía que genera un tono depresivo de golpe para ponerte en sintonía con los temores de Peter; quien, por otra parte, se vuelve un problema constante en el desarrollo debido a que su comportamiento después de unos diez minutos te empieza a fastidiar y su situación en general no es la más interesante u original.

Algo que para nuestra fortuna se va corrigiendo poco a poco conforme se va integrando de manera más predominante a sus padres, quienes no solo fungen como la fuente principal de dudas, sino también como la vía por la cual se construyen momentos que ayudan a ir incrementando la sensación de peligro. Haciendo con esto que el segundo acto sea mucho más efectivo gracias a que el ritmo pausado se va complementando con situaciones que en todo momento venden la idea de que algo terrible le depara a Peter, pero no sabes exactamente bien qué será porque la dubitativa actitud de los padres no lo permite y eso hace que se vaya acumulando muchísima tensión que en algún punto tiene que explotar.

Dándose esto justo durante los últimos 30 minutos, los cuales son sin duda los que definirán la postura del espectador sobre el filme debido a se le da un giro total a las cosas de manera inesperada. Llevándonos a terrenos mucho más violentos que optan por el frenetismo y un lado fantasioso que ciertamente hacen del desenlace mucho más entretenido, aunque también puede resultar como algo totalmente fuera de lugar que no encaja con lo que se construyó previamente.

De las actuaciones, tal como mencioné anteriormente, no me terminó por convencer Woody Norman con esa actitud temerosa exasperante que maneja durante todo el tiempo y honestamente me la pasé esperando a que mataran a su personaje. Aunque lo hecho por Lizzy Caplan (Carol) y Anthony Starr (Mark) resultó bastante agradable de ver.

En cuanto a producción estamos ante algo con poco presupuesto, pero con cosas positivas: el trabajo de fotografía es muy bueno y por mucho lo mejor de la película, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido limpio, los efectos no son nada del otro mundo y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Cobweb está decente. Mucho de su efectividad recae en cómo se digiere la última media hora, pero es una opción para pasar el rato durante el próximo Halloween.

Ojometro:
*** 

viernes, 21 de abril de 2023

Crítica: The Unheard (2023)

Película dirigida por Jeffrey A. Brown (The Beach House), cuyo guión fue co-escrito por los hermanos Michael y Shawn Rasmussen. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 31 de marzo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Chloe (Lachlan Watson) se somete a un tratamiento experimental para recuperar su sentido del oído y se va a descansar a la casa de su infancia. Aunque estando ahí empezará a experimentar extrañas alucinaciones auditivas relacionadas con su madre desaparecida varios años atrás.


Comentarios generales:

El cine de terror no está exento de propuestas que giren alrededor de la falta de alguno de los sentidos, pero tampoco suele ser una temática que abunde dentro del género. Así que no es de extrañar que The Unheard llamara la atención porque representaba cierta frescura, aunque el que fuera Shudder quien apostara por ella levantaba las alertas conociendo los altibajos con sus propuesta previas y ciertamente esa reputación negativa no la pudo dejar de lado en esta ocasión.

Ya que lo traído por Brown es una historia con la que pareciera que los hermanos Rasmussen nunca tuvieron una idea fija sobre cómo desarrollarla debido a que el inicio es interesante, pero una vez pasada la novedad todo es una espiral descendente de aburrimiento y predictibilidad. Lo cual es una pena porque la manera en la que se utiliza la sordera de Chloe durante el primer acto hace que se convierta en un personaje que genuinamente te importe, jugando con los sonidos de tal forma que el espectador experimente todo tal como ella misma lo hace al combinar momentos de limpieza auditiva durante su rutina diaria con otros donde existe una distorsión que establece un evidente peligro que te hace suponer que nos encontramos ante algo que jugará con el aspecto psicológico de nuestra protagonista.

Hasta ahí todo va bien, sin embargo, una vez que Chloe recupera su sentido no solo se pierde el atractivo que este proporcionaba a nivel sonoro, sino que además abre paso a algo mucho más convencional al integrar a un asesino que prácticamente de inmediato cambia la dinámica del filme. Esto porque ahora las cosas se centran más en el misterio sobre su identidad y para nuestra mala fortuna resulta evidente quién es el asesino desde muy temprano por el elenco tan reducido que se tiene, provocando con esto que todo lo que tratan de hacer para generar dudas resulte inefectivo y por lo consiguiente exista un estancamiento muy marcado al exponer lo mismo en repetidas ocasiones sin que en ningún momento se logre generar tensión ante el evidente peligro en el que se encuentra Chloe o se profundice sobre el tema de las distorsiones.

Un problema del cual jamás logran salir al dejar que todo siga el rumbo preestablecido, alargando de más un misterio que simplemente no existe y como consecuencia haciendo que las cosas se sientan que avanzan más lento. Incluso durante una parte final en la que se trata de imprimir un poco más de vértigo para añadir una mayor sensación de riesgo, pero para este punto ya nada tiene el impacto necesario y eso mismo hace que el desenlace resulte demasiado intrascendente.

Con respecto a las actuaciones es Lachlan Watson quien carga con todo el peso de la película y, aunque no lo hace mal, el hecho de que su personaje haga lo mismo una y otra vez no le ayuda para ofrecer algo más memorable. Mientras que en producción tenemos cosas interesantes: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada del otro mundo, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio y todo lo relacionado a efectos/maquillaje es bastante discreto.

Opinión final: The Unheard es decepcionante. Película larga y aburrida que nunca logra construir un misterio interesante.

