viernes, 7 de octubre de 2022

Crítica: Smile (2022)

Película escrita y dirigida por Parker Finn, la cual se trata de su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 30 de septiembre, recaudando hasta la fecha $43.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:                        

Después de vivir un extraño y traumático accidente con una paciente, la doctora Rose Cotter (Sosie Bacon) empieza a experimentar aterradoras experiencias que no puede explicar. Lo cual la llevará a confrontar su problemático pasado para tratar de escapar de su horrorosa nueva realidad.  


Comentarios generales:

Siempre es gratificante cuando una película que no está ligada a alguna franquicia de renombre recibe tanto apoyo por parte de su estudio en temas de promoción, ya que no suele ser algo tan común debido los riesgos que representa económicamente hablando ante el incremento del presupuesto. Por ello el que Smile se volviera todo un fenómeno a nivel mundial gracias a eso no es un tema menor porque una vez más se demuestra que el cine de terror puede generar interés a gran escala si verdaderamente se quiere y, afortunadamente, dicha confianza también está sustentada en la calidad del proyecto.

Ya que lo presentado por Finn es una historia lo suficientemente competente como para destacar por su cuenta a pesar de que tiene marcadas influencias de películas como It Follows o The Ring. Lo cual la colocaba en una posición un tanto incomoda ante el peligro de caer en lo redundante, pero desde el primer acto se logra darle una identidad propia por medio del tema de la sonrisa y el impacto inmediato que esto provoca no solo desde lo visual, sino también en las consecuencias inmediatas para el estado mental de nuestra protagonista y así establecer desde muy temprano una sensación de peligro fuerte que se mantendrá por el resto del metraje.

Algo que sin duda resulta fundamental debido a que por momentos el desarrollo puede llegar a ser un tanto pesado gracias a la continua búsqueda de lógica por parte de Rose, siendo este un aspecto que hace que el ritmo se vuelva más pausado y por momentos se sienta que se le dan demasiadas vueltas al mismo punto. Problema que bien podría haber perjudicado en demasía, sin embargo, el novel director muestra una gran capacidad para entender el timing de las cosas y en puntos clave logra añadir escenas de impacto que, en combinación con el tremendo trabajo de sonido, elevan la intensidad de golpe cuando es necesario; especialmente para profundizar el deterioro físico/mental/emocional de la propia Rose.

Logrando así que conforme pasen los minutos el tono se vuelva más oscuro y la sensación de total desesperanza sea elevada para llevarnos a una parte final que en realidad nunca termina por convencer. Y mucho de esto se debe a que no se explota del todo el tema de la salud mental que se pasaron insinuando y optan por irse bajo un camino un poco más sobrenatural que regala momentos interesantes, pero que carece de la fuerza suficiente como para brindar un cierre más memorable. 

Sobre las actuaciones, realmente quien hace que funcione todo esto es Sosie Bacon por medio de un personaje que entra en un estado de pánico desde muy temprano y logra sostenerlo durante casi dos horas sin demasiados problemas. Además de que el elenco secundario ayuda bastante a que su deterioro mental resulte mucho más convincente. 

En cuanto a producción se nota que hubo un presupuesto aceptable: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, el score es genial, el trabajo de sonido espectacular, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple su propósito.  

Opinión final: Smile me gustó. Película que es un tanto distinta a lo esperado, pero aún así vale la pena checar.

Ojometro:
****

martes, 4 de octubre de 2022

Crítica: Hocus Pocus 2 (2022)

Secuela dirigida por Anne Fletcher, cuyo guión fue escrito por Jen D'Angelo. Se estrenó el pasado 30 de septiembre a nivel mundial por medio de Disney+.

Sinopsis:

Durante su cumpleaños número 16, una adolescente revive a las hermanas Sanderson por accidente en la moderna Salem y ahora tendrá que encontrar la manera de detener a las brujas hambrientas de niños que solo quieren destruir el mundo.


Comentarios generales:

Hacer secuelas de películas que formaron parte de la infancia de muchas personas suele ser una de las cosas más complejas que existe debido a que, por un lado, tienes que satisfacer a esa audiencia específica, pero por el otro también tienes que buscar que sea del agrado de un nuevo público para que resulte lo suficientemente rentable. Siempre bajo el riesgo de no poder satisfacer a ninguno de los dos bandos por la brecha generacional que existe y que con Hocus Pocus 2 es muy marcada, aunque no a niveles como para arruinar la experiencia.