Ojometro:
**

martes, 10 de enero de 2023

Crítica: The Pale Blue Eye (2023)

Película escrita y dirigida por Scott Cooper (Antlers), la cual es una adaptación de la novela del mismo nombre escrita por Louis Bayard. Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 6 de enero.

Sinopsis:

En 1830, el veterano detective retirado Augustus Landor (Christian Bale) es contratado para investigar un misterioso suicidio en una academia militar en West Point. Aunque estando ahí se encontrará con el sospechoso código de silencio de los cadetes y tendrá que aceptar la ayuda de un curioso joven que el mundo llegará a conocer como Edgar Allan Poe.


Comentarios generales:

Que una de las primeras películas de terror de 2023 tuviera a un actor de tan alto perfil como Christian Bale era razón suficiente para que me llamara la atención a pesar de que nunca he leído la novela de 2003. Simplemente eso no es tan común y The Pale Blue Eye además contaba con otros ingredientes que te hacían pensar que podrías ver algo importante, aunque al final el resultado no es precisamente el más emocionante.

Ya que lo traído por Cooper es una historia de misterio que se desarrolla de manera clásica, sin prisas y con muy pocas intenciones de llevar al límite el nivel de emociones del espectador. Lo cual deja como resultado una experiencia que desde el primer acto establece un procedimiento de investigación muy metódico con el que el ritmo no es precisamente ágil y para hacerlo un poco más ameno se tiene que recurrir a la creación de una atmósfera oscura que proporcione varios visuales interesantes y también encaje a la perfección con el entorno hostil al que nuestro protagonista tiene que hacer frente mientras forja una relación cercana con Edgar Allan Poe.

Una relación que ciertamente resulta llamativa por el contraste de personalidades y porque es por medio de Poe que se logra proporcionar un aire excéntrico a toda la investigación, aunque también hay que decir que es su propio involucramiento lo que hace que las acciones se vayan volviendo algo cancinas porque cualquier avance sobre esta tiene que pasar forzosamente a través de él. Quitándole así cierta importancia a lo que realiza Landor, pero sobre todo llevando las acciones a un escenario aderezado con romance y drama familiar que poco a poco le van quitando fuerza a un misterio que rumbo a la parte final simplemente ya no es tan interesante.

Uno que tratan de recomponer con elementos satánicos que le logran brindar mayor fuerza e incluso algo de espectacularidad. Sin embargo, el hecho de que el propio desenlace se alargue tanto hace que dicha fuerza no tenga demasiado peso en un cierre que puede generar sorpresa, pero cuyo impacto no es tan elevado como uno supondría y por lo mismo te deja una sensación de indiferencia muy marcada.  

En cuanto a las actuaciones, la dupla que hace Christian Bale con Harry Melling (Edgar Allan Poe) es realmente lo que sustenta toda la película y estos logran proporcionar buenos momentos que hacen de su vínculo uno bastante fuerte. Complementados por un grupo de secundarios estelar (Timothy Spall, Gillian Anderson, Lucy Boynton, Toby Jones, Robert Duvall y Simon McBurney) que le brinda el toque de rareza suficiente a las cosas.

Mientras que en producción se nota que hubo un buen presupuesto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Pale Blue Eye está ok. Película de misterio que dura más de lo que debería, pero que tiene cosas rescatables.

Ojometro:
*** 

viernes, 7 de octubre de 2022

Crítica: Smile (2022)

Película escrita y dirigida por Parker Finn, la cual se trata de su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 30 de septiembre, recaudando hasta la fecha $43.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:                        

Después de vivir un extraño y traumático accidente con una paciente, la doctora Rose Cotter (Sosie Bacon) empieza a experimentar aterradoras experiencias que no puede explicar. Lo cual la llevará a confrontar su problemático pasado para tratar de escapar de su horrorosa nueva realidad.  


Comentarios generales:

Siempre es gratificante cuando una película que no está ligada a alguna franquicia de renombre recibe tanto apoyo por parte de su estudio en temas de promoción, ya que no suele ser algo tan común debido los riesgos que representa económicamente hablando ante el incremento del presupuesto. Por ello el que Smile se volviera todo un fenómeno a nivel mundial gracias a eso no es un tema menor porque una vez más se demuestra que el cine de terror puede generar interés a gran escala si verdaderamente se quiere y, afortunadamente, dicha confianza también está sustentada en la calidad del proyecto.

Ya que lo presentado por Finn es una historia lo suficientemente competente como para destacar por su cuenta a pesar de que tiene marcadas influencias de películas como It Follows o The Ring. Lo cual la colocaba en una posición un tanto incomoda ante el peligro de caer en lo redundante, pero desde el primer acto se logra darle una identidad propia por medio del tema de la sonrisa y el impacto inmediato que esto provoca no solo desde lo visual, sino también en las consecuencias inmediatas para el estado mental de nuestra protagonista y así establecer desde muy temprano una sensación de peligro fuerte que se mantendrá por el resto del metraje.

Algo que sin duda resulta fundamental debido a que por momentos el desarrollo puede llegar a ser un tanto pesado gracias a la continua búsqueda de lógica por parte de Rose, siendo este un aspecto que hace que el ritmo se vuelva más pausado y por momentos se sienta que se le dan demasiadas vueltas al mismo punto. Problema que bien podría haber perjudicado en demasía, sin embargo, el novel director muestra una gran capacidad para entender el timing de las cosas y en puntos clave logra añadir escenas de impacto que, en combinación con el tremendo trabajo de sonido, elevan la intensidad de golpe cuando es necesario; especialmente para profundizar el deterioro físico/mental/emocional de la propia Rose.