Y es que a pesar de que lo ofrecido por Fletcher no tiene el encanto de la película de 1993, tampoco se puede decir que falla en ofrecer una historia de corte familiar que entretenga con los elementos esperados. Incluso tiene la virtud de añadir un poco más de información con respecto al pasado de las hermanas Henderson para hacer que su presencia resulte activa cuando durante el primer acto, por cuestiones de continuidad, no tienen el mayor tiempo en pantalla y mucho de lo que ocurre se sustenta en problemáticas adolescentes no tan interesantes diseñadas para presentar a un nuevo grupo de personajes carismáticos.

Aunque no es sino hasta que hacen acto de presencia las hermanas en su versión adulta cuando las cosas toman un mejor rumbo, no solo porque con esto las acciones obtienen un ritmo más ágil, sino porque el humor con ellas tres resulta más efectivo. Sobre todo cuando se tienen que exponer a los cambios que se han dado desde 1993 y cómo estos juegan en su contra, lo cual proporciona momentos entretenidos que funcionan para irle dando forma a una problemática que en ocasiones se desarrolla de manera un tanto acelerada y por lo consiguiente hace que determinados personajes se sientan irrelevantes como ocurre con el caso de Billy Butcherson o el alcalde Traske, pero contiene lo suficiente para mantenerte interesado rumbo a la parte final.

Una que no está mal, sin embargo, aquí es donde las consecuencias de ser una película de Disney en pleno 2022 salen a relucir. Ya que el tono que se elige para el desenlace es demasiado suave y en su afán por querer dejar un mensaje positivo a como dé lugar se les quita mucha de su esencia a las brujas, dejando así un cierre que carece de grandes emociones o situaciones para recordar.

Con respecto a las actuaciones sin duda el ver nuevamente a Bette Midler, Sarah Jessica Parker y Kathy Najimy como las hermanas Sanderson es el gran atractivo de la película y en ese aspecto no defrauda. Ya que las tres mantienen la química de antaño y son muy entretenidas en situaciones cómicas que juegan con su desconocimiento del mundo actual.  

En cuanto a producción, es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score no está mal, el trabajo de sonido es bueno, los efectos pudieron ser mejores en ciertas escenas y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Hocus Pocus 2 está entretenida. Película de corte familiar para introducir a niños al género o para ver con personas con muy poca o nula tolerancia al terror este Halloween.

Ojometro:
*** 

viernes, 30 de septiembre de 2022

Crítica: Glorious (2022)

Película dirigida por Rebekah McKendry (Psycho Granny), cuyo guión fue co-escrito por Joshua Hull y David Ian McKendry. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 18 de agosto, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de un rompimiento, Wes (Ryan Kwanten) termina en una remota área de descanso. Lugar en donde se encontrará encerrado en un baño junto a una misteriosa voz (J.K. Simmons) que le pedirá tener una extraña conversación mientras se devela una situación que está más allá de la comprensión humana.


Comentarios generales:

Cuando ves el nombre de un actor triple A como J.K. Simmons ligado a una película lo primero que se te viene a la mente es que se debe de tratar de una producción de una escala considerable debido a que no suele ser común que actores de este calibre se involucren en el género de terror así como así. Sin embargo, Glorious se encuentra muy lejos de ser eso y su premisa auguraba un trabajo más dirigido hacia la serie B, pero al final lo que nos encontramos fue una demostración sobre cómo una buena idea y mucha creatividad tras la cámara pueden ser la diferencia para ofrecer algo de calidad que convenza hasta a los actores más improbables.

Ya que lo traído por McKendry es una de las gratas sorpresas del año debido a que aprovecha todos sus recursos para lograr que una historia por demás simple y por momentos absurda no te aburra en ningún instante. Lo cual es algo muy valioso considerando que en realidad se trata de una extensa platica entre un actor y una voz (Simmons nunca aparece en pantalla) dentro de una locación que por sí misma representa una limitante importante, pero que desde el primer acto te atrapa debido a que dicha interacción hace que en todo momento el ritmo resulte bastante ágil y las dosis de humor que se manejan en ningún momento se siente que acaparen en exceso la inverosímil problemática en la que está metido nuestro protagonista.

Aunque realmente lo que hace de la experiencia tan disfrutable es la creatividad que muestra la directora y el director de fotografía para lograr que lo que vemos no se sienta repetitivo. Esto porque con el pasar de los minutos empieza a existir el riesgo de que la novedad ya no sea suficiente para mantener el interés del espectador y por lo cual tienen que recurrir a maneras creativas de exponer los acontecimientos por medio de la colocación de la cámara en distintos ángulos, brindándole así un dinamismo muy agradable a un desarrollo que poco a poco empieza a obtener tintes un tanto oscuros y algo sangrientos mientras se adentra a los terrenos del terror cósmico.

Dejándonos así con una parte final que en apariencia será predecible, pero te termina sorprendiendo de una manera que no lo esperas por medio de un desenlace que contiene un nivel de intensidad adecuado y juega con el tema de la justicia de forma impecable.

En cuanto a las actuaciones todo recae en Ryan Kwanten, quien tiene que interactuar con la voz de J.K. Simmons para sostener la película y termina logrando un muy buen trabajo que abarca desde lo cómico hasta lo extremo dramático. Mientras que en producción se nota que es de un presupuesto discreto: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje está bien hecho.

Opinión final: Glorious me gustó. Película sencilla que termina explotando todos sus recursos para ser una de las sorpresas de 2022. 

Ojometro:
****

martes, 27 de septiembre de 2022

Crítica: The Invitation (2022)

Película dirigida por Jessica M. Thompson y escrita por Blair Butler. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 8 de septiembre; recaudando hasta la fecha $31.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

De la noche a la mañana Evie (Nathalie Emmanuel) se entera que tiene familia en Inglaterra y viaja hasta allí para conocerla. Aunque con el pasar de los días se dará cuenta que detrás de tanta amabilidad hay algo más oscuro.


Comentarios generales:

Cuando hace un par de años se anunció que Sony estaba trabajando en una película que se centraba en las novias de Drácula hubo una emoción general entre los fans debido a que no suelen ser de los personajes más utilizados cuando se trata de proyectos inspirados en la obra de Bram Stoker. Sin embargo, conforme pasaban los meses dicha emoción se fue perdiendo poco a poco con la salida de Sam Raimi como productor, cambios de actores, de titulo e incluso revisiones de guión que no auguraban nada bueno y que finalmente dejaron algo tan poco interesante como The Invitation.

Y es que lo traído por Thompson (responsable de las revisiones) es una historia que carece de emociones la mayor parte del tiempo y en su afán por querer abordar ciertos temas como el privilegio masculino, el racismo o el clasismo se olvida de lo más importante de todo: los vampiros.

Esto porque su presencia en pantalla es en extremo limitada, sobre todo durante una primera hora en la que nos encontramos con una cantidad absurda de conversaciones huecas y un misterio que no cuesta ni diez minutos poder descifrarlo. Lo cual provoca que realmente esto se vuelva monótono de manera muy rápida ante la poca imaginación que existe para generar momentos que cuenten con cierto grado de intensidad para exponer los peligros existentes en la mansión y con ello agilizar un ritmo que en todo momento se ve frenado por lo poco relevante que ocurre.

Siendo hasta pasados los 70 minutos de metraje cuando por fin empezamos a ver situaciones de mayor peso y con ello se eleva un poco la tensión, especialmente porque se logran construir unas escenas que por lo menos desde el lado visual dejan cosas interesantes por la manera en la que están compuestas. Además de que sirven como trampolín para, ahora sí, darle importancia al tema de las novias y por lo consiguiente a esta versión desabrida de Drácula que manejan sin querer exponerlo como tal.

Llevándonos así a una parte final que contiene más acción que todo lo previo, aunque esto no se traduce en algo particularmente memorable. Ya que la fuerza con la que se maneja el conflicto decisivo es muy baja, hasta parece que hay temor por explotar el toque fantasioso/violento que llevan adherido los vampiros por naturaleza y eso por lo consiguiente hace que el desenlace sea demasiado desangelado.

En cuanto a las actuaciones en realidad Nathalie Emmanuel tiene alguno que otro momento en donde brilla, pero la predictibilidad de la historia y su cero química con Thomas Doherty (Walter De Ville) hacen que su personaje se sienta muy blando. Mientras que en producción tenemos una factura de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es discreta.

Opinión final: The Invitation es aburrida. Película sobre vampiros en donde estos son los que menos importan.

Ojometro:
**