Logrando así que conforme pasen los minutos el tono se vuelva más oscuro y la sensación de total desesperanza sea elevada para llevarnos a una parte final que en realidad nunca termina por convencer. Y mucho de esto se debe a que no se explota del todo el tema de la salud mental que se pasaron insinuando y optan por irse bajo un camino un poco más sobrenatural que regala momentos interesantes, pero que carece de la fuerza suficiente como para brindar un cierre más memorable. 

Sobre las actuaciones, realmente quien hace que funcione todo esto es Sosie Bacon por medio de un personaje que entra en un estado de pánico desde muy temprano y logra sostenerlo durante casi dos horas sin demasiados problemas. Además de que el elenco secundario ayuda bastante a que su deterioro mental resulte mucho más convincente. 

En cuanto a producción se nota que hubo un presupuesto aceptable: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score es genial, el trabajo de sonido espectacular, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple su propósito.  

Opinión final: Smile me gustó. Película que es un tanto distinta a lo esperado, pero aún así vale la pena checar.

Ojometro:
****

viernes, 23 de septiembre de 2022

Crítica: Barbarian (2022)

Película escrita y dirigida por Zach Cregger. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos el pasado 9 de septiembre, mientras que en México hizo lo propio una semana después; recaudando hasta la fecha $24.1 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Tess (Georgina Campbell) viaja a Detroit para una entrevista de trabajo y se aloja en una casa por medio de Airbnb. Aunque para su sorpresa descubre que un hombre también la ha rentado, iniciando así una serie de extraños sucesos que le harán comprender que dicho lugar no es lo que parece.


Comentarios generales:

En estos tiempos es un tanto atípico que una película relativamente pequeña y desconocida pueda abrirse camino sin una promoción agresiva durante meses por parte de su estudio, así que cuando a finales de junio se dio a conocer Barbarian parecía que estaba destinada al fracaso. Sobre todo porque su trailer te vendía algo muy genérico con lo que era difícil entusiasmarse; sin embargo, el resultado final ha sido por demás sorpresivo y satisfactorio.

Ya que lo traído por Cregger es de esas historias con las que es vital no saber prácticamente nada para que las disfrutes al máximo y por lo consiguiente también resulta un poco complicado escribir sin caer en terrenos peligrosos con respecto a los spoilers. Aunque durante los primeros 35/40 minutos nos encontramos con algo que resulta familiar gracias al trailer y se sustenta principalmente en el tema de la desconfianza existente entre dos completos desconocidos, haciendo de Tess y Keith una dupla protagonista interesante debido a que sus interacciones muestran un marcado contraste entre lo que ambos consideran peligroso sustentándolo desde el punto de vista femenino o masculino.

Siendo gracias a esto que la película pueda generar un nivel de tensión alto desde temprano, sin dejarlo caer de manera pronunciada debido a que uno como espectador sabe que existe un peligro latente pero no está tan seguro sobre qué es exactamente. Dejando así que dicha tensión se vaya acumulando y, cuando llegue el momento de la revelación, el impacto sea muchísimo mayor para encaminar las cosas de un modo que parece predecible… pero no lo es.

Y es que en determinado punto se toma una decisión sumamente arriesgada que cambia por completo la dinámica que uno esperaba ver, agregando más dudas y contexto sobre la locación en la que se desarrollan las acciones. Lo cual se va entrelazando con lo visto previamente de manera orgánica para ofrecer algo que contiene mucha fuerza y un trasfondo bastante perverso que vuelven el tono uno todavía más oscuro; además de que se añade mayor agilidad a las acciones gracias a que se entra en una dinámica de supervivencia que así lo necesita.

Posesionándonos con todo esto ante una parte final que contiene mucha intensidad e incluso cierto toque perturbador. Donde también se puede ver la mayor dosis de violencia (hay un par de muertes que añaden mucho impacto visual) y sobre todo se juega de cierta forma con el tema moral para brindar un cierre seco que resulta satisfactorio debido a que no trata de hacer más de lo que debe.  

En lo que respecta a las actuaciones esta es una película que destaca más por el conjunto. Con Georgina Campbell, Bill Skarsgård (Keith) y Justin Long (AJ) haciendo un buen trabajo en lo que respecta a sus personajes, aunque sin dejar nada particularmente memorable que haga destacar a uno por encima del resto.

Mientras que en producción tenemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score es genial, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple a la perfección su cometido.

Opinión final: Barbarian me gustó mucho. Muy buena propuesta que sin duda se posiciona como una de las mejores del año.

Ojometro:
***** 

jueves, 23 de junio de 2022

Crítica: Escape the Field (2022)

Película dirigida por Emerson Moore, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Sean Wathen y Joshua Dobkin. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 6 de mayo, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Seis extraños despiertan atrapados en medio de un enorme maizal solo para descubrir que algo misterioso se encuentra cazándolos.


Comentarios generales:

Sinceramente creo que los maizales son uno de los escenarios más intrigantes que existen para desarrollar películas de terror, más que nada porque si has tenido la oportunidad de adentrarte en uno de estos sabes que son lugares en los que rápidamente te puedes desorientar y eso desencadena ciertos temores. Sin embargo, dada su simpleza tampoco es tan sencillo realizar trabajos que destaquen por su originalidad y con Escape the Field nos encontramos ante este escenario.

Ya que lo que nos trae Moorse es algo que te entretiene lo suficiente y a la vez todo el tiempo te tiene pensando que lo que está pasando en pantalla ya lo viste en otro lado debido que combina muchos elementos conocidos para tratar de lograr que la historia no resulte en exceso genérica. Lo cual durante el primer acto se logra de cierta manera al plantear varias dudas con respecto a lo que hay detrás de este acontecimiento y porque todo está diseñado para que no existan tantas pausas que te hagan cuestionar demasiado lo que ocurre o lo tremendamente fastidioso que es un personaje en especifico (Cameron).

Ante eso obviamente el ritmo es ágil y el sentimiento claustrofóbico de la locación logra su cometido, pero conforme van pasando los minutos esto no es suficiente para mantener el interés elevado. Sobre todo porque entrando a la segunda mitad de la película se empiezan a caer en situaciones familiares que vuelven predecible lo que va a ocurrir y además se presenta un evidente choque de ideas que complica el poder tomar en serio a la amenaza gracias a que no encaja en lo absoluto con la dinámica de acertijos en la que se sustenta todo lo demás.  

Llevándonos así a una parte final incluso mucho más predecible, aunque al menos esta tiene una buena construcción y alcanza un nivel de intensidad adecuado como para que te preocupe lo que le pueda pasar a los sobrevivientes. Lo malo es que al tener en mente una potencial secuela Moore y compañía no muestran demasiado interes por brindarte grandes respuestas, dejándote así con la sensación de que lo visto realmente no tuvo importancia.

En cuanto a las actuaciones no hay demasiado que decir, la mayoría de los personajes son muy básicos y no exigen demasiado a los actores. Mientras que en producción cumple: el trabajo de fotografía es sólido, el score genérico, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es discreta.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: Escape the Field está pasable. Película para perder el tiempo y olvidarla en un par de semanas.

Ojometro:
***

sábado, 18 de junio de 2022

Crítica: Monstrous (2022)

Película dirigida por Chris Sivertson (All Cheerleaders Die) y escrita por Carol Chrest. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Laura (Christina Ricci) es una mujer traumatizada que junto a su hijo se encuentra huyendo de su abusivo ex esposo. Aunque estando en su nuevo y aislado hogar se encontrarán con un monstruo mucho más aterrador.


Comentarios generales:

Ya lo he mencionado anteriormente, pero nunca está de más el volver a señalar que cuando la lista de productores (incluyendo productores ejecutivos y co-productores) es igual de larga que la del reparto casi siempre es señal de que algo no anda bien. Simplemente no es sano para una película que haya tantos involucrados con pensamientos distintos en la manera de realizarla porque indiscutiblemente existirán conflictos que terminarán afectándola y con Monstrous tenemos otro de los tantos ejemplos de esto.

Y es que con el increíble número de 51 productores (no es broma) lo que nos presenta Sivertson en ningún momento logra establecer una identidad y eso termina afectando a una historia que se quiere sostener en base a temas como el abuso o la estigmatización de la mujer soltera en los años 50, pero que resulta tan blanda en su construcción que realmente no deja demasiadas cosas para destacar en ese sentido. Sobre todo porque siempre se la pasa jugando con la idea de que los miedos de Laura sobre su ex esposo pueden ser reales o solo producto de su imaginación, provocando con esto que realmente cualquier intento de profundización al respecto siempre esté al filo de revelar demasiado de forma tempranera y con ello se arruine algo fundamental que ocurre más adelante.

Todo esto bajo un ritmo que no es precisamente pesado y que ayuda a que el tema del monstruo se pueda manejar inicialmente con cierta dinámica que permita crear algunos momentos interesantes desde el lado del terror; sin embargo, esto se aprovecha muy poco. Más que nada porque se decide darle mayor importancia a la relación madre-hijo hasta un punto que te resulta fastidiosa y termina orillando a todo el elemento supernatural a situaciones muy vagas que no aportan intensidad o, para empeorar las cosas, vuelven demasiado obvio lo que va a suceder en la parte final.

La cual nos ofrece un giro que no te termina sorprendiendo como debería y por lo consiguiente carece de impacto. Dejándolo como un simple recurso fallido dentro de un desenlace que además vuelve irrelevante todo el tema del ex esposo y no tiene grandes consecuencias para nadie.

En cuanto a las actuaciones tenemos a Christina Ricci siendo lo mejor de la película con un personaje que bien podría haber caído en algo mucho más ridiculizado, pero que logra mantener en un punto medio para cada situación. Mientras que en producción se nota un buen cuidado: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de está bien, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y los efectos en general son muy básicos.

Opinión final: Monstrous es decepcionante. Película demasiado plana que quiere solventar todo con un giro poco efectivo.

Ojometro:
**

martes, 14 de junio de 2022

Crítica: Offseason (2022)

Película escrita y dirigida por Mickey Keating (Darling, Carnage Park). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 14 de junio.

Sinopsis:

Después de recibir una misteriosa carta, Marie Aldrich (Jocelin Donahue) viaja a una isla con un pueblo aislado para quedar pronto atrapada en una pesadilla.  


Comentarios generales:

Son tantas las películas que salen en el año que resulta complicado estar al pendiente de absolutamente todas y por eso en ocasiones algunas suelen pasarme desapercibidas hasta que me topo con ellas por distintas circunstancias, siendo precisamente ese el caso con Offseason. Un trabajo de un director del que ya he escrito varias veces en el blog, pero del que no tenía conocimiento y que probablemente me hubiera entusiasmado, para posteriormente haberme dejado una sensación agridulce.

Y es que lo traído por Keating tiene una vibra muy marcada a Lovecraft/Silent Hill, pero la manera en la que pretende contarnos su historia no es precisamente la más atractiva. Ya que durante los primeros 30 minutos queda claro que esta será una experiencia que se sustentará de manera importante en la atmósfera, principalmente utilizando mucha neblina para hacer que lo que ocurre en el pueblo genere suspenso sin que se necesiten interacciones al por mayor; sin embargo, esto también termina haciendo que las acciones se tornen un tanto pesadas de manera rápida.

Más que nada porque una vez que se agota la novedad para el segundo acto la dinámica entra en un circulo repetitivo que tiene momentos que funcionan muy bien y otros que no, sustentados principalmente en la desesperación de Marie por saber exactamente qué es lo que ocurre. Lo cual añade cierta tensión y un aire de soledad convincente, aunque lamentablemente el hecho de que exista tan poco con que trabajar la historia termina perjudicándola al dejar muchos huecos en blanco durante el desarrollo, provocando con esto una sensación de vacío constante que no deja avanzar las cosas con fluidez o, en determinados casos, con lógica.

Algo que sin duda hace que el camino hacia la parte final sea tumultuoso, pero de cierta manera esta es lo mejor de la película. Principalmente porque la desesperación de nuestra protagonista es muy marcada y en general hay mayor caos que en todo lo previo, dejando así un desenlace que contesta algunas preguntas y trata de darle sentido a lo que puede.

De las actuaciones realmente Jocelin Donahue está bien a pesar de que por varios momentos su personaje puede llegar a fastidiar por las decisiones que toma, mientras que Richard Brake (cuidador del puente) realiza una breve aparición que termina destacando. En producción tenemos una factura cuidada a pesar de ser un proyecto pequeño: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos y los efectos están bien hechos.

Opinión final: Offseason está ok. Película con altibajos que aún así logra ofrecer cosas interesantes para checarla.

Ojometro:
***

viernes, 15 de octubre de 2021

Crítica: The Manor (2021)

Película escrita y dirigida por Axelle Carolyn (Tales of Halloween). Se estrenó a nivel mundial por medio de Amazon Prime Video como parte de la antología Welcome to the Blumhouse el pasado 8 de octubre.

Sinopsis:

Después de sufrir un derrame cerebral, Judith Albright (Barbara Hershey) se muda a un asilo de ancianos en donde empezará a sospechar que algo sobrenatural está cazando a los residentes. Y para tratar de escapar de ahí tendrá que convencer a todos los demás que ella, de hecho, no pertenece a dicho lugar después de todo.


Comentarios generales:

Para este año mi plan era escribir sobre las cuatro películas de Welcome to the Blumhouse, pero ante tanta oferta disponible en esta temporada de Halloween mejor opté por centrarme en las dos que más me llamaban la atención, sin descartar alguna de las otras si es que el tiempo lo permite. Y definitivamente la que más me interesaba era The Manor, no solo por la presencia de Barbara Hershey, sino porque en el papel lucía como la propuesta más oscura y con mayor potencial de todas; aunque como suele ser la norma con esta antología, al final el resultado ha sido muy mediano.

Algo que no es tan sorpresivo considerando que lo que nos presenta Axelle Carolyn claramente es una propuesta que está más enfocada hacía un público casual y no tanto a los fans más recalcitrantes del género, lo cual no me parece malo en realidad; sin embargo, claramente esto hace que la historia resulte predecible desde el lado sobrenatural. Teniendo que recurrir de manera más marcada a temas como lo son el miedo a envejecer o al olvido que sufren muchas personas de la tercera para añadir mayor sustancia mientras de manera pausada ir desenvolviendo un misterio que a pesar de su predictibilidad nunca te resulta tan aburrido.

Y eso se debe en gran medida al hecho de que dichos temas ayudan a que por lo menos el desarrollo tenga un poco más de cosas a las que aferrarse para tratar de generar ciertas dudas con respecto a lo que ocurre en el asilo, llevando así a ciertos momentos que tienen efectividad en ese sentido durante el segundo acto. Lo malo es que cuando las cosas empiezan a tomar buen camino llega una escena en particular que prácticamente te revela todo y a partir de ahí ya nada puede hacerte sentir interés con respecto a la estabilidad mental de Judith, lo cual, en conjunto con las pocas emociones que existen, empieza a provocar cierta pesadez.

Dejándonos ante una parte final que no es que destaque por su intensidad o grandes revelaciones, pero que si logró sorprenderme de alguna manera. En gran medida porque tiene un desenlace que no se va por la fácil y eso le brinda otra dimensión al tema de la vejez.

Sobre las actuaciones hay que decir que Barbara Hershey hace un buen trabajo, ella es quien mantiene la película a flote y su constante batalla por demostrar que no está demente es agradable de ver. En cuanto a producción nos topamos con una factura sencilla: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte simple, el score no destaca demasiado, el trabajo de sonido está bien cuidado y todo lo referente a efectos/maquillaje es discreto.

Opinión final: The Manor está ok. Película para perder el tiempo que se les olvidará en un par de semanas.

Ojometro:
***

lunes, 13 de septiembre de 2021

Crítica: Malignant (2021)

Película dirigida por James Wan (Saw, The Conjuring) y escrita por Akela Cooper. Se estrenó en cines tanto en México como los Estados Unidos el pasado fin de semana, recaudando hasta la fecha $15 millones de dólares en taquilla a nivel mundial. También se encuentra disponible en HBO Max para ciertos mercados.

Sinopsis:

Madison (Annabelle Wallis) se paraliza por causa de las visiones de asesinatos espeluznantes que tiene. Y su tormento empeora cuando se da cuenta que estos son, de hecho, realidades aterradoras que pronto la alcanzarán.


Comentarios generales:

Pocos directores tienen un peso tan importante en la actualidad dentro del género de terror  como James Wan, así que el que siga regresando siempre es una buena noticia debido a que con el pasar del tiempo parece que eso se irá volviendo más y más complicado. Por ello es que Malignant era una de las películas de mayor perfil para 2021, esto a pesar de que realmente no se sabían grandes detalles sobre esta más allá de que estaría inspirada en el giallo y no cabe duda que tanto secretismo a su alrededor terminó funcionando.

Y es que mientras menos sepas sobre esta nueva propuesta de Wan mucho mejor, ya que se trata de su trabajo más audaz y por lo mismo uno que puede generar mucha polarización ante las ideas tan locas que rodean una historia que al inicio parece simple, pero que con el pasar de los minutos va construyendo de manera calmada un misterio muy sólido cuyas piezas embonan perfectamente. El cual gira alrededor del personaje de Madison, quien durante el primer acto se ve expuesta a una serie de situaciones que la colocan en una posición de duelo, mucho estrés e incluso soledad para establecer una atmósfera y tono oscuros que predominarán por el resto del metraje.

Algo sumamente importante debido a que la idea del director es precisamente esa, dejar muy marcada la oscuridad para que el villano siempre se mantenga como este ser en extremo peligroso y aterrador con el cual pueda realizar sus mayores acercamientos al giallo. Utilizándolo primordialmente para construir los momentos de impacto con muertes brutales que poco a poco van exponiendo las conexiones necesarias bajo un ritmo ágil que hace fluir las cosas de manera agradable mientras se integran elementos sobrenaturales que te hacen suponer que ya descifraste lo que está pasando.

Situación que resulta preocupantes durante unos instantes debido a que todo indica hacia una dirección cuando todavía falta una cantidad de tiempo considerable, pero cuando piensas que ya todo está escrito resulta que no es así y el misterio como tal sigue volviéndose más interesante hasta que se presenta algo que cambia por completo las cosas para la parte final.

Una de la cual no pienso hablar tan a fondo porque podría arruinar la sorpresa, aunque sí puedo decir que a pesar del shock todo termina encajando con lo que hemos visto y es por mucho donde la brutalidad se magnifica. Dejándonos así un desenlace atrevido que está lleno de acción, violencia y sangre que bien podría rivalizar con cualquier película de John Wick, pero que también cuenta con su dosis emocional para añadir un poco más de profundidad a las cosas.

En lo que respecta a las actuaciones tenemos a un elenco muy sólido, donde Annabelle Wallis destaca por su tiempo en pantalla y porque en general hace una gran labor para que su personaje te importe desde el primer minuto. Sin embargo, esto sin los secundarios difícilmente funcionaría debido a que, salvo que estén pensados para morir, estos resultan un gran complemento para que el propio misterio se vaya develando de forma clara sin que todo recaiga de manera excesiva en la protagonista.  

Sobre la producción, tenemos una factura de alto nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es espectacular, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es bastante efectiva.

Opinión final: Malignant me gustó mucho. Una loca y retorcida interpretación del giallo por parte de James Wan que sin duda es de lo mejor del año.

Ojometro:
*****

viernes, 6 de agosto de 2021

Crítica: Werewolves Within (2021)

Adaptación del videojuego del mismo nombre dirigida por Josh Ruben (Scare Me) y escrita por Mishna Wolff. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de julio, mientras que su salida en formato físico se dio unos días después el 19 julio.

Sinopsis:

Cuando una tormenta de nieve deja incomunicado al pequeño pueblo de Beaverfield, el nuevo guardabosque de nombre Finn (Sam Richardson) y la trabajadora postal Cecily (Milana Vayntrub) tendrán que mantener la paz entre una comunidad dividida. Y resolver el misterio detrás de una criatura que los ha empezado a cazar.


Comentarios generales:

Nunca he jugado Werewolves Within y por lo consiguiente no sabía que esperar con esta adaptación; sin embargo, el historial de grandes bodrios en lo que se refiere a películas basadas en videojuegos no me hacía tener demasiada confianza. Simplemente se sabe que en la industria del cine no piensan que las historias de videojuegos valgan la pena y por lo regular el esfuerzo es mínimo en esta clase de proyectos, aunque en esta ocasión no lo hicieron nada mal.

Y es que lo traído por Ruben y Wolff es bastante disfrutable siempre y cuando uno no busque encontrar cantidades de sangre o violencia al por mayor, ya que en realidad estamos ante una comedia de terror muy ligera en la que por momentos ni siquiera parece que tenga algo que ver con el género. Ya que en si la historia se carga más hacía el misterio que en los hombres lobo en general y por ende le dedica mucho tiempo en su primera parte a la presentación de un conjunto de personajes sumamente peculiares y llenos de estereotipos con los que no solo te van plantando las dudas sobre quién podría estar detrás de los asesinatos, sino que además establecen de manera clara el tipo de humor que predominará.

Todo bajo un ritmo ágil que evita que tanto dialogo convierta pesada la experiencia hasta que entra en juego el tema del hombre lobo, el cual se da manera simple y sin nada de espectacularidad, pero que funciona de buena forma para que a partir ahí las acciones tengan mayor frenetismo. Además de que gracias a todos los conflictos entre los habitantes del pueblo se logra generar la tensión suficiente como para que la lista de sospechosos se mantenga amplia y así, una vez que empieza la parte más violenta, existan muchas situaciones que justifiquen el accionar de los involucrados.

Algo que deja como resultado una parte final frenética llena de muertes y un poco más de sangre, aunque especialmente un buen momento que involucra al licántropo. Cuya identidad es bien cuidada hasta el final y gracias a ello el enfrentamiento definitivo resulta lo suficientemente convincente a pesar de que no es tan explosivo como uno esperaría.

En el tema de las actuaciones tenemos a un elenco cuya fortaleza es el trabajo en conjunto gracias a un grupo de personajes sumamente excéntricos que funcionan a distintos niveles dependiendo de la tolerancia que se tenga al humor que cada uno maneja. Mientras que Sam Richardson y Milana Vayntrub muestran una química agradable que los hace buenos protagonistas.

Sobre la producción tenemos un filme de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es impecable, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: Werewolves Within está entretenida. Comedia ligera que no recae tanto en el terror, pero que les hará pasara un buen rato.

Ojometro:
***

viernes, 15 de enero de 2021

Crítica: Don’t Look Back (2020)

Película escrita y dirigida por Jeffrey Reddick (Final Destination). Se estrenó directamente en VOD tanto en Estados Unidos como en Canadá durante octubre del año pasado, mientras que su salida en formato físico se dio el 15 de diciembre.

Sinopsis:

Caitlin (Kourtney Bell) y un grupo de personas presencian el momento justo en el que un hombre es asesinado sin que hagan el más mínimo esfuerzo por intervenir. Una decisión que pronto los convertirá en el objetivo de alguien o algo que busca venganza. 


Comentarios generales:

Independientemente de lo que se piense de la película o de la franquicia a la que le dio vida, lo cierto es que Final Destination dejó huella entre los fans del cine de terror a inicios de los 2000s y por ello cada que su creador saca algo nuevo resulta inevitable el no sentir curiosidad por ver si puede replicar lo que logró hace 21 años atrás. Y en esta ocasión con Don’t Look Back sin duda alguna trata de hacerlo como con ningún otro trabajo, pero falla estrepitosamente en el intento.

Esto porque, en su afán por replicar la fórmula que le dio mucho éxito, Reddick nos termina regalando una película anticuada a pesar de que la base de su historia está relacionada con una problemática muy actual. Utilizando prácticamente la misma estructura que en Final Destination pero añadiendo alguna que otra variante para que el personaje de Caitlin no resulte tan plano y se puedan justificar sus acciones durante un primer acto bastante aburrido en el que se trata de establecer un misterio que en general resulta sumamente frágil e incluso predecible.

Algo que por sí solo es problemático para el tipo de película que se trata, más no fatal; sin embargo, en ningún punto se logran construir situaciones interesantes que aumenten de manera considerable la tensión o por lo menos ayuden a crear ciertas dudas sobre lo que está detrás de la matanza. Simplemente todo lo que ocurre en pantalla es soso, sin impacto y para empeorar las cosas el personaje de Caitlin en ningún momento te genera suficiente empatía como para que te preocupes por ella ante comportamientos demasiado absurdos de su parte.

Llegando así a un último acto en el que existe un ligero incremento en el nivel de intensidad, pero las muertes se siguen dando fuera de cámara y eso no ayuda demasiado. Además de que lo predecible del misterio afecta un cierre que, aunque tratan de maquillarlo un poco más con los aspectos sobrenaturales, nunca logra ser interesante y por lo consiguiente te deja con una sensación de indiferencia muy marcada.

En el tema de las actuaciones Kourtney Bell deja mucho que desear como la protagonista con una actuación desangelada en la que demuestra pocos recursos para manifestar distintos tipos de emociones, mientras que el resto de los secundarios la mayor parte del tiempo solo están de adorno.

Con respecto a la producción, todo es muy estándar: el trabajo de fotografía es decente, la dirección de arte básica, el score tiene algunas piezas interesantes, el trabajo de sonido cumple y lo referente a efectos/maquillaje es muy simple.

Opinión final: Don’t Look Back es bastante mediocre. Película que llegó con varios años de retraso.

Ojometro:
**

viernes, 28 de febrero de 2020

Crítica: The Sonata (2020)


Película dirigida por Andrew Desmond (Galaxy of Horrors), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Arthur Morin. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 3 de marzo.

Sinopsis:

Rose (Freya Tingley) es una violinista prodigio que hereda una enorme mansión después de que su famoso y desaparecido padre se suicidara. Ahí encuentra el último trabajo de este: una pieza maestra musical con muchos símbolos extraños que tendrá que descifrar para poder tocarla.



Comentarios generales:

Por lo regular cuando un actor muere sus últimos trabajos se vuelven de máximo interés debido a que es el punto final de su legado y en el caso del gran Rutger Hauer resultó que uno de estos era una película de terror. Algo sin duda bastante bueno para la exposición de The Sonata, pero que también significaba añadir de golpe unas expectativas que originalmente no se tenían y que pueden jugar en su contra debido a que se trata de un filme discreto cuyo propósito evidentemente nunca fue ser esa gran última vitrina para alguien.

Y es que hay que señalar antes que nada que la presencia de Rutger Hauer es bastante limitada debido a que su personaje más que nada sirve como el enlace de una historia que Desmond pretende sobrellevar por medio de elementos específicos. Ya que desde el inicio queda claro que esto se trata de un thriller que recaerá en la música y, sobre todo, en establecer un sólido estilo visual que resalte el aspecto gótico para brindarle así un sello distintivo.

Aunque con esto no quiero decir que lo demás no importe, al contrario, aquí todo importa gracias a que estamos ante un misterio bastante creativo que provoca que los personajes principales siempre tengan algo que hacer, ya sea por medio de descubrimientos circunstanciales o por medio de investigaciones que involucran un poco más elaboración. Haciendo con esto que las acciones se desarrollen a fuego lento, sin demasiada prisa, pero sin nunca caer en lo aburrido gracias a que cada información revelada te genera curiosidad por querer saber más con respecto al misterio que existe detrás de la pieza musical.

En general todo fluye de manera adecuada y cuando llega a haber algún momento en donde las acciones se estancan siempre está el aspecto visual para evitar que el daño sea importante. Esto porque la mansión en si es un personaje más y por medio de esta es que se logran generar  determinados momentos que proporcionan la dosis de terror necesaria por medio de una atmósfera que magnifica situaciones muy simples.

Es hasta la parte final cuando las cosas flaquean y en gran medida se debe a que, cuando se establece que lo que hay detrás de la pieza es algo mucho más perverso, el ritmo se acelera sin demasiada justificación y con ello todo el elemento detectivesco pierde relevancia. Ocasionando así un cierre que te deja con la sensación de que realmente lo ocurrido no llevó a nada importante.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Fraya Tingley cumple como la protagonista, aunque es Simon Abkarian (Charles) quien termina robándose los reflectores en varias escenas. En cuanto a la producción es de buena factura, salvo por un detalle: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es genial y el trabajo de sonido no presenta fallos. Solo son los efectos a base de CGI los que desentonan por completo debido a que parecen de programa de TV de los años 90s.

Opinión final: The Sonata me gustó. Película sin demasiadas pretensiones para pasar el rato y escuchar un buen score.  

Ojometro:
****

martes, 25 de septiembre de 2018

Crítica: Summer of 84 (2018)


Película dirigida por el trió conformado por François Simard, Anouk Whissell y Yoann-Karl Whissell (también conocidos como RKSS) y co-escrita por Matt Leslie y Stephen J. Smith. Se estrenó en cines durante el mes de agosto dentro de los Estados Unidos, mientras que en México hizo lo propio de manera muy limitada este pasado 21 de septiembre.

Sinopsis:

Después de sospechar que su vecino oficial de policía es un asesino serial, Dave (Graham Verchere) y su grupo de amigos pasan su verano espiándolo para poder obtener evidencias, pero mientras más se acercan a la verdad las cosas se pondrán peligrosas.



Comentarios generales:

Después del enorme fenómeno que ha sido Stranger Things y el apabullante éxito del remake de “It” era obvio que más personas se iban a subir al tren de los ochentas debido a que estamos en una época en la que la nostalgia vende muy bien. Sin embargo, este tipo de fórmula cargada de referencias no todo el mundo sabe implementarla de manera adecuada y por eso es que Summer of 84 generaba ciertas dudas, pero al final resultó ser una agradable propuesta.

Ya que lo que nos presenta RKSS no pretende solo sustentarse en la nostalgia y siempre muestra una clara intención por construir un misterio que con el pasar de los minutos vaya intensificándose sin depender de las referencias. Algo que al menos durante los primeros 20/25 minutos no resulta tan evidente debido a que es justamente el lapso en donde las utilizan con mayor frecuencia para poder establecer de manera convincente el periodo en el que se desarrolla la historia y para complementar la dinámica de un grupo de chicos que consiste en chistes sobre sexo y actividades no tan interesantes que van añadiendo elementos circunstanciales que servirán más adelante.

Con esto no quiero decir que lo que se ve en ese lapso sea aburrido, nada de eso, pero lo cierto es que lo más entretenido llega cuando se pone en marcha el proceso de investigación. Principalmente porque en todo momento se mantiene esa inocencia juvenil que ayuda a que las dudas con respecto a la identidad del asesino se mantengan siempre latentes a pesar de que llega un punto donde parece muy evidente cual será el camino. Además de que hace que el tono de la película encuentre un punto medio que permita trabajar diversas situaciones que van desde muy chuscas hasta algunas con unos niveles de tensión importantes sin que se sientan ajenas unas de las otras.

La parte final es sin duda la mejor y la que hace que la película alcance un mayor nivel. No entraré en demasiados detalles para no arruinárselos, solo diré que es en donde logran generar la mayor sensación de peligro, aumentar la violencia y, sobre todo, ofrecer un desenlace potente que es totalmente lo opuesto a lo que esperas.

Sobre las actuaciones puedo decir que estamos ante un elenco muy sólido, evidentemente quienes más resaltan son el grupo de chicos (en especial Caleb Emery como Woody); sin embargo, Rich Sommer (Wayne) es a mi juicio la pieza clave para que esto funcione al siempre mantener la duda razonable sobre su personaje y brindarle fuerza a las cosas de manera efectiva cuando se necesita.  

La producción también se encuentra bien cuidada: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte es sólida, el score es medio genérico, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: Summer of 84 me gustó. Buena película que no se limita a solo ser un conjunto de referencias y trata de hacer algo más.

Ojometro:
****